Transcript for:
Reflexiones sobre Paternidad Espiritual

Isaías capítulo 11 verso 1 al 3 dice Saldrá una vara del tronco de Isaí y un vástago retoñará de sus raíces y reposará sobre él el espíritu de la tierra. Espíritu de Jehová, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová, no juzgará según la vista de sus ojos, ni arguirá por lo que oigan sus oídos.

Esta es la profecía que Isaías... expresa sobre la persona de nuestro Señor Jesucristo. Claro, obviamente, esta profecía contiene una obra mediata y una obra inmediata. La figura inmediata de esta profecía es lo que desciende de Isaí. Y la figura profética específica es la persona de nuestro Señor Jesucristo.

Quisiera detenerme con ustedes para hablar esta noche el valor que tiene una casa paterna. Mayormente repetimos esa palabra. Pero no estoy seguro de que todos entendamos de qué hablamos cuando hablamos de una casa paterna. Si soy parte de algo, quiero entender de lo que soy parte, porque eso me define, o del lado de adentro o del lado de afuera.

Pero todos tienen el derecho de saber a qué nos referimos cuando hablamos acerca de una casa paterna. Si prestamos atención detenidamente, vamos a descubrir algo que es fundamental. Si miramos el verso 1, vamos a mirar que el ámbito donde David va a manifestar su gobierno comienza con una casa paterna.

Dios no habla directamente de David, Dios habla de Isaí. David sería la rama, David sería lo que se fructificaría, lo que se multiplicaría, pero el tronco era Isaí. La estructura que sustenta sería el tronco. Y este tronco tiene una raíz.

Y esta raíz representaba lo que sustentaría el gobierno de David. Luego, el cumplimiento de esta profecía sería en el Señor Jesucristo. Vamos a mirar detenidamente 1 Samuel 16, verso 1, para comenzar a desarrollar el pensamiento de Dios sobre lo que representa una casa paterna.

Primero de Samuel, capítulo 16, verso 1, dijo Jehová a Samuel, ¿hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y ven, te enviaré a dónde? A Isaí.

Te enviaré a Isaí, de Belén, porque de sus hijos me he provisto... de rey. Isaí era el papá de David y de aquí aprendemos que una casa paterna es un lugar de provisión y de provisión para Dios. Necesitamos hablar de casa paterna y voy a intentar hacer una pequeña introducción para luego dar tiempo a anotar lo que vamos a escribir porque esta noche Tenemos que salir de aquí bautizados, sumergidos con el entendimiento de por qué se habla de casa paterna. No es una estrategia, no es una metodología, no es una visión ministerial, no tiene nada que ver con eso.

Una casa paterna es el ámbito de provisión para Dios. Dios no se provee de huérfanos, Dios se provee de hijos. Y una casa paterna es un ámbito donde los hijos se desarrollan para transformarse en una provisión gubernamental.

Y a veces pueden ser hijos directos, como Isaí y David, pero otras veces pueden ser hijos que son adoptados, como Mardoqueo adoptó a Esther. Y aunque era su tío, era su padre. Por lo tanto, el ámbito de paternidad, el ámbito de una casa paterna, provee a Dios una generación poderosa. Ya lo dice el libro de los Salmos, que de nosotros saldría una descendencia poderosa. ¿Cuántos creen eso?

Vamos a ir construyendo lentamente el pensamiento, pero tiene que saber qué vamos a abordar esta noche. Porque hay excesos, abusos y también ignorancia. Y en la ignorancia siempre el abuso va a tomar participación acerca de esto.

Dios le da una familia a Adán. ¿Por qué le da una familia? Porque Dios nunca trabaja con el individualismo. Si va a levantar una generación, no...

va a haber individualismo. La familia es el lugar donde se mata el individualismo. La familia es el lugar donde se destruye el individualismo, no al individuo. Al individuo se lo forma en la familia, se lo mata en el ámbito familiar.

En el ámbito familiar se enseña a pensar por la cantidad de los miembros. Somos cuatro, somos cinco, somos siete, somos ocho, somos tres. A medida que iban naciendo nuestros hijos, iban cambiando el tamaño del corte de los alfajores.

No cambiaba el dinero, por lo tanto, como no cambiaba el dinero, había que cortar en más pedazos. Y había que pensar que somos seis ahora. ¿No le pasó así con el pollo? Porque hay que aprender a pensar ahora por la cantidad que somos y eso va destruyendo el individualismo.

A la hora de pensar en los regalos, ¿qué problema? Porque cumpleaños el más grande, sí, pero el más chiquito siempre piensa que los regalos son para él. Así que tenés que pensar en comprar el más grande, pero también el más chiquito. Y después viene el tercero y tenés que pensar en el más grande, el más chiquito y en el del medio. Y vas aprendiendo a pensar con mentalidad de todos los que somos.

¿Cuántos matrimonios que hay aquí que tienen más de dos o tres hijos, compran algo que les gusta y tienen que esconderlo debajo de la cama para que no te lo descubran? Miren, miren la cantidad de matrimonios, ¡qué linda! ¡Ay, cómo me acaban de sacar la culpa! Y porque cuando empezamos a repartir no nos quedaba nada. Porque hay que aprender a pensar en todos los que somos.

Hay una predicación de mi amado apóstol Juan, donde él dice, mi papá decía, Juan somos ocho. Entonces venía uno de los hijos, uno de los hermanos del apóstol Juan Balistrelli, y le decía, papá, quiero un par de zapatillas. Y Don Cataldo dice, el apóstol Juan, ¿no?

Don Cataldo dice, Juan, somos ocho. O sea, el ocho significaba, vos pensás con tu necesidad, pero yo tengo que pensar con la mentalidad de ocho. Es maravilloso considerar cómo Dios destruye el individualismo por medio de la familia.

Y a medida que vamos creciendo, aprendemos a pensar corporativamente. Es una gran idea la de Dios. al ponernos en una familia porque nos enseña a pensar corporativamente Dios le dio a Adán una familia donde no había lugar para el individualismo hasta que apareció la serpiente Y le dijo, ¿con qué Dios ha dicho?

No, no, no, no consideren a Dios. Coman del fruto. Y cuando ellos pensaron en ellos y no consideraron a Dios, se echó a perder todo. Pero lo que se echó a perder en la primera familia, en el primer Adán, vino el postrer Adán, y Dios le dio otra familia al postrer Adán. Esto significa que somos nosotros, hermano.

Nosotros somos la familia del postrer Adán. Ponga cara de alegría de que somos la familia del postrer Adán. Y no hay lugar para el individualismo. Ah, ahora entendí.

Para David nunca fue traumático cuidar las ovejas de su padre mientras sus hermanos estaban cómodos en casa. Nosotros lo pintamos traumático, porque lo vemos como nosotros lo sufrimos. David era el tipo más feliz. Él agarraba su arpa y se iba y se ponía a cantar a Dios en el campo. Nosotros pensamos que él sufría que sus hermanos se quedaran cómodos en la casa mientras él tenía que cuidar las ovejas, pero él no fue traumático.

Para él no fue traumático. Que sus hermanos tengan envidia de él, para él no fue traumático. Porque si Dios se va a proveer de alguien, lo va a procesar en la injusticia. El ámbito de provisión siempre es un ámbito de injusticia.

Porque la injusticia te define. Sentémonos a tomar un café esta noche con José. Necesito un José aquí.

Gracias, ¿queréis ayudarme? Gracias, Ale. Puedes tomar lugar, ponerte cómodo. Te vamos a interpelar. Ahora que estás gobernando Egipto, aparecieron los desgraciados de tus hermanos.

¿Qué nos diría él? No te equivoques, no fueron ellos. No, sí fueron ellos. No fueron ellos, fue Dios, fue Dios.

¿Pero te acordás cuando Judá dijo vamos a matarlo y después dijo no, mejor preservemos la vida? Sí me acuerdo, pero no fue Judá. Y cuando te vendieron a los Madianitas, tampoco fueron ellos. Y cuando la esposa de Potifar, tampoco fue.

¿Cómo es que José llega donde llega? José llega donde llega porque la injusticia te define. O la injusticia te vuelve un resentido, o la injusticia te vuelve un hombre y una mujer en la que decís, no quiero ser hallado en mi propia justicia. La familia tiene momentos de injusticia. Familia, hogar, y también la familia de la congregación tiene momentos de injusticia.

Y Dios no te va a sacar la injusticia porque Él necesita. ¿Vas a ser un justicista que esa injusticia te defina si vas a ser un hombre resentido toda la vida escapando del propósito de Dios o vas a ser una persona que entienda que la injusticia te definió para no ser hallado en tu propia justicia sino en su justicia? Muchas personas no llegan a hacer una provisión para Dios, no porque Dios no quiera, sino porque frente a la injusticia se levantan tan llenos de dolor por la justicia propia que no entienden que Dios los estaba procesando en un ámbito llamado injusticia. Dios no es el autor de la injusticia, pero Él permitirá.

Que la injusticia te defina. Todos tocamos la injusticia. Todos. No hay un hombre o una mujer que se haya vuelto una provisión para Dios que no haya pasado primero por un acto de injusticia. Y esas injusticias son la oportunidad de decir, Señor, yo estoy rendido.

La injusticia no me define. Las injusticias no me definen. Tú eres quien me define, Señor.

Muero para mi justicia propia. Muero para mi justicia propia. Muero para mi justicia propia.

Con los años aprendí que cada ambiente que Él me posicionó, primero tuve que enfrentar injusticia. Y la injusticia fue la puerta que definió si Dios podía verme confiable para ese ambiente. Cada lugar donde Dios te establece vas a ser rechazado. Porque eso te define por qué estás ahí. Porque soy aceptado o porque Dios me puso.

Cada etapa de nuestras vidas, para pasar a la próxima mesa y a la próxima estación, tendremos que garantizar que no hay carne para autodefensa. Las próximas mesas que están siendo anunciadas por el Espíritu y profetizadas desde ayer, para esta próxima estación, deben de requerir menos carne. No es que Dios no te considere, es que hay carne que impide que puedas sentarte a la próxima mesa. Cada nueva mesa tendrá sus propias injusticias y si no hay carne, no habrá problema.

La injusticia, para los que están anotando, para los demás que Dios tenga misericordia, ¿no? Las injusticias ponen en evidencia nuestra carnalidad. Pablo no tenía enemigos personales, él solo tenía enemigos de la cruz. Porque todas las injusticias que hacían con él, él no las tomaba en cuenta. Nosotros cuando nos llenamos de enemigos personales y comenzamos a tener enemistad con uno y enemistad con otro, ¿saben qué son las enemistades?

