Yo soy geógrafo. Me encanta decirlo, sobre todo aquí. Estudié geografía y me dedico profesionalmente a la geografía.
Pero siento desilusionaros. No me sé los nombres de los ríos, de las montañas ni de los países. No, no soy un trivial con patas.
Lo siento, pero no. La geografía es mucho más. La geografía estudia, analiza, explora, transforma el mundo.
Es una ciencia que relaciona a los seres humanos con el planeta en el que habitamos. Hace 10.000 años vivíamos la revolución neolítica, el hombre se hizo sedentario. el ser humano, y vivíamos en cuevas. Y a través de la ventana de la cueva podíamos ver cómo se desarrollaba nuestro entorno más local, más cercano. Hoy en día, a través de la ventana de nuestros dispositivos móviles, podemos ver cómo se desarrolla el mundo global.
Y eso ha sido gracias, en gran parte, a la tecnología. Y a mí la tecnología es algo que me fascina. Pero todo va muy deprisa.
Según el Foro Económico Mundial... En el año 2025, dentro de cinco años, habrá más máquinas inteligentes trabajando que personas. ¿Eso os preocupa? ¿Os preocupa para el futuro de vuestra profesión, de vuestros estudios?
A mí sí. A mí me preocupa mucho ver qué haremos a las puertas de la quinta revolución industrial. Y en este sentido, quiero hacer un recorrido por la geografía y la tecnología. Quiero... pensar cómo puede ser el futuro de la geografía y para ello tengo que imaginar cómo será la geografía del futuro.
Os invito a acompañarme en este recorrido y al mismo tiempo a que cambiéis la palabra geografía por vuestra profesión o por vuestros estudios, porque al final esta quinta revolución industrial nos afecta a todos por igual. Vivimos en el planeta Tierra, el planeta físico, pero también vivimos en otro planeta, en el ciberespacio, en el que... Conocemos a gente que nunca veremos personalmente, usamos dinero digital, nos movemos por autopistas de la información, compartimos todo en Internet. Al final, estamos uniendo la parte física de las personas con la parte digital, con la parte digital y de los robots.
Si unimos la palabra geografía y la palabra tecnología, obtenemos geotecnología. Sí, suena un poco raro la palabra, pero es más sencillo que parece. Hablamos de los satélites que están encima de nosotros y hablamos del GPS que está en nuestro móvil. Y al mismo tiempo, estamos hablando de los mapas y de la información geográfica.
La geotecnología es una industria que genera al año 72 billones de dólares de beneficio. El 69% de las búsquedas en Google tienen alguna componente de geolocalización asociada. Y luego hay otro elemento, que son los datos. Todo el mundo oímos hablar de los datos.
La industria de los datos genera 500 billones de dólares anualmente de beneficio. Todos compartimos nuestra ubicación con los móviles. ¿Sabéis cuántas veces se puede llegar a compartir esa ubicación al día? Una, diez, cien, mil, catorce mil veces.
La ubicación la compartimos catorce mil veces al día. Y eso... Parece mucho y realmente lo es, porque estamos pasando de un proceso de transformación digital, de digitalización, a un proceso de datificación. El grupo de Rock Metallica elige los países donde va a tocar y las canciones que va a tocar en función de lo que escuchan sus fans en Spotify.
Y Spotify no vende canciones, vende los datos de las emociones que nos producen las canciones cuando los oímos en un momento determinado. y cuando las vemos en un sitio determinado. Y lo más fascinante es que todo esto también es geografía. Pero además de la geotecnología, podemos hablar de otro tipo de tecnologías. Hablamos de Internet de las Cosas, de Blockchain, de Big Data, de Smart City.
Hay muchas tecnologías que van a afectar tanto a la geografía como al resto de profesiones. Quiero hacer un recorrido por cinco ámbitos de actuación. que son los cinco ámbitos de actuación del geógrafo, a través de diez tecnologías.
Y además así veréis que los geógrafos no solo estudiamos ríos, montañas y países. Vamos allá. El primer ámbito son las tecnologías de la información geográfica. La información geográfica tiene que ver con datos.
Los datos, cuando le añadimos la geolocalización, valen mucho más. Por cierto, ¿cuánto vale un dato? Hay empresas que compran y venden datos geolocalizados.
¿Sabéis cuánto vale el dato de un usuario al mes, de una persona? El tuyo, el tuyo, el tuyo... Un euro. Por un euro puedo comprar esos datos.
