Transcript for:
Vivir en Aceleración y Salud Mental

Vivimos en modo aceleración. Los audios, los podcasts, todos escuchan 1.5 o 1.2. Entonces, claro, cuando tú metes la aceleración a la vida, ya no frenas, ya no reflexionas, ya no contemplas y te pierdes los detalles. Marían Rojas, la psiquiatra más famosa de España, autora de dos bestsellers y del podcast más escuchado por las mujeres. El organismo y la mente necesitan de vez en cuando que frenemos. Yo recomiendo no hacer nada. Sin el móvil, ¿eh? 15 minutos al día. Y simplemente dar gracias por algo. Algo que te gusta. La alimentación es clave y produce placer. Y lo mismo pasa con las relaciones sexuales. Lo malo es que llegaron las drogas y hackearon este sistema. Históricamente, las drogas las hemos ingerido por la boca, por la nariz y por las venas. Ahora la droga entra por los ojos y está diseñada para ser así. ¿Prohibirías TikTok? lo regularía y lo prohibiría en menores de 12 años. ¡Guau! Cuando logras ayudar a un paciente que igual estaba metido en las drogas o en la mala vida y tú logras que él salga, si luego ese paciente recae, te afecta. Hablemos del enamoramiento. ¿Es real o es todo mental? ¿Cómo es ese proceso? El problema es que muchas personas piensan que cuando ya no sienten esa chispa tan fuerte como al principio es que ya no hay amor. Y eso es el gran error. La felicidad, en mi opinión, es ese presente con el que conoces. conectas y saberle dar sentido a tu vida. Porque cuando no tienes sentido, tu mente, tu corazón, tu alma, tu espíritu, no son capaces de vivir en el vacío, en la nada, y sustituyen sentido por sensaciones. El colcomida, redes, pornografía, videojuegos... Yo no he visto nada igual, María, te lo juro por Dios, es que eres la persona más inteligente que he conocido en mi vida, ¡en mi vida! No, que de verdad que no, que lo que pasa es que lo explico sencillo, pero que no. Levantar la mano. Que sepáis lo que es Nude Project. ¡Joder! ¡Tu shorty quiere probar! Tenemos que ilustrar a la audiencia en súper rápido de la grandeza de Mariana. Es literalmente la autora que más libros ha vendido este año en España. Es la psiquiatra número uno que podemos llegar a conocer. Literalmente nuestras madres van a estar orgullosas. os has viendo el podcast de hoy y nos ha costado... Esto lo hacéis por vuestras madres, que yo no sé que lo hacéis por vuestras madres. Nos ha costado más conseguir a Marían que a Iniesta, literalmente. Entonces necesitamos que todo el mundo aprecie el podcast de hoy y sobre todo estoy seguro que se van a llevar grandes cosas para acá. que nos acaba de llegar, que es otra cosa de la que a flipidarte muchas, es que acaba de salir un extracto tuyo. En la EBAU. Me he quedado impactada, estoy impactada. No doy crédito porque esta mañana estaba en el hospital que ha nacido mi sobrina y he cogido el móvil y había tropecientos mensajes de gente muy dispar, mandándome audios y entonces en un momento dado, entre ellos el profesor de uno de mis hijos, y digo aquí ha pasado algo grave. Y entonces en uno de los audios era, ha salido en EBAU, ¿cómo hacer que te pase? pasen cosas buenas. Y reconocer que he saltado una lagrimilla porque me parece brutal. O sea, quiero decir, esta intención de hoy, me parece que los astros se alinean de vez en cuando de llegar a los jóvenes. El día que hago mi podcast para llegar a los jóvenes sale en selectividad. Es como hacer que te pasen cosas buenas, total. Donde han salido textos, pues sí, no sé, de Antonio Machado y ahora le toca a Marían. Es increíble. Te felicitamos. Pues dicho esto, Marían, arrancamos. ¿Qué es para ti la psiquiatría? Bueno, para mí la psiquiatría... La psiquiatría ha cambiado mucho en los últimos años. Para mí la psiquiatría es una manera de ayudar a los demás. Es una manera de, como dice mi padre, que es psiquiatra maravilloso, mi maestro, bajar al sótano del ser humano, donde están sus emociones, sus miedos, sus inseguridades, e intentar ayudar a que esa máquina, que ese mundo emocional, funcione de forma lo más armónica posible. Todos tenemos batallas en nuestras vidas, todos tenemos preocupaciones, cosas que nos inquietan, cosas que nos hacen sufrir, a veces heridas sin resolver. de conectar con la realidad que no siempre son fáciles. Y al final la psiquiatría y la psicología, de diferente manera, pero tenemos que ir de la mano, intentamos dar respuesta a muchos de esos sufrimientos, de esos dolores que tiene el ser humano. Cuando yo empecé con la psiquiatría, vengo de abuelo psiquiatra, padre psiquiatra, y tengo tíos psiquiatras, es decir, la psiquiatría está muy cerca de las familias rojas. Pero ha cambiado mucho. Mi abuelo, en alto, el tema de los psiquiátricos, de los enfermos mentales, muchas veces digo que sí, mi abuelo... viniera a una de mis sesiones, pensaría que he cambiado de especialidad, que yo no estoy, que yo no soy psiquiatra, que es otra cosa. Porque claro, la psiquiatría de mi abuelo no tiene nada que ver con la mía. Por otro lado, mi padre llevó la psiquiatría a la calle. Es decir, empezó a hablar a la gente de depresión, ansiedad, pareja, educación, temas que, claro, si hablaba en psiquiatría humanizó o le dio un toque muy humanista al tema de la salud mental. Y cuando yo era joven, cuando era mucho más joven y era pequeña, me acuerdo perfectamente que yo iba a la consulta de mi padre. y le escuchaba y la gente me decía tu padre me salvó la vida tu padre me ha ayudado yo dije yo me quiero dedicar a lo de mi padre o sea que decir yo quiero hacer esto pero hay un punto muy importante en mi vida y es cuando yo termino medicina es que yo en ese momento hago el mir Pero una amiga me propone irme a Camboya a sacar niños de un basurero. Y para irme a Camboya yo decido leer todo lo que pueda sobre Camboya y me topo con un libro que se llama El silencio de la inocencia, de Somal Imam, premio Príncipe de Asturias, nominada al premio Nobel. Una mujer con una vida durísima, vendida a la prostitución, se escapa y funda la ONG más importante del mundo del tráfico sexual, las niñas, la prostitución, la pornografía, etc. Y cuando yo leo su libro me doy cuenta que esta mujer, por muy famosa que se haya convertido, No ha superado su trauma. Digo, yo quiero ir a buscarla y me voy a Camboya a buscarla. Y en una historia brutal me la encuentro en el aeropuerto reclamando la maleta que yo también he perdido y que ella también estaba reclamando y yo la reconozco por la portada del libro. Y le digo, yo he venido a buscarla a usted. Y entonces al día siguiente entro en el mundo de la prostitución, en el mundo de... pues cambia mi vida por completo. Y ahí descubro tres cosas. La primera es el trauma, es decir, cómo los traumas impactan en nuestra vida, que te vendan a la prostitución. Que seas violada en numerosas ocasiones, el tráfico, todo lo que eso influye, la unión de la mente y el cuerpo, porque muchas de esas niñas que yo rescato de la prostitución, que yo rescato, digo, en mi labor micro, pero que intento ayudar, vienen enfermas, niñas de 12, 13, 14 años, enfermas de la piel, articulaciones, y entonces los médicos de allí me dicen, está enferma del alma, está enferma del espíritu, y digo, vale, pero esto cómo se integra en la medicina que yo he estudiado. Y lo tercero es la suerte. Hay gente que tiene tanta suerte en la vida y gente que tiene tan mala suerte. Y ahí nace cómo hacer que te pasen cosas buenas, ese primer libro. Entonces, te he respondido a qué es la psiquiatría para mí. La psiquiatría es una rama de la amistad, en mi opinión. Es intentar que esa persona que sufre no se sienta sola, se sienta acompañada, se sienta aliviada y les demos respuesta o alivio al sufrimiento que tenga en ese momento. Bueno, entiendo Mariana entonces que cuando hablas de estas personas que te encuentras en tu camino, a las que has ayudado... a mejorar sus vidas. Literalmente pacientes que, poniéndome en tu perspectiva, cuando logras ayudar a un paciente que igual estaba metido en las drogas o en la mala vida y tú logras que él salga, tiene que ser súper satisfactorio. Pero yo me preguntaba, cuando ya estás tan involucrada en la vida del paciente, si luego ese paciente recae, ¿te afecta? Sí, claro. A mí sí. Es que yo soy muy sensible. Te doy un ejemplo. Este fin de semana pasado he tenido varios pacientes que me han recaído. Y encima se han juntado varios, que a veces te pasa con uno. He tenido un fin de semana complicado. Y eso que yo intento siempre desconectar los fines de semana y son para los niños. Pero este, por diferentes razones, pues ha habido varias recaídas. Ayer me acosté triste. O sea, ayer tuve una noche, me metí en la cama y me angustié un pelín. Porque luchas, intentas, usas la farmacología, la terapia. Una técnica que saldrá luego, que uso yo, que empleo yo mucho, que es el MDR. Y hay veces que funciona y hay veces que no. La psiquiatría no es matemática, la medicina no es matemática. De repente hay un paciente que con una medicación te responde, o el mismo paciente, o con una terapia o un tratamiento, recae al cabo de dos años, usas lo mismo y no funciona. Y entonces tienes que hacer un plan B y un plan C y un plan D. Pero lo que yo he aprendido, uno, es que yo no soy capaz de disociar completamente. A veces me protejo más o menos, pero no soy capaz. Podría deciros, pues sí, disocio fenomenal, pues no. Soy muy sensible, me llevo los temas a casa. Lo que pasa es que lo que tengo en casa me llena tanto que alivia a veces la preocupación que tengo. Porque tengo vitamina, oxitocina total en mi casa, un marido maravilloso y unos niños con sus cosas. Quiero decir que todos los niños tienen cosas, pero son una fuente de alegría constante. Y vaya sin decirlo, tú me podrías ilustrar uno de los casos que más te ha impactado un paciente tuyo. Muchísimos, tengo un montón. De hecho, a veces los apunto, porque para los libros hay pacientes a los que le digo ¿Te importa que me...? Me base en ti para el libro. Todos son basados en alguien y luego lo cambio todo. Pero tiene un origen. Estoy pensando en un paciente al que tengo mucho cariño, le diría que incluso lo quiero mucho, que a mí es una persona muy afectiva, entonces les tengo mucho cariño, que vino a verme hace unos años y llevaba un tiempo escribiéndome correos y tal, vivía fuera de Madrid, y entonces yo le contestaba, contó su historia y tal, pero no se atrevía a abrir la herida. Es una persona que... Fue abusada por un vecino, un chico que fue abusado por su vecino durante muchísimos años. Y a raíz de ese abuso, cuando el vecino se va, se cambia, él, que en sus países se llevaba muy mal, empieza a buscar que más gente abuse de él, porque se ha enganchado al abuso. Entonces, desde muy joven, los abusos empiezan con seis años, hasta los 18 vive constantemente buscando ser abusado, sin ser realmente consciente de que entra en una vida. donde se contagia de varias enfermedades de transmisión sexual, entra en el mundo de las drogas, hasta que en una de estas incluso empieza a prostituirse. Y entonces, bueno, es una vida durísima y en un momento dado hace un intento de suicidio terrible, terrible. Pero la vida es como es. Un vecino no consiente entrar en su casa, empieza a llamar a la puerta y tal. Y entonces, por razones X o Y, le encuentra, le ve a través de la mirilla, no me acuerdo exactamente cómo, y llama a la policía y este salva la vida. Entonces, el vecino nuevo decide que le quiere ayudar y me lo trae. Y entonces, bueno, le da primero mi correo, le dice que venga a verme y tal, porque yo a este vecino había ayudado a su mujer. Entonces me dice, necesito que ayudes a la persona que vive en mi rellano. Es un caso durísimo, porque en el principio de la terapia hizo varios intentos de suicidio. Ahora trabaja, es una estupenda, le tengo un cariño enorme. Y cuando nos vemos, que viene a verme de vez en cuando, pues decimos, ¿de dónde venimos? Yo muchas veces a los pacientes les digo, ¿de dónde venimos? Pero el principio fue completamente duro. Pero te doy este, o sea, tengo casos muy depresivos. que han sufrido muchísimo. Y hemos escuchado que una de tus especialidades son las heridas de la infancia. ¿Es verdad que todos tenemos una? Bueno, no es que heridas todos tenemos una, es que no hay un pasado perfecto. Es decir, nuestros padres o nuestros cuidadores principales... Lo que pasa es que hay heridas, trauma con T mayúscula, que son los grandes traumas de la vida. Y esos traumas a veces son durísimos. El bullying, el abuso, la violación, el abandono, el haber vivido violencia, situaciones de desastres naturales, catástrofes, guerras, bombas, vamos a decir, traumas con T mayúscula. Pero luego hay pequeñas heridas. Me sentí abandonado, me sentí solo, me hicieron un poco de bullying en la adolescencia. Que esos de repente se reactivan a lo largo de la vida. Hay personas que tienen infancia. mucho menos dolorosas. No todos tenemos heridas graves, pero todos, yo por mi caso particular, yo tengo un hermano que se murió cuando yo era pequeña y yo me lo encontré en la piscina flotando. Entonces yo sé cómo eso me ha afectado en mi vida y cómo yo eso