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Impacto de la Doctrina del Shock

Un estado de shock no es algo que se produce únicamente cuando nos pasa algo malo, sino también cuando perdemos nuestra narrativa o nuestra historia, cuando nos desorientamos. Lo que nos hace sentir desorientados es que no tenemos la capacidad de entender. Lo que nos mantiene orientados, alerta y a salvo del shock es nuestra historia. Una época de crisis como la que estamos viviendo es ideal para pensar en la historia, en la continuidad, en las raíces. Es un buen momento para situarnos en la historia de la lucha humana. Todo empezó el 1 de junio de 1951, cuando representantes de agencias de inteligencia occidentales se reunieron en secreto con profesores universitarios en el Hotel Ritz-Carlton de Montreal. Como resultado de esta reunión, el ejército financió una investigación sobre el aislamiento sensorial en la Universidad de McGill. El aislamiento sensorial es una forma de producir una monotonía extrema. Provoca una reducción de la capacidad crítica, nula la mente, y el sujeto se queja de que ni siquiera puede fantasear. Y cuando un estudiante universitario no es capaz de fantasear, mal asunto. Mientras experimentábamos, empecé a creer que quizá algo que causara incomodidad o incluso dolor sería más tolerable que las condiciones de aislamiento que estudiábamos. He decidió dejar de trabajar en la investigación. No tenía idea, cuando lo propuse, del arma tan terrible, tan potencialmente terrible, que podía llegar a ser. Este es nuestro momento, nuestra oportunidad. Pero los experimentos continuaron bajo las órdenes del ambicioso jefe de psiquiatría, el doctor Ewan Cameron. Su trabajo iba mucho más allá que el nuestro. Nosotros dejábamos muy claro que el sujeto podía marcharse en el momento en que quisiera, y algunos se iban. Los pacientes de Cameron no tuvieron tanta suerte. El Alan Memorial Institute, donde trabajaba, empezó a parecer una macabra cárcel donde Cameron llevaba a cabo experimentos extraños con sus pacientes de psiquiatría. Quería borrarles la mente, dejársela en blanco, para reprogramarlos desde cero. Janine Huard, una joven madre de cuatro hijos, padecía una depresión posparto. Me entraban escalofríos cuando me decían mañana te toca tratamiento de electrochoque. Me estremecía, me daba mucho miedo. y despertaba en otra habitación totalmente confundida y triste y me quedaba muy afligida después iba por ahí caminando como una zombi Cameron combinaba los electrochoques con las curas de sueño y la repetición de mensajes grabados. Decía, Janine, Janine, estás rehuyendo tus responsabilidades. No quieres cuidar de tu marido ni de tus hijos. Lo repetía una y otra vez. Suena como si la interrogaran. Sí, como si me interrogaran, pero ¿con qué objeto? La CIA no tardó en poner en práctica los hallazgos de Cameron. Muchas de sus técnicas figuran en el manual Kubark de interrogatorios para el contraespionaje. He aquí unos fragmentos. Es una tesis central del manual. que estas técnicas son, en esencia, métodos para provocar la desviación de la personalidad. Hay un intervalo, que puede ser muy breve, de animación suspendida, una especie de shock psicológico o parálisis. Los interrogadores expertos reconocen este efecto cuando se da. Y saben que desde ese momento, el sujeto está mucho más abierto a la sugestión, mucho más dispuesto a obedecer que justo antes de sufrir el shock. El otro Dr. Shock. En la misma época en que Ewan Cameron realizaba sus experimentos en Montreal, un partidario de otro tipo de Shock trabajaba no muy lejos de allí. Milton Friedman era profesor de economía en la Universidad de Montreal. de Chicago. Creía que la terapia de shock económico impulsaría a las sociedades a aceptar un capitalismo más puro y desregulado. En octubre de 2008, durante la mayor crisis financiera desde 1929, Naomi Klein acudió a la Universidad de Chicago para hablar de Milton Friedman. Cuando Milton Friedman cumplió 90 años, la Casa Blanca de Bush organizó una celebración en su honor y todos pronunciaron discursos, incluido George Bush, pero el mejor fue el de Donald Rumsfeld. Mi cita favorita de ese discurso de Rumsfeld dice así, Milton es la encarnación de una realidad, la de que las ideas tienen consecuencias. La tesis que sostengo es que el caos económico que ahora mismo impera en Wall Street, en la América Media y en Washington, deriva de muchos factores, por supuesto, pero que entre ellos están las ideas de Milton Friedman. El crack de 1929 en Wall Street desencadenó la Gran Depresión de los años 30. En la base de las tesis de Friedman estaba su oposición a la política del New Deal anunciada por el presidente Franklin Roosevelt en su discurso de investidura. Nuestra prioridad es conseguir que la gente tenga trabajo. No es un problema insoluble si lo abordamos de forma inteligente y con valentía. Quiero expresar mi firme creencia de que no debemos temer a nada, excepto al miedo en sí. Influido por el economista John Maynard Keynes, Roosevelt puso en marcha un programa de empleo público para que la gente volviera a trabajar. Hoy la depresión no es más que un vago recuerdo. Millones de hombres y mujeres han encontrado trabajo y por consiguiente seguridad y esperanza. No fue tan sencillo. La depresión duró hasta la Segunda Guerra Mundial. Pero después, el plan Marshall generalizó el modelo regulador e intervencionista de Keynes en Europa. Sus principios gozaron de gran aceptación Aunque no por parte del Departamento de Economía de la Universidad de Chicago Milton Friedman, desde esta universidad, libró una guerra contra el New Deal. Friedman era miembro de un grupo llamado Sociedad Mon Pellerin, dirigida por el economista Friedrich von Hayek. Creían que si el gobierno dejaba de prestar servicios y de regular los mercados, los problemas de la economía se resolverían solos. En los 50 los consideraban bichos raros, pero en los últimos 30 años sus ideas se han convertido en la doctrina económica dominante. La tesis de la doctrina del shock es que nos han contado un cuento sobre cómo estas medidas radicales han triunfado en el mundo, que no se han propagado de la mano de la libertad y la democracia, sino que han requerido shocks, crisis y estados de emergencia. Milton Friedman entendía la utilidad de las crisis. Solo una crisis, real o percibida, produce auténticos cambios. Cuando esa crisis sobreviene, las medidas que se toman dependen de las ideas que flotan en el ambiente. Primera puesta a prueba. Chile. Fue en Chile donde los seguidores de Friedman aprendieron a explotar un shock o crisis a