Transcript for:
Reflexiones sobre espiritualidad contemporánea

Bien, pues vamos a dar comienzo. Buenas tardes amigos y amigas del aula Fabro. Comenzamos, esta es la primera, iba a decir conferencia, pero como ven hemos cambiado el stage, el escenario, y no va a ser propiamente una conferencia, sino más bien una especie de conversación, entrevista.

en torno a este tema tan actual como importante y fundamental, creo que para toda cultura, sociedad y también para cada persona humana, que antes o después tiene que hacerse la pregunta sobre su espiritualidad, sobre su relación con la vida, con la muerte, con el más allá. Es la cuarta conferencia que tenemos del Aula Fabro, el cuarto encuentro, pero el primero, como les decía, de este curso, primero del año natural, la primera conferencia de enero del 2023. ¿Espiritualidad sin Dios? Espiritualidad es un término muy rico, muy profundo, muy complejo. Es un término polisemántico. En los últimos 50 años es estas palabras que ha ido derivando su significado hacia contenido.

realmente insospechados. Les animo a que si en algún momento tienen ocasión vayan a la Casa del Libro, por ejemplo, o alguna de otras de las grandes librerías que tenemos en una gran ciudad y vayan a la sección de espiritualidad. Yo lo he hecho como profesor interesado, investigador en estos temas y realmente uno se lleva sorpresas al ver que está entendiendo la sociedad de nuestro mundo hoy, el ciudadano del siglo XXI, por la palabra espiritualidad. ¿Qué entendemos por espiritualidad? Sería una pregunta para ustedes.

¿Qué entiendo yo hoy aquí en el 2023 por espiritualidad? ¿Qué entienden nuestros jóvenes hoy por espiritualidad? espiritualidad y cómo la viven.

Hablamos de la misma cosa. ¿De qué hablamos cuando hablamos de espiritualidad? Bien, para intentar responder a estas preguntas o otras parecidas, pues esta tarde nos ha convocado nuestro hermano San Pedro Fabro, que da nombre a esta aula de espiritualidad y teología.

No vamos a abordar hoy una... Una conferencia tradicional, como os decía al comienzo, sobre un personaje histórico, lo hemos hecho muchas veces, aquí hemos hablado del maestro Écar, de San Juan de Ávila, de San Juan de la Cruz, de Ignacio de Loyola, de San Francisco de Borja, de Pedro Fábrega. Fabro, hoy vamos a abordar la espiritualidad en clave sincrónica, podríamos decir, desde nuestro hoy, aquí y ahora.

Desde claves sociológicas, desde claves también filosóficas y para esto contamos con el profesor Eduard López Hortelano. Ya es conocido en la casa, en el aula Fabro, todos los años nos ilustra con alguna sabia y erudita conferencia en torno a temas muy diversos. de espiritualidad. Muy breve presentación para no robarle más tiempo. Es licenciado en Historia y Literatura por la Universidad de Barcelona.

Ha estudiado la licenciatura en Teología, el equivalente a bachiller en la Universidad de Roma y París. No sabía yo cuál venía antes. Luego la licenciatura en Roma. Ha estudiado el doctorado, ha realizado su... tesis doctoral aquí en la Universidad Pontificia Comillas, una tesis que tuve la suerte y el pequeño gran honor de acompañar y dirigir.

Eduard se mueve con fluidez por numerosos ámbitos de las humanidades y de la teología, la espiritualidad, la historia, la literatura, la mística, la sociología religiosa y yo creo que Eduard tu interdisciplinaridad a la hora de abordar estos temas pues hace que que seas, digamos, un perfil idóneo para intentar dar respuesta, y a lo mejor si no una respuesta exacta, pero sí abrirnos a lo mejor más preguntas en torno a esta macro pregunta de espiritualidad sin Dios hoy. Bien, y como toda experiencia en esta vida, mi primera pregunta sería que antes de entrar en la definición de la espiritualidad y abordar sus diferentes estructuras, toda experiencia humana es una experiencia en contra de la espiritualidad. Una experiencia contextualizada. A lo mejor no vivían la espiritualidad los apóstoles del siglo I en relación con Jesús, que los medievales del siglo XIV, los santos medievales, que el sujeto contemporáneo del siglo XXI.

¿En qué contexto toma carne y se hace bien la historia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días? vida la experiencia espiritual? Bueno, en primer lugar voy a comenzar un poco para responder con el hoy, la pregunta espiritualidad sin Dios hoy, en lo que Anna Arendt llamaba las cosas del mundo. Hacer como una radiografía o diagnóstico para saber bien de lo que hablamos, como punto de partida para nuestra conversación sobre este tema.

Y nuestro día a día se caracteriza por un orden estable, es decir, un entorno estable donde habitar. Un gran deseo a lo largo de nuestra vida, que haya estabilidad, que tengamos un orden estable. Seamos jóvenes o seamos ancianos.

