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Reflexiones sobre la Fe y la Perseverancia

Música Música Las banderas de todo el mundo, pero mira que lindo México, Colombia, Honduras, USA, Nicaragua, Guatemala, Puerto Rico, El Salvador, Colombia, Ecuador, República Argentina. Que lindo ese aplauso que no decaiga todo el mundo, Nicaragua ya lo dije, gracias por estar hacia África, América, Oceanía. Europa, conectados en vivo y que el aplauso no decaiga para dar recibimiento a la gente del resto del planeta, del resto del globo. Mira la cara de este, lo feliz que está con la bandera estadounidense. Dios te bendiga, Dios te guarde, gracias por estar aquí, te cuento, le cuento a los que están del otro lado conforme los usos horarios, puede ser de día, de tarde, de noche, hemos cantado, hemos adorado, hemos celebrado, hemos pasado por todos los estados resultados emocionales y espirituales, pero ahora estamos conectados porque en momentos ya estamos listos para recibir el mensaje de la palabra de Dios. Y gracias por estar ahí. A toda la gente maravillosa que nos mira, que se conecta desde distintas partes del globo y estamos realmente felices. Que Dios te bendiga, que Dios te guarde a los que están esperando una palabra de bendición. ¿Nosotros esperamos una palabra de bendición, sí o no? Eso es algo maravilloso. Y como lo prometido es deuda, antes de transmitirte lo que creo Dios me dijo que te diga, hace un tiempo ya, lo que pasa es que le estábamos dando lugar a otras misiones, a otros proyectos, pero hace un tiempo que nuestro equipo misionero partió para la isla del Caribe, para Cuba, para preparar estas casas que les decidimos regalar a abuelos. que los vamos a ir conociendo hoy y el resto de los domingos, porque no va a salir todo hoy. Esta es la primera parte, el primer episodio. Esto es como Netflix, el primer episodio te deja enganchado para la semana que viene. Pero este es el primer episodio de cómo nace la visión de lo que tuvimos que enfrentar, que no es fácil. Vamos a conocer a los pastores locales, pero Cuba creo que tiene que ver con ese sitio, con gente. Que hay que destacar que nunca pierde la alegría, nunca pierde el gozo. Nosotros quizás por mucho menos estaríamos, no sé si deprimidos, pero tristes. Y los cubanos siempre tienen esa alegría maravillosa donde uno vaya, ya sea en La Habana, acá en Camagüey, donde uno vaya uno se encuentra como, ¡hola, todo feliz, todo contento! Es una maravilla como hablan los cubanos y hay un cariño muy especial por Cuba. Y nosotros decidimos construir, te voy a contar ahora, les vamos a contar en este video, en estas imágenes. imagen es construir esta suerte de aldea, de pequeño barrio, con casas para regalarles, con todo, con todo. Después, insisto, con el correr de los domingos te voy a ir contando cómo viven los abuelitos a los cuales les vamos a regalar estas casas. Esto es River Home, esto es un emprendimiento que tiene que ver primero con la gente de Cuba, a las que les mandamos un saludo enorme y gracias por estar y gracias por no abandonar. Y en segunda instancia, a todos los que sembramos, a los que somos parte, a los que no podemos viajar necesariamente, pero sí llevamos nuestra semilla y somos parte de esto maravilloso que ocurre, en este caso, en Cuba. Somos River, esta es la primera parte de esta serie maravillosa, así como fue en su momento lo de Uganda, esta es una nueva serie, mientras que ya estamos preparando lo de la India, que también es maravilloso. Pero esto es un poquito más cerca, esto es aquí en el Caribe, esto es River en Cuba. Mirá. Gracias. Estamos en los inicios de la obra, estos son los terrenos, hoy en la mañana se demarcó todo lo que se va a construir, se están vaciando los cimientos, tenemos gente trabajando, estamos ya con la casa marcada. En la primera etapa vamos a construir tres casas y en la segunda etapa tres casas más. Tenemos ya tres casas prácticamente terminadas y otras tres en construcción. Yo le bendiga a todos. Mi nombre es Dixie Ramos. Mi esposa es Nidia Rodríguez, somos pastores aquí en esta parte del norte de Camagüey y la iglesia se llama Casa Oración. Hubo un momento en la historia de la construcción de las casitas que no todo fue gloria, no todo fue aplauso, hubo momentos de lágrimas, hubo momentos de tensiones cuando fuimos llamados por las autoridades que tenemos que parar la construcción, que no podíamos seguir la construcción y que bajo ninguna circunstancia podíamos seguir literalmente, no pueden seguir construyendo. Y yo como pastor dije, no, tenemos que dar un paso firme adelante porque ese es nuestro campo de denteja. Y yo siempre he dicho que tenemos que defender porque detrás de todo eso está la ayuda de un anciano, de un niño, de gente que oran desde que se sacrifica para ver realidad esos sueños. Y nosotros decíamos, no, nosotros no podemos abandonar eso. Y es lo que hice, me reuní con la iglesia, conversé con la iglesia y concienticé la iglesia de la realidad y el contexto que estábamos viviendo. Y entonces la iglesia que hicimos, una de nuestras tareas fue ir para ese lugar a cuidar las casas, nuestro campo, por 24 horas. Día y noche la iglesia estaba ahí. Hacemos turnos rotativos, de grupos hermanos viniendo día y noche, día y noche, para no abandonar ese lugar. Toda la iglesia se puso a la expectativa, ¿qué va a pasar? También decían, no te preocupes, vamos a estar orando, y todos orando y todos clamando para que el plan fuera perfecto. Yo podía ver cómo yo en un momento huí. Arriba orando, vi al pastor Dante pidiendo oración y yo cuando más de mí, yo me sentía, yo ponía el vídeo aquí y sentía como Dios me respaldaba, como Dios me ayudaba, como Dios nos da fuerza y tanto avanzamos así que llegamos al final y por eso todos juntos hemos levantado bandera de victoria. Por eso la Biblia dice la oración del justo tiene poder. Y yo creo que ese fue el plan del Señor que pudiéramos terminar esto y en el que comenzó la obra. Esas seis casas que vemos ahí son un milagro. Toda persona que pase por esas casas tiene que darse cuenta de la gran obra que ha hecho Dios. Cuando esto se empezó a hacer en el pueblo, eso impactó al pueblo grandemente, porque eso nunca se ha hecho, no en el pueblo, en Cuba nunca se ha hecho. Estamos atónitos por todo lo que está sucediendo porque es algo nuevo. Es un regalo maravilloso de parte del Señor y algo súper impresionante para las personas que lo van a recibir. Esto es un momento histórico para este pueblo. De verdad, gracias, gracias pues. Si yo estoy así, ¿cómo estarán ellos? Estas seis casas van a romper barreras aquí, creo. Ha sido una bendición estas seis casitas que se le van a dar a los ancianos necesitados. Regalar esas casas a los ancianos, esas personas que nunca en su vida imaginaron con su salario tener unas casas nuevas, eso solamente lo hace el amor de Dios. Esa es tu semilla, nuestra semilla. Y ahora vamos a empezar a conocer semana a semana las historias de cada uno de estos abuelitos que son seis parejas y cómo viven, que es increíble. Esto es el mayor lujo que pudimos hacer con los materiales que disponíamos en Cuba. Pero cómo viven actualmente, o cómo vivían, porque ya recibieron las casas, nosotros lo estamos viendo con delay, con diferido, pero cómo vivían en condiciones infrahumanas y que... literalmente, no es que eran pobres, no tenían agua corriente, no tenían donde cocinar, no tenían donde ir al baño, y a una edad donde ya no hay esperanza de que se puedan comprar una casa, que se puedan comprar muebles, y entonces esto habla... que cuando hay un gozo de dar, cuando damos de corazón, el Señor dice que por cuanto lo hicimos por los pequeñitos, no nos olvidemos que lo hicimos por el Señor. Y cuando esa recompensa llegue, sabremos que hemos sido de bendición. Gente querida, aquí y en casa, ¿estamos listos? Muy bien. Hoy tengo una palabra para todos aquellos... que han llegado a ese momento específico en el que hacen todo lo que se supone que deben hacer pero aún así sienten que continúan estancados por alguna razón