Con 300 euros... Tengo todos los datos de lo que habéis hecho y dónde os habéis movido el último mes. Por otra parte, hablamos de Big Data, de grandes volúmenes de datos. Hablamos de Smart Data, de datos inteligentes. Hablamos de Open Data, de datos abiertos, públicos, compartidos.
Mucha información alrededor de la geolocalización con esos datos, que al final tiene que ver con la movilidad. La movilidad tiene que ver con cómo desplazaros de un sitio a otro. Y, precisamente, un geógrafo en el futuro se tiene que preguntar si esa movilidad no va a ser automática. Si a través de los coches autónomos y las carreteras inteligentes, al final conseguiremos evitar problemas de masificación, por ejemplo, en el turismo, porque las propias carreteras o los coches ya nos llevarán donde hay menos masificación y también donde se pueda producir menos contaminación. El segundo ámbito de actuación...
es la planificación urbanística. La planificación urbanística, en este caso, tiene que ver con el Internet de las cosas. Todo va a estar conectado.
Personas, cosas, objetos, nos convertimos en nodos de información, en puntos que emiten información y que reciben información. Y toda esa información se queda en la nube. Claro que esto puede causar algunos problemas. Por ejemplo, el año 2016, hubo un hackeo de electrodomésticos que tenemos todos en nuestra casa conectados a la red. y a través de ellos se atacaron páginas web de Netflix, de Amazon, de The Guardian o de la CNN.
Y eso es un problema. Y además, el Internet de las cosas solo puede funcionar con una tecnología muy avanzada. En este caso, esa tecnología es el 5G. La tecnología 5G nos va a permitir tener mucha cantidad de información que llegue rápidamente a nuestros móviles, compartirla a tiempo real, compartirla de forma ininterrumpida y además, aunque haya mucha gente.
Estamos viendo que hay una auténtica guerra por el 5G. Un geógrafo, en términos de geopolítica y de gobernanza, se deberá preguntar en el futuro, y deberá afirmar, digo yo, quien controle el 5G, controlará o dominará el mundo. El tercer ámbito de actuación es el desarrollo territorial o la ordenación del territorio. Estamos hablando de territorios inteligentes, hablamos de territorios smart, la inteligencia, no es más que el paso de la información...
al conocimiento, aportándole un valor que nos ayude a tomar decisiones con ese conocimiento que hemos creado. Se dice que la inteligencia artificial, en pocos años, va a superar la inteligencia humana. Emiratos Árabes Unidos tiene ya un ministro de inteligencia artificial. Vital es el nombre del consejero delegado de una empresa de capital riesgo de Hong Kong. Pero ese consejero delegado es muy especial, no es una persona, es una inteligencia artificial.
que tiene voz y voto en el Consejo de Administración de la empresa. Y en Finlandia están dando cursos gratuitos a toda la población sobre inteligencia artificial para educarla y alfabetizarla en este ámbito. Un geógrafo en el futuro se preguntará si esto avanza así realmente. ¿Llegará un día en que nos gobernará una inteligencia artificial? Desde un punto de vista práctico, quizás sea más justa, más eficiente, más objetiva.
Pero claro, de momento no tiene emociones. Bueno, pues las programamos. Y yo me pregunto, ¿quién programará esas emociones? Podrán llegar a tener emociones las máquinas, pero quien las programe tendrá que evitar sesgos humanos como sexo, la raza, la religión, aspectos económicos, para que sea lo más justo posible. Y además, de la parte de la inteligencia artificial, tenemos...
Otra serie de elementos. Por ejemplo, una tecnología que nos da mucha seguridad frente al otro que nos puede causar inseguridad, que es el blockchain. Un protocolo de transferencia de información segura y descentralizada. Más fácil.
Un certificado digital. Algo que nos va a permitir decir que algo ha sucedido en un sitio y en un momento concreto. Y justificarlo.
Eso, desde el punto de vista de un geógrafo, lo que nos permitirá es decir, bueno, pues podemos definir realmente dónde hay una frontera. o el linde de una parcela. ¿Por qué? Porque los mapas mienten.
Los mapas dependen de quién los haga. En zonas de conflicto geopolítico... La frontera está en un sitio u otro dependiendo de quién haga ese mapa o desde dónde se vea. Con blockchain, con esa seguridad, nos permitirá confirmar realmente dónde se encuentra esa frontera. El cuarto ámbito de actuación es el medio ambiente.
