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Reflexiones sobre libertad financiera y emprendimiento

Una persona que gane 2.000 euros en España trabaja la mitad del tiempo para el Estado. Esto es un secreto, probablemente no lo digan hoy tampoco en el telediario de Televisión Española, pero el sistema está muy bien montado para que seamos enfermos, para que seamos pobres y para que seamos inconscientes. Esta vez tenemos a Grande Sergio Fernández.

Damos la bienvenida a Sergio Fernández. Sergio Fernández. Sergio Fernández. Sergio Fernández. Sergio Fernández.

Y a lo que me dedico es a ayudar a que las personas que quieren emprender puedan. Cada día utilizamos el dinero desde que nacemos hasta que moremos. Y curiosamente, casi nadie ha aprendido nada sobre dinero. El gran enemigo que tenemos ahora mismo es la distracción.

Es el principal enemigo que tenemos los seres humanos ahora mismo. Hay una batalla por la atención humana. La Tercera Guerra Mundial se está librando en nuestras mentes y los ejércitos son los medios de comunicación y la munición son las ideas. históricamente si coges casi cualquier periodo de la historia una persona que hubiera ahorrado el equivalente a cinco euros al día durante un periodo de 40 años metido en bolsa al final de ese periodo sería ricos 35 euros hay una frase que a mí me gusta mucho que dice que toda verdad ignorada prepara su venganza tú no puedes no mirar a la salud y esperar que no haya una consecuencia Tú no puedes estar sin mirar al dinero y esperar que las cosas van a ir bien.

La única manera de que una persona cambie de clase social, tenga más salud, esté mejor con su pareja, solo hay una vía, solo hay una y es... Chicos, sé que estáis alucinando con la entrevista y sé que tenéis muchas ganas. La primera fue una auténtica locura y esta segunda trae nuevos secretos, nuevos trucos y nuevos hábitos que puedes implementar en tu día a día para que tu vida vaya mejor, simplemente. Y ahora mismo está sucediendo un evento que sucede una vez al año y que me encanta dentro del Instituto de Pensamiento Positivo, que es la empresa que tiene Sergio Fernández. Y es un mes entero de formación acerca de libertad financiera.

Como motivo de que va a abrir de nuevo el Máster de Libertad Financiera, que es un máster que solo abre una vez y que es un auténtico éxito entre todos sus másters, va a hacer lo que es un evento, que son las Jornadas de Libertad Financiera, donde manda píldoras, e-books, charlas, conferencias, todo esto, hasta que al final del mes, más o menos, hace, en las fechas que veis en pantalla, hace unos directos con los cuales no solo... explica todo el contenido que he explicado a lo largo del mes, sino que también da la oportunidad para abrir las plazas limitadas, bueno, limitadas no, limitadas por espacio y tiempo, no puedes comprar después, al Máster de Libertad Financiera. Si quieres aprender de todo esto de forma totalmente gratuita y quieres aprender en este mes de las Jornadas de Libertad Financiera, apúntate abajo en el link de la descripción, tanto en YouTube como en audio donde estás escuchando esto, y empieza a aprender ya todos los trucos, todos los hábitos que tienes que implementar para que tu vida económica, tu vida financiera mejore.

Yo me voy a apuntar, así que te veo dentro y seguimos con el episodio. Bueno chicos... Un nuevo episodio de Tengo un plan. Esta vez volvemos en esta tanda de gente que ya ha aparecido en el podcast, porque son gente que aporta muchísimo y nos encanta traerlos cada cierto tiempo y esto va a ser una especie de tradición. Esta vez tenemos al grande Sergio Fernández y la verdad es que la primera pregunta que te quiero hacer, Sergio, es desde la última vez que nos vimos, que fue en abril del año pasado, ¿qué ha pasado en tu vida?

¿Cuál ha sido tu mayor aprendizaje o cuál ha sido alguna de las conclusiones que has sacado recientemente que quieras compartir a la gente? En realidad te diría que casi ni es una... conclusión nueva, ¿no?

Pero me ha ayudado, o sea, estos últimos meses me han ayudado a recordar algo, y es que en la vida no puedes apretar todo el rato, tienes que apretar y tienes que soltar. No puedes trabajar todo el rato, tienes que trabajar y tienes que descansar. No puedes estar al 100% del rato, hay un rato en el que también hay que estar al 0%, ¿no? Y este que es un aprendizaje que yo creía que había hecho hace una serie de años, en realidad en los últimos meses como que me estoy dando cuenta que me toca volver a refrescarlo, ¿no?

En realidad, claro, la vida da para mucho y cuando uno se quiere comer la vida a cucharadas soperas, que en mi caso, pues es como, venga, pues a grabar el podcast y me voy con mis hijos y monto una empresa y no sé qué. Y en realidad la vida las últimas semanas me ha dicho, chaval, está muy bien, pero para un poco porque no puedes ir al 100% todo el rato. Y en realidad yo esto pensaba que ya lo tenía aprendido hace años, pero la vida, bueno, afortunadamente simplemente me lo ha susurrado. De hecho, esta voz es un poco por eso. Me lo ha susurrado estos últimos días, que era una intuición que yo ya tenía las últimas semanas, y digo, no hay más que hablar, te hacemos caso.

En las peleas con la vida siempre hay un perdedor, siempre es uno, y yo cuando la vida me susurra, digo, oído cocina. ¿Crees que todas las horas que nos pegamos los emprendedores trabajando son productivas, o la mayoría de gente se puede llegar a quemar con trabajo improductivo? Pues dependerá de cada caso. Yo creo que lo que mi experiencia personal me dice, y lo que he visto acompañando alumnos en los últimos 12 años en IPP, Es que hay mucho trabajo que te podrías haber ahorrado.

Es decir, hay que aprender a distinguir el 20 que te da el 80 y dejar que el último euro lo gane otro, y dejar que la última cosa no la hagas, y dejar algo sin hacer, aprender siempre a decir que no a algo. Entonces, si tienes la inteligencia suficiente, y sobre todo si tienes el sistema suficiente para saber cuál es tu visión a largo plazo, cuáles son tus rocas a corto plazo, y por tanto, cuáles son tus rocas de la semana y del día... Si te centras solamente en ese 20 que da el 80, probablemente todo lo que haces es productivo. Pero si no haces eso, probablemente acabes moviendo papeles, yendo a reuniones que no tienes que hacer, respondiendo e-mails, o simplemente pasando horas de baja intensidad delante del ordenador.

Lo que yo me he dado cuenta con los años es que en mi vida profesional cada vez es más interesante, en tanto que cada vez hay menos trabajo que no aporta nada. Lo hay también, ¿eh? Siempre hay un pequeño desperdicio, una pequeña fricción, un pequeño roce.

Pero cada vez hay menos de eso. Yo miro mi vida hace años... Y digo, antes había mucho más de cosas. que te piden mucho y te dan poco.

Hay cosas que te piden poco y te dan mucho y hay cosas que te piden mucho y te dan poco. Respuesta corta. Si tienes la inteligencia suficiente para saber qué es lo que realmente tienes que hacer, puedes llegar a hacer que casi toda tu jornada laboral sea realmente productiva.

Sea cuatro horas, sea ocho o sea dos. Yo me he dado cuenta que eso me ha sucedido a mí también, pero lo que hablábamos un poco ayer, para poner un poco la gente en contexto, estamos aquí pasando un par de días aprendiendo un montón de cosas juntos y una... Un aprendizaje que hablábamos ayer era el tema de que tú has tenido que pasar por el trabajo.

Es decir, para llegar al punto en el que ahora solo dedicas tiempo a actividades de alto valor, has tenido que pasar por trabajo de no valor porque te toca. Es decir, porque solo estás tú, porque tienes que sacar a la empresa adelante, etc. Claro, esto a la gente que escucha tus consejos lo que puede pensar es, ya tío, pero es que no tengo a nadie para que haga esta gestión, no tengo a nadie para que gestione esto.

¿Cómo se viven estos primeros años del emprendedor? ¿Y cómo crees que es los puntos de entrada y salida? Es decir, ¿cuándo crees que la persona debería empezar ya a plantear, oye, ya ha pasado esta primera parte, este primer invierno, toca ya empezar a vivir un poco mejor?

Sí, mira, es muy interesante. Vamos a ver. Cuando una persona no tiene a alguien para contratar, es porque no tiene que contratar a alguien.

Es decir, eso significa que tú no estás lo suficientemente maduro como para ser capaz de delegar. O sea, yo tiendo a pensar que la vida tiene una perfección, tiene una belleza, tiene un orden, tiene algo que va más allá de lo que nosotros somos capaces de ver. Y yo en mi propia experiencia puedo decir que cuando no he dispuesto de un recurso es porque la vida en el fondo me estaba protegiendo. Es decir, es como que si tú no tienes dinero para contratar un asistente, es que todavía no estás en el punto de merecerte un asistente.

Todavía no has generado suficiente volumen de trabajo, suficiente carga de clientes o lo que sea. Eso por un lado. Y luego, por otro lado, yo lo que he observado, y soy muy rápido con esto, pero me parece un concepto interesante, es que... En el camino hacia la verdadera abundancia, transitamos cinco etapas.

Hay una primera etapa, que es esta etapa de vagabundo, de huérfano, perdón, en el que dependemos de los demás, de nuestros padres, de que alguien nos dé dinero, de que alguien nos diga lo que tenemos que hacer. Está bien, hay que vivirla. Hay una segunda etapa de vagabundo, en la que salimos a explorar el mundo, a hablar con otros, a establecer relaciones sociales, a hablar, a no sé qué.

Y eso está bien, hay que vivirlo. Y ahora empiezo a responder a tu pregunta. Una tercera etapa, que es la de mártir. que es la de que si tú has vivido bien el huérfano y te das cuenta que no puedes seguir dependiendo de otros, hay mucha gente adulta que sigue en huérfano dependiendo del Estado, de hecho el Estado está empeñado en que haya cada vez más huérfanos para que dependan del Estado para engrosar esa maquinaria.

Sin entrar en eso, si tú te das cuenta de que no puedes seguir siendo huérfano, si te das cuenta de que no puedes seguir siendo vagabundo, salir, hablar con unos, con otros, llegar, acostarte tarde, gastarte el dinero, no hacer nada realmente con propósito... Te das cuenta en mártir. Muchas personas en torno a los 30 llegan a mártir.

¿Y qué es el mártir? El que dice, joder, me he dado cuenta que me he equivocado ahora, yo trabajo y lo doy todo y 12 horas es de losers y 14 es mejor todavía, yo he pasado por ahí. Y esa etapa es muy necesaria. El problema es que mucha gente se queda trancada en mártir. El mártir típicamente cuenta las horas, le dice a los demás lo bien que lo hace, está todo el rato explicando a otros todo lo trabajador que es y a veces es verdad.

Pero el problema es que si tú te quedas atrancado en mártir... No subcontratas, y ahora sí que te respondo, no subcontratas, no amplías equipo, no delegas y sobre todo no tienes visión. Cuando la persona supera al mártir pasa al guerrero.

El guerrero solo trabaja por valores. El guerrero dice, esto es lo que yo voy a hacer en la vida y si pierdo la vida en la batalla, yo la pierdo. Pero estos son mis valores, no son negociables y voy a por ello.

Pocas personas entran en guerrero, pero las que entran lo revientan, lo estallan, son felices. Lo que hablábamos ayer y antes, ¿no? Te quieres comer la vida, necesitas 25 reencarnaciones para hacer todo lo que quieres hacer en este planeta, ¿no?

Pero ese tampoco es el fin del camino. Hay un camino superior que es el camino del mago. El camino en el que te rindes a la vida, el camino en el que entiendes que hay una inteligencia superior que en realidad opera a través de ti, el camino en el que entiendes que en realidad tú eres el hacedor pero que en realidad no haces nada, que es la vida de nuevo operando a través de ti y el momento en el que simplemente te rindes, el momento en el que simplemente fluyes y el momento en el que simplemente... vas con la ola.

Pero ojo, porque si estás en mago y no has hecho guerrero, no estás dispuesto a ir a la batalla, no has hecho mártir, no estás dispuesto a trabajar, no has hecho vagabundo, no eres capaz de relacionarte con otros, de establecer relaciones significativas y no has hecho huérfano con la humildad que necesitas para ser mago, de saber que igual mañana te estrellas y dependes de otros porque te quedas en una cama 20 años, que eso también hay que ser lo suficientemente sabio para darse cuenta de ello, si no has integrado todas las etapas. pues resulta que no puedes ser mago. Y el camino final es el del mago.

Me encanta. El de la abundancia, el de saberte protegido por la vida. Nosotros en IPP tenemos una frase que es estamos bendecidos y estamos protegidos. Y es que es verdad. Es verdad, porque hay cosas que no salen ni porque uno sea listo.

Y uno también tiene que tener la humildad suficiente para saberlo. Hay cosas que salen porque uno está protegido y ya está. Pero hay que ser mártir, hay que levantarse cada mañana, hay que trabajar cada mañana, hay que cumplir tu palabra, hay que ser guerrero, hay que tener unos valores claros, ir a por ellos. No son negociables, la vida los va a testar todo el rato, te van a hacer ofertas, te van a hacer propuestas, cada uno en el nivel que esté, ¿no?

Pero el que dice, me hago autónomo y esto, ya tal, a la semana siguiente le ofrecen un trabajo. El que de repente tiene una empresa que va bien y dice, yo soy leal a mi equipo, pues de repente pasa algo donde la vida te pone prueba a ver si eres leal a tu equipo o no lo eres, ¿no? Y la vida te va poniendo pruebas y si tú las vas superando, vas avanzando. Y el destino último es la abundancia absoluta. y el saberte protegido y el saberte acompañado en este planeta.

Y por el camino hay que contratar asistentes, por el camino hay que hacer equipo, por el camino hay que ser mejor profesional y por el camino hay que tenerse paciencia y entender que estamos haciendo este tránsito. Qué bueno. Y después de haber tenido tantos alumnos en IBP, a mí la duda que me surge es, la típica que tendrán la mayoría de gente que escucha esto, es que todos estamos hechos para emprender, todos estamos hechos para llegar a ese mago o para pasar por todas esas fases.

Lo que tú creo que me estás preguntando en realidad es, ¿todo el mundo tendrá una sociedad limitada o será autónomo? Sí, y va a tener el éxito este que parece que ahora es tan fácil de tener con el emprendimiento. De fácil nada, yo creo que es mejor que lo digamos alto y claro, ahora hablamos de la palabra fácil o difícil.

Pero si la respuesta es si todo el mundo quiere ser emprendedor en el sentido de soy fundador de una compañía, la respuesta obvia es no. Si todo el mundo tiene espíritu emprendedor, para mí la respuesta también obvia es sí. Lo que pasa es que... Lo capamos, lo escondemos, no nos atrevemos a sacarlo. El sistema es una maquinaria que funciona, y esto hay que entenderlo para quitarse culpa, es una maquinaria que funciona de manera perfectamente engrasada para que seamos enfermos, para que seamos pobres y para que seamos inconscientes.

Esto no te exime de tu responsabilidad si alguien lo está escuchando y está ahí, pero el sistema está muy bien montado y está engrasado para que tú acabes en esa situación. La buena noticia es que hay maneras de salir de ahí. Entonces, espíritu emprendedor.

Yo creo que los seres humanos somos emprendedores por naturaleza. O sea, tú ves a un niño pequeño, yo veo a mis hijos, se caen 50 veces, se vuelven a levantar, le dices que no, le entra por una oreja, le sale por otra, como los buenos emprendedores, ¿no? Que, papá, que quiero mover no sé qué.

No, hijo, da igual, al minuto vuelve otra vez. ¿Sabes? Porque tiene ese espíritu emprendedor y arrollador que hace que quiera sacar ese proyecto adelante que quizá es mover un cojín. Pero si eres capaz de mantener eso, tendrás espíritu emprendedor.

Entonces, las empresas cada vez van a querer menos a personas que no tengan espíritu emprendedor. De hecho, el mercado laboral se está quedando sin hueco para las personas sin espíritu emprendedor. Pero lo que parece claro es que no todo el mundo quiere emprender. Emprender es un camino que requiere de tener una visión, requiere muchísima responsabilidad. Es un camino, vosotros lo sabéis, de 24 horas.

Desde que abres el ojo por la mañana, yo a veces hasta intento, no siempre lo logro, pero programo sueños lúcidos. O sea, digo, vida. Ayúdame con esto, voy a dormir y dame una solución. O sea, hasta el punto de que eres emprendedor mientras duermes, que ya es una cosa muy loca.

