Música Música La historia de la salud pública es la historia de las condiciones de salud, de las epidemias, la historia de los determinantes sociales de la salud. Es también la de la formación de los médicos y salubristas y de la asistencia pública, es decir, de los hospitales. de las instituciones que resuelven el problema de la salud del público. Acompáñenos en este apasionante viaje a través del tiempo para conocer la historia de la salud pública en Bogotá.
Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música Música La vida de los nativos americanos jamás enfrentó tantos peligrosos. peligros como en los tiempos de la invasión europea al nuevo continente. Se cree que por lo menos un 30 o 40% de la población local desapareció con este pie. De manera que ese es el primer punto de encuentro y el primer problema, digamos, de salud pública del encuentro entre españoles y americanos. Nunca antes una guerra tuvo más bajas por las enfermedades que por el conflicto armado.
Eh, como... Como regalo, los españoles llevaron otras epidemias de acá. Pues no solamente llevaron, sino que sufrieron acá enfermedades muy severas, como era, por ejemplo, la picadura de insectos, mosquitos con enfermedades, la malaria y otra serie de cosas para las cuales ellos no venían preparados. Los avances científicos nos revelan hoy aspectos de la salud de nuestros antepasados muiscas.
Luego a su huaso largo se le hizo un estudio especial con unas sustancias en el laboratorio y se encontró la presencia de la treponofatosis de la sífilis. La agricultura y la domesticación de animales que hicieron prosperar los asentamientos humanos y consolidaron las primeras civilizaciones, tuvo en la América Precolombina un toque muy particular. En existencia importante animales domesticados, hizo que América no tuviese muchas enfermedades. En el altiplano cundiboyacense no se han encontrado vestigios de domesticación masiva de pavos, perros, cuis, patos almiscleros, llamas ni alpacas, animales que representaron una fuente de alimentación permanente para otras culturas aborígenes prehispánicas. Muchas de las enfermedades que padecieron las poblaciones euroasiáticas y africanas tienen que ver con la presencia de animales domésticos.
Fueron enfermedades que inicialmente eran enfermedades de los atos, de las manadas que los hombres cuidaban y pasaban luego, por alguna circunstancia, al ser humano. Un ejemplo de esto es la viruela, el sarampión. Pero hay dos aspectos de nuestros aborígenes que pasan desapercibidos para muchos historiadores y son un baluarte para la salud pública de la época.
No hubo camélidos. Al no existir camélidos, como la llama y la alpaca, jamás se utilizó la lana. Entonces, eso favoreció la inexistencia de los piojos del cuerpo.
Ellos vestían... pintándose el cuerpo, era una forma de vestirse, o con una ropa muy ligera como de algodón. Además tenían unos hábitos especiales que le llamaron muy poderosamente la atención a los españoles. En el caso de aquí, la triplando con de Huyacense, los españoles decían, parecen patos.
Se bañaban una o dos veces al día, a pesar del clima frío, pero no tan frío como en algunas partes del Perú. ¡Grrrr! ¡Grrrr!
¡Grrrr! Las comidas de indios que describen los primeros cronistas españoles nos ayudan a conocer su dieta. En el mundo prehispánico en general y en el mundo de la criptografía en particular, hubo una importante fuente de proteínas. Se consumían todo tipo de animales y muchas plantas.
La alimentación también incluía mucho insecto, se consumía hormiga. Los insectos son una fuente muy importante de proteínas y grasas. Los aborígenes tenían sus medicinas, pero para los poderosos recién llegados, estas eran brujerías. de medicina en las poblaciones nativas que encontraron los españoles.
Si bien todas esas medicinas compartían unos principios que podríamos denominar generales, como la comunicación con la naturaleza, la comprensión del enfermo como un elemento que se alejaba de la relación normal, armónica entre la naturaleza y la comunidad. Podríamos decir que esas medicinas pasaban por una serie de prácticas que no lograron entender de manera adecuada los conquistadores. Ellos entendieron la medicina de los aborígenes o de los nativos como una relación directa entre los nativos y el demonio.
Morían por traumas. por infecciones pulmonares, infecciones intestinales, accidentes, tuberculosis, básicamente. Sin embargo hay registros de personas mayores que se pueden ver en las cerámicas, se ven registros de personas mayores de 60 años, de 70 por... se puede hacer esa conjetura por la cantidad de arrugas que tienen.
Para hablar de otro elemento de salud pública es el tipo de viviendas que tenían. Las viviendas eran cerradas, no tenían ventanas y había dentro de las viviendas mucho humo. Estaba el fogón.
Eso facilitaba posiblemente la enfermedad respiratoria. las antracosis y en circunstancias de tanto encierro por el clima nuestro aquí en las altas cuando hubiera censo un poco frío eso facilitó también que ante un caso de tuberculosis otras personas tuviesen tuberculosis Otro elemento importante para saber y hacer una reflexión sobre la salud pública aquí en el altiplano de Condigüacencia era la presencia con frecuencia de conflictos militares entre las poblaciones muiscas y las poblaciones que los circundaban. Utilizaban armas, mazos, utilizaban flechas, dardos, entonces eso fue un problema de salud asociado a la violencia. No imaginaron caribes y muiscas que un tercer actor armado, el ejército conquistador español, con un aliado invisible de gérmenes, les disputaría el territorio.