Un primer rasgo de este hoy es la desnaturalización de las cosas, a mi modo de ver. Hemos sustituido lo que sería el orden terreno por el orden digital y esta desnaturalización responde a un proceso de informatización. Es la información lo que determina el mundo en que vivimos y a eso apelamos también nosotros cuando decimos hay falta de información, hay falta de transparencia, por ejemplo.

Y ya no habitamos tierra o cielo sino en Google Earth, en nuestra ubicación para enviar a un colega y en la nube donde ponemos los documentos así nada en este hoy, en esta desnaturalización de las cosas nada es tangible, sólido sino más bien intangible, espectral, nublado con este símbolo de la nube donde colgamos todos nuestros documentos. Y la consecuencia es lo que yo llamo la infomanía, es decir, Alexa ponme música, Osiri dime cómo ir a Oviedo. Y así el mundo de la infosfera es lo que marca nuestras relaciones como fuente de información.

De aquí que lo que ahora llamamos y se ha puesto muy de moda, inteligencia artificial, conozco a alguien que está realizando un artículo sobre cómo la inteligencia artificial ayuda a hacer ejercicios espirituales pues pretende librarnos esta inteligencia espiritual y artificial perdón pues pretende librarnos del cuidado de los unos por los otros en este punto antes de seguir adelante los que estamos un poco interesados estudiando espiritualidad, los ejercicios espirituales, esto que hablas ahora de inteligencia artificial, ¿podrías poner algún ejemplo de cómo traer todo ese mundo a una experiencia religiosa tan intensa como son los ejercicios? Bueno, ahí sería la cuestión de la libertad. Nuestro hoy nos somete a una vigilancia y control crecientes en una orquestra electrónica. y en una prisión, eso sí inteligente, en la que no somos autónomos, he de coger cita previa por internet, por ejemplo, o somos dirigidos por diferentes actores, la pasarela me lleva al banco para introducir los datos y comprarme el viaje en Renfe. Esa monitorización, hay una monitorización, se introduce cada vez más en nuestra vida cotidiana, casi como en forma de convenience, como de pacto.

Esa eficiencia informante que vigila y controla esta infosfera del hoy. Consecuencia, las prácticas que requieren más tiempo, considerable, están en trance de desaparecer o ya no interesan. Porque claro, la verdad requiere mucho tiempo y por lo tanto de una mayor objetividad, de una mayor razonabilidad.

de lo que nos sucede y nuestro hoy está marcado por esa excitación, por los afectos y las emociones por ejemplo tengo que motivar en clase ¿what? ¿por qué tengo que motivar en clase? mientras que ¿Es verdad que la confianza, la promesa, la responsabilidad son prácticas que requieren más tiempo? ¿Es más fácil irme un fin de semana a un retiro saludable a una preciosa finca de Extremadura o a Soto Grande?

o un fin de semana de ejercicios que realizar ocho días de ejercicios y somos así homo ludens fono sapiens que sólo pues experimenta, disfruta quiere jugar Y aquí es donde la libertad entra en juego, porque si en la antigüedad la libertad significaba no ser esclavo, ser libre, era no ser esclavo en la antigüedad, en la modernidad la libertad es autonomía del sujeto, En el hoy, en esta infosfera, como FonoSapiens, la libertad de acción se traduce a una libertad de elección únicamente y de consumo. Y eso provocaría el segundo rasgo, no solamente el primer rasgo, la desnaturalización de las cosas, sino el segundo rasgo de este hoy, que sería la desaparición del otro. Muy bien, antes de pasar a ese segundo rasgo que dices, has tocado ahí... el tema de las emociones. Hace 20, 30 años, cuando a mí me tocaba estudiar algo de antropología, y estaba entonces muy de moda la categoría de postmodernidad, que algunos sociólogos de la vida religiosa ya la ven como una categoría...

pues probablemente un poco pasada, se está replanteando, pero bueno, hablábamos mucho de la posmodernidad y el sujeto que habita en la posmodernidad como un homo emocionalis, como una persona que se ha desprendido, desvinculado de los grandes relatos intelectuales, los grandes discursos escolásticos o enciclopédicos, y optar por una vida mucho más de estímulo-respuesta a emociones que suscitan impactos que nos vienen. de fuera. Sin embargo, la experiencia religiosa, por ejemplo, en los ejercicios espirituales, las emociones tienen un valor enorme, ¿no?

