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Responsabilidad Social en las Empresas

Muy buenos días. Tardes ya, esto de la bicicleta me recordó un chiste que contaba cuando yo estaba chiquito. Resulta que Pepito, en otras latitudes en Sudamérica, Jaimito, un día llega a la escuela y la maestra le pregunta Jaimito, ¿en qué llegaste hoy?

Y Jaimito, cansado de que a sus compañeros se le burlen todo el tiempo de por qué él siempre llegaba en bicicleta y los demás llegaban en su mamabán o con el chofer o con... o con sus papás, les dijo, no maestro, hoy llegué en la limusina de mi papá. Y entonces, ¿por qué llegaste tarde, Jaimito? Porque se me salió la cadena.

Pero bueno, eso era un chiste y ahora que escuché la conferencia de la bicicleta me trajo esa memoria, pero no les voy a contar chistes. La idea de esta plática del día de hoy es sobre responsabilidad social, pero no les quiero hablar de los conceptos de responsabilidad social porque eso los pueden investigar en internet. Yo les voy a hablar de dos tipos de organizaciones que viven la responsabilidad social de maneras diferentes. Les cuento una historia. Hace algunos años estaban un argentino, una española y un mexicano, y no es otro chiste.

Y en esta reunión, era una reunión transnacional, una de esas personas era yo. La directora de esta organización, una organización de las 60 más grandes del mundo, le pregunta al director de servicio, a ver, dime por favor para qué existen las empresas. Y la respuesta automática de esta persona fue, para generar dinero.

Entonces, yo para ese momento, ya hace tiempo que yo no concebía las organizaciones como que su único propósito era generar dinero. Sin embargo, como me dedico a esto de las estrategias empresariales, empecé a investigar qué era lo que pasaba en las demás organizaciones alrededor. Entonces me puse a investigar cuál era el propósito de las empresas tradicionales, de la mayoría de las empresas que están en nuestra sociedad.

Y se los voy a contar. Esta es una panificadora. Por favor, si saben cuál es el nombre de la panificadora, no se los digan, no quiero demandas después de esto.

Una empresa con marcas líderes y confiables para nuestros consumidores. Bien, común y corriente. Una cementera, seguramente también la conocen, satisfacer globalmente las necesidades de construcción de todos los clientes.

Muy bien. Un grupo de telefonía, no es telefónica, es un grupo de telefonía de telecomunicaciones, ser un grupo líder de telecomunicaciones, bla, bla, bla, bla, no se los digo más porque no quiero que se me duerman en la presentación. Y esta es una cadena local de pollos rostizados, de aquí de Guadalajara. Ser la empresa restaurantera líder en pollos asados a nivel nacional con el mayor prestigio e innovación. ¿Alguien de ustedes me puede decir si hay alguna diferencia entre esta gran multinacional con miles de empleados y esta con cientos?

La verdad es que no hay absolutamente ninguna. Ambos quieren ser líderes, ambos quieren satisfacer a sus clientes, ambos quieren ser reconocidos. La verdad es que están mucho más preocupados por ser algo y por tener algo que por hacer algo.

El otro problema es que estas empresas confunden ser líderes con participación del mercado. Todas estas organizaciones tienen la mayor participación del mercado en el que se desenvuelven. Sin embargo, ser líder no es esto, no es participación del mercado.

Ser líder es inspirar a tus clientes, es inspirar a tus colaboradores, es inspirar a tus proveedores y es inspirar también a tu competencia. Yo le pregunto de algunos de ustedes si se siente inspirado por alguno de estos propósitos empresariales o por alguna de estas empresas. Seguro la mayoría de ustedes me va a decir que no.

Curiosamente, estas empresas que yo les puse aquí son empresas que tienen el sellito este famoso de empresa socialmente responsable. Y estos son algunos conceptos básicos sobre los cuales se va a hacer ese certificado, que se ha vuelto más un tema de mercadotecnia, de decir, ok, yo tengo mi sello de responsabilidad social, que un tema de que vivan realmente la responsabilidad social como parte del centro de su negocio. La responsabilidad social para obtener el certificado, tienen que respetar los derechos humanos, tienen que respetar la libertad del trabajo, la libertad sindical, eliminar el trabajo infantil y el forzoso.

Tienen que respetar el medio ambiente adoptando algunas medidas y tienen que ser honestos, no tienen que fomentar la corrupción. Yo me pregunto si este debería ser las condiciones para entregar un certificado de empresa socialmente responsable o este debería ser las condiciones básicas para que una empresa exista. El otro problema que hay con este tipo de organizaciones, no me refiero particularmente a otras cuatro, sino a todas las organizaciones que operan de esta forma, es que han concebido la responsabilidad social como una forma de lavar culpas.

