Mi intención es hablar de evolución humana en general, con cosas relativamente sencillas, tratando de contar cuáles han sido, o pensamos los científicos, que han sido las claves biológicas y culturales del ser humano. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? En una larguísima historia biológica de evolución, bueno, larguísima en términos relativos, porque claro...
Las personas que trabajan en el Cámbrico, que están en la sala, por ejemplo, dirán que esto es, como decía un buen amigo nuestro, polvo recién caído en el camino, es prácticamente nada, estamos hablando de seis millones de años, es muy poco tiempo, pero es un tiempo que para nosotros es muy importante. Los genetistas disputan, discuten sobre cuándo nos separamos del linaje de los chimpancés. Hay una publicación, la última que yo conozco, pues habla de 7-8 millones de años, quizás sea menos, no sabemos, en fin, la genética tiene sus propios métodos, y algunos científicos hablan de 6, otros de 7, otros de 8, no es fácil, no es fácil saber.
Pero lo que sí es cierto es que compartimos un ancestro común con la genealogía de los chimpancés. Y el tiempo, aproximadamente 6-7 millones de años. de los cuales de la primera parte sabemos realmente muy poquito.
Lo que sí sabemos, porque la genética ha trabajado mucho y es una ciencia muy prolífica, es que compartimos nada menos que el 99% de nuestro genoma con los chimpancés. Es la especie viva más próxima a nosotros en este momento. De ahí nuestro interés, en mi caso particular, que formo parte de una sociedad que se dedica a la... a intentar conservar a estos primates que son una lección para nosotros.
Que conocemos, que compartimos el 99% de los genes es algo que se sabe desde hace tiempo, aunque yo creo que no habría sido necesario tanto dinero para averiguarlo, porque esto es algo muy sencillo, creo que es una cosa bastante obvia. Y bueno, además, por supuesto, también los gorilas, con los gorilas también compartimos bastante, ¿no? 98,5, creo que dicen los expertos, ¿no?
Y tampoco creo que se equivoquen, ¿no? Yo creo que es verdad que estamos muy cerquita de ellos. Y además, no es broma, o sea, ya sé que nos reímos, pero es cierto, cuando los primatólogos trabajan con los chimpancés, se dan cuenta de que efectivamente compartimos con ellos una gran cantidad de formas de comportamiento.
Ahora más en serio. ¿Qué sabemos de esos primeros ancestros? Pues realmente nada, casi nada. Hay muy poca información sobre los últimos 5, 6, 7 millones de años.
Prácticamente no sabemos nada, porque nuestros ancestros vivían en zonas selváticas, zonas tropicales de África, donde la materia orgánica se recicla con una enorme facilidad, con lo cual prácticamente todo desaparece, huesos, por supuesto, la materia orgánica. no queda nada. Y esto que tenemos en la pantalla es lo más próximo a nosotros, a la actualidad, que se ha conservado y que un maternes, que es un gran dibujante que trabaja en Nueva York, ha sido capaz de reconstruir a partir de esos restos esqueléticos que estáis viendo en la pantalla.
Ardi, los ardiipitecos. Esto es lo más antiguo que podemos reconstruir. Es fácil ver, por ejemplo, la...
la forma de los pies con ese dedo separado de los cuatro dedos, esos brazos tan largos en comparación con las piernas, esa cabecita tan pequeña, con un cerebro de 350 centímetros cúbicos, nada, prácticamente nada, nosotros tenemos 1.350, o sea, prácticamente nada, ardi. Seguimos adelante y hace 3,2 millones de años, Lucy, Nuestra famosa y querida Lucy, la madre de la humanidad, como se la llamó en su momento cuando se descubrió allá por los años 70, pues tiene un aspecto, o tenía un aspecto, también muy parecido a los Ardipithecus. Había cosas que habían cambiado, ahora lo vamos a ver, pero como veis su estatura era muy pequeña, un metro veinte, la cabeza realmente muy pequeña, 400 centímetros cúbicos, los brazos seguían siendo muy largos en proporción con las piernas. prácticamente idénticos, nada cambió.
¿Por qué nada cambió? Porque seguíamos viviendo en el mismo ambiente y cuando una especie vive en un ambiente el mismo no necesita cambiar, no hay selección. natural, no hay selección evolutiva que haga forzar, que fuerce el cambio de estas especies.
Por tanto, Lucy no era tan diferente a los ardipitecos. Pero algo sí que había cambiado. Por supuesto, erguidos, desde el principio erguidos. Primer carácter clave en nuestra evolución.
Caminábamos como caminamos en la actualidad, prácticamente sin diferencias. No pensemos en humanos que van semiagachados, eso no es posible siquiera. en evolución, caminaban erguidos. Y la evidencia está, por ejemplo, en esas huellas que dejaron Lucy y otros colegas suyos de otros miembros del grupo en unas arenas provocadas en unas cenizas volcánicas que provocó el volcán Sadimán en una erupción en África, en Tanzania, que luego llovió, se humedecieron, formó un barrizal y allí dejaron sus huellas. Bueno, esas huellas se han estudiado.