Trabajamos los geógrafos mucho con el medio ambiente relacionado con el espacio. El medio ambiente es algo físico, que estamos acostumbrados a ver día a día, pero se puede aumentar con la realidad aumentada, podemos incorporar elementos digitales. Por ejemplo, podemos ver cómo puede suceder una inundación y afectarnos, podemos ver cómo puede cambiar un cambio climático en un sitio concreto o a nivel global, y podemos intentar prever lo que va a suceder, adelantarnos, y reducir, por tanto, la incertidumbre y los impactos.
También podemos utilizar la realidad virtual para reconstruir un paisaje antiguo, para crear nuevos paisajes, para poder trabajar con esos ecosistemas sin tener que desplazarnos allí, evitando todos los problemas de movilidad. de huella de carbono, de desplazamiento, eso se podrá hacer también con la realidad virtual. Por lo tanto, un geógrafo en el futuro se preguntará si seremos capaces de recrear la naturaleza de la mejor forma posible sin realizar un impacto sobre la misma y de esta forma poder reducir los impactos que nos produce. Y otra tecnología es, por ejemplo, la impresión 3D.
Y lo digo así más lento porque dices, bueno, impresión 3D, ¿qué tiene que ver? Bueno, se imprimen pequeños objetos, imprimimos cosas más grandes, se han llegado a imprimir un coche, se ha llegado a imprimir una casa en impresión 3D. Y claro, un geógrafo se pregunta, en el futuro, ¿por qué no imprimimos una montaña? ¿Podremos imprimir una montaña?
Es más, si se imprimen o si están intentando imprimir tejidos vivos para el cuerpo humano con impresoras 3D, ¿por qué una montaña viva? ¿Para recuperar una ladera que esté dañada? Al final es una especie de tiritas digitales. que podemos intentar poner a la naturaleza.
Y sí, ya sé que lo mejor es no hacer ese daño a la naturaleza, pero una vez lo hemos hecho, ¿por qué no intentar solucionarlo gracias a la tecnología? El quinto gran ámbito de trabajo es la sociedad del conocimiento. Desde la geografía estudiamos los censos de población y sabemos dónde está la gente, cómo se mueven las personas, qué características sociodemográficas tienen, pero...
¿y los robots? Hay muchísimos robots, no hace falta que sean humanoides. pero no conozco que haya censos de robots.
Habrá que hacer censos de robots y preguntarse dónde están esos robots, cómo se mueven, son públicos, privados, son humanoides, qué capacidad tienen, e integrarlo con censos de población para poder identificar lo que están haciendo. Incluso hay unos pequeños robots que se llaman chatbots que también lo están cambiando todo. Antes la comunicación era de humano a humano. Después pasamos de humano a máquina. Pero es que las máquinas empiezan a hablar entre ellas.
Y de pronto en el futuro puede pasar... A nivel comercial, un impacto como que no vayamos a comprar porque sea la propia casa domótica la que, en función de nuestros gustos y consumos mensuales, haga los pedidos a tiendas online y le lleguen a casa. Y eso puede revolucionar muchas cosas.
Son cosas que debemos plantearnos seriamente desde la geografía. Al final, la geografía del futuro es la que nos va a permitir imaginar cómo será ese futuro de la geografía. Horacio Capel, catedrático de geografía, recibió el año 2008 el equivalente al Nobel de Geografía y dice en sus memorias hay muchos futuros posibles, algunos mejores que otros.
Nosotros podemos ayudar a construirlos. A la pregunta inicial de si la geografía realmente va a cambiar, no va a cambiar, va a seguir siendo la misma. Van a seguir viviendo ríos, montañas, van a seguir viviendo países.
Lo que va a cambiar es nuestra relación con la tecnología. Hemos de encontrar un equilibrio. El equilibrio entre lo físico y lo digital. Entre las personas y los robots.
Entre las emociones y los algoritmos. Y al final la tecnología tiene que ser siempre al servicio del ser humano. Y no al revés.
Siempre tiene que estar alrededor del ser humano. Es más, si nos preguntamos cómo puede cambiar la tecnología... Por ejemplo, el mercado de trabajo, eso que da tanto miedo de que vamos a ser sustituidos, en absoluto.
Justamente las profesiones que tienen elementos no sustituibles son las que más van a costar. Aquellas que hablan de creatividad, de empatía, de elementos que las máquinas no pueden cambiar. En definitiva, la tecnología dice que estamos hechos de bits, pero la geografía nos dice que estamos hechos de lugares.