este es un mensaje para aquellos que han orado con una gran fe pero la situación por alguna razón, insisto, siguió empeorando y el milagro nunca llegó. A veces el amanecer no llega a la hora... que lo esperabas a la hora estipulada. Por eso insisto, esta es una palabra para los que sienten que hay ocasiones en que los cielos guardan total silencio. Tal vez trataste que tu matrimonio funcione, aún así, de todas maneras, tu cónyuge te dio la espalda o te abandonó. Quizás oraste para que Dios erradique el cáncer de tu hijo. Sin embargo, los médicos no pudieron quitar... todo el tumor. Es posible que, no sé, te lanzaras en fe para comenzar un nuevo negocio, un nuevo emprendimiento, creyendo que Dios te llamaba a hacerlo, pero poco después el negocio fracasó y quedaste más endeudado que antes. Y te preguntas, ¿Dios me habló o creí haber escuchado a Dios? En resumen, ¿qué es lo que está fallando? ¿Por qué estoy estancado? Hace poco un amigo me preguntó, si Dios quiere bendecirnos a todos, ¿por qué a veces, algunos, entramos en esa temporada en la que todo parece que se detiene? Independientemente de que seamos piadosos, de que seamos fieles, hay una temporada que parece que todo se detiene. Hace poco una dama también me escribía... Y decía, yo vivo de crisis en crisis. Escribía en las redes y decía, cuando parece que me voy a reponer de la muerte de mi madre, recibo un revés económico. Cuando me repongo, parece, de esa crisis financiera, me entero que mi hijo está envuelto en drogas. Y cuando trato de lidiar con mi hijo... Me percato que mi esposo me está engañando. Entonces literalmente decía ella, parece que el universo se hubiese complotado para hacerme la vida imposible. Y luego agregaba, perdí mi capacidad de pelear, no tengo energías. Y yo entendí que esta mujer realmente estaba bajo fuego, estaba bajo ataque, como a veces nos pasa. Y yo no quisiera aventurar un diagnóstico apresurado porque sería torpe, porque entiendo que cada caso es único, es singular. atrevo a arriesgar que la mayoría de los casos que viven en un ataque bajo ataque continuó, que ni siquiera tienen una semana de tregua, gente que dice yo vengo de años de ataque, de estar bajo ataque, de estar bajo fuego en cualquier área de la vida. Mi humilde criterio es pensar que muchos de ellos y acaso todos, los que están bajo ataque se han movido del centro de la voluntad de Dios para sus vidas. Ahora, yo no estoy implicando que Dios Dios digita nuestra vida como si fuéramos robots, que Dios dice con quién tengamos que casarnos, nos dicta con quién tenemos que salir, cómo vestirnos, en qué oficio trabajar, qué comprar en el mercado. A lo que me refiero es que cuando tomamos una mala decisión, nos movemos de las asignaciones divinas, eso puede alejar el favor de Dios sobre nosotros. La historia es testigo cuando muchos deportistas, estando en la cima de su carrera, firmaron un contrato equivocado y ese clic les hizo un cambio de dirección que los llevó al olvido en el mejor de los casos, en el peor no pudo jugar más mandatarios que estamparon su firma en un decreto incorrecto y le costó la carrera política actores que eligieron un pésimo guión y una mala película los echó en el olvido boxeadores que subieron a pelear cuando debieron haberse retirado a tiempo y fracasaron. Predicadores, pastores que emprendieron un proyecto faraónico que no nació en el corazón de Dios y terminó endeudado él, enfermo y con la iglesia dividida. Entonces lo que trato de decir es que si uno quiere experimentar lo que es vivir bajo el favor de Dios, no podemos obviar ciertas decisiones que son fundamentales habiendo hecho esta introducción yo quiero contarte algo más y ahora retomamos esto de la gente que puede que se sienta estancada no es un secreto que a mí me fascina relatar historias o me fascina escribirlas no sé si es un don pero por lo menos un hobby que disfruto mucho creo que una de las artes más difíciles es captar la atención del público y y llegar al alma a partir de un relato, ¿no? de articular una historia. Y un querido amigo que alguna vez te presenté y estuvo aquí, a quien también le mando un saludo a la distancia, que conoce mi debilidad por las historias, me provee de algunas de ellas. Y hace muchos años, él se llama Italo Frigoli, hace algunos años me llamó y me dice, él tiene una voz siempre de locutor cuando habla, como si estuviera hablando Dios a Moisés en la zarza, ¿no? Dice Dante, tengo una historia que con tu estilo podría sacarle buen jugo. No dijo tengo una historia, no, tengo una historia. Entonces uno cuando él habla, uno dice, sí señor, habla Dios, es así. Hay voces que son así profundas, bíblicas casi, ¿no? Epifánicas. Él dice, tengo una historia que estoy seguro que podría sacarle el jugo. Él solía siempre regalarme algún detonador. especialmente cuando yo comenzaba a predicar así casi 30 años atrás me enviaba cassettes para el que recuerda lo que es un cassette como digo siempre ya está en edad de hacerse una colonoscopía anual y en ese cassette o lo que me daba era un disparador en una suerte a veces una bala de plata con la cual yo de a partir de ahí yo podía articular desarrollar un mensaje y recuerdo que él llamó a esta historia que te voy a compartir en segundos, los Goldstein. Pero yo imaginé otro apellido judío más sencillo de memorizar y rebauticé esta historia como el curioso caso de los Cohen. Y a partir de ahora, a partir de hoy, a partir de este momento exacto, de manera arbitraria, de manera intencional, voy a tomarme la licencia de salir de la exégesis bíblica, o sea, de la interpretación literal de la Biblia, y quiero que me acompañes a conocer a esta familia muy particular. Es una crónica en la que todo el contexto histórico que rodea a esta familia tan singular nos dice que es muy posible que esto haya ocurrido. Y lo cierto es que cada vez que me toca relatarla, literalmente me hiela la sangre. Este es uno de los mensajes que yo les llamo clásicos, porque alguna vez hace 16 años atrás me tocó predicarla en la Catedral de Cristal, con algunos cambios obviamente. El caballero de nuestra historia porta una clásica barba ortodoxa, un sombrero que heredó de su padre, se llama Felipe. Su mujer se llama Rebeca, son padres de cuatro niños, como se ven, Salomé, de 12, Tiago o Santiago, de 10, Avilén, de 7 y Aciel, que tiene 3. Los Coen son una típica familia judía. Felipe trabaja en la ganadería, es muy devoto, es muy temeroso de Dios. En los ratos libres les cuenta a sus niños historias de su pasado como esclavo del faraón, cuando ellos aún no existían. Rebeca conoció a su esposo en Egipto, dicen que se enamoró perdidamente y tuvieron a estos cuatro críos en el desierto. Para ser honestos, los Coen nunca hubiesen pasado a la historia, a la historia grande, a no ser que eran una de las tantas familias que integraban el éxodo por el desierto. Y ahora se dirigen hacia la tierra prometida. y son liderados por el viejo patriarca Moisés. Para ser más precisos, encontramos a los Cohen siguiendo a Moisés por el desierto hace exactamente 14 años, 3 meses y 4 días. 14 años, 3 meses y 4 días que ellos siguen a Moisés por el desierto. Una nube los guía durante el día, como dicen las escrituras, y una columna de fuego... los protege por las noches y la filosofía del éxodo es sencilla si la nube se queda quieta todo Israel acampa debajo si la nube comienza a moverse todo el mundo levanta campamento y se dispone a seguir la travesía en pocas palabras esta gente, esta familia son nómadas hasta nuevo aviso. Y los Cohen no se sorprenden por esto, ya lo han incorporado a su habitual rutina. De hecho, estos niños nacieron durante la peregrinación, no conocen otra cosa que no sea la blanca arena del desierto. Lo único que altera la rutina semanal es cuando los sentinelas Anuncian que la nube ha comenzado a moverse, porque insisto, cuando la nube se queda quieta, ellos están quietos, cuando la nube se mueve, ellos tienen que mover en dirección hacia donde va la nube. Cuando Dios mueve la nube... Está diciendo que hay que retomar