lo he intentado canalizar cuando tuve hijos. Y fue un trauma en mi familia muy severo. Es decir, que todos tenemos cosillas, lo que pasa es que hay algunas que pueden llegar a ser un trauma que repercute en cómo te comportas, en cómo te relacionas, en cómo no te relacionas, en el tipo de pareja. sexual o afectiva que tienes, es decir, los traumas que no se integran de forma adecuada, pues sí que pueden tener consecuencias en la vida adulta bastante dolorosos. Y somatizar, somatizar es poner la emoción en el cuerpo. Una de las cosas que os decía de las niñas camboyanas es que cuando las rescatábamos de los prostíbulos o de la red de prostitución, una de las cosas es que estaban enfermas, físicamente enfermas, unas enfermedades rarísimas, unas alergias, problemas de articulaciones, tics. Entonces... El cuerpo, cuando tú activas, el trauma lo que activa es el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal, que es de donde se activa el cortisol, esa hormona del estrés. Pues cuando tú tienes un trauma, tienes mucha más predisposición a enfermarte cuando eres mayor. El sistema inmune está deteriorado y puedes incluso desarrollar enfermedades. A lo largo de mi vida, por ejemplo, me preguntaba sobre un caso. Es una persona que cuando escuche esto le va a hacer ilusión porque sabe lo muchísimo que he luchado por él. Él tuvo una herida de abandono horrible en la infancia. Él es de alta sensibilidad. fue duramente tratado por sus padres y sus amigos por ser muy sensible. De estas personas, PAS, alta sensibilidad. Lo pasa muy mal, hace un intento de suicidio, le llevan a un psiquiatra y le tiene medicado, medio drogado, toda la vida. Y entonces, cuando hace 10 años, empieza con melanomas en la piel. Y entonces, melanomas y problemas en la piel, como pequeños carcinomas, y cada seis meses le revisan y le quitan uno. Entonces, cayó en mi consulta, porque un familiar suyo vino a pedirme que le tratara, fuimos a las heridas, le desactivé heridas con MDR y lleva un año y las dos últimas revisiones no hay manchas en la piel y yo me eché a llorar cuando vino la última vez y me dijo por segunda vez en 10 años he ido al dermatólogo y me ha dicho ¿qué has cambiado? ¿ya no tomas el sol? ¿qué crema te pones? y le dijo he sanado la herida pues cosas de estas es que son impresionantes ¿y ya que lo acabas de mencionar, qué es el MDR? el MDR es una técnica que yo aprendí en Camboya un día estaba yo en yo vivía en un cole que era un colegio donde rescataban a niños del basurero de Phnom Penh, de la capital de Camboya. Y por las tardes me iba a los prostíbulos y a los karaokes y tal. Entonces un día una psicóloga me dice, oye, que había allí, que era francesa, me dice hay una terapia que inventó, que descubrió Francisco Shapiro, que se llama EMDR, que son las siglas en inglés de movimiento de ojos con el reprocesamiento de movimientos oculares, de imágenes. Y entonces una chica que había sido sacada de un burdel, que temblaba cada vez que veía... veía un hombre o olía a un hombre, le daban como ataques de ansiedad. Y entonces le pone como una especie de sensores y le empieza a mover los ojos. Y la niña temblaba. Yo he visto muchas escenas ahora de este tipo, pero en ese momento. Y entonces de repente le empieza a hacer la técnica de tapping, le va tocando las manos o en la espalda o mediante el movimiento de los ojos. Empieza a relajar, a relajar y de repente la niña se pone bien. Se pone bien significa que deja de tener ataques de ansiedad. Digo, ¿esto qué es? Aquí os hago un paréntesis, yo tiendo, yo soy psiquiatra y he estudiado medicina, pero hay técnicas en la vida que son de otras especialidades que ayudan a lo mío. Entonces, igual que yo he trabajado inflamación o he trabajado alimentación o microbiota, que no tiene nada que ver en principio con la psiquiatría, en este caso digo hay que investigar. Y cuando vuelvo a Madrid, un psiquiatra de mi hospital me dice que él ha hecho una técnica, que ha hecho un curso de esto, y me apunto. Y empiezo a ver lo que significa. Entonces, de forma sencillísima de explicar, es como si nuestro cerebro tuviera un archivo de recuerdos, en modo sencillo, y cada recuerdo tiene un impacto emocional. Imaginaros que un día vais por París, con amigos, estáis pasando pipa, y de repente aparecen unos tipos, os atracan, os tiran al suelo, os pegan una paliza, os quitan el móvil, tal. Tu cabeza, París, ya no lo recuerda bueno. Cuando tú traes a tu mente París, o la calle, o la escena, o la cicatriz que se te ha quedado en la cara, o la ropa que llevabas ese día puesta y ya no te la quieres poner, se activa en la amígdala, en la zona de gestión de las emociones, empieza a liberar sustancias que generan ansiedad. Pues lo que hace el MDR es que reviviendo esa escena y haciendo el tapping, la teoría es que recuerda al sueño REM, Revapitay Movement, movimiento de ojos, Integras esa escena en un lugar del cerebro donde deja de doler. Y hay gente que le desaparece la escena, hay gente que le desaparece la ansiedad, o hay gente que de repente se le oscurece. He tenido todo tipo, hago unas 20 de estas a la semana. Lo hago mucho en abuso y en cosas... muy severas pero en gente que de repente le da miedo volar, que es un microtrauma, pero claro es muy incapacitante si te da miedo volar, pues lo hago en gente que le da miedo volar y de repente se te va el miedo a volar, entonces ayuda mucho en personas que tienen escenas. me traté a una persona que estuvo en un terremoto y entonces tiene escenas, gente que va muriendo, gente que cae de los edificios y entonces tiene varias escenas de gente con sangre que le vienen de vez en cuando. El estrés postraumático es súper útil. Se usa en el 11M, en el 11S y para trauma, si alguna persona nos está escuchando y te dice tengo alguna escena que de vez en cuando me vuelve y cuando me vuelve me genera muchísima ansiedad, es una técnica que ayuda muchísimo. Yo creo que es la persona más inteligente que he visto en mi vida. A donde me surge es toda, y esto es una duda de verdad, toda esta capacidad que tienes, toda esta sabiduría, todo este entendimiento de la persona, de cómo fluimos, cómo funcionamos, que aplicas a todos tus pacientes, ¿eres capaz de aplicar ese conocimiento exacto también a tu vida personal y a tu persona? No, no, no. Soy una persona muy normal, con defectos, con ansiedades, con momentos que lloro, que me enfado, que grito. O sea, quiero decir, lo que pasa es que conozco lo bueno, intento aplicarlo. Se lo voy a decir. lo bueno que es el deporte, la alimentación, cuidar bien a los niños, tratarles es fenomenal, no enfadarme, pero luego es una persona con imperfecciones, con mis defectos, con mis cansancios. Lo que pasa es que intento, cuando me equivoco, me equivoco mucho, pues intento pedir perdón, pido bastante perdón, por ejemplo. ¿Quién te hace terapia a ti? Bueno, yo siempre he dicho que quien cuida al cuidador. Esto es un tema del que yo quiero hablar, o sea, intento hablar mucho. Las personas que tendemos a escuchar, a los que sufren, y en este caso puede ser desde un auxiliar de enfermería, un enfermero, un médico o personas que cuidan a personas mayores o gente que cuida de sus padres, de sus hermanos, de un familiar enfermo, pues los que cuidan somos personas que al final ese vaso de capacidad de cuidar se llena y podemos ir al otro extremo y es no soportar ni un problema más. Otro día hablaba yo con un amigo mío médico maravilloso que me llamó varias veces y le digo que te pase y me dice Marían no puedo más, no puedo más. no puedo un problema más, no sé si pedir la baja, pero él tiene muchísimos pacientes. Me dice, pero es que viene alguien y me dice, te quiero contar lo que me pasa, y digo, no, por favor, no puedo. Entonces, a veces nos sucede que nosotros, pues en mi caso particular, ante el cúmulo de problemas, hay momentos en los que necesito descomprimir. ¿Con quién descomprimo? Mi padre, muchísimo, con mi hermana Isabel, que es psicóloga y trabajamos juntos, y entonces de vez en cuando decimos, momento de catarsis, ¿no? Entonces me voy a verles a su despacho, mi hermana Cristina. Cristina, que es estupenda y no está en el campo de la psiquiatría, pero también tengo mi hermana pequeña, Almudena, que vive en otro ámbito de la vida, vive en Ávila, pero es maravillosa también. Y luego tengo alguna amiga, mi amiga Marta, por ejemplo, que es una persona que siempre me escucha, ¿no? Y tiene esa capacidad de escuchar y darme... Llevo muchos años que hablo con ella y le consulto cosas y a veces cuando me dice, voy a Madrid, no vivo ahora en Madrid, vivo en Barcelona, y dice, voy a Madrid a verte. Le digo, te necesito, necesito hacer... Y luego, gente de mi día a día que me ayuda. Por ejemplo... Ayer, firma de libros en la Feria del Libro, maravilloso, muchas horas, pero mis firmas de libros se convierten en microconsultas. Y entonces la gente en ese momento te dice, Marín, este es mi problema, o me deja cartas. Uy, uy, uy, claro, claro, claro. No son, firmame esto, para, sino que ese momento de mí me pasó esto, estoy en medicación. Y entonces, pues cuando termino las firmas de libros, pues a veces incluso mis propios amigos de la editorial les digo, necesito unos minutos de descompresión y para luego volverme a poner a tono. Sí, sí que lo necesito de vez en cuando, tengo gente a mi alrededor que son mi vitamina del alma que me ayudan. Bueno, y hablando de esto, Marian, acabas de sacar hace poco, si no me equivoco, tu último libro, Recupera tu mente, Reconquista tu vida. ¿Y qué se siente al ser el bestseller número uno de nuestro país? No solo en el mundo de los libros, sino también en los podcasts, que eres la número uno. El podcast más escuchado en Estados Unidos, de habla hispana. Sí, es impresionante. No doy crédito. Tú me preguntas por esto, de yo lo vivo, os vais a sorprender Bruno y Alex, yo lo vivo como algo ajeno. Es decir, como si le estuviera pasando a una prima mía a la que quiero muchísimo y me alegro por lo que le está pasando. Porque como me paso el día metida en la consulta, esto es una herramienta en la que... Tener en cuenta que yo vengo de un padre que ha escrito muchísimos libros y que yo he ido con él a firmas de libros y la gente decía Doctor, ¿cuánto me ha ayudado usted con su libro? Cuando yo publicé el primero, como hacer que te pasen cosas buenas y cuando encuentro a tu persona vitamina pasó incluso más, la gente me decía... Me ayudó usted a sentirme aliviado, a sentirme comprendido, a no sentirme solo, a sentir que lo mío tiene una explicación. Esto yo no se lo había contado nunca a nadie y yo me siento identificado con el caso de Beatriz, Paula, María, Antonia. Entonces, intento, como al final lo que uno puede hacer en consulta es limitado, porque las horas del día son limitadas, y yo intento conciliar lo mejor que puedo con mi familia. Entonces es un acompañamiento. Es decir, yo intento que la gente cuando lee estos libros se sienta comprendida, se sienta aliviada. Ese comprender es aliviar. Cuando uno se comprende, se siente aliviado. Y en estos libros lo que intento es aterrizar la neurociencia con sentido común y psicología y que la gente diga, ah, esto es lo que me pasa a mí, por eso me pasa esto, por eso esta es mi vía de escape. En este caso particular, Recupera tu mente, que es un libro en el que intento explicar lo que nos sucede hoy en día. Esta crisis de atención, incapacidad de gestionar el dolor, el aburrimiento, el malestar, pues es un poco una respuesta desde la neurociencia, desde la psicología, acercándome al público. e intentando que lo entiendan. Y si no me equivoco, creo que algo que has hecho increíble tú es que has personificado mucho las historias y eres una historieta. Y en ciertas maneras siento que cuentas historias de que la audiencia puede conectar de una manera muy directa. Porque a veces en un programa que yo tengo con los doctores, los psiquiatras, que me dicen que son inteligentes y que hablan tan perfectamente bien, pero me cuesta más conectar porque no lo siento. humano, ¿sabes? Y yo creo que esto... tampoco yo soy un experto, pero yo, joder, eso es una parte increíble, ¿sabes? Bueno, pues es que yo creo que la gente cuando... Si un paciente viene a tu consulta, o alguien viene a la consulta y me dice, María, me pasa esto, yo le pongo una medicación, o le digo que te cambie un hábito, o tiene que hacer una dieta antiinflamatoria, lo que sea, si la persona entiende por qué tiene que hacerlo, es mucho más fácil que lo haga. Si tú no lo entiendes, no lo vas a hacer. Ayer me decía un tipo que firmó, me dijo, María, leyendo tu capítulo de la pornografía, que es uno de los... temas más gordos del libro, me di cuenta que era lo que había generado mi crisis de pareja. Dice, pero hasta que no lo he leído en tu libro, no me he dado cuenta. Yo pensaba que era un hábito más y que simplemente yo es que no me llevaba bien ahora con mi mujer porque habían cambiado ciertos patrones. Por eso los médicos lo más complicado que tenemos a veces es intentar acercar a nuestros pacientes lo que les sucede para que entiendan. Tú necesitas