, para guiar un poquito la experiencia de Dios y para intentar discernir, separar lo que es la consolación, la desolación. No es fácil, entonces, ¿no? , discernir lo que son las emociones, digamos, de este sujeto contemporáneo en el que todos estamos metidos, que son como más de consumo de la emoción más profunda.

y más interior donde Dios y su espíritu nos pueden estar hablando o interpelando de alguna forma. El ser humano está hecho de fábrica para ser equilibrados, de hecho todos estamos de pie aquí, más o menos, unos con más artrosis que otros, digo, o más agujetas que otros, pero el ser humano de fábrica es para ser equilibrados. para estar equilibrados. Entonces el problema es cuando hay un movimiento de traslación hacia solamente uno de nuestros focos, llámase la razón albili... cartesiano únicamente una razón vacía fría etcétera no o llámese un emocionalismo entendido como sentimentalismo al estilo de una novela rosa y entonces el segundo rasgo precisamente es lo que yo llamo el fondo sapiens poner el foco en este fondo sapiens en que hay una desaparición del otro es decir, decía Roland D'Arts, y por qué decía Roland D'Arts que el sentido del tacto es el más desmitificador es el más desmitificador todo pasa por lo táctil por nuestro dedo índice nuestro dedo índice es decir, la pantalla táctil provoca la negatividad del otro de lo no disponible porque lo tenemos todo a nuestra disposición, en la era Fono Sapiens hasta el sentido de la vista se ha perdido y por lo tanto la desaparición del otro Todo aparece a nuestra disposición y que todo sea consumible.

Ese dedo índice que pide artículos, ropa, comidas, todo lo que tocamos con nuestro dedo índice. se transforma en forma de mercancía en Tinder o Grindr degrada al otro en objeto sexual privado de su otredad es decir, el otro es objeto consumible ¿ahora me interesa? ahora no me interesa Y ese otro está cada vez menos presente, ¿no? Al otro no se le llama. Como mucho se le envía un mensaje.

Preferimos escribir mensajes, dedo índice, porque al escribir estamos más expuestos, menos expuestos al trato directo, ¿no? Y así desaparece el otro como voz. Y claro, hay un salmo que dice, ojalá escuchéis la voz del Señor.

En ese mundo del Fono Sapiens, en que todo lo transformo con el dedo índice, en objeto de mercancía, el sentido auditivo y el sentido de la vista pierden su valor. Y aquí un debilitamiento de la comunidad, de la sociedad. Pues la vista, nuestros ojos, solidifica lo comunitario, la comunidad, lo social.

Mientras que el dedo índice hace desaparecer al otro como mirada. Y así nos privamos de su presencia. Cuando damos al botón me gusta, I like, y nos sometemos al aparato de dominación. Y curiosamente, no sé, José, curiosamente existe una gran necesidad muy ambivalente de desintoxicarnos en forma de retiro, lo que fuese de nuestra era Fono Sapiens, pero a la vez hay una imposibilidad de hacerlo.

Porque claro, un retiro hay que ponerse en presencia de, por ejemplo. Somos la selfie de nosotros mismos. Antes de pedir a alguien que nos haga una foto, antes de pedir a alguien que nos haga una foto, nos hacemos una selfie y claro, el que la hace... es el que sale en primer plano. Los demás, por muy guapos y guapas que estén, lo importante es el que está en primer plano, el que hace la selfie.

El resto es anecdótico, lo que resulta pobre en miradas y en voces. El mundo así se desrealiza en un mundo sin cosas y sin cuerpo. Y al ego, así fortalecido, nada le toca, ¿no?

Y la ética desaparece. Consecuencia, la ética del cuidado por lo más vulnerable, por ejemplo, que es el debate de hoy en día, el inicio y el final de la vida, pues parece estar ausente. Y no olvidemos que estar en red no es sinónimo de estar relacionado, pues se elimina el encuentro personal, el rostro, la mirada, la presencia física.

Como prueba, todos lo hemos vivido, supongo, el tiempo duro del confinamiento por el COVID y la necesidad posterior de encontrarse físicamente. Por eso nos motivan más una serie de espiritualidades, hablaré más tarde, más inmediatas que no otro tipo de espiritualidades más trascendentes o formales. Eduardo, antes de pasar al tercero de los rasgos que nos habías enunciado antes, un par de preguntas, a lo mejor con una respuesta breve para no perder el hilo primero. Has repetido numerosas veces la expresión phono sapiens.

Sí. No sé si alguno, como me ha pasado a mí la primera vez que la escuché, a lo mejor podemos pensar que se trata de una rata, un homo sapiens, el fono sapiens. La expresión de dónde viene está entrando en estas nuevas antropologías, no sé si es tuya o no, si la has tomado de alguna manera.

Una palabrita, como una nota a pie de página sobre esta expresión, que me parece muy lúcida por otra parte. La expresión viene de un filósofo afincado en Berlín, autor de libros como La sociedad del cansancio. No cosas y uno de sus últimos libros, La vida contemplativa.

Ok, Fono Sapiens. Fono Sapiens. Sí, sí, siempre el Homo Ludens, el Homo Culturalis, el Homo Racionalis, hay como épocas, ¿no?

el homo culturalis, el fono sapiens. Y antes de pasar a otra pregunta, entonces por lo que vas diciendo, ¿tú crees que en esta era donde jamás podríamos haber imaginado, bueno, tú y yo que vamos teniendo ya algunos años, Cuando éramos estudiantes, como muchos que hay aquí, jamás podríamos imaginar el poder estar tan hiperconectados como estamos ahora. Y, sin embargo, algo que acabas de decir parece que no crece proporcionalmente. Las posibilidades tecnológicas de estar conectados con la comunicación humana que se va estableciendo.

