En este preciso momento, depredadores invisibles al ojo humano se infiltran en tu mundo. Son tan poderosos que tus defensas no pueden combatirlos. Producen desfiguraciones atroces, generan graves hemorragias e incluso destruyen los órganos vitales de tu cuerpo. Harán lo que sea necesario para sobrevivir, aunque eso implique acabar con tu vida.
No sabemos qué enfermedades terribles pueden generar. Lo que más me aterra es no saber cuándo aparecerá el próximo microbio letal, ni qué forma tomará. Conozcamos el peligroso mundo de los gérmenes letales.
Las bacterias, los virus y los parásitos tienen algo en común. Son gérmenes, las criaturas más diminutas y más antiguas de la naturaleza, sólo visibles bajo el microscopio. Cantidades inimaginables, de estos microorganismos están entre nosotros.
Muchos son benignos, incluso algunos nos ayudan como los probióticos, que son bacterias buenas que viven en el estómago y controlan a las bacterias malas. Sin embargo, otros nos aterran porque pueden causar una muerte dolorosa. Según el alcance de las enfermedades que causan y su potencial para generar sufrimiento, estos son los 10 gérmenes más aterradores del planeta. Puesto 10. Estreptococo grupo A, que causa la enfermedad devoradora de carne.
Gary Aguiar solo deseaba disfrutar unos días de vacaciones en Hawaii junto a su familia. Pero no imaginaba que sería la próxima víctima de un depredador microscópico, que acecha este paraíso tropical. Luego de practicar snorkel, Gary notó un ligero raspón en su pierna producto del roce de los corales. Cuando salí del mar noté un raspón de cierta profundidad en mi pierna derecha, pero no sangraba mucho.
Y pensé que solo necesitaba lavarme la herida. Y dejar que el sol cálido de Hawái la secara, no era más que un rasguño. En apenas 48 horas, Gary se enfermó gravemente y tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital.
¡Gary! Aún recuerdo las voces de los médicos que me decían, tienes una infección en la pierna y quizá tengamos que amputarla. La bacteria Streptococcus grupo A penetró en el cuerpo de Gary a través de la herida en la pierna y se diseminó rápidamente. Esta bacteria provoca facitis necrosante, mejor conocida como la enfermedad devoradora de carne.
Es muy poco común. En los Estados Unidos hay solo 1.200 casos por año, pero lo verdaderamente preocupante es que la tercera parte de los afectados muere. Apenas ingresa en el organismo, el estreptococo grupo A se multiplica. Las bacterias viven para reproducirse y estos microbios unicelulares están preparados para desarrollarse inmediatamente. y duplicarse.
Pero al contrario de lo que suele creerse, el streptococo grupo A no come carne. A medida que se multiplica en el tejido cutáneo, libera toxinas o proteínas que destruyen el tejido sano. Así las bacterias penetran cada vez más en el tejido para nutrirse y continuar duplicándose.
Si las bacterias matan el tejido, no hay forma de que este envíe señales al sistema inmunológico para que combata la infección. Los glóbulos blancos no penetran en los tejidos muertos porque no tienen forma de saber que hay un problema. Además, debido a la falta de flujo sanguíneo, estos tejidos no responden a los antibióticos.
En otras palabras, los antibióticos tampoco penetran en los tejidos muertos. Como los antibióticos no pueden alcanzar y combatir al streptococo grupo A, la única solución es la cirugía, que implica la extracción de los músculos y tejidos afectados por las bacterias. La enfermedad se denomina facitis necrosante, porque la bacteria causa la inflamación de la fascia.
...que separa los músculos. Si los músculos fueran gajos de naranja, la fascia sería la capa externa que lo recubre. Además de atravesar el músculo, las bacterias pueden viajar por esos planos faciales y diseminarse muy rápidamente. Si estos gérmenes fulminantes no se remueven quirúrgicamente, pueden introducirse en el flujo sanguíneo y diseminarse por todo el cuerpo.