gran escala. Por lo general, los voceros del neoliberalismo, los publicistas oficiales, ni siquiera mencionan a Chile. Empiezan a contar la historia a partir de Thatcher y Reagan, porque eso queda mucho mejor. En los años 50 y 60, las medidas progresistas de desarrollo en Chile eran un modelo para la zona. El gobierno invertía en salud, educación e industria. Las empresas estadounidenses temían por sus inversiones. Como respuesta, el Departamento de Estado comenzó a becar a estudiantes de Chile y el resto de Sudamérica para que estudiaran economía de libre mercado con Milton Friedman. La Universidad de Chicago tenía un convenio con la Universidad Católica de Chile que permitía a muchos chilenos venir a Chicago, donde les impartíamos formación y se doctoraban. Los estudiantes regresaban a Chile a dar clases. El Departamento de Economía de la Universidad Católica en Santiago se convirtió en una mini escuela de Chicago. Arnold Harberger, el economista que dirigía el programa, se describía como misionero totalmente entregado. En 1970 la Unidad Popular de Salvador Allende ganó las elecciones con un programa que proponía nacionalizar Católica. grandes sectores de la economía. La compañía de teléfonos pertenecía en su mayor parte a la empresa estadounidense ITT, que encabezó los intentos de evitar que Allende fuera presidente. Contaba con el apoyo de Richard Nixon en la Casa Blanca. Yo no estuve allí, pero puedo decirle lo que sabemos con certeza en la actualidad. Él encargó a la CIA que impidiera que Allende asumiese la presidencia e intentaron convencerme de que instigara al ejército chileno cuando Allende resultó elegido. A pesar de las maniobras de la CIA, Allende juró el cargo de presidente. ¡A la economía! ¡A la economía! Richard Nixon ordenó al director de la CIA que hiciera gritar a la economía. El señor Nixon es presidente de Estados Unidos y yo soy presidente de Chile. Yo no tendré un término despectivo contra el señor Nixon mientras el señor Nixon respete al presidente de Chile. Comenzó a fraguarse un golpe militar. Los Chicago Boys chilenos se pusieron a trabajar en un programa económico de 500 páginas llamado El Ladrillo. Con dinero de Estados Unidos se hizo todo lo posible por desestabilizar la economía. Se declaró una huelga de camioneros que paralizó fábricas y tiendas. Hubo un golpe de estado fallido el 29 de junio de 1973. Después, el 11 de septiembre, bajo el mando del general Pinochet, el ejército asaltó el palacio presidencial. El shock de la guerra. Chile había disfrutado durante 41 años ininterrumpidos de un régimen democrático que estaba siendo derrocado por medio de la violencia. Para Pinochet y sus partidarios el golpe era una guerra. Y desde luego estaba concebido para parecerlo. Fue el precursor chileno de la doctrina militar de shock y pavor. ...armadas y de orden, solo bajo la inspiración patriótica de sacar al país del caos que en forma aguda lo estaba precipitando el gobierno marxista de Salvador Ayer. Los Chicago Boys entregaron a Pinochet el ladrillo, su plan económico. ¡Con Cristo no nos vamos a perder! ¡Juro! ¡Por Dios! ¡Siempre con la ley! ¡Se conforme la ley! Los días siguientes, más de 13.000 opositores fueron detenidos y encarcelados. Recluyeron a miles de presos en el Estadio Nacional y a muchos los torturaron. El mundo fijó su mirada en Chile. ¿Cuántas personas? 174. ¿Cien mil personas? ¿Como cien mil hay? ¡Cien mil personas! A principios de noviembre liberaron a 5.000 presos. A los 900 que quedaron los trasladaron a otros centros de detención. Menos de un mes después, la FIFA dejó a Chile jugar una eliminatoria para el Mundial de Fútbol en ese mismo estadio. Su rival, la Unión Soviética, se negó a jugar allí, así que se permitió a Chile marcar en portería vacía y clasificarse para el Mundial de 1974. El shock económico. Aprovechando el estado de shock de la población, Pinochet impuso las medidas recomendadas por los Chicago Boys, suprimió el control de precios, privatizó empresas estatales, eliminó aranceles de importación y redujo el gasto público. Más tarde, Friedman reconoció abiertamente la importancia del experimento chileno. Se trataba del primer caso en que un avance hacia el comunismo daba paso a un avance hacia el libre mercado. No dio resultado. Al cabo de un año había una inflación del 375% anual, la más alta del mundo. Así que en marzo de 1975, Arnold Harberger y Milton Friedman volaron a Santiago. Empleó una expresión que nunca se había utilizado en el contexto de una crisis económica mundial. Exigió un tratamiento de shock. Dijo que él era como un médico que iba a ayudar a un país asolado por una epidemia y simplemente recetaba el remedio. Friedman escribió que el general Pinochet se mostraba receptivo a la idea de un tratamiento de shock. Aunque era evidente que le preocupaba el paro temporal que podía causar. Pronto quedó claro que la política económica de Friedman favorecería a los ricos a costa de los pobres. Se calculaba que una familia que intentara subsistir con el salario mínimo, tendría que gastar el 74% de sus ingresos. ingresos en pan. Viajar en autobús o beber leche se había convertido en un lujo. Pinochet acabó con la distribución gratuita de leche en las escuelas, disposición similar a la polémica medida que había tomado la joven ministra de educación británica que más tarde sería su amiga. Para poder imponer estas políticas económicas, había que sembrar el miedo hacia un enemigo. Tampoco lo veo que se haya triunfado totalmente sobre el máximo. El máximo es como un fantasma. Cuesta mucho tomarlo. Mejor dicho, no se puede tomar. Según Friedman y Harberger, la economía de libre mercado era indisociable de la libertad y la democracia. Pero en Chile, donde sus ideas se estaban aplicando en el contexto de una dictadura militar, no era así. Muchos latinoamericanos veían una relación directa entre los shocks económicos que empobrecían a millones de personas y las torturas infligidas a quienes creían en una sociedad distinta. Orlando Letelier era uno de ellos. Letelier había sido embajador de Allende en Washington. Pasó un año en una de las cárceles de Pinochet antes de exiliarse en Estados Unidos. En 1976, Letelier escribió El plan económico tenía que imponerse por la fuerza y en Chile, esto sólo podía conseguirse por medio de miles de asesinatos, el establecimiento de campos de concentración por todo el país y el encarcelamiento de más de 100.000 personas en tres años. Antes de que pasara un mes, Letelier murió en un atentado con coche bomba. Buenas tardes. Una potente explosión ha destrozado un coche que circulaba