Se han estudiado para saber cómo era la pisada de aquellos ancestros. Hay otras pisadas de otros animales. Y es muy curioso, esas pisadas ya, las que vemos allí, las de la Aetoli en Tanzania, tienen una cosa distinta a los Ardipithecus. El dedo gordo, el quinto dedo, ya está unido a los demás, como pasa en nosotros. O sea, hace 3,7 millones de años el pie ya había cambiado.
Es decir, sí, erguidos. pero con pequeños cambios que ya se van notando. Por supuesto, el pie de los chimpancés con su dedo gordo, con el quinto dedo, bien separado de los demás, porque no caminan erguidos, son cuadrúpedos, como bien sabéis.
Seguimos adelante. Bueno, ¿qué comíamos? Esta es una buena pregunta.
Pues mirad, desde siempre hemos sido omnívoros, hemos comido de todo. Lo que ocurre es que, claro, si estos humanos están viviendo en una zona de selva, lo más lógico es pensar que se alimenten de vegetales, pues no eran vegetarianos estrictos, ni mucho menos, igual que los chimpancés. Los chimpancés no son vegetarianos estrictos, ni mucho menos, consumen cualquier cosa, orugas, insectos, incluso cazan también. Los chimpancés cazan, así que no sería nada de extrañar que estos humanos los australopithecus africanos, los australopithecus afarensis, también cazaran, fueran cazadores.
¿Por qué no? Lo que pasa es que a lo mejor la mayor parte de su dieta estaba formada por vegetales, por frutos, que era lo que tenían más a mano. Seguimos adelante. ¿Qué ocurrió?
No os asustéis por esta imagen. La voy a explicar rápidamente. ¿Qué sucede en los últimos cinco millones de años?
Pues que el clima empieza a enfriarse. Parece mentira. Ahora que estamos hablando de cambio climático, que estamos en un aumento de la temperatura, bueno, pues durante los últimos cinco millones de años la temperatura media del planeta, como observáis con esta línea roja, ha ido descendiendo. Por supuesto ha habido oscilaciones climáticas, pero en promedio, en global, esta es la tendencia, a bajar. Subiremos, ahora subiremos con el cambio climático, lo pararemos probablemente, pero de momento que sepáis que ha habido una disminución del cambio climático y además oscilaciones climáticas cada vez más potentes, las famosas glaciaciones y épocas interglaciares.
Esto ha, sin duda, ha marcado el devenir de la genealogía humana, sin duda. Esto es importante. Bueno, ¿qué ocurrió cuando cambia el clima? Bueno, pues que si cambia el clima, y además de una manera oscilante, pues las cosas cambian, el medio cambia. Y si el medio cambia, las especies se adaptan a la nueva situación o se extinguen.
Nosotros, nuestra genealogía no se extinguió. Muchas especies acabaron, terminaron, pero algunas pudieron seguir. Por eso hoy estamos aquí.
África cambia de ser prácticamente todo tropical, con selvas, con ríos, con vegetación y demás. De pronto aparecen los desiertos, el desierto del Sáhara, que tiene una extensión enorme en la actualidad, y también las sabanas. Y los humanos, de la genealogía humana, nos fuimos a vivir aquí. Y claro, hay que cambiar. Si estamos en un ambiente distinto, tenemos que cambiar.
Hemos de adaptarnos. Aprovechamos nuestra riqueza genética para adaptarnos a la nueva situación. Y entonces sí, entonces a lo mejor empezamos a ser más carnívoros o carroñeros, quién sabe.
Hay discusión, hipótesis sobre esto. Que seamos carroñeros, qué mal suena esto, ¿verdad? Haber empezado así. Por eso decimos, bueno, cazadores. Eso nos ennoblece un poquito más.
Aquí tenemos unos primeros homo, homo habilis, vamos a llamarlo así, o algunos antiguos homo, que están devorando a una cebra que quizás se hayan encontrado muerta o quizás cazaron. No sabemos. Otra cosa que está sucediendo en ese momento, hacia los 2,7 millones de años, 3 millones de años, aparece la primera tecnología que los arqueólogos son capaces de reconocer. Los chimpancés utilizan herramientas, utilizan piedras para partir las nueces, pero no cambian la materia prima. Los arqueólogos dicen que para que haya herramientas lo que se necesita es que haya...
una intervención humana para cambiar y modificar la materia prima con la que están hechas las herramientas. Esto es tecnología. Y la tecnología como tal, aunque sea tan simple como la que estamos viendo en la pantalla, pues tiene, que sepamos, por ahora, 2,7 millones de años.
En Etiopía se han encontrado varios yacimientos. E incluso se habla de más, de hasta 3,3 millones de años. Está por ver, está por discutir.
Yo soy bastante... partidario de que es así, de que posiblemente la industria lítica sea superior a tres millones de años, pero bueno, esto no es lo importante. Lo importante es que ya en esa época se está cambiando la materia prima.
Las piedras se golpean y se obtienen filos cortantes que sirven pues para desmembrar, para cortar la carne, para otras muchas cosas. ¿Qué más cosas están sucediendo en este momento? Bueno, la mano. La mano cambia.
La mano de un chimpancé la tenemos ahí. Es una mano que sirve fundamentalmente para agarrarse a las ramas, para coger objetos, por supuesto, porque también manejan esas piedras o cogen palos para coger termitas. Pero nosotros necesitamos algo más. Necesitamos tener la pinza de precisión. Es un elemento anatómico que casi pasa inadvertido, pero que es fundamental, ha sido fundamental en nuestra evolución.