Y no todo el mundo quiere eso y probablemente esté bien. Lo que sí que creo que es importante es que saquemos ese espíritu emprendedor, que no tiene que ver con montar una empresa y dar un pelotazo y hacer un éxit, tiene que ver con, oye, tengo un trabajo, a lo mejor lo que se llama normal, yo no creo que haya trabajos normales, creo que todos los trabajos se pueden hacer cosas extraordinarias. Pero bueno, lo que comúnmente se conoce como un trabajo normal y hacerlo desde un sitio emprendedor y hacerlo desde un sitio de entregar más valor, joder, que es de lo que se trata. Oiga, yo estoy poniendo cafés, pon cafés como si la vida te fuera en ello. Estoy leyendo un contrato del que va a depender la paz mundial, pues lee el contrato como si la vida te fuera en ello.

O sea, al final el planeta necesita de muchas cosas, del que pone café y del que lee el contrato a nivel mundial, ¿no? necesitamos de todo. Claro, hablamos de no todo el mundo a lo mejor va a llegar a tener una sociedad limitada, pero sí todo el mundo puede tener un espíritu emprendedor y sí todo el mundo debería prestar atención a la energía del dinero, que también es un tema importante.

Es decir, aunque a lo mejor no quieras ser emprendedor, sí que es importante que en tu vida empieces ya a no darle la espalda al dinero. Porque yo creo que eso lo habrás visto muchas veces. Además, luego hablaremos más en fondo del MDLF, que es el Máster de Libertad Financiera. Tú te habrás encontrado mucha gente que dice no, no, es que eso no es para mí. Es que el dinero, el hacer un Excel de ingresos y gastos el ver dónde invierto el dinero que gano, el hago tan sencillo como saber que para ganar dinero tienes que ganar dinero primero y gastar menos de lo que deberías gastar.

Hay gente que le da la espalda y piensa que no es para ellos. ¿Cómo has visto ese comportamiento de la gente y cómo veis en general en la sociedad la relación con el dinero? Hay una frase que a mí me gusta mucho que dice que toda verdad ignorada prepara su venganza. Y es tal cual. Uno no puede ignorar una verdad durante mucho tiempo.

Porque mientras la verdad está urdiendo su venganza en secreto. Tú no puedes no mirar a la salud y esperar que no haya una consecuencia. Tú no puedes estar sin mirar al dinero y esperar que las cosas van a ir bien. O sea, el dinero es una...

Hay dos energías que sustentan la vida. Dos. O sea, en realidad la vida, rebobino, en realidad la vida son al menos cuatro dimensiones.

Tenemos la dimensión intelectual, tenemos la dimensión emocional, la dimensión espiritual y la dimensión física. Genial. Pero es que las cuatro se sustentan en la física. ¿Y qué es la física?

Es la salud y es el dinero. Entonces tú no puedes pretender ignorar las leyes de la vida, porque la vida tiene unas leyes. O sea, hay una ley que es la ley de la gravedad.

Si yo salto por el balcón, me caigo y seguramente me romperé algo. Bueno, pues la vida exige que cuidemos del dinero y que cuidemos de la salud. El dinero, en realidad le llamamos dinero, pero simbólicamente tiene que ver con todo lo físico, con todo lo que tiene que ver con la supervivencia en lo físico.

Entonces, cuando una persona empieza un proceso de desarrollo personal y no sabe por dónde empezar, yo siempre le digo lo mismo, digo, si no sabes por dónde empezar, empieza por cuidar de lo físico, empieza por cuidar un poquito de tu salud y por cuidar un poquito de tu dinero. Pero dinero, insisto, energía física, cuida de tus armarios. Cuida del dinero, literalmente ahora sí que sí del dinero, pon orden en tu casa, vístete mejor, ve al médico si es que tienes alguna cosa que te deja arreglar, etc.

Entonces, muchísimas personas ignoran el tema del dinero. ¿Por qué? Es una pregunta que me he hecho muchas veces, porque si lo piensas es muy loco. Cada día utilizamos el dinero, todos, hasta mis hijos con un año utilizan el dinero. Lo que pasa es que lo utilizan vicariamente a través de sus padres.

Pero utilizan el dinero, porque al final compran un pañal, lo que pasa es que lo tienen delegado en nosotros. Entonces, cada día utilizamos el dinero, desde que nacemos hasta que morimos. Y curiosamente, casi nadie ha aprendido nada sobre dinero.

¿Y cuál es la consecuencia de esto? Que sufrimos muchos problemas de dinero. Entonces, como sufrimos muchos problemas de dinero, no queremos mirar ahí, porque mirar supone dolor, porque hemos visto dolor, a veces tenemos un transgeneracional de dolor con el dinero. de muchísimas generaciones.

A lo mejor todo nuestro árbol genealógico ha sufrido con el tema del dinero. Y quieras que no, esa carga energética nos ha llegado a nosotros. Pero sin ponernos tan metafísicos, incluso dentro de nuestra propia vida, muchos hemos tenido problemas con el dinero y no queremos ni verlo. O lo hemos visto pasar mal a nuestros padres, o ha habido un problema de una herencia, o ha habido una ruina, o simplemente has visto que tus padres trabajaban por 1.000 euros durante 30 años para no tener nada al final. Y eso muchas de las personas que nos están viendo lo han vivido.

Entonces como que no quieren mirar ahí, por no hablarte de que no quieres mirar porque te tendrías que contar verdad. A lo mejor te tienes que contar verdad y decir, hostia, es que la casa en la que vivo es un cuchitril y yo pasé por ahí. Y joder, hay que tener mucho coraje para decir, pero es que esto es una basura, o sea, es que yo no me puedo permitir a mí mismo esto. O sea, tengo que elevar el nivel de lo que considero aceptable.

Y eso supone un poco de dolor. Ahora la buena noticia, son solo 48 horas de dolor. Yo le llamo las 48 horas de dolor. O sea, es mirarte un día al espejo y decir, tío, esto no funciona, no funciona. Me puedo pedir más, puedo aspirar a más.

El que lo necesite. Si alguien está bien, está perfecto, pero no era mi caso, desde luego. Entonces, esas 48 horas de dolor, que a lo mejor son más de 48, pero el primer golpe es duro, decir, vale, listo, ¿quiero esto?

No. ¿Estoy dispuesto a contarme verdad? Sí. ¿Ha habido dolor aquí?

Sí. ¿El mundo es justo? No. ¿Aún así merece la pena vivir y merece la pena salir adelante? Sí.

Y sobre todas las cosas yo creo que lo más importante es entender que el premio es el camino, el premio es la persona en la que te conviertes. El otro día escribía un email, estoy escribiendo un email al día, he hecho un back to basics en el 2008, empecé IPP arrancando, ni siquiera era IPP en aquel entonces, era autónomo yo. Pero empecé escribiendo un email al día, basado en la hipótesis de como no tengo un euro para gastarme dinero en publicidad, si todos los días publico un artículo en el blog y lo mando por email, alguien me leerá y alguien me comprará los libros o hará algo, ¿no?

Y ahora he vuelto a hacer eso, ¿no? Y el otro día contaba en un email que he comprado un coche, que ha sido, bueno, ha sido para mí un hito en mi vida en el sentido de que era una cosa que llevaba muchos años pensando, ¿no? Y decía, en realidad me lo compré y me fui a casa y hice lo mismo que hago todos los días y a la mañana siguiente hice lo mismo que hago todos los días y en realidad es irrelevante. ¿Por qué? Porque lo importante es el proceso y esta es la clave.

Es el proceso que te convierte en la persona que eres, que te permite comprarte ese coche si es lo que te interesa, o yo qué sé, o a darte la vuelta al mundo, o simplemente estar tranquilo en tu casa leyendo un buen libro, lo que cada uno considere que es importante, ¿no? Pero lo importante es la persona en la que te conviertes. Y esta es la clave. Pensamos que la pobreza económica es pobreza económica, pero ojo, la pobreza económica nunca va sola. Y esto tira por tierra todo el sistema, lo siento, pero tira por tierra toda la cosmovisión de que hacen falta ayudas, de que hacen falta subvenciones, de que el mundo es un lugar injusto, de que los ricos se lo quitan a los pobres.

Es que no es verdad, yo lo siento. La pobreza económica no es nunca solo pobreza económica, es pobreza de relaciones, es pobreza de ideas, es pobreza de conocimiento, es pobreza familiar en ocasiones, lamentablemente. Hay muchas pobrezas asociadas a eso.

Y ojo, pobreza no es solo que vivas en la calle, hay muchos niveles de pobreza. Pobreza es tener 30 años, querer tener hijos y no poder tenerlos porque no tienes dinero para proveerles una educación. Eso es pobreza también.

Y pobreza es querer irte de vacaciones, ya no digo que estés todo el día viajando, que a mí ni siquiera me gusta tanto viajar, pero que querer irte de vacaciones y no poder hacerlo, lo siento, pero eso también es pobreza. ¿Cómo crees que afecta los estándares, por ejemplo, de la vivienda en la que estás, de la ropa en la que llevas, el coche en el que llevas? ¿Crees que llega a afectar a la manera en la que piensas y ganas dinero?

Esa pregunta me parece buenísima. Cuando yo publiqué Vivir con Abundancia, hace ya demasiados años, dediqué un capítulo al tema de la belleza, porque es que sé que es fundamental el tema de la belleza. Es decir, necesitamos rodearnos de cosas bonitas, de cosas bellas, de cosas de calidad.

Yo siempre digo lo mismo, y no lo digo porque lo haya leído en un libro. De hecho, esto es una idea que hasta donde yo sé no la he sacado de ningún sitio. Es una cosa que concluí muy joven y le estoy muy agradecido a la vida por ello. Si no puedes irte de vacaciones 20 días, no lo hagas. Vete un día, pero vete al sitio al que irás cuando tu vida mejore.

Si no puedes comprarte el coche que quieres, no pasa nada. Alquílalo, yo lo he hecho durante años. Alquilas, lo tienes un día, siete, los que sean, lo devuelves, adiós. Si no puedes comprarte 10 camisas, por cierto, no hacen falta 10 camisas, pero si no puedes comprarte 10 prendas de ropa, cómprate una. Yo lo hice.

Las primeras cosas que hice en mi vida, en mi nueva vida, digamos, me hice una camisa medida. Y tenía una. Tenía una y siempre recuerdo que el primer día que entré en un sitio me la dieron, entré en una reunión que tenía, me dije, hostia, qué guapo vienes hoy, ¿no?

Y dije, claro, si es que se nota, porque el otro no sabe lo que me ha costado ni falta que hace, pero el otro lo ve. Pero lo importante no es que el otro lo vea, lo importante, a lo mejor nadie vio la camisa, simplemente era mi energía, pero lo importante es que tú te la pones y dices, joder, qué bien. como me gusta, y no es una cuestión de dinero, es una cuestión de energía, de que sea bonito, entonces yo siempre he sido muy fan de eso, si no puedo hacer algo, no lo hago, no pasa nada, pero si lo hago, tiene que ser lo mejor, y ¿sabes lo que pasa esto? Que te sube tu estándar automáticamente, porque dices, ¿cuánto vale, me voy a inventar, cuánto vale la camisa que me gusta? 100 euros, ¿cuánto vale la camisa que no me gusta?

20, bueno pues ya sé que tengo que ganar 100 euros para comprarme una camisa, ¿cuánto vale el coche que me gusta? 100.000 euros, ¿cuánto vale el que no me gusta? 20.000 euros, Pues yo no me voy a comprar el de 20.000. Estoy inventándome las cifras, pero enténdeme el ejemplo.

Pues, bueno, que en el fondo en realidad estoy... Pero son un poco así también, ¿no? Pero que dices, pues no me voy a comprar el de 20. Pero es que el de 100 no llego.

Ah, pues mala suerte. Pues a elevar tu termostato financiero. El termostato financiero es la herramienta que determina en qué niveles de dinero tú te sientes cómodo. Imagínate que tu termostato financiero está en que ganas entre 2.000 y 2.500.

Pues cuando bajas de 2.000, te pones a echar currículum. sales a la calle, coges el teléfono, buscas un cambio de empleo, buscas clientes, porque tu termostato ha bajado, y si ganas más de 2.500, bueno, como estoy ahorrando, pues me voy a ir de vacaciones, y le cambio el aceite al coche, y yo qué sé, y me cambio a una casa más grande. Y entonces es como que todos tenemos un termostato financiero. Lógicamente no se puede llevar de 1.000 al mes a 100.000 al mes en un día, pero mi recomendación, y desde luego lo que yo he hecho, es irlo subiendo poco a poco. Entonces, ¿qué pasa?

Que si solo aceptas lo mejor... Claro, solo te puedes comprar cosas buenas. Primero, te puedes comprar muy pocas, pero lo siguiente es que tu termostato financiero va subiendo. No sé si me estoy explicando. Claro, cañas a la cabeza de decir, yo quiero esa camisa de 100, me tengo que acostumbrar a que tengo que ganar más de 100 para comprarla.

Para comprar una camisa. Y entonces, ¿qué pasa? Que automáticamente tu cabeza se pone en otras cifras. Yo esto del termostato financiero he hecho muchos juegos con esto. O sea, por ejemplo, me pasó hace muchísimos años, me quería cambiar a una zona de Madrid determinada, entonces yo me iba allí a hacer la compra.

Algunos amigos pensaron que había perdido la cabeza completamente. Pero yo decía, ¿yo de dónde vivo? En este barrio.

Pero yo no vivía allí, ¿eh? Pero yo decía, ¿yo de dónde soy? De esta zona. Digo, entonces, ¿qué hace un tío que vive en esa zona?

Hace la compra en esa zona, ¿no? Pasea por esa zona. Genial. Entonces yo me iba y hacía la compra allí. Y me iba a ver pisos allí.

Pero fue tanto así que el día que ya me pude cambiar, salió un anuncio, llamé a una inmobiliaria, esto tío es real, ¿eh? Y me atendieron por mi nombre. Porque tenía el teléfono grabado porque había ido a ver pisos por la zona anteriormente.

Yo iba allí, los veía y decía... ¡Qué guapo! Y decía, pues bueno, ya le diré algo.

Y me iba. Y bueno, lo que es el karma, cómo lo organiza, ¿no? Esta mujer me había enseñado un piso, y entonces llamo, hola, mira, llamo para ver este piso y tal. Hola, Sergio, ¿qué tal? ¿Cómo estás?

Y hostia, ¿sabes qué pasa aquí? Y resulta que me tenía grabado de otra visita. ¡Guau!

¡Qué bueno, tío! Claro, porque cuando la gente... Y eso es elevar el termostato financiero. Voy a ver la casa en la que viviré, voy a comprar el barrio en el que viviré, voy un día al hotel en el que veranearé. ¿Conduzco un día el coche qué tal?

Yo alquilaba Porsche y tenía un Opel Kadett. Bueno, pues vale. Pero eso marca una dirección también. ¿Cómo lo organizamos?

¿Qué porcentaje de nuestro dinero debería ir destinado a este tipo de ejercicio? A este tipo de ejercicio de me voy al restaurante bueno, me voy al hotel bueno, una noche. Para ver un poco qué se siente, para ver un poco cómo es esa realidad.

A ver, si me hablas de restaurantes y de hoteles, el porcentaje está claro, en torno al 10%. Pero ojo, porque esto se puede extender a otras cosas. En realidad sería el porcentaje de lujo que es en torno a un 10%. Pero también lo podemos hacer con la comida, porque puedes coger y decir, me voy a hinchar a pizzas como si no existiera un mañana, o voy a comer, no sé, prefiero comer más vegetales, pero el día que me como un trocito de carne o de pescado, insisto, es que quiero dejar esto claro, no es un tema de poder adquisitivo, es un tema de decisiones.

Porque tú puedes tener un presupuesto exiguo para hacer la compra o para vivir en una casa o para lo que sea, pero solo optar a cosas que sean bonitas. ¿Me explico? Vale, vale, vale.

Perfecto. Entonces, el porcentaje de lujo sería en torno a un 10%, pero esta lógica que estamos hablando tú la puedes utilizar con el resto del presupuesto. Ejemplo, dices, tengo 500 euros para alquilar una casa.

Genial. Tú puedes vivir en una casa que esté en una buena zona y que sea bonita y que sea muy pequeña, por tanto, por 500 euros, o puedes vivir en una casa, en una zona peor, que sea más grande y que esté más desvencijada, por 500 euros. ¿Se entiende? Sí, sí.