el éxodo. Era el GPS, el primer GPS de la historia. Doble a la derecha. Se ha equivocado. Quédese quieto hasta nuevo aviso. Era el GPS del momento. Algunos teólogos han debatido las razones por las cuales durante esos 40 años Dios los tuvo caminando. La trivia es que ellos pudieron haber llegado en pocos meses a la tierra prometida, pero debido a la desobediencia de Israel, Dios los tuvo vagando durante cuatro décadas. Pero la pregunta es si Dios todavía no quería darles la tierra prometida, dicen algunos historiadores, ¿por qué no los dejó asentar en un sitio fijo? Pero algunos concluyeron que se trataba de un tema de salubridad, más que nada. No es que Dios quería que estuvieran en buen estado físico necesariamente, sino que era un tema salubre. En el desierto no había sistemas cloacales. O sea, todo... los líquidos y desechos residuales de casi 5 millones se presume de personas no iban a ninguna planta depuradora en el desierto no había sistemas sanitarios, por eso entre otras razones la nube tenía que moverse especialmente cuando insisto, 5 millones de gentes sin contar los animales hacían sus deposiciones y arrojaban sus desechos en el mismo territorio, por eso dice Isaías que el desierto floreció y Pero yo digo, este también es un principio. En la Biblia, el antiguo pacto está lleno de principios. Esto es un principio vital para cualquier congregación. Cuando un pueblo, cuando una congregación se mantiene quieta y no avanza hacia ninguna visión, siempre se produce un olor nauseabundo de chisme, de difamaciones. Muéstrame una iglesia chismosa y te voy a mostrar una congregación que no tiene visión. Entonces la energía que se debería consumir afuera implosiona, se consume para adentro. La iglesia funciona como el abono. Cuando está dispersa por el mundo, nutre la tierra y produce mucho fruto. Cuando permanece toda junta y metida dentro de un edificio, expele pésimo aroma. Si fuera un predicador moderno te diría, no seas abono, dile al que está a su lado, no seas abono, hermano. Pero no, no me gusta, no me gusta. Vieron que no mencioné Colombia, Argentina, no mencioné nada. Yo hoy vine, no, no, vine. Vine correcto hoy, soy un caballero. ¿Para qué decir si ya ganamos? Yo no voy a decir nada. Bueno, tampoco te voy a hacer repetir nada. Soy un caballero. Pero volviendo a nuestra historia. Se cree que el vórtice de la nube reposaba sobre el arca del pacto, el cofre santo, y cuando este vórtice de la nube comenzaba a elevarse, uno se... sentinelas que estaban apostados cerca del arca del pacto previendo y cuidando esto, tocaban el xofar. El xofar es un instrumento musical hecho con el cuerno de carnero y sirve en este caso en... Israel para alertar al campamento y en especial a Moisés, su líder, que la nube se está levantando del arca y es hora de movilizar la caravana, de retomar el éxodo. Entonces apenas la nube empezaba a moverse, los sentineles hacían... Y cuando el patriarca oía el sonido, cuando Moisés oía el sonido del shofar, comenzaba a arengar el pueblo con una cantilena judía. La cantilena es el ritual que usan los hebreos de recitar las escrituras. Se usa en Israel hasta el día de hoy. cantando a modo de liturgia. Es una manera de memorizar la Biblia. No es algo que hacemos en Occidente, pero los hebreos acostumbran a leer los versículos, las escrituras, en este caso la Torá, cantándola para memorizarla. Y Números 10.35 relata cómo era esa copla. Cuando Yofar sonaba, Moisés dice que la Biblia dice que cuando el arca del pacto se movía, Moisés decía Levántate Jehová, y se han dispersado tus enemigos. Levanta a ti, rey Así era la voz de Moisés No era Pavarotti No es que decía Levanta a ti, rey No, no, no, era judío Y huyan de tu presencia Los que te aborrecen Pupú, pupú Así que posiblemente así funcionaba el sistema de comunicación en un tiempo obviamente sin megáfonos, sin celulares, sin amplificadores, obviamente sin mensajes de texto. Había que movilizar 5 millones de personas. La nube se levantó. levantaba lentamente del arca, los sentinelas tocaban el shofar y Moisés, que estaba allí cerca, entonaba su cantilena, su cantata judía. Y quienes estaban a la distancia de poder oírlo, se sumaron a la cantina sumaban a la cantata, al coro. Porque era la manera de que cuando todo el campamento cantaba lo mismo, significaba que era una mañana que había que armar maletas y empezar a retomar el éxodo. Al principio, cuando Moisés canta, un par de familias que están cerca se suman, luego varias decenas, luego docenas, luego cientos, miles, hasta que casi los cinco millones de personas entonaban lo mismo. Y cuando todo el campamento... campamento se transformaba en un enorme coro. Sabían que había llegado la hora de moverse. Ahora son miles que cantan, levántate Jehová. Y otro, y huyan de ti los que te aborrecen. Todo el mundo está cantando y es una mañana de cántico, lo cual significa hay que caminar. En otras palabras, también es una manera de decir nos vamos de aquí rumbo a la tierra prometida no aguantábamos el olor agrega alguien al que le gusta el cántico nuevo. Bueno, de eso se trata la vida de los Cohen. Acampar, embalar maletas, Arrear el ganado, desempacar maletas, volver a acampar, hasta nueva señal. Lo han hecho por, insisto, más de 14 años. Pero algo serio va a ocurrir en la vida de esta familia. Algo que la leyenda dice que los ha de marcar para siempre. Un sorprendente giro inesperado en la historia, como siempre pasa en cualquier serie buena o que se precie como tal. Se cree que todo comenzó con una plática, una charla privada. en la cama matrimonial, un incierto día alrededor de las 11.15 de la noche. Es Rebeca quien se atreve a decirle a su marido, a su esposo en la cama, mira Feli. Estoy harta de dar vueltas, estoy harta de que nunca lleguemos a ninguna parte. Y la frase así de la nada, en frío, paraliza a Felipe. Al principio él supone que se trata de sus habituales cambios de carácter, de algún desfase hormonal, de una menopausia precoz. Pero ella insiste y dice, no, no, no, de verdad te digo, ya no estoy dispuesta a ser una nómade. Y ahora es cuando Felipe sabe que está hablando en serio, que esta mujer está molesta, está iracunda, enfadada. El hombre trata de calmar los ánimos y le dice, bueno cariño, tú sabes que nos dirigimos a la tierra que Dios nos habló. Yo no creo que deba faltar mucho, hemos caminado demasiado. Y ella responde, se podría saber cuál es tu concepto de mucho. No falta mucho, ¿cuánto no falta? ¿Otros 14 años más? ¿Y yo criando a mis hijos entre la arena? ¿Comiendo maná a diario? Ya no sé cómo prepararlo, maná frito, maná hervido, maná en pupusa. Yo quiero un futuro diferente para mis hijos. Yo quiero un sitio estable, ¿está mal? Que una madre quiera un sitio estable, anotarlos en un colegio que me quede cerca. Una casa donde mis amigas me puedan localizar. No quiero ser una hippie viviendo en una casa rodante por el resto de mi vida. Existe un cansancio lógico en la retórica de Rebeca. Ella quiere parar. Quiere establecerse, pertenecer a algún lugar. Todos llegamos a esa temporada en que queremos saber cuál es nuestro lugar en el mundo, independientemente de si viajamos o no. Cuál es nuestro sitio, cuál es nuestra ciudad de refugio. Sea donde salimos, donde alguna vez vamos a ir, pero todos soñamos con ese sitio que sea nuestra embajada del alma. Y ella quiere estar estable. Felipe trata de conciliar la situación, dice, te entiendo, pero sucede que estamos bajo la nube de Dios, como el resto del pueblo no podemos hacer lo que queremos. Por eso insiste, ¿acaso está mal que yo piense en nuestros hijos? ¿Crees que Dios me va a liquidar porque yo ame a mis hijos? ¿Está mal pensar por una vez solo en nosotros? Y luego agrega, Feli, ¿no te parece un poco raro que nunca lleguemos a esa tierra del nunca jamás? Estamos dando vuelta hace 14 años. Es más, sabes que soy detallista, ¿sí? Te enamoraste de mí. Me estoy dando cuenta que estamos dando vuelta en círculos. He visto la misma roca más de 15 veces. Yo sé que estuvimos ya acampando aquí en algún