2. El Siglo de las Luces: Este siglo, también llamado Siglo de la Razón, se caracteriza por la influencia de los ideales ilustrados, con una literatura crítica y satírica que promueve el progreso a través de la razón y la ciencia. Aunque la Ilustración en España no fue tan profunda como en otros países europeos, se intentó modernizar el pensamiento social, político y religioso. En lugar de "iluminar", se habló de "ilustrar", con un enfoque más conservador. En España, la Ilustración fue un movimiento impulsado por una élite cultural que buscaba reformar las instituciones y fomentar el conocimiento, pero enfrentó la oposición de sectores más conservadores.
2.1. El pensamiento ilustrado: La Ilustración en Europa se caracterizó por un enfoque racionalista y crítico que cuestionó las creencias tradicionales y las estructuras de poder, buscando una sociedad más próspera y educada. Los ilustrados promovieron la educación laica y la tolerancia religiosa, defendiendo una religión natural. También propusieron reformas políticas y sociales que mejorarían la vida de la sociedad, pero fueron resistidas por la nobleza y la Iglesia, que temían perder poder.
2.2. La Ilustración en España: En España, las reformas ilustradas se implementaron principalmente durante los reinados de Fernando VI y Carlos III, aunque con gran oposición. La resistencia fue especialmente fuerte durante el reinado de Carlos IV debido al temor a la Revolución Francesa. Las manifestaciones más destacadas del espíritu ilustrado en España incluyen la fundación de la Real Academia Española, la Real Academia de la Historia, la creación de instituciones como el Museo del Prado, la Biblioteca Nacional y el Jardín Botánico de Madrid, así como la aparición de periódicos científicos y culturales como El diario noticioso (1758
3. LA LITERATURA EN EL s.XVIII
3.1 LENGUA
Nuestra lengua debe al s.XVIII que la haya hecho un elemento de comunicación apto no solo para la literatura, sino para la ciencia y cualquier otra disciplina u objeto de conocimiento. El español moderno se forja en este siglo y ello contribuye en gran medida a la creación de la Real Academia Española (1713), con su lema “limpia, fija y da esplendor” y sus tres primeras publicaciones: el Diccionario de autoridades (1726), la Ortografía (1741) y la Gramática (1771).
En la lengua de este siglo priman la sencillez, la claridad y la facilidad de comunicación, de ahí que se la haya calificado a veces de prosaica y de que en ella sobresalga más una literatura de reflexión, de tipo ensayístico, que de creación ficcional. Los nuevos ideales se basan en la razón, el buen gusto, la verosimilitud y la pureza de la dicción. Garcilaso es el ejemplo más representativo de clásico al que imitar; por el contrario, Góngora es el paradigma del estilo oscuro y artificioso del que hay que huir.
3.2 ETAPAS
A lo largo del siglo XVIII, pueden distinguirse tres etapas:
- Posbarroquismo (1680-1750). Durante la primera mitad del siglo, fueron constantes las manifestaciones literarias que continuaban el estilo complicado y artificioso del Barroco. Un ejemplo de ello es la autobiografía de carácter picaresco de Diego de Torres Villarroel: Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras del doctor don Diego de Torres Villarroel.
- Neoclasicismo (1750-1780). Es la corriente literaria que mejor reflejó el espíritu ilustrado. Se alejó del sentimentalismo y la exageración, y propugnó un arte simple, natural y racional. De esta manera, el arte debía tender a la imitación de los modelos clásicos (Horacio, Virgilio, etc.) y a seguir las reglas de cada género. Por otro lado, el espíritu crítico se manifiesta en un arte utilitario, encaminado a corregir y mejorar el mundo, como se puede apreciar en sátiras, fábulas o ensayos. Se observa así una literatura formalmente perfecta, pero carente de espontaneidad y emoción.
Se inspira en el modelo grecolatino y renacentista, y pretende reflejar el buen gusto. El arte neoclásico aspira a ser elegante, simple y razonable, presenta temas y personajes genéricos, es didáctico y sigue las normas clásicas.