Para combatir las infecciones, el cuerpo segrega mediadores químicos como las citocinas, que producen filtraciones en el flujo sanguíneo y fluido en los pulmones. Además, pueden causar disfunciones renales y hepáticas. Esto fue lo que le sucedió a Gary Aguiar.
Antes de que los médicos pudieran extraer todo el tejido muerto, las bacterias ingresaron al flujo sanguíneo y comenzaron a afectar sus órganos vitales. Padecía insuficiencia renal y... Dependía de diálisis continua.
Luego mis pulmones y mi corazón comenzaron a fallar. Mi hermano vino a verme y junto con mi esposa llamaron a un sacerdote católico para que me dieran la extrema unción. Parecía que el streptococo grupo A se cobraría otra víctima. Pero luego de 40 días de hospital, Gary sobrevivió solo para ver los efectos de la bacteria en su cuerpo. Mi pierna tenía cicatrices horrendas, parecía un personaje de una película de terror.
Es una enfermedad muy grave. A menudo los médicos se ven obligados a cortar trozos de tejido, músculo y hasta extremidades enteras con tal de salvar al paciente. La vida del paciente cambia para siempre, aun si no es necesario amputar la extremidad afectada, ya no trabaja de la misma manera, porque la infección mata músculos esenciales. Gary perdió parte de sus músculos y ahora las actividades físicas le resultan dolorosas.
En la parte posterior de la pierna, tengo la herida más importante. Aquí en el muslo, los médicos tuvieron que extraer gran parte de la musculatura. Por eso este músculo sobresale. Y aquí, no tengo sensibilidad. El Streptococcus grupo A es una bacteria común que está en todas partes.
En este preciso momento se encuentra en la garganta de millones de personas, pero por causas que se desconocen, resulta inofensiva para la mayoría. Sin embargo, si entra en contacto con una herida abierta, el germen puede producir la letal enfermedad devoradora de carne. El germen puede sobrevivir varios días en cualquier tipo de superficie.
Puede estar sobre la mesa, en picaportes. y hasta puede sobrevivir en el océano. Hay muchas bacterias que se contagian por el contacto con otras personas, pero estoy totalmente seguro de que la contraje en el mar. El Streptococcus grupo A es una bacteria espantosa, pero hay otro germen que es aún más terrible.
Ejercitarse en el gimnasio solía ser una actividad saludable. Ahora, podría poner en riesgo tu salud. Puesto 9. SARM.
Un hombre seca la transpiración de la máquina con su toalla. Luego la pasa por su rostro sin saber que contiene una bacteria espantosa. La depositó alguien que usó la máquina previamente.
Ahora, el letal microbio se sitúa sobre un ligero corte producido al rasurarse. Naturalmente, el microorganismo penetra en su piel a través del corte. En pocos días, cada célula de esta bacteria se reproduce hasta formar miles de células bacterianas que segregan toxinas y suprimen el sistema inmunológico para continuar multiplicándose.
El rostro de la víctima se llena de repugnantes forúnculos cuando los glóbulos blancos combaten las bacterias y las toxinas. Durante este proceso, las bacterias pueden penetrar en el flujo sanguíneo y poner en riesgo la vida de la persona. El estafilococo aureo puede infectar cualquier órgano del cuerpo.
Es el agente patógeno más versátil. Causa todo tipo de enfermedad. El estafilococo aureo resistente a la meticilina mejora la salud de la persona. El Sarm, es una super cepa de estafilococo. A diferencia del streptococo grupo A, el Sarm permanece por más tiempo y es mucho más letal.
En los Estados Unidos, el Sarm produjo más muertes que el virus del SIDA en el año 2005. Alrededor de 19.000 personas murieron de Sarm. Y 17.000 de SIDA. Las bacterias se encuentran entre los organismos vivos más diminutos y antiguos. Son criaturas unicelulares que se alimentan casi de cualquier cosa para sobrevivir y reproducirse. Los humanos suelen ser su plato preferido.