Y al final es una cuestión de decisión. ¿Prefiero vivir en un sitio bonito, aunque sea más pequeño? ¿O prefiero vivir en un sitio...?

Porque al final nos nutrimos también de la energía de los lugares. Ojo con esto. Porque hay zonas que vibran bajo y zonas que vibran alto. Y porque no es lo mismo asomarte y ver una montaña que asomarte y ver un patio. O sea, es que cada decisión que tomamos cuenta.

Entonces, para este tipo de juegos, un 10% parecería un porcentaje razonable. Déjame que rebobine una cosa, por si alguien que no conoce este concepto. La propuesta que nosotros hacemos en IPP es básicamente, vive con el 50% de tus ingresos, Como persona física hablo ahora, no como empresa. Vive con el 50% de tus ingresos, claro, los autónomos dirán, pero yo si soy autónomo, ¿qué ingresos tengo?

Entonces yo digo, ten dos cuentas, ten la cuenta de Sergio Empresa, Juan Empresa, y la cuenta de Sergio Empresa, Juan Persona. Con la cuenta de Sergio Persona y Juan Persona vas a hacer la compra, pagar la luz de casa, no sé qué. Con esta cuenta hagas una nueva web, no sé qué.

Luego, fiscalmente va todo a lo mismo. Bueno, no todo va a lo mismo, pero bueno, sin entrar en detalle, son dos cuentas, ¿no? Entonces, de la cuenta de persona, la recomendación que nosotros hacemos es vive con en torno a un 50%.

¿Por qué en torno a? Porque si tienes un salario muy bajo, probablemente no te dé, o si tienes ingresos bajos. ¿Y por qué en torno a? Porque si tú ya te está yendo muy bien, es que realmente a lo mejor no necesitas gastarte un 50%.

O sea, llega un momento en el que dices, es que yo no necesito más, por la razón que sea, porque ya tienes lo que necesitas, ¿no? Entonces a lo mejor con gastarte un 35, un 40 es suficiente. 50% para gastos, casa, pescadería, luz, wifi, no sé qué, todas estas cosas. Colegios de los niños, ropa de los niños, si los hay.

Cuidados de mayores, de padres, si los hay también, hay 50%. ¿Y qué hacemos con el otro 50%? Aquí empieza la fiesta.

10% ahorro, 10% inversión, mínimo siempre hay que ahorrar un 10%, ojo con esto. Da igual, Sergio, es que gano 800 euros al mes, 80. No es una cuestión de cantidades, es una cuestión de hábitos. Si con 800 no ahorras 80, te garantizo...

O sea, dicen que sabe más el zorro por viejo que por zorro. Llevo 12 años con IPP. Cuando ganes 8000, no ahorrarás 800. Está inventado, no hay que inventar la rueda, esto ya se sabe.

Entonces, ahorra mínimo un 10, invierte un 10, tírate a lujo un 10%, dona un 10% y me falta uno que no me acuerdo. ¿Educación? Y educación un 10%, gracias.

Entonces, esto es indicativo. Por ejemplo, cuando yo empecé, yo dije, con 10%, esto es muy poco, no voy a llegar en la vida. Y entonces le metí un 20 o un 30%. ¿Aducación? Educación.

Al principio, cuando estás ganando 100.000 al mes, probablemente no te haga falta gastarte 20 o 30.000 al mes en educación, sería ridículo, o no, no lo sé, pero probablemente. Pero si ganas 1.000 o 2.000, como era mi caso probablemente en aquel entonces, es... Claro, yo hacía cálculos y decía, pero yo con 2.000 euros al año en educación, ¿yo dónde voy?

No hago nada. Entonces yo cargué más ahí y me quité de lujo. Luego descubrí que quitarme de lujo había sido un error, porque esto me lo dijo una amiga y profesora del máster, me dijo, Sergio, tienes que aprender a disfrutar de la vida. Si solo estás cargando en educación y solo estás cargando en ahorro, que está muy bien y es muy inteligente, hay una cosa como de que se te olvida esa cosa disfrutona de la vida.

Y dije, eso es verdad. Y entonces me puse, ¿sabes esto? Que a veces escuchas algo, a veces que escuchamos algo y decimos, eso es verdad.

La verdad cuando uno la escucha nos ordena energéticamente. Y yo lo escuché y dije, eso es verdad. Y entonces empecé a ser mucho más estricto, porque me tengo que obligar a ser estricto, porque mi perfil es ahorrador, empecé a ser muy estricto con el presupuesto de gasto. O sea, sabes, como a veces, y esto suena a broma, pero es verdad, llegaba octubre y decía, joder, que hay que irse de vacaciones.

O sea, que tengo que hacer algo, o sea, que tengo presupuesto por gastar todavía, ¿no? El que diga que solo es fácil, que lo haga al revés. O sea, hay cuatro perfiles, básicamente, con respecto al dinero, ahorrador...

gastador, monje, llevitador. Bueno, no entramos, o sí entramos, lo que queráis, pero bueno, mi perfil es ahorrador. La mayor parte de la sociedad está en gastador.

Entonces el gastador tiene que hacerlo exactamente al revés. Tienes que ahorrar sí o sí, tienes que mirar tu presupuesto para ahorrar, invertir y tal. Entonces, estos porcentajes son aproximados. A lo mejor si tú dices, pues es que yo soy un vividor, venga, pues llévatelo de 10 a 15, el lujo, ¿no?

Yo qué sé, hay que adaptarlo un poco, ¿no? Pero hay una lógica, o sea, te puedes mover la lógica, pero no te la puedes saltar del todo. Porque si te la saltas, fallará algo.

Si no llevas nada de educación, fallará algo. Si no llevas nada de lujo, fallará algo. Si no llevas nada de ahorro, fallará algo.

¿Lo ves? Si no llevas algo a caridad, a donación, a hacer la vida mejor a otros, fallará algo. O sea, hay una lógica dentro de este esquema. ¿Por qué es tan importante ese 6% de donación?

A ver. Este es un tema controvertido y de hecho cuando tú hablas en privado con personas que se toman en serio el tema de la libertad financiera, hay muchos puntos de vista. Hay personas que te dicen, yo con darle la mitad o más, porque cuando tu nivel de renta va aumentando puedes llegar a darle al Estado un 60 o un 70%.

Una persona que gana 2.000, lo demuestro en mi libro con cifras libertad financiera, ahora es el momento en el que alguno se cae del sillón, pero una persona que gane 2.000 euros en España trabaja la mitad del tiempo para el Estado. Esto es un secreto. Probablemente no lo digan hoy tampoco en el telediario de Televisión Española, muy entretenidos con su forraje habitual para el pesebre, pero dicho esto, bueno lo siento, pero dicho esto una persona que gana 2.000 euros trabaja la mitad del tiempo para el Estado. Entonces hay muchas personas que en niveles de renta alto dicen, macho yo con esto ya estoy cubierto.

Y yo sin embargo sigo pensando que hay una pequeña parte, no sé si es el 1% o el 10%, sí sé que está entre el 1 y el 10 y luego que cada uno lo adapte. Pero hay un porcentaje que es bonito coger dinero tuyo y entregarlo a lo que tú creas que merece la pena. Que puede ser hacerle la compra a tu vecina de abajo que no le llega, o puede ser salvar las focas del Ártico, o puede ser pagarle una formación a un sobrino lejano tuyo cuyos padres no se la pueden pagar.

A mí, por ejemplo, me gusta mucho de eso, todo lo que tiene que ver, desde el porcentaje de caridad, todo lo que tiene que ver con educación. Porque creo en la educación. La única manera de que una persona cambie de clase social, tenga más salud, esté mejor con su pareja, solo hay una vía, solo hay una, y es aprender cosas nuevas todo el rato.

No hay más vueltas. Entonces, mi porcentaje de ayuda, me gusta que vaya encaminado a eso. O sea, pero la subvención a la educación, ahora mismo hay mucha educación que está manipulada o que, digamos, no ayuda mucho a pasar de clases sociales.

Bueno, es que educación es regalar un buen paquete de libros. Es que educación es regalarle a una persona un curso que tú sabes que funciona porque conoces al formador o a la persona. O sea, educación no es solo una licenciatura en una universidad decimonónica.

O sea, es que educación es comprarte, es regalarle a alguien. Mira, nosotros la semana pasada estábamos regalando en la web de IPP, bueno y lo seguimos haciendo esta creo, un PDF. De todos nuestros vídeos, de los vídeos de IPP, ordenados por temas.

Ese PDF, la gente que lo sepa utilizar con inteligencia, porque tú dices, pues voy a ver vídeos sobre amor, voy a ver vídeos sobre salud, voy a ver vídeos sobre finanzas personales. Eso es un regalo de educación y que cuesta nada en realidad. Pero incluso si quisieras regalar los libros o un programa formativo, eso es educación también.

Hablando de educación... Ahora estamos justo en un momento en el que la gente que esté viendo esto puede aprender gratuitamente acerca de hábitos de dinero y de libertad financiera con las jornadas de libertad financiera, se pueden apuntar a la descripción. Pero claro, ¿tú cuándo te planteaste hacer el máster de libertad financiera? ¿Cuál viste que era el problema? Y aparte de todo lo que hemos comentado, ¿y por qué nace?

¿Y qué es lo que se van a encontrar la gente dentro? Máster de libertad financiera, en cierto modo, fue una promesa a la vida. Cuando yo arranqué con todos los temas de libertad financiera, yo hice lo que siempre hago, que es estudiar, formarme, leer, preguntar, no sé.

Soy curioso, me gusta aprender y luego lo que aprendo me gusta sintetizarlo para que eso se democratice y llegue a más personas. Y entonces yo arranqué y me di cuenta de que los libros... Es que yo me acuerdo, pero como si fuera ayer. Bueno, mírate, os contaré otra anécdota graciosa.

Yo he bajado a la librería de Lavapiés, donde vivía hace un montón de años, y pues imagínate la librería de un barrio céntrico de Madrid, de izquierdas, no sé, toda esta cosa. Y era todo el proceso revolucionario en Chile. De Pinochet, yo que sé, cosas así, ¿no?

Que bien, ¿eh? O sea, que no tengo nada en contra de eso. Pero yo llegaba allí y yo decía, ¿me puede dar, por ejemplo, me puede encargar? Nunca los tenía los que yo quería.

Entonces, ¿me puede encargar, por favor, padre rico, padre pobre, cómo ganar amigos e influir sobre las personas? En inteligencia emocional. Y la mujer me miraba así, sí, te los tengo el lunes y tal, vale.

Y esto semana tras semana. Y ahí un día me preguntó si estaba bien, que fue un acto muy bonito por su parte. ¿Sabes por qué?

Creo que fue cuando me llevé los libros de Carnegie y me miró así y me dice, ¿tú estás bien? ¿Necesitas algo? Como que le di pena, como que he debido decir, este chico está fatal, ¿por qué lee todos estos libros? También para que nos hagamos una idea de la sociedad en la que vivimos.

Yo empecé a leer todos estos libros y yo leía los libros del Kiyosaki, que me los leí todos, cuando digo todos es todos, y yo decía, claro, esta gente hablaba de comprar y vender edificios. de exenciones fiscales, de estructuras internacionales. Y yo decía, pero macho, pero es que entre mi piso de lavapiés y esto, aquí hay un vacío, pero esto cómo se salta, o sea, era como estar al borde de un precipicio y ver al otro lado del precipicio, hay un mundo casi medio entre la niebla, de lo lejos que estaba, era como lo de Indiana Jones, ¿sabéis?

¿Habéis visto la peli de Indiana Jones? Que se pasa toda la película buscando el santo grial, y hay un momento en el que ya lo tiene del otro lado del precipicio. Y su padre, que está ahí herido, le dice, hijo, confía. Y el Indiana Jones mira así para abajo y dice, joder, confía.

Pero si aquí hay un precipicio y el padre, hijo, confía. Y hay un momento que da un paso sobre el precipicio y justo cuando da el paso aparece un puente invisible, ¿no? Que tira una roca, tiene unas piedras y entonces aparece el puente, ¿no? Y yo decía, pues yo no me atrevo a dar el paso sobre el precipicio invisible, ¿no?

Entonces, el máster de libertad financiera fue mi promesa a la vida de decir, entre... un sueldo normal y la libertad financiera, ¿quién me dio ahí etapas? Nadie las cuenta, muchísimo menos nadie las hace accesibles, y yo cuando llegue a un sitio en el que me considere legitimado y en el que me considere capaz de ponerme delante de un micrófono a defender esto, me voy a montar un equipazo de profesionales con los que vamos a ayudar a la gente a que den ese paso. Mira, nunca lo había explicado así, pero creo que es una buena metáfora.

¿Y crees que la libertad financiera entiende de una cifra? ¿O no tiene nada que ver con...? Tener un millón ya es libertad financiera. Hay una cifra mínima. Vamos a ver, la libertad financiera, atendámonos a la definición, que cada uno la expresará con sus palabras, pero en pocas palabras es esto.

Es el momento de tu vida en el que no tienes que trabajar salvo que lo desees, sin depender de nadie. Es decir, que tienes suficientes ingresos pasivos para que tú puedas levantarte por la mañana y no tener que ir a trabajar. Yo a toda la gente que conozco que tiene libertad financiera, y conozco unos cuantos, todos elegimos trabajar por las mañanas.

Es una cosa muy curiosa. O sea, todavía no conozco a nadie que tenga libertad financiera que se quede por la mañana tocándose la tripa en casa. Y curiosamente, los que se quedarían tocándose la tripa por la mañana en casa, curiosamente no tienen libertad financiera.

Que esta es otra cosa que también nos debería dar como para pensar, ¿no? Y ahora, respondiendo a tu pregunta, ¿cada uno tendrá que saber qué nivel de patrimonio necesita? para tener libertad financiera.

Porque si un sueldo medio en España son 2.000 euros, ahora me tiran piedra. Sergio, no te enteras. No son 2.000, es menos. Bueno, el salario moda en España son unos 1.800 euros. Y la media son unos 2.000.

Si son 2.000, significa, lo ultra simplifico, pero significa que si tú tuvieras... Ya sé que no es así, pero acéptame la simplificación. Si tú tuvieras dos pisos en alquiler que te dieran 1.000 euros...

que estuvieran protegidos de ocupas, que no pagaran impuestos, que no sé qué, que solo te dieran 1000 euros y entraran en tu bolsillo y nunca se estropeara la caldera, etc. Tú ya serías libre financieramente en España porque tendrías un salario medio. Claro, mucha gente dirá, pero es que yo no quiero un salario medio, quiero más.

Genial, entonces ponte la cifra que quieras y calcula qué patrimonio necesitas para conseguir cada mes o cada año esa cifra. No sé si me he explicado. Oye, yo necesito 5000 al mes, esos son 60.000 al año.

¿Qué patrimonio necesitas? ¿Cuántos fondos? inmuebles, participaciones de compañías, indexados, criptos, yo qué sé, lo que cada uno considere, ¿cuánto necesitas para que eso cada año te rente 60.000?

Estoy simplificando, aquí hay factor impuestos, hay mil cosas, pero simplificando creo que se entiende bien así. Entonces cada uno tendrá que decidir. Yo creo que una libertad financiera, andar por casa, se puede hacer entre medio millón y un millón de euros de patrimonio. Yo sé que esto a mucha gente le suena muy lejos. Déjame que dé una buena noticia.

Es mucho más accesible de lo que parece cuando una persona pone el foco. Accesible no significa que vaya a ser mañana. Accesible no significa que sea fácil.

Accesible no significa que haya atajos. Por cierto, no hay atajos. Esto es uno de los mensajes, el máster de libertad financiera es la cosa más antisexy que existe. Los alumnos entran y les explicamos, os vais a tirar años probablemente hasta que lo logréis, si lo queréis hacer de una manera sensata y legal. No hay atajos, hay que ir escalón a escalón.

No es el dinero que consigues, es la persona en la que te conviertes. El dinero es un juego de equipo, es las personas con las que te relaciones, las relaciones significativas que estableces y cómo eso al final los impulsa a todos, etc. Entonces, la cifra...

pues depende, pero entre medio millón y un millón y de verdad, yo sé que a alguna persona le puede sonar algo muy lejano, pero de verdad que es una cosa que se puede hacer en un plazo de tiempo razonable. Yo mi primera propuesta conmigo mismo fue a 10 años yo dije, no sé nada, no tengo nada debo 160 y pico mil euros por una hipoteca que pedí cuando tenía 20 y pocos años dije, genial, 10 años me parece una cifra un tiempo razonable para ser capaz de aprender poner en marcha, avanzar y tal Y a mí en aquel momento me lo pareció y empecé con eso en mente. Por cierto, si a alguien 10 años le parece mucho, no sé ni qué decirle, o sea, suerte, porque es que...

