Panorama general
El mensaje se centra en la importancia de la verdadera adoración a Dios, destacando que debe ser en espíritu y en verdad, y que únicamente quienes conocen realmente a Jesucristo pueden adorarlo auténticamente. Se exhorta a la congregación a dejar de lado las apariencias y costumbres para dar una adoración genuina, recordando la gracia recibida y el sacrificio de Cristo.
La esencia de la verdadera adoración
- Dios es espíritu y quienes le adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.
- La adoración auténtica proviene del alma, no de la simple expresión externa o costumbre.
- No se necesita un lugar especial, edad, posición o recursos materiales para adorar a Dios.
- La adoración genuina nace del conocimiento y reconocimiento de quién es Jesucristo.
Ejemplos bíblicos de adoradores
- Los magos adoraron a Jesús reconociéndolo como rey, sumo sacerdote y Dios dando oro, incienso y mirra.
- La samaritana entendió quién era Jesús y su perspectiva cambió, lo que la llevó a la verdadera adoración.
- El leproso sanado regresó para adorar a Jesús, reconociendo su divinidad.
- El ciego de nacimiento adoró a Jesús tras recibir su visión y entender que Él era el Hijo de Dios.
- En el cielo, los ancianos y ángeles adoran sólo al que está en el trono, reconociendo su santidad.
Llamado a la autenticidad en la adoración
- No basta con cantar coros, aplaudir o seguir tradiciones; sólo el que conoce a Dios puede adorarlo de verdad.
- La iglesia y sus miembros deben evitar la rutina y la superficialidad, y buscar una adoración profunda y transformadora.
- Se exhorta a recordar de dónde fuimos sacados por Dios y no perder la humildad ni la gratitud.
Adoración como respuesta a la gracia
- La adoración es el reconocimiento extremo de amor por lo que Dios ha hecho en cada vida.
- Cada creyente, independientemente de su estatus o historia, está llamado a adorar y rendir su vida delante de Dios.
- Se recuerda que todo lo que se tiene es por gracia y que la gloria pertenece sólo a Dios.
Invitación a la acción y rendición total
- Se invita a acercarse al altar para adorar, pedir renovación, sanidad y llenura del Espíritu Santo.
- Entregar presentes espirituales (vida, adoración, gratitud) a Dios es una manifestación de la verdadera adoración.
- Levantar las manos simboliza rendición y reconocimiento de la soberanía de Dios.
Decisiones
- Reconocer que sólo Jesucristo merece la adoración auténtica.
- Abandonar la rutina y buscar una adoración genuina en espíritu y en verdad.
Puntos de oración y rendición
- Ora por una apertura de los cielos y una visitación especial de Dios sobre la congregación.
- Se reconoce la condición pasada de muerte espiritual y se agradece a Dios por la nueva vida en Cristo.