Las bacterias pueden ser letales, ya que nos utilizan como fuente de recursos. De esta manera, las bacterias pueden utilizar a las toxinas para romper las células y liberar valiosos recursos que son esenciales para su desarrollo. Los primeros casos de SARM se reportaron en los hospitales en los años 60. Allí, los pacientes contraían la bacteria por las heridas o cortes en la piel. En la actualidad, hay una nueva serie de casos de SARM. cepa llamada SARM adquirida en la comunidad, que transmite enfermedades entre humanos en cualquier parte y nadie está a salvo de su ira.
No sabemos cómo surgió, tal vez provino de un microbio de estafilococo que adquirió este elemento genético y logró diseminarlo con éxito. De hecho esta nueva cepa se propagó por todo el mundo. La cepa de SARM adquirida en la comunidad es común en atletas que practican deportes de contacto que suelen producir cortes y heridas en la piel. El SARM es un supermicrobio ya que es resistente a los antibióticos comunes como la meticilina, perteneciente al grupo de las penicilinas.
Por eso es muy difícil combatirlo. Hay algunos antibióticos de segunda línea que sí tratan el SARM, pero que los médicos lo administran sólo en casos especiales, en infecciones muy graves. El problema es que si le administraran esos antibióticos a todos, las bacterias mutarían y adquirirían resistencia.
Un microorganismo tiene resistencia antibiótica cuando resiste los efectos de los antibióticos mediante, por ejemplo, el cambio de su estructura superficial. El aumento de bacterias resistentes a los antibióticos como el SARM puede deberse al abuso de antibióticos. antibióticos. Solo le damos motivos al microorganismo para que desarrolle rasgos resistentes, es lo que se llama presión selectiva.
Cuando se administran grandes cantidades de antibióticos, la bacteria resistente tiene más posibilidades de prosperar. Es así como los microorganismos suelen adquirir resistencia. La resistencia antibiótica se transmite entre bacterias cuando dos de ellas se ensamblan para realizar el apareamiento. Durante este proceso, las bacterias intercambian ADN, un ácido nucleico que aloja la huella genética de todos los organismos y que transporta genes resistentes a los antibióticos. El aumento de bacterias resistentes a los antibióticos como el SARM, indica que la batalla contra estos microbios se está perdiendo.
Si no se desarrollan nuevos medicamentos, la vida de los humanos siempre estará en peligro. Creo que el SARM no será fácil de erradicar. Es como el juego del gato y el ratón.
Nosotros creamos antibióticos y las bacterias se hacen resistentes a ellos. La batalla aún no termina. No hay duda de que el SARM es uno de los gérmenes más aterradores. Pero hay otro microorganismo que utiliza a un cómplice para atacar.
Algunos de los gérmenes más repugnantes viajan por todo el mundo para transmitir sus enfermedades. Y uno de ellos, llegó a tu hogar para quedarse. La gente sale de sus casas. para disfrutar de las cálidas noches de verano.
Pero un enemigo acecha en la oscuridad, decidido a inyectar su letal aguijón. Puesto 8. El virus del Nilo Occidental. Un mosquito se puede produccionar sangre para alimentarse, inyecta su saliva en la piel.
Pero la saliva del mosquito contiene un virus. Un microorganismo cuya única misión en la vida es reproducirse y generar enfermedades mortales. La mujer cree que se trata de una picadura común y corriente. Sin embargo el virus ya está en su cuerpo.
A diferencia de las bacterias, los virus no tienen mecanismos celulares para reproducirse por sí mismos. Por eso el virus del Nilo Occidental se infiltra en las células inmunológicas y toma la maquinaria metabólica que necesita para duplicarse. Así se multiplica hasta que sus retornos desgarran la célula y se disminuyen.
diseminan en el flujo sanguíneo para atacar otras células. Los virus pueden alcanzar el cerebro y generar una grave inflamación que empuja el cerebro contra el cráneo y produce una muerte dolorosa. Una de cada 150 personas que desarrollan una reacción al virus del nilo occidental tendrá una reacción grave y el 10% de ellas morirán.