Las enemistades son el fruto de algo que todavía no murió. Son el fruto... De algo que tiene que morir. Gracias, José. Hablaste mucho hoy.

Y la familia es el lugar donde Dios nos procesa con situaciones injustas. Así como quien no quiere la cosa. ¿Alguien sufrió alguna injusticia en la familia?

Así como quien no quiere la cosa. Así como... Por si está al lado tuyo.

Bienvenido al club. Levantá tu mano para consolar a los que están adelante y a los que están atrás. Porque a veces pensamos como Elías, ¿no? Solo yo he sufrido.

Mirá, mirá, mirá todas las manitos. Si eso no te consuela, ya no sé qué más te va a consolar. Mirá todos los que están... ¡Sí!

A veces el matrimonio, a veces los hijos, a veces los padres, a veces los hermanos, hay injusticia alrededor, pero está bien, porque las injusticias no son para destruirnos, las injusticias son para matar a la justicia propia que está en mí. Y que son necesarias que pasen para formar lo que Dios quiere formar de nosotros. ¿Me permite decirle algo?

El que nos salvó. Nos salvó en un ámbito de injusticia. Porque todo en él fue injusto.

Todo lo que dijeron de él era mentira. Todo lo que hablaron de él. Todo era mentira. Pagaron a gente, hasta el día de su resurrección, pagaron para mentir acerca de él. Todo fue injusto.

¿Creen ustedes que si él se hubiera parado en su justicia propia, hubiera muerto? Él tenía todo el derecho de decir, yo soy justo, me están matando y yo soy justo. Preguntale al que está a lo tuyo, ¿qué quiere matar Dios de vos? ¿Qué quiere? Decile por favor el individualismo.

El individualismo. ¿Sabe qué pasa con el que se ofende? ¿Sabe qué pasa con el que se ofende? Se aísla. El que se ofende, se aísla.

Se siente en la punta de la mesa. ¿Cómo estás? ¿Qué querés comer?

¿Estás cansado? ¿Te has ofendido? ¡No! ¿Estás enojada? ¡No!

¿Qué te pasa? ¡Nada! ¿Por qué tenés esa cara?

¡No tengo nada! Se aísla y te quedan dos opciones. O te vas a orar o dejás que la raíz de amargura sea más grande que el tronco de tu casa. ¿Y cuándo te vas a orar? Y vos pensás que Dios te diga, mi ciervito, un gido de Jehová, cómo te maltratan y no te consideran.

Vas a orar y el Señor te termina de... ¡Track! Perdónalos, amalos, tienen razón, te has equivocado, has hablado. Y vos decís, Dios, ¿para quién jugás?

Y Dios dice, para vos. Para vos, porque te escogí para que seas mi provisión. Y no eres mi provisión cuando te ofendes.

Eres mi provisión cuando te rindes. Eres mi provisión cuando vives en mi justicia y no en tu justicia. Gracias Javi.

¿Querés darle un beso en la frente al que está al lado tuyo y decirle te amo en el Señor? Ahora, si no es su esposa ni su esposo, la manito es suficiente. Algunos piensan que esto de morir será que...

¡Oh, una cruz! Una cruz, hermano estoy muriendo. No, son cosas re sencillas. Son cosas re sencillas.

Comieron todo, no te esperaron. Compraron helado, no te dejaron. Son las cosas re sencillas, no te tienen en cuenta.

No te tienen en cuenta. Y vos decís, pero ¿quién soy yo en casa? Nadie.

Encima te dan los últimos mates los más lavados que si mejor no me lo hubiera dado porque mirá, me hiciste pasar una hora en el baño. Están matando el individualismo. Te están matando.

En cosas sencillas te están matando. Porque Dios está interesado no en construir una familia con la verdad, sino construir una familia desde la verdad. Y a veces a nuestra casa no le faltan Biblias, versión Thompson, versión Plenitud, NTV, NBI, LBA, NBC, TVN, NC, NTC, ATC, DESATC.

Tenés todas las versiones. Dios no quiere que construyamos con la verdad. Dios quiere que construyamos desde la verdad. Que nuestra vida sea verdad.

Que lo que hablamos lo estamos viviendo. Y para eso es necesaria una familia. Para eso es necesaria una familia.

La familia es el lugar donde Dios nos está procesando. Donde Dios nos está matando. Dios no creó una escuela, fue una familia. Dios no creó una fábrica, fue una familia. Dios no creó una empresa, creó una familia.

Porque la familia es el lugar donde vamos a ser procesados. ¿Sabe cuál fue la diferencia entre el primer Adán y el postrer Adán? Que el primer Adán no nació en una familia y el postrer Adán sí.

El postrer Adán creció dentro de una familia. ¿Por qué Casa Paterna, hermanos? Hace muchos años atrás, exactamente el 2011, fundábamos la Red UNGE, a pesar de mí.

Quienes nos conocen desde aquel tiempo, yo no quería saber nada con una red. Los pastores que se aproximaban a nosotros siempre lo derivábamos a alguien. Rechacé la idea de ser apóstol y me costó muy caro. Rechacé la idea de una red y también nos fue caro.

Pero Dios envió a dos hombres que hoy son pilares de nuestra vida, como son Jan Rauli y John Leisel, para ayudarnos como parteros a dar a luz lo que Dios tenía en su corazón, que era una red no de tela de araña, donde el apóstol era el centro, los pastores son las moscas, y la araña se come a las moscas. No una red donde el centro sea el apóstol, sino una red de cuadrados. Ahora entiendo.

Ahora entiendo. Gracias, señor. Doce años después.

No, no. De cuadrados semejantes. También entiendo.

Que era una red de pesca donde no había un centro. Y ahí pudimos ver por el espíritu que se trataba de padres apostólicos. Y por primera vez...

Surge la expresión de padres apostólicos. Los próximos dos años, tres años, vamos entendiendo lo que esto iba significando y vamos comprendiendo y comenzamos a compartir por lo menos cinco expresiones de lo que entendemos por casa paterna. La primera expresión de casa paterna, la casa biológica, donde no es casa materna ni matriarcado. ni tampoco patriarcado, pero sí una casa paterna. Luego la segunda casa, la casa congregación, donde también es otra medida de casa paterna.

Luego, propiamente dicho, una casa paterna que incluye congregaciones unidas bajo la autoridad de ese padre apostólico. En cuarto lugar, la redunge, un lugar donde nos reunimos como casas paternas. de donde disfrutamos este amor inalterable con los apóstoles Gorjón, con quienes disfrutamos, con hombres como los apóstoles Paz, los apóstoles Medina, los apóstoles Calviño, los apóstoles Apico, el apóstol Güelis, gente extraordinaria, tanta gente linda que Dios nos ha permitido reunirnos, que fuimos entendiendo este tipo de casa paterna que representaba la red unge.

Y luego... La casa paterna global, porque la casa de Dios es una casa paterna, donde el que es rey es padre, donde el centro, donde la esencia de esta casa paterna es un padre. Padre que se expresa por padres biológicos, padres que se expresan por padres espirituales, padres que se expresan por padres apostólicos, padres que se expresa... a través de hombres y mujeres con corazón del Padre. Ninguno de ellos son sustitutos de Dios.

Todos ellos son representantes en su debida dimensión y responsabilidad de Dios como Papá. La gloria de nuestra familia para los papás que estamos aquí, no es que nuestros hijos dependan de nosotros, sino que aprendan a depender de Papá. Y vayan aprendiendo de nosotros eso. El modelar acorta el camino para las generaciones. Dios es padre de huérfanos, pero el tiempo para desinstalar la orfandad de un huérfano lleva tiempo.

No es lo mismo, una vez estábamos aquí en Rosario, al ladito de Rosario, con la familia Uboldi, y habíamos ido a una piscina, y había un paredón en la casa, creo que ustedes se deben acordar de los pastores que estoy hablando. Y había como un paredón en la casa y había dos chicos allí, uno era Franquito y el otro era otro chico que estaba allí. Y Franquito se tiraba con todos los brazos de Javier ahí en la pileta y era impresionante. Y al otro chiquito le decíamos que se tire y no se tiraba.

Cuando le preguntamos a los pastores de la casa, dicen, no, el papá no congrega, el papá no está en el Señor, el papá viene y va. Claro, ¿sabes cuál es la diferencia? que el que crece con padres saludables no tiene problema de tirarse.

Desinstalar la orfandad lleva mucho tiempo. No es tan fácil desinstalar la orfandad de la vida de un chico. Lleva mucho tiempo. Se puede, claro que se puede, pero lleva tiempo. Desinstalar la orfandad biológica, desinstalar la orfandad en el alma, desinstalar la orfandad en el espíritu, lleva tiempo.

No es tan fácil. Decir papá, decir pa, no es lo mismo que vivir bajo paternidad. Es algo muy profundo y aquí tenemos entre nosotros hombres espirituales, hombres profesionales en psicología que podrían dar cátedra acerca de lo que cuesta desinstalar un pensamiento de orfandad.

¿Sabe? La esencia del pensamiento de orfandad es yo quiero lo mío, yo quiero lo mío. Está todo bien, pero yo... quiero lo mío.

Eso es un huérfano. El hijo pródigo tenía papá, pero era huérfano, porque cuando tenía la herencia que quiso, yo quiero lo mío, dame la parte que a mí me toca. El hermano mayor también era huérfano, porque el día que vuelve el hermano menor, él dice, padre, nunca me has dado un cordero para yo matar con mis amigos.

También era huérfano, porque huérfano no significa no tener, huérfano significa no reconocer. Y a veces podemos tener y no reconocer. Y lo que produce la orfandad es siempre el individualismo, porque siempre se trata de lo mío.

Un hijo dice, lo mío es tuyo y lo tuyo es mío. Instalar esto es una obra del espíritu en nuestro espíritu, que luego tiene que recorrer mi mente. Que luego tiene que recorrer mi corazón, que luego tiene que recorrer mis emociones y tiene que recorrer mis sentimientos. Donde tiene que absorber absolutamente todo y descubrir que nada es mío.

Descubrir que todo es vuestro. Y eso es el espíritu de afiliación, el espíritu de adopción que va produciendo en nosotros salir de lo mío a lo nuestro. ¿Para qué Dios nos da una familia?