Podemos estar hiperconectados y, por otra parte, al mismo tiempo, sentados. sentirnos solos, es una paradoja un poquito curiosa, ¿no? , cuando menos.

La posibilidad que tiene la tecnología es infinita, y es a valorar, a valorar, porque es creación humana, y es buena, no tiene por qué ser mala, pero... Modifica nuestra antropología. Modifica nuestra antropología.

Es decir, hoy nos cuesta mirar, nos cuesta parar. Y da igual la edad que tengamos, esto no es una cuestión generacional, porque es una cuestión cultural antropológica. Por mucho que yo quiera ser defensor de...

No, yo continúo con una serie de valores importantes. rápidamente hay un humus cultural que nos recuerda que estamos en esta era fono sapiens, con todas sus consecuencias porque, como diría Ortega y Gasset soy yo y mis circunstancias Sí, ciertamente. Hoy yo creo que no hay una antropología que no pueda prescindir del rasgo de interconectividad a la hora de defender el ser humano. Nos entendemos en conexión, nos entendemos el trabajo en red, cómo se está desarrollando en todas sus posibilidades.

Bueno, se introducen muchos desafíos. Pero bueno, el tiempo va pasando. Eduardo, hablaste del primer rasgo, la desnaturalización de las cosas.

El segundo era el fonosapiens. Podemos introducirnos en el... El tercer rasgo de este hoy es el ruido.

Es decir, un tiempo sin consagración. Un tiempo sin consagrar. Cuando, claro, todos lo sabemos, lo espiritual, lo sagrado, está muy vinculado al silencio. Está muy vinculado al silencio.

y nos hace estar atentos y escuchar MIEIN M Y E y latina N significa consagrar etimológicamente significa cerrar los ojos pero sobre todo la boca y nuestro hoy es un tiempo sin consagración, sin MIEIN Porque nuestro verbo no es el de cerrar, sino el de abrir ojos y sobre todo boca. Nadie escucha porque cada individuo se produce a sí mismo, mientras que el silencio, por el contrario, no produce nada. Agudiza la atención hacia un orden superior, que no tiene por qué ser un orden de dominación o de poder.

El silencio puede ser amistoso y pacífico. En el verdadero silencio no hay coacción, sino elevación. No roba, sino que regala.

Es el pintor Cézanne, por ejemplo, que consideraba que la tarea del pintor es hacer el silencio. O por ejemplo, Nicolas Malebranche, que decía que la atención... Era la oración del alma, era como rezaba el alma, ahora el alma no reza, porque no hay atención.

El ruido es la sociedad tanto acústica como verbal, contamina la atención. Estamos habituados a ver un vídeo de Youtube, da igual el contenido, vídeo de Youtube. y a los pocos minutos aparecen anuncios allí, hay que esperar a que se vayan a saltar anuncios así se destruye el paisaje silencioso y el lenguaje discreto de las cosas producimos contenidos para que a otros les guste producimos contenidos para que a otros les guste Los ruiseñores de hoy en día tuitean para atraer a otros y nuestro lema es compartir, el sharing, compartirlo todo con todo el mundo lo que conduce hacia un ruidoso tsunami en esta infosfera o en esta infomanía Y creo que hay una consecuencia, yo creo que cada uno, pues como diría Ignacio, examínese, Ignacio de Loyola, que es que nos es difícil decir no a estímulos intrusos.

Esta hiperactividad destructiva, la multitask, tengo que estar en mil historias, tengo que hacer muchas cosas, nos hunde en un ruido cuando guardar silencio es retirarse y sobre todo desapropiarse para convertirse no en propietario de uno mismo sino en inquilino de uno mismo. Solo en el silencio establecemos relación con lo innominado, con lo que no tiene nombre. A veces lo hemos oído los que por cultura tenemos el cristianismo, lo de Moisés ante un azar zardiendo. Yo soy el que soy, dice Dios, en lo innominado.

El silencio contemplativo es lo que redime. En suma, el hoy, para no alargarme, el hoy como desnaturalización de las cosas. Fono sapiens y tiempo sin consagrar, es decir, cerrar la boca, silencio, determina, estos tres rasgos, determina cómo nos aproximamos a Dios y a la espiritualidad. Nos abrimos entonces, sí, así el otro gran protagonista del título de la conferencia de hoy, ¿no?

Dios, Dios. Ahora, antes de pasar ahí, Eduard, porque hay una cosa, yo escuchándote, pues me venía a la memoria alguna de las sentencias de... el padre Adolfo Nicolás, otro Nicolás, citaba a Samale Branch, ahora el padre Nicolás Superior General, que fue de los jesuitas hace unos años, y que hablaba mucho del silencio, él venía de una tradición budista, de vivir muchos años allí en Asia, en Japón, y nos interpelaba a veces a los jesuitas como diciendo, tenemos que vivir en un mundo de ruidos, de mucho ruido y mucho impacto, las imágenes, a veces dicen algunas encuestas, que en un...