Tiene que ver un poco con lo que hablábamos ayer de lo que inflaron a la gente en largo plazo, ¿verdad? Es decir, yo creo que a la gente le puede tranquilizar mucho el decirle, no, no, es que si esperas 5 años... Es que es ridículo.

Es muy probable que tu vida haya cambiado por completo. Pero sin embargo, si esperas que en un año te cambie, te vas a llevar la hostia de tu vida. Sobrevaloramos lo que se puede hacer en un año, infravaloramos lo que se puede hacer en diez. Pero esto funciona igual en todos los ámbitos de la vida. A mí hay una palabra, bueno, es un concepto más bien, que me encanta y es el concepto de interés compuesto.

¿Qué significa interés compuesto? Bueno, en matemáticas o en dinero significa, oye, tengo 100, me dan el 5%, pues el año que viene tengo 105. Pues al año siguiente pongo 105 al 5%. Entonces al año siguiente tengo 110 con no sé qué. Al tercer ejercicio, pues pongo 110 más 5%, pues 116, no sé lo que salga. Y entonces, claro, los primeros años de un interés compuesto, que funciona igual en salud, ¿eh?

Oye, hago 10 flexiones al día. Bueno, no es mucho. Bueno, pues haz 10 flexiones al día todo el resto de tu vida, ¿sabes? O sea, a ver qué sucede, ¿no? Y es como que no valoramos el valor de las...

O sea, no le damos valor a las pequeñas cosas, pero las pequeñas cosas mantenidas en el largo plazo suponen un incremento típicamente exponencial. Entonces, esa cosa de repito una acción que es inteligente durante mucho tiempo, realmente al final da mucho más de lo que parece al principio. Ayer lo hablábamos, ¿no? A mí muchas cosas me han sucedido buenas y a vosotros también en la vida por comillas, suerte, cierro comillas.

Pero la suerte te ha pasado porque has intentado algo 50 veces. Claro, entonces parece que es suerte porque el que solo ve una dice, joder, qué suerte, hizo no sé qué y pasó. Pero para tú estar en esa una, tuviste que jugar otras 49 veces, porque a priori no hay manera de saber cuál es la que te va a dar resultado.

Entonces tienes que jugar 50 para que una te dé resultado. Y esto funciona igual en todos los ámbitos de la vida. Por tanto, yo soy muy fan del tortuguismo. Yo soy muy fan del cuento de la libre y la tortuga.

Lo cuento mucho en Máster de Libertad Financiera. Ahí lo mismo hablamos de un cuento de las fábulas de Sopo y La Fontaine y tal, que de repente hablamos de interés compuesto en un fondo indexado a la bolsa de Chicago. Le damos a una cosa y a la otra. Pero es que creo que es importante entender la base. Porque si no entendemos la base y no entendemos que las carreras siempre las ganan las tortugas, siempre, sistemáticamente, las ganan las tortugas, no entendemos de qué va este juego.

Y esto es una gran noticia. Es una gran noticia. que lo único que tienes que tener es un poquito de paciencia y repetir lo mismo todos los días, si tú solamente entiendes eso, es que vives con calma.

Vives con calma. Pero en todo, en la salud, en el dinero, en todo. Yo esta mañana me he pasado el despertar, a mí me cuesta mucho levantarme por la mañana, me he pasado el despertar a las 6.50, pum, y digo, joder, me quedo durmiendo.

Y digo, eh, vocecita, te he pillado, te he pillado. Es que la pillo porque te la intenta liar, ¿sabes? Entonces alguien dirá, pero bueno, una hora de yoga más o menos, ¿qué diferencia hace?

Si además estás constipado. Digo, pues genial, probablemente lleves razón, yo por si acaso lo voy a hacer. Porque es interés compuesto, es todos los días, suceda lo que suceda, me apetezca, no me apetezca, me levante con mocos, me levante sin mocos.

Y además eso pasa una cosa, joder, que es que sales a la calle con otro espíritu, porque dices, es que molo, joder, es que, o sea, digo que voy a hacer una cosa y la hago. Pues bien, el camino del dinero es esto, es, dices que vas a hacer una cosa y la haces. De hecho hay un montón de ejemplos en internet, que además son reales, de gente que dijo, voy a meter... No estoy defendiendo una inversión ni nada, no soy asesor financiero ni pretendo serlo, pero hay mucha gente que le ha metido indexados durante muchos años.

Y al final, gente que ha sido constante y bajara las inversiones, subieran, lo ha invertido siempre lo mismo, oye, meto 300 euros, 1000 euros, lo que sea, al final de los años tiene una cantidad muy bestia de dinero, muy bestia. Y yo a veces le llamamos la jubilación del café en el Máster de Libertad Financiera, decimos, tú metes 5 euros al día. que es lo que te postaría un café con un croissant y con un no sé qué, por ahí.

Tú metes 5 euros al día, al 7% anual, que es una cosa bastante razonable, durante 35-40 años y tienes una pasta al final del periodo. Pero que eres libre financieramente. Pero claro, tú ves 5 euros hoy, más 5 mañana, dentro de 7 años baja la bolsa y entonces de repente tienes la mitad. Luego, no sé, y la gente se desespera y lo saca. Pero históricamente, si coges casi cualquier periodo de la historia...

Una persona que hubiera ahorrado el equivalente a 5 euros al día durante un periodo de 40 años metido en bolsa, al final de ese periodo sería rica. Usted 5 euros, ¿eh? Es que es alucinante. Por cierto, ganancias pasadas no garantizan ganancias futuras. Pero en casi cualquier periodo desde que hay registro de las bolsas, si alguien hubiera hecho eso, lo hubiera metido en un indexado, hubiera terminado siendo rico.

Entonces, es una cuestión de lo que haces cada día. Es coger un buen hábito, el que sea. Y repetirlo todo el rato, no hay más secreto.

Yo cuando estuve en Japón me traje una frase que era tarde o temprano la perseverancia vencerá a la inteligencia. Tarde o temprano. Normalmente suele ser más temprano que tarde.

Sergio, lo que más me pica la curiosidad de ti es esa disciplina que tienes, también esa claridad, o al menos desde fuera se ve que tienes mucha claridad, cuando empezaste era así. ¿Tú veías tanta claridad en el proyecto que ibas a hacer, en la manera que tenías que ejecutar? Esto es muy importante que lo digamos para quitarle peso a la gente.

Las ideas al principio siempre son abstractas y las ideas al principio siempre son difusas. Y las ideas al principio siempre están llenas de incertidumbre. Por favor, esto es importante.

Porque mucha gente se queda bloqueada. Y vosotros lo veréis por vuestra propia experiencia. Mucha gente no emprende algo, o emprender en un sentido amplio. No arranca una nueva vida porque no tiene claridad. Me cambiaré de ciudad, pero no sé en qué barrio voy a vivir.

Me cambiaría de ciudad, pero no sé cómo voy a hacer amigos. Montaría una sociedad, pero no sé cómo voy a conseguir clientes. Me dedicaría a educación, pero no sé qué tipo de empresa montar. Las ideas, o sea, todos los caminos al principio, todos tienen niebla.

¡Guau! Entonces, lo único que hay que hacer es seguir andando a pesar de la niebla. Entonces, yo empleo un concepto conmigo mismo que siempre digo, el destino no es negociable, lo que es negociable es el camino. Porque a lo mejor me encuentro un banco de niebla muy gordo y me toca ir por otro sitio, que haya menos niebla. Pero el destino no es negociable.

Si decimos que vamos a hacer algo, lo hacemos, vamos hacia allá. ¿Llegaremos o no llegaremos? Ya veremos.

No sé, la vida, acordaros, el mago, no sé, yo lo tengo delegado en la vida. Que llego bien, que no llego, está perfecto igual. Pero yo todos los días le doy. Y entonces al principio siempre hay niebla. Y muchas personas sufren con esto.

Porque como venimos de una vida institucionalizada... El ser humano institucionalizado le dicen después de primero de bachiller y segundo de bachiller. En tu plan de empresa, después de tres años de manager, pasas a gerente, no sé, lo que sea.

Entonces es como la vida institucionalizada. Pero cuando uno se decide a vivir de verdad, lo único que ve es niebla, todo el rato. Total, la gente cuando acaba las carreras empieza a ver niebla y entonces apunta al máster. Necesita apuntar al máster porque quiere tener algo de claridad. Total.

Qué buena definición, tío. Y es importante, de verdad es que es clave entenderlo. tienes que seguir andando a pesar de la niebla. Todas las cosas buenas de la vida llevan niebla al principio, pensadlo.

No hay una sola cosa buena en la vida que no exija, rebobino con lo de antes, no hay una sola cosa buena en la vida que no exija de disciplina. Todo lo bueno en la vida exige de disciplina. Nos vayamos al ámbito que nos vayamos, ¿eh? Y todo lo bueno en la vida exige caminar con niebla al principio.

Luego se disipa, ¿eh? O no. Pero al principio hay mucha niebla. Aparte de todos estos hábitos que estábamos comentando, ¿qué hábitos has considerado claves en tus resultados de vida? Es decir, para conseguir seguir avanzando, para conseguir llegar a un punto que tú quieres llegar en tu vida, ¿qué hábitos, porque al final todos aterrizan hábitos diarios, has visto que te han dado más vida?

Vale, ¿en qué ámbito? En todos, es decir, que te han dado una vida más abundante. Una vida más abundante de salud, de recursos.

Es decir, no sé, al final, a mí, por ejemplo, cuando te escuchaba, hábitos que me ayudaban mucho era un poco... El no quejarme, por ejemplo, era un hábito que no me esperaba escuchar en una charla y que, sin embargo, cuando lo interioricé dije, wow, es verdad, porque al no quejarte te hace automáticamente actuar desde un punto de responsabilidad constante. Entonces, hábitos así que te han dado abundancia en tu vida. Venga, pues vamos con las cuatro áreas y yo que sé, toco algunos y los que queréis profundizamos.

Venga, hábito, o sea, hay cuatro energías en la vida, ¿no? Intelectual, emocional, espiritual. y física vamos a empezar por ejemplo con el intelectual venga intelectual pues por ejemplo leer un rato cada día una página o formarte en algo cada día sabes o un vídeo un podcast bueno yo que sé formarte un rato cada día por ejemplo se puede ser un hábito otro hábito que tengo hacerme al menos un curso al año al menos esto no significa que haga uno al año significa que hago más pero al menos yo me da mucha paz lo de al menos leer al menos una página al día Hombre, es raro que si te sientas, coges un libro, leas una página y digas, pues ya está, yo algunos días caigo dormido, pero en general ya que estás con una, yo qué sé, lees 5 o 10, ¿no? Al menos una, al menos una página al día, al menos un curso. Esta es una cosa buena, ¿no?

Intelectual, tener una roca al día y tener una roca importante a la semana y tener un objetivo estrella al año, yo le llamo el objetivo estrella. Esa cosa que dices, 2024, y tú dices, fue esto, como una cosa, ¿sabes? Que luego son muchas tareitas, o sea, se dividen muchas cosas, pero una prioridad al año, una prioridad a la semana, una prioridad al día.

No sentarte nunca en una mesa a trabajar sin tener claro cuál es la roca que vas a dejar fulminada. ¿Cuando te pones un objetivo anual suelen ser una cifra o suele ser una estructura, una visión? ¿Qué suele ser? A ver, es que esos objetivos se traspasan a cifras y lógicamente tienen cifras, pero esos objetivos... no pueden ser solo una cifra.

O sea, en realidad, para hacer la cifra, realmente detrás hay un proyecto. Entonces, es un proyecto o una inversión, o un proyecto o una inversión. Digo uno, pero que pueden ser dos o tres. Por cierto, no deberían ser mucho más de dos o tres. Objetivos al año.

Gordos, ¿eh? No, no, o sea, yo mi hoja de objetivos tiene mucho más de dos o tres. Pero así, gordos, gordos, yo de hecho arranco y pongo en pocas palabras. Yo lo llamo así. 2024, escribo dos o tres folios.

Pero 2024 en pocas palabras. Y pongo dos o tres titulares. A, B y C. Ya está. En pocas palabras, esto es lo que va a pasar.

Y entonces eso ayuda a que tu energía esté enfocada. Piensa que el gran enemigo que tenemos ahora mismo es la distracción. Es el principal enemigo que tenemos los seres humanos ahora mismo.

Hay una batalla por la atención humana. La Tercera Guerra Mundial, que se está librando, no se está librando en un campo como en un señor disparando de un sitio y otro señor disparando de otro, al margen de que también haya de eso. La Tercera Guerra Mundial se está librando en nuestras mentes.

Se está librando en nuestras mentes. Y los ejércitos son los medios de comunicación y la munición son las ideas. Y se está librando una batalla.

Aquí hay una batalla por tu atención. La buena noticia de esto es que tú te puedes escapar casi completamente o completamente de eso. Y cuando tomas un poco de perspectiva te das cuenta. Entonces hay otro buen hábito intelectual que tiene que ver con... Con ser capaz de enfocar y de tener tu atención puesta en lo que lo tienes que tener.

No hablar de lo que no tienes que hablar. A mí a veces me proponen conversaciones y digo, lo siento, no quiero hablar de eso. Y a veces me dicen, eres un poco asocial. Digo, pues prefiero ser asocial a estar mareando con cosas que no me interesan.

¿Ha visto la última tontada que ha dicho no sé quién? No, no voy a hablar de eso, lo siento. ¿Porque no te gusta hablar de otros o porque no piensas que vas a perder energía en algo que no aportaba? Porque hay una tercera guerra mundial y el campo de batalla es nuestra mente.

Entonces, salvo que esa conversación vaya a llevar a algo... Ayer hablamos cinco minutos de esto, ¿no? Pero fueron, no sé si cinco minutos, tres o siete.

Pero fue, oye, pim, pam, pum, hay que tener en cuenta esto. O sea, listo, ya está, ya está, solucionado. No vamos a darle más vueltas. Porque hay una batalla que es que tu atención esté en lo que no tiene que estar. Y eso se ve claramente cuando tú ves la agenda social de medios de comunicación.

Hay cuatro o cinco ismos. que están todo el rato mareando con esos cuatro o cinco ismos. Sí. Y ya está. Y entonces quieren que la gente esté pensando en eso.

Entonces tú fíjate el tamaño del drama, que ahora mismo habrá un señor de buena fe que no se da cuenta que hay una tercera guerra mundial que va a conducir a su trabajo, está escuchando la radio y va pensando en el tema que le proponen. Es que es dramático. Es dramático.

Cuando esa persona podría ir pensando en cómo llevarse mejor con su esposa, o cómo cuidar mejor a sus padres, o cómo llevarse mejor con su amigo, o no ir pensando en nada y escuchando el sonido del viento en el parabrisas, da igual. Pero el problema es que tiene su mente ocupada en lo que no la tiene que ocupar. Esto es un auténtico drama. Qué buen hábito. Claro, porque tenemos un montón de problemas, pero no le dedicamos tiempo a solucionar esos problemas.

Es que si lo piensas es de locos. Si lo piensas es de locos. Esto es lo más preocupante que hay ahora mismo. Para mí, el problema que hay ahora mismo de atención, yo tengo Instagram capado a cuatro minutos al día.

Y lo tengo capado porque entro a veces a ver comentarios que han hecho en el Instagram de IPP y me di cuenta que, vamos, yo no he consumido redes sociales así de manera masiva en mi vida, pero me di cuenta que a veces de repente me enrollaba a leer no sé qué y dije, fin de la historia, cuatro minutos. Y ni siquiera lo utilizo todos los días. No he utilizado Facebook en mi vida, no he respondido un comentario en mi vida, ni lo voy a hacer. Y sin embargo, creo que pueden ser una buena herramienta para aprender cosas como este podcast y como otros contenidos buenos que hay. Pero como tú caigas ahí en el infinito y en el chute de dopamina, acabas enloquecido.

¿Quieres que haga una manera de desintoxicar el cerebro o haga un ejercicio? Yo soy muy fan de mantener tu cabeza, o sea, igual que soy muy fan de tener higiene en tu cuerpo. Higiene no es echarte una basura con aluminio en el sobaco. Higiene es no introducir elementos tóxicos en tu cuerpo en la medida de lo posible, que al final, pues oye, vivimos en sociedad y a veces hay que hacerlo y está bien.