por el normalmente tranquilo Embassy Road de Washington. El chileno era Orlando Letelier. ministro de exteriores durante los últimos meses del régimen marxista del difunto salvador allende damos paso a richard roth michael townley miembro de la policía política secreta de pinochet estaba detrás del atentado había entrado en eeuu con pasaporte falso y la cia estaba al corriente de ello buenas noches buenas noches la opinión del poder judicial chileno hay confianza en él mira Yo confío plenamente en la justicia chilena como patriota. ...y luchador antimarxista y juntista por sobre todas las cosas. Pese a su confianza, Townley fue extraditado a Estados Unidos y condenado por el asesinato de Letelier. Pinochet gobernó Chile como dictador durante 17 años. Pero en una entrevista en que se sinceraba, Harberger seguía negándolo. Un gobierno represivo no puede durar mucho tiempo en el marco de un sistema... sistema de auténtica libertad económica. El año del asesinato de Orlando Letelier se le concedió a Friedman el premio Nobel de Economía. Saben, tienen una idea. totalmente deformada de lo que pasó. Les explicaré un par de cosas. En primer lugar, universidades chilenas me ofrecieron dos títulos honoríficos antes de que yo viajara allí. Rehusé aceptarlos porque dichas universidades se financiaban en parte con fondos públicos y yo no quería dar en ningún caso la impresión de que apoyaba el régimen político de Chile. No soy representante de Chile, no soy asesor de Chile ni tengo responsabilidades para con el gobierno de Chile. Y ahora le cedo la palabra al profesor Milton Friedman. Fritzmann, vete a casa. Fritzmann, vete a casa. Lamento este incidente. Podría haber sido peor. La revolución se propaga. El propósito de la doctrina del shock es contar una historia alternativa de cómo esa oleada salvaje de capitalismo puro e incontrolado que estamos viviendo llegó a dominar el mundo. Chile no fue el único país de Sudamérica que adoptó las políticas de la Escuela de Chicago. Los seguidores de Friedman ocupaban cargos clave en Brasil y asesoraban el gobierno de Uruguay. Entonces, el 24 de marzo de 1976, un golpe militar derrocó al gobierno de Isabel Perón en Argentina. Una junta de tres generales tomó el poder bajo el mando del general Videla. Los Chicago Boys accedieron a puestos económicos relevantes en el gobierno militar. Aprovecharon la oportunidad para introducir importantes reformas económicas y sociales. Un año después del golpe, los sueldos habían perdido el 40% de su valor, se cerraban fábricas y la pobreza se disparó. Como en Chile, hubo que aterrorizar al pueblo para que aceptara estas medidas económicas. Videla aprendió de la experiencia de Pinochet. Adoptó la táctica de hacer desaparecer personas. Para equilibrar el terror público y privado, llevaban a cabo los secuestros en plena luz del día y después siempre podían negarlos. El cumplimiento de la misión que la nación le tiene asignada, articular la defensa de la sociedad argentina. Las reglas de esta guerra no son convencionales. Que no busquen... Buscamos y provoquemos un líquido. Muchas de las técnicas empleadas por los militares chilenos y argentinos las habían aprendido en la Escuela de las Américas, dirigida por Estados Unidos. Las técnicas de tortura son muy importantes. Enseñaban técnicas de tortura. Violar a la víctima, desnudarla, herirla con objetos punzantes, romperle extremidades, sacarle los ojos, marcarla a fuego. En Latinoamérica hay regímenes que violan hoy en día los derechos humanos. Practican asesinatos políticos, torturas, deportaciones, encarcelamientos sin juicio, que son técnicas aprendidas en este centro. Quizás sea así. Si me dice que lo que enseñamos aquí se ha llevado a la práctica, no se lo negaré. El uso de la tortura contra un soldado enemigo conocido para obtener algún tipo de ventaja militar, me parece justificable y acertado. Ir más allá, utilizar las técnicas de tortura solo para intimidar a la gente, es un grave error, poco ético e inmoral. Pero en Argentina y Chile estas técnicas no sólo se emplearon con soldados o terroristas, sino con estudiantes y sindicalistas, con todo aquel que se opusiera a la política de libre mercado del régimen. En 1978 la Junta de Argentina fue anfitriona del Mundial de Fútbol. Al final se jugó en un estadio que estaba aproximadamente a un kilómetro del mayor centro de detención del país, donde había miles de presos en cámaras de tortura. Decir que con los goles, con el grito de gol, se tapaba la voz de los secuestrados, los gritos de los secuestrados, era una realidad. ¡Organización extraordinaria! Argentina llevó su régimen de terror un paso más lejos que Chile. Entre los desaparecidos había cientos de mujeres embarazadas a quienes les permitieron dar a luz antes de asesinarlas. De todas aquellas mujeres que estaban embarazadas, les permitieron tener a sus hijos para una vez que nacieran, sacárselos. Y eso sucedió con 500. Yo soy uno de esos, de esos 500. Esos niños, muchos de los cuales fueron criados por familias afines al ejército, eran un escalofriante recordatorio del proyecto de la Junta de rehacer toda la sociedad. Cuando la Junta aún detentaba el poder, un grupo de madres y abuelas de desaparecidos empezaron a protestar en la Plaza de Mayo. Como detectives buscaron a los niños perdidos. Tras la caída de la junta, localizaron a algunos y los reunieron con sus familias. De vez en cuando encontraban restos. Por lo general, no encontraban nada. El general Videla fue declarado culpable de asesinato, secuestro y tortura. Se le condenó a cadena perpetua. Estos primeros experimentos en Latinoamérica plantearon a Friedman y a sus acólitos un serio problema ideológico. Friedman había prometido que sus medidas no sólo enriquecerían aún más a la élite, sino que crearían un nuevo mundo. que tenían la sociedad más libre posible, que aquella era una guerra contra la tiranía, que el capitalismo y la libertad iban juntos. Sin embargo, vemos que en los 70, los únicos países que ponían en práctica esas ideas eran dictaduras militares. Nixon había dado todo su apoyo a la imposición de ese liberalismo brutal por parte de las dictaduras sudamericanas. En cambio, el caso de la política económica dentro de Estados Unidos, donde Nixon se estaba jugando la reelección, era harina de otro costal. La escuela de Chicago y el mundo anglosajón. Friedman mantenía una relación cordial con Nixon. Varios de sus colegas y discípulos de la escuela de Chicago obtuvieron cargos en el gobierno. Entre ellos Donald Ramsel. con la ayuda de Dios. Enhorabuena. Gracias. En 1971 en plena depresión