que tu paciente haga deporte, seas cardiólogo, endocrino, reumatólogo, traumatólogo o psiquiatra. Pero si tú le dices, muévete, pero él en el fondo dice, ¿para qué? Pero si tú le explicas que se fabrica una sustancia en el cerebro cuando hace deporte, que se denomina BDNF, factor neurotrófico derivado del cerebro, nombre terrible. Pero es una sustancia que previene el envejecimiento, que baja la inflamación, baja la depresión, te hace sentir bien en el momento, que dura X horas de bienestar. Una persona dice, esto lo quiero hacer yo. Si tú a una persona le dices por qué la inflamación le produce un estado de apatía mental y le explicas que es un estado de apatía mental, cómo se relaciona comer mal con sentirte apático, la persona dice oye, pues un momento, que esto a mí me ha pasado. Entonces es mucho más fácil cambiar patrones negativos o hábitos negativos entendiendo la razón de por qué suceden. Y a veces los médicos, pues claro, uno cuando estudia la carrera nadie te explica lo fácil. Tú te estudias cosas muy complejas. Este libro ha sido dos años de leer cosas muy complejas. Y ha habido capítulos que he tenido que quitar porque lo veía demasiado complejo y no era capaz de... simplificarlo para que cualquier persona me lo pudiera entender y los y potenció capítulos las carreteras dopaminérgicas la cuerda del placer dolor cosas que he dicho esto la gente lo puede entender y si la gente lo puede entender es mucho más fácil que se entiendan y que cambien esos patrones vamos a ir tocando ahora cositas del libro aunque antes queremos resolver algunas dudas existenciales la primera es existe la felicidad es que depende de lo que para ti sea la felicidad cada cual define la felicidad como quiere y es una palabra muy manida. Si haces esto serás feliz en tres pasos. Yo no creo en esa felicidad. Yo creo en los pequeños placeres y alegrías de cada día y la capacidad de conectar y disfrutarlos y cuando te llega lo malo ser capaz de gestionarlo. Para mí eso sería una especie de felicidad. Es decir, te llegan cosas buenas y las disfrutas, te llegan cosas malas y las gestionas. Hay gente que le llega lo bueno y no lo disfruta. Hay gente que te llega lo malo y se hunde. Se convierten en personas súper dramáticas con esa negatividad. Y eso consiste en conectar con el presente de la mejor manera posible. Pero el problema es que hay gente que vive enganchada en el pasado, depresivo, o vive angustiado por el futuro, ansioso. Depresión y ansiedad, las dos grandes enfermedades del siglo XXI. Para llegar a esa felicidad... La felicidad, en mi opinión, es ese presente con el que conectas y saberle dar sentido a tu vida. Que te levantes por la mañana y digas, mi vida tiene un sentido. Y un sentido significa que sé lo que hago. Quiero hacer felices a los demás, quiero cuidar de alguien, quiero... Lo que haga con mi vida, una pequeña obra de arte con mi vida, no tiene que ser cosas grandes, pero que tenga un sentido. Lo que Víctor Frank, su libro maravilloso, El hombre en busca de sentido, sería genial que lo entrevistara, y eso vive, pero sería el típico que se sentaría aquí feliz porque divulgó... maravillosamente después de salir del campo de concentración y descubrir que la felicidad dependía de tener un sentido. Y que él en el campo de concentración descubrió que los que sobrevivían eran aquellos que tenían ganas de salir fuera y volver a encontrarse con alguien, los que tenían sentido. ¿Por qué es tan importante tener un sentido? Porque cuando no tienes sentido, tu mente, tu corazón, tu alma, tu espíritu, no son capaces de vivir en el vacío, en la nada. No les gusta, sienten ansiedad ante ese vacío. y sustituyen sentido por sensaciones. Sensaciones de alcohol, comida, redes, pornografía, videojuegos... No todo es malo, pero te destruye, te genera más vacío por cuando no hay sentido. La cosa es tener pequeños placeres, que eso está fenomenal. Todos nos gusta y es bueno, porque nos levantamos gracias a esos pequeños placeres. Lo malo es cuando tu vida no tiene sentido y todo tu sentido va en forma de sensaciones. ¿Por qué las sensaciones están regidas, están gestionadas por la dopamina, sustancia principal? principal de este libro, y la dopamina en dosis controladas es fenomenal, en dosis liberada de forma masiva es negativa para el cerebro. ¿Y cómo encontramos ese sentido entonces? Bueno, para empezar hay que frenar y reflexionar. Es que en una vida donde hemos metido el fast a todo lo que hacemos, es imposible frenar. Solo puedes encontrar sentido cuando paras y reflexionas y vuelves a contemplar y hacerte preguntas. ¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte? ¿Qué me hace feliz? ¿A quién quiero? ¿Cómo me dejo querer? ¿Cuál es mi vida? ¿Cuáles son mis proyectos de vida? ¿Dónde encuentro yo el placer en cada momento de mi vida? Es decir, ¿creo que hay vida más allá de la muerte? ¿Creo que el sufrimiento tiene un sentido? Es decir, son preguntas que no tienen fácil solución, pero que requieren a veces escuchar a personas mayores, leer, y lo que hoy en día no hacemos es frenar y reflexionar. Nos cuesta profundizar, hemos bloqueado esta corteza prefrontal por las pantallas, por el miedo, por la soledad, por la hiperestimulación, por el tiktok constante y cuando uno no puede profundizar vive en modo superficial. Y en la superficialidad no encuentras sentido de vida, nunca. Y ahora que lo mencionas, ¿tú crees que hay vida después de la muerte? Sí, claro. Yo estoy convencida. Te lo he respondido con muchísima sinceridad, yo sí que lo creo. Entiendo que hay mucha gente que no cree en esto, pero he tratado a lo largo de mi vida... personas que han estado en situaciones críticas en efe mes y demás y que tenéis un podcast maravilloso sobre esto y en experiencias cercanas a la muerte que me han narrado que me han contado cosas que han sucedido y que te han dado esa confianza o esa certeza sí sí y luego con personas que han fallecido cercanas a mí desde mi mejor amigo que falleció durante cuando éramos estábamos en la carrera cosas que viví durante su enfermedad tuvo el a esclerosis lateral amiotrófica y se fue deteriorando le dieron un año de vida y aguantó casi 10 y él siempre me decía, María, que voy a demostrar que yo no me muero en un año y medio, voy a aguantar. Y entonces pues me contaba muchísimas cosas. Fue una persona que tuvo un proceso muy importante a lo largo de esos años de reencontrarse con el sufrimiento, con la trascendencia, con una conversión vital súper importante. Pero claro, es que cuando te encuentras con dramas en la vida y la gente que me escucha, pues quizá a veces hayan tenido un familiar que ha fallecido, un trauma severo. Es que es la muerte, ¿no? La muerte, muchas veces, he escuchado en muchas ocasiones una frase que dice, toda filosofía nace al borde de la muerte. Es decir, empiezas a pensar cuando a alguien a quien quieres mucho le pasa algo grave como la muerte. Un padre, un hermano, en mi caso un hermano. Entonces, yo muchas veces conecté con mi hermano, o sea, le pedía cosas, esa sensación de protección. Bueno, había momentos en mi vida, una vez que me atracaron en el Bronx, situación muy complicada, acuerdo perfectamente que se... sentí como él me protegía. Pues bueno, eso en mi caso particular sí que lo creo, lo he sentido muy de cerca. Con eso he dicho que la felicidad no es un constante, ¿no? Pero es que la felicidad no es constante. O sea, una cosa es el macro, es decir, mi vida tiene un sentido, más o menos mi vida funciona, pero todos los días hay pequeñas batallas, todos los días hay sufrimiento, todos los días hay dolor, todos los días. Es decir, que uno tenga una cierta felicidad, una cierta sensación de bienestar y plenitud, no quita que todos los días tengas cosas que te preocupen, que te enfaden, que te irriten o que te hagan llorar. Lo malo es cuando piensas que no deberías estar sufriendo nada nunca. Ese es el problema, porque la vida, la propia vida, conlleva dolor. Es decir, empezamos con dolor, vengo yo de ver a mi hermana que ha dado a luz, la vida empieza con dolor, con un parto dolorosísimo. El dolor nos acompaña siempre, pero la gestión del dolor determina cómo vamos a ser en la vida. Si somos personas que no somos capaces de integrar ni una pizca de dolor, Eso es un problema. En el libro explico una cosa muy importante del dolor, que cuando yo lo descubrí, yo no lo he descubierto, pero cuando después de leer mucho este año llegué a este pensamiento, llegué a este momento, recuerdo perfectamente que me puse nerviosa y dije, Dios mío, esto va a ser el tema del próximo libro constante. Vamos a explicarlo, vamos a ver. Hablábamos de la dopamina, de las sensaciones, del placer. Y entonces el placer puede ser buenísimo, y el placer, la dopamina, históricamente se ha liberado en dos momentos claves. En el sexo, en la reproducción, porque es fundamental para la supervivencia, y en la alimentación. Es decir, hoy estamos aquí porque nuestros antepasados se reproducían y comían. Es clave. Ahí se libera dopamina. La dopamina se libera a través de la neurona, que recibe un impulso. llega el axón, que es la cola, y se abren unas vesículas, libera dopamina. Y la siguiente neurona recibe en su receptor de la cabeza de la neurona la información de esto me gusta, hay que repetirlo. Y por eso uno sigue manteniendo relaciones sexuales. y uno sigue comiendo toda la vida. Es decir, uno no deja de comer. Uno no come un día y deja de comer para siempre. La alimentación es clave y produce placer. Y lo mismo pasa con las relaciones sexuales. Lo malo es que llegaron las drogas y hackearon este sistema. Entonces, ¿qué pasa con las drogas? Uno se levanta por la mañana un día, pasa el día, se va de cena con los amigos y de repente come, bebe. Y uno le dice, vámonos a un bar a las 2 o 3 de la mañana. A una discoteca y le ofrece cocaína por primera vez. vez ha tomado muchas copas y libera muchísima dopamina el alcohol la comida y la cocaína la neurona siguiente dice wow euforia y liberación masiva de dopamina y transmite a las siguientes neuronas la excitación de lo que ha sucedido y sigues consumiendo conoces a alguien y mantiene relaciones sexuales o sea una noche hiper dopaminergica llega el viernes siguiente llega el viernes siguiente y entonces tú te vas a cenar con todo otra vez con tus amigos pero tu cabeza recuerda que el viernes anterior fue espectacular. Y aquí viene un mensaje súper importante. El cerebro recuerda lo que le calma, lo que le excita y lo que le da placer. Tendemos a repetir lo que nos calma, lo que nos excita y lo que nos da placer. Ahí se forman los hábitos. Y eso es a través de la dopamina. Y entonces mi cerebro está en la cena con los amigos y dice, a ver, yo no soy un tío adicto, porque solo he consumido una vez, pero estaría genial que me avisen para repetir el plan. Dos de la mañana. los mismos te dicen, oye, ¿quieres repetir el plan del viernes siguiente? Y vuelves, y pasa lo mismo, y te encanta. Llega el viernes siguiente, y el viernes siguiente, y llega un momento que te has enganchado al plan. Por eso la dopamina, que es la del placer y la de la supervivencia, también puede ser nuestro peor enemigo, porque es la sustancia de las adicciones. regula la misma sustancia. Es que esto es muy importante. Entonces, ¿qué pasa? Que mi cerebro, mi organismo sabe que no es bueno que yo me enganche a la dopamina, que no es bueno que yo sea un adicto. Mi organismo me protege. Si yo me como hoy 20 donuts, 20 magdalenas y 20 churros, y tengo un pico brutal de glucosa, como la hiperglucemia no es buena para mi cuerpo, pues hay un sistema regulatorio que dice, insulina para arriba, regula los niveles de azúcar. Es decir, constantemente mi cuerpo se está regulando para la temperatura. para el pH, para el sodio, para el potasio, pues pasa lo mismo con la dopamina. Mi cerebro sabe que si yo no paro de liberar dopamina me puedo convertir en una persona adicta. ¿Y qué hace para protegerme? Hace tres cosas. La primera es que esconde los receptores de dopamina, de la neurona, para que cuando la dopamina se libera de forma masiva el canal de comunicación sea menor y así me protege. Pero a mi cerebro le ha gustado mucho la coca, le ha gustado el plan de alcohol, coca, acostarse con no sé quién. le ha gustado mucho. Y entonces yo necesito más dosis para sentir lo mismo. A todos nos ha sucedido. El que bebe dos copas, tres copas, cinco copas, te tomas porros, marihuana, no sé qué, droga, y lo que antes te producía ese subidón ya no te lo produce y necesitas más dosis. Tu cerebro te está protegiendo porque no quiere que te hagas adicto. Lo segundo que sucede es que la neurona va a dejar de liberar tanta dopamina. Va a empezar a liberar menos porque dice vamos a intentar proteger esto. Pero claro, a ti eso te ha gustado y entonces sigues subiendo la dosis. Y la tercera, brutal y fundamental, yo en el libro lo comparo a una cuerda. Imaginaos que en un lado de la cuerda está el placer y la dopamina tirando. Me da igual que sea azúcar, TikTok, pornografía, videojuegos. Acordaros que históricamente las drogas las hemos ingerido por la boca, por la nariz y por las venas. Ahora la droga entra por los ojos y está diseñada para ser así. Videojuegos, TikTok, Instagram, porno, etc. Entonces tú estás tirando a través de la cuerda y tiras y tiras y tiras. ¿Quién está al otro lado intentando regular ese exceso de dopamina? Igual que decíamos el azúcar y la insulina, el dolor. Entonces empieza el dolor a tirar. a tirar, a tirar, a tirar. Y llega un momento que ya no consumes por placer, sino para esquivar el dolor. Porque en casos es el síndrome de abstinencia, que has dejado el alcohol y de repente tienes como ansiedad por consumir. Pero en otros lados es que, como estás tan enganchado a lo dopaminérgico, todo duele, todo molesta, todo irrita. Entonces me quitan el móvil, mis padres me castigan sin móvil, y no soy capaz de gestionar el dolor que eso me produce, el malestar. Y la sociedad adicta al placer y a la dopamina. es una sociedad que cada vez gestiona peor el dolor. Así respondo a lo que me estabas diciendo. ¿Cómo gestiono el dolor? Ahora mismo cada vez nos cuesta más, porque siempre tenemos una vía de escape dopaminérgica y ahora mismo cada vez somos más frágiles. Todos nosotros sabemos que pasa algo. Nos cuesta el aburrimiento, nos cuesta el malestar, nos cuesta esperar. Somos súper impacientes. Otro día estoy en el supermercado, me pasan siempre cosas en los supermercados. Estaba yo en el supermercado y había una señora, había un tipo joven. 