momento del pasado. Ella dice, ¿qué quieres decir, gorda? Lo que quiero decir es que ¿quién nos asegura de que Moisés esté en sus cabales? ¿Qué tal si el sol le quemó las neuronas? Está bien, era un muchacho, un hombre con buenas intenciones, pero el sol le hizo mal y ahora estamos a merced de un loco idealista. ¿Qué tal si todo el mundo está detrás de un dictador? Felipe tiene muchos años de casado y hace tiempo que decidió que es preferible ser feliz a tener razón. Rebeca ya no quiere avanzar con la caravana, quiere quedarse aquí y no hay más nada para debatir. Y finalmente, antes de apagar el velador, la luz del velador da su veredicto y su sentencia. Dice, Felipe, lo que te digo es que cuando la nube vuelva a moverse puedes ir tú solo, eres adulto. Pero yo y los niños nos hemos de quedar aquí. Pasan dos días de esa plática, 48 horas, Felipe tiene la esperanza de que Rebeca solo haya tenido una mala noche, una mala jornada pero después de 48 horas de esa plática, una mañana los sentinelas anuncian de que hay que moverse otra vez y una vez más la misma rutina desde hace 14 años suena el shofar Comienza la arenga, es Moisés quien comienza Levántate Jehová Y huyan de ti los que te aborrecen Y todo el mundo empieza a cantar Levántate Israel Y miles de acampantes Dan inicio a un nuevo éxodo Todo el mundo contra el reloj Exceptuando los Cohen Que ya tomaron una determinación hace 48 horas Y ellos no seguirán bajo la nube. Los vecinos no caben en su asombro, nunca, no hay parangón, no hay precedentes. Se acercan a preguntarles el porqué de esta extraña actitud. En tantos años nadie había había osado quedarse, menos cuando Moisés comenzara a cantar, menos cuando todos vamos hacia un mismo destino. Y Don Cohen, un tanto avergonzado, trata de dar algunas explicaciones sin culpar directamente a Rebeca, dice, no, es que estamos cansados, y bueno, no comparto la visión de la mayoría. Algunos quieren saber más detalles acerca de esta extraña decisión, que por cierto es muy singular. Y entonces Felipe usa esa famosa frase. Que en estos casos es la frase que no admite debates, que cierra todo sentido común y dice, bueno, bueno, en realidad Dios me habló de que nos quedemos aquí. Es la frase más utilizada cuando se quiere disfrazar un capricho, una rabieta o una pésima decisión. Dios me habló que deje de congregarme. Dios me habló que ya no diezme, que le de yo a los pobres cuando quiera. Dios me habló. que mate a mi suegra bueno, esto último puede ser la voz divina pero no el resto y luego durante el transcurso del día se acercan algunos más cercanos a Felipe y Rebeca que quieren saber las verdaderas razones de fondo son aquellos del círculo más íntimo de Felipe y Rebeca a los cuales no les puede dar una explicación muy ambigua y Felipe les dice, bueno, entre nosotros que esto no salga de aquí no estamos muy de acuerdo con el liderazgo de Moisés es una decisión definitiva, lo amamos, lo amamos que es lo que dicen todos cuando van a hablar mal de alguien ay, lo amo tanto, lo amo tanto, pero se va a ir al infierno Un viejo amigo de los Cohen le dice Haces bien, haces bien Cohen, haces bien Felipe Yo todavía no puedo porque lo tengo que hablar con mi familia Pero yo también estoy considerando que un día de estos También me voy a quedar Tal vez no aquí, pero más adelante Porque me enteré algunas cosas de Moisés que tampoco comparto. Pero para que estés orando, nada más. Yo siempre he sabido, y esto te lo quiero regalar como un tip, que uno lo aprende más con la vida que con la sabiduría divina, supongo. Es algo que uno aprende. Que cuando te buscan para contarte un chisme, no es porque te consideran alguien de confianza. Es porque te consideran la persona menos espiritual de la iglesia. ¿De verdad? Si alguien te viene a contar un chisme y dices yo te lo puedo contar porque me das confianza te está considerando un carnal o una carnal Nunca creas que te vienen a contar chismes porque irradias confianza, porque saben que soy una tumba con los secretos ajenos Si te buscan para hablarte mal de alguien, de un hermano del pastor ni te cuento Es porque saben que te gusta y que solo conectas a través de ese tipo de veneno. Lo percibe la gente, la gente que tiene la misma costumbre se atrae. Yo a lo largo de mi vida me ha tocado conocer a gente re... realmente espiritual, realmente es espiritual. No espiritualoides que están con un rictus hablando con una voz de ultratumba, sino gente que realmente ama al Señor e irradia eso. Uno de ellos era Juan Carlos Ortiz, el querido fundador de esta iglesia. Y había algo, en el caso de Ortiz, había algo en él que yo no lograba explicar. Pero que hacía que no me atreviera jamás a contarle un chisme acerca de nadie Porque él proyectaba, nunca me dijo no me hables, pero proyectaba un respeto Nunca a él en primera instancia a priori le escuché hablar de alguien Él solía decir pobrecito hay que entenderlo Ni el diablo lo quiere, ¿quién lo va a amar? De manera que como él no hablaba de nadie, tal vez era eso, pero hacía que él fuera la última persona a la cual yo le contaría un chisme de alguien y mucho menos que compartiera o repitiera alguna difamación. Vio Pastor lo que salió en YouTube. acerca del fulanito, era la última persona a la que me atrevía. Por eso, porque irradiaba algo, irradiaba, no sé, no quiero decir santidad necesariamente, aunque sí lo era, etimológicamente, pero irradiaba un respeto al que yo no podía. Y he compartido desayunos, almuerzos, cenas con él. Así que si eres la primera persona a la que alguien busca para repetirte un chisme, no sientas orgullo. Te ven como un carnal al que pueden depositar su basura sin que se te mueva un pelo. ¿Sabes que te pueden contar cualquier cosa y vas a decir, ¡Ay, no me digas! ¡Suelta la sopa! De hecho, cuando, te cuento, cuando en algunos momentos, en algunas temporadas de mi vida, alguien me vino a contar un chisme, mi pregunta, la primera pregunta que me dice es ¿qué estoy proyectando? Para que interprete que esto que me estás contando me puede interesar. Cuando alguien me llama y me dice, antes te cuento algo, ¿te enteraste de lo que pasó con fulanito? Yo digo, ¿qué estoy proyectando? ¿De verdad que doy con el perfil de un tipo que le gusta escuchar chismes y repetirlos? Entonces me hago una autoevaluación. ¿Por qué alguien me elegiría para depositar su verborrea? Para no decir diarrea verbal que queda feo. La cosa es que unos 5 millones de israelitas desfilan por la puerta de la tienda de Felipe. Todos preguntan por la inercia de la familia. Es el comentario generalizado del pueblo, por qué los Cohen no se mueven esta mañana. Pero, insisto, los Cohen han decidido quedarse en el desierto. Cuando el último rayo de sol, porque el éxodo dura todo un día en levantar campamento e irse de ahí. Cuando el último rayo de sol se oculta sobre la montaña, La silueta de la última familia del éxodo también se recorta sobre el horizonte. Y los Cohen están en la puerta de su tienda, solos, con sus animales. y han quedado silenciosamente en medio de la nada y ahora la calma es absoluta, es casi ensordecedora Felipe respira hondo llena sus pulmones con aire fresco varias veces es la sensación cuando alguien deja de venir a la iglesia que dice no, no está tan mal y razona no fue tan mala decisión después de todo Rebeca tenía razón En primera instancia ya no tienen que estar esperando que una nube les diga lo que hacer, ya no tienen que depender de un GPS, tampoco dependen de Moisés ni de su ocasional locura, si acaso lo estuviera. No tienen que soportar a vecinos molestos, a la chismosa de enfrente, al que canta por las mañanas mientras se ducha. Acaba de oscurecer, porque insisto, tardó todo un día el éxodo para moverse de ahí. Y ya deberían estar en la cama. Rebeca casi no habla, Rebeca sonríe. A ver. agradecida por el apoyo incondicional de su marido en una decisión tan trascendente. Dice, por fin, este me hizo caso en algo. Hasta que Salomé, la niña mayor de 12, por primera vez pronuncia una frase que jamás dijo en sus 12 años