económica Nixon dejó a un lado las ideas de Friedman e instauró una política de control de precios y salarios. Puso a Ramsel al cargo. Es en esencia una cuestión de oferta y demanda. Hace tiempo que me opongo al control de salarios y precios. Creo que implica la injerencia del gobierno en la libertad individual y me parece intolerable. La política keynesiana tuvo éxito y Nixon salió reelegido con una victoria aplastante. Fue un duro golpe para Friedman. Más tarde, en 1979, Margaret Thatcher fue elegida primera ministra en Gran Bretaña. Su gurú intelectual era el viejo mentor de Milton Friedman, Friedrich von Hayek. Poco más de un año después, Ronald Reagan ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Ahora, tanto Gran Bretaña como Estados Unidos estaban en manos de Donald Trump. de Frinmanitas declarados. El programa con que Margaret Thatcher llegó al poder se basaba en cuatro puntos. Recortar el gasto público, bajar los impuestos, reducir el número de empresas estatales o paraestatales, desregular la industria e introducir una política monetaria moderada y estable para combatir la inflación. Durante sus primeros tres años en el poder, el paro se duplicó en ciertos sectores, lo que provocó oleadas de huelgas. El índice de popularidad de Thatcher cayó hasta el 25%. Estallaron disturbios en las principales ciudades británicas. Hasta los admiradores de Thatcher albergaban ciertas dudas. Los resultados económicos de la administración Thatcher son desiguales. A quienes esperan ansiosos a que yo haga caso del eslogan favorito de los medios dar vuelta atrás, solo puedo decirles una cosa. Dad vuelta atrás vosotros si queréis. La dama no es partidaria de ello. Friedrich von Hayek instó a Thatcher a adoptar las políticas de shock económico de Pinochet. Ella replicó, en Gran Bretaña, con sus instituciones democráticas y su necesidad de un alto grado de consenso interno, algunas medidas tomadas en Chile son del todo inaceptables. La enorme impopularidad de Thatcher demostraba una vez más que el fundamentalismo del libre mercado era demasiado impopular y perjudicaba directamente a demasiada gente como para sobrevivir en un sistema democrático. que requería el consentimiento de los gobernados, a diferencia de una dictadura militar. Lo que sacó a Thatcher del abismo y salvó finalmente el proyecto fue una crisis. La crisis suprema, de hecho. Una guerra. Estamos aquí porque por primera vez en muchos años, un territorio de soberanía británica ha sido invadido por un país extranjero. El gobierno ha decidido que un importante destacamento zarpe en cuanto se hayan ultimado todos los preparativos. El acorazado Invincible irá en cabeza. La mayoría de los británicos ni siquiera había oído hablar de las Malvinas, pero cuando Argentina invadió el pequeño archipiélago a miles de kilómetros de distancia, en el Atlántico Sur, Thatcher aprovechó la ocasión para hacer honor al apodo Dama de Hierro. Caballeros, me dicen que la bandera blanca ondea sobre Stanley. La guerra terminó menos de tres meses después. Cuando las tropas regresaron al Reino Unido, las celebraciones patrióticas inundaron el país. Thatcher ganó las elecciones de 1983 por amplia mayoría. Esto le permitiría aplicar una forma de terapia de shock económico como la impuesta en Chile. La organización de trabajadores más poderosa del país era el Sindicato Nacional de Mineros. Cuando la Junta Nacional del Carbón anunció el cierre de minas, los mineros declararon la huelga. Zonas del centro de Londres están paralizadas por miles de mineros y simpatizantes que se manifiestan por la ciudad en favor de la huelga de mineros. La más larga y feroz jamás vivida en la tierra desde 1926, así como la más costosa. La huelga duró casi un año. Thatcher empleó todos los medios a su disposición para acabar con el sindicato. Al final, los mineros fueron derrotados. Thatcher aprovechó esta victoria para implantar la revolución de la escuela de Chicago en su país. Una serie de anuncios vistosos promocionaba un programa de privatizaciones masivas. Thatcher vendió la industria del acero, el agua, la electricidad, el gas, el teléfono, aerolíneas, el petróleo. Privatizó las viviendas públicas, salieron a concurso los servicios municipales. En 1986 se desregularon los servicios financieros y la banca. Se le llamó el Big Bang. No hace falta que le recuerde a ninguno de los presentes que el Big Bang es sólo el principio. En el Reino Unido, antes de Thatcher, un gerente general ganaba 10 veces más que el empleado medio. En 2007, ganaba más de 100 veces más. En Estados Unidos, antes de Reagan, los gerentes generales ganaban 43 veces más que el empleado medio. En 2005, ganaban más de 400 veces más. Friedman reconocía abiertamente que Thatcher... Thatcher y Reagan estaban haciendo mucho por difundir la doctrina de la escuela de Chicago en el mundo. Por aquí, señor Reagan. He pensado que debía colocarse aquí. La coincidencia en el tiempo de los mandatos de Thatcher y Reagan fue sumamente importante para la aceptación pública en todo el mundo de un enfoque distinto de la política económica y monetaria. Muchas gracias. Voy a describirles un plan y una esperanza a largo plazo. Que el avance de la libertad y la democracia relegue al marxismo-leninismo al basurero de la historia, tal como ha hecho con otras tiranías que coartan la libertad e impiden que la gente se exprese. Más allá del telón de acero. Todos conocemos el cuento de hadas sobre la caída del comunismo. Occidente, con Reagan y Thatcher al mando, parecía tan próspero a los ojos de la gente del bloque comunista que ésta a su vez empezó a exigir medidas radicales de libre mercado. En realidad no sucedió así. Es cierto que quienes vivían oprimidos por el autoritarismo comunista querían la democracia de verdad y que querían poder ir a comprar tejanos y a comer Big Macs. Eso es cierto. Pero eso no significa que aspiraran al capitalismo salvaje con oligarcas descontrolados y sin protecciones sociales, que acabó por instaurarse en tantos países del bloque del este que aún lo padecen hoy en día. Záchar había hecho lo posible por socavar el poder de los sindicatos en el Reino Unido. Pero en 1988 viajó a Polonia para ofrecerle su apoyo al sindicato Solidaridad. Se trata del proceso para pasar de donde están ahora a donde quieren estar. Como consecuencia de las huelgas en Polonia, se permitió a Solidaridad participar en las elecciones de junio de 1989, lo que a su vez desencadenó oleadas de manifestaciones en toda Europa del Este. En épocas anteriores la Unión Soviética había utilizado la fuerza para aplastar los