La familia lingüística mascoy es una familia de lenguas que ocupa el centro del Chaco paraguayo. Estos grupos son los Enlet, Enxet, Guaná, Sanapaná, Angaité, Enenlet y Tobamascoy. El Chaco Paraguayo, 230.000 kilómetros cuadrados, el 57% de la superficie total del país, permanente campo de batalla por el progreso, de la lucha histórica del hombre por vencer a la naturaleza.
El término Mascoy viene del nombre que los Tobacom, de la familia Huaycurú, daban a ciertos grupos indígenas del Chaco Paraguayo. Cada pueblo mantiene su propia riqueza cultural. Los Toba-Mascoy, como su nombre lo indica, son resultado de la transculturación entre los Mascoy y los Toba-Kwom, de la familia lingüística Huaycurú. Habitan predominantemente en los departamentos de Presidente Ayes, Boquerón y Alto Paraguay.
La historia de los Toba-Mascoy también está estrechamente vinculada a la Ley de Venta de Tierras Públicas de 1885, que permitió vender grandes extensiones de tierra a empresas privadas. Gran parte del territorio toba mascó y quedó en manos de Carlos Casado S.A. Responsable de la deforestación de grandes extensiones de bosques para la fabricación de tanino, un químico hecho a base del quebracho colorado, muy utilizado en todo el mundo para curtir el cuero. El quebracho del que se extrae el tanino requiere condiciones mínimas para su corte. Un árbol es apto cuando rinde un palo no menor de 200 kilos. Los indígenas Tova Mascoy y los Angaité, incluidos niños y niñas, pasaron a ser utilizados en las fábricas.
Ahí entraron en contacto con los blancos, que como consecuencia trajo el deterioro de su cultura y la proliferación de enfermedades como tuberculosis o enfermedades de transmisión sexual. Eran pagados con poca comida y caña de la peor calidad, algunas veces mezclando alcohol de quemar con agua. Esto más tarde se tradujo a un etnocidio cultural. La situación llegó a tal punto de crisis que después de la promulgación de la ley 904-81, indigenistas, antropólogos, misioneros y abogados empezaron los trámites legales para recuperar la tierra a favor de los Toba Mascoy.
Esta movilización finalmente, el 3 de octubre de 1987, logró la expropiación de 30.000 hectáreas a la empresa Casado S.A. Hasta el día de hoy, la comunidad de Riacho Mosquito en Puerto Casado celebra cada 3 de octubre la recuperación de sus tierras ancestrales. Es un momento en el que los cazadeños, estudiantes, religiosos y activistas toba-mascoy celebran y demuestran que es posible y es un deber para la sociedad nacional y el Estado la reparación histórica a los pueblos indígenas. Hablemos ahora de dos grupos que anteriormente eran denominados lengua y eran considerados un solo grupo.
Fueron ellos mismos quienes más tarde manifestaron que son pueblos distintos por sus diferencias de lenguaje, hábitat y sus tradiciones. y pasaron a denominarse Enchet y los Enlet. Enlet significa pariente o prójimo. Hace aproximadamente 90 años se inició la profunda transformación de su modo tradicional de vida durante la Guerra del Chaco y la llegada de los colonos menonitas a las tierras Enlet.
En cuanto a los aspectos de la vida de los chacos, los chacos son los que más se han convertido en los más importantes de la vida. En los sectos mágico-religiosos, los Enlet temen a los Quillikama, que son seres superiores malévolos que pueden aparecer en cualquier momento y lugar, pero especialmente de noche. Para este pueblo, el sueño es un momento de peligro.
Pues mientras se duerme, el alma se puede separar del cuerpo, salir por el pecho y hacer cosas que se manifiesten mediante los sueños. Se cree que los espíritus malos están en busca de estos momentos durante el sueño para posesionarse del cuerpo durmiente. Para protegerse de estos influjos, los indígenas confeccionaban vinchas con plumas, que usaban como amuletos de poder neutralizador. La palabra en chet significa que el alma es un objeto de la vida.
Significa hombre o persona y es la denominación de otro pueblo de la lengua mascoy. De acuerdo al censo de 2012, los enxet viven principalmente en el departamento de Presidente Ayes. Siguen sus prácticas de cazadores y recolectores, aunque han disminuido enormemente en los últimos años con la tala masiva de los bosques de su territorio tradicional.
El territorio enxet también fue perjudicado por la venta masiva de tierras por parte del Estado paraguayo, territorio que más tarde fue penetrado por misioneros anglosajones. anglicanos, ganaderos y militares. Para el año 1950, prácticamente todo el territorio en Shed fue convertido a estancias y algunas tierras menores fueron compradas por los anglicanos.
La explotación del territorio en Shed más tarde requirió la mano de obra de los mismos despojados, que representaban una fuerza laboral barata y efectiva. Los Anapaná, por su lado, se autodenominan Kaznapán. Según el censo de 2012, los Anapaná ocupan principalmente los departamentos de Presidente Halles y Alto Paraguay.