de vida, nunca. Dice, mamá, hace un poco de frío, ¿no? Es cierto, la temperatura no ha dejado de bajar esta noche. Rebeca abriga a sus pequeños... le agrega una manta al pequeño aciel de tres años que no para de temblar tampoco en cuestión de minutos el frío se torna insoportable apenas desapareció el sol empieza a bajar de manera meteórica la temperatura pero estoy hablando de ese frío que atraviesa los huesos que se mete por los huecos de la tienda que no se pueden paliar ni siquiera con una fogata al principio Los detractores de las escrituras, especialmente los ateos o los escépticos, afirmaron que nunca existió un éxodo, porque ellos afirmaban que ningún mortal hubiese resistido las altas temperaturas diurnas del desierto y las bajísimas temperaturas nocturnas habituales en el desierto así como que durante el día te puedes insolar en el desierto durante la noche literalmente te congelas entonces siempre alegaron es imposible que hayan sobrevivido 5 millones de personas, no tenían los trajes térmicos necesarios para las noches. Lo que no sabían los ateos y tampoco lo sospechaba por lo que veo en los Coen es que la nube de gloria de día, de noche era columna de fuego y eso mantenía la temperatura ideal del ambiente. La columna de fuego calefaccionaba a todo el campamento. Ahora que la nube se fue con el resto de Israel, por lo tanto no hay calefacción. en esta primera noche para la familia los cohen acaban de perder el fuego esa es la primera señal de salirse debajo de la voluntad de dios acaban de perder el fuego Yo siempre mantuve la idea que en términos espirituales nadie se enfría de la noche a la mañana. No existe aquella falacia de fulanito cayó en pecado, porque cayó parece como que la culpa es de un pozo que alguien hizo. Iba por la vida el gozo del Señor. ¡Ah! ¡Cayó! La frase sería, entró en pecado, no cayó. De otro modo, la culpa sería de alguien más, no del que peca. Porque habría que arrepentirse de alguien que puso un pozo en el camino. Entonces los grandes derrumbes siempre son precedidos por pequeñas grietas, siempre. Una decisión nimia logra que un día nos congelemos el alma. Nos permitimos una mala maniobra, una discusión que no debimos tener y una noche descubrimos que nuestra vida de oración es raquítica. Tratamos de ilbanar alguna que otra frase, ordenándole a la mente que no se distraiga hasta que finalmente nos quedamos dormidos y esa es nuestra vida de oración. No nos enfriamos de la noche a la mañana. El fuego de la presencia divina es un añorado recuerdo de aquellos días del primer amor. La Biblia, aunque intentemos leerla, se torna monótona sin sorpresas. Los pasajes que hasta ayer nos alentaban hoy son oscuros, jeroglíficos, sin sentido. Y siempre por las noches nos va a parecer mucho más atractivo cualquier bodrio que se estrene en Netflix antes que escuchar una canción cristiana o leer la Biblia. Los sermones no nos atraen como antes, nos resultan predecibles, redundantes, ya nada nos nutre, ya nada nos alimenta. La alabanza nos empieza a sonar insípida, tratamos de llegar un poco más tarde para no aguantar. aguantarla tanto, perdemos el sentido de congregarnos y razonamos y decimos, bueno, si en la pandemia no necesitamos... ¿Puede congregarme o sobreviví sin congregarme? No veo la razón por la cual ir a una iglesia ahora. Y esto es para cualquier parte que me estén viendo desde el mundo. Hay mucha gente que se ha dejado de congregar. Dicen, no hay razón, congregarse no salva. Y es verdad, pero sí enfría. Cuando apartas un leño del resto... De los leños, del resto de la leña, empieza sí o sí a apagarse. Un domingo descubrimos que nos cuesta un esfuerzo sobrehumano el solo hecho de alistarnos para ir a la iglesia. Y ese día comenzamos a morir un poco. El frío nos comienza a congelar el corazón, perdimos el fuego como los Coen. Los Coen pasan la peor noche de su vida, la más gélida, la más frígida, la más glacial, y los primeros rayos de sol que se asoman, presumo, 5 y media, 6 o 5.45 de la mañana, son como un regalo esperado. Rebeca sale envuelta en todas las mantas que tenía a buscar el maná diario, el desayuno. Ella piensa, bueno, hemos pasado una noche de frío, pero un desayuno nutritivo, frugal, nos va a devolver el alicaído ánimo a toda la familia después de una pésima noche. Pero a la mañana le tiene reservada otra amarga sorpresa a Rebeca. Tampoco hoy hay maná para el desayuno. Y Felipe dice, es imposible que no haya maná. Busca bien, tiene que haber caído con el rocío de la madrugada, no. Pero si en 14 años nunca nos faltó de comer. Lo que ignoraba Don Cohen y Rebeca es que el maná provenía de la nube. No nube, no maná. No nube, no provisión de Dios. Ahora no hay nube y tampoco hay provisión de Dios. Esa es la segunda señal de salirse debajo de la voluntad de Dios. El primero es el frío del alma. Lo segundo es que una mala decisión siempre, lo he visto a través de la vida, afecta nuestros ingresos. Una movida incorrecta en el tablero espiritual termina siempre en una mesa vacía. Cuentas sin pagar, sueldos que no alcanzan, yo jamás he visto a alguien moviéndose en rebeldía que fuera próspero, nunca. El oscuro fantasma del desempleo, vencimientos que nos acorralan, acreedores que no perdonan, tarjetas de crédito con intereses que nos abruman. En todos estos años, insisto, de peregrinar cristiano, me han enseñado que cuando alguien se mueve, insisto, en rebeldía, no importa qué tanto disfrace su decisión, Dios me habló, Dios me mostró, no comparto la visión, ya no siento, la señal más clara va a ser su economía, en primera instancia. He conocido a mucha gente que llegó a Dios pidiendo su provisión y en cuanto fueron bendecidos se alejaron de Él. Cantaron, yo me rindo a él, pero cuando llegó el momento no rindieron nada, ni siquiera pudieron rendir su 10% del salario, nada. La actitud fue más parecida, señor yo me rindo a ti, pero ahora que me va bien... Mantente alejado de mi dinero, mantente alejado de mi compañía. Lo primero es mi trabajo, lo primero es mi oficio, tengo que pensar en mi familia. Y siempre es un declive financiero. Cuando esas decisiones se toman, siempre, siempre, siempre, el enemigo nos pasa la cuenta. El bill va a llegar. No nube, no provisión de Dios, no hay misterio. A veces uno dice, ¿por qué estoy estancado? Porque a lo mejor trabajas todo el día, pero no tienes el favor de Dios. Y sin el favor de Dios uno puede trabajar, esforzarse y un día nos roban todo. Sin el favor de Dios un día se nos puede quemar lo que no tenemos con el seguro. Los empleados renuncian, nos roban, perdemos clientes y uno dice, ¿por qué? Como dije al principio, estoy estancado. Bueno, lo que trato de hacer ahora juntos es que hagamos una arqueología personal, que busquemos si acaso no tomamos una decisión equívoca. No nube, no provisión de Dios. Pero dice la leyenda que Felipe tenía corazón hispano. Y un hispano está acostumbrado a sobrevivir con poco gente. Entonces dice Felipe, bueno, está bien. No hay problema, no hagamos un drama de esto, Rebeca. Tal vez Dios quiere que ayunemos. Por eso hoy no ha caído maná. Porque Dios nos pide ayunar. Pobre Felipe, cree que Dios se está tratando con ellos. Y entonces dice lo que todos los que desobedecen dicen en alguna ocasión. Dicen lo que Dios, lo que le gustaría que Dios dijese, pero que Dios no está diciendo. Increíblemente, él le llama a Dios. Esto es un trato de Dios. Cuando no tiene nada que ver Dios, esto es una situación que Él generó. Cuando a uno le va mal y se estanque, las cosas no funcionan, dice, no, es que Dios me está tratando y probando. A veces puede que sí. Una gran mayoría de veces puede que ni tenga que ver, como digo siempre, ni Dios y mucho menos el diablo. El diablo me está atacando. El diablo dice, ¿qué me dices a mí si tú te decidiste quedar, viejo? Dios me está tratando, yo que tengo que ver si te puse debajo de la nube Es que si la crisis llega, suena mejor si la disfrazamos de reverencia. Pero a veces hay que tener lo que hay que tener, gente, y llamarla por su verdadero