Pero en la medida de lo posible no hacerlo. Soy partidario de no introducir basura en tu cerebro. No introducir comentarios, no introducir noticias, no introducir cosas que no van a aportar nada, cosas que piden mucho y que dan poco.

Estábamos con hábitos y yo uno, mira, pues otro de los hábitos, otro de los hábitos que tengo es no perder tiempo en cosas en las que no tengo que perderlo, o sea, como estar a foco en mi vida en lo que tengo que estar. Relacionado con esto, hay un concepto que aprendí de ti, que es el de darte de baja de director general del universo. Explica este concepto porque cuando me di cuenta dije, ostias, me veía atrapado, o sea, me cazaba a mí mismo en situaciones en las que me cortaba mismo diciendo no, no.

Cállate porque tienes que darte de baja de esto. Me acabas de apuntar a ser director general del universo. Este es muy bueno.

Mira, si quieres pasamos a hábitos... Hemos visto hábitos intelectuales un poco, que habría muchos más. De hecho, hay un vídeo por ahí por YouTube que se llama 15 hábitos para vivir con abundancia.

Luego hay otro que se llama 15 nuevos hábitos para vivir con abundancia. Está en YouTube. No sé, tienen 30 millones de visualizaciones.

No sé qué ocurre. Hábitos espirituales. Hay uno que es dimito director general del universo.

Esto no es asunto mío. Y entonces... Pero no desde un sitio de pasotismo, si yo al revés, si yo estoy súper implicado con la vida. Pero es, hay tres tipos de asuntos.

Tus asuntos, mis asuntos, los de Dios o de la vida. Son tres tipos de asuntos. Si yo me meto en tus asuntos, habrá problemas.

Te ayudo sin que me lo pidas, te doy opinión sin que me la pidas, me meto a juzgarte sin que me lo pidas, ahí habrá problemas. Asuntos de la vida o de Dios o del universo, si me meto, habrá problemas. Porque yo digo, joder, pero la vida tiene un conocimiento que yo no tengo.

O sea, yo solo estoy aquí ahora en esta habitación, yo no soy capaz de entender todo el planeta Tierra. ¿Quién soy yo para juzgar, para decir, para decidir? Entonces es como paso de los asuntos de la vida, no me meto. Y magia.

Entonces me quedan mis asuntos. Y entonces ahora tengo toda la energía disponible para encargarme de mis asuntos. Entonces, ¿qué pasa?

Que si yo me encargo de mis asuntos y tú te encargas de los tuyos, el mundo resulta que funciona. Conclusión, presenté la dimisión general del director general del universo. Dije, paso de opinar de lo que no sé, paso de hablar de lo que no sé, y a veces, claro, de nuevo suena un poco a social, porque te dicen, ¿has visto lo que ha hecho no sé quién, no sé cuánto, tal?

¿Qué opinas? Digo, no sé. Me pasó el otro día, ¿pero cómo que no sabes? ¿No te das cuenta que no sé qué? Digo, no sé.

Pero pronúnciate. Si yo cuando me tengo que pronunciar, me pronuncio. Si tengo claridad con algo, lo digo.

Pero hay cosas con las que no tengo claridad, que son la mayoría, por cierto. Y ves que hay mucha gente que... Porque a mí es cuando más justo me cazaba a mí mismo, que era cuando, sin solicitármelo, intentaba ayudar a una persona. Esa es la más importante.

Claro, porque hay un camino típico que yo creo que muchos hemos pasado. Yo tengo una frase, Sergio, que yo le digo a mí. Si no me preguntan o no me pagan, eso es. Me estoy callado. Eso es.

Si me preguntan, respondo. Y si me pagan, lógicamente, también, porque es mi trabajo. Pero si no me preguntan o no me callan, he aprendido... O sea, si no me preguntan o no me pagan, he aprendido a estarme callado. A veces se me escapa, ¿eh?

Pero me sorprendo. De hecho, el otro día me sorprendí. Estaba en una conversación y de repente digo, pero que no, que no sé qué. Y te digo, eh, Sergio, ¿te han pagado?

No. ¿Te han preguntado? Te han preguntado, tampoco. Digo, mejor me callo.

Y me callé, ¿eh? Tal cual. Claro, porque si te pillas en el momento, te tienes que dar cuenta, ¿no?

Y entonces, claro, cuando tú intentas ayudar a los demás, hay un camino muy clásico en la vía del desarrollo personal y profesional, que es que tú descubres unos contenidos, te das cuenta del mundo manicomio en el que vivimos y dices, pero esta gente, ¿cómo no se da cuenta de si esto está explicado en este curso, en este libro o este sabio lo explicó hace 200 años? Y entonces llegas al otro y le coges de la solapa y le dices, tío, tienes que leer esto. Y el otro que está pensando en la alineación del Real Madrid dice, pero este, qué pesado, ¿no?

O sea, estás en una secta, ¿o qué te pasa? y entonces, claro, si no te ha preguntado o no te ha pagado, pues ya está, yo ahí tengo un truco que le llamo cebos, un cebo es bueno, yo no he pescado en mi vida, pero si vas a pescar pues pones el hilo con un gusano o lo que se ponga y entonces es un cebo, entonces el pez va por allí y muerde, entonces yo a veces pongo un cebo alguien te cuenta algo y tú tienes una posibilidad de ayudar tienes un recurso, tienes una idea, tienes algo entonces yo pongo un cebo oye, el otro día leí un libro que creo que te podría ayudar con este tema Oye, a mí me pasó lo mismo hace ocho años y si te interesa un día me llamas y yo te cuento mi experiencia porque pasé eso mismo que te está pasando a ti. Es un cebo. Entonces el otro llega, pum, muerde.

¿En serio te puedo llamar? Si me preguntan o me pagan, atiendo. ¿Ves la idea? Claro que me puedes llamar, sí, sí, pues por supuesto, hazlo. Y entonces te das cuenta que la mayoría de los cebos pasan inadvertidos.

El pececillo sigue nadando, ¿sabes? No, que me pasa no sé, ¿se entiende? O sea, pones el cebolle, que yo tengo una solución para eso, y el pez pasa de largo, ya está.

No me preguntan, no me pagan, mejor callado. Porque si no es un tema de ego, tío. Es que quieres que se te escuche.

Quieres estar tú presente. Yo lo sé, yo tengo la solución, y yo te voy a salvar a ti, pobre alma descarriada. Pero esto choca de frente con la lógica de dimitir de director general del universo.

Si es que cada uno tenemos nuestro viaje. Yo me he equivocado muchas veces en muchas cosas en mi vida. Y eso no significa que no sea una persona buena o que no sea una persona sabia o inteligente, significa que en ese momento no fui capaz de darme cuenta de eso. Ya está. Sergio, una de las preguntas que más nos hacen a nosotros, que es bastante difícil de responder, es el entorno.

Te preguntan, o sea, es que vosotros tenéis el podcast y os reís de gente muy valiosa, ¿cómo puedo hacer yo para tener un buen entorno? ¿Qué le dirías a esas personas? Primero, les diría que somos la media de las 5 o 10 personas con las que más nos relacionamos, y esto es así. Es decir, si tú quieres transformar tu vida, tienes que buscarte otro contexto, posiblemente del contexto en el que estás, porque si hoy eres de una determinada manera, tu contexto es coherente con eso.

Y está perfecto así, esto no hay nada que criticar. Tú eres de una manera y tu contexto es coherente con eso. Pero claro, tú quieres cambiar a otro sitio. Y entonces, ¿qué sucede? Que tu contexto te va a lastrar hacia ese sitio.

Salvo que tú ofrezcas este concepto que me encanta, que es resistencia. Todas las cosas buenas de la vida exigen resistencia, que es oponerte a algo que viene hacia ti. Es como si viniera algo hacia ti y tú tuvieras que pararlo. Entonces, tu contexto te va a drenar hacia ese sitio o te va a sostener en ese sitio.

Si tú tienes, por la razón que sea, un buen contexto y haces el idiota un día, tu contexto te va a coger de una oreja y te va a sacar de ahí. Te va a decir, no chaval, por ahí no es el sitio. O sea, funciona en un sentido y funciona en otro. Entonces, nos acabamos pareciendo a las personas con las que más nos relacionamos.

Por eso es tan importante estar en contextos adecuados, correctos, de gente buena, de gente honesta, de gente honrada, de gente que cuide de su salud, de gente que cuide de su dinero, porque si no, las propias conversaciones, lo que va a pasar ahí, los propios planes de ocio, te van a llevar a un sitio en el que tú no quieres estar. Entonces, respondiendo a tu pregunta, ¿cómo lo hago? Crea un mastermind. Hay sitios típicos donde uno puede encontrar buenos círculos.

Sitios donde se ofrece ayuda a los demás, donde se ofrece caridad, donde se ofrece ayuda, donde se ofrece servicio, organizaciones algunas, pocas, pero bueno, organizaciones no lucrativas, algunos sitios de encuentro espiritual donde se ofrece, no sé, soporte espiritual o financiero o alimenticio a otras personas. Eso suele, porque hay gente buena en general, no siempre, pero bueno. Pero por lo menos hay gente que está dispuesta a ayudar y eso ya marca la diferencia. Cursos, sitios donde la gente está dispuesta a aprender o generar un mastermind.

Yo, por ejemplo, el primer mastermind que monté hace muchísimos años, basado en este principio, yo dije, yo necesito un nuevo contexto de gente emprendedora. ¿Qué hago? Porque yo no tenía un contexto emprendedor, ni internet estaba con la cantidad de oportunidades que hay hoy en día. Era otro mundo, ¿no?

En cierto modo. Y entonces yo, ¿qué hice? Dije...

¿Qué amigos o amigos de amigos o gente de la facultad emprendieron? Y así como haciendo memoria, ¿sabes? Como una cosa medio vaga, como tirando de teléfono, oye, tú ahí vas a emprender, emprendiste, no sé qué y tal.

Y junté a... o sea, hice varias llamadas y nos juntamos unos cuantos en una cafetería cerca de mi casa y les propuse hacer un mastermind para vernos una vez al mes. Y estuvimos reuniéndonos durante un tiempo. Y eso fue el principio de una tradición de mastermind.

que he mantenido por cerca ya de 20 años. De hecho, en IPP, cada persona que se apunta a un alto ticket o a una formación de máster de IPP, se le ofrece la posibilidad de formar parte de un grupo de mastermind. Porque aprendes no solo de mirar hacia arriba, que es muy importante de profes, sino que aprendes también de iguales. O sea, los seres humanos al final nos copiamos. Existen las neuronas espejo, hoy en día se sabe.

Y copiamos las emociones de la persona que tenemos enfrente, pero también los comportamientos y los hábitos. Es súper importante lo del contexto. Y por cierto, cuando una persona quiere transformar su vida, hay que saberlo, que típicamente no va a ser siempre apoyada por su contexto. Esto hay que saberlo de antemano. Lo digo para que nadie se haga mala sangre, ni se enfade, ni nada.

Y sepa lo que se expone. ¿Que luego le apoyan? Pues mejor.

Pero a priori, lo más estadísticamente probable, lo que yo he visto en los últimos 10 años, acompañando a personas en IPP, Y es que no suele suceder así. Yo con el contexto, lo que más me llevó de mi experiencia como lo viví yo fue... Estar a gusto con estar solo, es decir, primero saber estar contigo mismo, que yo creo que es el primer contacto que puedes tener con una persona abundante.

Después, asumir que tus padres, tu familia, tu entorno te quiere, pero pueden apoyarte, pero te sigue queriendo, no son dos cosas incompatibles. Y luego también el hecho de que para poder atraer a gente más valiosa para ti, primero tienes que ser tú valiosa. Totalmente. Quitarte ese ego de decir, oye, no, es que me merezco, no, no. te mereces, puede que tú pienses que te mereces, pero a lo mejor aún no lo has transmitido, aún no has llegado a ese nivel de actos que lleguen a ese nivel entonces, trabaja en ti, en la energía de salud del dinero, de tus hábitos, de lo que tú has aprendido, para que llegue a un punto en el que parece que caen del cielo los contactos ¿verdad? Entonces, bueno Hay una anécdota con respecto a esto un profesor de máster de emprendedores contó una anécdota que he contado en alguno de mis libros, ya no me acuerdo ni en cuál, pero que me pareció buenísima daba clase en una universidad, los viernes por la mañana...

Y los chavales llegaban típicamente tarde a clase porque salían de fiesta el jueves y tal. Y el profe estaba ya cansado y entonces le llega un día y le sienta a ver qué carajos pasa porque llegáis tarde los viernes, ¿no? Y entonces todos, bueno, profes, que salimos a ligar y tal.

Y entonces les propuso un trato y les dijo, mira, hacemos un trato. Yo os ofrezco una manera de ligar siempre 100% con la chica. Estos eran chicos casi todos, era un grupo que eran chicos.

Y les dijo, yo os ofrezco la manera 100% de ligar con la chica de tus sueños. No falla nunca. Y el trato es el siguiente, vosotros estáis los viernes por la mañana aquí puntuales, ahora bien, viernes que faltéis suspendéis la asignatura, pero el truco funciona siempre. ¿Hay trato?

Hay trato. Listo, sacad un folio. Escribe con todo lujo de detalles cómo es la chica de tus sueños.

Pero todo, todo, físicamente, emocionalmente, todo, escríbelo cómo es y todo. O sea, una chica guapa, simpática, lista, inteligente, no sé qué tal, todos ahí, papá, papá, escriben el folio. Dicen, genial, folio número dos, numeral folio y todos ahí, folio número dos. escribe cómo es el chico del que se enamora la chica de tus sueños. Entonces, ¿en serio?

Venga, vamos a ponerlo. Es un chico alto, guapo, que se cuida, que gana dinero, que es inteligente, que es listo, que es buena gente, que es buena persona, y todo eso. Entonces dice, bueno, fin de la clase.

Te tienes que convertir lo antes posible en el chico del folio número 2. Y de esa manera triunfas con una estadística del 100% con la chica del folio número 1. Podemos empezar la clase, ¿no? Y me parece una anécdota buenísima, porque es verdad que a veces intentamos llegar a un nivel en el que no estamos. Y eso genera problemas, porque al final uno solo puede estar rodeado de iguales.

Esto tiene un margen para arriba y para abajo, pero rodeado de iguales. Yo hace años, cuando montamos un proyecto muy bonito en IPP, durante unos años, que se llamaba Mastermind, y entraban emprendedores, empresarios, y les poníamos por grupos a hacer un grupo de Mastermind. Y de vez en cuando siempre llegaba alguien que decía, a mí ponme en el grupo de los que más facturen.

Y era como, no tío, pero tienes que estar en un grupo de gente que más o menos factura igual que tú. Si no, no has entendido esto. O sea, si no, te aconsejo de verdad que no entres en este producto. Pero es que yo soy muy listo y voy a llegar. Bueno, primero llega y luego ya me lo cuentas.

Y de vez en cuando siempre aparecía una persona con este tema, ¿no? Que a mí me resultaba como muy curioso, ¿no? Que es como quererte saltar el orden natural de la vida, que es primero soy, luego hago.

luego tengo, es siempre igual. Primero soy algo, luego hago algo y la consecuencia natural es que luego tengo algo. Así que si queremos cambiar de contexto, si queremos generar un nuevo contexto, primero seamos esa persona y desde ahí empecemos a construirlo.

Yo, Sergio, una pregunta que tengo que sé que marea mucho a la gente, creo que es una parte de niebla de lo que hablábamos antes, es el tema de la pasión. Cuando empiezan dicen, no sé si estoy haciendo mi pasión, esto no sé si es para lo que he sido llamado en este mundo para hacer. ¿Existe esa pasión o realmente hay que ponerle pasión a todo lo que haces? Yo creo que lo que existen son muchos problemas del primer mundo.

Eso es lo que creo que existe. O sea, cualquier cosa en la que uno sea útil al mundo, le dará pasión. Y si te da dinero, ya ni te cuento la pasión que te va a dar.

Perdón por la dosis de pragmatismo, pero creo que hacía falta. Entonces, efectivamente yo creo que cada uno viene con talentos diferentes al mundo y practicando algunos talentos puedo ser más útil que practicando otros. Porque yo creo que puedo ser más útil...

divulgando desarrollo personal y profesional, que llevo 20 años haciéndolo así a lo tonto, que no sé, que poniendo televisiones en una pared, porque no sabría ni cómo coger la taladradora. Pero dicho esto, podría aprender y podría ser útil, porque es tan útil que haya una televisión colgada como que alguien escriba un libro de desarrollo personal. Esto creo que es importante entenderlo, porque el ego espiritual te dice, es muy útil escribir poesía, es muy útil hacer este podcast, pero cambiar una tubería no, pues prueba a vivir sin una tubería, prueba que se te estropee una tubería del baño. y prueba a vivir sin ella, a ver qué es más útil en realidad en la vida.