Tenemos la posibilidad. de oponer el dedo pulgar con el dedo índice y con los demás dedos. Es la llamada pinza de precisión. Bueno, parece que es una cosa muy simple, muy sencilla, pero fundamental, una clave, una clave más para nuestra evolución.
Y fijaros, voy a más. Cuando se hace la disección de la mano de un chimpancé y de la mano de un humano, observamos cosas muy curiosas. Por ejemplo, nosotros tenemos más músculos en este dedo pulgar, en el quinto dedo, que un chimpancé. Es un dedo muy fuerte, con mucha más fuerza y además tiene más músculos que están aquí coloreados. Es decir, nuestra mano ha cambiado, es más fuerte, porque sirve para algo más que para agarrarse en las ramas.
Es la pinza de precisión. Seguimos. Bueno, por supuesto, algo que es muy obvio, que ha cambiado, es el tamaño del cerebro.
Nuestro cerebro ya no tiene 350 centímetros cúbicos, nuestro cerebro tiene unos 1.350, 1.400, es decir, hemos triplicado, cuadruplicado casi, el tamaño del cerebro de un chimpancé o de un arripiteco. Veremos, después hablaremos algo del tema, ¿no? Y además lo ha hecho de una manera muy rápida. En términos evolutivos, porque claro, cuando hablamos del Cámbrico, hablamos de épocas muy antiguas, estamos hablando de millones y millones de años, aquí estamos hablando de un par de millones de años, y un par de millones de años es muy poco tiempo para la evolución, pero sin embargo, el salto ha sido exponencial.
Hemos multiplicado muy rápidamente el tamaño de nuestro cerebro. Así que resumiendo lo que he dicho, en los últimos dos millones de años en adelante, hemos tenido tres cosas, cuatro cosas importantes. Por un lado, la pinza de precisión que nos permite hacer con habilidad herramientas de piedra. Por otro lado, un cambio en la dieta no quiere decir que nos hayamos hecho carnívoros ni nada de esto, sino que hemos modificado.
La proporción de elementos que tiene la dieta, hoy día el ser vegetariano es casi normal, yo casi soy vegetariano y no pasa nada, pero por cuestiones de salud, y un aumento de la capacidad craneal. Claro, muchos pensarán, bueno, el hecho de que nos hayamos hecho carnívoros ha incrementado la capacidad craneal y yo si soy vegetariano o vegetariana es que soy más tonto que los demás. No. No, en absoluto, para nada. Lo que ocurre es que hay una cosa importante.
Vamos a ver, si salimos a la sabana, a lo mejor tenemos menos alimento a mano que si estamos dentro de una selva. Por ejemplo, estamos en una selva, tenemos frutos, tenemos vegetales, tenemos a nuestra disposición gusanos, cualquier cosa. Pero si salimos a la sabana, no es tan fácil, no es tan fácil.
Hay que espabilarse un poquito más. Entonces es posible, es mi hipótesis, es mi idea, tuvimos que hacernos un poco más sociales y hacernos un poco más espabilados, por decirlo así, y por tanto la capacidad craneal, la inteligencia general en definitiva, pudo estar modificada por el hecho de que teníamos que conseguir un alimento que en la selva no se mueve. pero que en la sabana se mueve y a mucha velocidad. Entonces, seguramente puede que tenga esa relación, ese cambio, esa mayor capacidad cognitiva.
No hablo de tamaño, luego hablaremos de tamaño y de forma también y hablaremos de otras cosas y de conexiones, pero que sepamos esto, cuando hablo de cambios de dieta a capacidad craneal, no estoy diciendo que el hecho de comer más carne nos haga más inteligentes, por favor eso tenerlo muy en cuenta. Bueno, y nos queda otro elemento fundamental, que es el último elemento que ha sido clave en estos últimos dos millones de años, que es el tiempo. y los cambios en la duración del desarrollo. Vamos a hablar del crecimiento y del desarrollo, que ha cambiado mucho en los últimos dos millones de años y ha sido fundamental y clave en nuestra evolución en este tiempo.
Vamos allá. Por de pronto podemos decir que si vemos a nuestros hijos, crecer a nuestros hijos y a nosotros mismos, resulta que nosotros tenemos dos fases diferentes, nuevas, en nuestro crecimiento y desarrollo, que son la niñez y la adolescencia. Niñez, si queréis, segunda infancia, como la queráis llamar.
Pero es distinta, es distinto a lo que tienen los demás mamíferos. Mirad, este es un dibujo esquemático ya un poquito antiguo, pero no ha cambiado mucho, porque tampoco se ha averiguado mucho sobre cuándo aparecen estas dos fases nuevas de la evolución. Por un lado tenemos aquí, en la parte más izquierda de la imagen, tenemos a los chimpancés, australopithecus afarensis, que tenían una infancia larga, unos cuatro o cinco años, una fase juvenil, similar a la que tienen las demás especies de mamíferos, que duraba hasta los 10, 11 años, y luego ya adultos.
Ese color azul más oscuro es ser adulto. ¿Cómo somos en la actualidad? Pues tenemos una infancia que dura poquito, prácticamente poquito, esa fase rosa es esa segunda infancia o niñez, luego tenemos una fase juvenil que es muy corta, y luego una adolescencia... que dura prácticamente la mitad del desarrollo.