18 años con cascos cascos grandes escuchando con el móvil y una señora delante mayorcísima 100 años pequeñita con una moneda sacando céntimos se llevaba un plátano leche dos tomates y entonces le dice el chico joven dice vieja date prisa que me están esperando entonces me quedo mirando y le digo quítate los cascos digo tú crees que se puede tratar así una persona mayor me dice es que llevamos casi dos minutos esperando se vieja que te des prisa digo que no la trates así discúlpate, empieza que no ¿es vieja o no es vieja? una conversación y entonces le digo ¿qué estás viendo? le digo estoy viendo TikTok, le digo ¿cuántas horas al día ves TikTok? y dice, entonces se meten las horas, me dice cuatro en Instagram, y porno pues lo normal, y yo ¿qué es lo normal? y yo pues dos o tres horas al día, y entonces le digo ¿y con quién has quedado ahora? y dice con mis amigos de gotellón y entonces le digo, claro, entonces le digo ¿sabes qué? que te voy a explicar lo que le está sucediendo a tu cerebro muy peligroso encontrarte conmigo y que te dé la chapa, y entonces le empiezo a explicar la cuerda y le digo Digo, tu cerebro es incapaz de aguantar a una señora mayor que está tardando dos minutos en encontrar. Le digo, señora, ¿cuánto le falta? Dice, es que me faltan 10 céntimos. Y le dice a la cajera, no me cobre el plátano. Entonces le digo, no, no, señora, lleves el plátano que se lo pago yo. Y la otra, ¿podéis daros prisa al chico? Entonces le expliqué toda la cuerda, sus carreteras dopaminérgicas, su cerebro tal. Le dije, tú ahora te vas a aguantar y me vas a escuchar 10 minutos de tu ajetreada agenda para que te explique tu cerebro. Entonces el otro se fue todo. bueno, vale, ya lo he entendido y tal. ¿Y qué hago? Y digo, que hay que empezar a hacer desde el principio. Claro, primero hay que entender, porque quien no entiende no cambia los hábitos. Se ha muy gordo lo que acabamos de decir. Es que yo no he visto nada igual, Mariana, te lo juro por Dios. Es que eres la persona más inteligente que he conocido en mi vida. En mi vida. Que no, que de verdad que no. Que lo que pasa es que lo explico sencillo, pero que no. Pero hándose un máster de comunicación, porque es que yo alucino. Lo que yo creo que es normalidad en este podcast es como tomarse 30 segundos para interiorizar el mensaje y continuar. Es una... ¿Por qué hemos llevado la anécdota del supermercado? Porque tú nos estabas diciendo cómo... Una sociedad dicta el placer se convierte intolerante al dolor. Vale, entonces esto es algo que quiero entender. Porque la dopamina en un inicio no es algo malo. No, no, es muchísimo. El sexo, que es lo que hace que tengamos hijos, no nos provocamos lo simplemente necesario, nos da esa dopamina en un inicio, y el comer es lo que hace que podamos sobrevivir como humanos. No es buena, la dopamina es buena. Inicialmente, nuestro ser primitivo asocia esto... eso a algo positivo y el problema es cuando de repente entran todas estas cosas dentro de nuestra sociedad que de repente nos dan niveles de dopamina aún más fuertes y que sí que son malos contra producentes para el cuerpo. No voy a hacer el símil con el cortisol. El cortisol es la hormona del estrés. Es fundamental que nos funcione bien la activación del cortisol, porque es la que nos ayuda a que cuando nuestra vida está amenazada, podamos luchar o huir. Entonces, si aparece el ladrón, el tanque, la bomba, el león, el dinosaurio, en cada momento de la historia, hay dos mecanismos para la supervivencia, que son la lucha y la huida. Pero lo malo es cuando nosotros no dejamos de liberar cortisol constantemente, porque vivimos en amenaza constante. Esto fue el primer libro, ¿Cómo hacer que te pasen cosas buenas? Es decir, la vida estresada... hace que liberemos cortisol y entonces nos inflamamos, nos enfermamos, se deteriora el sistema inmune y empiezan los ataques de ansiedad. ¿Qué pasa con la amenaza constante? ¿Qué pasa con la intoxicación de cortisol, hormona buena para la supervivencia? Que el cortisol no solo se activa cuando yo tengo una amenaza física, es decir, cuando aparece un león detrás de mí e intenta comerme, sino cuando yo me imagino que pueda aparecer un león. Es decir, mi mente y mi cuerpo no distinguen una amenaza real de una imaginaria. Ante algo físico real que me sucede y es que mi pareja... me dice que está con otro, que mi madre tiene un cáncer, que me dicen que paso de curso, que me quedo sin trabajo, que pierdo dinero. Todo eso, eso es una realidad. Pero mi cerebro, si empieza a imaginarse cosas, ¿y si me pasa esto? ¿y si sucede? Esa voz interior que tenemos todos en constante, lo que sucede es que me intoxico de cortisol. Y luego hay un tema, y es que la amenaza no solo es física, la amenaza afectiva. Viene mi novio, novia, chico con el que salgo y me dice no sé si quiero seguir contigo, me gusta otra, me he liado con otro, te sigo en fin... Todo eso es la amenaza afectiva, porque es que puedo quedarme solo. La amenaza económica, que yo no tenga dinero para sobrevivir. La amenaza profesional, la amenaza académica, la amenaza social, que todos mis amigos queden y no me avisen. Y eso es amenaza social, porque me siento solo y la soledad duele. Duele igual que te peguen un pisotón. a que tus amigos te humillen. O sea, que en un vídeo tuyo en Instagram y tal, criticándote. Se ha visto en Estados Unidos, la doctora Naomi Isenberger, que duele en la misma zona del cerebro. Se activa en la misma zona la humillación que un pisotón. Entonces, esto para explicar el cortisol. Es decir, el cortisol es bueno. Lo malo es cuando me intoxico de ello. Cuando no dejo de liberar cortisol a todas horas porque vivo en amenaza constante. Porque tengo miedo constantemente por algo real o imaginario y la amenaza es física, real, o afectiva, o económica. profesional, etc. Pues con la dopamina pasa lo mismo. La dopamina es buena. La dopamina se activa. Tanto cuando yo la libero en momentos buenos, cuando yo me imagino y quedo con mis amigos, tengo un planazo, tengo una cena y quedo con mi novia, con lo que se activa. Lo malo es cuando todo lo que rige mi vida son temas dopaminérgicos. ¿Cómo? De forma compulsiva. Nos acordamos de este concepto. El cerebro recuerda lo que le calma. A mí me calma cuando estoy ansioso en pedir comida a domicilio, comerme una bolsa de chuches, una bolsa de patatas fritas. cerveza, estoy solo y me descargo Tinder, estoy triste y me paso horas viendo TikTok. Mi cerebro recuerda lo que le calma. Por lo tanto, cada vez que yo me sienta triste, solo, angustiado, mi cerebro me va a decir, utiliza uno de estos mecanismos. Come, métete en TikTok, descárgate una aplicación, queda con alguien, acuéstate con alguien. Eso no es que sea bueno o malo, es que es una realidad. Pero se convierte en una vía de escape y a veces se convierte en algo adictivo y tóxico que como es dopaminérgico me genera... genera vacío. ¿Y es posible hacer un reset de dopamina? Bueno, eso es lo que estamos intentando averiguar. Entonces, hace unos, me parece que un par de años, un psicólogo americano en Silicon Valley, que son los creadores de todo este asunto, y son los que nos avanzan, porque son los que empezaron a integrar todo el tema de la dopamina, pues hizo una publicación en LinkedIn que se hizo viral en Silicon Valley. Y dijo, hagamos un ayuno de dopamina. Entonces, lo que promulgó fue, intentemos durante unos días no hacer un... nada que tenga que ver con liberación de dopamina. Entonces, ¿es esto real? No. Es decir, a nosotros nos motiva por la mañana levantarnos y saber que vamos a quedar con alguien, que vamos a darle un abrazo a alguien, que vamos a comer en un sitio rico, que vamos a ganar dinero. Eso es dopamina. Por lo tanto, no es posible eliminar toda la liberación de dopamina porque eso, y encima científicamente, a día de hoy no se ha demostrado. Pero lo que sí es interesante es hacer ayuno de dopamina de la mala. Yo, si uno dice, mira, voy a hacer un ejercicio de sinceridad. Yo le dedico tres horas al día. al día, 5 horas al día a TikTok todos los días o yo estoy enganchado al porno, o yo dedico 7 horas a los videojuegos, o yo estoy todo el día comiendo dulce a todas horas y es mi vía de escape lo que yo recomiendo es hacer ese ayuno de esa dopamina que realmente me hace daño o que yo sé que me tiene enganchado, o yo sé que me tiene, que me he convertido en un poco adicto a ello, entonces a partir de la cuarta semana es cuando los efectos empiezan a, las primeras 4 semanas cuesta especialmente la segunda y la tercera... A partir de la cuarta es cuando los receptores cerebrales comienzan a reactivarse. Entonces, a mucha gente le recomiendo, por ejemplo, yo lo hago mucho con el tema del alcohol. Pacientes míos que no es que tengan un problema de alcohol, pero es que hoy bebemos mucho, se bebe mucho. Especialmente en España, pero en muchos países del mundo se bebe demasiado. Entonces, cuando hay gente que me dice, vaya, yo tengo muchísima ansiedad, estoy estresado. O sea, un directivo, un veterinario, un enfermero, y le digo, vamos a hacer una cosa, vas a estar un mes sin beber alcohol. Y me dice, María, que yo no bebo mucho. Le digo, vamos a estar un mes sin beber. beber A la cuarta o quinta semana la gente me dice, María, me ha cambiado la vida. Pienso mejor, razono mejor, ya no tengo bajones a lo largo del día o de la semana, tengo mucha menos ansiedad. Es decir, el alcohol, que es muy dopaminérgico, está muy integrado en la sociedad y muy aceptado. Tú, por ejemplo, María, no bebes nada. No, no, es que no bebo nada. A mí el alcohol me gusta el vino. Lo que pasa es que me relaja muchísimo, es como si me tomara un ansiolítico. Entonces, tengo que tener, como yo soy una persona muy activa, pues es que depende, tienen que ser unas circunstancias donde luego me pueda meter en la cama, porque si no, con cuatro niños, pues bebo muy poco. que cuando yo salía, y cuando yo era menor de edad o cuando empezaba a salir y tal, pasaron en varias ocasiones que a amigas mías muy bebidas les pasaron cosas. Desde meterles algo en una copa, que acabaron en situaciones muy complicadas, en urgencias, etc. Y le cogí respeto. Y luego con el tiempo me saqué el carnet de conducir y entonces era la que me encargaba de llevar a la gente a su casa. Y entonces era súper estricta. Y entonces tengo otras vías dopaminérgicas. Me encanta el dulce, por ejemplo. Es lo que... Yo tengo que controlar el dulce porque me apasiona. En todas sus facetas, especialmente el chocolate. Es mi debilidad. No el alcohol. ¿Y tienes algún otro pecado además del chocolate? Es que Bruno y yo lo hablábamos y tenemos la teoría de que todo el mundo tiene algún pecado. Alguna cosa que dices, oye, mira, en esto... Sí, sí. No fumo, pero porque tengo muchísimo olfato. Y entonces es un problemón. Para los olores buenos es maravilloso porque me impregna. Pero para, por ejemplo, el tabaco, yo huelo, quien fuma, a metros. Y entonces el tabaco nunca me... nunca he fumado, pero sí, en temas de comida me encanta comer, soy una persona que me encanta comer por ahí va mucho lo mío es verdad que el tema de redes uso poco porque soy consciente de que a veces te enganchas y es que te ves viendo las cosas más surrealistas que alguna vez me pasa, quiero decir que como a todo el mundo de repente algún día me meto para ver algo o para subir algo y de repente me veo enganchada a la cosa más absurda pero bueno, que a veces cuando me río digo bueno, pues he tenido mi rato dopaminérgico Y una pregunta, Mariana tú tienes que lidiar con situaciones en... de poco tipo. ¿Tú, como psiquiatra, sientes que puedes empatizar con esas situaciones si, por