- Prerromanticismo (1780-1830). Este movimiento artístico, surgido en las últimas décadas del siglo XVIII, es una reacción frente a la racionalidad literaria que predominaba en el momento. Ensalzó el sentimiento y defendió la expresión de la tristeza, el dolor y la melancolía de los escritores. Sitúa sus acciones en escenarios tenebrosos, nocturnos e incluso fantasmagóricos, etc. Un ejemplo de este tipo de literatura es la obra Noches lúgubres, de José Cadalso, una elegía en prosa en la que el protagonista cuenta la muerte de su enamorada y cómo él mismo intenta desenterrarla. La obra dramática mejor considerada en este estilo es la comedia lacrimógena El delincuente honrado, de Gaspar Melchor de Jovellanos.
3.3 CARACTERÍSTICAS
La literatura del s.XVIII no es solo neoclásica, sino que, de forma general, hasta el primer tercio predomina la corriente posbarroca, a mitad del siglo se imponen la estética neoclásica y el pensamiento ilustrado, que irán dejando paso, al final del siglo, al incipiente sentimiento romántico. Dado que el Barroco lo estudiamos en la UD anterior y que el Romanticismo lo desarrollaremos en la siguiente, nos centraremos en los rasgos de la literatura neoclásica, que es la que representa con más fidelidad los principios de la Ilustración, son:
- Buen gusto: es la facultad de aceptar lo bello y rechazar lo feo, además de separar lo verosímil de lo inverosímil. Esta noción se difunde, sobre todo, a través de la Poética de Luzán, que indicaba que la imitación de los modelos clásicos (tanto grecolatinos como españoles) y la imposición de reglas era la mejor manera de alcanzarlo:
“La poesía es imitación de la naturaleza, con doble finalidad: utilidad y deleite”
- Predominio de la razón: se ponen a disposición del arte los postulados de la Ilustración, y se diversifica la creación literaria con elementos filosóficos, científicos o históricos. La aparición de academias, preceptivas, diccionarios y gramáticas es también un intento de racionalizar el saber en general y la lengua en particular.
- Carácter moralizador: es un rasgo propio de los pensadores ilustrados, que pretenden educar al pueblo en los nuevos valores éticos, estéticos y científicos, por lo que estos contenidos se insertan no solo en las obras académicas y pedagógicas, sino también en las obras literarias. El ejemplo más significativo son las fábulas, donde se ve claramente la finalidad de “enseñar deleitando”.
- Utilidad: del carácter pragmático de los ilustrados nada esta característica, que supedita la belleza formal a la finalidad de las obras literarias, que no es otra que lograr la felicidad y mejorar el estado de la sociedad de su época. Un ejemplo de utilitarismo lo podemos ver en la amplia difusión del género ensayístico y en el nacimiento de la prensa escrita de carácter periodico: el Diario de los literatos (Madrid, 1737), es el primer ejemplo de ello.
4. GÉNEROS
NARRATIVA /
DIDÁCTICA
- Prosa narrativa y ensayo
Fray Benito Jerónimo Feijoo
Gaspar Melchor de Jovellanos
Informe sobre la Ley Agraria
critica la concentración de tierras en manos de la nobleza y de la Iglesia, se justifica la necesidad de educar al labrador en nuevas técnicas agrarias y propone medidas liberales para mejorar la situación del campo.
Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas
plantea la necesidad de crear un teatro educativo, rechaza la fiesta de los toros, se muestra contrario a la representación de autos
sacramentales, etc.
Memoria sobre la educación pública
defiende la instrucción y la cultura como el origen de la prosperidad y mejora social. Además, propone una reforma educativa que combine los saberes teóricos con los prácticos.
José Cadalso
Cartas marruecas
sátira social en forma de cartas en las que se comentan y juzgan distintos aspectos de la sociedad española.
- Fábulas (relato breve que puede estar escrito en prosa o verso) Félix María Samaniego
Tomás de Iriarte
TEATRO
Leandro Fernández de Moratín:
El sí de las niñas y La comedia nueva
5.2 NARRATIVA / DIDÁCTICA
a. LA NOVELA
El siglo XVIII es un siglo sin novela porque las narraciones que se le aproximaron no son novelas en el sentido tradicional. La fantasía y el entretenimiento, fundamentales en la novela, quedaron sepultadas por la finalidad didáctica y moralizante. Hasta 1758 no aparece la primera novela neoclásica: Fray Gerundio de Campazas, alias Zotes, del padre Isla -José Francisco de Isla-.
c. EL ENSAYO
El ensayo es un tipo de texto en prosa que explora, analiza, interpreta o evalúa un tema. Se considera un género literario comprendido dentro del género didáctico.
El ensayo fue el género preferido para difundir las nuevas ideas de la Ilustración porque las características de este género literario servían especialmente bien para comunicar el pensamiento ilustrado.