Totalmente distinto. El patrón ha cambiado una barbaridad. Hipotéticamente, podemos pensar, como se pensaba en los años 90, y esta es una imagen de esa época, de los años 90, y no ha cambiado prácticamente, pues, a lo largo del curso de la evolución humana, poquito a poco, hemos ido cambiando. Realmente, eso es muy poco. Hemos trabajado, hemos investigado, incluso también en Atapuerca, sobre este tema.
Y seguimos con hipótesis todavía muy poco formales sobre este tema. Pero bueno, en cualquier caso hay que fijarse en esto. Primero, que los más antiguos representantes de la genealogía humana tenían un desarrollo, un crecimiento muy similar a la de cualquier especie de mamífero, un elefante, un león, por ejemplo, y nosotros que tenemos un desarrollo, un crecimiento que es completamente diferente. ¿Qué consecuencias ha tenido todo esto?
Vamos a hablar un poquito de ello porque es un tema que a mí me gusta bastante. ¿Por qué aparece la segunda infancia o la niñez? Tiene que haber alguna explicación evolutiva al respecto, ¿no?
Es una nueva etapa del desarrollo. Bueno, vamos a verlo, vamos a analizarlo. Mirad, la infancia, esa fase primera del desarrollo, desde que nacemos hasta que...
somos en nuestro caso niños, pues es una etapa que es bastante larga en chimpancés, en gorilas, en orangutanes. Y probablemente también, casi seguro, podemos decir que lo era también en los australopitecus, en los parántropos, en los ardipitecos, en fin, en todas estas especies del pasado. La infancia podría decirse que es similar a la lactancia intensiva. Estas especies de primates tienen la duración de la lactancia que es muy larga. Por ejemplo, los chimpancés y los gorilas tienen una lactancia intensiva.
La lactancia intensiva quiere decir que no para prácticamente, aunque vayan introduciendo algo de alimento duro o de alimento en los pequeños y demás, casi todo es leche materna. Y claro, la lactancia intensiva inhibe la ovulación. Si inhibe la ovulación, quiere decir... que la mamá chimpancé no puede tener más hijos hasta que no termina de destetar a su primer hijo o a su segundo o a su tercero.
Bien, esto ocurre en los chimpancés, en los gorilas cada cuatro o cinco años y en los orangutanes ocho años. En nosotros, muy poquito tiempo, como bien sabéis. Vamos a verlo. Los simios antropoideos tienen muy pocos hijos. Tienen un promedio intervalo de nacimientos que es de unos cinco años en los chimpancés, de ocho o nueve en los orangutanes, que es una barbaridad.
Y su tiempo de fertilidad es prácticamente lo mismo que en nosotros, que en la especie humana actual. De manera que pueden tener muy pocos hijos, muy poquitos. Claro, es un riesgo demográfico.
sobre todo porque son especies que se encuentran en unas condiciones actualmente muy complicadas. La presión humana ha hecho que vivan prácticamente en reservas, en lugares que se están despoblando de árboles, de su hábitat y demás, y son especies que están en riesgo de extinción. Cuando nosotros no teníamos tanta modernidad, Estas especies también estaban ahí en el límite de la extinción, porque tenían una demografía muy bajita, muy pocos hijos, y eso era un peligro. Bueno, pues nosotros fuimos capaces, la genealogía humana, fuimos capaces de escapar de esa, no me gusta esta palabra, estrategia, porque la evolución no tiene estrategias, pero bueno, es una palabra que utilizamos en paleontología muchas veces, o en evolución, de una manera informal. para entendernos entre nosotros, porque la selección natural no tiene estrategias para hacer nada en la vida, pero esa estrategia tuvo que cambiar, tuvo que cambiar para que nosotros pudiéramos salir adelante.
Sigamos. La solución que encontramos fue la aparición de la segunda infancia o de la niñez. ¿Por qué? Bueno, pues lo que podemos hacer es disminuir el tiempo que dura la lactancia. De hecho, ahora las mujeres que todavía dan lactancia intensiva a sus hijos, pues lo hacen durante dos años, incluso más, ¿no?
Pero con dos años es más que suficiente. Con seis meses es lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud. Pero si son dos años, todavía mejor. Todavía mejor para los niños.
Es un regalo. absolutamente increíble que les podemos dar a nuestros hijos. Y después ya viene la segunda infancia o la niñez. Ya los niños empiezan a tener un sistema digestivo que está mejor preparado para poder digerir otros alimentos.
Con lo cual, las mujeres pueden volver a quedarse embarazadas, ya no está la hormona prolactina tan activada y, por tanto, una mujer puede tener más hijos. De hecho, bueno, todo el mundo sabe, en la época del baby boom a la que yo pertenezco, pues todas las mujeres tenían 6, 7 hijos, 14, hasta 20 hijos, ¿no? Barbaridades, ¿no? Se podían tener, ¿no?
Hoy día ya no es así, ¿no? Por otras razones que no vamos a... Y con eso, pues hemos modificado la estrategia y, por tanto, ya no estamos en ese riesgo demográfico. Ahora estamos en otro riesgo demográfico, que somos demasiados. Pensadlo también, ¿no?