movimientos democráticos. Pero ahora la URSS tenía un líder distinto. Mikhail Gorbachev, impulsor de la glasnost y la perestroika. Hablaba de una tercera vía, de una transición gradual hacia una socialdemocracia a la escandinava. Algo a medio camino entre la democracia y la democracia. entre el capitalismo de libre mercado y el comunismo. Gorbachev cautivó al público y los políticos de Occidente. Es un líder audaz. decidido y valiente ante la mirada de Gorbachev los viejos regímenes comunistas se desmoronaron uno a uno A finales de año, el símbolo más famoso de la división de Europa fue derribado. Para Friedman y los Chicago Boys, se abrieron las puertas de todo un mundo nuevo. En la Unión Soviética, Gorbachev quería reformar la economía rusa poco a poco. En 1991, Gorbachev asistió como invitado a la cumbre del G7 en Londres. Esperaba obtener apoyo financiero para sus reformas económicas grandes. graduales. Sin embargo, le dijeron que o aceptaba la terapia de shock radical o no le concederían ayudas. ¿Qué tal, señor presidente? ¿No está demasiado cerca? El mes siguiente se produjo un intento de golpe de estado contra él. Miembros del sector duro del Partido Comunista pusieron a Gorbachev bajo arresto domiciliario en su casa de veraneo de Crimea. los tanques rodearon la casa blanca el parlamento ruso en el caos de los enfrentamientos callejeros era evidente que para reforzar su posición el sector duro debía recurrir a la violencia estos choques entre el pueblo y las fuerzas del orden son algo que no se puede ver algo nunca visto desde los tiempos lejanos de la revolución rusa. Hoy, cuando amanecía sobre un mar de escombros, empezaba a quedar claro que el golpe se estaba desmoronando. El edificio del parlamento ruso estaba salvo. El ejército no había intervenido. Y en el interior, Yeltsin tenía más poder que nunca. Fue un momento estelar para Yeltsin. Gorbachev fue puesto en libertad y regresó a Moscú, pero había perdido buena parte del poder. Aplaudo los elevados principios del pueblo ruso y también los del presidente Boris Yeltsin. En diciembre de 1991 se disolvió la Unión Soviética, un shock profundo para para el pueblo ruso. Yeltsin se hizo cargo entonces de la política económica de la Federación Rusa. El libre mercado llegó a Rusia y con él, el caos. La adopción de las doctrinas de la escuela de Chicago por parte de Rusia marcó el principio de un nuevo camino. ...en la cruzada por el libre mercado. Fue shock en estado puro, sin nada de terapia. Pese a los intentos oficiales por promover el capitalismo popular, lo cierto es que un puñado de empresarios amasó grandes fortunas. Se vendieron empresas estatales a precio de saldo. La prensa rusa apodó a los asesores de Yeltsin los Chicago Boys. Gracias a la terapia de shock de Yeltsin, en 1992 los rusos consumían un 40% menos que en 1991. Un tercio de la población había caído en la pobreza y la gente tardaba meses en cobrar su sueldo. Según las predicciones de un experto, 140 millones de rusos pronto vivirán bajo el umbral de la pobreza. La corrupción era generalizada y el crimen organizado se disparó. Moscú se convirtió en el nuevo salvaje oeste. La mayoría de los rusos se oponía a que el radicalismo de los Chicago Boys se implantase en su país. En marzo de 1993, el parlamento tomó una decisión crucial. Votó a favor de retirarle a Yeltsin los poderes especiales que le había otorgado. Yeltsin instauró un régimen especial. El tribunal constitucional lo declaró ilegal. El 21 de septiembre, Yeltsin, al estilo Pinochet, disolvió el Parlamento. A partir de hoy quedan suspendidas las funciones legislativas, administrativas y de control del Parlamento de la Federación Rusa. Occidente puso su influencia al servicio de Yeltsin. Creemos que Boris Yeltsin es la mayor esperanza para la democracia en Rusia. Dos días después, el Parlamento votó a favor de Yeltsin. de destituir a Yeltsin por 636 votos a dos. Miles de partidarios del parlamento se congregaron frente a la Casa Blanca e intentaron tomar la televisión. parecía que los defensores del parlamento iban ganando y el símbolo de regreso a Moscú de su casa vacacional Esa noche, 100 manifestantes murieron en los enfrentamientos con las fuerzas de Yeltsin. El 4 de octubre, Yeltsin ordenó al ejército que atacara la Casa Blanca y bombardeara el mismo edificio que él había defendido dos años antes. ¿No lo entendéis? ¡Son asesinos! Warren Christopher, el secretario de Estado norteamericano, dijo Estados Unidos no suele apoyar la suspensión de parlamentos, pero corren tiempos excepcionales. Yeltsin había conseguido el poder absoluto. Asesorado por sus Chicago Boys, practicó un capitalismo de amigotes. Se pusieron a la venta más industrias estatales. Y así nació una nueva clase de empresarios multimillonarios con influencia política. Los oligarcas. En 1998, el 80% de las granjas rusas estaba en quiebra y 70.000 fábricas estatales habían cerrado. En 8 años, el número de pobres había aumentado en 72 millones, mientras Moscú pasaba a ser la ciudad del mundo con más multimillonarios. Un nuevo enemigo. Buenas tardes, gracias por venir. Es un honor para mí anunciarles que voy a proponer a Donald Ramsel como secretario de defensa. Estoy deseando servir de nuevo a mi país. Ramsel ya había sido secretario de defensa en el gobierno de Gerald Ford. En ese entonces, el enemigo a temer era la Unión Soviética. No afirmo que nos estén invadiendo los rusos, sino sus tendencias. No digo que midan tres metros, sino que medían metro sesenta, ahora metro ochenta y siguen creciendo. Ahora había un nuevo enemigo más cerca de nosotros. de casa. El 10 de septiembre de 2001, Ramsey le expuso en un discurso sus planes para privatizar parte del ejército de Estados Unidos. Milton Friedman se habría sentido orgulloso. Decía, hoy hablaré de un adversario que representa una amenaza, una grave amenaza para la seguridad de Estados Unidos. Dicho adversario es uno de los últimos bastiones de la planificación central. Gobierna a golpe de planes quinquenales. Podría parecer que este adversario es la antigua Unión Soviética, pero ese enemigo ya no existe. Tenemos a este adversario mucho más cerca. Es la burocracia del Pentágono. Hoy, le declaramos la guerra a la burocracia. Al día siguiente, el vuelo 77 de American Airlines se estrelló en el Pentágono y mató a 184 personas. ¡San Ejército! Piensen en la sensación de la gente tras los atentados. ¿Quién es esa gente? ¿De dónde son? ¿Por qué nos odian? Se produjo una rotura de esquemas colectiva. No vivíamos en el mundo en que nos odiamos. que creíamos vivir. Y nuestros líderes no