ejemplo, si estás viviendo con un drogadicto, sin haberte drogado tú y haber sentido exactamente lo que has sentido con esa droga, ¿puedes empatizar con la situación? ¿O sientes que lo tienes que haber probado para poder de verdad dar un consejo? No lo sé. Es una gran pregunta. No, no, Bruno, es una gran pregunta. Pues, mira, te voy a responder desde la mayor sinceridad. Yo tengo muchísima empatía, excesiva a veces. O sea, peco exceso de empatía. O sea, empatizo, entiendo cuando he tenido gente, por ejemplo, chicos envueltos en manadas en mi consulta, que de primeras, o sea, es una cosa durísima. Y de repente, el otro día había un chico envuelto en una historia terrible de una violación múltiple. Me contó su historia. Uf, no sabes la pena que me dio él. O sea, pasé de estar un poco tensa a tener una tristeza enorme sobre él. Entonces, como llevo muchos años escuchando todo tipo de historias, y he tenido personas que han sufrido todo tipo de temas que se han abierto en canal y me lo han hecho sentir como si yo estuviera con ellos, soy consciente. Te voy a dar un ejemplo muy divertido. Una vez le pregunté a mi ginecólogo, que estaba yo con las contracciones, y me dice, ¿y ahora es cuando te duele tal? Y entonces me iba explicando exactamente y le digo, tú has dado a luz, ¿no? Y dice, no, hombre, después de 30 años asistiendo partos sé exactamente lo que es una contracción, ¿no? Pues te lo respondería de la misma manera. Es decir, hay un momento en el que cuando has acompañado a tanta gente, que se ha abierto y te ha contado tanto, tanto, tanto, hasta te adelantas. Esto es una cosa muy bonita. O sea, hay gente, el otro día me pasó con un paciente. Viene un chico a mi consultorio. que viene otro terapeuta que me pidió que le echara un vistazo, que tuvo un abuso sexual muy grave, muy duro, cuando era pequeño. Entonces, este terapeuta me lo pasa y me dice, Marían, no consigo que se abra conmigo y está sufriendo mucho. Entonces, cuando me lo está empezando a contar, en un momento dado, pues me recuerda a cosas que yo he escuchado en otros. Y entonces le digo, ya sé por qué no me quieres contar lo que te pasó y es porque luego sentiste esto, te sientes culpable por haber sentido eso. Entonces, me queda viendo y dices eso. Entonces, ¿qué pasa? A veces el hecho de haber escuchado muchas historias hace que las personas sientan que les comprendes como si te hubiera pasado a ti o como si os hubieras probado o consumido ciertas cosas. Y luego porque hay una cosa que yo creo que es fundamental y es nunca juzgar. Hay gente a mi consulta que sus vidas, sus hábitos, sus historias no son las mejores, pero intento que nunca sientan que yo les estoy juzgando. Siempre intento tratar a todas las personas, aunque a veces me cuentan cosas que no me gustan nada. y objetivamente me parece que no están bien, pero intento que ante todo se sientan comprendidos por mí y luego intentar explicarles por qué han llegado a ese punto. Entonces de esa manera la persona se siente aliviada y luego ya intentas conducir, ayudar, acompañar de la mejor manera posible. ¿En un caso diferencial muy bien, dónde haces la línea de qué es tristeza y qué es la depresión? La tristeza es una emoción necesaria. Es decir, estar triste nos sucede a todos a lo largo de la semana varias veces y es normal. Es como la rabia, el asco, la alegría, es decir, son emociones reales, existentes y absolutamente necesarias porque gracias a la tristeza te replanteas cosas, gracias a la tristeza profundizas, gracias a la tristeza conectas, es decir, a veces incluso le das sentido a las cosas porque existe la tristeza, es fundamental. La depresión es un estado de la mente, del mundo emocional, donde tu cabeza... de repente deja de tener energía, deja de tener ilusión, donde tienes miedo, donde tu voz interior es machacante y eso va en aumento y dura en el tiempo. La tristeza puede ser una cosa de unas horas, de unos pocos días, la depresión es un tema de semanas, de meses. En la depresión, sobre todo en las depresiones graves, te sientes muy solo, sientes que nadie te comprende, sientes que lo tuyo no tiene solución y a veces sientes que estarías mejor si no estuvieras vivo. Es decir, y tu cabeza empieza a tontear y a fantasear, conquítalo. despedirse de en medio. Eso es lo que realmente es severo. Depresiones leves y tristeza hay veces que se pueden confundir. Gente que viene y me dice, Marían, tengo una depresión. Otro día una paciente, Marían, tengo una depresión. Hacía mucho que no la veía y le digo, no, estás triste porque tu jefe te lo han cambiado de departamento, te han puesto una persona con la que no empatizas y estás un poco harta de tu trabajo. Pero esto no es depresión. La depresión es un tema más serio. La depresión es que se te nubla la mente, se te nubla el corazón. No hay ilusión por nada, no hay ganas de levantarse por la mañana. hay miedo, hay miedo a la vida miedo a quedarte solo miedo a nunca salir de esta situación eso es un tema severo y hay diferentes grados y hoy en día, gracias a Dios existen muchísimos fármacos muchísimas terapias que ayudan a aliviar la depresión ¿y vamos a pasar todos al menos por una depresión? el otro día leía que no sé si tres cuartas partes de la población van a pasar por una depresión pero bueno, yo tiendo a ser una persona alegre y esperanzada con estas cosas lo que creo es que hoy en día a pesar de que nos va mejor que en otros momentos de la historia en muchos aspectos, hay cosas que nos llevan a sentirnos más tristes, a sentir mayor insatisfacción vital. Porque como os hablaba del tema de la adicción a la dopamina, a esa situación de estrés mantenido, si juntamos dos factores fundamentales. El primero es el cortisol. Estados de estrés mantenidos pueden conllevar tristeza. O dicho de otra manera, muchas depresiones provienen de estados de alerta. permanentes muchas depresiones provienen de vivir durante días semanas meses años lidiando con algo un padre enfermo un cáncer una situación complicada en casa un divorcio de los padres una herida sin resolver y de repente caes en una depresión es decir el hecho de vivir con esto a nivel bioquímico ya se conoce por eso estados de estrés mantenidos conllevan inflamación del cuerpo y algunos psiquiatras hoy en día ya estamos aseguramos y pensamos que muchas de depresiones son estados inflamatorios de la mente. Por eso las dietas antiinflamatorias pueden ayudar a revertir ciertos síntomas depresivos. Yo espero que no todo el mundo pase por una depresión. Espero que no. De hecho, parte de esta divulgación que realizamos muchos psiquiatras y psicólogos va para dar herramientas a las personas para intentar que si en algún momento están cerca de un cuadro depresivo o ansioso pues no caigan en ello. Y ahora hablemos del enamoramiento. ¿Es real? Cambiamos completamente de tercio. Sí. ¿Es real o es todo mental? ¿Cómo es ese proceso? ¿Cómo que si es real o es todo mental? ¿Qué significa eso? ¿Tú te has enamorado alguna vez? Sí. ¿Sí? ¿Y era mental o era real? Es verdad que la pregunta igual está mal formulada. Eso. No, pero... ¿Cómo es cuando la pregunta te la devuelven exactamente igual? No, pero ¿tú qué crees? Yo creo que sí, que por supuesto que es real y que cuando en pocos momentos de nuestra vida nos enamoramos de una persona y conectamos de verdad. Pero... pero es algo que me cuesta explicar. Entonces, quiero entender realmente cómo es ese proceso mental por el que pasamos para que tan pocas veces en la vida, para algunos, conectes tanto con una persona, porque es casi mágico, ¿no? Es como inexplicable a veces. Vamos a ver. Yo lo suelo explicar en varias fases. Entonces, hay veces que conectas con alguien, ¿no? Entonces, es la chispa. Yo lo hago en cuatro fases. Conoces a alguien y de repente hay algo que te interesa a esa persona. Entonces, te parece guapa, el hombre tiende mucho a fijarse en la parte física, la mujer tiende a escuchar, le gusta. lo que oye, etc. Pero hay una atracción física, hay una conexión, hay ganas de compartir tiempo con esa persona, de conocerla más. Eso es la chispa. Lo segundo que debería funcionar, pero que el 99% de la población se lo salta, es que entre la chispa y el enamoramiento pongas unos instantes de cabeza. ¿Me conviene? ¿Me haces ser mejor persona? ¿Esto es lo que quiero para mi vida? Hablaba yo el otro día con un paciente que lleva muchos años casado y tal y se ha enamorado de una de la oficina, ¿no? Entonces, ahora os explicaré lo que pasa en el cerebro cuando te enamoras. Dices, yo es que quiero muchísimo a mi mujer, pero me he enamorado de otra persona. Claro, es que cuando tú te enamoras, el enamoramiento, la persona que más lo he estudiado, que es Helen Fisher, dice que dura en torno a 17 meses. Es decir, ese estado de la mente... bioquímico en el cual el sistema límbico se pone a liberar muchas sustancias y la corteza prefrontal que es la que te ayuda a pensar y decir no me conviene es mi jefe es la ex de mi mejor amigo es típico los pensamientos que son buenos de repente dan igual la corteza prefrontal deja de funcionar por eso el amor cuando llega puede ser muy ciego y cuando se va es muy lúcido y lo que en ese momento no veías lo ves después entonces mucha gente yo con mis pacientes cuando se empiezan en a enamorar me dicen que te la voy a traer maría en las próximas semanas y me dices yo veo siempre a las nuevas parejas novias novias de mis pacientes los conozco a todos vienen pasar el filtro porque yo tengo la corteza prefrontal que ellos no tienen el examen pero sobre todo los que se han equivocado varias veces y que no han acertado en marino minutos pero pero a veces lo hago muchas veces pero lo hago con todo el cariño del mundo porque me dice marían es que me he equivocado muchas veces y no quiero volver a sufrir y hay gente que tiende a leer elegir por sus heridas, por algo que le ha pasado o en contraposición al ex, quiero lo contrario a mi ex y se va al extremo contrario, pues tampoco, no te puedes ir al extremo contrario, hay que encontrar y para eso uno tiene que saber lo que le conviene, entonces ahí voy yo a la cabeza, es decir, una cosa es que digas me quiero enamorar y quiero encontrar a la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida, otra cosa es que quiero pasármelo bien un rato, son dos conceptos distintos, si estamos en enamoramiento para el proyecto de vida, esto funciona, ¿por qué? porque es usar un poco de cabeza. Lo que quieres es pasártelo bien unos meses, pero es otra historia. Y ahí no hace falta ponerle cabeza. Lo que pasa es que luego habrá que echar cabeza cuando empieces a sufrir en el post. Pero yo suelo decir que muchas historias que uno dice, bueno, me lo estoy pasando bien y tal, y luego cómo se sufre, cómo se sufre por no haberle echado cabeza cuando había que echarle cabeza. Pero claro, cuando llega la emoción, la emoción es muy fuerte y la atracción es muy fuerte. Y las ganas de compartir tiempo con esa persona o de conocerla o conocerle mejor, pues es muy poderoso. Y uno quiere disfrutar. Y hay oxitocina, que es la del vínculo. y hay dopamina que es la del placer, y las dos hacen que uno quiera pasar más tiempo con la otra persona. Entonces el enamoramiento tiene una parte, como dices tú, muy mágica, tiene una parte maravillosa, dura lo que dura a nivel enamoramiento, es decir, en el enamoramiento digo chispa, digo pérdida, como decía Cervantes con el quejote de la mancha, es la dueña de mis pensamientos. Claro, si estuvieras toda la vida sin comer, con pajaritos y mariposas en el estómago y sin capacidad de concentrarte, pues el mundo funcionaría muy mal. Entonces es necesario. estar enamorado al principio, sentir algo muy potente y luego trabajar ese enamoramiento. La espuma de la leche, que te haces ese espuma cuando te dan un café con ese espuma maravilloso y luego ya integrarlo dentro del café o del chocolate que te estás tomando, y lo integras para que siga sabiendo riquísimo. Pero ya no es ese enamoramiento de los primeros meses, pero es muy bonito. Y tú trabajas, y ahí entra la voluntad, para que eso funcione. El problema es que muchas personas piensan que cuando llenas ya no sienten esa chispa tan fuerte. como al principio, es que ya no hay amor. Y eso es el gran error. Porque hay amores en diferentes momentos de la vida. Yo llevo 10 años casada, más años de novios, pues sube y baja. Pero claro que hay un enamoramiento súper potente, pero hay momentos en la vida en los que hay subidas, hay momentos en los que hay momentos menos fáciles, pero el tema es que sabes que es la persona que has elegido y que quieres luchar por ello. Y por eso es clave elegir bien. Joder, yo lo acabo así. Me ha perdido esa familia. Me costaría ver... o al menos me intento imaginar a futuro y digo, joder, ¿qué fina es esa línea entre, ya no soy feliz y no soy la persona con la que yo me casé, o yo empecé a salir, no, que ya soy la misma persona, nada más que ahora hemos evolucionado y estamos distantes, versus estamos en un bache, voy a ver cuánto tiempo navego esto para darle otra oportunidad, porque le quería muchísimo, porque él era