Tiene también su gracia, ¿no? Bueno, ¿y conseguimos algo con esto? ¿Algo más que tener más hijos? Bueno, de entrada, pues un mayor gasto energético para los padres. Los padres lo pasamos mal porque, claro, tenemos más hijos y, por tanto, en fin, es un gasto energético para los padres, para la madre, que tiene que tener el hijo, y para luego el padre también, si colabora, naturalmente, ¿no?
Bueno... pero también conseguimos algo más, por ejemplo, tener un cerebro más grande. durante un mayor tiempo de crecimiento y desarrollo. Bueno, un beneficio también, ¿no?
Es correcto, podemos tener un cerebro mayor. Pero, cuidado, el tiempo no es lo más importante en esta situación. Vamos a verlo. Por ejemplo, el 90% del crecimiento cerebral de un chimpancé se produce a los cuatro años.
El 90% del crecimiento cerebral de un humano actual se consigue a los 5 años. Bueno, tampoco es tanta la diferencia. Así que habrá otra cosa, además del tiempo, que es... la velocidad de crecimiento del cerebro. Es mucho más importante la velocidad del crecimiento del cerebro, sobre todo durante la gestación, ahora veremos algún dato, durante el primer año de vida, en el que la velocidad de crecimiento del cerebro prácticamente es muy parecida a la de la última fase de la gestación, y hasta los 6-7 años de vida.
Va disminuyendo, obviamente, esa velocidad, pero... es muy importante. Por ejemplo, vamos a poner un ejemplo.
Casa de crecimiento cerebral en la semana 32 de gestación en un chimpancé, 4 centímetros cúbicos. Tasa de crecimiento cerebral en la semana 32 en una mujer actual, 25 centímetros cúbicos. La diferencia es increíble. Es decir, nuestro cerebro durante la gestación crece tan deprisa de manera que cuando una mujer va a dar a luz, ya el niño o la niña que va a nacer tiene el mismo tamaño cerebral que un adulto de chimpancé.
Fijaros las dificultades para el parto, tremendas, tremendas. Y el esfuerzo energético tan grande que tiene que realizar una mujer para dar a luz a un hijo con una cabeza tan grande que consume el 20% de la energía basal de todo el organismo. Hay hipótesis sobre esto, no voy a contarlas porque sería muy larga. la charla, pero bueno, que sepáis que esto ocurre.
Bueno, con esto lo que conseguimos al final, después de todo esto, es tener un cerebro muy grande, enorme, la gran ventaja, tenemos un cerebro que tiene 1.400 años, 400 centímetros cúbicos, 1350 creo que es el promedio, ¿no? Una gran cabeza, muy grande. Por supuesto, no quiere decir que aunque tengamos un gran cerebro seamos muy inteligentes. También hay otras cosas, otras cosas importantes en el cerebro, aparte de tener el cerebro muy grande, ¿no? Hay personas que pueden tener una cabeza muy grande y a lo mejor son menos listos que otros que tienen la cabeza más pequeña.
Es así, es verdad, Einstein tenía una cabeza muy pequeñita, si no mienten las crónicas. Bueno, hay otra cosa, otra cosa importante en nuestra evolución que tiene también que ver con el desarrollo cerebral. Y es que nosotros nacemos con un estado de desarrollo cerebral muy poco formado. Es lo que se llama altricialidad secundaria, es una palabreja.
pero bueno, se llama así, altricialidad secundaria. Somos muy altriciales, que sería el equivalente, bueno, el contrario a ser precoces, precociales. Son palabras que, en fin, tampoco quería ponerlas, pero bueno, aprendemos una palabra más, si es que no la conocíais, precoces frente a ser altriciales. Somos muy altriciales. Cuando nacemos, apenas nos movemos, Durante los primeros días de vida prácticamente apenas gemimos para llamar a la madre porque tenemos hambre y entonces la madre acude y ya está.
Luego ya empezamos a movernos un poquito y tardamos mucho tiempo pero es que a los tres meses un chimpancé ya está corriendo por la selva, corre que se las pela. Nosotros a los tres meses, hasta que no tenemos un año, no empezamos a caminar y hasta que no tenemos tres años no empezamos a corretear un poco. Ya se pararon un poco de nuestra madre, ¿no?
Por tanto, hay una diferencia muy importante. Algo está pasando en el cerebro que es muy importante para nuestra evolución, que ha sido muy importante para nuestra evolución. Por supuesto, más gasto energético para los padres, que somos los que estamos pagando el pato de esto. Pero bueno, tampoco pasa nada, esto es evolución. Y todas las especies, su objetivo fundamental es que la especie continúe.
Y en nosotros pasa lo mismo. Nosotros gastamos la energía precisamente para que la vida continúe, la vida de la especie Homo sapiens continúe. O sea que no es nada raro.
Los padres, cuando somos padres, pues lo que hacemos es dedicar toda la energía que podemos en nuestros hijos. Y si no lo haces, pues no eres un buen padre ni una buena madre. Esto es así.
Esto es evolución. Esto es biología. Esto es vida. Esto es así.
Esto es lo que somos. Es más, cuando nacemos, tenemos muy poca conectividad en el cerebro. Nacemos con muchísimas neuronas, fijaros, 100.000 millones de neuronas, pero sin embargo, las conexiones muy pocas, muy poquitas.