Y no hay mucho que podamos hacer para evitarlo. Solo contamos con el cuidado hospitalario. El virus del Nilo Occidental se descubrió en el país africano de Uganda en 1937. Desde que llegó a los Estados Unidos a finales de los años 90, se cobró alrededor de mil vidas, y continuó en ascenso.
Peor aún, no hay ningún tipo de tratamiento. ¡Uff! El virus del Nilo Occidental es común en África, pero este microbio letal ya emigró a otros continentes. En Nueva York, 61 personas contrajeron el virus quizás a causa de un animal enfermo transportado en avión o en barco.
Siete de ellas murieron. El virus se encontró también en el tejido de varios cuervos. Las aves son huéspedes naturales del virus, ya que están en todo el planeta y viajan grandes distancias. Los mosquitos succionan sangre de una ave infectada, y al inyectarla en aves sanas, transmiten enfermedades.
Las aves vuelan por todo el mundo y los mosquitos también. Por eso si una ave infectada viaja de una zona a otra y un mosquito sano se alimenta de su sangre, habrá una población de mosquitos infectados en cada zona que visite. Las aves transportan el virus del Nilo Occidental por todos los Estados Unidos.
Y con los mosquitos como transmisores, todos somos vulnerables a este virus capaz de producir una muerte terrible. Pero los mosquitos no solo transmiten el virus del Nilo Occidental, también transportan algo mucho más letal. Puesto 7. Plasmodium falciparum.
El parásito que causa la malaria. Es una enfermedad milenaria que produce una fiebre muy alta y síntomas de gripe. Aún hoy, mata entre 1 y 3 millones de personas por año.
En especial, en zonas tropicales pobres. En la región subsahariana de África, un niño muere de malaria cada 30 segundos. Como las bacterias y los virus, los parásitos también son microorganismos con una función específica.
Yacen en el tejido vivo de una especie como la humana, y se alimentan de sus células para sobrevivir. El Plasmodium falciparum es un parásito primitivo que ingresa en el huésped a través de la picadura de un mosquito. La forma infecciosa del parásito puede viajar hasta el hígado del huésped, reproducirse y luego diseminarse en el flujo sanguíneo para infectar a los glóbulos rojos. En esta imagen de glóbulos rojos infectados con Plasmodium falciparum, puede verse como estos parásitos, hacen estallar a las células, para luego diseminarse, e infectar a otras.
La mejor defensa contra el virus es la de la infección. Contra estos invasores es nuestro sistema inmunológico que se compone de un batallón de glóbulos blancos. Los primeros en responder frente a una infección microbiana. Los glóbulos blancos suelen devorar cuerpos extraños en la sangre y en los tejidos. Pero los parásitos de la malaria son difíciles de atrapar.
Se esconden en el hígado y en los glóbulos rojos, donde son casi invisibles al sistema inmunológico, y donde pueden multiplicarse. hasta finalmente matar a la célula. En los casos más...
elimina tantos glóbulos rojos que produce anemia, disfunción múltiple de órganos, coma e incluso la muerte. El parásito Plasmodium falciparum, aún es una amenaza grave para cualquiera que habite o visite zonas tropicales. Pero hay un germen más terrible que ataca en cualquier parte del mundo. Es un asesino mundial.
Uno de los más devastadores de los últimos tiempos. Quizás se pregunten por qué al siguiente virus se lo considera uno de los gérmenes más terribles. Puesto 6. Virus de la influenza que causa la gripe.
Puede parecer inofensiva. La mayoría de las personas la sufren muchas veces en la vida. Pero no se dejen engañar, la gripe no es un simple resfriado, puede matar, y algunas cepas, son extremadamente letales.
El virus de la influenza es aterrador porque se transmite fácilmente por contacto directo e indirecto con la persona infectada. Todos los años, la gripe ataca entre 3 y 5 millones de personas, y causa unas 500 mil muertes a nivel mundial. 30.000 personas por año mueren de gripe común.