Las características más importantes del ensayo son:
- Recoge las reflexiones bien razonadas y argumentadas sobre un tema que no se pretende analizar de forma exhaustiva.
- Usa un tono personal y sencillo sin artificios grandilocuentes.
- Cualquier tema se puede exponer en un ensayo, desde los más serios a los más fantásticos, porque como dijo Montaigne, su primer impulsor en 1580: “ el tema constante del ensayo es el hombre”
- Su estilo literario busca la claridad y la sencillez, huye de la erudición rebuscada y recoge los registros lingüísticos que puedan hacerlo más cercano al público lector, como la ironía, el chiste o la parodia.
NO TE OLVIDES DE…
No encaja ni en los géneros literarios (lírica, narrativa, teatro) ni en la didáctica tradicionales. Trata gran variedad de temas, tanto cotidianos como filosóficos, morales, políticos o religiosos. Suele ser un texto breve, sin un encuadre sistemático, por lo que evita conclusiones definitivas. Presenta un espíritu escéptico y está fuera del contexto académico.
Durante el siglo XVIII, las formas que adoptó el ensayo fueron muy variadas. Algunas de estas formas son:
El informe: Informe sobre la ley agraria, de Jovellanos.
La memoria: Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas, de Jovellanos.
La narrativa epistolar: Cartas eruditas y curiosas, de Feijoo.
d. LAS FÁBULAS
Las fábulas de animales son pequeños relatos escritos en verso y protagonizados por animales, que simbolizan, con sus virtudes y sus defectos, a los seres humanos. De esta forma se conseguía un distanciamiento, muy útil para la reflexión, al poner en boca de seres irracionales los vicios y defectos de la sociedad.
La estructura de las fábulas de animales se dividía en dos partes: una parte narrativa, al principio de la fábula, donde se exponía la historia ejemplarizante, y una parte reflexiva, donde se aplicaba la moraleja.
El lenguaje de estas obras es muy sencillo para favorecer la memorización, sobre todo de los niños en las recién estrenadas escuelas públicas de enseñanza primaria.
Los mejores fabulistas del siglo XVIII en España fueron Tomás de Iriarte, autor de la fábula “El burro flautista”, y Félix María de Samaniego, autor de la fábula “La zorra y las uvas” -fábula atribuída inicialmente a Esopo-. Estos fabulistas escribieron sus poemas a imitación de los autores clásicos grecolatinos Fedro y Esopo, y también de los modernos fabulistas franceses, como La Fontaine.
5.3 TEATRO
Al iniciarse el siglo XVIII, tanto el público popular como el culto exigían una buena dosis de espectacularidad en las representaciones teatrales. El primero estaba acostumbrado al teatro barroco, que había ido ampliando las posibilidades de la escenografía y acumulaba recursos escénicos a cada cual más sorprendente y llamativo; el segundo gustaba de las fastuosas puestas en escena de la ópera.
Los nuevos dramaturgos ilustrados buscaron en el exterior innovaciones que permitieran renovar la escena española, cuyo estado era deplorable, e importaron formas y contenidos, sobre todo de Italia y Francia. Pero ni los actores ni el público apoyaron estos intentos de reforma que acabaron fracasando.
5.3.1 CORRIENTES TEATRALES EN EL S. XVIII
- El barroquismo
El barroquismo continuó la tradición del teatro barroco hasta 1780. Las obras de más éxito fueron las comedias de magia, que ponían en escena encantos, duendes, diablos, enanos que se hacían gigantes, peleas… y que, por supuesto, no gozaban del aprecio de los escritores neoclásicos.
- La comedia sentimental
La comedia sentimental se desarrolló en el último tercio del siglo y fue el género puente que preparó el gusto del público para la aceptación del teatro neoclásico:
★ Presentaba los conflictos y la vida cotidiana de la burguesía ascendente. Sus argumentos eran sencillos y buscaban conmover al espectador, despertando en él ternura y compasión, solidaridad con el desvalido y rechazo del vicio con un fin moral.
★ Sus temas preferidos fueron la crítica de la nobleza, de las leyes injustas y de las malas costumbres.
★ Sus protagonistas se caracterizaron por defender un código moral fundamentado en la tolerancia, la fraternidad y la caridad.
A este género pertenece El delincuente honrado de Jovellanos, obra en la que el escritor denuncia la contradicción entre la ley de su tiempo que prohibía el duelo, y el todavía vigente código del honor que defendía esta práctica.