Para matar el individualismo, para matar el individualismo. Ya no es mío, ya no es tuyo, ahora es. Y los huérfanos dicen, no, no, no. Ya no es mío, ya no es tuyo.

Recuerde la palabra, yo quiero lo mío, yo quiero lo que me pertenece. No, no, no es así, no es así. Y no lo podremos lograr global si primero no lo logramos como red, pero no lo podemos lograr como red si no lo logramos como casa paterna.

Y no lo podemos lograr como casa paterna si no lo logramos como congregación. No lo podemos lograr como congregación si no lo logramos como familia. Por eso el orden de la casa paterna comienza con una familia. Cuando en una familia son tres, cuatro, cinco, y nadie dice ser suyo propio de nada, tenemos esperanza. Si en una familia tenemos cinco personas y tienen seis intereses, estamos en el horno.

No, la familia corre detrás de un solo interés. Y por ese interés, todo lo demás es suplido de una forma extraordinaria. Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas serán añadidas. Si toda la familia corre detrás de nuestro Padre Eterno, detrás de nuestro Padre Celestial, todas las demás cosas serán añadidas. ¿Cómo?

¿Cuándo? No sé. ¿De qué manera?

No lo sé. Pero Él lo hace. Si lo logramos en una familia, lo vamos a lograr en una congregación, donde en la congregación nadie dirá que es suyo propio de nada.

Pastor, ¿necesitas mi coche? Tomá, acá tenés la llave, úsalo. Y vos lo cuidás con responsabilidad. Le he prestado coche a personas que después me llegaron multas, que rompieron cosas que nunca me dijeron que la habían roto. Si así cuida lo propio, ¿cómo no va a cuidar?

Estamos llegando a un día donde nos miraremos al rostro y dirá, pastor, ¿necesitas mi casa? Acá está. ¿Viene alguien de visita? Pastor, contá conmigo. Mi casa es tuya, contá conmigo.

¿Qué necesitas? Está llegando el día donde nada de lo que tenemos es nuestro. Ahora, vamos a colocar esto bien profundo, ¿les parece?

Vamos a ir a lo más profundo. Vamos a identificar lo más profundo en nuestro corazón. ¿Por qué el nombre de una casa paterna?

Primero, el número uno, porque es bíblico. Porque de Génesis hasta Apocalipsis, todo tiene que ver con una casa paterna en diferentes tamaños, en diferentes medidas. Una casa paterna no es, para los que están anotando, para los demás que Dios tenga misericordia, pero una casa paterna no es el imperio de un padre espiritual. No es el imperio de un padre espiritual. Es una administración apostólica para la conformación de una familia real con carácter institucional.

Y aquí, Jonathan, si me podés ayudar para que se ponga la pantalla, porque a vos te colaboran con eso. No sé cuánto pagás, pero a vos te funciona. Tenemos que hablarlo.

Te voy a ayudar. No, sí. Si me tienen paciencia me van a sacar bueno.

¿Viste? Te lo mandé. Una casa paterna no es el imperio de un padre espiritual, es una administración apostólica para la conformación de una familia real con carácter institucional. Pero quisiera si lo podemos poner a la pantalla para que lo puedan anotar.

Porque esto no es, hola pa, que hace pa, todo bien pa, ok pa, fierita. No, pará loco, pará, no te confundas que el sistema no gobierna en nuestras relaciones. Porque si se vulgariza, se pierde el respeto y esto es un carácter institucional.

Hay gente que dice, pa, pero vive como huérfano. No, no, no, no, esto no es así, señores. Esto no es así. Es una familia real.

Es una familia real que tiene un carácter institucional. Nosotros representamos el reino de Dios, señores. Esto es serio.

Es representatividad en medio de una generación de huérfanos. El mundo está como está. La estadística que tenemos es por orfandad. Por orfandad.

La orfandad ha producido el mundo que tenemos hoy. Y lo que Dios está constituyendo en las naciones de la Tierra es una familia real. Y familia real no hablo de real de verdad, no, no. Cuando hablo de familia real hablo de familia regia, de familia de reino, de una familia real. De una familia verdadera con carácter institucional.

Que sabe que el vínculo afectivo nunca está por encima de la obediencia. Por favor, anótalo. Que el vínculo afectivo no está por encima de la obediencia. Aquí hay padres e hijos.

Que él sea tu papá, que ella sea tu mamá. El vínculo afectivo no puede negociar obediencia. Porque muchas trampas caen los jóvenes y los adolescentes porque vinculan el afecto por encima de la obediencia. Y cuando el afecto está por encima de la obediencia, vos sos el mejor papá. Pero yo no quiero que me digan que soy el mejor papá.

De hecho, ni siquiera tenemos que pasar por nuestra cabeza a ser el mejor papá. Solo tenemos que ser papá. Solo tenemos que ser mamá. Pero yo no te amo, no te quiero. Fantástico, hijo.

Tenés que quererme, tenés que obedecerme. Gracias. ¿Quiere leerlo conmigo para dar tiempo a los que escriben? Bueno, los que sacan fotoclases de otra tecnología, te das cuenta.

Ya quiero que lo anoten. Una casa paterna... Bueno, léalo fuerte conmigo.

Una casa paterna no es el imperio... un padre espiritual. Es una administración apostólica para la conformación de una familia real con carácter institucional. Esto es serio. Esto es serio.

Te dejé en Creta para que corrijas lo deficiente. No te consulté si querías quedarte en Creta. Hay cosas que no pueden quedar en el marco del afecto, que tienen que ser trasladadas a un marco institucional. ¿Por qué funcionó Chaco?

¿Por qué se lograron las 60 ciudades? ¿Por qué se logró estar en todos los lugares que se dijo que se iba a estar? Porque hubo carácter institucional. Y el que dijo sí, fue sí. Hasta el día de hoy, nos contaban los pastores Ugoldi lo que está pasando en Chaco, en una de las ciudades.

Por causa de lo que se produjo a través de la representatividad. Cómo se le están desatando al pastor de esa ciudad cosas extraordinarias. Esto no es un vínculo que repose en lo afectivo.

Incluye amor, porque si no fuera amor no sería de Dios. Pero es institucional, porque el orden no se negocia por el afecto. Cuando el afecto está por encima del orden.

Le permitimos a las tinieblas que nos haga pedazo, la familia, la congregación, una casa paterna, una red apostólica. Y eso no puede ser así. Vimos en Isaías capítulo 11 que la operación del espíritu de Isaías 11.2 reposa en un ámbito de paternidad. Lo vimos en Isaías 11.1. Había un ámbito de paternidad donde él reposaría para poder operar y poder cumplir la función que iba a cumplir.

Isaías 11.2 viene después de Isaías 11.1. ¿Lo viste? Vi que lo viste.

Si pudiéramos mencionar algunas cosas rápido. ¿Qué es el propósito eterno de Dios? Si no un padre trabajando para su hijo y un hijo trabajando para su padre. Primera de Corintios, capítulo 15, verso 24 al 28, dice que el padre le dio todas las cosas al hijo, pero al final de todo, el hijo se lo devolverá todo al padre.

Porque no había competencia, toda potestad me ha sido dada y una vez que haya sujetado todo, lo devolverá otra vez al Padre y se lo pondrá a sus pies. ¿Por qué casa paterna? Porque así fue soñado eternamente.

Menciónenme algunos pactos del Antiguo Testamento. El pacto en el Edén, el pacto adámico, ¿con quién fue hecho? Dios con Adán.

El pacto de Noé y de Leví. El pacto con Moisés, Moisés. El pacto con David y el pacto con Abrán. Y el nuevo pacto...

El padre con el hijo. ¿Dónde estamos nosotros? ¿En qué pacto estamos viviendo? En un pacto donde el ámbito es de un padre con un hijo y nosotros insertados para disfrutar su paternidad. ¿Qué es una casa paterna?

Es un ámbito. Es un ámbito eterno de realidad divina. para producir algunas cosas que intentaremos compartir ahora rápidamente. Lo siguiente no te pido que lo anotes, sino que lo escuches. La razón por la que se ha desvirtuado la paternidad es porque todo lo que fue creado por Dios con un uso apropiado Las tinieblas lo llevan a un abuso para que termine en qué?

Ya lo tienen que saber de memoria. ¿Sí? Uso, abuso, desuso. ¿Me siguen?

Ahora, ¿cuál es el diseño de paternidad? El diseño de paternidad es disfrutar de un vínculo saludable. El diseño de paternidad es disfrutar de un vínculo saludable, no romántico, no legalista, no impositivo, no abusivo, un vínculo saludable. Quienes disfrutan de un vínculo de paternidad saludable tendrán la habilidad de administrar regiones y territorios mañana. Tito, Timoteo, ¿qué sale de un vínculo saludable de paternidad?

Hombres para las regiones, porque Dios se provee de ámbitos de paternidad. Segundo, serán gente de gobierno en justicia, que funcionarán en un auditorio o funcionarán en la justicia, que funcionarán en un auditorio o funcionarán en la economía o en la educación o en el arte. Tienes que saber que si hay un ámbito en la casa de paternidad, De tus hijos saldrán gente extraordinaria para la gloria de su nombre.

Tienes que saber que si en la congregación hay un ámbito de paternidad, no serán subsidiados emocionalmente, serán gente de gobierno. Tienes que saber que si perteneces a una casa paterna, no serás una persona subsidiada emocionalmente, serás despertada, activada, limpiada, empoderada y posicionada en lugares de autoridad. Ámbitos de paternidad.

Proven gente de gobierno. No deben asombrarnos estas cosas. Los ámbitos de paternidad proveen Isaac, que sabe llevar su propia leña para su propio sacrificio.

No son los que te acompañan mientras les conviene, te acompañan aún cuando no les conviene. No teníamos un mango, Ceci, no teníamos un peso. Vení Jonathan, registremos aquel momento. Había un apóstol que era mejor, mejor que un doctor. para sacarte hasta la última moneda.

Una cosa espectacular. Y nos íbamos a escucharlo con Jonathan, era chico, ¿no? Siete años. Hijo, tenemos para el almuerzo. Vamos a comernos los dos juntos.

¿Vamos a la reunión? Salimos a la reunión y nos vamos a comer a un restaurante. El domingo a la noche celebramos el Día del Padre en la congregación. Y el mensaje que Dios nos dio es, Abraham, ¿quién es más importante para ti? ¿Tu hijo o tu Padre eterno?