Cristóbal Colón después del primer viaje regresa a España y en 1493 decide volver a América en un segundo viaje. Si el primer viaje era un viaje de tipo exploratorio, el segundo viaje es un viaje de exploración. es un viaje ya pensado como un viaje colonizador, o más bien conquistador.
Cuando vienen viajando paran en las Islas Canarias, que era la estación de relevo, allí se aprovisionaron de alimentos y otras cosas, y Colón compró allí, entre otras cosas, unos cerdos, que iban a servir como carne para el camino y para traer además unos cerdos a América. Esos cerdos eran los que se llevaban a la isla. los cerdos estaban contaminados de gripa porcina.
La gripa porcina se transmite a los humanos. Y por lo tanto, durante el viaje, buena parte de la tripulación de los barcos de Colón se contaminó de gripa. Al llegar a América, todavía algunos de los españoles y algunos de los cerdos seguían contaminados de la gripa. Y entonces comenzaron a transmitir la enfermedad a los indígenas locales. Para los indígenas locales la gripa se convirtió en una enfermedad muy grave porque el virus de la gripa no existía en América y por lo tanto los indígenas no tenían ningún tipo de defensa contra el virus de la gripa.
A partir de allí pues se desarrolló una serie de epidemias respiratorias que incluyó alteraciones de los pulmones, hemorragias por las vías respiratorias y muerte. Se cree que por lo menos un 30 o 40% de la población local desapareció con este pie. De manera que ese es el primer punto de encuentro y el primer problema, digamos, de salud pública del encuentro entre españoles y americanos. Establecidos los primeros asentamientos en la costa caribe, los conquistadores españoles empiezan a penetrar el territorio siguiendo el curso del río Magdalena. Mientras las soldaduras se desplazan, los soldados se desplazan hacia el sur de la costa caribe.
La pesca que remonta a los Andes orientales se ve diezmada por el hambre, los perros de caza se convirtieron en arma de guerra. Otra enfermedad que atacó especialmente a los indios y fue muy importante fueron los perros, porque los españoles traían perros de caza, perros de cacería, entrenados con armas de guerra. Y los españoles utilizaban los perros para perseguir a los indígenas en la guerra. los cebaban con carne de indio, de tal manera que los perros se ensañaban con los indios. Nosotros encontramos por allí una carta, en el archivo, donde un conquistador le dice a otro que por favor le preste por una semana un cuarto de indio para alimentar a sus perros, que es que se le acabó la carne de indio y no ha podido cazar indios en los últimos días por el invierno, entonces le pide prestado un cuarto de indio para alimentar a los perros, para poderlos mantener.
Tempranamente, nuestros aborígenes han desenmascarado la avaricia de los invasores e intentan evitar su avanzada reduciéndoles al máximo la posibilidad de conseguir alimento, hasta enfermarlos. En esta guerra desigual, en la que colisionan dos universos de pensamiento diferentes, cada bando dispone de un aliado decisivo, poderoso y furtivo, que una vez desplegado en el campo de batalla, cambiará el rumbo de la historia para siempre. Lo que hoy seguimos llamando indígenas caribes son por extensión otros indios que vivían por allí, pero la tribu misma de los caribes prácticamente desapareció toda. Y desapareció buena parte de la población de la región caribe debido a esa gripa. No solamente esta epidemia de gripa, sino todas las que llegan después.
La viruela que llega con los negros, el sarampión, la tuberculosis, todas ellas posiblemente enfermedades que no se contaban acá y que hicieron mucho daño y siguen haciendo daño todavía hoy a los pobladores de América. Como regalo, los españoles llevaron otras epidemias de acá. Asimismo, pues los conquistadores se llevan, parece ser la sífilis como una gran enfermedad que va a atacar a la Europa del Renacimiento después de descubrimiento de América y va a producir grandes epidemias en Europa.
Parece ser hasta donde sabemos que la sífilis es originaria de América aunque eso todavía está un tema de discusión. Esta guerra entre Europa y América apenas comenzaba. También las enfermedades generadas por dos formas de vida que debieron transformarse en medio de una guerra prolongada.
No serán decisivas las armas para declarar un vencedor. Más allá del descubrimiento de un nuevo continente y su posterior invasión, el encuentro de estos dos mundos es el inicio de una gran crisis de salud a ambos lados del Atlántico. El día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el día de hoy, el El moro que amores tiene, a ti bien se señalaba, y el moro que no los tiene, de tenerlos procuraba, díganos las damas no. Desde las torres de Alhambra, entre las moras salida, dos de amor muy lastimadas, la pura se llama a la maripa.