Una persona a lo largo de una jornada puede recibir más de un millón de impactos, de publicidad, de imágenes, lo que nos entra por el móvil, ruidos, que tú decías, ruidos. Y cómo despertar el monje interior que todos llevamos dentro, esta dimensión de silencio que nos ancla en lo más profundo de nuestra identidad para que tanto impacto no nos haga vivir como veletas en el mundo, el ruido y el reto del silencio. Bueno, pero aquí se...

Aquí vamos a seguir, porque entonces en este mundo y en medio de estos ruidos, casi tenemos el deber y la responsabilidad de buscar y encontrar a Dios. ¿Cómo está Dios, podríamos decir, en este contexto que con estos tres grandes rasgos acabas de describir? ¿Qué Dios se hace presente ahí?

Puede parecer extraño que se siga utilizando la palabra Dios. como si nada como si no hubiésemos pasado por la ilustración, por el barbudo Marx, por el psicótico Freud, por el loco Nietzsche y tantos otros pulgarcitos como si esta palabra no estuviese lastrada por un uso inoportuno la palabra Dios deriva de una raíz indoeuropea DEP D-E-V de la que proviene la palabra latina Deus Zeus en griego y el sánscrito Deva y esa raíz designa el hecho de brillar resplandecer como la luz, que es diurna Dios no es una norma, es luz es brillo etimológicamente hablando, la palabra significa eso Un totalmente otro que saca al ser humano de sus casillas y rompe sus esquemas. ¿Por qué brilla, resplandece?

Hay luz, da luz, infinitamente desconcertante. Y más cerca de lo que creemos, o lo que cree el ser humano. Es famoso la frase San Agustín, más íntimo de mí mismo.

Y aquí me centraré, de entre las tantas formas de entender este tema, en lo accesible a ese brillo, a Dios. Esa nos parece la clave, ¿no? Es decir, lo que todas las religiones que se relacionan con este misterio... Todas han vivido siempre preocupadas por establecer una relación con él.

Creemos que es trascendente el otro, pero al mismo tiempo tenemos que defender que es el Dios cercano, accesible. Podríamos preguntarnos para qué queremos que sea. queremos algo que llamamos Dios si no tenemos alguna forma o alguna manera de poder entrar en relación con él.

Exacto, es decir, hay montañas que son accesibles por una cara e inaccesibles por otra. Y son muchos los caminos y modalidades que propician el acceso a la luz, a Dios. Y la luz era Dios para iluminar las tinieblas, no lo digo yo, lo dice un texto del cuarto evangelio, el famoso prólogo de Juan.

Sin ninguna pretensión de simplificar, podemos identificar, yendo por la cara más accesible de la montaña, tres vías que corresponderían a cuerpo, mente y corazón, o mejor dicho, cuerpo, corazón y mente. La primera, la vía de la percepción. Dios ayuda a que nuestra luz, Dios, luz, brillo, ayuda a que nuestra percepción capte la realidad a través de nuestros sentidos, que tome conciencia de ellos y que no seamos siempre impulso. Este es un camino sencillo, ver, oír, palpar, oler y gustar. Pertenecen al reino de la supervivencia, pero resplandecen Dios, luz.

Cuando se abren, plenamente en actitud admirativa y de ofrenda. La creación tiene capacidad para hablar y conducir a Dios a la luz, mediante un camino, una traslación. y no como, y ese es el hoy, como una demostración de la existencia de Dios. Hoy ya no estamos en esos parámetros. Es la belleza, la armonía a la que conjuran para ofrecer a nuestros sentidos un sentido último de la vida.

Y provoca una responsabilidad que es doble. Primero, la ecológica, es decir, hacia la naturaleza y sus procesos. Y la segunda, la ética. hacia el prójimo, hacia nuestros semejantes y por belleza aquí entiendo de entre tantos significados la percepción de una realidad como singular e irrepetible puede ser una obra de arte una composición musical o una persona y también La armonía de las leyes del universo y de la vida, la cosmología.

Quien haya contemplado quizás aquí de los presentes, sea aquí presencialmente o online, no tengo ni idea, quien haya contemplado las estrellas una noche y al lado le hayan explicado esto es Orión, esto es la osa mayor, menor, tal, percibe esa belleza. Y por último, esa belleza crea una voz interior que remite a una conciencia ética. Sí, permiso, Eduard, esto, claro.