Y el mensaje era el Padre eterno. Porque siempre uno sacrifica, la cuestión es a quién sacrifica. Si amo más a mi hijo, sacrifico a Dios. Pero si amo más a Dios, sacrifico a mi hijo. Y sacrificar a Dios significa cuando Dios me pide algo, pero yo le digo, tú sabes Dios, lo estoy sacrificando a Él.

Ese fue el mensaje del domingo a la noche. El lunes al mediodía fuimos a estar en Roneon. El apóstol que predicó terminó ministrando de Abraham a Isaac. Sacrifican a Isaac.

Y lo miro. Y él sabía lo que había en la billetera. Y él me dijo, sí, pa, vamos.

Y nos fuimos los dos. Y parecíamos a Brian Isaac. Los dos. Ahí va nuestra salida.

Cuando ya viví en los restaurantes, eso no te importa, pero cuando eso era el único. Y pasamos los dos y nos mirábamos. Y salimos del auditorio.

Y nos sentamos en el cordón, nos alcanzaba para una coca, las de vidrio, las botellitas chiquititas, y un pancho chiquito, un hot dog, un cachorro quente, chiquitito. Si querés te lo digo en francés, le panché. Seguimos, eh. Le dijo, mira hijo, no quedó nada, no quedó nada, solo te puedo decir que estoy feliz que lo dimos todo.

Y él me dice, sí, pa, y los dos disfrutamos ese pancho y esa coca. Ustedes no tienen idea en los restaurantes que Dios nos llevó a comer los dos juntos, todos estos años. Comiendo en hoteles de siete estrellas como en Sudáfrica y mirándonos a la cara y llorando como ahora recordando que Dios siempre tenga el lugar que tiene que tener. Un padre que ama a su hijo nunca lo pondrá en el lugar de Dios. Padre biológico.

Padre Pastor, Padre Apóstol, no se puede amar a un hijo más que a Dios, porque la mejor manera de amar a alguien es amándolo a Dios antes que a él. Provee este ámbito de paternidad verdadero Isaac, que se carga la leña al hombro. Pastor, ¿hasta dónde te acompañan tus discípulos? Cuando les conviene, identifica. Si alguien te acompaña hasta que les conviene, identifica, estás en presencia de un huérfano.

Porque cuando estás presencia de un hijo, él te acompañará, aunque él pierda también por causa del propósito. Pero saben una cosa, Isaac subió como hijo, pero volvió como conquistador. Porque Dios le dijo a Abraham, de hoy en adelante tu hijo poseerá las puertas de sus enemigos. Él subió como risa, pero bajó como conquistador. Porque los hijos que mueren contigo, porque los hijos que renuncian contigo, porque los hijos que renuncian no a tus caprichos, no a mis caprichos, no a tus sueños, no a mis sueños, sino a los sueños de Dios, a las demandas de Dios y mueren contigo, también contigo serán levantados a una dimensión.

A ti te llamarán Abraham y a él lo llamarán conquistador de las puertas de sus enemigos. ¿Por qué una casa paterna? Porque una casa paterna produce verdaderos sacrificios vivos.

Quienes disfrutan de un vínculo de paternidad saludable no tienen temor a la manipulación ni al abuso, no sospechan de intenciones. Por eso nunca llames a alguien a padre, nunca llames a alguien a padre. Si en tu corazón hay sospecha, tómate el tiempo, Dios no te condenará por eso. Dios no te condenará, tómate el tiempo. Necesitas un año, diez años, veinte años, tómate el tiempo que necesites.

Pero llames a alguien padre. si en tu corazón hay temor al abuso, a la manipulación, a la intimidación. Porque entonces la desconfianza siempre estará en el escenario de la obediencia.

Y cuando la desconfianza viene, no habrá obediencia. Eso lo tengo que resolver con Dios a solas. Con Dios a solas.

¿Por qué decimos siempre a alguien, tómate un tiempo para orar, caminemos juntos? Caminemos juntos, no te apresures, caminemos juntos. Porque un día se te pedirá algo que no tiene que ver con tu comodidad ni con tus beneficios. Un día se pedirá algo, como cuando le pedimos al apóstol Oviedo. El apóstol nos acompaña a Nueva Zelanda.

¿Sabe qué hizo él? El tipo nunca nos contó, ni a Javier ni a mí, que vendió su auto para ir con nosotros. Después de fallecido nos enteramos por la apóstol Nelly.

Yo no tengo agallas para pedirle a alguien que haga eso. No tengo. No tengo forma de pedirlo.

Ahora pregúntale cómo le fue al apóstol Nelly. Tiene mejores coches que todos nosotros juntos, porque Dios no es deudor de nadie. No le digas a tu pastor papá, si en tu corazón hay sospecha, antes de hablar la palabra, tómate tu tiempo, tómate tu tiempo.

Porque esto no se trata de vulgarizar la palabra. Esto no se trata de devaluar la palabra o destruir la palabra que es tan pura, que es tan pura. Yo sé, que sé, que sé, que cuando eso ha sido restaurado, la confianza es plena.

La obediencia no se le debe a nadie, una obediencia debida solo al Señor. Pero hay una confianza aquí adentro de que no seré abusado ni seré manipulado. Y eso aquí adentro, hermano, tiene un...

peso de seguridad y un peso de autoridad espiritual porque el que es enviado no va con la capacidad de sí mismo, va con la autoridad de aquel que lo envió. Y cuando alguien va con la autoridad del que lo envió será sorprendido porque la misma autoridad que reposa en aquel que envió también estará en su vida para la gloria. ¿Y sabe cómo se llama eso?

Ruptura de individualismo. Cuando se crece en un vínculo de paternidad saludable, no hay problema de entregar su intimidad como Timoteo para ser circuncidado. Todos para conquistar el favor de otro muestran lo mejor, un hijo no.

El vínculo no se construye sobre apariencias. Los vínculos se construyen sobre honestidad, sobre sinceridad, sobre verdad. Esa es nuestra Pascua en el Señor.

Si estás delante de un verdadero padre, no le importan... A tus logros le importa tu realidad interior. No intentes impresionar a alguien que vas a considerar padre.

No intentes impresionar con los logros porque a él no le importará. Porque lo que a él le importa es lo que está por dentro de él. pasando dentro tuyo, no lo que estás logrando externamente.

Porque hay árboles que están de pie, pero están secos por dentro. No necesitamos impresionar, no necesitamos demostrar. Papá, dime si no es verdad.

¿Cuál es la gloria que puedes disfrutar de tus hijos? Que te cuenten los logros, los autos que se compraron, el trabajo que tienen, el salario que tienen, o que tú lo veas lleno de Dios por dentro, lleno de vida, aunque todavía anda en una bicicleta, pero lo ves con... con una bicicleta pero feliz, los ve viviendo la realidad de Dios, la gloria de nuestros hijos no está en las cosas que poseen sino en la realidad del Hijo de Dios en ellos, aunque a veces no tengan las cosas que desean porque un padre no está mirando lo que miraría el vecino de la esquina mirando lo que se compró el hijo del pastor Hernán no Un padre está mirando cómo está su hijo, cómo está su corazón.

¿Cuáles son nuestras preguntas a nuestros hijos casados? ¿Cómo está tu matrimonio? No importa que vengan con un coche cero kilómetros.

¿Cómo está? ¿Por qué te importa lo que pasa adentro? Si estás delante de un padre, nunca intentes impresionar con los logros, porque él quiere tomar tu intimidad para circuncidarla y para que Cristo sea real en ti.

Si Cristo no es real en ti. Nada funcionará en tu vida con padre o sin padre. Señores, tener un padre espiritual, como tener un padre biológico, como tener un padre apostólico, no garantiza tu éxito si aquí adentro estás muerto.

Podés estar con el mejor apóstol, el mejor pastor, con el mejor papá. Si aquí estás muerto, hermano, aunque estés con el mejor de todos, terminarás como Judas entregando tu cabeza en la horca. Por eso lo importante no es la apariencia, sino la realidad del corazón.

Estoy mal, papá, estoy mal, estoy mal, me siento mal. ¿Saben la gloria de eso? Cuando podemos orar juntos por lo que está pasando. Lo que pasa es que yo no me saco foto con las personas que charlo. Pero todos los días, en todo lugar, son horas y horas y horas y horas de conversaciones que nadie sabe.

Que piensan que son viajes, ¿quién me acompañó? un viaje sabe que son días y días de conversaciones porque la gloria de nuestro ministerio no está tanto en lo público sino en el tiempo con un hijo que podemos charlar de lo que está pasando aquí adentro pastor no es tan importante lo que pasa en el púlpito en el buen sentido de la palabra me refiero me refiero a a que conoces la intimidad de los que están con vos Los conocés, olés, los olés. Mmm, aquí estoy oliendo a algo. Los conocés, los conocés porque ya conociste su intimidad.

Ya los conociste. Y sabe, entre un padre y un hijo... La intimidad nunca cambia la realidad de la verdad que los unió.

Un huérfano se esconde, un hijo jamás. Había nacido hacía poco tiempo Samuel. Cari se quedó en casa.

Meli se quedó con Cari para ayudarla y Johnny vino conmigo. Y me dijo la apóstol Kari, por favor, que Jonathan no se ensucie. Se está llevando la ropa limpia, la ropa nueva. Y nosotros teníamos la congregación en calles de barro. Cinco años, seis.

Sí, más de eso, no. Algunos ya lo escucharon como 40 veces. 41 no te hará daño. Se vino conmigo. Lo cuidé hasta que subí a predicar.

Subí a predicar, lo perdí en el radar. Y nunca faltan esas hermanas. que siempre quieren descalificarte de alguna manera y si pueden descalificarte por medio de tu hijo, lo van a hacer. Y entonces vino 190 kilos de legalismo, así de grande era el hombre, y me dice así, pastor, su hijo estaba tirando piedra en la casa del vecino. Y cuando estaba tirando piedra, yo lo reté y se cayó en el barro.

Está todo sucio. Me la presentó dramática para que yo lo mate. Y le dije, ¿dónde está? Está en la cocina. Y lo que duré en llegar a la cocina, que sería de aquí adelante...

Voy maquinando todo lo que la hermana me había dicho y cuando llego adelante lo miro a él. Sí estaba con la ropa embarrada. Lo miro a él en un rinconcito. Lo que le habrá dicho Satanás por la boca de la hermana. Lo tenía ahí arrinconadito.