Solo en Estados Unidos no debemos subestimar el poder de la gripe. El virus de la influenza es muy contagioso. Se transmite al inhalar pequeñas gotas que la persona infectada expulsa al tose. o estornudar.
Al ingresar en el cuerpo, el virus comienza a duplicarse. El sistema inmunológico acude al rescate y segrega linfocitos de citotóxicos, que son anticuerpos o proteínas que inactivan el virus. Además ciertos mediadores químicos estimulan fibras nerviosas que producen estornudos y tos para expulsar la infección viral.
Cuando el cuerpo la expulsa, el sistema inmunológico segrega células de memoria que reconocen al virus en cuestión y protegen al cuerpo de futuras infecciones. Pero algunos virus pueden engañar a estas células mediante el cambio constante de su superficie. El cuerpo absorbe el virus y el sistema inmunológico lo elimina.
pero el virus cambia y puede causar la enfermedad nuevamente cada año surgen distintas cepas de gripe algunas desaparecen pero otras pueden crear epidemias mundiales llamadas pandemias la peor pandemia en la historia humana fue la gripe española de 1918 que acabó con la vida de 50 millones de personas Quizá las peores enfermedades infecciosas que enfrentan los humanos son aquellas que transmiten los animales. Las aves suelen transmitir estas enfermedades y la gripe es una de las más comunes. Como el virus del Nilo, el virus de la influenza tiene un reservorio natural de millones de aves en todo el mundo. Cuando las aves viajan grandes distancias, intercambian cepas de gripe mediante un proceso llamado recombinación, en el que dos virus dentro de un animal intercambian genes.
De este modo, nace un gen nuevo. o mutado, que puede transmitirse a otros animales. Es la oportunidad perfecta para que dos cepas de gripe distintas infecten a un mismo animal al mismo tiempo. Así surge una nueva variedad genética del virus, contra la cual no tenemos inmunidad. La mejor defensa contra el virus de la influenza son las vacunas anuales fabricadas con componentes de virus reales que se inactivan mediante un proceso químico.
Luego de la vacunación, el sistema inmunológico El sistema inmunológico reconoce los agentes de la vacuna como sustancias extrañas. Fabrica anticuerpos o linfocitos de citotóxicos para destruir a los invasores y las células de memoria los recuerdan. Cuando un virus real ataca, las células de memoria reconocen su código proteico gracias a la vacuna y lo neutralizan antes de que pueda producir la enfermedad. Pero como los virus de la influenza mutan constantemente, las vacunas deben modificarse cada año.
Es una batalla permanente, y a menudo, los gérmenes ganan. Es la tan temida caminata hasta el buzón. Solo esperas recibir abultadas cuentas. Pero alguien te envía algo mucho peor.
El sobre parece estar vacío. Pero una bacteria en forma de polvo inodoro aprovecha para escapar. La inhalas por accidente.
Esta podría ser... la última carta que recibas. Puesto 5 Bacillus anthracis, que causa la grave enfermedad, anthrax. En 2001, la bacteria llegó a los buzones estadounidenses como un agente biológico.
22 personas contrajeron la bacteria, y 5 murieron. Tenía tanto ántrax en mi cuerpo, que si hubiera esperado un día más, hoy sin dudas, estaría muerto. Estos casos son muy poco frecuentes, pero lo aterrador de esta enfermedad, es que su tasa de mortalidad...
la mortalidad asciende a un 90% si no se lo trata dentro de las 48 horas de inhalada la bacteria. Por esta razón, el ántrax es un agente infeccioso de categoría A. Es decir, ostenta el máximo potencial para generar un desastre humano mundial. Si se deseara crear un arma biológica letal, el microorganismo ideal, gracias a su gran resistencia, sería el ántrax.
Cuando se lo transforma en espora, puede guardarse en un cajón durante muchos años y continuar siendo infeccioso. Pero el bioterrorismo no es la única forma en que la bacteria del ántrax puede matar. En su estado natural, este germen está presente en el suelo y es casi indestructible. Sus esporas pueden permanecer inactivas por 100 años, pero cuando un animal de pastoreo las ingiere, se transforman en bacterias activas y generan enfermedades fulminantes.