La percepción humana como primera posibilidad de acceso para relacionarnos con Dios. Bien, voy a hacer un poquito de abogado del diablo, porque, por ejemplo... Todos vemos la misma naturaleza, todos podemos contemplar el mismo precioso paisaje, ya sea un atardecer o un amanecer, los que han sobrevolado los Andes o el río, el gran río, el delta del Amazonas o cualquier experiencia.

que nos fascine no todos podemos contemplar la misma realidad bella y única y irrepetible pero sin embargo no todos a lo mejor dan el salto de la naturaleza como vía acceso vía dominio vía de acceso a todo eso supondría una una formación del sujeto que contempla y cómo entrenarnos también para para ser contemplativos y que para nuestros propios sentidos puedan también ser puerta de acceso para una experiencia religiosa. Por eso habría también una segunda vía, no solamente la vía de la percepción, sino la vía del corazón, una vía más afectiva. Es bien conocida la definición de Teresa de Ávila, que hace sobre la oración, no es otra cosa, oración, a mi parecer, sino tratar de amistad, dice la de Ávila, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama. En esta vía Dios, luz, brillo, Deviene deseo inaplazable, porque sólo el amor es digno de amarse. Otros dirían, sólo el amor es digno de fe, pero son sinónimas estas frases.

Sólo el amor es digno de amarse, sólo el amor es digno de fe. Esta vía tiene a Dios a quien se contempla o se revela con palabras internas o externas especialmente en experiencias de contingencia, en experiencias de dolor, de sufrimiento es decir, en los límites de nuestra realidad finita Podríamos decir, y no creo equivocarme, que si en la antigüedad el cristianismo buscó a Dios en la vía de la percepción de la belleza, a partir de la modernidad Dios se revela como Dios escondido. Isaías 45 va a decir el profeta tú eres el verdadero Dios escondido.

Y esta vía, este camino, esta modalidad tiene una dinámica, nos introduce una dinámica la dinámica del recuerdo y de la memoria y de la perennidad recuerdo, memoria y perennidad y esto es todo un combate porque claro, en la era digital del Fono Sapiens Estamos absolutamente desprovistos de corazón. Esto es, almacenamos datos, música en Spotify, compramos más almacenamiento en la nube, como si fuese un trastero tradicional, pero no recordamos. No recordamos, es decir, nos apartamos de cualquier forma que diga para siempre, forever.

Como que eso nos apartamos del para siempre, ¿no? Y claro, abjuramos de muchas prácticas que tienen que ver, dijéramos, con la vía del corazón. Acceso, uno de los accesos por esa montaña más accesible, Dios, luz.

Nos alejamos de muchas prácticas que requieren mucho tiempo. Antes lo decía, lo he mencionado, la promesa, la confianza, la fidelidad, la responsabilidad, son cuestiones que tienen que ver con la vida del corazón. Es decir, cuando nos gobernamos por lo perenne, no por lo provisional, no por el... a corto plazo o lo inconstante San Agustín ubi amor ibi oculus sólo donde está el amor es decir el corazón los ojos se abren y es otro tipo de percepción es como el Shabbat o el domingo del lenguaje que nos hace animales preocupados Cuyo rasgo fundamental en esta vía es el cuidado, el cuidado de mí mismo, el cuidado por el otro también. Escuchándote me viene a la memoria, como no pocas páginas de tu...

Densa tesis doctoral donde trabajaste mucho el tema del ojo, del ojo interior, el ojo de la mística, el ojo que, y bueno, a un nivel si quieres un poquito más coloquial podríamos decir, me venía también ahora mismo a la memoria. el ver con el corazón que el principito en diálogo con el zorro le dice, verdad, bueno, es que hay cosas hay cosas que solo se ven con el corazón hay otro nivel de percepción que a veces capta la intuición el amor, la madre al hijo en el mundo efectivo de la pareja bueno, la percepción el corazón nos hablabas de tres vías de acceso a Dios nos quedaría una la vía cognitiva es decir, si en la vía afectiva a Dios se accede por amor y entrega la rendición vinculante en la vía cognitiva se capta Lo que Dios manifiesta, esa luz, ese darme cuenta, Ignacio lo expresa muy bien en la autobiografía, Ignacio de Loyola, cuando dice se le abrieron los ojos del entendimiento, es una apertura de mente, Dios ya no es un funcionario de sentido, sino que es el garante para que el sentido no se cierre únicamente a un momento instantáneo. y esto es lo que podríamos llamar la vida cognitiva también la vida contemplativa Ciertamente, nuestro hoy es, como diría Debord, estamos en una sociedad del evento, la sociedad del espectáculo. Esto mismo está catalogado en la universidad por evento. Bueno, no sé qué quiere decir evento, pero...

Entonces, y multitud de festividades que tenemos la sociedad española, al menos, se ha convertido en una época de eventos, sin fiestas. Hoy se evoca mucho también la community, ¿no? Muchas empresas tienen el manager community, ¿no?

