Inicialmente mi intención era acompañar el desarrollo de la campaña italiano-grega a grandes rasgos, ya que detalladamente sería imposible hacerlo en apenas diez minutos. Sin embargo, mientras iba recopilando y organizando información, entre tanto preparaba los mapas, paraba de detectar errores consecutivos y simultáneos por parte del Estado Mayor italiano. Errores que tornaron esta campaña prácticamente imposible de ser concluida con éxito por parte de los soldados italianos. Cambiando mi intención inicial, veremos la invasión la invasión italiana de Grecia de una manera aún más general y básica, centrándonos más en el sinsentido que supuso la organización de esta operación y las pocas posibilidades de éxito de los soldados en tales condiciones.
Como ya he comentado alguna vez, juzgar a soldados desde la valentía otorgada por el sofá de casa me parece injusto. Más aún si cabe si no se tienen en cuenta en qué condiciones tuvieron que luchar. Las relaciones entre Italia y Grecia fueron deteriorándose desde el periodo de entreguerras. Aunque para 1940 las dos mayores razones, dentro de la lógica, dejando fuera ideas megalómanas, de que Italia realizara una campaña contra Grecia, eran intentar asegurar el dominio italiano sobre el Mediterráneo, ya que Grecia colaboraba estrechamente con el Reino Unido.
El otro motivo era intentar que Italia tuviese influencia en los Balcanes, principalmente sobre Yugoslavia y Grecia, ya que, sobre todo en Bulgaria y Rumanía, donde ya habían desplegadas tropas germanas, empezaban a estar bajo la influencia de Alemania. En la reciente ocupación de Albania por parte de Italia se desplegaron las siguientes unidades. En el litoral de la frontera italo-griega se organizó el grupo litoral, compuesto por unidades de caballería y con unos mil camisas negras. Camisas negras que eran poco más que civiles entusiastas.
Su objetivo era avanzar sobre el litoral heleno. En la sección central de la frontera se organizó un cuerpo de ejército compuesto por dos divisiones de infantería, una división blindada y más al norte, una división de tropas de montaña. La fuerza del grupo era de 11.000 alpinos, 29.000 soldados y 160.000 soldados. carros de combate ligeros, de los cuales 90 estaban operativos. El objetivo principal era avanzar paralelamente al grupo litoral, mientras que la unidad de montaña avanzaría a través de la abrupta cordillera de Pindo.
En el sector más al norte había desplegado otro cuerpo de ejército con unos 32.000 soldados. Los planes italianos oscilaron entre una ocupación total de Grecia o tan solo ocupar la zona litoral. Por lo que he podido leer en la versión online de una conocida revista anglosajona, parece ser que Mussolini llegó a cambiar de planes hasta cinco veces, en 15 minutos. En octubre de 1940, Mussolini ordenó la invasión de Grecia.
El Estado Mayor italiano había calculado que sería necesario atacar con 20 divisiones y disponer de 600.000 soldados para una ocupación exitosa de Grecia. Para ello serían necesarios tres meses de preparativos para organizar de manera correcta una fuerza de esas dimensiones, tiempo que Mussolini consideró excesivo. El líder de Italia ordenó el inicio de la campaña con un total de 87.000 soldados. 87.000 no es el número de tropas combativas, sino el total. Al otro lado de la frontera habían desplegadas cuatro divisiones y dos brigadas griegas.
En la reserva había disponibles otras cinco divisiones, mientras aumentaba la movilización. Ante la posibilidad de que Bulgaria participase de la invasión, otras cinco divisiones griegas protegían la frontera búlgara. Italia contaba con 8 divisiones y 90 tanques ligeros.
Grecia, 55.000 soldados y no disponían ni de tanques ni de cañones antitanque. En el frente centro-sur, 11.000 alpinos avanzarían sin demasiada oposición. La fuerza principal con 90 carros de combate y 34.000 soldados italianos avanzarían contra aproximadamente unos 27.500 griegos. Para garantizar el éxito de un asalto se recomienda atacar con el doble de tropas de las que ocupan la posición defensiva.
La ofensiva puede tener éxito con un número menor de soldados, pero es necesario disponer de algún factor de ventaja, tropas mejor entrenadas, con mejor armamento, o, como en la ofensiva soviética sobre Stalingrado, con igualdad de tropas cercanas al 1-1, con una estrategia que desequilibre la balanza a su favor. Un ataque de doble pinza, de flanqueo, etc. En este caso fue realizado un ataque frontal, que no ofreció ...decía ninguna ventaja favorable, y a grandes rasgos, las tropas italianas no tenían un entrenamiento ni armamento claramente superior al griego.
Si bien la situación de las tropas griegas tampoco era la más adecuada, sí que tenían la ventaja de que cada división helena tenía un mayor número de tropas, de ametralladoras, de morteros, etc. Puesto que las divisiones italianas eran binarias. Básicamente contaban con dos regimientos en lugar de tres de una división común.
Con un ataque frontal sin ninguna ventaja clara y favorable, la situación estaba bastante igualada, siendo así una ligera ventaja para quien ocupa posiciones defensivas. La fuerza aérea italiana era claramente superior, con casi 400 aeroplanos. Grecia contaba con casi un centenar. Cerca de un tercio de la aviación italiana eran cazas biplanos, los más numerosos.
Si bien para 1940 la aviación italiana ya no era tan moderna como antaño, continuaba a ser una seria amenaza. Italia, en este caso, tenía una clara superioridad. Aunque atacara finales de otoño y ante el inminente duro invierno por causa de las condiciones climáticas, a menudo hizo que no pudiesen disponer de la aviación, de la única ventaja clara de que disponían. Entre el 28 de octubre y el 13 de noviembre tendría lugar la ofensiva italiana. Las tropas alpinas fueron las que pudieron avanzar con mayor profundidad.