Cuando el animal muere, las bacterias activas retornan a su forma de esporas. Por lo tanto, son una fuente de infección para los humanos que ingieren la carne contaminada, o tocan los posibles cortes en la piel del animal. En los Estados Unidos, el ganado recibe vacunación, pero no sucede lo mismo en otros países, y el ántrax aterroriza las llanuras y praderas de todo el mundo.
Las ovejas, las vacas e incluso los humanos infectados mueren si no se los asiste inmediatamente. Otra forma letal de transmisión es por inhalación de esporas que emanan de animales en descomposición. Las esporas de ándrax ingresan en el cuerpo y viajan hasta los pulmones. Inmediatamente las células inmunológicas atacan y devoran a los animales.
en las esporas. Luego las transportan hasta los ganglios linfáticos que son filtros que atrapan partículas extrañas como las bacterias. Pero dentro de estos ganglios, las esporas prisioneras se transforman en bacterias activas que matan las células inmunológicas. Estos gérmenes letales logran liberarse y se diseminan en el flujo sanguíneo. Comienzan a dividirse y a duplicarse en el torrente sanguíneo, donde producen un grupo de toxinas, llamadas en conjunto toxinas ántrax, que dañan directamente al huésped.
Además suprimen el sistema inmunológico y las bacterias alcanzan números exorbitantes en el cuerpo humano. En menos de una semana, estos microbios enemigos se multiplican tanto y segregan tantas toxinas, que los vasos sanguíneos comienzan a filtrar sangre descontroladamente. Esta pérdida de sangre, genera disfunción múltiple de órganos.
Y la muerte. Los antibióticos detienen el desarrollo de las bacterias y revierten los síntomas siempre que se administren durante el primer brote de la enfermedad. Si la presencia de bacterias y toxinas alcanza niveles muy altos, los antibióticos no hacen efecto.
El bacillus antrasis es alarmante. Pero son los gérmenes más terribles un producto de la naturaleza o de alguna otra fuerza siniestra? La naturaleza creó algunos de los virus más diabólicos y más terribles que conocemos. De hecho puede afirmarse que el trabajo de la naturaleza nunca será igualado por el hombre.
El siguiente germen podría ser mucho más fulminante que el ántrax. Puesto 4. El virus variola, que causa viruela. La viruela es el microorganismo que me desvela por las noches cuando pienso en el terrorismo biológico. La viruela es una enfermedad aterradora porque el virus se transmite fácilmente por inhalación o por contacto físico con la persona u objeto infectado.
Solo en el siglo XX, produjo 500 millones de muertes en el mundo. Su forma más grave, llamada viruela hemorrágica, tiene una tasa de mortalidad de entre 90 y 100%. A diferencia de otros virus, los humanos son su única víctima.
Cuando ingresa en el cuerpo, el virus variola se reproduce en los glóbulos blancos, el vaso, la médula ósea, y los ganglios linfáticos, general. fiebre y toxemia antes de mostrar toda su ira. En dos semanas, el virus se aloja en los capilares de la piel y utiliza la maquinaria metabólica de las células de la boca para duplicarse.
A medida que el virus se multiplica, produce supuraciones, ampollas infecciosas y sangrado en la piel y en las mucosas. Estos síntomas causan una muerte dolorosa. Como el virus tiene un largo periodo de incubación, es probable que muchas personas se contagien antes de que alguien diagnostique la presencia de viruela por su típica erupción cutánea. Para el siglo XX, el número de muertes por viruela era exorbitante.
En 1979 se logró erradicar mediante un programa mundial de vacunación. La enfermedad desapareció, pero el virus aún existe. Por un acuerdo internacional, las ampollas restantes de la viruela se guardaron en dos laboratorios autorizados. En el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades en Georgia, y en el Laboratorio Biológico Vector, en Rusia Central.