nombre. Desobediencia. Y la desobediencia produce consecuencias. Esto no es ni Dios pasando por el tamiz, ni que Dios me está llamando a orar, ni que Dios me está llamando a ayunar. No necesariamente. Esto significa consecuencia de desobedecer. A Rebeca se le ocurre que si no hay comida hoy, está bien, tal vez tenga razón su esposo y solo beberán agua. Porque cualquier ser humano puede sobrevivir bastante tiempo sin comer, pero muy poco sin beber líquido. Sin embargo, los primeros rayos del sol, ¿qué son? ¿Las 7 de la mañana ya? Ya evaporaron cualquier vestigio de agua en derredor de la tienda. No hay nube, no hay piedras milagrosas de las que broten agua, no está Moisés, no están los vecinos que a veces solían ahorrar y almacenar un poco de líquido en una cantimplora. Esta es la tercera señal de salirse debajo de la nube. Dicen que si dejamos de tomar líquidos, los pensamientos coherentes se desvanecen. Sé que algunas mujeres están diciendo a mi esposo, entonces le falta líquido. La piel se reseca, los órganos vitales se repliegan. Nuestros ojos necesitan humedad para poder llorar, para poder lubricarlos, para poder ver bien. La boca necesita líquido para tragar. Las glándulas requieren sudor para mantener el cuerpo fresco. Nuestras células exigen... exigen sangre para ser transportadas y nuestras coyunturas demandan fluido para lubricarse. Pero cuando no hay agua es boca pesada, boca seca, lengua pesada, dolor de cabeza, rodillas endebles. Y lo mismo sucede con nuestras almas. Los corazones que se apartan de la voluntad de Dios terminan deshidratados, irritados, con insomnio, soledad, resentimiento, irritabilidad, inseguridad, ansiedad. Esos son los síntomas de la sequedad en lo profundo de nuestro ser. Claro que cuando no hay nube, no hay agua. A lo sumo vamos a encontrar algún abrevadero que no está limpio. Y quizás sí terminemos tomando de cisternas contaminadas, de cloacas plagadas de patógenos. Es cuando la gente dice me siento mal, me siento ansioso, me voy a tomar otra copa de vino, me voy a fumar algo, voy a tener más sexo, lo que sea. Este sí es un mal día para los Cohen. Aún así ellos no han perdido la esperanza. Consideran que cualquiera puede tener un mal día, pero que mañana quizás todo sea diferente. Aunque no haya nada para cenar, el matrimonio de esa noche, que no bebieron, no cenaron, se toman en derredor de la mesa la mano como algo simbólico y harán un breve devocional familiar. Dios no pudo haberse olvidado de nosotros, dice Rebeca, le servimos por 14 años. Lo que también ignora Rebeca es que Dios no califica por promedio. Dios no dice, bueno, ahora estás haciendo un despadre y estás fuera de mi vida. ni voluntad, pero tengo que entender de que es la primera vez. Bueno, ahora eres bastante infiel, pero pesan tus años de fidelidad, así que en la balanza puedes permitirte un pecadete. Bueno, esta vez este no se preparó para ministrar ni para predicar, pero voy a bendecirlo por los viejos tiempos. ¡No! Dios no bendice por promedio, una mala decisión puede arruinar toda una vida de buenas decisiones. Don Cohen trata de comenzar una oración en la cabecera de la mesa familiar, pero es Rebeca quien lo interrumpe porque se percata que la niña del medio, Avilén, está más roja que de costumbre. Su piel parece literalmente quemada, se le acerca, toca su frente y descubre con horror que la niña vuela en fiebre y también Tiago, no solo a Vilene, Tiago y a Ciel, se quejan que les duele la cabeza. Rebeca le levanta la camisa por la espalda a Salomé, la niña mayor, y nota que su espalda está completamente llagada. Y ella dice, esto no puede estar ocurriendo, interrumpe una oración que ni siquiera pudo comenzar. Dice, Felipe, en 14 años el sol nunca le hizo daño a nuestros hijos, pero lo que ella no tuvo en cuenta es que el filtro solar para sus hijos era la nube. Esa es la cuarta señal de moverse de la voluntad de Dios. Si no hay nube, no habrá protección para nuestros hijos. No hay filtro solar. Yo estoy consciente que hay muchos adultos aquí que fueron criados en hogares que no tuvieron a Dios como centro. que tus primeros años no sé qué no no no no te desarrollaste en un hogar cristiano y a veces los recuerdos de la infancia te causan dolor te maldijeron te ignoraron carajaron ttt ttt discriminaron Y pensabas que el trato que te daban era el trato normal hasta que creciste y te diste cuenta que no era así, que el trato que te dieron en la infancia no era normal. Y soportaste abusos psicológicos, íntimos, sexuales. Así que les hablo a todos los adultos conflictuados con algún secreto de familia. Les hablo a los esposos que por las noches duermen con una esposa rota, un pimpollo marchito que también, aunque ahora es adulta, carga lo que le sucedió en la niñez. Le hablo a cada mujer aquí presente que oculta un terrible secreto que el maquillaje no puede cubrir. Hoy en día la iglesia tiene que darse cuenta que los problemas de los adultos están enraizados en las experiencias de la niñez, sí o sí. Dios hace las cosas nuevas, pero dentro de nosotros vive el niño que alguna vez fue. Algunos somos niños que sobrevivimos, otros el niño se murió, pero todos fuimos niños alguna vez. Las difunciones adultas han sido modeladas e influenciadas por la presencia o la ausencia de quienes nos apadrinaron. Un padre, una madre, un orfanato, abuelos. Y bajo ningún motivo, gente, podemos condenarnos o estar condenados a repetir la historia con nuestros propios hijos. Nosotros no tendremos perdón de Dios si hacemos eso. Los que vivimos infancias tristes teníamos padres inconversos, atentos, ateos, algunos tuvimos padres ignorantes académicamente, ateos, escépticos, nosotros no tenemos la opción de no darles protección a nuestros hijos. Un hijo es lo único eterno que algún día podremos tener en brazos, porque es un alma que eternamente va a vivir en algún lugar. Por eso es que cada decisión que nosotros tomamos Tenemos que saber que estamos peleando por el alma de un niño. Cualquier padre o madre que ignore que hay una batalla hoy por su familia, va a ser testigo como el infierno invade su hogar. Hay una batalla desde la facultad, desde las universidades, desde lo que se produce en streaming, hay una batalla que van a por nuestros hijos. Y no alcanza con preocuparse y orar. Hay que crear un lugar seguro mientras que ellos vivan bajo nuestro techo y levantar muros de protección. Esto no es transformarse en Madres FBI. Nuestra responsabilidad no es perseguirlos, sermonearlos, traquearlos para ver dónde van, empezar a decirle cosas cuando ya son casi adultos. No, no, nuestra asignación es rodearlos con un entorno cristiano. Está comprobado que el entorno tiene más poder de influencia que los genes. El entorno es más importante que los genes. ¿Sabían? Si un niño nace en una casa donde hay un piano, hay una guitarra y todo el mundo de los padres tocan piano, guitarra, escuchan música, lo más probable es que termine deviniendo en músico. Eso se llama el poder del entorno. Y a veces se me acercan padres y me dicen, por favor, quiero que bendigas a mi hijo. Y mi respuesta siempre es la misma, hace años. Nadie puede pasar por encima de la bendición de un papá o de una mamá. Hay una cobertura que sólo los padres podemos dar. Que no la pueden dar los padres. No puede dar un pastor ni un apóstol, por más ungido que esté. Los padres tenemos una cobertura. Netflix e Instagram no van a criar a nuestros hijos, no los van a educar. En todo caso los van a adoctrinar, pero no los van a educar. La niñera no le va a inculcar valores, la señora que los cuida. Ni en el daycare, ni en el, decimos en Argentina, el jardín de infantes o aquí el kinder. Internet no los va a formar, los maestros no le van a poder dar lo que sólo por autoridad espiritual podemos darle los padres. El Salmo 127.3 dice, He aquí herencia de Jehová, son los hijos, cosa de estima, el fruto del vientre, y como saetas, como flechas, en las manos del valiente, así son los hijos. en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba. La aljaba es el sitio