¿Cómo es esto? Por ejemplo, una panificadora. que produce comida que realmente es comida chatarra. Entonces dicen, ok, ganamos mucho dinero haciendo comida chatarra y engordando a nuestra sociedad. ¿Por qué no desarrollamos bolsas biodegradables para favorecer el medio ambiente?

Ridículo. Pero bueno, ellos hacen tanto dinero que necesitan lavar sus culpas de alguna forma aportando alguna medida para cumplir con el requisito de adoptar iniciativas para promover la responsabilidad del medio ambiente. Pero ¿dónde está la responsabilidad? Otro ejemplo.

Una telefónica que crea fundaciones asistencialistas, pero por otro lado, en una población con 50% de pobreza, cobra las tarifas de telecomunicaciones más caras del mundo. Decía Gandhi que no es posible que una persona haga el bien en un aspecto de su vida, mientras en otro aspecto de su vida hace daño, porque la vida es un todo indivisible. Más popularmente Shakira dijo, no el que peca empata porque rezar.

El problema está en la concepción de estas organizaciones, en cómo ellos construyen sus organizaciones, en el propósito de generar utilidades como parte fundamental de su negocio. Entonces, las empresas construyen de esta forma su comunicación con la sociedad, su estructura con la organización. Hay accionistas, las accionistas ponen empresas y esperan que las empresas les den dividendos.

Las empresas esperan de sus clientes que les compren para generar dividendos para dárselos a los accionistas. Y finalmente, están todos los demás, proveedores, colaboradores, gobierno, la sociedad civil en general. ¿Para qué?

Para que todos estos trabajen en favor del cliente, que el cliente compre a las empresas y finalmente, feliz la empresa y el accionista. Y todos los demás, pues ahí están. Pero no todas las organizaciones trabajan de esta forma. Hay organizaciones en todo el mundo...

que están transformando la forma de pensar, que están transformando el mundo y tienen un propósito diferente. Y no estoy hablando de asociaciones civiles, no estoy hablando de asistencialismo, estoy hablando de organizaciones que se consideran capitalistas. Estas organizaciones que están transformando el mundo también hacen mucho dinero.

La diferencia está en su propósito. Este es el propósito de Intel. Superar los límites de la innovación para hacer que las vidas de las personas sean más excitantes, más satisfactorias y más fáciles. ¿Y el dinero? ¿Y los clientes?

¿Y los accionistas? ¿Y ser líderes? Danone. Brindar salud a través de los alimentos y bebidas a la mayor cantidad de personas.

¿Y los clientes? ¿Y las utilidades? ¿El dinero?

¿Los accionistas? ¿El profit? ¿Dónde está? Finalmente la que más me gusta, Virgin Group, la empresa que se considera que va a cambiar la forma en la que nosotros nos desplazamos en el futuro.

Traer excitación a industrias aburridas. Todas estas empresas han comprendido algo. ¿Qué es lo que han entendido ellos? Que la mayoría de las organizaciones sean organizaciones enormes con miles y miles de empleados o una cadena de pollos rostizados local.

No han comprendido. Y esto no es esoterismo. Han comprendido las estructuras que sostienen al universo. Esta estructura es la estructura molecular del ADN.

Esta estructura es una foto de cómo nuestras neuronas están interconectadas, es la estructura celular de nuestro cerebro. Y esta otra es una representación gráfica producida por la NASA de cómo nuestro universo está conectado. Todo esto es materia oscura y todo en el universo está conectado. Pero nosotros creemos que todo esto que parece esotérico no está conectado con nosotros, no tiene nada que ver. Entonces seguimos creando estructuras jerárquicas en vez de crear estructuras que nos interconectan.

Bien, esta es una representación gráfica de todos los nodos físicos de Internet en el mundo. Esta es la forma en la que nosotros nos conectamos hoy con la gente. De esta forma nosotros hacemos negocio, de esta forma nosotros nos comunicamos. Esta otra foto representa todas las comunicaciones que hay en las redes sociales, que hoy se hacen negocios a través de estas, y es la forma en que la gente se comunica.

Si se fijan, las estructuras son muy, pero muy similares. No son estructuras jerárquicas, son estructuras que interconectan a todas las personas en el mundo. Entonces, ¿cuáles son las principales diferencias con estas organizaciones que viven la responsabilidad social? No como una manera de lavar culpas, sino como parte fundamental, como centro estratégico de su negocio. Bien.

Para empezar, ellos no nada más han definido a los accionistas y a los clientes como un grupo importante al que deben de satisfacer. Han nombrado a lo que los demás llaman todos los demás. Tienen al gobierno, tienen a los proveedores, tienen a la competencia incluso, y tienen a los colaboradores. La segunda diferencia, además de identificar propiamente a quienes afectan estas empresas, Ellos no construyen sus organizaciones esperando qué van a recibir a cambio de los demás, esperando qué van a recibir a cambio del cliente. Lo que ellos hacen es pensar primero qué es lo que nosotros le podemos dar a todos estos grupos de interés y cómo vamos a satisfacer sus necesidades.