dejaban de repetir que todo aquello que creíamos entender antes del atentado ya no era vigente. Se acuñó una nueva frase, mentalidad pre-11-S. Lo que ocurrió en ese momento fue que surgieron teorías nuevas por arte de magia sobre un choque de civilizaciones. De pronto, ese era el mundo en que vivíamos. Resultó que había un eje del mal y que estábamos librando una guerra contra el terrorismo. Esta guerra abstracta e imposible de ganar ha tenido enormes consecuencias económicas. Antes de 2001, la seguridad nacional apenas podía considerarse una industria. Hoy en día es más importante que las industrias del cine. cine y la música juntas. Entre el 11 de septiembre de 2001 y el año 2006, el Departamento de Seguridad Nacional pagó 130.000 millones de dólares a contratistas privados. Este es el complejo del capitalismo del desastre, una nueva economía basada en el miedo. Será una batalla monumental. entre el bien y el mal la guerra contra el terrorismo primera parte la mejor defensa contra el terror es una ofensiva global contra él allí donde esté la primera fase de esta guerra fue el bombardeo de Afganistán la primera fase de esta guerra El gobierno talibán fue derrocado rápidamente. La posguerra resultó más complicada. Nuestra lucha contra el terrorismo empezó en Afganistán, pero no acaba allí. Buscamos sobre todo detenidos que nos sirvan para extraerles información. En Guantánamo, las fuerzas estadounidenses pusieron en práctica por primera vez las técnicas del manual Kubark de forma explícita y pública. Oficialmente aprobadas por la Casa Blanca, fueron mostradas abiertamente por televisión en todo el mundo. El aislamiento, tanto físico como psicológico, debe mantenerse desde el instante de la captura. La capacidad de resistir se ve reducida. por la desorientación. Los presos deben guardar silencio en todo momento y jamás se les debe permitir hablar entre sí. Tres de los presos, Asif Iqbal, Rual Ahmed y Shafik Rasul eran de Tipton, Inglaterra. Pasaron más de dos años en Guantánamo antes de que los liberasen sin cargos. No te dejaban hablar con nadie, ni hacer nada, ni estar de pie. Te obligaban a pasarte todo el rato ahí sentado. Yo pensaba, ¿qué demonios está pasando? ¿Dónde estoy? ¿Pasaremos aquí el resto de nuestra vida? ¿Podremos regresar a casa, volver a ver a nuestra familia? de los Los 779 presos retenidos en la bahía de Guantánamo, solo tres han sido condenados por algún delito. Lo único que sea ciencia cierta es que son mala gente. Era un mensaje para todo el mundo, un mensaje muy claro. Esto es lo que te pasa si te interpones en nuestro camino. La guerra contra el terrorismo no se libra contra un solo hombre o contra un solo país. Se alegaron muchas justificaciones para la invasión de Irak, pero si Estados Unidos realmente hubiera querido invadir un país que presuntamente albergaba a líderes de Al Qaeda, tenía armas nucleares y vendía tecnología nuclear a otros países, Pakistán habría sido la opción más obvia. Tenía contactos estrechos con los talibán y el poder estaba en manos de un dictador militar. En cambio, George Bush eligió como objetivo Irak, el país con la tercera mayor reserva de petróleo del mundo. La guerra como tortura de masas. Los planes de guerra del Departamento de Defensa no son como los de la Guerra del Golfo. Están más en la línea de la invasión de Panamá de 19... 89. Según ha podido saber la CBS, se iniciarán el llamado día con A de ataques aéreos, ataques tan devastadores que hará que los soldados de Saddam no puedan ni quieran oponer resistencia. La idea es que el bombardeo sea tan intenso que produzca, en palabras textuales, shock y pavor. Si el Pentágono se ciña su plan de guerra actual, en un día de marzo la aviación y la armada lanzarán entre 300 y 400 misiles de crucero contra objetivos en Irak, más que en los 40 días que duró la primera guerra del Golfo. Será un ataque de una magnitud nunca antes vista, nunca antes prevista. Harlan Ullman es uno de los artífices del concepto shock y pavor, que consiste en lanzar un gran número de bombas guiadas de precisión. Esto produce un efecto inmediato, como el de las bombas nucleares de Hiroshima. No es cuestión de días o de semanas, sino de minutos. Además, paralizas la ciudad. Es decir, la dejas sin energía ni agua y lanzas una campaña implacable de desgaste, de modo que al cabo de dos, tres, cuatro o cinco días, ellos quedan agotados física, emocional y psicológicamente. Anoche una zona de una milla cuadrada del centro de Bagdad parecía el infierno en la tierra. Durante la primera oleada de bombardeos, los ciudadanos de Bagdad sufrieron una versión del aislamiento sensorial descrito en el manual Kubark. En el caos que siguió a la caída de Saddam Hussein, Estados Unidos hizo poco por impedir los saqueos. Algunos cargos del gobierno incluso los consideraban un punto de partida para desmantelar el Estado iraquí. John Agresto, encargado de reorganizar la educación superior, veía el saqueo de escuelas como una oportunidad para empezar de cero. De hecho, antes de las sanciones, Irak tenía el mejor sistema educativo de la región y una tasa de alfabetización del 89%. En cambio, en Nuevo México, estado natal de Agresto, el 46% de los ciudadanos eran analfabetos funcionales. En Irak se aplicaron tres formas de shock distintas que actuaban a la vez. y se complementaban entre sí. Estaba el shock de la guerra, seguido de inmediato por la terapia de shock económico impuesta por Paul Bremer. Y como la resistencia a esa transformación económica, a ese shock económico rápido iba en aumento, se aplicó el shock de la represión y la tortura, tres clases de shock distintas. El shock económico. En mayo de 2003, Paul Bremer fue nombrado enviado presidencial de Estados Unidos a Irak. Dos semanas después de su llegada, declaró el país listo para los negocios. Creemos que el la coalición cuenta con una autoridad lo bastante amplia para decidir el rumbo de la economía iraquí. Brema sabía poco sobre Irak, pero mucho sobre el capitalismo del desastre. Había fundado la Crisis Consulting Practice en los inicios del boom de la seguridad nacional. Hoy es un día muy importante en Bagdad. Brema dedicó los primeros cuatro meses a aprobar medidas clásicas de la Escuela de Chicago. Rumsfeld aseguraba que Irak tenía unas de las leyes fiscales y de inversión más avanzadas y atractivas del mundo libre. Una de las primeras disposiciones de Brema fue despedir a 500.000 empleados públicos. Se trataba en parte de un acto de desvacificación, pero reducir el gobierno era también algo muy frinmanita. Se prometieron fondos para la