Bueno, la vida cognitiva creo que se adentra a un tipo de vida contemplativa con un fuerte componente comunitario, el abrirse la mente a esa escucha frente a la única producción de uno mismo los pensamientos una de las cosas aludiste estamos en un ambiente aquí ignaciano, como no a esas experiencias también de San Ignacio que introduce el pensamiento como lugar de encuentro con Dios nuestros sentimientos, afectos, lo que nos hace sentir bien, sino que aquello que pensamos, cómo Dios habita y está presente en lo que él llama el discurso de los pensamientos. Hay unos pensamientos que nos llevan a Dios, otros... Entonces es cierto, la vía cognitiva como lugar y posibilidad de encuentro para Dios.

Eduard, tenemos ahora entonces unos minutos... Visto un poquito el contexto donde se produce la espiritualidad y vistas qué posibilidades de acceso a Dios a través de estas tres vías que nos has explicado, tendríamos unos minutos entonces para centrarnos en esta categoría o en esta palabra que llamamos espiritualidad. Con estos presupuestos de los que venimos hablando entonces, ¿qué entendemos por espiritualidad?

Yo me voy a centrar en tres rasgos, podrían ser cuatro, ocho, nueve, diez, pero yo me voy a centrar en tres. Procesual, misional y fraternal o humano. Procesual es, llamamos espiritualidad a ser proceso y estar en camino. La espiritualidad no es una cosa etérea o un simple soplo de oxígeno cuando estamos cansados, agobiados o hastiados en este sentido no es una honesta espiritualidad No sirve únicamente retirarse a la mejor casa de retiros, por ejemplo, o a la estupenda casa rural un fin de semana, sino si el sujeto no aprende a ganar en sensibilidad, en conocimiento y en solidaridad consigo mismo y con sus semejantes. Es decir, y aquí hay un punto de partida en esto de ser proceso o estar en proceso Hay un punto de partida y es aceptar que somos todos inmaduros En el mismo hecho del día en que nacemos, que somos separados y nos cortan, somos seres separados Nos cortan el cordón umbilical Y toda nuestra vida espiritual, espiritualidad, estar en camino o ser proceso, no es añadir por lo tanto elementos o prácticas más o menos extrañas en nuestra vida cotidiana, sino una ocasión oportuna para crecer.

Alguien dijo de un tal llamado Jesús de Nazaret que crecía en sabiduría. Bueno, pues van por ahí las cosas. Holderlin, en su Oda a Sócrates y albiciades, que alguna vez lo he citado, dijo sólo quien ha pensado lo más profundo, sólo quien ha pensado lo más profundo tiene capacidad para vivir lo más vivo y actual. Es decir, que parecería que no se es más actual por vivir en la infosfera o la infomanía del Fono Sapiens, sino en pensar lo más profundo.

Y para estar en camino y ser proceso necesitamos una mochila, un bastón, unos medios. que son infinitos meditación oración, preparación personal para algo para una conversación, para un encuentro con alguien, ejercicios, prácticas Y esto debe formar parte de un hábito, porque si no acaban siendo superfluos o desaparecer. Ser peregrinos o caminantes es precisamente ir al fondo, dedicar tiempos y espacios a ir al fondo de las cuestiones, leer, escribir, respirar, reflexionar, sentir, pensar. La segunda columna sería misional. La espiritualidad no consiste en dar un barniz místico a mi vida para que sea más o menos fashion o cool.

Es un trabajo interno que alimenta lo que yo haga allí donde esté. Y a eso me refiero por misional, a sentirse en misión. Es decir, que no cumplo una función, soy padre, soy hijo, soy abuelo, soy madre, soy profe, sino que en esa condición tengo una misión impulsada por una interioridad trabajada.

La vida sería como un laboratorio viviente. Y así entendido de donde sale en ese laboratorio la ciencia, la síntesis entre el conocer, el querer, el ser. Y tercero, fraternal humana, la tercera columna.

¿Tienes todo lo que necesitas para edificar la torre? Esa es la pregunta de esta tercera columna. Esta es la cuestión de la espiritualidad.

Es decir, una espiritualidad realista, no evasiva. Una vida en el espíritu que ayude a planear las fuerzas y posibilidades personales. Muchos de los planteamientos pseudo espirituales de hoy en día fascinan, deslumbran.

Pero no alumbran, recuerden, lo he dicho anteriormente, Dios alumbra, no deslumbra. Y todos lo sabemos, el deslumbramiento provoca ceguera. Una espiritualidad realista es auténticamente humana y fraternal, porque no espera ingenuamente milagros. Es decir, nos da una estructura con hábitos, con pautas, para ayudarnos, para sostenernos. Que mejore nuestra relación interpersonal, nuestros encuentros, encontrarnos los unos con los otros, el diálogo con el semejante incluso cuando no nos guste.

Y teniendo en cuenta nuestra evolución, nuestra edad, nuestro momento. Todas las prácticas que podemos hacer pueden resultar insuficientes, es decir, constelaciones familiares, dieta detox, saludable, momentos de yoga, etc. Eso sería insuficiente si no está acompañado de una finalidad, ¿para qué?