Entonces el égote espiritual te dice, bueno, eso es muy útil, pero lo que yo hago no es útil. El único propósito en la vida, el único, es ser útil y llamar a los demás. El único, no existe otro propósito de que estemos aquí en este planeta Tierra. Esto no lo digo yo, cuando lees las diferentes tradiciones espirituales, todas llegan un poco a la misma conclusión, de una manera o de otra, con unas palabras.

o con otras. Entonces, ¿qué es el propósito? Es ser útil a los demás. ¿Y cómo puedes ser más útil?

Con tu talento. Entonces, la pasión es la consecuencia de ser útil en este mundo. Y luego, sucede otra cosa.

La pasión es lo mismo que... O sea, la pasión está bien y no tengo nada en contra de ella, pero la pasión es una consecuencia. De la misma manera que el amor en una pareja es la consecuencia de amar, es que no hay amor. Si no hay amor es porque alguien no está amando.

Parece una obviedad. Es que no hay pasión. Eso es porque alguien no se está apasionando.

Eso es porque hay alguien que no está siendo útil. Cuando tú seas útil... La pasión es una consecuencia natural, porque cuando tú eres útil a otra persona, eso te hace sentirte bien. Y tú fíjate qué catástrofe espiritual, que normalmente no entendemos esto.

Entonces decimos, como yo estoy haciendo este trabajo que no me gusta, pongo mala cara para que todo el mundo se entere de que yo realmente tendría que estar en otro sitio. Hay personas que entras en un comercio o en una empresa y te están diciendo que ese no es su sitio. ¿Sí o no? O sea, te están diciendo, yo estoy de camarero, pero en realidad yo soy actor.

Bueno, tío, pero hoy eres camarero, joder, hazlo lo mejor posible, porque no sabes si vas a ponerle el café a un director de cine y le sonríes tanto que te cuenta que es director y te contrata. Es que la vida tiene caminos que no se sabe por dónde van a salir. Entonces, la pasión es la consecuencia de hacer lo que te toca hacer hoy de la mejor manera posible. Yo, cuando ayudamos a nuestros alumnos en IPP, siempre les digo una cosa, digo, el sitio en el que estás es el sitio que la vida...

en el que la vida quiere que estés hoy. Hazlo de la mejor manera posible, porque cuando tú lo haces de la mejor manera posible, ¡pum! , saltas al siguiente nivel.

Es así. Y como no lo hacemos de la mejor manera posible porque estamos enfadados, porque no sentimos pasión, porque pensamos que no es nuestro propósito, por el rollo que sea, entonces nos quedamos ahí estancados durante años. Truco rápido que todo el mundo entiende y que solo eso ya te merece la pena haber visto este podcast, y lo digo de corazón y con toda la humildad.

Haz tu trabajo, el que sea hoy, de la manera mejor posible. Si te apetece, lo haces. Si no te apetece, lo haces.

Si te apetece sonreír más, sonríe más. Si no te apetece, sonríe más igual. Yo siempre digo lo mismo. Hazlo de tal manera que tu jefe o tus clientes digan, este tío está loco, está atarado. Que te pongan un detective.

Tu jefe te tiene que poner un detective. Tiene que decir, ¿cómo es posible que le pago 2.000 y trabaja por 6.000? Le voy a poner un detective, no es normal, algo está pasando. En el momento en el que haces eso, tu vida... cambia de nivel.

Lo sé, lo he visto, lo he comprobado en mí mismo y lo he comprobado en otras personas. Porque cuando tú no estás en ese nivel de entrega, tú no cambias de nivel. Es como que la vida no entendiera que tú has superado el escalón número uno. Es como que la vida te pasa al escalón número dos cuando tú has llenado el escalón número uno. ¿Y cómo lo llenas?

Entregándote con pasión. También hay una cosa... Y la pasión es la consecuencia de ponerle pasión.

Igual que el amor es la consecuencia de amar. De ser apasionado generas pasión. Claro, el amor, ¿se entiende? El amor es la consecuencia de amar. En esta pareja no hay amor.

Pues en una pareja falta el amor que tú no le has puesto. En este trabajo falta pasión. ¿Qué pasión falta?

La que tú no le has puesto. También ese trabajo sin pasión, entre comillas, por ejemplo, el dependiente, el camarero, que está en un proceso en el que él dice que quiere ser actor, en parte, aunque sé que cuesta mucho escuchar esto, es disfruta eso, porque cuando lo consigas te acordarás de una forma con mucho cariño de esos años. Y dices, guau, que me acuerdo que cuando trabajaba ahí, incluso tienes cierto cariño a esa etapa, ¿no? Es como que en cierta parte cuando estamos en el momento, solo deseamos estar en el resultado final, pero luego miras hacia atrás cuando llegas al resultado final y piensas, guau, qué feliz era en esos primeros meses en los que no tenía nada, en los que simplemente estaba con un sueño y cada día me despertaba haciendo algo que no me gustaba, pero me echaba a la cama y decía, menos mal que ha sido un día más que he contribuido a ese camino, ¿verdad?

Es que, porque nos olvidamos del proceso. Es que el truco no está en el día que haces la película. El día que haces la película te da igual.

Tal cual. Pero es que yo, de verdad, siento ser el agua a fiestas. Es que da igual.

Porque haces la película y estarás pensando en la siguiente película, o estarás pensando en que te salió mal esa película, yo qué sé, estarás pensando ya en lo siguiente. Porque la vida es permanente desarrollo. Entonces, cuando entiendes eso, te das cuenta de que el truco está en disfrutar del proceso y en la persona en la que te conviertes.

Y ahora rebobinando con lo que hemos dicho antes. ¿Os acordáis que hablábamos de que arrancas en el vagabundo, te vas al huérfano, te vas al mártir, te vas al guerrero, te vas al mago? El objetivo es llegar a mago. En vez de salir a luchar y dejarme la vida en la batalla, con una varita mágica muevo cosas.

¿Tú cómo vas a ser un actor mago que con una varita mágica interpretas un papel, que con una varita mágica eres capaz de hacer interpretaciones buenas si no has pasado por mártir? Porque para que el actor sea capaz de, con una varita mágica, interpretar bien un papel, se ha pasado ensayando probablemente durante meses y años. Y esa disciplina a lo mejor es la que te va a dar el ir a un trabajo que no te gusta y por el que no sientes pasión. Pero tú de ahí estás aprendiendo y extrayendo la disciplina y la entrega propia del mártir. Entonces, a veces queremos estar en mago sin haber pasado por el mártir.

Yo no digo que nadie se quede en mártir, por Dios, pero que diez minutos de mártir no le sientan mal a nadie. O sea, que hay que estar un rato ahí. Si te lo aprendes en un mes, mejor que si te lo aprendes en una década.

Pero yo estoy profundamente agradecido a mi etapa de mártir. Muy agradecido. Muy agradecido, de hecho a veces todavía me voy ahí, o sea, sin querer, ¿no?

Pero que de repente todavía entro en el... Y por cierto, el mártir es muy útil, porque a veces estás en mago, pero viene una tormenta, pasa algo, falla algo, y te hace falta apretar, te hace falta echarle 14 horas un día, de vez en cuando, ¿no? Y si tú has estado en mártir y estás entrenado para eso, eres capaz de hacerlo.

Si no, pues al final te vienes abajo y no eres capaz de hacerlo. Resumen, para mí. Cada etapa de la vida te trae el aprendizaje esencial que tienes que hacer en esa etapa de la vida.

Y como nos negamos a aprender, nos quedamos enfangados en el barro de esa etapa de la vida. Pero si tú te preguntas, esta es la pregunta mágica, ¿qué puedo yo aprender de esto? ¿Qué puedo yo aprender de esto? Tú te haces esta pregunta y vas en la vida aerodinámicamente, o sea, vas como un misil.

Solo se oye el viento, el viento que echas a tu lado. Pero en cuanto te dejas de preguntar qué puedo aprender de esto, pum, entonces ahí surge el problema. Qué bueno, tío. Oye, ¿y seguimos con hábitos? Lo que queráis.

Vamos a darle caña y así vamos finalizando. Venga, hábitos emocionales. Eso es.

Venga, hábitos emocionales. El agradecimiento. Qué poco lo practicamos.

El agradecimiento perpetuo es ya la abundancia. A la vida, ¿no? El agradecimiento. A la vida, a todo.

A que estéis aquí, a que este micrófono funcione, a que te salga agua caliente por la ducha, a que tuviste unos padres, aunque no te caigan bien, a lo que sea. O sea, el agradecimiento. Esta es una de las claves para mí emocionales. Mira, Sergio, una serie que vi el otro día, que a lo mejor te mola, que se llama The Gentleman, el mayordomo, a uno de los hijos que era muy adinerado, el tío es un tío muy torpe, este hijo, ¿no? Entonces no para de meter la pata y tal.

Y en este momento de la serie, el tío le había cagado enormemente, había decepcionado a su hermano, y él decía, joder, qué mala suerte tengo. Entonces el mayordomo se le quedó en silencio, se le acercó, le tocó el hombro y le dijo, afortunado es la persona que acepta su lugar que le ha tocado en el mundo, y el momento en el que está. Entonces claro, cuando lo escuché fue como, wow, necesito sacar el móvil o algo para apuntar esta frase.

Porque son esas frases que pasan en una serie o en una película en un momento, y haces, qué profundidad tiene esta frase y qué razón tiene, ¿no? Porque si lo piensas... Es verdad, todos somos afortunados en cierta medida, si sabemos mirar y si sabemos darnos cuenta de la situación en la que tenemos.

Y es que ya está, ya tenemos actualmente, en este momento presente, todo el mundo que escucha ya tiene todo lo que necesita para sentirse afortunado. El problema es eso, que no se siente afortunado. Siempre tenemos todo lo que necesitamos para empezar, ya lo tenemos. O sea, si necesitaras algo más, la vida te lo pondría por el camino.

Y luego pasa otra cosa, que es que nosotros tenemos un sistema de atención. Es que es alucinante. Es capaz de ver un montón de cosas que tú desde el consciente no eres capaz de ver.

Entonces, cuando tú tienes claridad con un camino, con una ruta, identificas cosas alrededor que de otra manera te pasarían desapercibidas. Ejemplo, me estoy acordando según te lo cuento. El otro día, hace unos meses, conozco a una persona y me entrega una tarjeta de visita. Mira, está en mi tarjeta. Ah, qué bueno, esta empresa.

No la había visto nunca, la verdad. Sí, sí, llevamos un montón de años en Madrid. Ah, qué curioso, pues nunca os había visto una inmobiliaria. Genial.

Adiós, chao, chao. Me cojo el coche y hago una ruta que suelo hacer en Madrid con bastante frecuencia. Y por el camino vi dos vallas publicitarias de esa agencia inmobiliaria que no había visto nunca, pero que es una ruta que hago con bastante frecuencia. Y digo, pero es que esto es impresionante. Es que nunca la había visto.

Entonces, ¿qué pasa? Que cuando tú tienes foco con algo y aceptas desde dónde estás, porque todo esto se activa cuando tú aceptas el sitio en el que estás. Lo decía Jung, a lo que te resistes...

persiste, lo que aceptas te transforma. Entonces, cuando tú aceptas y dices, vale, estoy aquí, es un desastre, genial, ¿qué tengo que hacer ahora? Entonces, de repente, boom, es como que adquieres un superpoder que es capaz de encontrar información y valores y recursos en sitios donde antes no había. Porque estaba ahí, esa valla publicitaria llevaría años o no sé cuánto llevaría, pero yo nunca la había visto.

Y cuando tú tienes claridad, de repente eres capaz de acceder a esos recursos. Brutal. ¿Más hábitos emocionales? Mi favorito, no queja durante 30 días. Pruébatelo 30 días.

Yo digo, no, no, o sea, hay un principio de este universo que es en lo que te enfocas se expande. En lo que te enfocas se expande. Tú pones el foco en el dinero, ganarás más dinero. Pones el foco en, no sé, las bicicletas, te llegarán más oportunidades de comprarte bicicletas.

Da igual, en lo que te enfocas se expande. Porque es como el clic que activa el universo. El clic dice, o sea, el universo, cómo se activa. Es un universo que funciona a base de atención, por eso la guerra actual es de atención. Donde tú pones la atención, eso se hace más grande.

Entonces, si yo pongo el foco en quejarme de algo, resulta que lo que estoy haciendo es más grande. Y esto es antiintuitivo, porque cuando nos quejamos, típicamente sentimos como un relax, sentimos como una calma. Oye, Juan, es que me ha ido mal con esto, y es que no sé cuánto, y qué tal.

Y es como que me he quitado un peso de encima. Genial, te has quitado un peso de encima y acabas de hacer el problema mucho más grande. Porque entonces, Juan, me he torcido el tobillo, me duele mucho el tobillo.

Hostia, pues yo con ocho años me caí y me rompí el tobillo. No, pues yo me hice la rodilla con no sé qué. Entonces todo el mundo empieza a hablar de roturas.

¿Y qué estamos generando? Que cuando tú salgas a la calle sigas pensando en tobillo y en tal. Y yo salgo a la calle y piso con cuidado, no sé a qué me vaya a romper.

Entonces estoy generando más de eso en el mundo. Ahora imagínate que tú dices, me duele, genial. Solo se lo cuento a quién, a un profesional que me pueda ayudar.

Oiga, caballero. Señora, me duele el tobillo. ¿Usted puede hacer algo por esto?

Me duele muchísimo. Al profesional sí se lo cuentas. Y me duele aquí y por la noche.

Genial, porque es la persona que te puede ayudar. Pero tu amigo no te puede ayudar. O como mucho, dile a tu amigo.

¿Conoces algún especialista en tobillos? ¿Se te ocurre alguna experiencia de tobillos que me pueda servir? Sí o no.

Genial, pero con foco en solucionarlo. No con foco en eliminar tensión. ¿Vemos la diferencia? Y este es el truco. El otro día con una alumna, me contaba con un entusiasmo propio de quien le ha tocado la lotería.

un problema que tenía, pero es que estaba feliz de contármelo. Y me pasa esto, y fíjate todo lo mal que me va con este asunto. Se lo dije. Digo, tu lenguaje no verbal y tu comunicación es propia de alguien que está ilusionada teniendo problemas.

Entonces le dije, ¿tú podrías no contarle esto nunca a nadie y más? A mí sí, porque soy un profesional, pero cuando salgamos de aquí, no contarle nunca esto a nadie en 30 días. Puso cara de decepcionada, pero a nadie.

Y claro, aquí viene una pregunta, y es... ¿Quién eres tú cuando no te quejas de nada? Porque la abundancia es muy aburrida, afortunadamente. ¿Quién eres tú?

¿Quién eres tú cuando te dejas de quejar del trabajo, cuando ya no te quejas de la novia, cuando ya no te quejas de tus padres, cuando tu familia te parece que está todo ok, aunque no lo esté, o a lo mejor nunca lo ha estado, pero a ti ahora te parece que lo está, da igual. ¿Quién eres tú cuando no te quejas? ¿De qué hablas ahora?

Este es un temazo, ¿eh? ¿Por qué? Porque nos hemos creado un personaje en muchas ocasiones alrededor de un problema. Me quiero ir de mi trabajo, me llevo mal con mi novio, no encuentro novio, mi problema de salud. No sé, te generas un problema y entonces tus amigos ya te preguntan por lo tuyo.

¿Qué tal con lo tuyo? El día que te pregunten por lo tuyo estás perdido, o sea... Total, entonces como mira, hábito emocional, no cuentes nada.

¿Qué tal con lo tuyo? Mejor, mejor que ayer. Un poquito mejor, un milímetro mejor. Ya está.

Fin de la película. Al final la cabeza es que solo puede pensar una cosa. Como piensas en escasez, solo te va a dar más escasez.

El principio es en lo que te enfocas, expande. Total, me gusta mucho. Ese es el principio. Así que de emocionales, pues no sé, el de gracias, el de no quejarse, el de no criticar, es otro bueno también. No sé.

El de gracias lo practicas como un hábito más. Es decir, voy a agradecer. Yo lo tengo como muy integrado. Hay otros que me cuestan más, ese no me cuesta mucho.