- La comedia neoclásica
También llamada comedia de buenas costumbres se desarrolla, como la sentimental, en el último tercio de siglo. Sus características son las siguientes: ★ Fidelidad a la regla de las tres unidades del teatro clásico: unidad de acción, tiempo y lugar.
★ Protagonistas de clase media que se expresan conforme a su condición social.
★ Situaciones de la vida cotidiana que se plantean con realismo, con las que el público burgués podía identificarse fácilmente. Los temas preferidos son los matrimonios concertados, la educación de los hijos, las relaciones amorosas y las familiares.
★ Verosimilitud. Los sucesos han de parecerse a situaciones de la vida real.
★ Afán didáctico. Las obras defienden una tesis moral, pues se concibe el teatro como un medio para difundir las buenas costumbres y las ideas ilustradas.
PERSONAJES DE LA COMEDIA NEOCLÁSICA
Los JÓVENES ENAMORADOS, generosos y valientes
El CAZADOTES, joven que busca un matrimonio ventajoso
El CRIADO y la CRIADA, materialistas, pero sensatos y leales a sus amos
El VIEJO interesado por casarse con una mujer joven
El ENTROMETIDO, egoísta y cobarde, que crea el triángulo amoroso y complica la acción
El PADRE o la MADRE, viudos o sin pareja
El PETIMETRE, joven narcisista y mentiroso
El TUTOR, preocupado por la educación, introduce en la comedia la tesis del autor
e. LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN
Moratín es el dramaturgo más relevante del s. XVIII. Gran admirador de la cultura francesa, viajó por toda Europa, donde conoció las tendencias teatrales de Inglaterra, Francia e Italia. Esta experiencia fue fundamental para su formación como autor de teatro. En 1806 estrenó con gran éxito El sí de las niñas.
El sí de las niñas
La comedia neoclásica alcanzó su madurez con esta obra, en la que el autor aborda el tema de los matrimonios desiguales y la falta de libertad de los hijos en la elección de pareja. También plantea el asunto de la educación de los jóvenes.
La obra cuenta la historia de doña Francisca, una joven de dieciséis años obligada por su madre, doña Irene, a contraer matrimonio con don Diego, un hombre maduro y de buena posición económica. Pero ella en realidad está enamorada de don Carlos, sobrino de don Diego. Los jóvenes se disponen a sacrificar su felicidad para no disgustar a sus mayores,
hasta que don Diego lo descubre y renuncia a su boda con doña Francisca para que ellos se casen por amor.
El verdadero protagonista de la historia es don Diego, modelo de hombre ilustrado. Es un hombre culto y sensible que, aunque pretende casarse con doña Francisca, desea sobre todo conocer sus verdaderos sentimientos. Cuando por fin los descubre, no duda en renunciar a su propia felicidad:
DON DIEGO. Yo pude separarlos para siempre y gozar tranquilamente la posesión de esta niña amable, pero mi conciencia no lo sufre... ¡Carlos!... ¡Paquita!... ¡Qué dolorosa impresión me deja en el alma el esfuerzo que acabo de hacer!... Porque, al fin, soy hombre miserable y débil. [...]
DOÑA IRENE. ¡Conque el bueno de don Carlos! Vaya que…
DON DIEGO. Él y su hija de usted estaban locos de amor, mientras que usted y las tías fundaban castillos en el aire, y me llenaban la cabeza de ilusiones, que han desaparecido como un sueño... Esto resulta del abuso de autoridad, de la opresión que la juventud padece; éstas son las seguridades que dan los padres y los tutores, y esto lo que se debe fiar en el sí de las niñas... Por una casualidad he sabido a tiempo el error en que estaba... ¡Ay de aquellos que lo saben tarde!
El sí de las niñas, Leandro Fernández de Moratín
La comedia está estructurada en tres actos y respeta la regla de las tres unidades dramáticas, ya que hay una única acción principal: el matrimonio concertado entre don Diego y doña Francisca; la acción sucede en un único lugar: la sala de paso de una posada de Alcalá de Henares; y todo ocurre en menos de 24 horas: desde las siete de la tarde de un día hasta las cinco de la mañana del día siguiente.
Esta fórmula teatral ejerció una importante influencia en el teatro español posterior, pues, prácticamente, mantuvo su vigencia todo el siglo XIX.