un... Yo tiendo a simplificar, pero es muy complejo, pero... Aquí hay una cosa que es clave y es, si yo estoy con alguien, lo estoy conociendo, me enamoro, nos enamoramos, tenemos un proyecto y decidimos que vamos a luchar por ello, cuando vienen malas hay que luchar por ello siempre. Es decir, ante la duda se lucha siempre. Entonces una cosa es que digas, estoy luchándolo y lo lucho y he perdido completamente la ilusión y luego hay otro paso que es, si yo ya me he casado, yo ya me he comprometido, ya es una familia y hay niños. Es decir, mucha gente que viene y me dice, es que María ya no siento lo mismo y tal, desde que hemos tenido a nuestros niños ya, pero es que eso se lucha, porque ante todo en esta vida hay que luchar por lo que hubo, hay que luchar por ese compromiso, porque uno se compromete. Y el compromiso es, lucho cuando me gusta y cuando me gusta menos y cuando me cuesta. Porque claro, es que todas las relaciones humanas, amigos, hermanos, padres, pareja, marido, mujer, tienen altibajos. Y si nuestra vida y nuestro compromiso depende solo de un sentimiento, mal. Porque un día tu madre la adoras y la quieres muchísimo y otro día te pone de los nervios. Pero sigue siendo tu madre y la vas a seguir queriendo toda tu vida. Entonces, los sentimientos son maravillosos, pero también hay que saber ponerlos en su lugar a veces. Y que cuando uno tiene una cosa es estar en fase de conocimiento. Nosotros somos jóvenes y entonces pues creo que no es. Llevamos ocho meses, pues no es. Vale, ¿te acuerdas cuando ya de repente es una cosa? Llevamos tres años, puede haber planes de futuro, creo que es la persona con la que quiero estar y ahí ya me comprometo y eso se lucha. Y eso se lucha porque las cosas funcionan cuando se luchan. ¿Y tú, por ejemplo, ves viable el poder conocer a una persona cuando tienes 18 años y después pasar el resto de tu vida con ellos? Pues mira, uno de mis mejores amigos que tiene encima un matrimonio espectacular, se enamoró de su novia, la vio cuando iba a buscar un día con su madre, su hermana, al colegio, y la vio en el patio. Y entonces, esta, desde mi perspectiva, le ha ido fenomenal en la vida, es un tío estupendo, maravilloso y tal. Y entonces, a los 14 años, fue un día al patio del colegio y le dijo, ¿quieres ser mi novia? Y la otra le dijo que no. Y a los 15, y a los 16, y a los 16, y a los 18, y a los 18 le dijo que sí. Y llevan 30 años casados. Pero no es lo normal. ¿Que tú me haces la pregunta? ¿Es posible? Es posible. ¿Conozco casos? Conozco casos. ¿A todo el mundo le puede funcionar? Pues probablemente no. Muchas personas que a los 18 no saben exactamente lo que necesitan, lo que buscan, lo que quieren, se enamoran de algo que está bien para los 18 años, pero que para el proyecto de vida, pues quizá no es lo mejor. Pero conozco gente, y también conozco gente que se ha casado, tuvo un novio a los 15, 17, 18 años, lo dejó, se casó con otra persona, se separó y volvió con este, o con esta. Esto tengo... Conozco muchísimos casos. Y entonces yo siempre tiendo a pensar que ese primer amor, como hablo de ese cerebro, recuerda lo que le calma, lo que le generó placer, lo que le generó alivio. Nosotros tendemos a saber lo que nos da paz y serenidad y muchas veces tendemos a recordar ese primer amor como algo que fue muy bonito y de repente sufres, dejas a la persona con la que estás, te reencuentras con esta persona en otro momento de tu vida y el cerebro siente algo muy especial. Hay gente que de repente vuelve con esa primera persona. Es decir, esos primeros amores influyen mucho en nuestra mente. Oye, ¿y se puede estar perdidamente enamorado de dos personas a la vez? ¿Perdidamente enamorado de dos personas a la vez? Yo te digo una opinión persona, no científica. En mi opinión, no. Puedes estar enamorado de diferente manera. Es decir, que te sientas una admiración extrema hacia alguien, cariño extremo hacia alguien o una atracción extrema hacia alguien. Es decir, que alguien te encante físicamente y de repente tengas un enganche físico y solo pienses en estar con esa persona físicamente, pero por otro lado hay alguien... a quien admires, te parezca súper completo, súper completa, pero no de la misma manera. O sea, que te atraigan físicamente igual, que te parezcan... Porque parte del enamoramiento significa quiero estar de forma exclusiva con esta persona las 24 horas del día. Entonces, quiero estar de forma exclusiva con dos personas las 24 horas del día, no entra en el mismo circuito. Me encantan dos personas muchísimo. Y me divierte muchísimo. Y si lo analizas, suele haber matices. O sea, este es un tema de atracción, o este es un tema más de admiración. o esto es una amistad súper profunda y quiero estar más tiempo con esta amiga o con este amigo, pero no es lo mismo. Esta es mi opinión personal. Aunque luego tú puedas tener las que tú llamas personas vitamina, que eso sí que puede ser. Tú puedes tener un amigo que sea tu persona vitamina y tu novia que también sea una persona vitamina. Y 20 amigos que sean personas vitamina. Eso es maravilloso porque hay personas que estás con ellas y el mundo es un lugar mejor para vivir. Hay personas, amigas, amigos, en mi caso tengo varias personas en mi entorno, que cuando estás con ellos o con ellas, de repente dices, qué gusto, y es porque se libera oxitocina, que es la hormona del vínculo. Entonces, no tienes amenaza, te sientes comprendido. te transmite en paz cuando tú estás un pelín en guerra, disfrutan de tus alegrías incluso más que tú mismo. Son personas vitamina y pueden ser infinitas. Para seguir, no sé si te hablas de alguna, Alex. Alex, luego hablamos de tu... del amor, que veo que hay un tema ahí sin resolver. En principio, andamos bien. Un tema sin resolver clarísimo. Que luego le dedicamos unos minutos. Quería continuar con algo que yo, con lo que yo siempre batallaba un poco, que es el tema de la suerte. Vamos a empezar muy básicos. La suerte existe. Hay gente con suerte. Durante muchos años, Uno de los temas que me impresionaba, me inquietaba y me interesaba era por qué hay gente que tiene tanta suerte, que te cuenta su vida y dices ¡qué suerte, qué suerte, qué suerte! Y hay gente que dices ¡no puede ser! Hay gente que viene a mi consulta y digo, no, por favor, otra vez no, no me lo puedo creer. Entonces, durante muchos años lo he investigado, lo he observado, lo he analizado. No tengo una respuesta exacta, pero sí que intuyo varias cosas. La primera es que hay una parte que no vamos a entender nunca. Es decir, hay una parte que la vida, cosas que suceden a veces que no entendemos por qué son, pero que suceden, que a veces se juntan ciertos factores y pasa lo que tenía que pasar. Y entonces me encuentro con Soma Liman, la señora en el aeropuerto, porque ella también había perdido un vuelo y ella venía de París, yo venía de Madrid y nos encontramos las dos reclamando una maleta. Pues esto no tiene una explicación fácil. Es azar, es probabilidad. Pero si lo queremos aterrizar a que nos pueda ayudar, una frase que dice Seneca, que es la suerte, es donde confluyen la preparación y la oportunidad. Es decir, hay que prepararse, hay que saber, hay que estudiar, porque el que se prepara, el que estudia, percibe mejor las oportunidades. Es decir, si yo quiero ser un buen veterinario, pues tengo que estudiar bien, si yo quiero que me vaya bien en ciertos aspectos, tengo que investigar, tengo que activar mi mente, mi capacidad de prestar atención, para que yo pueda conectar. con esas oportunidades que surgen en la vida. Porque las oportunidades están. El problema es que no vienen a buscarte. Tienes que verlas tú. Nadie va a venir a tu casa y te va a decir te necesito en mi empresa, eres el hombre de mi vida. No. O sea, tú tienes que salir a la calle y ver en todas esas oportunidades qué puedes conseguir, qué puedes hacer. Entonces, a veces hay que lucharlo, hay que esforzarse, hay que prepararse, hay que hacer todo lo posible para que eso salga adelante. Dime. No, pero entonces hay tipos de suerte, ¿no? Porque yo entiendo lo que estás diciendo, pero después también hay la suerte de vivir en una familia genial, mis padres son súper cariñosos y ahí no había preparación, yo no pudiera eso. Has nacido ahí. Hay personas que tienen circunstancias vitales que potencian la suerte. Por ejemplo, si has nacido en un entorno donde había amor, eso siempre va a potenciar la suerte. Va a potenciar que te pasen cosas buenas, porque no vas a estar en modo alerta. Porque cuando tú... amor en tu sistema de apego en tus cimientos emocionales en general tienes recursos para gestionar mejor lo malo que te sucede y puedes potenciar más lo bueno que sucede en la vida hay personas que como han vivido situaciones de padres, divorcios, temas duros, viven más en modo amenaza. ¿Y qué pasa? Que la amenaza hace que la corteza prefrontal y el sistema reticular, que son dos zonas del cerebro que nos ayudan a ver las oportunidades, funcionen entre comillas peor. Cuando tú vives en modo alerta, la zona que te ayuda a prestar atención y conectar con la realidad, no funciona muchas veces igual. Estás más en modo supervivencia y no estás en modo relax. Por lo tanto, hay una parte que depende de las circunstancias, de cómo es. he sido querido en la infancia, las cosas más potentes es cómo me han querido. Eso es fundamental. Si me han querido, cómo me han hablado de pequeño, cómo me han tratado, cómo me han abrazado, cómo me han demostrado afecto. Entonces, una de las grandes vacunas o de las grandes herramientas para que haya suerte en la vida. Y luego ya en la vida adulta, prepararme, esforzarme, tener voluntad, ser capaz de negarme ciertas cosas para posponer la recompensa. Pues tengo que cuidarme, tengo que estudiar, pues quiero... pues quiero ser médico, seis años de medicina, la especialidad, etcétera, y ver a largo plazo. Entonces, por eso es tan sumamente importante, primero saber si yo tengo recursos para emocionales, para saber lidiar con lo malo que me sucede, y luego, pues poco a poco, no perder la voluntad, el esfuerzo, la capacidad de prestar atención, potenciar lo bueno que tiene mi mente y cuerpo, para que me sucedan cosas buenas, para tener suerte. ¿Combinando los dos? todo esto que tú sabes, has estudiado muchísimo, has aprendido muchísimo, también mucho has aprendido de tu padre, que también tu padre es psiquiatra, si no me equivoco, es súper conocido. ¿La relación con tu padre, cómo ha sido para ti? Bueno, fue mucho por observación. Es que yo veía, yo iba a sus conferencias, a las presentaciones de sus libros, no había redes sociales, pero iba a las firmas y yo veía, escuchaba cómo la gente le hablaba, leía sus libros, Me gustaba mucho, o sea, yo tengo un sentimiento de orgullo absolutamente excepcional. Luego, yo te diría que mi padre siempre nos escuchaba, es decir, y siempre nos escucha. El gran don es que siempre tenía disponibilidad para cualquier cosa. Me hubiera peleado con una amiga, el chico que me gustaba me hiciera o no me hiciera caso, un examen que me había salido mal, papá, necesito dinero, quiero ir a esta fiesta, quiero no sé qué. O sea, también mi madre, pero cuando me preguntas por mi padre, una persona... hiper cercana, muy disponible, con una capacidad de generar esa empatía de cercanía brutal. No te creas que me hablaba mucho de cosas del cerebro y tal, era más por observación. Yo observaba a mis padres, cómo se quieren, se querían, se quieren entre ellos, cómo se tratan, cómo se cuidan, cómo se hablan, lo que se esfuerzan, cómo trabajan toda la vida, cómo nos dedicaban tiempo. Pues eso fue el aprendizaje, fue más por observación. Yo, en cambio, a mis hijos de vez en cuando... sí que les digo, a ver, uno de ellos que tiene mucha gracia me dice, mamá, hoy necesito un poco de dosis de oxitocina, te tomas conmigo en la cama y te cuento y tal, y digo, ay Dios mío, ¿qué estoy haciendo? Entonces yo sí que les el mayor me dijo hace poco, quiero leer pero es que mi libro, ¿cómo hacer que te pasen cosas buenas? Pues hay temas de trauma, hay temas de camboya, violación y tal, y entonces todavía le he dicho que todavía, porque es muy lector y le he dicho que todavía supongo que en un poco ya podrá leer algunos capítulos, pero a ellos yo sí que les cuento cosas. Les explico mucho el tema de las pantallas, por ejemplo, para que entiendan por qué en casa tengo muy limitado el tema de pantallas, por el tema de la naturaleza, el deporte. Claro, eso tú me preguntabas antes, ¿lo cumplo todo? Al menos leo mucho, investigo mucho lo que es bueno e intento, según mis circunstancias y mis posibilidades, ponerlo en práctica en la vida real con ellos y se lo explico. Entonces le digo, esto es bueno, tal, y ahora, pues hay que hacer ejercicio, pues ahora hay que moverse, son cuatro chicos, entonces de vez en cuando digo, ahora hay que salir a la calle y liberar cortisol. Digo, porque llevamos aquí demasiado tiempo encerrados. Entonces nos llevó al parque, ayer me los llevó para jugar un partido de fútbol al parque, estaba yo después de la firma de libros. Jugamos una hora de fútbol