Lo primero que me pasó fue, ¿por qué si se ensució no vino a mí? ¿Por qué si se ensució no vino a mí? Y lo miré tan arrepentido, pues sí, también yo salí, papá. Lo que vos dijiste que nunca le dirías a tus hijos y ahora se lo decís. Te entregué.

Y fui y lo abracé. Y salimos de la reunión y había una hermana haciendo choripán. Choripán es carne con chorizo. Es portugués, bueno, Marco. Estoy tratando de ayudar, pero no me ayudan ustedes.

Eso. Explícale, Javier. Le panché. Y le compro un choricinho y me lo subo al coche y nos vamos los dos, riéndonos y charlando. Cuando hicimos como cinco cuadras, seis cuadras, el Señor me habla y me dice, esto es misericordia y gracia.

Misericordia es no recibir lo que se merece. Y gracia. es recibir por encima de lo que se merece. Y ahí aprendí en 1994 con él que era misericordia y gracia, pero también aprendí con él lo que era legalismo.

Porque hay una gran diferencia. Entre un hijo que se expone y un huérfano que se esconde. Y tiene que ver con la operación del legalismo.

El legalismo nos lleva a escondernos. La paternidad nos lleva a exponernos. Con total libertad, sabiendo lo que eso puede representar. Habrás alguien que tenga al lado tuyo y diré, no es tiempo de escondernos. En ámbitos.

Y el Señor, los que crecen con vínculos saludables aprenden a pensar con mentalidad de hermanos y casa y no de hijo único. La casa destruye la mentalidad de hijo único. Aprendimos con el unigénito que se transformó en el primogénito para hacernos a nosotros participantes de nuestro padre. La familia nos enseña a disfrutar de que aunque seamos tratados como los únicos, somos parte de muchos hermanos.

Los hijos que crecen en ámbitos saludables reproducen mejores casas paternas cuando han tenido modelos. Las casas paternas no son una camisa de fuerza para frenar la fructificación de un hijo. Las casas paternas son reproductoras de casas paternas.

cuáles son las maternas, cuál es la gloria de la familia Gorjón, es que también se reproduzca Rodrigo en otra casa y se reproduzca Esteban en otra casa. Y cuando nos querramos acordar de una casa... salieron muchas casas. ¿Sabe cuál es nuestra oración?

Lo fue en unge, lo es ahora en Cristo, tú haces todo nuevo. Es que se reproduzcan muchas casas. Por eso oramos al Señor por la casa paterna.

Somos llaves de David y lo que va a pasar. produciendo esta casa extraordinaria, orando por Punto Cero, orando por diferentes casas paternas que se van levantando, como la casa Mang, porque el sentir no es ver cómo nosotros controlamos, manejamos todo, porque esto no es un imperio. personal, es ver hombres y mujeres creciendo de verdad, produciendo fruto, cuidando de pastores y produciendo una casa paterna con ellos. ¿Cuál es el problema? Que mañana de todos los que somos hoy, todos se reproduzcan en más casas paternas.

Mañana el pastor Lito... podrá tener, el pastor Zahir podrá tener, muchos de los que están aquí podrán tener. Y esa es la gloria, la reproducción de casas que representan un modelo eterno. No es cómo asfixiamos a alguien, sino cómo formamos padres. Dios no me llamó a mí, y lo dije en el 2011, Dios no me llamó a mí a formar hijos, porque hijo se es o no se es.

Lo que Dios nos llamó a formar en la casa paterna y en la reunge es formar padres. Padres, padres, padres, padres, padres responsables, padres comprometidos, padres serios, padres representativos, padres en verdad, padres en justicia. Padre en amor, padre en misericordia, padres en rectitud, padres modelos que puedan reproducir su paternidad en nuestra generación y que mañana haya 20, 30, 50, 100, 200 casas paternas saliendo porque, ¿sabes? Yo tengo los días contados. Los días están contados.

Yo no podré vivir un día más de lo que ya está establecido. ¿Y sabe cuál va a ser la gloria? Haber dejado centenares de casas paternas sembradas en todo el mundo. Porque si Dios no tiene problema de compartir paternidad con su Hijo, ¿por qué nosotros tenemos problema de compartir paternidad? El que fue llamado Hijo en Isaías 9.6 también fue llamado Padre.

¿Cuál es el gozo de agarrar a Meli y decirle tu papá te está llamando? No, yo soy más que tu papá, vení conmigo. No, no, yo no me relaciono con pastores que están trabajando, con padres apostólicos que trabajan conmigo.

No lo hago, por respeto al Padre, por respeto al Padre. Porque sé lo que representa el trabajo de un padre espiritual. Sé lo que eso representa en la tarea que se le ha asignado.

Nunca me he comunicado con tus hijos. Si tengo que entregar una palabra, hablaré primero con ustedes. Nunca lo he hecho con ustedes.

Cada vez que Dios me dio una palabra para Rodrigo, primero se la entregué a ustedes. Porque no se puede entrar a la casa de otro padre para hacer lo que uno quiere. Yo no puedo por ser el padre de Jonathan entrar a la casa y sacarle a Meli, sacarle a Agustín.

No, pero yo soy su autoridad. No, porque autoridad no quebrante el principio de autoridad. No, el principio de autoridad no se toca. Ningún pastor puede acusarme aquí de tener yo relaciones con sus ovejas. Ninguno, ninguno podría denunciarme a mí que yo estoy trabajando por detrás con él.

Ninguno, ¿saben por qué? Porque el principio de paternidad no significa autoridad sin límites. No, no, toda autoridad tiene límites.

La única autoridad limitada es la de Dios. Entender el principio de paternidad es entender el respeto a los padres que Dios va formando. Y oro al Señor que los pastores que están aquí hoy, si la gracia del Señor les da entendimiento, mañana se transformen en hombres y mujeres que planten iglesias, que abran congregaciones, tengan hijos a su cargo, que puedan cuidar, que puedan amar como fueron cuidados, como fueron amados, como fueron ministrados por la palabra de verdad y que mañana Dios haga de ellos apóstoles más grandes, pastores más grandes, profetas más grandes y casas paternas más grandes porque esto no es competencia. Hay ganancia cuando las casas paternas se multiplican en todas partes. Hay ganancia.

No hay problema. Quiero reiterar la frase que está enfrente para terminar. No sé si pueden volverla a poner, por favor, la frase. Una casa paterna según Dios no es un lugar donde el padre espiritual es el centro, pero sí el padre es el principal administrador. No, no, un padre espiritual no es un dueño de la gente, pero es el principal administrador.

¿Para qué? Para garantizar el orden y la eficacia para la continuidad del Evangelio en las próximas generaciones. Para garantizar el orden y la eficacia para la continuidad del Evangelio en las próximas generaciones.

¿Por qué hablamos de administración? Quisiera terminar aquí con ustedes con Primera de Corintios, capítulo 4, verso 14 al 21. ¿Por qué hablamos de administración? Porque es incompatible en la mente de algunas personas, familia y administración. Es incompatible. Para algunas personas, familia es una cosa y administración es otra.

Y eso es un grave error. En nuestro pastorado y en nuestro apostolado, Dios nos dio gracia de relacionarnos con mucha gente y les pido que me den toda su atención, porque intentaré expresar algo que lo vemos todos los días. O somos una administración o somos una familia.

Y algunas organizaciones se han vuelto tan administrativas que perdieron el espíritu de familia. Y algunos se han vuelto tan familia que no van a ningún lado, porque todo es tan vulgar, todo es tan familiar, todo es tan como cada uno quiere. ¿Por qué hablamos de familia real?

¿Por qué hablamos de familia con carácter institucional? Porque es una familia y siempre será una familia, pero es una familia bajo administración. No es una familia de cualquier forma.

Abraham tenía contado los 318, alguien diga conmigo los 318. ¿Cómo sabía que eran 318 y no 319? Porque había administración. Donde no hay administración no sabe lo que hay. están entendiendo.

Sin administración no se sabe lo que hay, no se sabe lo que se tiene, no se sabe con lo que se cuenta. Sin administración no hay dirección, sin administración no hay orden, sin administración no se puede alcanzar ningún resultado. Abraham no tuvo que convencer a los 318, se tomó la determinación, hay que ir a rescatar a Lot. ¿Qué dijo Abraham? Vamos a buscarlo.

Los 318 estaban listos para ir porque eran 318 nacidos de la casa. Eran 318 no nacidos de la tienda de Abraham y Sara. No eran nacidos de un cuarto íntimo, eran nacidos en un ambiente. Eran nacidos de un ámbito de paternidad. 318 nacidos en la casa, no en la tienda, en la casa, en el ámbito de paternidad.

Y cuando hay administración hay contabilidad. Donde hay administración, hay dirección. Donde hay administración, hay efectividad. La administración no atenta contra la vida familiar.

Y la vida familiar no atenta contra la administración. Porque la administración y la paternidad son dos cosas que van de la mano para que Dios pueda contar con nosotros. Necesito rescatar a Lot. Cuenta conmigo, Dios. No pudieron cinco reyes, pero yo con 318, nacido de mi casa, puedo rescatar.

Porque una administración ordenada, apostólica, familiar, puede lograr lo que cinco organizaciones de multitudes no pueden lograr. ¿Cuánto vale una familia administrada, ordenada, procesada en el principio de la institucionalidad? No como una camisa de fuerza que se le pone a una persona, sino como alguien que madura en la vida de Cristo y ahora entiende el principio de autoridad, pero lo entiende por la vida que opera dentro de él, no porque alguien le quiere poner una presión. No, nosotros lo que andamos identificando son seres institucionales, hermano. La madurez no es algo que tiene que ver con versículos bíblicos, la madurez tiene que ver con cómo se desarrolla una vida institucional.

Y una vida institucional es la expresión más pura de la realidad del Hijo de Dios en la vida de un creyente. Porque nunca la paternidad de Dios atentó contra la desobediencia de Jesús. Y Jesús, por el amor al Padre, nunca atentó contra la obediencia al Padre. Lo que me has pedido, lo he hecho. Cuando el carácter del hijo crece, la institucionalidad se vuelve cada vez más clara.

No es algo de aquí, es algo de aquí. Es algo de aquí, en el espíritu. Dios está edificando en ámbitos de paternidad un carácter institucional. La seriedad de poder decir, te entrego, Efesó. Pablo, ¿vos estás loco?