Hombre, tenemos muchas, ¿no? que movernos, tenemos que alimentarnos de nuestra madre, en fin, necesitamos hacer cosas y hay conexiones, por supuesto, que ya están incluso durante la fase embrionaria, pero no todas las que vamos a tener después, ni mucho menos. Además hay otra cosa importante.
Cuando nacemos, en los chimpancés ya ocurre antes, antes de nacer, empezamos a segregar una sustancia que se llama la mielina. Otra palabra técnica que utilizo, pero que bueno, mielina. La mielina es una sustancia, no voy a entrar en su composición, la podéis encontrar en internet o donde queráis, que sirve para proteger las fibras largas de las neuronas.
Esas fibras largas que se conectan unas con otras, y hacen que al final todo el sistema nervioso esté conectado. El cerebro, la médula espinal y todos los nervios, el sistema nervioso que tenemos en las piernas, en los brazos, etc. Y esa sustancia, la mielina, protege esas fibras largas.
Es una de las características fundamentales de la mielina, es que permite, no voy a entrar tampoco en tecnicismos, permite que tengamos una velocidad de conducción del impulso nervioso hasta 100 veces más que la velocidad de la mielina. mayor que si no tenemos mielina. Por tanto, es una sustancia importante que vamos poco a poco segregando para ir protegiendo esas fibras largas.
del sistema nervioso. Y ahora viene la adolescencia. No se me ha olvidado, porque además es la mitad de nuestro crecimiento y desarrollo.
Una fase terrible. Yo tengo una hija adolescente, sé de qué estoy hablando. Terrible. Es una fase terrible, pero también muy importante. Muy importante para el desarrollo del sistema nervioso.
Entre otras cosas, por supuesto. Por ejemplo, durante la adolescencia... hay un engrosamiento del cuerpo calloso.
El cuerpo calloso es esa parte del cerebro que une los dos hemisferios, el hemisferio derecho con el hemisferio izquierdo. Tenemos el cerebro dividido en dos mitades, en la izquierda y la derecha, que están conectadas y si están bien conectadas, pues tenemos un cerebro estupendo, porque es como mejor, cuanto más conexión entre las dos partes, en la izquierda y la derecha, pues mucho mejor. Bueno, pues durante la adolescencia se produce un...
engrosamiento hay más conexiones entre la parte izquierda y la derecha. Esto ocurre durante la adolescencia. Ocurren muchas más cosas. Estaría hablando de aquí de la adolescencia durante una hora porque me lo sé muy bien por eso que he dicho de mi hija, porque me interesa mucho saber qué es lo que le está pasando, que fue lo que nos ha pasado a todos los que estamos aquí. Además, hay un mayor número de conexiones entre el hipocampo, que es el directorio de la memoria, de la parte que tenemos en la memoria, y el área prefrontal, ahora hablaremos de este área, de la corteza cerebral, hay muchas más conexiones.
Y también hay muchas más conexiones dentro de ese área prefrontal. Voy a beber un poquito de agua, si nos importa, porque veo que empiezo a raspear. Y eso quiere decir que hay que beber.
Bueno, disculpad, vamos allá. Mirad, esto tampoco os asuste, es una gráfica, pero quiero que veáis una cosa. En los chimpancés, en rojo, las líneas rojas, es cuando se está formando la mielina, esa sustancia que permite que las neuronas vayan 100 veces más... deprisa. Fijaros en los chimpancés, empiezan antes del nacimiento, que se ve muy bien, antes del nacimiento, la línea roja llegaría por aquí, antes de los cero años, y en nosotros empieza aproximadamente el nacimiento.
Fijaros qué ocurre con la línea roja. Bueno, hacia los 15 años, para abajo. A los 15 años, un cerebro de un chimpancé ya está formado. Ya no solamente ha crecido, sino que además ha desarrollado toda la mielina que tenía que desarrollar. Pero nosotros...
hacia arriba qué es lo que está pasando resulta que tenemos ya 20 años 28 30 años y seguimos en fase adolescente del cerebro es decir nuestra adolescencia normal, la que nosotros siempre hemos considerado cuando ya somos adultos, termina teóricamente a los 18 años, que es cuando los huesos ya se han formado, han formado, ya todo está soldado, ya no vamos a crecer más, ya se acabó la adolescencia. No, la adolescencia cerebral hasta el final de la tercera década de la vida sigue todavía. Esto lo saben los científicos desde hace muy poquitos años, muy poquitos años, sorprendente.
Es por ello que cuando se decía, a mí me decían, no, no, es que las mayores innovaciones que ha habido en la ciencia, en la literatura... todas las artes en general, las han producido personas entre 25 y 35 años. Y yo decía, bueno, pues sí, es verdad, es cierto, es correcto, a lo mejor es porque la gente vivía menos tiempo, ¿no? Pues no, hay una razón objetiva, una razón científica. A los 30 años, 30 y pico años, es cuando tenemos el cerebro en su mayor potencia, en su mayor capacidad.