donde los que lanzaban flechas colocaban justamente las aetas. Si los hijos tipifican las flechas, por consecuencia, el papá y la mamá representan el arco, independientemente si perteneces a una familia funcional o no, si estás divorciado o no, separado o no, o si eres mamá o papá soltero. Un padre y una madre es el arco. Y si apuntamos el arco hacia el materialismo, nuestros hijos van a amar el dinero por sobre todas las cosas. Y apuntar hacia el materialismo no significa que tengamos que tener un papá rico para que yo sea materialista. El que ama el dinero puede ser pobre y miserable como una rata o multimillonario con miles en el banco. Porque uno es pobre porque ama el dinero y otro es rico porque ama el dinero. El dinero no es el problema, el amor al dinero es el problema. Y hay gente que no come banana para no tirar la cáscara y los hijos lo ven y vas a tener un hijo miserable. Tu hijo lo puedes llamar Jerry, Mickey, cualquier nombre de ratón porque se va a convertir en ratón, eso es lo que vio. Pretender que nuestro hijo sea fiel en la iglesia cuando nosotros no apuntamos a ese lugar, es ilógico. Si el niño nunca vio que el arco de su mamá apuntaba a ser una persona sembradora y dadora, nunca vio dar a sus padres, él no va a ser un dador. Nunca podemos pretender que nuestros hijos sean mejores que nosotros si nosotros fuimos miserables. Nuestras acciones gritan más fuerte que todos nuestros sermones, nuestras enseñanzas. Y Dios jamás lo permita, jamás Dios nos permita que tengamos algunos que despedir a un hijo en derredor de un ataúd, porque no hay nombre para eso. Pero todos sin excepción vamos a encontrarnos la despedida de un hijo del hogar. No porque se muere, sino porque un día abandona sus juguetes para siempre. Al principio es un cambio de afiches, de póster en su habitación, se despide de Barney y de Dora la Exploradora y cambia por Messi y Taylor Swift. Y luego, como si fuese de un día para otro, el mastodonte nos presenta a la mujer con la que compartirá el resto de su vida, por lo menos cree eso. Una desconocida que se atreve a llevarse, mamá, a tu niño de 38, imagínate. No le va a cocinar como yo, no sabe como le gustan los fideos esa. El día que nuestra niña nos confiesa que tiene un novio y todos sabemos que ese energúmeno no es digno de nuestra princesa, sea quien sea. Y además los padres decimos no nos gusta como esa mirada lujuriosa con la que mira nuestra hija. Y no es que él tenga un sesgo o lo esté discriminando. Si tu esposo te dice, no me gusta como es el lujurioso, mira a nuestra niña, tiene razón. Él reconoce esa mirada porque es la mirada que él también tenía. Y la reconoce. O quizá nuestro hijo se vaya a vivir solo, o tenga que irse al sitio lejos para estudiar, o un divorcio hace que no lo veas hasta el próximo fin de semana. Y es entonces cuando hacemos memoria de aquellas malas decisiones que pudieron haberlos marcado. Uno siente dolor por las palabras que dijimos en momentos de ira, por aquellas veces que los ignoramos Y decimos ojalá pudiera volver atrás unos 15 años y arreglar, reparar mi relación con mi hija, con mi hijo El día de la despedida quisiéramos detener el reloj, aunque bien no sea por un par de años Pero el tiempo no tiene botón de rebobinado La vida nos ocupó, el trabajo nos ocupó, el tiempo que perdimos con nuestros hijos. Y ya no tendremos una segunda oportunidad para ir a su graduación, para felicitarlo por su calificación o regañarlo por sus bajas notas. ¿Quieres conocer el corazón de un adulto? Pregúntale a su hijo. Ellos nos observan en los momentos de victoria, saben cómo reaccionamos ante las derrotas. Saben cómo reacciona papá cuando las cosas marchan medianamente bien y saben cómo estalla o explota cuando está bajo presión. Ellos son los mudos testigos que parecieran mirar televisión mientras papá critica sin piedad a la iglesia. El niño pareciera que no entiende mucho cuando su mamá chismea en contra de los líderes o en contra de la visión, pero ellos lo oyen todo a través de las paredes. Lo sé en primera instancia porque fui hijo. yo oía todo quizá no entendía bien de quién estaban hablando pero sabía que papá y mamá se dedicaban como buitres a desmembrar miembros de la iglesia y nunca comíamos solo la comida que estaba en la mesa siempre comíamos pastor asado, diácono al espiedo alguno ujier con una manzana en la boca siempre estábamos comiendo a alguien y uno almacena todo en el diminuto corazón y algún día en la despedida del hogar todo aquello que inconscientemente marcó la niñez sale a la luz Las pésimas decisiones que hayamos tomado como padres hará que el sol haga estragos en la piel de nuestros niños. La madre puede observar la piel llagada de sus hijos y culpar de que es que no hay escuela dominical que los contenga. O tal vez culpe a la iglesia misma. O el recurso más fácil es que mi niño hable inglés y la iglesia es hispana y como no es su primer idioma no entiende mucho. O lo más fácil, se apoderó un demonio de las malas juntas. Pero en este caso, Rebeca, sabe que si no estás bajo la nube, no pidas protección para tus hijos y menos culpes a la fuera. Tal vez consideró que si ella no seguía a Moisés, ella era la única perjudicada. A mí me sorprende cuando alguien dice, es que soy adulto, es mi decisión y no afecta a nadie. Pero olvidamos la maldición generacional. En este caso ella olvidó, pasó por alto la salud de sus hijos, de los más chicos, de los que pagarían y están pagando la consecuencia de una decisión equivocada. Los Coen ahora saben que no hace falta decir nada más. Lo saben, se acabaron las palabras. Arman las maletas lo más rápido que pueden, lo único que tienen como testigo es la luz de la luna. Un solo día les bastó. Y buscan algunas cosas en la oscuridad. No hay tiempo para meter en maletas todo. Deciden rápido unirse a los demás, bajo la nube. Tal vez si corren, tal vez si caminan toda la noche, lleguen a tiempo. Porque eso es lo que pasa. Cuando la salud, por ejemplo, de nuestros hijos está en juegos, uno ya no se debate por boberías. Uno ya no dice, no comparto la visión, no me gusta como me trataron. Todo es irrelevante. Cuando la enfermedad golpea nuestra puerta, cuando la salud se empieza a poner frágil, cuando la economía se quiebra, es como que, dirían en mi país, se ordenan los patitos. El organigrama de la vida se reorganiza. Y ya lo superficial no nos parece importante. Y lo importante ya no nos parece superficial. Eso le pasa a Rebeca. Todo lo que parecía importante no comparto. Quiero estar en un lugar fijo. Estoy harta de cena nómade. Ahora le parece una bobería. Porque fuera de la nube hace frío. Otra noche más así, literalmente matará a su familia. No hay provisión, no hay comida. No hay agua. Y un día más de sol los terminará liquidando. Así que mientras que ellos tratan de armar maletas rápido, se sienten a lo lejos. Son los cascos de caballos en la arena. Entonces, Felipe, Felipe se le iluminan los ojos. ¡Dice Rebeca! Tal vez alguien nos echó de menos. Tal vez alguien pensó, ¿dónde están los Cohen? Creo que Moisés envió gente a buscarnos. Así que sale de la tienda esperanzado, pero no se trata de ex vecinos. Son bandidos, forajidos, salteadores, bandoleros, que suelen ir detrás de los campamentos buscando rezagados sin protección. Querrán robarles lo último que les queda, quizás secuestrar a sus niños, o quizás algo mucho peor. La leyenda dice que los Cohen abandonaron todo, ni siquiera tomaron las maletas con la ropa interior y se dieron a la fuga en las penumbras de la noche en dirección a la nube y el resto del campamento. Y como en estas historias nadie sabe a ciencia cierta qué pasó, si lograron llegar a tiempo para unirse al resto del campamento y escapar de los delincuentes, Es que no es fácil correr en medio de la noche con cuatro niños que ya están enfermos, con un frío que congela los huesos y sin nada de provisiones en el camino. Así que muchos, cuando relatan esta historia, afirman de que fue demasiado tarde y que nadie jamás volvió a encontrarlos. Pero como