Pablo, ¿vos no conocés el carácter de Timoteo? ¿Cómo le vas a entregar donde estaba la diosa Diana de los Efesios y el mundo financiero de Asia? Sí, no, no, no, no, no, tiene que ver con tu persona, tiene que ver con el que te envía. Tiene que ver con tu persona. Tito, te dejé en Creta para que corrijas lo deficiente.

Y estableceme ancianos. Porque si algo se va a corregir, tiene que ser sustentado por ancianos después. Porque los ancianos van a velar que lo que se corrigió no se vuelva a torcer.

La paternidad espiritual, hoy me decía una de las pastoras que estaba aquí, uno de los matrimonios de pastores que están aquí, me dice, nosotros venimos de un sistema donde todo era paternidad y honra, paternidad y honra, paternidad y honra, paternidad y honra. No, señores. No, no, no, no tiene que ver con eso.

No, si pudiera quitarle la palabra, le pondría esta palabra, paternidad destruye individualismo. Paternidad mata individualismo. Apóstol, no sea el ministerio que yo tengo, no me interesa hermano. Si no tenés vida de cuerpo, esto no sirve.

La vida de cuerpo es más importante que tu ministerio. Es más importante que cualquier ministerio personal. La vida de cuerpo tiene más poder y autoridad que cualquier hombre que se crea súper ungido con los dones y los talentos más grandes. Porque después de la cruz, lo que está es una vida corporativa. Después de la cruz no es mi ministerio, es su cuerpo y la gracia que Dios nos dio a favor de su iglesia.

Primera de Corintios 4, 14 al 21. Gabriel, me ayudás, papá. Primera de Corintios, capítulo 4, verso 14 al 21. Papá, ordena tu casa y Dios se proveerá de tu casa. Pastor, ordena la congregación.

Dios se proveerá de los hermanos, gente poderosa, para el auditorio, para las empresas, para la política, para la economía, para el arte, para el deporte, para la salud. Ordena tu casa, no tengas miedo. Si Dios te ha dado gente, no negocies el orden por la multiplicación, porque la multiplicación desordenada es pan para hoy y hambre para mañana. Todo lo que crece desordenado se perderá con el tiempo.

Apóstol, si Dios te ha dado autoridad sobre pastores, trabajemos en el orden, no lo impongamos, pero descubriremos en el orden quién es Dios nos ha asignado y quién es Dios no nos ha asignado, porque uno tiene autoridad sobre los que puede producir orden. Uno no tiene autoridad sobre el que te dice apóstol o sobre el que te dice papá. Uno tiene autoridad cuando vas a un lugar y la persona te dice si hay algo que corregir, por favor, decime.

Y hay momentos que vos tenés que decir, mirá, ¿sabés qué? Estás durmiendo con el enemigo. Y hay otros momentos que no te queda por qué decir como Bernabé, este lugar está lleno de gracia.

Sea reconocer un enemigo en la casa o reconocer la gracia, la tarea de la paternidad es hermosa. Pero uno sabe que es padre, no porque te llaman papá, sino porque puede ordenar, colaborar. Uno no lo ve todo, no existe un apóstol que lo vea todo, no existe un profeta que lo vea todo.

Pero hay algo más que uno puede ver. Por la operación de su gracia, por la operación de su bondad. Las últimas dos décadas se ha banalizado la palabra papá, la palabra paternidad.

Algunos abusando de ella, otros cerrándose a ella. Está en el marco del hombre viejo, señores. En el nuevo hombre.

La paternidad se ha vuelto un ámbito para proveerle a Dios lo que Dios quiere. Tengo que leerles esto y después decirles para finalizar la diferencia de un tutor y un padre. ¿Se anima? Primera de Corintios capítulo 4, por favor. Hernán, ¿quieres ayudarme?

Verso 14 al 21, ¿lo podés leer? Sí, por favor, si querés leerlo. No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos amados.

Porque aunque tengáis diez mil años en Cristo, no tendréis muchos padres. Pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del Evangelio. Por tanto, os ruego que me imitéis. Por esto mismo, os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias. Mas algunos están envanecidos, como si yo nunca hubiese de ir a vosotros.

Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos, porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder. ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara o con amor y espíritu de mansedumbre?

Esto describe... Que Pablo no apelaba a la paternidad de todas las iglesias. Solo apelaba a la paternidad cuando había que ordenar. Porque cuando somos todos hermanos, ¿quién ordena? ¿Quién le pone la cascabel al gato?

No, somos todos iguales. Conozco esta canción a nivel global. La conocí en África, en Europa, en Asia, en Oceanía, en América del Norte, América Central, América del Sur. Somos tan iguales que nadie puede ponerle la cascabel al gato. Los vínculos de paternidad hoy están muy corrompidos.

Se han vuelto un vínculo de dinero para justificarle a otro que yo estoy bajo cobertura. Si me conviene darte el diezmo porque yo después pueda contarle a los demás que yo doy el diezmo. No, yo estoy bajo la cobertura de... yo trabajo con...

yo estoy... ¿Y qué garantiza eso? No, garantiza que yo estoy bajo autoridad. No. Si no tiene acceso a mi intimidad, yo no estoy bajo cobertura.

Si no tiene acceso a mi intimidad, no. Son solo trámites institucionales. Son solo trámites institucionales. ¿Sabe cuál es el peor mal aliento? No es el mal aliento de dientes picados.

o de comida que se está repitiendo. El peor mal aliento es cuando querés demostrar que sos algo que no sos y no tenés lo que se necesita para abrir el corazón y decir, estoy pasando por esto. Pablo aquí va a hacer una obra tremenda y muy fuerte.

Verso 14 No escribo esto para avergonzaros, sino para molestaros como a hijos míos. Diga conmigo, hijos míos. No, no, fuerte, fuerte, hijos míos.

Míos, fuerte, fuerte, míos, míos. ¿Sabe qué significa míos? ¿Sabe qué significa míos? No te metas con él porque él es mío.

Pero no es mío en términos de propiedad, señorío y gobierno. Es mío en términos de responsabilidad. No lo toques. A muchos de ustedes les pedí no vayan a determinados lugares porque no quiero que se expongan en determinados lugares donde te quieren usar porque no son míos en términos de dominio. Yo no morí por vos, él murió por vos, pero Dios me lo dio para que yo vele por su vida.

Y no te digo que no vayas porque no te quiero, sino porque Dios te ha dado. Para nosotros eres mío, mío, hijos míos amados Porque aunque tengáis 10.000 años, 10.000 tutores, ¿sabes qué es un tutor? Un tutor es alguien que te enseña para tus intereses.

Un tutor se paga, un tutor se contrata. Hago un curso de tutoreamiento sobre esto. Un tutor es alguien que te enseña sobre algo, pero nunca se interesa sobre lo que está pasando en tu interior.

Un tutor te da herramientas, te facilita herramientas, te da hojas, te da carpetas, te da estudios. Pero nunca se preocupa si lo que estás edificando es conforme al modelo. Un tutor se puede enamorar de tu diseño, se puede enamorar de tu talento, se puede enamorar de tu ministerio.

Pero a él no le importa lo que está pasando dentro de tu interior, él nunca te confrontará, él nunca te predicará para hacerte quebrantar delante del Señor. No es lo mismo un tutor, no es lo mismo un ayo, no es lo mismo un padre. es lo mismo. Tutores se pueden tener muchos. De hecho, yo soy tutor de varias personas que por propósito nos conviene ser tutores de ellos.

Porque en el propósito nos encontramos para cumplir un rol y una función. No todos a los que yo voy, voy porque son mis hijos. Muchos de los que voy, voy porque en el propósito del Señor conviene que esté allí por causa de la verdad que nos fue entregada. Pero no es lo mismo tutorear a alguien, mentorear a alguien, que ser padre de alguien. Los intereses son totalmente diferentes.

Por esto mismo os he enviado a Timoteo. Diga alguien conmigo, por esto mismo os he enviado a Timoteo. ¿Podés ayudarme Hernán?

Escuche lo que va a leer ahora y preste atención a lo que va a decir Pablo en este momento. Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es que, que es que, mi hijo amado. Pero lo llamaba hijo amado a todos, eh.

Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y que, fiel en el Señor, el cual os recordará qué cosa. ¿Sabe qué es un hijo? Alguien que conoce el proceder de su padre.

Un hijo no es un vínculo ministerial. Esto no es andar tirándose mis y rejuntando hijos por todos lados. No, el hijo sabe cuál es el proceso.

No, mi papá no haría esto. ¿Cómo haría esto mi papá? ¿De qué forma lo manejaría él?

Preguntas importantes de un hijo que conoce el proceder de su padre. En determinado momento, ¿cómo actuaría mi papá sobre esto? Porque de alguna forma el padre se transformó en un modelo para su propio hijo. Cuando él tiene que enviar a Corintio, él no envía a Pedro. Él no envía a Apolos.

Él es quien envía a Timoteo. ¿Por qué? ¿Qué conocía Timoteo?

¿Cómo? cómo era su proceder. Timoteo no se iba a anunciar él, Timoteo iba a recordarle a los corintios cómo era el proceder de Pablo. ¿Te das cuenta que un hijo no es un huérfano? Porque el huérfano hace su negocio.

¿Se acuerdan lo que hizo Giesi? Cuando Eliseo rechazó la ofrenda. ¿Qué hizo Giesi?

Fue a buscarla. Es que para Eliseo, Elías era su padre. Pero para Giesi, Eliseo era su tutor. ¿Por qué estamos juntos?

¿Porque nos conviene o porque Dios nos unió? Los huérfanos siempre se juntan por intereses personales. Los hijos no son así. Lea Salmo 127. Dice que los hijos están a la puerta con su papá en el día de los enemigos. En el día de los enemigos, los hijos están con su papá.

Señores, esta noche nuestras congregaciones se sumergen en un ámbito de paternidad extraordinaria. Donde muchos dirán, ¡qué poca gente! 100 personas, 200 personas, 500 personas, 50 personas. Sí, pero cada uno de estos vale lo que vale Timoteo.

Porque no es la cantidad en primera instancia, es la calidad de entrega, porque cuando te das vuelta no estás solo nunca, tenés un arsenal atrás que te está diciendo, ¡entrá papá que entramos! ¡Entrá que entramos! ¡Juntos! No fue poca cosa decir hoy que éramos 1.600 de esta casa paterna, gritando todo, aquí estamos.