Eso no quiere decir que ya, oye, a los 40 ya nos tengamos que retirar. Aquí estoy yo con 66 que voy a cumplir y estoy dando una charla y no sé si se me está entendiendo, espero que sí. Espero que sí, ¿no? Bueno, creo que por lo menos hay una cosa que tenemos y es que tenemos experiencia. Y además otra cosa, si seguimos estudiando, estudiando, si seguimos esforzándonos, si seguimos leyendo, estudiando, etc., seguimos conectando neuronas y las seguimos conectando hasta el final de nuestra vida.
Esto es importante. Aunque, insisto, lo que nos dice la ciencia es que hace los 30 años es cuando el cerebro está en su mejor momento. 30, 32, 35 años es su mejor momento.
Pero, bueno, esto es lo que nos dice la ciencia y que los que tendremos más edad que nosotros. que no nos acomplejemos, que podemos seguir todavía haciendo muchas, muchas, muchas cosas. Esto es simplemente una imagen muy visual de ver cómo los colores más verdosos indican menos mielina y los más azulados indican más mielina. Y precisamente es la última parte que tarda en la que se forma la mielina, es esta parte frontal que tenemos aquí, esta parte que está cinco veces más desarrollada.
que en un chimpancé. Por eso tenemos el cerebro así tan elevado, con la frente tan vertical. Bueno, este lóbulo frontal, ya se sabe, es donde se producen una serie de habilidades cognitivas que consideramos humanas.
El lenguaje tiene una relación con esto, aunque hay otras áreas, el área de Broca y de Bernique, el área frontal tiene que ver con el lenguaje, la capacidad de concentración en el trabajo, la planificación. Recuerdo cuando mi buen amigo Pepelu me llamó para planificar esta charla. Fue en agosto del año pasado, un año entero planificando esto. ¡Qué gran capacidad, Pepelu! Tremenda capacidad que tenemos los humanos de planificar cosas a tan larguísimo plazo.
Pero cuidado, un chimpancé también planifica. Los chimpancés se esconden palos para utilizarlos al día siguiente. También planifican, lo que pasa es que lo hacen con más modestia. Nos anticipamos a los acontecimientos.
Podemos pensar que va a ser un chimpancé. va a suceder dentro de dos o tres días o dentro de un mes, anticipamos los acontecimientos, mantenemos las ideas en la mente, somos capaces de estudiar y retener información, en fin, integramos la memoria, etc. Es una parte, digamos, vamos a llamarla así, racional, aunque no me gusta la palabra, de nuestro cerebro. Y tenemos otras partes en el cerebro que están relacionadas más con cuestiones como las emociones, las relaciones sociales, pues, reconocemos rostros, hay una serie de cosas que tienen relación con cosas más básicas, regulación del sistema endocrino, del sistema nervioso, los latidos del corazón, etc. Todo esto está organizado o está controlado por el sistema límbico, que es otra parte del cerebro.
Muy importante, si no tuviéramos esta palabra, esta parte del cerebro seríamos robots, sencillamente robots. Hay una... interferencia muy importante entre las emociones y la parte más racional de nuestro cerebro y es con ello que tomamos las decisiones una decisión no se toma simplemente con el área frontal o con el área prefrontal se toma con las emociones te emocionas tienes un sentimiento y con lo contrastas con esa parte del cerebro y tomas una decisión O sea que esta parte también es importante, y como insisto, que si no la tuviéramos seríamos autómatas, seríamos auténticos robots. Luego han aparecido otras cosas en la evolución, como el simbolismo, por ejemplo. He puesto los dos escudos por si hay alguna pregunta.
alguien del Barça que me perdone, también felicito al Barça por sus éxitos. Y bueno, pues el simbolismo es muy importante, es algo que ha aparecido y que el lenguaje que tenemos en la actualidad es bastante simbólico y el simbolismo es una parte que forma parte es algo muy importante en la vida de nuestra especie, de Homo sapiens. Aquí estamos entrando ya en cuestiones culturales. Nuestra especie después ha producido arte, música, ahí vemos una flauta hecha con un hueso de ave, de buitre, en fin, las estatuillas del pasado, etc.
Todo esto ya forma parte de unas habilidades cognitivas diferentes a las que te podía tener un... un australopithecus, un homo habilis, capacidad para el lenguaje, lenguaje hablado y simbólico es realmente muy importante en el desarrollo cultural y biológico también de nuestra especie, aunque está el tema de los neandertales, hablaban los neandertales, tenían algún tipo de entrada, ahora hemos sabido que pintaban en las cuevas y hace mucho tiempo que se sabe que enterraban a sus muertos. y se enterraban a sus muertos y encima les dejaban flores, como pasó en un yacimiento que hay en Irak, el yacimiento de Sanidar, pues los neandertales no eran tan distintos de nosotros. De hecho, hay una cosa que siempre cuento, y es que cuando nosotros salimos de África, cuando se forma la especie humana Sapiens e intenta salir de África, lo hace por el estrecho de Bab el-Mandeb, que está en el cuerno de África, entre Eritrea y Yemen, y sin embargo tardó pues...
creo que fueron, vamos a ver si el primer sapiens que se ha encontrado allí tiene 180.000 años y llega a Europa hace 50.000, 130.000 años que tardamos en salir por el corredor levantino, es decir, por donde están ahora los estados de Israel, Fin Siria, todos estos países en conflicto, por ahí tardamos 130.000 años en salir. Había una barrera demográfica que eran los neandertales que no nos dejaron pasar, por tanto, no eran tan tontos. absoluto. Los neandertales pintaban en las cuevas, como se ha publicado recientemente. Los neandertales posiblemente hablaban, tenemos algunas evidencias y, bueno, pues en fin, era una especie bastante potente, especies hermanas, por supuesto.