Y si bien la infantería regular cosechó éxitos iniciales, las lluvias torrenciales hicieron cada vez más difícil el avance. La invasión anfibia prevista en Corfu fue cancelada por las malas condiciones climáticas. Con un ataque frontal, con una relación de tropas semejantes, sin casi ninguna ventaja, con mal clima, y con una Grecia que es uno de los países más montañosos, el avance logrado parece lógico y factible. Para el 14 de noviembre, Turquía había dejado claro a Bulgaria que si atacaba Grecia, intervendrían directamente.
Esto permitió a Grecia direccionar las divisiones de la frontera búlgara hacia el frente de Albania, además de las divisiones en reserva y las movilizadas. En noviembre, antes de la contraofensiva griega, Grecia contaba con el doble de tropas que los italianos, una ventaja de 2 a 1. Para diciembre, Italia había conseguido acumular 160.000 soldados. En el momento de la ofensiva griega, los soldados italianos llevaban semanas luchando sin ningún descanso, al contrario de las más recientes incorporaciones griegas.
Por si fuera poco, la logística italiana debía pasar por los poco capaces puertos de Albania, llegándose a convertir en un cuello de botella ineficaz y lento. Además, Italia necesitaba de millares de camiones, de los que no disponía. Para entonces la moral italiana era baja, la griega fue de menos a más.
La ofensiva griega, con el doble de tropas, más descansadas y con mejor logística, no tan solo recuperó el territorio perdido, sino que invadió el sur de Albania, haciendo retroceder a los italianos. Los italianos enviaron otros 400 aviones al frente, mientras que la Royal Air Force hacía acto de presencia y acosaba a la flota italiana. Para enero de 1941, y ante el constante refuerzo de tropas por parte de Italia, la ofensiva griega se estancó.
Entre enero y abril de 1941, varios altos oficiales italianos fueron sustituidos en favor de oficiales cuya trayectoria deja patente que eran parte del engranaje del típico estado corrupto y fallido. Durante este mismo periodo, Italia intentó, constantemente y sin éxito, romper las posiciones defensivas griegas. La situación de Grecia era crítica, aunque consiguieron mantener sus posiciones.
En abril de 1941, tras la invasión alemana de Yugoslavia, Grecia se encontraría frente a un escenario insostenible. A través de Yugoslavia y de Bulgaria, Alemania acumularía 680.000 soldados y 1.200 carros de combate. en primavera y por lo tanto con una mejor climatología, con los 600.000 soldados que se estimaba que eran necesarios para atacar a Grecia, con soldados mejor entrenados que los helenos y también con mejor armamento.
Además de todos estos aspectos favorables al los oficiales germanos trazaron una estrategia que favoreciese aún más a sus tropas. La ofensiva alemana básicamente se dirigió a través de la costa este de Grecia y en un ataque directo a la retaguardia griega que resultaría definitivo. Tropas de la Commonwealth, en torno a 60.000, habían sido desplegadas en ayuda a Grecia, aunque poco pudieron hacer ante la superioridad material y estratégica de Alemania.
Los soldados italianos que iniciaron la ofensiva de Grecia no tenían ni una sola de las ventajas de las que dispusieron los soldados alemanes. Vamos a repasar la acumulación de errores. A pesar de saber que eran necesarios 600.000 soldados, por no esperar tres meses, el líder de Italia ordenó atacar con un número de tropas insuficiente.
Tropas que, a grandes rasgos, no eran superiores al soldado griego medio. Las divisiones binarias italianas, a excepción de la artillería por la carencia griega, tenían una menor cantidad de armamento pesado. En la ofensiva no hubo ningún despliegue estratégico que pudiese compensar el escaso número de soldados italianos.
La planificación por el prematuro ataque ordenado fue casi inexistente. Atacando en el otoño-invierno, muchas de las bajas de ambos bandos fueron por causa del duro invierno y por las tropas no disponer de ropas adecuadas. Además, la aviación, la mayor ventaja de que disminuyó, disponía Italia a menudo fue incapaz de ser aprovechada por el clima de esas fechas.
Desperdicio de ventajas. Por ejemplo, la situación de la aviación recién explicada. Siendo Italia quien dirigía la ofensiva, se podía y se debía haber explotado el factor sorpresa.
Con maniobras de distracción o cualquier otra maniobra que favoreciese a las condiciones del ataque. Algo que no se hizo. Sin planificación suficiente, la logística italiana fue un problema más que los soldados italianos tuvieron que sufrir.
Aún más con una logística que necesariamente debía ser marítima en su trayecto inicial, y sobre un país de los más montañosos de Europa. En total, Italia dispuso de unos 513.000 soldados. Grecia, 430.000. Italia sufrió 89.000 bajas. Grecia, 58.000.
En ambos bandos, una gran cantidad de bajas fue por causa del frío. Finalmente, 270.000 soldados griegos fueron hechos prisioneros tras la ofensiva germana. Con las condiciones de que disponían los soldados italianos al inicio de la ofensiva sobre Grecia, difícilmente hubiesen podido lograr buenos resultados. Si 80.000 soldados alemanes, con inadecuado entrenamiento, armamento y con una mala logística y climatología, hubiesen atacado frontalmente a Grecia, el resultado final sería muy semejante al conseguido por sus homólogos italianos.
Si hubiese que buscar responsabilidades por el fracaso de la ofensiva, no debe ser sobre los hombros del soldado italiano. Suscríbete, dale a like si te ha gustado el vídeo y hasta pronto.