Logró el éxito y reconocimiento público a principios del siglo pasado. En su obra plasmó magistralmente el ambiente y las costumbres de los años 20, la era del jazz, como él la denominaría. Su vida podría compararse con una obra en tres actos.
El primero comienza con una extraordinaria confesión. El segundo habla de una gran desilusión. Y el tercero acaba con un completo agotamiento físico y mental.
Ningún escritor norteamericano ha logrado penetrar con tanta intensidad en la psicología de sus compatriotas, ni lo ha analizado con tanta precisión como hizo Francis Scott Fitzgerald. Nació el 24 de septiembre del año 1896 en la ciudad de St. Paul, Minnesota. Resulta difícil encontrar una pareja tan peculiar como sus padres. Su padre era un aristócrata de modales refinados pero sin suerte en los negocios.
Su madre era una mujer provinciana, sin cultura ni educación, pero era una buena ama de casa. Ni el padre ni la madre se correspondían con los ideales románticos de Scott. Quería a su padre, pero no le respetaba.
Respetaba a su madre, pero se avergonzaba de ella. Para él, que buscaba la perfección en todo, era preferible imaginar que había sido adoptado. En el año 1913, Fitzgerald entró en la Universidad de Princeton.
En aquella época, soñaba con convertirse en un hombre de éxito. Por esa razón, estaba más interesado en conseguir protagonismo que en estudiar. Solo hizo una excepción con la literatura, que producía en él un efecto embriagador. Ficheral no tardó en ser famoso como escritor entre los estudiantes y se convirtió en miembro respetado de varios clubes universitarios. En tercer curso, el despreocupado estudiante estuvo a punto de ser expulsado.
Fingiendo estar enfermo, abandonó temporalmente sus estudios para alistarse en el ejército. Aunque la vida militar no era del agrado del indisciplinado joven teniente. El ejército le robaba el tiempo que quería dedicar a su verdadera vocación, la literatura. Un año después, Scott conoció a Zelda Sire en un baile. Posteriormente, Zelda habría de jugar un papel dramático en su vida y se convertiría en la inspiración de todos los personajes femeninos de su obra.
Zelda, mujer de gran encanto, y brillante inteligencia, buscaba incansablemente nuevas sensaciones con una despreocupada temeridad. Scott supo inmediatamente que eran almas gemelas y le propuso matrimonio a Zelda. Se comprometieron, pero la veleidosa y excéntrica joven rompió el compromiso, diciendo que no quería vivir en la miseria.
Durante algún tiempo, Fitzgerald se dio a la bebida para ahogar sus penas, pero al final reunió las fuerzas necesarias para acabar su novela A este lado del paraíso, cuyo argumento estaba basado en su propia vida. En el año 1920, la novela fue publicada y obtuvo un gran éxito. El desconocido joven provinciano se convirtió en un escritor de moda y en un hombre rico.
Para Fitzgerald, la popularidad de su novela le abrió el camino al gran mundo de la literatura. Cada nuevo libro acrecentaba su fama y llenaba sus arcas. Además, Zelda aceptó su proposición de matrimonio. Scott era feliz por fin. Con éxito y dinero, Fitzgerald se dedicó a disfrutar de los placeres.
La vida de Sheldon y Scott era un sinfín de hoteles y restaurantes lujosos, ropa de moda, ríos de ginebra y escandalosas locuras. En el año 1925, Fitzgerald acabó su novela El Gran Gatsby. La novela recibió el beneplácito de los críticos, pero no fue un éxito de ventas.
Para mantener a su familia, Scott tuvo que escribir relatos cortos para publicaciones semanales. El alegre joven se estaba convirtiendo poco a poco en un dipsómano pendenciero. Año tras año fue cayendo en la decadencia espiritual.
La situación empeoró cuando Zelda empezó a mostrar síntomas de una enfermedad mental incurable. Intentando averiguar las causas del fracaso de su matrimonio, Fitzgerald escribió su novela Suave es la noche. Ella narra la historia de unos norteamericanos ricos que llevan una vida de disipación y desenfreno. Tardó nueve años en escribir esa novela.
En el año 1936 escribió un ensayo autobiográfico, El Terrumbe, en el que relataba su vida. A los 40 años de edad, Fitzgerald no sólo había dilapidado toda su fortuna, además tenía una deuda de más de 30.000 euros. Para mantener a su esposa y a su hija tuvo que ponerse a trabajar como guionista en Hollywood. Aunque pensaba que ese empleo de escritor asalariado era humillante. Al mismo tiempo que escribía guiones, trabajaba en su novela sobre la fábrica de sueños, El último magnate que no pudo acabar.
El 21 de diciembre del año 1940, a los 44 años de edad, Francis Scott Fitzgerald falleció de un ataque al corazón en su casa de California. En sus libros, actuó como portavoz de la Generación Perdida, nombre con el que se conoce a los escritores estadounidenses que reflejaron el clima de pesimismo y desconcierto que siguió a la Gran Guerra. Tenían miedo a la pobreza y veneración por el exilio.