En tercer lugar, lo que hacen es crear redes de valor, redes de valor que se interconectan con otras organizaciones a partir de sus colaboradores, a partir de sus clientes, a partir de sus competencias, para finalmente generar una red completa de valor donde todo este valor es intercambiado en lo que se conoce como sociedad. Y esta estructura, como pueden ver, es mucho más parecida a todas aquellas estructuras que son naturales para el ser humano, que son naturales en el universo. Han entendido algo fundamental estas organizaciones. El propósito fundamental de cualquier empresa que pueda llamarse sostenible o sustentable es construir valor para todos sus grupos de interés y no hay ninguna otra forma de asegurar el desarrollo.

Sin embargo, cuando las organizaciones tienen como propósito las utilidades, este propósito se transforma en algo muy similar a un virus. Pero no solamente un virus para la sociedad, un virus que ataca a la sociedad finalmente ataca a la misma empresa, porque las empresas están contenidas en la sociedad. La empresa no puede desvincularse de la sociedad.

No hay forma, no existe tal. Es una ilusión crear estructuras jerárquicas para desvincularse de la sociedad, porque la vinculación, queramos o no, existe. Yo no sé si ustedes han visto alguna vez algún video o alguna imagen de qué sucede cuando un virus ataca el cerebro humano, cuando ataca una red neuronal. Déjenme mostrarles qué pasa.

Esta es una imagen animada representativa de un escaneo de nuestro cerebro. Pero, asumamos, imaginen que este no es el cerebro, imaginen que esta es la sociedad, que como les comenté funciona como una red neuronal. Estas son todas las conexiones. Desde el punto de vista del ser humano, esto es lo que nos hace únicos como personas.

Todas estas conexiones, la memoria, quienes somos, nos hacen únicos, también como sociedad. ¿Pero qué pasa en el momento de que un virus se mete dentro del cerebro? El cerebro se empieza a apagar, de a poco, no sucede de un día para otro. Lentamente, las funciones vitales de nuestro organismo comienzan a disminuir, los órganos vitales se apagan y el virus sigue invadiendo la red neuronal, hasta que finalmente todo el organismo, o todo el organismo social, falla y expira. Deja de existir.

Todo lo que éramos ya no es más. Ahora bien, hay grandes líderes en el mundo como Richard Branson, el CEO de Virgin Group, Mohamed Yunus, premio Nobel de la Paz, incluso Michael Porter, un experto gurú de estrategia empresarial, tratando de cambiar esta concepción de que las utilidades deben ser el propósito de las empresas. Pero la pregunta no es qué están haciendo ellos, la pregunta es... ¿Qué estamos haciendo nosotros?

¿Qué están haciendo ustedes para actuar como un retro viral contra todo esto de las utilidades? Seguramente, si yo les preguntara a la mayoría de ustedes para qué existe la empresa, la respuesta sería la misma. Porque esto es un virus, es un virus cultural, es un virus que está dentro de nosotros y es lo que nos han hecho creer, lo que han querido hacernos creer. Entonces, la respuesta más fácil a la pregunta que vamos a hacer es que el gobierno se encargue. O sea, que el gobierno regule a las empresas.

que aumente los salarios mínimos. Entonces yo me pregunto, ¿hasta que el gobierno no haga algo, nuestras empresas, nosotros como empresarios, como emprendedores, vamos a seguir pagando sueldos de miseria? ¿Es responsabilidad del gobierno redistribuir la riqueza o es responsabilidad nuestra como empresarios? Otra respuesta muy conocida que escucho bastante seguido, la culpa es del capitalismo. El capitalismo es el demonio, es el espíritu del mal.

sobre todo en los últimos años. Sin embargo, el capitalismo es una herramienta. Decir que el capitalismo es el problema es tan ridículo como decir que la teoría y la relatividad es el problema y por eso se construyó una bomba atómica.

La pregunta es, ¿cómo nosotros vamos a usar el capitalismo? ¿Cómo nosotros, como emprendedores, como empresarios, como colaboradores de organizaciones, como clientes, como proveedores, vamos a utilizar esta herramienta? ¿La vamos a seguir utilizando para generar utilidades, para acumular riquezas?

o vamos a empezar a usarla para redistribuirla. Y creo que aquí está la clave. Creo que cuando las empresas dejan de comprender y aceptar que el propósito es acumular riqueza y empiezan a comprender que la riqueza es una consecuencia de la construcción del valor que ellos le dan a la sociedad, es en ese momento, es en ese preciso instante Cuando la responsabilidad social deja de ser un sistema o una forma de lavar culpas para transformarse en el centro de vivir de una empresa.

Muchas gracias.