Se pidió a todos los países que enviaran las cepas de viruela a uno de los laboratorios. No hay forma de verificar que lo hicieron. Es posible que aún haya, no en forma intencional, virus de viruela congelados en distintos lugares del mundo. Entre otras funciones. El virus de la viruela se conserva para desarrollar vacunas contra otras enfermedades.
Pero existe el temor de que las ampollas del virus caigan en manos equivocadas y se utilicen como arma biológica. El programa de vacunación fue hace tanto tiempo que las células de memoria de las personas vacunadas ya no podrían contrarrestar el efecto del virus. Además, no hay ningún programa de vacunación contra un posible agente bioterrorista.
Si alguien se apropiara del virus de la viruela y decidiera utilizarlo como arma biológica, sería una pesadilla. Porque el virus se transmite tan rápidamente entre las personas, que las vacunas no podrían detener su ataque. La viruela puede matar de nuevo.
Por eso es el puesto 4 de nuestra lista. Pero hay otro germen milenario que nunca dejó de matar desde los inicios de la civilización. En las montañas, los paisajes son hermosos y tranquilos. Pero en las arcanías, un asesino espera pacientemente a su próxima víctima.
Puesto 3. Yersinia pestis, que causa... a la peste bubónica. Un enjambre de pulgas ataca a una ardilla muerta. Al alimentarse de su sangre, las pulgas ingieren bacterias traicioneras. Los gérmenes no matan a las pulgas, pero las usan como transporte.
Ahora, las pulgas buscan otra fuente de alimento y te escogen a ti. Las bacterias se preparan para el desafío. Sientes picaduras en el brazo.
La saliva de la pulga llena de bacterias penetra en tu piel a través de su boca tubular. Te sacudes un poco y continúas tu camino. Pero estas bacterias letales encuentran un nuevo hábitat para reproducirse. Alcanzan los ganglios linfáticos regionales y comienzan a multiplicarse. La batalla entre los glóbulos blancos y las bacterias, provoca bultos del tamaño de una naranja en las axilas, el cuello y la ingle.
Finalmente, al morir los glóbulos blancos, se produce pus, y los ganglios linfáticos estallan en un mar de bacterias y toxinas, que alcanzan el flujo sanguíneo. Sin antibióticos, la persona infectada moriría de un colapso en menos de una semana por el sangrado espontáneo en la piel y en las mucosas. Yersinia pestis es la bacteria milenaria de la peste bubónica.
Solo en el siglo XIV, la enfermedad acabó con 75 millones de vidas. Aunque se la considera un agente patógeno de antaño, esta enfermedad aún causa la muerte de entre 1.000 y 2.000 personas por año. Si están en las montañas y ven una ardilla muerta, no se acerquen. Puede que haya muerto por la peste y las pulgas podrían contagiarlos de inmediato.
Ingresa en el flujo sanguíneo rápidamente y puede causar una peste sistémica con una tasa de mortalidad de entre 50 y 75% si no se la trata. Muchos consideran al Yersinia pestis como el germen más fulminante en la historia de la civilización. Pero otro terrible germen no le pierde pisada.
Puesto 2. El virus de inmunodeficiencia humana, o VIH. El VIH causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida. conocido como SIDA, que ya tiene alrededor de 25 millones de víctimas fatales desde 1975. En este momento, el VIH infecta más de 36 millones de personas a nivel mundial. El VIH es un virus diabólico. Las células que infecta son las mismas que deberían combatirlo.
Es muy distinto a los demás virus. porque en este caso el cuerpo no puede deshacerse de él es una infección de por vida cada virus ataca el cuerpo humano de manera distinta pero el VIH es único este virus no mata por sí mismo el VIH destruye las defensas inmunológicas que el cuerpo utiliza para combatir los gérmenes mediante la infección y exterminación de células esenciales llamadas linfocitos T colaboradores. Si el cuerpo pierde demasiados linfocitos T, no puede combatir otros microbios los causantes de infecciones. En otras palabras, el VIH destruye las barreras.