y la que estaba agotada era yo. Mamá, solo has jugado una hora de fútbol, solo una. Y digo, no doy para un minuto más hoy. Pero yo sí que les explico cosas. Qué guay. Continuamos, que no quiero dejar nada. No quiero dejar nada. Muchas cosas. ¿Por qué cuando nos surgen problemas, o a veces hay típicos, conversaciones que cuando tu novio te dice que tenemos que hablar, ¿por qué en este tipo de situaciones siempre nos ponemos o en los humanos se pone lo peor? No, te anticipas al problema antes de que te vayan a decir ni de lo que es exactamente tú. Has planteado tres o cuatro escenarios diferentes, horribles, de lo peor de lo peor de lo peor. ¿Por qué pasa eso? Bueno, la frase tenemos que hablar sube muchos picos de cortisol, también te lo digo. Porque en general no pinta bien, en general. O sea, nadie te dice tenemos que hablar y luego viene algo bueno. Si no te dicen tengo que darte una buenísima noticia, pero no te dice tenemos que hablar. Entonces, ya solo por el mensaje uno ya siente que algo malo va a pasar. Pero porque el ser humano, de forma interna, está siempre pensando en mecanismos para la supervivencia. Es decir, tendemos a protegernos intentando tener... mecanismos para sobrevivir si nos llega algo malo. Te llama tu jefe y te dice, ven a mi despacho. Entonces, en principio, tú analizas el tono, no ha dicho por favor, no te ha dicho, oye, fulano, ¿qué tal estás el día? Entonces, el cerebro tiene un mecanismo de captar el tono e incluso antes de que llegue la parte consciente, hay una parte de tu organismo, que es la parte más inconsciente, la subcortical, que ya ha detectado, uy, esto pinta mal. Y luego incluso la parte consciente llega milésimas de segundo después. y entonces ya estás buscando vale, me voy a defender diciendo que he estado enfermo le voy a contar que en verdad a mi madre le han diagnosticado una enfermedad y últimamente estoy despistado y entonces te haces toda una película de opciones para lo que te vengan a decir y simplemente decirte que hay una convención dentro de dos semanas y que me gustaría que vinieras y entonces te quedas trastocado y te llevabas 25 posibilidades en tu mente y te quedas sin palabras y te dicen, no tienes nada que decir y claro, no le vas a decir, pensaba que me ibas a echar no surge, entonces viene tu novia y te dice tenemos que hablar y hay una parte parte de ti que dices, es ese, el del otro día, le vi hablando con él, lleva dos días contestando a mitad de los mensajes, tal, y entonces haces todo un análisis retrospectivo de las últimas escenas, de lo que ha sucedido, y entonces buscas sobrevivir a ello, y por eso piensas cosas que te pueden ayudar a salir de ese momento malo. Y lo opuesto a la dopamina es la serotonina, no las opuestas. Las opuestas. Bueno, depende de lo que llamemos opuestas, al final todo en el organismo tiene una correla, Es decir, opuesto, opuesto, no es. La cortisol, sistema de amenaza. Oxitocina, vínculo, abrazo. Mamá con bebé, lactancia. Oxitocina, es la del vínculo de las personas, vitamina. Maravillosa. Dopamina, la del placer. Y la del placer es la comida, el sexo, el alcohol, las drogas, la pornografía, los videojuegos, etc. Serotonina es la de la calma, la que está muy involucrada en los antidepresivos, por ejemplo. En la regulación del sueño vigíl. Entonces, la diferencia entre una y otra, por darles, porque son muy distintas, la dopamina excita a las siguientes neuronas y le dice, esto me gusta, hay que seguir, hay que repetir. Y la serotonina es más, esto me ha gustado, tomémoslo con calma, está bien, relajémonos. Entonces, es la que frena la ansiedad, la que te ayuda a estar en un estado de una cierta plenitud. Por eso hay muchos antidepresivos que se regulan a través de la serotonina, pero no es contrapuesto. ¿Y cómo consiguió la serotonina? ¿Deporte? ¿Será la serotonina? Entonces... Aquí el tema es conseguir que todo ello funcione de forma armónica. Es decir, lo primero es el deporte y la naturaleza. Conseguir deporte y naturaleza. El deporte baja cortisol, el deporte sube BDNF, es decir, hay placer, si te vas a correr con amigos, ya ni te cuento, o haces deporte, juegas al fútbol, partido de tenis, pádel, etc. Hay una parte de amigos, de plan, del posterior, de que luego nos vamos a tomar algo. El deporte es maravilloso. Hoy en día sabemos que el deporte es al cerebro casi... casi es como un antidepresivo. Lo que pasa es que a veces las depresiones son tan fuertes que no puedes hacer deporte, no te puedes mover. Es decir, es como que tu mente no tienes capacidad para hacer ejercicio. Pero el deporte es fundamental. Naturaleza, subir al monte, irte a la playa, nadar, campo, todo lo que tenga que ver con la naturaleza, porque baja revoluciones y le quitamos fasta a la vida. Hay que tener en cuenta que nosotros, y los jóvenes todavía más, vivimos en modo aceleración. Los audios, los podcasts, todos escuchan 1.5 o por 2. Entonces, claro, cuando tú le metes la aceleración a la vida, ya no frenas, ya no reflexionas, ya no contemplas y te pierdes los dedos. detalles. Hay estudios que explican que tú escuchas un audio o un vídeo en YouTube por uno y medio o por dos, te enteras del groso, pierdes los detalles. Lo chulo de la vida están en los detalles. Si te vas a un restaurante, pones una carne con salsa... te atragantas, te lo comes rapidísimo, sabes que era una carne con una salsa, pues lo rico es saborear, y en el saborear es quitar velocidad, y la naturaleza es lenta, por eso es tan buena para el cerebro. Lo tercero, personas vitamina, hay que dedicarle más tiempo a la gente que nos hace bien, que mi abuela es la persona que mejor me trata, porque cuando voy me pone un bizcocho, me da unos besos que me muero y le puedo contar mis batallas, a tu abuela hay que ir a visitar, que es un amigo, que es un tío, que es un padrino, que es... O sea, tener esas personas a las que le dediquemos tiempo en la vida real, sin el móvil delante, mirando a los ojos. Los dos hemisferios derecho conectando se libera esa oxitocina maravillosa. Deporte, tal. Y esa capacidad de meditar, contemplar o rezar, como cada cual lo haga. Es decir, en forma de agradecimiento. Voy paseando por la calle y de repente me quedo mirando algo que me parece sin más un escaparate. Unos pajarillos volar. Es decir, volver a contemplar. porque el cerebro sufre mucho cuando vivimos siempre en modo alerta, en modo hacer. No estamos diseñados bioquímicamente para estar siempre en modo amenaza, en modo alerta, en modo hacer. El organismo y la mente necesitan de vez en cuando que frenemos, que contemplemos. De hecho, nos pasamos la vida metiendo la aceleración y luego la gente mayor en las grandes empresas está yendo en una especie de retiros inmóviles, en modo zen, respirando. Entonces digo, algo estamos haciendo mal cuando enseñamos a los jóvenes o permitimos... Dimos que todos los jóvenes vivan acelerados y luego cuando llegan a sus, se hacen adultos, fomentamos meterle un poco de freno a la vida. Yo recomiendo no tener miedo de vez en cuando, no hacer nada, sin el móvil, no hacer nada sin móvil, 15 minutos al día y simplemente dar gracias por algo, algo que te gusta. Es un ejercicio que hago yo con mis hijos por las noches, cuando rezamos les digo ahora damos gracias por algo. Entonces uno de mis hijos dice gracias por las croquetas, otro gracias porque ha marcado goles, otro porque... hemos invitado amigos a casa, da igual, pero el agradecimiento es la memoria del corazón y hay que, el cerebro es súper agradecido, aunque a mejor dicho, a que sepamos dar gracias a lo bueno que nos sucede. Para ti, Mariana, ¿cómo es un día perfecto para tener completa armonía entre estos cuatro hombres? Es que no creo en los días perfectos. Yo es que yo ya estoy en un punto en el que abrazo la imperfección sin culpa, pero para mí un día bueno es un día en el que estoy mucho con mis hijos y con mi madre. marido, que hay como, que hay abrazo que tal, en mi casa somos muy de abrazar, somos muy afectivos, en el que podemos hacer algo de deporte, nosotros nos escapamos mucho al campo, al monte por ahí, en bici, de paseo picnic, comemos, les encanta a mis hijos, eso es un día maravilloso en el que puedo leer me encanta leer, leo menos de lo que me gustaría por placer, leo mucho por trabajo, poco por placer un día bueno, un día en el que pues voy a la consulta, me encanta y disfruto muchísimo la consulta resulta. Hay épocas, como la que estoy ahora, donde como hay una crisis de salud mental tan fuerte, es algo un poco más tristona, porque son a veces problemas tan gordos. Pero bueno, y luego las vacaciones, me encantan los fines de semana, porque yo los fines de semana desconecto 100%, solo sí. Intento trabajar entre cero y nada, a menos de que haya una emergencia, pero si no, los fines de semana son sagrados. Los niños lo saben, viernes, tarde, sábado y domingo son para la familia. porque es la manera de que ellos sepan que yo soy mi prioridad. Hemos hablado antes, Marían, de todas esas cosas que nos generan esos excesos de dopamina, esas adicciones, etc. Pero me gustaría tratar cada una por separado y que nos des más información de qué es exactamente lo que nos pasa. Por ejemplo, cuando fumamos con la nicotina, que en el diagrama que haces en el libro, en el que pones todos los porcentajes de dopamina de cada una de las sustancias, está bastante elevada. No sé si era el sexo 100% de dopamina y la nicotina era de 150 o algo así. Entonces, una de las cosas que creo que decías es que cuando dejas de fumar tienes que dejar de fumar de golpe, ¿no? Porque el cerebro se acuerda. Bueno, a ver, el tema de la dopamina con las diferentes adicciones es que todo tiene que ver con esa liberación de dopamina, pero cada cual, unos tocan receptores, otros inhiben receptores, es decir, cada cual es brutal cuando uno indaga hasta la profundidad del receptor, pues la cocaína, cómo funcionan las anfetaminas... el fentanilo, incluso algunas medicaciones que son muy adictivas, el tabaco, la marihuana, el alcohol, todas están de alguna manera reguladas de esta manera. Lo importante es saber que hay algunas que liberan dopamina de forma mucho más masiva, no es lo mismo que el alcohol, que es un tipo de dopamina que se produce en el cuerpo, el tabaco por ejemplo, que engancha mucho porque va por la nariz y en la nariz va directa, el cerebro y es muy rápida. Que el fentanilo que es dramático, ayer leía un artículo terrible de cantidad de muertos que hay ahora mismo y es una plaga en EE.UU. que es la sustancia para el dolor. lo que pasa es que en un momento dado tú das para aliviar un dolor, pero es hiperadictiva. Y la sensación que genera es altísima, y en Estados Unidos está muriendo mucha gente por este asunto, y es un tema dramático. Está la marihuana, que hay mucha gente que dice, bueno, pues que la marihuana no hace nada, bueno, no hace nada hasta que te da un broto psicótico, hasta que entras en el síndrome amotivacional, en la que notas, toda persona que consume marihuana te dice, no, yo estoy bien, pero tengo un amigo que ya tiene la mirada perdida, ¿no? Es decir, la marihuana, y es algo que se consume muchísimo en este país, por ejemplo. En consulta lo vemos mucho, es un tema que vemos. Hay gente que viene porque ya ha tenido algo, ha tenido un brote psicótico, o ha tenido problemas de ansiedad, de depresión, vive enganchado, y es la vía de escape a algo. Hay gente que necesita dormir fumándose en algo. Hay gente que está enganchada a la cocaína. Hay gente que ha probado anfetaminas, MDA, es decir, hay diferentes. Y aquí os lo añado con algo muy importante, que es lo que yo llamo las carreteras dopaminérgicas, que encima yo creo que la gente lo va a entender muy bien. Fue un símil que se me ocurrió explicando solo a mi hijo. mayor imagínate que mayor parte de la gente que me escucha es gente joven pero imaginaos que uno va a visitar a su abuelo su abuelo le encanta jugar al dominó los domingos por la tarde vas a ver a tu abuelo y entonces el plan del domingo por la tarde donde estás con tu abuelo y te prepara un bizcocho unas galletas no sé qué y entonces el plan del domingo es dominó con el plan de mi abuelo y juego con el dominó con mi abuelo y con mi abuela también placer en la carretera del domingo del dominó 10 bolitas de dopamina está bien no es lo máximo pero es un plan que hago domingos que sé que hago feliz a mi abuelo, sé que a mi abuela le encanta que yo esté ahí, etcétera. Tú imagínate que de repente a ti te cae la Play y te regalan la Play y te compras la Play. Empiezas a jugar los domingos por la mañana la Play y claro, cuando llega la hora de ir a ver a tus abuelos, no quieres ir a ver a tus abuelos porque la Play no son 10 bolitas de dopamina, son 100 o 150 o 200. Es un simile lo de las bolitas, pero se entiende muy bien. Y encima la Play, igual que otras cosas dopaminérgicas, ya no es una carreterilla como la del dominó, es una autopista. seis carriles, súper dopaminergica y diseñada para captar tu atención y estar enganchado constantemente. Y se convierte en lo que yo llamo ladrón de dopamina. Y es que va