Fue el derrumbe del sueño americano. La crisis moral y creativa de estos autores estuvo inexorablemente unida al aburridísimo destino de ser ricos y famosos. La veleidosa y excéntrica joven rompió el compromiso diciendo que no quería vivir en la miseria. Durante algún tiempo, Fitzgerald se dio a la bebida para ahogar sus penas, pero al final reunió las fuerzas necesarias para acabar su novela A este lado del paraíso, cuyo argumento estaba basado en su propia vida. En el año 1920, la novela fue publicada y obtuvo un gran éxito.
El desconocido joven provinciano se convirtió en un escritor de moda y en un hombre rico. Para Fitzgerald, la popularidad de su novela le abrió el camino al gran mundo de la literatura. Cada nuevo libro acrecentaba su fama y llenaba sus arcas. Además, Zelda aceptó su proposición de matrimonio. Scott era feliz por fin.
Con éxito y dinero, Fitzgerald se dedicó a disfrutar de los placeres. La vida de Sheldon y Scott era un sinfín de hoteles y restaurantes lujosos, ropa de moda, ríos de ginebra y escandalosas locuras. En el año 1925, Fitzgerald acabó su novela El Gran Gatsby. La novela recibió el beneplácito de los críticos, pero no fue un éxito de ventas. Para mantener a su familia, Scott tuvo que escribir relatos cortos para publicaciones semanales.
El alegre joven se estaba convirtiendo poco a poco en un dipsómano pendenciero. Año tras año fue cayendo en la decadencia espiritual. La situación empeoró cuando Zelda empezó a mostrar síntomas de una enfermedad mental incurable. Intentando averiguar las causas del fracaso de su matrimonio, Fitzgerald escribió su novela Suave es la noche.
En ella narra la historia de un hombre que se ha muerto en un barrio. de unos norteamericanos ricos que llevan una vida de disipación y desenfreno. Tardó nueve años en escribir esa novela.
En el año 1936 escribió un ensayo autobiográfico, El Terrumbe, en el que relataba su vida. A los 40 años de edad, Fitzgerald no sólo había dilapidado toda su fortuna, además tenía una deuda de más de 30.000 euros. Para mantener a su esposa y a su hija tuvo que ponerse a trabajar como guionista en Hollywood. Aunque pensaba que ese empleo de escritor asalariado era humillante. Al mismo tiempo que escribía guiones, trabajaba en su novela sobre la fábrica de sueños, El último magnate que no pudo acabar.
El 21 de diciembre del año 1940, a los 44 años de edad, Francis Scott Fitzgerald falleció de un ataque al corazón en su casa de California. ...con una extraordinaria confesión. El segundo habla de una gran desesperación.
ilusión y el tercero acaba con un completo agotamiento físico y mental. Ningún escritor norteamericano ha logrado penetrar con tanta intensidad en la psicología de sus compatriotas ni lo ha analizado con tanta precisión como hizo Francis Scott Fitzgerald. Nació el 24 de septiembre del año 1896 en la ciudad de St. Paul, Minnesota.
Resulta difícil encontrar una pareja tan peculiar como sus padres. Su padre era un aristócrata de modales refinados pero sin suerte en los negocios. Su madre era una mujer provinciana, sin cultura ni educación, pero era una buena ama de casa.
Ni el padre ni la madre se correspondían con los ideales románticos de Scott. Quería a su padre, pero no le respetaba. Respetaba a su madre, pero se avergonzaba de ella.
Para él... que buscaba la perfección en todo, era preferible imaginar que había sido adoptado. En el año 1913, Fitzgerald entró en la Universidad de Princeton.
En aquella época soñaba con convertirse en un hombre de éxito. Por esa razón, estaba más interesado en conseguir protagonismo que en estudiar. Sólo hizo una excepción con la literatura, que producía en él un efecto embriagador. Ficheral no tardó en ser famoso como escritor entre los estudiantes y se convirtió en miembro respetado de varios clubes universitarios.
En tercer curso, el despreocupado estudiante estuvo a punto de ser expulsado. Fingiendo estar enfermo, abandonó temporalmente sus estudios para alistarse en el ejército. Aunque la vida militar no era del agrado del indisciplinado joven teniente.
El ejército le robaba el tiempo que quería dedicar a su verdadera vocación, la literatura. Un año después, Scott conoció a Zelda Sire en un baile. Posteriormente, Zelda habría de jugar un papel dramático en su vida y se convertiría en la inspiración de todos los personajes femeninos de su obra.