De este modo, los gérmenes logran invadir el cuerpo de las personas con VIH, quienes mueren de infecciones pulmonares y cutáneas u otras enfermedades. Así, actúa el SIDA. A medida que el virus se multiplica y arrasa con el sistema inmunológico, el cuerpo humano tiene cada vez menos energía para combatir el VIH, porque mata las células que deberían combatirlo.
La persona con VIH no puede liberarse del virus, pero puede transmitírselo a otras personas mediante la interacción. El virus entra en el cuerpo de la persona, pero no se detecta por un largo tiempo, lo que hace que se disemine más fácilmente en la población. En la actualidad, existen medicamentos contra el VIH.
Si bien no curan la infección, impiden que el virus se duplique. Desafortunadamente, en África y en ciertos países en desarrollo, el virus se propaga más rápidamente y la mayoría de las personas no puede acceder a los medicamentos. El VIH tiene consecuencias sin precedentes. Pero hay otro virus, que podría ser el germen más terrible del planeta. ¿Cuál es el germen más terrible sobre la faz de la Tierra?
Se cree que este germen fulminante nació en África, en la República Democrática del Congo. ¿Qué es el VIH? Los cazadores regresan de un exitoso día de cacería. Capturaron chimpancés para alimentar a sus familias hambrientas. Pero no saben que se convirtieron en cazadores cazados.
Sus manos y cuchillos ensangrentados están cubiertos del germen más letal del planeta. Puesto 1. El virus del ébola. Este microbio depredador causa la fiebre hemorrágica del ébola.
Un trastorno desangrado con una tasa de mortalidad casi de un 100%. La más alta de todas. Lo peor de todo, es que no tiene cura. El virus del ébola es muy peligroso. Es uno de los virus más letales que acecha la vida de los humanos.
El ébola es un virus caliente por su grado de mortalidad. Aún no se sabe con seguridad cómo se transmite. En un principio se creía que los gorilas y los chimpancés eran los huéspedes reservorios naturales.
El virus no afecta a los huéspedes reservorios, solo lo transportan. Pero nuevas pruebas sugieren que el reservorio es el murciélago de la fruta de África Central, que a su vez infecta a los monos. El ébola se transmite por contacto directo con la sangre o fluidos corporales de animales o humanos infectados. En África Central, cientos de personas murieron víctimas de este microbio.
Hay un ritual de algunas tribus africanas, en el que los miembros de una familia limpian el cuerpo de un pariente muerto. Pues esa es la manera más efectiva de transmitir el ébola, ya que la sangre está infectada con el virus. Cuando el ébola entra en el cuerpo, el virus ataca distintas células.
Una vez que alcanza las células que revisten los vasos sanguíneos, se multiplica tan rápidamente que destruye la superficie del vaso y causa una grave hemorragia interna. Los virus del ébola saturan el flujo sanguíneo y generan coágulos que bloquean el suministro de sangre a los órganos vitales. Luego, estos órganos comienzan a fallar. En una o dos semanas, la coagulación sanguínea causa la muerte al producirse un sangrado espontáneo desde cada orificio del cuerpo. La persona sufre una muerte horrible porque sangra por todos lados y a veces la sangre se filtra por la piel.
El ébola es muy poco frecuente en el ciudadano común, pero como el virus se transmite a una velocidad aterradora y no existe vacuna o tratamiento, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades lo catalogó como un agente infeccioso categoría A, es decir que tiene el máximo potencial para generar un desastre humano mundial. No hay pruebas que demuestren que el ébola puede transmitirse por la vía respiratoria de los humanos, pero sí que puede hacerlo por la de los monos. La situación es... alarmante.
ya que es una transmisión mucho más directa que el contacto con la sangre. No hay duda de que estos gérmenes letales llegaron para quedarse, pero en cualquier momento podrían perder importancia. En el futuro podrían hacer un nuevo germen mucho más terrible, más contagioso y resistente a todos los medicamentos y a nuestro sistema inmunológico.
tecnológico. Quizás la humanidad enfrente el apocalipsis de la mano de una de las criaturas más diminutas del mundo. Doblado al español en Sivisa Media. No