reconstrucción. Nuestra inversión en el futuro de Afganistán e Irak es el mayor compromiso de estas características desde el plan Marshall. En realidad, era justo lo contrario. Mientras que el fin del plan Marshall era impulsivo. Para impulsar la industria europea, la ayuda a Irak se invirtió en empresas de Estados Unidos. Los pocos iraquíes que consiguieron empleo estaban al final de una serie de subcontratistas. Creative Associates se hizo con contratos por valor de 100 millones de dólares para esbozar el programa de estudios e imprimir libros de texto para el sistema educativo. La consultora en gestión y tecnología Bering Point obtuvo contratos por valor de 240 millones de dólares para implantar un sistema de libre mercado en Irak. RTI, con sede en Carolina del Norte, logró contratos por 466 millones de dólares para asesorar sobre la instauración de la democracia en Irak. Y a Halliburton se le adjudicaron contratos de coste más incentivos por 20.000 millones de dólares. Parsons recibió 186 millones de dólares para construir 142 clínicas sanitarias. Solo se terminaron 6. El suministro básico de electricidad y agua apenas mejoró, pese a los miles de millones que se gastaron durante los primeros 4 años. Vamos a triunfar aquí y cuando lo consigamos, habremos hecho algo importante, no sólo para 25 millones de iraquíes, sino para favorecer los intereses occidentales en la región. Hasta los nuevos billetes iraquíes se imprimían en el extranjero. Les mostraré un ejemplo de estos billetes. Estados Unidos incluso llegó a pagar a empresas privadas para que supervisaran a las empresas privadas que habían logrado contratos. Estuve en Bagdad en 2004. cuando empezaban a cometerse atentados con frecuencia. De hecho, la noche en que llegué, una bomba estalló muy cerca del hotel. Pero lo que más me impactó entonces fue que, a pesar de la violencia y del caos, los iraquíes salieron a la calle a protegerse. protestar al día siguiente. 19 muertos y 100 heridos en Nayaf. Lo que pedían en esa época era elecciones, tener voz y voto en el desarrollo de la era post-Saddam. En los primeros días de la ocupación, las protestas eran pacíficas, pero a medida que pasaba el tiempo, como las protestas no daban resultado, cada vez más iraquíes se unían a la resistencia Armada. La violencia se descontroló. Como había ocurrido en Sudamérica tres décadas antes, se dejaban cuerpos en la cuneta a modo de advertencia. eran los desaparecidos de Irak. Se tomaron medidas extremadamente agresivas para aplastar a la oposición. El shock de la represión. Durante los primeros tres años y medio de la ocupación, se capturó a 61.500 iraquíes. En la primavera de 2007, 19.000 seguían detenidos. En prisión los interrogaban con técnicas derivadas de las que ideó la CIA, basándose en los experimentos realizados por Ewan Cameron en los años 50. Según la Cruz Roja, altos cargos del ejército estadounidense admitieron que entre el 70 y el 90% de las detenciones en Irak fueron errores. Aunque Aunque el caos que reina en el país parezca un fracaso de la terapia de shock, en Irak, el capitalismo del desastre ha florecido. El desastre en sí, era una buena oportunidad para hacer negocio. El negocio de la guerra. El gasto militar de Estados Unidos prácticamente se ha duplicado desde 2001. Se acerca a los 700.000 millones de dólares al año. Ya en 1961, el presidente Eisenhower, que no era precisamente de izquierdas, advirtió del peligro de un ejército demasiado poderoso. La conjunción de una estructura militar inmensa y de una gran industria de armamento es algo nuevo en la historia de Estados Unidos. Debemos precavernos contra una adquisición de influencia injustificada, deliberada o no, por parte del complejo industrial militar. No debemos permitir jamás que esa combinación suponga un riesgo para nuestras libertades o nuestros procesos democráticos. La guerra de Irak ha sido el conflicto más privatizado de la historia contemporánea. La zona verde de Bagdad es una versión extrema de lo que está pasando en todo el mundo. Se trata de una zona privada y segura, protegida del caos exterior. En 1991, durante la primera guerra del Golfo, por cada 100 soldados había un contratista militar. En 2003, cuando empezó la guerra de Irak, por cada 100 soldados había 10 contratistas. En 2006, por cada 100 soldados había 33 contratistas. Un año después, por cada 100 soldados había 70 contratistas. En julio de 2007, había más contratistas que soldados en Irak. Esto iba incluso más lejos de lo que Milton Friedman se había atrevido a soñar. Lo único que no privatizaría son las fuerzas armadas, los tribunales y algunas carreteras y autopistas. Una de las empresas contratadas más relevantes era Blackwater USA. Durante la batalla de abril de 2004 en Nayaf, Blackwater asumió el mando de los marines estadounidenses. Docenas de iraquíes murieron durante la operación. Estados Unidos había blindado las empresas privadas contra las leyes iraquíes, por lo que éstas funcionaban en un vacío legal, un poco como Guantánamo. Le pregunté al secretario de defensa hace un par de meses bajo qué se rige. El señor Rumsfeld... Iba a preguntárselo yo, siga. ¡Socorro! ¡Iba! Del mismo modo que la terapia de shock de Cameron dejaba a los pacientes confundidos y desechos, los múltiples shocks infligidos a Irak redujeron al país a un estado de anarquía y violencia sectaria. En la época en que ejecutaron a Saddam, en 2006, morían mil iraquíes por semana. En abril de 2007, la agencia de la ONU para los refugiados calculaba que 4 millones de personas habían tenido que abandonar su hogar. Cientos de miles de iraquíes habían muerto. Creo que los historiadores escribirán con toda claridad que hicimos algo extraordinario y noble aquí. ¡Esta es una manifestación contra el terrorismo! ¡Contra el terrorismo americano! Los americanos arrestan y matan a mujeres y niños, insultan a los ancianos y matan a los jóvenes. ¡América es terrorismo! ¡América es terrorismo! Un mundo de zonas verdes y rojas. Cuando el huracán Katrina llegó a Nueva Orleans en agosto de 2005, el mundo presenció horrorizado una especie de apartheid del desastre. Quienes tenían recursos se marcharon de la ciudad, mientras decenas de miles de desfavorecidos tuvieron que quedarse prácticamente sin ayuda del Estado. Fui a Nueva Orleans cuando la ciudad todavía estaba inundada y descubrí que lo que había visto en Irak se repetía, no en un período de posguerra, sino después de un terrible desastre natural. Milton Friedman murió en 2006. La última recomendación que hizo sobre política oficial aparece en un artículo que publicó en el Wall