Porque en realidad es que a mí este planeta me parece el festival de la abundancia. O sea, a poco que lo pienses... La locura. Yo, mira, por ejemplo, siempre que me bajo de mi bici, de mi coche, le doy las gracias. Alguno pensará que estoy tronado totalmente, pero yo siempre le doy las gracias.

Oye, gracias por haberme traído hasta aquí. Pero es que cuando tú lees libros como Y tú que sabes, o cuando lees sobre física cuántica, nos damos cuenta de que los pensamientos alteran nuestro entorno. Pero esto no es una cosa metafísica, es que esto...

Si alguien tiene dudas con esto, puede empezar de manera muy fácil con la película y tú qué sabes. Nuestros pensamientos generan cambios en nuestro entorno y generan cambios en nuestro propio ser. Entonces yo digo, es un hábito gratuito, dar gracias no cuesta nada y es fácil.

Dar gracias por todo. Te dan la llave en el hotel, gracias. Te echan gasolina, gracias. Te ponen un café, gracias. No sé, sales a la calle y huele bien, gracias.

No sé. ¿Y en lo negativo? Gracias también.

Es que lo negativo es una cosa que tú tildas como negativo. Vale. Porque cuántas cosas negativas en la vida...

Joder, yo creo que esto nos ha pasado a todos. ¿Cuántas cosas negativas en la vida a los tres años, a los cinco años, has entendido que tuvieron un lado bueno? Joder, yo hasta en las... O sea, si yo reviso, hasta las peores noticias de mi vida, con los años han cobrado sentido.

Como que las piezas del puzzle han encajado. O sea, como que en el fondo la vida nos está protegiendo y nos está ayudando. Lo que pasa es que nuestro ego no es capaz de verlo y como le falta toda la perspectiva, se enfada. Entonces dice, esto es negativo. Y está bien, tampoco me voy a meter con alguien si dice que algo es negativo.

Lo único que digo es, sácate un aprendizaje de ahí. Dale las gracias. Por lo menos por el aprendizaje.

Oye, esto no me gusta nada, no me gusta lo que ha pasado. Genial, ya no pasa nada. Pero ¿puedes dar unas gracias por un aprendizaje? Sí, pues ya está, ya lo tenemos. Tú, Sergio, ¿cómo gestionas el ego?

¿Cómo tienes esas conversaciones con él? Primero tendríamos que definir qué es ego. Que parece que no está muy claro porque cada uno le da como una definición, pero bueno, a mí me gusta ver el ego, o sea, yo lo explico normalmente como desde la perspectiva de abundancia FM y escasez FM. Entonces yo entendí el ego de esta manera que os voy a explicar.

Me decís si os sirve o no os sirve, pero a mí me dio una claridad total. De hecho, me pasé años haciéndome una pregunta. Yo decía, ¿cómo es posible que en un planeta cuya base es el amor y la abundancia, los seres humanos tomen decisiones desde el miedo y desde la escasez?

No sé si os parece una buena pregunta, pero a mí me lo parece. O sea, es por qué los seres humanos somos tan torpes, ¿no? ¿Por qué tomamos decisiones tan mal?

Y entonces, investigando, investigando, encontré una conclusión que es la que os voy a compartir ahora. La vida, en su profundo amor y en su profunda abundancia, no puede permitir que tú, Juan, tomes siempre las decisiones desde la abundancia y desde el amor. ¿Por qué? Tenedme un segundo de paciencia, ¿eh?

¿Por qué? Porque entonces eso no sería abundante. Si yo te impongo a ti la abundancia, eso no es abundancia. ¿Sí? ¿Me sigues?

Sí. Tú tienes que ser capaz de elegir desde el libre albedrío si eliges abundancia o si eliges escasez. Si eliges hacerlo correcto o si eliges hacerlo incorrecto.

Si eliges ir por el buen camino o por el mal camino. ¿Sí? ¿Hasta aquí se entiende?

Entonces, ¿de qué mecanismo dispone la vida para que tú puedas elegir? Te pone dentro una vocecita, un ego, una escasez FM, un adversario. Perdón, llámalo como quieras, que te dice todo el rato, Juan, no te levantes por la mañana, Juan, quédate ese dinero que nadie se va a enterar, Juan, insulta a esta persona, habla mal del otro, críticale, come esto, que da igual, no entrenes, ¿sí? Sí. Pero también te pone dentro una vocecita que te dice, Juan, haz lo correcto, sea una persona honrada, cumple tu palabra, entrena, come bien, paga el dinero que debes, cumple lo que dices, ¿sí?

y si os dais cuenta, tenemos todo el rato las dos vocecitas dentro. ¿Qué es el ego? Es lo que permite que tú puedas ejercer el libre albedrío. Y por tanto, siempre ha estado ahí, siempre está y siempre va a estar.

Es impersonal. Ni siquiera eres tú. Está ahí, está en ti, está en mí, está en todos. Entonces está todo el rato diciéndote la entrevista va a salir mal, te vas a confundir, no te levantes por la mañana.

Te da todo el rato malas ideas. Cómete eso, que da igual. Tu pareja te la ha liado y tienes que enfadarte. No sé, te la está liando todo el rato. En cuanto tú descubres el juego, es alucinante.

Porque dices, eh, te he pillado. Gracias por participar. Yo le doy gracias. Digo, gracias por participar.

Y entonces el ego dice, joder, qué mala suerte, me ha tocado el de las gafas, macho. Para otra vida me pido otro. No siempre le pillo, obviamente. Pero con los años voy cogiendo más práctica en pillarle cada vez antes.

Y entonces, como estoy en paz porque sé que siempre va a estar ahí, siempre va a estar ahí, porque el ego te dice que tú eres muy importante, te dice que tú haces cosas que nadie hace, te dice que tú eres más guapo, más listo, que ganas más dinero, que eres mejor, ojo, o te dice que tú eres peor, más feo, menos inteligente, que no vales para nada. El ego le encanta la comparación, es una de sus naturalezas, es donde se siente a gusto. Pero juega desde más sitios, ¿eh?

Y entonces el ego siempre va a estar ahí. Yo no sé a vosotros, pero a mí me dio una calma cuando descubrí este mecanismo, porque dije, claro, ya está. O sea, lo único que yo tengo que hacer es estar consciente, estar alerta, estar presente, estar claro de dónde tengo mi foco y mi atención para que el ego no tome el control. Para pillarle. Entonces, ahora sí respondo a tu pregunta.

¿Cómo le pillo? Estando presente, estando consciente, estando aquí. No estando hace tres años, ni estando dentro de tres años. No estando dentro de tres minutos, ni hace tres minutos.

Estando aquí, ahora. Y entonces desde ahí soy capaz de escucharlo. Porque el ego me dirá una bobada para que yo la líe. Y entonces yo le digo, eh, te he pillado.

¿Se puede entrenar ese estar en presencia? Claro. Claro, hay gente, yo nunca lo he hecho, pero hay gente, por ejemplo, que se pone alertas o se pone una pulsera incómoda que se va cambiando. Por ejemplo, nosotros cuando hacíamos los seminarios presenciales en Madrid y en Barcelona, este en concreto lo hacíamos en Madrid, a las personas que aceptaban el reto de estar 30 días sin quejarse, les regalábamos una pulsera bastante hortera, intencionalmente hortera e intencionalmente incómoda.

¿Para qué? Para que durante 30 días tú te fueras a lavar la cara y dijeras, uy, ¿pero qué es esto? 30 días sin quejarme. Eso es una manera de recordarte.

Yo, por ejemplo, tengo amigos que lo que hicieron durante una temporada es ponerse alertas en el móvil. A mí me pone nervioso solo de pensar que mi móvil va a estar sonando, pero es otra manera. Te pones alertas random en el día o te pones una alerta cada 30 minutos. No sé, hay gente que hace este tipo de cosas. Yo creo más, no sé, yo soy más del tortuguismo que hablábamos antes.

Creo más de esto, es una buena idea, la voy a entrenar durante los próximos meses y años. Pero es estar todo el rato presente y estar muy presente de tu discurso mental. ¿Qué te está contando?

Porque hay una vocecita ahí, tú sales ahora a la calle a dar un paseo y hay una vocecita que os habéis dado cuenta que os está contando algo y tú tienes que decir, ¿esta es la buena o es la mala? ¿Es abundancia FM o es escasez FM? ¿Cuál es?

¿Y la mala la puedes convertir en buena? Es que la mala no es que la puedas convertir en buena, es que la mala en cuanto la pillas desaparece, pierde su poder. Vale. Es como un juego de ilusionismo. Es un juego de magia.

En cuanto tú lo descubres, pum, se cae. Ok, Sergio, hay una cosa que yo creo que necesito de tu parte, y es cómo podemos aconsejar a ese chaval de 20 años que no sabe cómo afrontar esta década que le espera de vida. Es decir, de los 20 a los 30 siempre se dice lo siguiente, y es, oye, es tu época con máxima salud, aprovechala para ser feliz y disfrutar, y ya trabajarás más adelante, digamos, vamos a ponerlo así.

Y hay otra corriente que lo que dice es que esfuérdate muchísimo para después cosecharlo. Más adelante, cuando tengas menos salud, pero bueno, que tengas ese trabajo con esa energía puesta cuando tienes más salud. Ante esta situación, ¿qué consejo le darías a una persona de 20 años sobre cómo afrontar su vida? Sobre cómo afrontar estos años que tiene máxima energía para poder hacer cosas.

Vale, lo primero que le diría es que en vez de preguntarme a mí, yo ahora te daré mi opinión, pero en vez de preguntarme a mí, que se pregunte a ella misma. Entonces, hay una meditación que utilizamos en IPP que es muy poderosa, muy poderosa. Es gratis, está al alcance de cualquier persona y consiste simplemente... en pedirle, preguntarle a la vida, digamos, en este caso a ti mismo, un consejo.

Entonces, ¿cómo puede hacer esto una persona? Es muy fácil, que nadie se asuste. Hay palabras como meditación, éxito, que de repente es como que a la gente le ponen tenso. Sin embargo, una meditación es simplemente estar tranquilo, no tienes ni siquiera por qué cerrar los ojos, pero ayuda.

Te pones en un sitio tranquilo, típicamente con los dos pies en el suelo, con las manos en las rodillas, con la espalda recta, o tumbado en la cama, en una posición cómoda, que nada te apriete, etc. Entonces, cerrar los ojos, típicamente... Y te imaginas que vas a un sitio que te guste mucho, ¿no? Que es como si te gustan los bosques, un bosque, si te gusta la playa, una playa, si te gusta un piso en una ciudad, pues un piso en una ciudad, yo qué sé, un sitio como que sea muy guay, ¿no?

Y ese va a ser como tu refugio, ¿no? Tu refugio donde vas a preguntar a tu abuelo de 90 o 100 años, mayor, pero que eres tú en realidad, ¿no? Preguntas al Sergio de 90 años o al Juan de 90 años. Entonces, te imaginas cómo es ese refugio en el bosque, cómo es esa casa en la playa, cómo es ese piso en la ciudad, cómo es ese lugar.

que es perfecto, con la temperatura perfecta, con la decoración perfecta, con el sonido perfecto, si es que lo hay. A lo mejor quieres silencio, a lo mejor quieres música, pero es ese sitio perfecto. Entonces entras, abres la puerta y ahora empieza la magia.

Entonces ahí hay una persona sentada en el sofá, que eres el Juan de 100 años, el Sergio de 100 años, y que está allí después de haber vivido un montón de cosas, de haber adquirido toda la sabiduría, todo el viaje. todos los conocimientos adquiridos durante todas esas experiencias, entonces tú te sientas a su lado, le pides permiso para hacerle una pregunta y le haces una pregunta. Y si has entrado en la meditación y lo has hecho bien, típicamente esa persona te dará una respuesta que brotará de lo más profundo de tu vida, de tu alma.

Y esa respuesta tiene un valor incalculable. Porque es como conectar con tu parte más sabia, es esa parte inconsciente. Claro, al final tu consciente recoge una serie de información, pero tu inconsciente, lo que hablábamos antes de la señal en la carretera que yo no había visto, pues en realidad tu inconsciente lleva muchos años cogiendo un montón de información y sabe mejor que yo y mejor que nadie cuál es esa decisión que tú tienes que tomar. Esta es una meditación que está disponible para todos, siempre, en cualquier momento y encima es gratis.

El mentor gratuito. Es el auto-mentor gratuito. En realidad es tu mejor yo gratis en su mejor versión. Y al final nadie mejor que tú sabe qué decisión tienes que tomar.

Así que para mí esta es una manera de acceder a ese conocimiento. A quien le guste menos la parafernalia, que se vaya a dar un paseo por el bosque o por la playa o por un parque tranquilamente, que se siente tranquilamente sin móvil ni estímulos y que se pregunte realmente cuál es la decisión que tiene que tomar. Y curiosamente solemos saberla.

Lo que pasa es que no queremos escucharla, pero curiosamente en lo más profundo de nuestro corazón solemos saber qué es lo que tenemos que hacer. Entonces, en respuesta a tu pregunta, siempre me hacéis una pregunta y doy como un contexto, me estoy dando cuenta, pero en respuesta a tu pregunta, como, oye, ¿y qué haría? Digo, lo primero, fíjate de tu criterio, pero si me preguntas mi opinión, yo lo que diría es que la vida tiene como unas etapas y tiene, vamos a ver, la vida nos propone en cada momento qué es lo que hay que hacer. Tú has dicho, los 20 son el momento de máxima salud. Para la mayoría de las personas, no para todos, pero para la mayoría de las personas eso suele ser una verdad.

Entonces, ¿qué es lo que parece que nos está indicando la vida? Que los 20 es la primavera. Entonces, ¿qué es lo que hay que hacer en la primavera?

Hay que sembrar, hay que regar, hay que abonar, hay que construir algo. ¿Qué sucede durante el verano? Que podrían ser los 30, quizá los 40. Pues hay que seguir regando, hay que seguir abonando, el clima es bueno, parece que la vida nos acompaña, parece que la vida te invita a que estés fuera, parece que la vida invita a que la naturaleza florezca.

Genial. Si tú has hecho bien la primavera y has hecho bien el verano, en el otoño empiezas a recoger. El otoño podrían ser, o finales del verano, es una metáfora esto, pero a los 30, a los 40, empiezas a recoger de verdad frutos.

Y yo esto... Yo lo empiezo a ver, o sea, con 40 y pico años, yo tengo 45, o sea, muchas personas empiezan ya a recoger frutos de lo que han sembrado de manera de verdad, porque hay veces que uno recoge un fruto antes o dos frutos antes, porque la vida es generosa, pero así como ya de verdad con 30 y pico, 40, 40 y pico como que se empieza a ver. Y entonces si tú lo has hecho bien y sigues recogiendo y ojo, y sigues trabajando y sembrando, llegas al invierno preparado.

Llegas al invierno con la despensa llena, metafóricamente de nuevo, ¿y qué es la despensa llena? Son buenos amigos, es buena salud, es quizá una libertad financiera, no sé, has llegado con los deberes hechos. Entonces, hay una corriente de pensamiento, que yo la conozco, que te dice, va tío, es la hormiga y la cigarra. Mira, todo está en los cuentos al final.

Es la hormiga y la cigarra. ¿Qué dice la cigarra? El verano es largo, Dios proveerá, el Estado me cubrirá. ¿Y qué dice la hormiga?

Dice, quizá llevas razón, pero yo por si acaso voy a empezar a trabajar ya. Y entonces al final, pues ya todos conocemos el cuento de la hormiga y de la cigarra. Yo lo que digo adicionalmente a esto, porque esta frase sí que es verdad que ha sido una respuesta muy de abuelo, pero lo pienso de verdad, adicionalmente a esto digo que el verdadero placer, la verdadera felicidad, no viene solo, que también, de ir un día a un restaurante, o de hacer un viaje, o de irte un día de fiesta, o de liar la parda una noche si hay que liarla, que yo no tengo nada en contra, y de verdad que no tengo nada en contra de eso.

Pero la felicidad real, o sea, lo que va a dotar de propósito a tu vida, No son los juguetes o los placeres instantáneos contra los cuales, vuelvo a decirlo, no tengo nada en contra, siempre que lo otro esté ordenado. ¿Me explico? O sea, si tú tienes una vida con propósito, con una dirección, si te apetece comprarte un juguete, cómpratelo. Si te hace ilusión comprarte una televisión o un coche o una moto o lo que sea, pues hazlo. Si quieres ir a viajar, viaja.

Pero lo que es importante es que el propósito esté ordenado, o sea, que tu vida realmente tenga propósito. Y para la mayoría de las personas eso no resulta tan fácil. Por lo tanto, estadísticamente digo, cuanto antes empecemos, antes tienes posibilidades de conseguirlo. Fíjate, por ejemplo, con el tema de la pareja.

