El versículo 22, la palabra del Señor hoy nos dice lo mismo, misericordia y verdad los que piensan el bien. Nosotros somos responsables de lo que entra en nuestras mentes. Como alguien dijo en cierta ocasión, no podemos evitar que los pájaros vuelen por encima de nuestras cabezas, pero sí podemos evitar que hagan un nido en ella.
Por consiguiente, vuelvo a repetir que nosotros somos los únicos responsables de todo lo que entra en nuestras mentes, en nuestra sala de máquinas, por decirlo de alguna manera. La Biblia nos enseña que poco a poco, con el paso del tiempo, tenemos que ir permitiéndole a Cristo que transforme también nuestra mente, nuestros pensamientos. De hecho, la palabra de Dios dice que muchas veces nuestros pensamientos no coinciden con los pensamientos, con los designios de Dios.
Por lo tanto, no es el Señor el que se tiene que adaptar a nosotros, sino siempre nosotros. los que tenemos que adaptarnos al Señor, a su voluntad, a sus designios, a sus propósitos eternos y maravillosos y buenos para nuestras vidas. La palabra de Dios dice que los que piensan el bien alcanzarán misericordia, serán bendecidos, serán dirigidos en todo momento por la mano del Señor.
Lamentablemente hay personas que sus mentes los tienen esclavizados, son esclavos de sus malos pensamientos, son esclavos de sus malos recuerdos. Y nosotros tenemos que pedirle a nuestro Dios que nos transforme la mente cada día, que cada día podamos tener la mente de Cristo, para que de esa manera podamos entender y llevar a la práctica la voluntad de Dios en nuestra vida. Dije en cierta ocasión, y quiero volver a reiterarlo, que el escritor de la Biblia que más habla acerca de la mente, de los pensamientos, es sin lugar a dudas el apóstol Pablo.
El apóstol Pablo le dijo en cierta ocasión a los hermanos de la iglesia en Roma, que teníamos que transformarnos por medio de la renovación de nuestro entendimiento para poder comprobar cuál es la buena voluntad de Dios, santa, agradable y perfecta. Los malos pensamientos pueden venir, pero nosotros somos responsables de darle entrada o no, de rechazarlos o no. Lo que no podemos hacer es darle lugar a cualquier pensamiento que venga a nuestra mente, que venga a nuestra vida, porque entonces lo que somos es esclavos de nuestra mente.
Y nuestra mente, nuestros pensamientos, en vez de estar bajo el control y el señorío de Cristo, lo que ocurre es todo lo contrario, que nosotros somos esclavos de pensamientos, de ideas, ¿verdad? , de cosas que vienen a nuestra mente que no son del agrado de Dios, ni son la voluntad de Dios. Ahora, alguien se preguntará, ¿y cómo puedo comprobar si lo que estoy pensando viene de Dios o no? Volvemos otra vez a lo de siempre. Para eso tenemos la palabra de Dios, la Biblia.
La Biblia es el filtro que nos permite discernir si lo que estoy pensando viene de Dios o no viene de parte del Señor. Todo lo que venga de parte de Dios tiene que coincidir 100% con las Sagradas Escrituras, tiene que coincidir con la Palabra del Señor. La Biblia dice, en esto pensad.
Id a la carta, por ejemplo, de Pablo a los filipenses y lean esos versículos, y ahí están los requisitos, las características. que tienen que tener los pensamientos para poder darles cabida, darles bienvenida a nuestra mente. Pensamientos de paz, pensamientos que glorifiquen a Dios, pensamientos, repito, que coincidan con la palabra. Si no son así, automáticamente tenemos la capacidad, y además tenemos que hacerlo, de rechazarlos inmediatamente. Lo ideal sería que cada día nos empapáramos, nos llenáramos la mente y todo nuestro ser de la palabra del Señor.
Y así es la mejor manera de evitar que nuestra mente nos juegue malas pasadas. Y también quiero dirigirme a esas personas que durante la noche tienen pesadillas, tienen malos sueños, malos pensamientos. El mejor antídoto, la mejor medicina para dormir en paz es estar en paz con el Señor. Entregarle, poner nuestra vida siempre en sus manos, dejar que Él dirija nuestra vida, no darle lugar a malos pensamientos, no estar preocupados. Hermanos, ¿cuántas veces me habéis oído decir?
que una cosa es que estemos ocupados y otra cosa muy distinta, muy diferente, es que estemos preocupados. Preocuparnos no tiene ningún sentido. A veces la gente se preocupa, se pone nerviosa por cosas que no existen, por cosas que no son verdad, por cosas que a lo mejor salen en los medios de comunicación, pero que a nosotros no nos deberían de afectar, porque al fin y al cabo, como dice Romanos capítulo 8, los que somos hijos de Dios...