Y yo nunca mencioné nuestra casa paterna allí. Tampoco mencioné la Redunge, porque no estamos para promocionar, sino para mostrarlo como realidad. Para mostrarlo como realidad.

Hermano, vos sabés quiénes son hijos. Porque están ahí. Están ahí, están ahí, se la juegan con vos. Hermano, hoy vino un hermano de entre nosotros que está padeciendo una lucha en su cuerpo y me dice, apóstol, tengo con mi esposa mil dólares guardados, quiero entregártelo para que lo puedas usar para la pichica. Y yo dije, no.

Y después dije, sí, sí. Y algo me decía, no lo aceptes. ¿Cómo haces a formar ese tipo de personas? ¿Cómo se hace?

No, solo si es hijo se carga la leña al hombro y va con vos. Solo si es hijo. ¿Saben?

Nunca tomamos una decisión consultando cuántas congregaciones somos. Mira, si repartimos en parte iguales, si ponemos 50 cada uno, si ponemos 10 cada uno, no. No, no, porque cada uno sabe lo que puede. Y lo que estamos buscando, en definitiva, tampoco es dinero.

Lo que estamos buscando es un corazón que participa de lo mismo. Te voy a enviar a Timoteo, segunda lección importante. Quien es hijo, recibe a los hijos enviados. Porque Pablo no dejó lo que estaba haciendo camino a Éfeso para ir a Corintio. Ser padre espiritual no es estar en todo lugar.

Ser padre espiritual es estar donde Dios quiere que estemos. Pero se puede estar en todo lugar por medio de los hijos. No fue Pablo a Corintio, le dice quiero estar con ustedes, primera de Corintio 16, quiero estar con ustedes, quiero estar con ustedes, cuatro veces le dice quiero estar con ustedes, ¿saben lo que le termina diciendo?

Pero quiero decirle que no puedo, porque se me abrió puerta grande y eficaz y muchos son los adversarios en Éfeso. Apóstol, si usted puede venir. O si no, mándenos a alguien.

¿Sabés en presencia de quién estás? Es un hijo. ¿Por qué sabes que si no va a vos y va a un hijo llamado Timoteo, es exactamente lo mismo? ¿Saben cuántas veces no he respondido a agenda y fue el fin de una relación? Y me alegré, me alegré, porque yo no vivo para responder a las agendas de los hijos.

Los padres no responden a la agenda de los hijos, son los hijos que responden a la agenda de los padres. Y el padre no responde a su agenda, el padre responde a su agenda. Si hay algo que Dios nos ha dado por gracia del Señor es no manipular las emociones de nadie prometiendo algo que jamás vamos a cumplir. Hay pastores aquí...

Que ni siquiera una sola vez fui a su congregación como Daniel y Eva, ni una sola vez, ni una sola vez. Y no faltan a una convocatoria que hagamos, ni una sola vez. Nunca fui a su congreso. Porque nuestro vínculo nunca se comercializa.

Porque nuestro vínculo tiene que ver con una agenda divina. Los tutores van detrás de los estudiantes, los hijos van detrás de los padres. Moisés no fue detrás de Josué, fue Josué detrás de Moisés.

Eliseo siguió a Elías, Timoteo siguió a Pablo. Pasaron muchos años hasta que empecé por primera vez la congregación de Alan y Jackie. Muchos años.

Hasta que pisé por primera vez la congregación de Fabián Suárez. Y la historia podría continuar. Imagínense, no estuve en el cumpleaños de mi nieta, voy a estar en tu aniversario. ¿Me entiende? ¿Está mal, Gabriel?

Porque si vamos a construir un vínculo, tiene que ser sobre la sinceridad. Ahora te digo algo, si yo no puedo ir, cuando te envía Javier Uboldi, recibelo como a mí mismo. Cuando te envía Hernán Bogdán, recibelo como a mí mismo.

Cuando te envía Alito, cuando te envía Zair, cuando te envía Daniel, cuando te envíe, te envíe, te envíe, recibelo como a mí mismo. Porque cuando enviamos a alguien, queremos garantizar. El que va, dejará algo extraordinario sobre la casa. Terminará todo como debe de terminar en el propósito glorioso del Señor.

No enviamos a nadie para sacarnos de encima a alguien. Enviamos porque estamos seguros que lo que porta va a producir una revolución a favor de la casa. Por lo tanto...

Puedes invitarnos, pero si no podemos ir, recibele a Timoteo como a mí mismo, porque él te enseñará nuestro proceder en Cristo. ¿Quieres ponerte sobre tus pies, por favor, para que creas que estoy terminando? Yo funciono al revés.

Frente al cansancio, yo tengo más pilas. Ya sabemos. Yo no soy como las personas que se cansan y...

Pero iré pronto a verlo si el Señor quiere. Verso 19, pero iré pronto a veros si el Señor quiere, y conoceré no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos. Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.

¿Qué queréis? Iré a vosotros con vara o con amor y espíritu de mansedumbre. Días atrás, los pastores que están aquí recibieron una carta. Donde expulsamos a un matrimonio con toda la gloria aparente de su congregación.

Y fue con vara. Fue con vara. Es verdad lo que decía Jonathan del Dedito.

Cuando este dedito funciona, significa que algo se terminó. Es muy difícil que yo termine una relación con alguien porque camine o no conmigo, da igual, somos hermanos en Cristo. Pero cortar a alguien de la realidad corporativa es otra cosa. Y entregar a Satanás a alguien para que aprenda a no blasfemar es otra cosa.

No tenemos problema con los errores, mil errores, vamos por mil más. Pero cuando alguien elige el engaño, el corte entra en acción. Iré con bala o iré con espíritu de mansedumbre, ustedes deciden, dijo Pablo. Y luego saca una lista de cosas que los hermanos de Corintio estaban haciendo.

Y Pablo dice, pero no es un problema esto, porque si nos bautizamos en Cristo y nos bautizamos en su cruz, tendremos una segunda carta de Corintio que será totalmente diferente para la gloria de su nombre. ¿Sabes lo que me impresiona de Pablo en este aspecto? Pablo nunca sacó chapa de paternidad sobre una congregación fuerte y saludable, nunca. Porque él nunca se montó sobre los resultados de otro para definir sus logros particulares, nunca.

Quien se para sobre los logros de otro es un miserable. No, no, yo, yo que tuve que ver con Chacón, yo no hice nada, solo una palabra, un consejo, una oración, yo que tuve que ver con Sin Frontera, una palabra, jamás me han visto posicionarme sobre los resultados de ustedes, jamás. ¿Saben por qué? Porque es muy miserable montarse sobre los resultados de otro con el título de papá.

Aunque sepa cuál es nuestra función, es suficiente. Mientras sepa cuál es nuestro rol, ya está. Sí sacaré título de paternidad si hay desorden. Me enteré que... Para, para, para.

No somos iguales. Dios me puso en tu vida como papá. Vamos a arreglar esto. Esto no puede seguir de esta manera. Esto tiene que ser corregido.

Esto tiene que ser tratado. ¿Saben la cantidad de congregaciones que nos presentan como papá? Nunca sacamos chapa.

Eso no es paternidad, es una casa paterna. ¿Quieres levantar tus manos por un momento? Por favor, restauremos el diseño. Restauremos el diseño. Restauremos el diseño, dejemos de negar, porque mientras nosotros callamos esta verdad, el abuso sigue teniendo poder y los huérfanos se siguen multiplicando por el abuso.

Pastor, no tengas miedo de hablar de paternidad, porque otros hayan abusado de eso. Porque mientras tú te callas, el abuso sigue multiplicándose y el abuso produce huérfanos. Huérfanos por todos lados. No, yo no voy a hablar de paternidad porque no quiero que me confundan. No, no, te van a confundir si no lo sos.

Pero si lo sos, no dudes de decir. Hay que estar muy seguro de lo que se es para decir, os ruego que me imitéis. Vamos papá, vamos papá, en casa, parate delante de tus hijos, miralos a la cara, miralos a la cara, miralos a la cara y decirle, imítenme, imítenme, como respeto a su madre, imítenme. como los respeto a ustedes imítenme como vivo este evangelio imítenme como me doy por entero imítenme imítenme y si ven algo malo en mí oren por mí para que lo pueda corregir para que pueda ser un modelo integral para ustedes un padre no es alguien que te pide los diezmos un padre es alguien que te dice quiero que me imites yo no te voy a dejar un coche te voy a dejar un modelo un modelo Te voy a dejar un modelo, yo no te voy a dar un auditorio porque hay gente que no tiene problema de pagarle un auditorio a un pastor Que el pastor se pague solo su auditorio Porque lo que fuiste llamado no es a pagarle el auditorio, lo que fuiste llamado es a mostrarle un modelo Se necesita Ser para pedir y decir, imítenme. Papá, después de estos días, corrige lo que debas corregir en tu propia vida.

Y después ve a tus hijos y deciles, imítenme. Porque tus hijos tienen muchos errores como los tuviste tú. Pero ¿sabes cuál es la diferencia de ti a ellos?

Es que tal vez tú no tuviste un modelo, tú no tuviste un estándar. Ahora tú eres su estándar. Y si te equivocaste en algo, ve y diles, yo me equivoqué.

Ve y dile, no tengas miedo, porque nunca reconocer un error es perder autoridad. Ve y dile, no supe ser papá, no supe ser pastor, no supe ser un hombre de Dios. Se necesitan hombres que esta noche digan, sed imitadores de mí como yo de Cristo.

Se terminó el tiempo de decir, no me mires a mí. Seguió el tiempo, Dios nos está provocando, papá. Dios nos está provocando en casa, en la congregación, como padres apostólicos, como apóstoles, decirle a la nación, sed imitadores de mí. Como yo de Cristo. Los papás que están aquí, levanten sus manos, los papás, no las mamás, los papás que están aquí.

Esta noche hagamos un voto delante del Señor, no con ofrenda, no con finanza, no, no, con el corazón. Delante del Señor. Señor, yo quiero representarte dignamente. No quiero abusar del derecho de paternidad, pero tampoco quiero ser corto en la responsabilidad de paternidad.

Quiero decirle a mis hijos, mírenme, soy lo que soy por la gracia de Dios, mírenme. Y producir en casa hijos que continúen lo que Dios nos mandó a hacer a nosotros. Porque se acabó el tiempo de entregarle a nuestros hijos, a nuestros pastores.

No, nosotros hermanos vamos a sacar un liderazgo de primera línea de nuestras casas. Nosotros como papás vamos a sacar un liderazgo de primera línea de nuestra casa. Y cuando pase Pablo le entregaremos a Timoteo.