Bueno, y ahora me voy a hacer una pregunta ya para terminar la charla. Este es un cráneo que tiene 160.000 años. Es un cráneo de sapiens, de homo sapiens, es africano.
Se encuentra en Etiopía. ¿Veis alguna diferencia? diferencia con un cráneo actual? Bueno, este es un poco más robusto, un poco más así brutote, pero también hay gente con cráneos así, no penséis tan bien, con cráneos así con las cejas prominentes y demás, pero bueno, ya el cráneo está redondeado, ya es un sapiens, es un sapiens de libro, de práctica, 160.000 años. ¿Cómo vivía este sapiens?
Así, hacía fuego, cazaba, recolectaba, tenía a lo mejor algunos elementos para vivir. Se movía, se movía según se movían los animales, en fin, esa era la vida que había hace 160.000 años. Y eran iguales que nosotros, exactamente iguales que nosotros. Bueno, si Homo sapiens apareció hace 200.000, o quizá 300.000, como dicen algunos investigadores ahora que tienen nuevos datos, nueva información, ¿por qué hemos tardado tantísimo tiempo en llegar a los avances tecnológicos que tenemos?
tenemos en la actualidad? Es una buena pregunta, ¿no? Porque si éramos iguales hace 200.000 años, ¿por qué no?
Bueno, mira, hay una respuesta yo creo que es bastante sencilla. Vamos a volver al campamento de hace 160.000 años. Aquí había un Einstein de la prehistoria que se le ocurría alguna cosa muy interesante, ¿no? Y decía, oye, pues mira, ha inventado una nueva tecnología de la piedra o de la madera o de lo que fuera. ¿A quién se lo contaba?
A la tribu vecina. ¿Y a los demás? No, tampoco. No, porque a lo mejor los demás estaban en guerra con ellos.
Entonces no llegaba, esa idea no llegaba. Eran muy poquitos y seguramente muy territoriales, como lo somos en la actualidad, como bien sabéis, y por tanto esas innovaciones que aparecían a lo largo del tiempo no llegaban prácticamente a nada. Por eso hemos estado miles y miles de años prácticamente sin avanzar, sin avanzar nada.
Esos Einstein de la prehistoria se perdieron, se perdieron. No fueron capaces de transmitir su información a las tribus vecinas y por eso hemos estado siendo cazadores y recolectores durante miles y miles de años y sigue habiendo, por supuesto, cazadores y recolectores. Pero llegó un día en que alguien inventó, en varias partes del mundo por cierto, un sistema nuevo de económico que es el neolítico aparece en China aparece en África subsahariana aparece en Mesoamérica y aparece en un sitio muy importante para nosotros porque somos subdescendientes aparece en el creciente fértil en esa región tan conflictiva que es el sureste de Asia, que siempre está en conflicto, pero de donde venimos todos prácticamente, los que estamos aquí, o casi todos, o por lo menos tenemos los genes de esas personas del neolítico.
Aparece una nueva forma de economía, la agricultura. y la domesticación de los animales claro esto es importante porque nos ata ya a la tierra ya no somos tan nómadas como son los cazadores y recolectores que se mueven por zonas muy amplias la agricultura nos ata nos ata a la tierra y además hay más producción porque somos capaces de sacar más beneficios de la tierra y de los animales aprovechamos a los animales que conviven con nosotros y todo esto es que general Un crecimiento demográfico a favor de esa estrategia que contaba al principio de la charla, el contacto ya entre los grupos, aparecen las ciudades, las primeras ciudades, los conocimientos ya se empiezan a compartir, los ancien de la prehistoria ya se conectan entre sí, socializamos por fin el conocimiento, ya somos capaces de compartir esas ideas, esas innovaciones. Naturalmente, ahora, en la actualidad, no hace falta que cuente mucho más. Hemos mejorado la transmisión del conocimiento, interactuamos, trabajamos en equipo o en grupo, intercambiamos las ideas. Cuando se produce intercambio de ideas, aparece lo que yo llamo las ideas emergentes, la innovación.
La innovación no son más que ideas emergentes que surgen cuando varias personas interaccionan e intercambian su información. La puedes intercambiar también leyendo. Si lees muchos libros, también estás intercambiando información con esas personas que han escrito esos libros.
Pero bueno, si lo haces con una persona viva, pues mejor todavía. Esas son las innovaciones. Entonces, explicamos ese éxito repentino del Homo sapiens, de nuestra especie, ese éxito cultural tremendo. en muy poco tiempo, en muy pocos años y los que tenemos algunos algunos años hemos visto gente viviendo en el neolítico prácticamente porque ahora tenemos un cerebro colectivo. Cada uno hace su parte y entre todos conseguimos lograr lo que estamos logrando.
Y este es el éxito de nuestra evolución. Esta es la última clave de la evolución de Homo Sapiens que ojalá dure muchísimos años. Muchísimas gracias a todos por vuestra atención y a la Fundación Juan Marx por haberme permitido esta charla. Gracias.