Zelda, mujer de gran encanto, y brillante inteligencia, buscaba incansablemente nuevas sensaciones con una despreocupada temeridad. Scott supo inmediatamente que eran almas gemelas y le propuso matrimonio a Zelda. Se comprometieron, pero la veleidosa y excéntrica joven rompió el compromiso, diciendo que no quería vivir en la miseria. Durante algún tiempo, Fitzgerald se dio a la bebida para ahogar sus penas, pero al final reunió las fuerzas necesarias para acabar su novela A este lado del paraíso, cuyo argumento estaba basado en su propia vida. En el año 1900, el indisciplinado joven teniente.
El ejército le robaba el tiempo que quería dedicar a su verdadera vocación, la literatura. Un año después, Scott conoció a Zelda Sire en un baile. Posteriormente, Zelda habría de jugar un papel dramático en su vida y se convertiría en la inspiración de todos los personajes femeninos de su obra.
Zelda, mujer de gran encanto y brillante inteligencia, buscaba incansablemente nuevas sensaciones con una despreocupada temeridad. Scott supo inmediatamente que eran almas gemelas y le propuso matrimonio a Zelda. Se comprometieron, pero la veleidosa y excéntrica joven rompió el compromiso, diciendo que no quería vivir en la miseria. Durante algún tiempo, Fitzgerald se dio a la bebida para ahogar sus penas, pero al final reunió las fuerzas necesarias para acabar su novela A este lado del paraíso, cuyo argumento estaba basado en su propia vida.
En el año 1920, la novela fue publicada y obtuvo un gran éxito. Logró el éxito y reconocimiento público a principios del siglo pasado. En su obra plasmó magistralmente el ambiente y las costumbres de los años 20, la era del jazz, como él la denominaría.
Su vida podría compararse con una obra en tres actos. El primero comienza con una extraordinaria confesión. El segundo habla de una gran desilusión.
Y el tercero acaba con un completo agotamiento físico y mental. Ningún escritor norteamericano ha logrado penetrar con tanta intensidad en la psicología de sus compatriotas ni lo ha analizado con tanta precisión como hizo Francis Scott Fitzgerald. Nació el 24 de septiembre del año 1896 en la ciudad de St. Paul, Minnesota. Resulta difícil encontrar una pareja tan peculiar como sus padres.
Su padre era un aristócrata de modales refinados pero sin suerte en los negocios. Su madre era una mujer provinciana, sin cultura ni educación, pero era una buena ama de casa. Relatos cortos para publicaciones semanales.
El alegre joven se estaba convirtiendo poco a poco en un dipsómano pendenciero. Año tras año fue cayendo en la decadencia espiritual. La situación empeoró cuando Zelda empezó a mostrar síntomas de una enfermedad mental incurable. ...curable.
Intentando averiguar las causas del fracaso de su matrimonio, Fitzgerald escribió su novela Suave es la noche. En ella narra la historia de unos norteamericanos ricos que llevan una vida de disipación y desenfreno. Tardó nueve años en escribir esa novela. En el año 1936 escribió un ensayo autobiográfico, El Terrumbe, en el que relataba su vida.
A los 40 años de edad, Fitzgerald no sólo había dilapidado toda su fortuna, además tenía una deuda de más de 30.000 euros. Para mantener a su esposa y a su hija tuvo que ponerse a trabajar como guionista en Hollywood. Aunque pensaba que ese empleo de escritor asalariado era humillante.
Al mismo tiempo que escribía guiones, trabajaba en su novela sobre la fábrica de sueños, el último mal desconocido joven provinciano se convirtió en un escritor de moda y en un hombre rico. Para Fitzgerald, la popularidad de su novela le abrió el camino al gran mundo de la literatura. Cada nuevo libro acrecentaba su fama y llenaba sus arcas.
Además, Zelda aceptó su proposición de matrimonio. Scott era feliz por fin. Con éxito y dinero, Fitzgerald se dedicó a disfrutar de los placeres. La vida de Sheldon y Scott era un sinfín de hoteles y restaurantes lujosos, ropa de moda, ríos de ginebra y escandalosas locuras. En el año 1925, Fitzgerald acabó su novela El Gran Gatsby.
La novela recibió el beneplácito de los críticos, pero no fue un éxito de ventas. Para mantener a su familia, Scott tuvo que escribir. Ni el padre ni la madre se correspondían con los ideales románticos de Scott. Quería a su padre, pero no le respetaba. Respetaba a su madre, pero se avergonzaba de ella.
Para él, que buscaba la perfección en todo, era preferible imaginar que había sido adoptado. En el año 1913, Fitzgerald entró en la Universidad de Princeton. En aquella época soñaba con convertirse en un hombre de éxito. Por esa razón, estaba más interesado en conseguir protagonismo que en estudiar. sólo hizo una excepción con la literatura que producía en él un efecto embriagador.
Ficheral no tardó en ser famoso como escritor entre los estudiantes y se convirtió en miembro respetado de varios clubes universitarios. En tercer curso, el despreocupado estudiante estuvo a punto de ser expulsado. Fingiendo estar enfermo, abandonó temporalmente sus estudios para alistarse en el ejército, aunque la vida militar no era del agrado del...