Y cuando pase Pablo le diremos, aquí está, acá lo tiene. Necesita un Timoteo, acá lo tiene. Porque han hecho la tarea en casa. Porque los timoteos se forman en casa y se terminan apostólicamente.

Ten tu mano alzada, papá. Dios está restaurando paternidad en todas sus formas. Adora al Señor, Iglesia.

Posicionados en Él para representar dignamente Su paternidad, ámbitos de paternidad en casa, ámbitos, habla, habla, habla, habla sobre tu casa, ámbitos de paternidad, ámbitos de paternidad, ámbitos de paternidad en casa, ámbitos de paternidad, ámbitos de corrección, ámbitos de impulse, ámbitos de empuje, ámbitos de inspiración, ámbitos de modelaje, ámbitos de provisión. Mi casa se vuelve un centro de provisión para Dios. Y casa se vuelve un centro de provisión para Dios. Tu casa se vuelve un centro de provisión.

Llevará un año, cinco años, diez años. Pero Dios visitará tu casa para tomarte la provisión de lo que le has preparado para Él. Porque están en tu casa, porque Dios te lo dio.

Pero son de Él. Son para Él, para lo que Él quiere. Los padres no ponemos nuestro deseo sobre nuestros hijos. Los padres ponemos el deseo de Dios en la vida de ellos.

Y los veremos florecer como una extensión de casa. Porque Franco puede estar viviendo en Estados Unidos, pero es la extensión de casa. Porque no importa la distancia, es una extensión.

Porque Rodrigo es una extensión de casa. ¿Saben? A veces tenemos a alguien durmiendo bajo nuestro techo y está tan lejos, y a veces alguien está tan lejos y está tan cerca. Porque lo que nos une como familia no es tener a los hijos bajo nuestro techo, lo que nos une como familia es que nos encontremos en la voluntad de papá, Ministra el Señor, por favor, Ministra el Señor. Señores, no hay tiempo para convencer a alguien de nuestra autoridad.

No hay tiempo. La urgencia y la demanda social es grande. No hay tiempo para andar queriendo ver cómo alguien cree lo que somos o lo que tenemos.

No hay tiempo. No hay tiempo. Esto es demasiado serio. Estamos en una pandemia global de engaño y la verdad está corriendo por todas partes. No hay tiempo.

No hay tiempo para intentar a ver cómo le demostramos a alguien para que crea en vos, para que crea en mí, para que crea en nosotros. No, no hay tiempo. Definamos las cosas aquí. Pongamos las cosas sobre la mesa. No hay tiempo para tener que demostrar a alguien algo.

No hay tiempo. Simplemente no hay tiempo. Si se es, se es.

Si no se es, no se es. La red está enfrentando una batalla tremenda sobre lo que es paternidad. Porque paternidad no es una cuestión de organizaciones y redes ministeriales.

Paternidad es una cuestión espiritual. Y hacia dónde nos movemos, hermano. Mejor son 318 que miles.

Mejor 318 nacidos en casa que 5 reyes con todos sus imperios. Porque 318 se transforman en todo lo que necesitamos para rescatar a los Lot que están perdidos. Si alguien viene y te dice, yo no creo en la paternidad espiritual, fantástico, te felicito hermano, seguí viviendo.

Pero déjame a mí con lo que estamos haciendo. Porque sabe que es un padre. A la medida en la que Dios nos está llevando, es que un padre no tiene tiempo para seguir a los hijos.

Tendrías que escuchar la construcción de este pensamiento en México. Y escuchar lo que esto representa espiritualmente. Un padre no busca hijos porque un padre está entregado a un propósito.

Y los hijos van apareciendo para sumar al propósito. ¿Sabe quién negocia? El que piensa que su apostolado se vuelve más grande si tiene más hijos.

No, no, no, no, no. Tú has seguido, alguien diga conmigo, tú has seguido. Mi propósito. Yo no iba detrás de los hijos. Toda la vida nos pasamos yendo detrás de las personas que quieren que vayamos.

No, un padre va, va. Y Eliseo viene. Un padre va y Josué viene. Un padre va y Esther viene. Un padre va y Timoteo viene.

Un padre va y Tito viene. ¿Quieres encontrar un padre? No lo encontrarás para ti. No lo encontrarás para ti. No lo encontrarás para ti.

¿Quieres encontrarnos? Nos encontrarás en el propósito. Pastor, no vas a engendrar a la gente sentándote todas las semanas, charlar con ellos. No, ve a la plaza y los hijos te seguirán.

Ve a los hospitales, los hijos te seguirán. Ve a la casa de la gente, los hijos te seguirán. Porque los que son hijos te siguen, te siguen.

Los hijos no te absorben, los hijos no te sugan. Los hijos no te quitan la vida, no te roban la pasión, no te quitan el propósito. No te distraen del propósito, los hijos te siguen. En tus manos alzadas terminamos aquí en oración. Si tienes otras lenguas, habla las lenguas del Espíritu.

Habla la lengua del Espíritu. El ecosistema de una generación poderosa se llama paternidad. El ecosistema de una generación poderosa se llama paternidad.

Mueve tus manos delante del Señor. Mueve tus manos, mueve tus manos. Tienes que hacer algo que se exprese con tus manos. Porque hay tanta autoridad en tus manos para capturar lo que se está liberando en el ambiente.

Vamos papá, descubre el ecosistema en donde Dios se provee de una generación de reyes y sacerdotes Habla, habla las lenguas del Espíritu, habla, habla, habla las lenguas del Espíritu y permite que Él te vea Permite que Él te vea para que pueda producir una vez más Esa dimensión de paternidad espiritual Vamos papá, tu casa es una fuente de provisión ¡Vamos papá! ¡Tu casa es una fuente de provisión! Esa es una fuente de provisión.

Mira a tus hijos, mira a tus hijas. Son tu provisión a Dios. Son tu provisión a Dios. Aquí está. He trabajado sobre Él.

He trabajado sobre ella. Con la sabiduría que me has dado. Con el entendimiento que me has dado. Con las herramientas que me has dado. Con el entendimiento que me has dado.

Con los recursos que me has dado. Los he preparado para ti. Para ti. Mira mi casa, que está en estado de perfeccionamiento.

Proveete de lo que Argentina necesita, lo que las naciones necesitan. Nunca invertirás en tus hijos si no los ves primero a ellos. Míralos. Míralos en el Señor. Míralos en el Señor.

Míralos en el Señor. E invierte conforme a lo que ves de ellos. ¿Sabes por qué hemos traído a las mejores personas que consideramos? Porque para nosotros nuestros hijos sí valen. Aún en los momentos más complicados hemos traído gente que tuvimos que pagar en dólares sus viajes, ofrendarle en dólares, porque sabíamos que cuando esa gente hablara no sería paja, sería trigo en sus labios.

Me gustaría que conozcan quién es Joe Matera para entender lo que vale ese hombre y lo que ese hombre representa globalmente. Porque cuando vos sabés quién Dios te dio, vos vas a traer los mejores. Nunca tuve problema de traer al apóstol Juan, él es mejor que yo. Él es más inteligente, él es más sabio, él es más espiritual, él tiene mucho más que yo.

¿Y sabe por qué lo traemos? Lo traemos porque los hijos que tenemos merecen escucharlo mejor. Yo no necesito competir con alguien por el afecto de Hernán.

No necesito competir con alguien por el afecto de Javier, no necesito competir con alguien, por eso traer a lo mejor de lo mejor es la gloria de un padre, de decir, si yo te hablo, no lo vas a entender bien, pero si... Él te habla, lo vas a entender. Escuchalo a Él. Escucha a Lucas Márquez.

Escucha a Juan. Escucha a Joe Matera. Escucha porque son los mejores en su área.

Porque cuando vos sabés a quién Dios te entregó y lo que tienen por delante, yo me hago un costadito. No porque me falte identidad. Yo me hago un costadito porque quiero que aquello que Dios me dio llegue más lejos que nosotros. Pones tus manos delante del Señor, tienes que entender lo perverso que ha sido la paternidad para cerrar la mente y los corazones de algo que se necesita de manera imprescindible.

Te necesitan a ti en tu ciudad, pastor, pastor, te necesitan a ti en tu ciudad, las ciudades necesitan padres. Unimos nuestras manos en lo alto. Para proclamar que estas estadísticas oídas esta noche serán revocadas porque esa es la característica de los huérfanos la generación de los padres se está levantando la generación de los verdaderos padres No de los que quieren ponerse encima de alguien, sino de los que quieren formar a Cristo.

Confrontar y traer orden y corrección hasta que Cristo sea formado. Gracias. Cada muchachito que está aquí.

Que todavía no está casado, que tal vez ni tiene novio, eso es un padre en potencia, eso es un padre que va a ser mejor, un padre que será más sabio, un padre que será más fuerte. Ya en tus lomos están tus hijos, no los entregues a cualquiera. Eres un padre en potencia, tus lomos están cargados de una simiente poderosa. Cuando Abraham diezmó, Isaac no había nacido.

Pero la Biblia dice en Hebreo 7 que cuando Abraham diezmaba, sus bisnietos diezmaban con él, porque estaban en sus lomos. No digas que no sos papá, porque sos papá, todavía no se ha manifestado. Pero tus hijos están dentro tuyo.

Por favor, recuerda lo que voy a decirte. Cuando tú te sientas frente a un televisor, tú no lo estás viendo solo, tus hijos los están viendo con vos. Muchachos que están solteros y abren su celular, sus hijos están viendo el celular con ustedes.

¿Qué perverso tendría que ser yo para sentarme con mis hijos a ver pornografía? No sabe por qué no lo hago, porque mis hijos están aquí y si yo los veo, yo los contamino, porque están en mis lomos. Se levanta una generación de padres perfectos, se levanta una generación de padres perfectos.

¿Saben qué año Dios le dio a Isaac? En el año 99, Génesis 17, y en el año 99 de Abrán se le apareció Jehová y le dijo Anda delante de mí, sé perfecto. Fue la única vez que le pidió perfección Porque sería el año que nacería Isaac Isaac es un tipo perfecto de Cristo Porque subió con su padre para ser sacrificado Amor a su padre Esta es la calidad de padres que Dios está levantando, no comerciantes de la fe, padres.

Para la gloria del Señor, dale el mejor aplauso que tengas.