Street Journal tres meses después del Katrina Dice, la mayor parte de las escuelas de Nueva Orleans están en ruinas y también las casas de los alumnos Los niños se han dispersado por todo el país Es una tragedia y también una oportunidad para introducir reformas radicales en el sistema educativo Proponía privatizar completamente los colegios de la ciudad Era su canto del cisne Gracias. Fui testigo de un proceso similar en Sri Lanka, en los días que siguieron al tsunami de 2004. A gente que había vivido en la costa desde hacía generaciones se le impidió volver a fin de poder privatizar la ciudad. los terrenos y venderlos a hoteles de lujo. Justo a esto me refiero con la expresión doctrina del shock, al saqueo sistemático del sector público después de un desastre, cuando la gente está demasiado ocupada haciendo frente a la emergencia, a sus problemas diarios, para proteger sus intereses. Tal vez el primer acto de resistencia sea negarnos a impedir que borren la memoria colectiva. En 2008, Naomi Klein visitó Villa Grimaldi con Isabel Morel, viuda de Orlando Letelier. Villa Grimaldi es un monumento a la crueldad del régimen de Pinochet y a su posterior derrota. Villa Grimaldi fue el principal centro de tortura mientras se buscaba implementar la política de shock económico. Esta es la que tú señalas en el libro, como las casas de uno por uno donde está el gobierno. No le tenía ningún cariño a Pinochet. Pero considero que fue nuestro maestro en muchos sentidos. Aprendimos qué era el mal. En 1988, Pinochet fue detenido cuando se encontraba en Londres. Su vieja aliada, Margaret Thatcher, permaneció a su lado. Sé lo mucho que le debemos. ¡Fuera, Che! ¡Fuera, Che! ¡Fuera! Hicieron falta 30 años para que el experimento económico que Pinochet fue el primero en probar diera la vuelta al mundo hasta Irak. Aún así, las similitudes entre pasado y presente son asombrosas. Entre los campos de concentración de Pinochet y el centro de detención de Bush en Guantánamo. Entre los desaparecidos de Chile y los de Irak. Entre los experimentos de Ewan Cameron y las torturas infligidas a los presos de Abu Ghraib. Ha llegado nuestro momento, nuestra ocasión. Borró todo el pasado. Por eso aplicaba electrochoques. Borraba el pasado del paciente e implantaba ideas nuevas. Pero Janine resistió. En 1988, la CIA accedió a indemnizar a Janine y a otras víctimas de los experimentos de Ewan Cameron. Janine, ¿estás orgullosa de que, aunque intentaron hundirte, tú has luchado con todas tus fuerzas y has vencido? En cierto modo, sí. En cierto modo. Porque creo que todavía me queda una pizca de fuerza de voluntad. Es muy difícil luchar contra un gobierno. La gente me decía, Janine, no puedes luchar contra el gobierno, no te das cuenta, son muy poderosos. Pero yo tenía fe en que ganaría. Los mercados no regulados son volátiles por naturaleza. Las burbujas se inflan y al final estallan inevitablemente. Tras la desregulación del Big Bang, en los 80, se han producido varios shocks económicos. En 1987 hubo un lunes negro. Los mercados se desplomaron de forma espectacular. Fue el mayor derrumbe porcentual ocurrido en un mismo día en la historia de la bolsa. En 1992 hubo un miércoles negro cuando los especuladores de divisas hicieron fortunas apostando contra la libra. En 1997 estalló la crisis asiática. En un año, 600.000 millones de dólares se perdieron en las bolsas de Asia. Y finalmente, en septiembre de 2008, los mercados financieros implosionaron. El mercado no está funcionando correctamente. Ha habido una pérdida generalizada de confianza. El 15 de septiembre, Lehman Brothers se acogió al capítulo 11 de la ley de quiebras. Solo una semana después, se anunció que los empleados de sus oficinas en Nueva York cobrarían 2.500 millones de dólares en primas. Se calcula que empresas de Wall Street pagaron 18.400 millones en primas el año del crack. Pese al torrente de retórica populista de quienes dicen plantar cara a los peces gordos y defender a los ciudadanos sencillos y no a Wall Street, nos encontramos ante una transferencia de riqueza, de proporciones incalculables. Se está transfiriendo riqueza del sector público, de las manos del gobierno, que la ha recaudado de la gente de a pie en forma de impuestos, a manos de las empresas y los individuos más ricos del mundo. Huelga decir que son los mismos individuos y empresas responsables de la crisis. Nos encontramos en medio de un tsunami crediticio imprevisible. He encontrado un fallo cuyo alcance y duración ignoro, pero es algo que me tiene muy inquieto. En Estados Unidos, la crisis financiera propició la victoria de Obama. El país quería cambiar de rumbo. Hola Chicago! Esta crisis está claramente considerada por casi todo el mundo un resultado directo de esta ideología concreta de la desregularización y la privatización. La magnitud de la crisis abre una puerta a la esperanza. La doctrina del shock como estrategia solo funciona si no sabemos que existe. Lo que me parece más esperanzador de la crisis económica actual es que esta táctica se está desgastando, pues el factor sorpresa ha desaparecido. Los tenemos calados y ya no nos engañan. Nos estamos volviendo a prueba de shocks. La última vez que el mundo sufrió una crisis financiera tan grave como esta, la gente abrazó las medidas keynesianas del New Deal. Quiero expresar mi firme creencia de que no debemos temer a nada, excepto el miedo mismo. Más de un millón de personas se desplazó a Washington para asistir al discurso de investidura de Obama. Muchos periodistas lo compararon con Franklin Roosevelt. Últimamente se han trazado muchos paralelismos entre Obama y Franklin Delano Roosevelt. Así que hablaré un poco de este último. Les contaré una anécdota estupenda que podría ser inventada sobre cuando lo visitaban representantes de sindicatos u organizaciones progresistas y le proponían medidas nuevas y avanzadas para que las incluyese en el New Deal. Él los escuchaba con atención y al final decía, ahora salid ahí fuera y obligadme a hacerlo. Y ellos así lo hacían. En 1937, año clave para el New Deal, ¿saben cuántas huelgas se declararon en Estados Unidos? 4.740 huelgas que duraban un promedio de 20 días. ¿Saben cuántas huelgas hubo en 2007? Dos. Veintiuna. En fin, la otra razón para recordar esta historia de la lucha social es que nos dice algo muy importante, algo que debemos recordar en estos momentos en que nos jugamos tanto. Nos enseña que si queremos políticas contra la crisis, que hagan de este mundo un sitio más sano, justo y pacífico, tendremos que salir ahí fuera y obligarlos. Gracias. ¡Volvemos en dos minutos!