Hacia 1850 se acercaron a Río Paraguay, en su confluencia de Riacho Alegre, para hacer trueque con Los Blancos. con el producto de la caza, pieles silvestres y algunos productos agrícolas. También participaron como mano de obra en las empresas tanineras de Alto Paraguay y con el cierre de estas fábricas, a finales del siglo XIX, se dispersaron en tierras de misiones religiosas y en estancias de menonitas, donde hasta hoy siguen encontrando trabajo de changa y cope cooperativismo. El algarrobo es muy importante para su cultura, por lo que también se los conoce como zanapaná de los algarrobales.
De hecho, tienen fiestas anuales de la cosecha del algarrobo. Los zanapanás son buenos muchos, pero no son muy buenos para la salud. músicos, construyen artesanalmente sus propios instrumentos musicales, como flautas, tambores, violines hechos de samúú, etc.
Las mujeres sanapaná, así como las de los otros pueblos chaqueños, practicaban el arte del tejido, produciendo mantas, hamacas, ponchos y fajas de fibra de caraguatá. Los sanapaná creen que el alma abandona el cuerpo durante el sueño, por lo tanto, los sueños son vivencias del alma en sus andanzas, y la muerte es la muerte es provocada cuando fuerzas hostiles roban el alma del cuerpo. Sanapanapa Goma es la lengua utilizada por este pueblo, que en los últimos tiempos va desapareciendo, pues solo algunos miembros de las comunidades la mantienen.
Para comunicarse entre ellos y con la sociedad envolvente, utilizan con más frecuencia el guaraní. El pueblo angaités se autodenomina Enemlet, y según el censo de 2012, viven en su mayoría en los departamentos de presidente. Tealles, Boquerón y Alto Paraguay.
El grupo más numeroso se encuentra en la comunidad La Patria, distrito de Puerto Pinasco. Vivían en la selva. Más tarde también se adaptaron a la vida de las fábricas tanineras y luego del cierre de estas fueron a trabajar a las estancias.
Actualmente, en su mayoría, son empleados y empleadas de estancias chaqueñas. Los varones realizan trabajos pesados y las mujeres se desempeñan como empleadas del servicio doméstico. Los jornales recibidos son compartidos con la familia, con parientes y vecinos. En las comunidades hangaite, como en muchos pueblos originarios, existe un sistema de redistribución y reciprocidad. El principio, como en muchos pueblos originarios, es conseguir bienes para compartir y no para acumular.
La fiesta de la campanilla es una de sus celebraciones, en la que participan hombres, mujeres, jóvenes y ancianos. La ceremonia incluye la tradicional danza en círculo que es acompañada por por un conjunto musical integrado por tambores y maracas. Se realizan juegos, se cuentan relatos sobre sus costumbres y mitos y por sobre todo, pasan un buen tiempo en comunidad. Los guaná habitan las orillas del río Apa y otros en Riacho Mosquito Alto Paraguay, frente a Valle Mí.
A pesar de su dispersión, mantienen el idioma propio y en los últimos años han dado señales de recuperación de algunas fiestas tradicionales. El antropólogo Miguel Bartolomé relató la vida de un hombre guaná llamado Ayapó, que significa garza, como una forma de entender los ciclos por los cuales una persona guaná debe transcurrir a lo largo de su vida. Cuando nace un niño o una niña, las madres y abuelas se reúnen a asistir al parto y los hombres tienen prohibida la entrada.
Es un ritual exclusivo de las mujeres guaná. El amamantamiento del bebé dura cerca de dos años. Durante este periodo, si la madre queda sin leche, la hermana mayor o cualquier otra mujer de la comunidad que tenga las condiciones de hacerlo, debe amamantar al niño.
Si bien esta práctica no es obligatoria, es mal visto si una mujer no es obligatoria. mujer se niega a hacerlo, porque esto es considerado una regla de solidaridad grupal. Cuando el niño crece, comienza a acercarse al manejo de arcos, tanto para cazar como para pescar.
El momento de iniciación de los niños guaná es fundamental en sus vidas, ya que marca el momento de transición a la adultez. El niño guaná dejará la niñez para convertirse en un hombre con otras responsabilidades. Para el ritual de iniciación, los hombres de la comunidad solicitan a los líderes la realización del ritual.
Una vez que los líderes aprueben la petición, deben agendar el ritual coincidiendo con la luna nueva. Una vez llegada la fecha, en el transcurso de dos días se realizan varios banquetes donde participan hombres y mujeres de la comunidad. El ritual tiene un momento cumbre al segundo día, cuando arranca la fiesta, donde los hombres y mujeres guaná se encuentran en sus mejores galas, y es el lugar donde el hombre guaná elige a su esposa.
Para explorar el maravilloso lugar, maravilloso y apasionante mundo de los pueblos indígenas, te recomendamos el libro Los indígenas del Paraguay, de José Sanardini y Walter Biederman, que fue de mucha utilidad para el desarrollo de estos videos.