robando dopamina de carreteras pequeñitas, de carreteras secundarias, de la del domino, de la de leer, de la tal. Y entonces de repente cuando un día, pasan cuatro semanas en las que no vas a ver a tus abuelos porque llevas siete horas enganchado a la play, te llama tu abuelo y te dice ¿Por qué vienes mañana? Y te das cuenta que no te apetece nada. produce aburrimiento porque la carretera, el dominó del abuelo, se ha vaciado de dopamina. Entonces no hay nada que te tire a ir. Y piensas, yo sé que le hace feliz, pero no me apetece nada. Si tú eres de los que en algún momento de tu vida has comido mucha fruta, fruta está bien, placer bien, fructosa, no sé qué, pues diez bolitas de dopamina, pero te enganchas a tomar por la tara de gominolas, las gominolas no son diez, son treinta, cuarenta, cincuenta. Por lo tanto, cuando vuelves a la fruta, dices, no sabía nada. Es el azúcar que es muy dopaminérgico. Si lees algún día... por la noche y el libro son 50 bolitas de dopamina y estás en una novela pero te enganchas a TikTok TikTok no son 50, son 500 y está diseñado para captar tu atención TikTok está diseñado para liberar constantemente porque es el sistema de recompensa variable, la dopamina funciona muy bien con la sorpresa, con la incertidumbre con lo que no sabes que va a llegar, por eso no encuentras dos veces el mismo vídeo en TikTok te tienes que empeñar, porque de repente dices ¡ay, esto me ha encantado! ¡quiero volver a ver este vídeo! ¿cómo eran las palabras para encontrarlo? porque lo... el TikTok está diseñado para que cada vez sea novedad. Entonces dejas de leer. Tienes relaciones sexuales con quien sea y entonces te gusta, si es tu pareja incluso puede ser más dopamina, te enganchas al porno. El porno está diseñado para captar la atención y para ser hiperdopaminérgico. Y es el 88% de lo que circula de porno. Tiene violencia, está diseñado para captar. Entonces la primera causa de problemas de relaciones sexuales ahora mismo y de disfunción eréctil es el porno. Porque claro, la dopamina cuando tú vuelves al sexo, sexo con tu pareja, es que ya no es lo mismo de lo que yo estaba viendo. Entonces, hoy en día lo que está sucediendo es que tenemos grandes ladrones dopaminérgicos y por lo tanto tienes apatía ante pequeños placeres del día a día. Voy a acompañar a mi madre a hacer la compra, no quiero. El estero placentero puede ser dos bolitas, pero bueno, le hace ilusión, pero de repente es que no te apetece nada. Las cosas te aburren, es decir, los pequeños placeres de la vida, por eso las personas adictas de verdad, o sea, las adictas digo, las personas con un trastorno de adicción severo, cocaína, maría... etcétera, una de las cosas que te dicen es he perdido la capacidad de disfrutar de cualquier cosa que no sea consumir. Entonces dejan de ver a los amigos, dejan de quedar, probablemente me estáis escuchando y tenéis algún amigo o alguien que haya pasado por alguna circunstancia en la que os sentís idénticos. identificados? Que fue... Pero me siento muy identificado con ciertos aspectos al igual que la mayoría Yo por ejemplo, y ahora la hago con ejemplo mío y a ver si me echas una mano rápida Sabía yo que esto iba a llegar en algún momento esto iba a llegar, lo sabía yo Yo he conseguido, y para mí ha sido un gran hito el juego intento batallar la dopamina diariamente y mira que estoy rodeado de mi generación, pero bonito que comparto con Álex y que para mí ha sido un orgullo, en los últimos dos años, he conseguido no mirar las redes sociales durante el día. Y creo que llegadas las 8 o 9 de la tarde sí que me meto a ver qué está pasando, porque tengo que estar conectado con el mundo, mi trabajo es todo. Pero si lo hago durante el día, no, lo obvio por mi cuenta. ¿Lo consigues? Lo consigo, sí, eso lo consigo. Pero me siento un poco enjocada porque después de haber conseguido esto, joder, lo exitoso del día. Cuando después me meto ahí en Instagram, en la noche, de repente me vuelvo a convertir en esa misma bestia, ¿sabes? De que tal, que me meto por meterme, y es un autorreflejo meterme en Instagram, ¿sabes? La hago por despropósito absoluto, ¿sabes? No hay nada mucho más que consumir, no hay más. Entonces, ¿cómo va a ir eso? A ver, aquí hay varias cosas. Es como el que no come nada durante el día, nada de nada de nada, y está de 8 a 11 de la noche sin comer, y a las 11 abre la nevera y se lo come hasta lo congelado. Y entonces dices, pues mira, es que ya da igual lo congelado porque algo sabrá, ¿no? Y entonces luego te sientes fatal y te sienta peor porque te has atragantado. ¿Qué pasa? Que hay una parte que tiene que ver con que te apetece, con que te has dicho que no a lo largo del día varias veces, porque te dices que no a lo largo del día varias veces, con que necesitas dopamina, con que quieres saberlo. Todo lo que ha pasado, de forma completamente compulsiva, es consumir rápidamente cualquier cosa por consumirlo. Ahora ya que puedo, pues lo consumo todo y me como lo congelado. O sea, yo quiero que cuando llegues a la noche y veas ese vídeo... vídeo surrealista que dices estoy perdiendo el tiempo que pienses que te estás tomando la croqueta congelada de la nevera en ese momento y que te está produciendo una indigestión entonces a veces uno lo que necesita saber es por qué no me meto no me meto porque soy consciente que si me meto a las 11 de la mañana a las 12 y cuarto sigo dentro porque mi cerebro no hace nada para parar porque porque está diseñado para que no pare de hecho ahora mismo en la organización mundial de la salud la unión europea parte de las nuevas normativas que se quieren implementar es que cuando tú llevas un rato, que llega un momento, que por ejemplo esta es una de las ideas que se ha propuesto, la pantalla, a partir de los minutos que tú digas, empieza a pasar a blanco y negro. Y entonces ya tu cerebro dice, pues llevo media hora, una hora, dos horas metido. Y tu cerebro te activa la alerta de que te tienes que salir. Porque si no pierdes el tiempo. Porque hay un momento donde pierdes la noción del tiempo. Y estás tan metido en lo dopaminérgico, y ten en cuenta que los algoritmos te ponen exactamente lo que te gusta. Es decir, cualquiera... O sea, con que te hayas metido dos veces y a poco que tengan contenido tuyo, saben exactamente lo que te gusta. Si a ti no te gusta la ropa, no te van a poner ropa. Te gusta fútbol, te ponen fútbol. Es decir, saben exactamente lo que te interesa y te lo diseñan para que estés conectado. Entonces, ¿qué creo yo? Uno, que las 11 de la noche es una hora a niveles de cortisol muy regulera para meterte, así ya que me has pedido el tip, muy regulera para meterte por la noche. ¿Por qué? Porque es el momento más bajo del pico de cortisol. Es el momento donde tu cerebro... El cerebro se está preparando para que suba la melatonina y puedas descansar. Entonces, en ese instante, el cerebro tiene menos herramientas para poder gestionar ese aluvión de dopamina que llega. Y es un momento que es muy importante protegerlo para luego descansar. ¿Luego a qué hora te duermes? A las once y media, doce. ¿Estás media hora metido? No, de las nueve. Ah, de las nueve a las once. Y estás dos horas y media. Son seis. ¿Y en esas dos horas y media cuántas son productivas a nivel redes? Que te aporte, te alivie. 10 minutos, vamos ¿y por qué no te pones en ese rato algo que te produzca la sensación de que lo tienes controlado, una alerta? porque hay una parte que luego se siente culpable que has aguantado todo el día pero luego vuelves a sentirte culpable entonces decir, oye, me meto hay una parte, y esto se lo digo a mucha gente hay una parte que te metes por saber y otra por vía de escape, no pasa nada pero que la vía de escape tenga un tiempo es decir, vale, voy a ver durante 20 minutos vídeos absolutamente surrealistas que me aportan cero pero que me alivian, que a veces esa dopamina alivia. Pero 20 minutos, no una hora y cuarto. Saber limitar. Y saber por qué me meto. ¿Me meto porque quiero saber? Y con propósito. No, no, sobre todo porque vas a perder el propósito en dos minutos. En cuando te metas lo vas a perder. Entonces, tener un poco más de conciencia de uno mismo. Si esto se trata de ser más consciente de mí mismo, de mi vía de escape, y una noche decir, hoy no me meto, imagínate, pero mañana me meto de dos a dos y media. Y entonces dices, ¿soy capaz de hacerlo? ¿O lo tengo tan interiorizado? Esa fuerza de voluntad, que no siempre es fácil, y que es un músculo que hay que ir potenciando. Marían, vamos ahora con nuestra sección de preguntas rápidas. Tienes que contestar en una frase, dopamínicas a tope. Se me dan entre mal y muy mal, ¿eh? Bueno, vamos a por ello. Porque... O sea, voy a intentar ser lo más rápida que pueda, pero te diré que no es mi fuerte. ¿Prohibirías TikTok? Lo regularía y lo prohibiría en menores de 12 años. ¿Cuál es la primera pregunta que le haces a tus pacientes? ¿Por qué has venido? ¿Y la segunda? ¿Vienes por tu propia cuenta o por qué alguien te ha pedido que vengas? Eh... ¿No me has dicho rápido? Ya te has quedado tú impactado con... Estoy eligiendo las bien, estoy eligiendo las bien, Marían. ¿Cuál es el propósito de esta vida? Hacer cosas que hagan felices a los demás, hacer la vida agradable a los demás. Ese es mi propósito, al menos. ¿Crees en el karma? Yo no lo llamo así. ¿Cuál es la mayor enfermedad del siglo XXI? El estrés y la incapacidad de conectar con las personas. Una crisis profunda de atención. ¿Cuándo hay que sí o sí pedir ayuda a un profesional? Cuando crees que estarías mejor muerto que vivo. Algo que te digas a diario para ser mejor persona. Esto vale la pena. Si pudieses hacer un viaje al futuro o al pasado... ¿A dónde irías? Y tienes que estar un año. Un año. ¿Esto es nuevo, lo del año? Un año. Te la contesto al final, ¿vale? Que me gusta y quiero pensarlo bien. Porque estoy segura de que hay montones... Rápida, Marían, rápida. No, no, es que esta no, porque es un año. ¡Un año! Es broma, es broma. Un año no puedo estar así, así a bote pronto. Ah, te la respondo. ¿Es bueno aburrirse? Buenísimo. Súper sano. ¿Quién llega más lejos, el talento o el esfuerzo? El esfuerzo, en mi opinión, el esfuerzo. Pero si encima hay talento, se potencia. ¿Recomiendas ver las noticias? No. No todos los días. Y en momentos trágicos, dosificarlo. ¿Crees que la sociedad del siglo XXI en Occidente es más blandita que la de nuestros abuelos? Creo que tendemos a ser más frágiles y toleramos peor el dolor, el sufrimiento y el malestar. ¿Prohibirías la pornografía? ¿En menores? Sí. ¿Algún sueño que tengas por cumplir? Me gustaría conseguir o que existiera alguna posibilidad de ayudar, de hacer terapia y que funcionara de forma más rápida. Las terapias son muy lentas. que sufre mucho durante mucho tiempo hasta que consigue salir del bucle del sufrimiento, del aburrimiento. Y me encantaría conseguir algún método para aliviar el sufrimiento de forma más rápida. Me quedo rayada con el futuro. ¿Dónde me voy? ¿Dónde me voy? Joder, yo claramente al futuro, tía. Porque coges y puedes traer cosas que te hayas llevado, que hayas aprendido fuera del futuro. Te sabes las respuestas a todo lo que va a pasar. Otra opción que decía Willy es te vas al pasado. y coges y dices, vale, voy al año cero y voy a ver a Jesucristo, a ver si es verdad, y descubro uno de los grandes mitos de la historia, ¿sabes? Ah, pues eso me gustaría. Yo sí, yo sí que iría a verlo. Yo sí que iría a escucharle. Me gustaría escucharle y ver cómo sanaba él. Eso me parece impresionante. Al pasado. Al pasado. Pues con eso acabamos. María, muchísimas gracias por venir. Muchas gracias. Quiero daros el orgullo y, claro, disponible su libro. Yo lo que quiero es que esto ayude a mucha gente a entenderse y a entender por qué ahora mismo, a veces, tienen esa sensación de apatía, de malestar, de tristeza, porque hay momentos en los que nos cuesta tanto disfrutar y no nos reconocemos y tenemos crisis de identidad, quién soy, a dónde voy, por qué no me siento feliz, y que hay veces que hay respuesta a estas cosas y que podemos reencauzar esos momentos de incertidumbre de muchas maneras. Y que las redes son buenas en muchos aspectos, pero cuidado, porque de forma implícita siempre te comparas. Siempre que te metes en las redes te estás comparando físicamente, profesionalmente. Adicionalmente, dónde va de vacaciones, cómo utiliza su ocio, con quién queda. Siempre te comparas cuando te metes en redes, aunque tú no lo quieras. Y la comparación está siempre envuelta en la tristeza. Porque siempre va a haber gente mejor que tú, que disfrute más que tú, que tenga más suerte que tú en ciertos aspectos de la vida. Y en un momento clave de la vida, que es la juventud, el compararte sin cesar genera una sensación de tristeza. Entonces hay épocas que hay que dejar, desconectar de redes, un poquito. Y simplemente conectar con tu propia vida, ver que tu vida tiene un propósito, que haces las cosas lo mejor posible, porque de la otra manera sí no sufres. Y hay una comparativa constante. Es un mensaje que sí, que mandaría, que creo que puede ayudar.