Tenemos que ser guiados única y exclusivamente por el Espíritu de Dios y no por las noticias, no por el periódico, no por las tertulias de la radio, de la televisión, sino, repito, única y exclusivamente por el Espíritu Santo que ya está con nosotros. No tenemos que pedir que venga, ya somos el templo del Espíritu Santo de Dios y aparte de eso, tenemos la Palabra de Dios, que valga la redundancia, ha sido inspirada por el Espíritu Santo, ¿verdad? , para que sepamos en todo momento filtrar, discernir. lo que viene de parte de Dios, lo que viene de la carne, lo que viene de nuestra propia, digamos, capacidad de pensar.
Por lo tanto, mis queridos hermanos, hoy el objetivo de este devocional es pedirle al Señor que nos ayude a controlar y a filtrar adecuadamente los pensamientos y que podamos en todo momento discernir cuál es la voluntad de Dios. Que podamos en todo momento decir, este pensamiento no es de Dios, este pensamiento no glorifica al Señor. Nosotros somos los responsables de cuidar de nuestra mente y con la ayuda del Señor, con su palabra, con la presencia, con la morada permanente del Espíritu Santo en nosotros, vamos a poder tener una mente sana de tal manera que no nos juegue malas pasadas, sino más bien todo lo contrario.
¿Qué les parece si juntos una vez más, como ya es habitual, oramos, presentamos nuestra vida y este día al Señor? Para que hoy podamos poner en práctica esta enseñanza que hemos recibido, cuidar nuestra mente, cuidar nuestros pensamientos, tener en cuenta lo que viene de parte de Dios y lo que viene de parte de la carne o del mundo, que nuestra mente esté rendida y sometida a Cristo y a su palabra y que no seamos víctimas de malos pensamientos, de pesadillas, de malos recuerdos, sino todo lo contrario, que podamos siempre glorificar a Dios en todas... y en cada una de las áreas de nuestra vida.
Oramos a nuestro buen Dios. Padre Celestial, gracias por este nuevo día de vida que nos das. Gracias por la paz que sobrepasa todo entendimiento, que siempre está con nosotros, guardando nuestra mente, nuestros corazones. Señor, bendice a tu amada Iglesia en toda la faz de la Tierra. Vivimos en un mundo peligroso, en un mundo complicado, pero pedimos que tu palabra nos guarde, que tú nos guíes en todo momento.
Y ponemos nuestra vida y este día en tus manos con acción de gracias, como siempre, pedimos todo en el nombre de Jesús. Amén y Amén. Hermanos queridos, que el Señor les bendiga muy, muy ricamente.
Les deseo a todos ustedes un día de tranquilidad, un día de paz, un día en el que el Señor pueda dirigir nuestra vida y hacer su voluntad. No olviden suscribirse, por favor, a nuestro canal de YouTube, Centro Evangélico Vida Nueva. Y cualquier consulta, cualquier pregunta que tengan acerca de nuestro ministerio, tenemos la página web, mividanueva.org, ahí encontrarán toda la información que necesitan referente a nuestro ministerio. Dios les bendiga. Gracias a todos los que son fieles cada mañana de levantarse, algunos de madrugada, muy temprano a la mañana, para poder recibir en directo a través de Facebook y posteriormente en YouTube, este devocional que llega a todos ustedes a través de estos medios que nos permiten seguir en contacto con todos ustedes en muchas naciones de la tierra.
Dios les bendiga, mis queridos hermanos, y meditemos en este texto de proverbios que hemos leído en esta mañana y guardemos nuestra mente de todo aquello que no honra ni glorifica al Señor. Pensamiento, no hay nadie como tú Y te guardaré ¡Vamos Iglesia! ¡Viva Palma!
Todo el mundo, pobre iglesia, todo el mundo que mío tiene el poder, yo le doy, yo le doy gloria.