Muchas personas dicen, bueno, yo no tendría hijos hasta los 40 y tal, genial. Pero ¿qué es lo que pasa? Que muchas personas se ponen en esto a finales de los 30. Y como tengas la mala suerte, que a muchas personas le pasa, que tu primera relación no cuaja, porque si tú tienes tu primera relación seria con 18, 20, 23 y no cuaja, pues entre comillas tienes tiempo. O sea... no pasa nada.

Sí, me sigue. Pero si tú tienes tu primera relación seria con 37 y no cuaja por la razón que sea, que a veces pasa, de repente quizá tu slot de tener familia ya se ha ido. Entonces, ¿es esto una tragedia?

Pues supongo que no. Pero lo que digo es que si tú dejas las cosas para última hora, yo no emprendo hasta los 40, porque ahora lo que hago es vivir la vida, irme de fiesta, y cuando emprendo en 40, como estos chicos me han dicho que en 10 o 15 años es muy probable que me vaya bien una empresa, ¿verdad? Pues ya la monto con 40 y con 50 obtengo beneficios. Claro, salvo que a lo mejor con 40 no tienes la misma energía. Yo lo digo por mí, vamos, tampoco es que sea tan mayor, pero yo digo, o sea, si yo ahora tuviera que hacer cosas que hice con 20 y pico, digo, pues no sé si las, bueno, las haría, ya está, las haría y no, pero como que con 20 y pico se notan menos que con 40 y pico, joder, es la verdad.

Entonces yo creo que es mejor decirlo y caer un poco mal que no decirlo. Y que diga, bueno, pues ya luego con 40, y que luego con 40 digas, joder, pues es que hay cosas que no me apetece tanto hacer. Porque es que es natural, es que no está ni bien ni mal, es como es, ¿no? Y que luego a lo mejor la felicidad que te puede dar lo que la gente intuye como felicidad, que es aprovecharlo para qué, para disfrutar, relajarte, irte de viaje o lo que sea, está bien, pero hasta cierto punto.

Luego es como que lo veo que es una capa de felicidad como muy fina. Sin embargo, la felicidad del progreso y de la construcción y del trabajo y del ser útil es como que es una capa más gorda de felicidad, ¿verdad? El éxito es algo íntimo. Nadie puede saber si una persona tiene éxito o no. Éxito de verdad.

Eso es una cosa íntima, privada. Es más, si no se lo dijeras a nadie, podría no conocerlo ni tu mejor amigo, ni tu pareja, ni tus padres. O sea, es una cosa que solo tú sabes si tienes o si no tienes.

Y como es una cosa íntima... Puede que tengas eso de verdad sin tener un euro o teniendo 10 millones de euros. O puede que tengas 10 millones de euros y no tengas éxito de verdad interior.

Y al revés. Es decir, existen todas las posibilidades en la vida. Entonces, ¿de qué se trata? De tener éxito interior de verdad. Y como el éxito interior fuera no se puede apreciar y no se puede ver, y como vivimos en la sociedad de la apariencia, pues muchas personas creen que el éxito es lo que aparece fuera.

Pero el éxito no es lo que aparece fuera. O sea, podría haber una persona que tiene muchas cosas y no estar contento, y al revés. Entonces, para mí, ¿qué es el éxito? Es que te vaya bien en todas las áreas importantes de la vida. Nosotros en IPP insistimos mucho en este concepto de la rueda de la vida.

Oye, te tiene que ir bien en las diferentes partes. O sea, te tiene que ir bien en dinero, te tiene que ir bien en familia, te tiene que ir bien en salud, te tiene que ir bien en carrera profesional, te tiene que ir bien en familia, te tiene que ir bien en las diferentes áreas de la vida, ¿no? Y eso es una cosa que tú solo sabes. Así que mucho ojo con la... Con la estética de la apariencia, porque en realidad lo que importa es lo que no se ve.

Y lo que no se ve es estar construyendo, es estar al servicio, es estar a favor de la vida, es estar generando bien en este mundo que falta nos hace, es estar poniendo tus talentos a favor del bien. Tú puedes poner tus talentos a favor del bien o del mal, todos podemos hacerlo. Es una decisión personal. Y cada uno sabrá si está poniendo su talento y su tiempo a favor del bien o a favor de otra cosa.

Y eso es una decisión muy personal. Y cuando tú pones tu vida a favor del bien, eso no significa que no vaya a haber problemas. Tendrás problemas, incluso quizá más que el resto. Pero hay una sensación de éxito interior que no se puede explicar, es inefable. ¿Crees que todos tenemos talentos que podemos utilizar en la vida o los tenemos que ir desarrollando?

Mi mejor respuesta a esa pregunta es, creo que todos venimos con talentos innatos que tenemos que desarrollar. O sea, hay una cosa en la vida que es como que toca trabajar. Todo el rato. Es como que hay que ofrecer resistencia todo el rato.

Y cuando uno entiende esto, de repente está como en paz con la vida. Porque la vida te da el talento, pero tú lo tienes que desarrollar. Mira la parábola de los talentos. ¿La conocéis, la parábola de los talentos? De la Biblia, la resumo muy rápido.

Se va un señor y le deja a sus tres siervos diferentes talentos. A uno le deja un talento, a otro dos talentos, a otro cinco talentos. Y le dice, cuidadlos y utilizadlos. Yo me voy de viaje. El señor vuelve de viaje y le pregunta al de los cinco talentos.

Le dice, oye, ¿qué has hecho con cinco talentos? Y entonces dice, pues yo los puse al servicio y tal, y ahora en vez de cinco tengo diez. Y entonces le dice el señor, muy bien, lo has hecho muy bien, te los puedes quedar. Va el de dos y le dice, ¿tú qué has hecho con los dos talentos? Lo estoy ultra resumiendo, ¿eh?

Pero entonces dice, ¿qué has hecho con los dos talentos? Dice, los puse a trabajar y donde antes había dos, ahora hay cuatro. Fijaros lo simbólico, es que es una belleza, ¿eh? O sea, me ponen los pelos de punta y es un contenido que tiene dos mil años y sigue siendo vigente.

El que tiene dos... lo pone al servicio, tiene cuatro, y le dice el señor, genial, quédatelos, has sido bueno, has sido fiel en lo poco, así que al servicio de mucho te pondré, creo que le dice. Entonces le llega el de uno y le dice, ¿qué has hecho con el talento?

Y dice, como tuve miedo, lo escondí debajo de tierra. ¿Para qué? Para poder devolvértelo ahora, aquí lo tienes.

Entonces le dice, siervo malo y perezoso, como te di uno y no lo pusiste al servicio, este uno te lo quito y se lo voy a dar al que tiene diez. Y esta frase es muy conocida. Y dice, porque al que tiene mucho, más se le dará, y al que tiene poco, hasta lo poco que tiene, se le quitará. Entonces, esta frase que no se ha explicado, yo creo, desde mi punto de vista, correctamente, lo que viene a decir es, al que está en la abundancia, al que se le dan dones o talentos y los pone al servicio de los demás, de repente le llegan dones y talentos que no eran ni suyos. O sea, fíjate el de cinco, que se había trabajado cinco para el señor, y de repente se queda con diez, pero es que le cae otro, once.

Esto es la vida. Cuando uno entra en una espiral de abundancia, te cae de todas partes, no sabes ni de dónde te viene. Y lo mismo con la espiral de escasez. Te llega un talento, tienes miedo, lo escondes debajo de tierra, simbólicamente no pones tu talento a desarrollar, te haces la pregunta, tendré tal... Hay gente que con 40 todavía está mareando con esta, que es que es para darles una colleja cariñosa, hostia.

Es como, pero tío, si da igual que la vida te diera uno que cinco talentos, da igual que a tu hermano le diera más que a ti, es irrelevante. La vida te da uno, ponlo al servicio. Ya tendrás dos, cuando tengas dos ya tendrás cuatro y la vida te va a dejar que te lo quedes, que es lo que nos está diciendo esta parábola. Cuando te preguntan cuál es mi talento, porque seguramente ahora escuchando dirán, pero yo, Sergio, no sé cuál es mi talento.

Yo lo que diría es, apaga redes sociales, apaga tele, deja de enredar y deja de dar el rollo. O sea, eso es un problema del primer mundo. O sea, ¿cómo no vas a saber cuál es tu talento?

Joder, en algo serás bueno en este mundo. Es que tú fíjate el ego. Porque el ego te puede llevar...

Hay dos vías Telma y Luis, ¿sabéis la peli Telma y Luis? Que presionan el acelerador y van directas hacia el precipicio y se matan. Hay dos vías Telma y Luis hacia el fracaso. La vía de soy mejor que los demás.

Yo soy más guapo, más listo, mejor, más inteligente. Esa vía es directa al fracaso. Pero hay otra que es directa al fracaso y por cierto es más rápida. Y es, yo no valgo, yo no tengo talento, a mí la vida me ha dado menos, fíjate a este lo que le ha dado y a mí no, la envidia, la comparación. la infravaloración, la falta de autoestima, todo eso te conduce directamente al abismo.

Entonces, ¿no sabes cuál es tu talento? Genial, ponte a servir de la mejor manera que sepas. Ya está, no hay más que hacer.

De la mejor manera que sepas. Y es probable que haciendo eso acabes encontrando el talento. Y por el camino la vida, de nuevo, dimitimos de directores generales del universo. Por el camino la vida nos da pistas.

Porque tú te crees que tu talento es poner madera en la pared, pero de repente estás ahí un día y ves un tío que pone una tele y te das cuenta que lo tuyo son las teles. Pero hasta que no empezaste a poner madera en la pared no te encontraste al de la tele. ¿Por qué?

Porque sentado en la burbuja de tu habitación o de tu despacho, si lo tienes, No pasa nada, miento, sí que pasan cosas, pero entiéndeme, si no tienes claridad ahí encerrado sin hacer nada pensando en la cama o en la silla, no pasan cosas. Tienes que salir, hay que ponerse en marcha. ¿Qué opinas del concepto rendirte ante la vida? Que por ejemplo vos has podido leer en el libro de Experimento Rendición, ¿no?

De Michael Singer. Experimento Rendición, Dejar Ir, para mí son libros que primero están... Están poniendo la cabeza del revés a mucha gente porque si no se leen con suficiente raíz te pueden volver un poco loco.

Punto número uno. Punto número dos, me parecen imprescindibles. Déjame que explique esto de la raíz.

Creo que cuando uno contacta con una información que es muy poderosa, lo mismo con... Hay gente que cuando llega al mundo de la libertad financiera se vuelve tarumba. Porque cuando algo vibra muy alto y mueve mucha energía, como tú no tengas una raíz bien puesta, eso te mueve demasiado y te puede acabar tumbando. De hecho, yo que durante mucho tiempo no entendí, yo me pasé muchos años haciendo lo que podríamos llamar una formación clásica o humanista, de manera autodidacta. Leía novelas, estudiaba arte, no sé, este tipo de cosas.

Y con los años me he dado cuenta que eso me ha dado peso en mi vida. Porque hay muchas cosas que ya están en los libros. La hormiga y la cigarra, la tortuga y la liebre.

O sea, si tú has hecho una formación humanista, es como que tienes más peso en la vida. Con los años, cosas que durante un tiempo no les di valor, con los años me he dado cuenta que sí que tenían un enorme valor. Entonces, estos libros o este concepto de rendirse a mí me parece súper valioso.

Pero de nuevo, tú te rindes en mago. Pero si no has pasado por guerrero y por mártir, veis que esta metáfora es una belleza, ¿o no? Explica un montón de cosas.

El mago se rinde. El mago sabe que está a merced de la vida y sabe que es una herramienta al servicio de la vida y sabe que la vida canaliza a través de él lo que toca hacer. Y para esto, insisto, no hay que ser mago y vivir en lo alto de una montaña en un monasterio.

Puedes ser mago teniendo una vida de lo más normal y de lo más común. Pero fíjate, si tú no has pasado por mártir, de alguna manera todo esto de rendirse se queda hueco. Entonces, muchas personas intentan llegar a mago a rendirse sin haber pasado por guerrero, por mártir, por vagabundo.

Y eso normalmente no funciona. Y es el típico caso... que yo he visto muchas veces, lamentablemente, a lo largo de los últimos años, de la persona que dice, no, yo lo dejo todo, me rindo a la vida, las empresas se gestionan solas, la vida dirige, yo no soy más que una simple mota de polvo y no hago nada y me rindo y no sé qué.

Y es verdad, pero no es toda la verdad. ¿Sí? O sea, es el dicho japonés, dice, cree en Dios, pero cierra bien la puerta de tu casa.

¿Sí? Total. Entonces es como... Si yo sé que no hago nada, pero yo pues a gas o madrugo. Digo, si yo sé que lo hace la vida.

Digo, pero por si un día la vida se duerme, yo empujo por las mañanas. ¿Sí? Vale, perfecto.

Es como que están tomando una decisión en un punto que no están. Correcto, me gusta esa expresión, sí. Es que la vida tiene una cosa que es natural, es que tú no puedes pasar del escalón 1 al 5. Total.

Tú puedes ir del 1 al 5 en un año o en 10 años. Hay gente que tiene de repente Satori y como que se ilumina y no sé qué, o gente que da con una clave. que se vende algo muy bien y de repente empiezas a facturar millones de euros en un año, está bien, si lo has hecho escalón a escalón, es correcto.

Pero tú no puedes pasar del escalón uno al cinco en nada en la vida. Porque hay un principio que es ser, hacer, tener. Entonces tú no puedes tener esa rendición si tú antes no has hecho ciertas cosas y si tú antes no has sido ciertas cosas. No sé si me estoy explicando. Es brutal.

O sea, es esta cosa como de... No intentemos fingir lo que no somos. Yo cuando, mira, cuando uno llega al mundo, antes me preguntabas por el tema del éxito rápido y no sé qué, ¿no?

Y cuando uno llega al mundo del emprendedor, uno se puede sentir un poco bobo a veces. Y yo en esto hago un discurso antisexy total. O sea, yo siempre digo, se puede conseguir, y creo que esto es muy importante que tengamos en cuenta, que casi cualquier, casi, la palabra clave aquí es casi, pero casi cualquier cosa que uno se proponga la puede llegar a conseguir. Pero también es importante entender que casi siempre, y la palabra clave aquí de nuevo vuelve a ser casi, lleva más tiempo del que parece.

Y esto es muy antisexy, porque yo podría decir, máster de libertad financiera, en un año te forras. Pero si es que la mayoría de la gente no es verdad. Es que no es verdad. Es que lleva más tiempo. Entonces, en esta cosa del discurso del éxito fácil, hay mucha gente que se siente frustrada porque va a un evento de tíos en deportivas que les dicen que trabajan dos horas al día y que venden por internet no sé cuánto y que trabajan deslocalizados y que poco más o menos que no hacen nada.

Y yo digo, tío, yo conozco mucha gente que le ha ido muy bien en la vida. Primera generación, el matiz aquí es importante. Gente que en primera generación le ha ido muy bien. Tienes que trabajar un montón, pero está bien, yo no tengo nada en contra de eso, me parece divertido, me parece genial, es ameno, conoces gente interesante, pasan cosas chulas, no sé, desde luego me parece mucho mejor ese plan que no hacerlo.

Pero que no existe esa cosa como de tal, para la mayoría de las personas eso no existe. Y que nadie se tome esto como un hechizo, si alguien lo logra, que me escriba, me lo cuente, hay casos, o sea que nadie se deje hechizar por esto, que a veces decimos las cosas. Y entonces tiene que llegar alguien y romperlo. Y está genial.

Pero en la mayoría de las ocasiones no es así. Total. Bueno, Sergio, oye, pues muchísimas gracias por haber venido a Tengo un Plan. Yo creo que cada vez que vienes es como para coger un cuaderno entero blanco y rellenarlo de cosas. Ha sido tremendo.

Así que nada, muchísimas gracias por haber estado aquí. Gracias, de verdad. Ha sido un placer. Chicos. Os dejo otra vez en la descripción el enlace para poder apuntar y empezar a aprender ya gratis en las jornadas de libertad financiera.

Hay un montón de píldoras, de libros, de conferencias que regala Sergio y el equipo de IBP para que podáis aprender ya. Y por supuesto después tendréis la oportunidad para poder entrar al máster de libertad financiera, que solo ocurre una vez al año y que es una auténtica maravilla. Y poco más.

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Hasta luego.