Una motivación. Son importantes todas esas prácticas. pero si no sólo quedan en medios para únicamente sentirse bien consigo mismo a bien 3 tres rasgos de la espiritualidad ante bueno en torno al término de la misión a caro nosotros como una tradición cristiana siempre hemos entendido la misión con desde un clave teologal digamos o religiosa no la misión que jesús da a los discípulos la iglesia siempre es misionera con la misión de anunciar el evangelio etcétera no sería posible entonces a una persona que, por ejemplo, no tenga esa dimensión trascendente o sencillamente no crea en Dios, que se pueda autocomprender en clave de misión en su vida, o no, la misión tiene que estar siempre vinculada o religada a una fuerza motriz trascendente que llamamos Dios, que nos hace vivir en este mundo como misioneros, ¿no?

Usted como profesor de teología, otro como médico, otra como ingeniera, etcétera, etcétera, ¿no? Gracias. El gesto corporal le ha delatado, porque ha hecho misión como si estuviese vinculada a una realidad externa a esa misión. Y ese es el problema. En sí mismo, es decir, nosotros como seres humanos tenemos que encontrar nuestra misión.

El carácter trascendental no está fuera, dijéramos, de nuestra vida. pero tampoco agota nuestra vida. Entonces, evidentemente que, por ejemplo, cuando escribe Anar en la condición humana, tiene una misión ella allí con lo que está escribiendo. Bueno, Eduardo, disponemos de cuatro minutos para que entonces nos puedas, aunque hemos ido respondiendo, creo yo he sido respondiendo mucho a lo largo de estos casi 50 minutos, una espiritualidad sin Dios, entonces, ¿cómo podríamos formular sintéticamente ahora con todo este recorrido que hemos venido haciendo?

humildemente creo que he podido responder creo que no que no hay espiritualidad sin Dios hoy aunque quisiera acabar con una serie de matices no hay espiritualidad sin Dios hoy porque en realidad nosotros las personas sin saberlo Utilizamos en nuestras categorías propiedades que son propias de Dios. Yo puedo ser un ateo y utilizar categorías que son propias de Dios. Dar luz, por ejemplo.

Evidentemente no hemos abordado aquí la pregunta desde un Dios revelado cristiano, el Dios de los creyentes. Pero me remito a Dostoyevsky cuando dice mucho, y lo repito por activa y por pasiva, eso de si Dios no existe, Dostoyevsky, no San Juan de Ávila, Dostoyevsky, si Dios no existe, todo está permitido. ¿Por qué? Por una sencilla razón, ¿no?

La crisis religiosa actual no puede atribuirse, no puede atribuirse sencillamente al hecho de que hayamos perdido la fe en Dios o seamos más o menos desconfiados en ciertos dogmas de la iglesia católica o ciertas prácticas eclesiales. Desde una perspectiva más profunda esta crisis apunta a una pérdida en la capacidad contemplativa o a una dimensión espiritual. No tanto si creemos más o menos, o hay unas prácticas eclesiales a las cuales no las veo bien, sino es precisamente una cuestión mucho más honda que es la pérdida de la capacidad contemplativa o de la dimensión espiritual, porque sólo producimos, sólo producimos, somos hiperactivos.

Y aquí el mito de Orfeo, y con esto voy acabando, el mito de Orfeo y Eurídice es ejemplar. Orfeo puede cantarle a Eurídice, puede codiciar a Eurídice, pero no poseerla. No poseerla.

Estar privado de ella, no poseerla, es la condición de posibilidad del canto de Orfeo. La vida contemplativa ayuda precisamente a desubjetivarnos, a desindividualizarnos y a desarmarnos. Es decir, que nos purifica de la vida espiritual o contemplativa, nos purifica del subjetivismo, de la primacía de la opinión como si fuese la verdad. Nos sacude a pensar que no somos seres únicamente individuales, sino seres sociales y nos desarma para armarnos del más precioso de los tesoros que tenemos los seres humanos, que es el ejercicio de la libertad.

En suma, y quizás para sacudir ahora al personal, online y presencial, Creo que en la vida espiritual somos anacolutos. En la vida espiritual somos anacolutos. ¿Y qué es un anacoluto en la gramática?

Es cuando no somos verdaderos sujetos de la oración, es decir, nos trasladamos. Porque abandonamos nuestro principal puesto en esa oración para que sea otro el sujeto de la oración. Ese otro es el que hemos llamado Dios, que es luz. Muchas gracias.

Muchas gracias, Eduardo. Filosofía, teología, literatura, poesía, experiencia, espiritualidad. La pregunta está en nuestro mundo, en nuestra cultura, en nuestros círculos. No es nada fácil, como vimos, delimitar el concepto de espiritualidad.

Es muy complicado delimitar y definir la categoría y el concepto de Dios y en un mundo donde tantas espiritualidades están emergiendo, pues es necesario entrar a fondo en esta pregunta. Pues muchas gracias, Eduard.