toda leyenda, también tiene sus versiones diferentes. Algunos afirman que se las arreglaron para viajar toda la noche. que se escondieron entre las penumbras de los bandoleros y a la mañana siguiente se unieron a la guerra. El campamento al otro lado de la montaña y esta solo fue una mala historia, una mala anécdota y jamás volvieron a considerar apartarse debajo de la nube. Pero claro, esta es una historia con final abierto. En realidad nunca sabremos qué pasó, tal vez porque todo se trata de una licencia autoral y ficción. No obstante, sin mucho preámbulo, si en esta mañana... Sientes la helada brisa del frío espiritual por las noches. El hambre del pan fresco de Dios se tornó insoportable. La sed por su presencia te resecó la boca hace varias semanas. Las finanzas no gozan de buena salud, no sales de las deudas. Y además percibes que tus hijos están desprotegidos e insolados por la vida. Entonces, mi querido Cohen, Corre por tu vida, asegúrate de meterte bajo la voluntad de Dios porque el sofá ha empezado a sonar Levántate River Levántate Vamos, vamos, vamos, ponte de pie y aplaude que el sofá suena ¡Tutu! ¡Tutu! ¡Levan! ¡Cállate River! Y huyan de tu presencia los que te aborrecen ¡Vamos a celebrar! ¡Que el GPS está sobre nosotros hoy! ¡Impresionante! ¿Alguien tiene que celebrar más que eso? El Rey todavía está en nuestro campamento Todavía estamos en el campamento del Rey ¡Santo eres! Levanta la mano como señal conmigo por favor Padre levantamos manos santas al cielo ahora Manos santas porque tu Espíritu Santo, tu gracia las ha purificado otra vez Señor venimos ante tu presencia en primer lugar a pedir perdón Los que están por primera vez en sus hogares, aquí, los que pertenecen a cualquier otra religión o a alguna religión, la que sea, ya sea la religión evangélica, la católica, yo te estoy diciendo, no es la religión la que va a salvar, sino correr a Cristo. Entonces les... Señor entra en mi corazón, limpia mi vida, perdona mis pecados, anota mi nombre en el libro de la vida. Y ahora todo el resto vamos a orar, especialmente aquellos, aquellos que han tenido hambre, sed. aquellos que han tenido frío, aquellos que han sabido que sus hijos están desprotegidos, vamos, levantemos muros por nuestras familias, a donde quiera que estén tus hijos, levanta muros por ellos, vamos, levanta, levanta, levanta una ofrenda de oración por tus hijos, haz como Job, levanta una ofrenda de oración, dile Señor, yo los estoy cubriendo ahora, a mis hijos adolescentes, a los que están casados, a mis hijos pequeñitos, Señor, una cobertura de tu espíritu. Vamos, vamos, vamos, vamos. No es la iglesia lo que los va a contener. No tienes que conseguir una congregación con muchas actividades para jóvenes. Nada de eso los contendrá, sino la cobertura de un padre, de una madre que dice, mientras de mí dependan, estaré bajo la voluntad de Dios, bajo la nube, bajo la columna de fuego por las noches. Levantamos muros, vamos, comiencen a clamar. Los que tengan el bautismo del Espíritu, clamen conmigo. Los que no abran la boca, que de algo Dios la va a llenar. Pero nos unimos, niños y jóvenes, ancianos y adultos, con un mismo sentir. Padre, reclamamos, proclamamos, afirmamos la cobertura de tu Espíritu. Aquellos que se han apartado. Aquellos que han abandonado la senda antigua, aquellos que se han desviado de la fe, Señor, cómo los ama, dice el Señor, princesa, cómo te amo, príncipe, cómo te amo, cómo no te voy a amar si te tengo esculpido y esculpida en mis manos, no te imaginas cómo te ama el Señor. aquellos que se han desviado que han caído, que han bajado los brazos me dice el Señor no te entregues no te rindas vamos, vamos, vamos vamos, vamos todavía si Dios habla esta palabra a diferencia de lo que pudo haber pasado con los Cohen, estamos a tiempo, corre por tu vida, yo proclamo que la provisión de Dios volverá que tus hijos volverán al redil, que el frío se irá a quien le da la vida líquido, los ríos de agua viva correrán por tu interior, impresionante todos orando, todos, todos todos, todos, presencia del Espíritu son los últimos minutos pero yo creo yo proclamo Yo sé que algo empieza a ocurrir ahora en la atmósfera. Y del norte, del sur, del este y del oeste se suelta, se suelta, se suelta ahora esa nube clara. Los que dicen es que yo no estoy seguro que quiere Dios. Dios es claro, te lo prometo. Dile Señor, habla con tu hijo con claridad. No dudes decir Señor, ahí explícame con manzanitas porque me cuesta. El Señor es un Padre que sabe dar buena dádivas a los hijos. Y en más de una ocasión yo... yo he estado confundido y le dije Señor no me sobreestimes, tú me conoces explícame con dibujitos qué quieres que yo haga y Dios, y Dios te explicará y Dios te sostendrá y Dios dirá no te muevas apártate, viaja, regresa viaja, sal, no sé lo que sea que Dios te esté enviando a hacer Emprende, cierra, renuncia, manda la carta, contesta al teléfono, llama. En todo lo que Dios haya planificado para tu vida, Dios dice, yo te lo voy a revelar hoy. Vamos, levanta la mano y dile, Señor, revelame tu voluntad. Revelame que tengo que hacer. Padre, he transmitido a este tu ejército lo que creo me has dicho que diga. El Yofar está sonando otra vez. Y tus hijos, tus hijas hoy están, Señor, dispuestos a seguir tu nube. A los que están rezagados atrás, vamos, vamos, no te quedes, vamos, vamos, vamos a casa. La tierra prometida no está al otro lado de la esquina. No puedo prometerte un paseo por el parque. A donde te estoy llamando es a seguir caminando por el desierto. La travesía todavía durará. Pero no es opción quedarte. No es opción retrasarte. La vida presentará retos, tendremos que pelear, tendremos que rodear Jericó. Habrá muchas cosas que aprender, pero quedarte no es una opción, Cohen. Vamos. Y cuanto a los que buscan iglesias perfectas, lo único que puedo decirte es buena suerte, porque no la vas a tener. No hay iglesias perfectas, se arruinan apenas llegamos nosotros. No hay iglesias perfectas, no hay iglesias impolutas, no hay pastores impolutos, perfectos. Hay de los que fingen más y de los que fingen menos. Hay de los más sinceros y de los más hipócritas, pero todos los pastores y líderes están quebrados. Y todas las iglesias están llenas de gente rota, de gente que no entiende que la iglesia no es un museo de santos, sino es un hospital. Entender que somos un hospital no es para regodearnos en el pecado, es para entender que todos estamos en proceso de cambiar. Algunos más, otros en cuidados intensivos, otros menos, otros en salas comunes, pero todos estamos rotos. Y entender esto es vital para no estar buscando iglesia en iglesia la perfección. Habrá mejor música, peor música, mejores predicadores, peores, pero todas las iglesias están quebradas y rotas, el sistema está roto. Y quiero que entiendas esto porque si sigues buscando la nube perfecta, lo más probable es que estés sin ninguna nube. Y si sigues buscando la columna de fuego perfecta, lo más probable es que pases noches de frío, días sin comer, sin agua, y algún día los forajidos vendrán a por nosotros. Así que esta es la mañana, la tarde, la noche, conforme estés mirándome en cualquier parte del mundo. Para decir Señor, quiero estar a partir de ahora en el centro de la voluntad tuya. No permita que me aparte ni a diestra ni a la izquierda. No permitas que me mueva de tu camino. Permaneceré fiel y esa fidelidad me mantendrá. Amén, amén y amén. Gloria a Jesús. Se nos fue el tiempo, que Dios te bendiga, que Dios te guarde y haga resplandecer su rostro sobre ti. Bendecido gente, para bendecir. Buen domingo. Pareciste una noche de soledad, abandonado y perdido te reconocí. Tu voz diciéndome no temas, yo estoy aquí, el Padre me envió por ti Y me curaste las heridas, me sanaste mi Jesús Todas mis cargas las dejaste allí en la cruz Algo tan grande no lo puedo comprender Oigo tu dulce voz diciéndome una y otra vez Oh, oh, oh, oh, oh Eres bienvenido, eres amado Una y otra vez Oh, oh, oh, oh, oh Bienvenido a River, Se fue diciéndome una y otra vez Oh, oh, eres amado