Mucha gente, mucha gente me dice que yo soy un buen profesor de español. No, no, no, no, no, no, no un buen profesor. Mucha gente me dice que yo soy el mejor, el mejor profesor, el mejor profesor de español. Me imagino que, bueno, quieren decir el mejor profesor de español en Internet, en Internet.
Tengo la impresión de que la gente cuando cuando me dice que soy un buen profesor, el mejor, el mejor profesor, lo que quieren decir realmente es que, bueno, que me entienden, que me entienden cuando cuando hablo. Por los comentarios que leo, por los comentarios que leo y por lo que mucha gente me dice, para muchos estudiantes parece que ser un buen profesor de español consiste sobre todo en que te entiendan, que los estudiantes te entiendan y que sepan por lo menos, que tengan por lo menos una idea general de lo que estás diciendo. Si ellos, si los estudiantes ven un vídeo mío en el que cuento una historia divertida con mi amigo Carlos o con mi hermano Pepe, por ejemplo, y entienden, entienden lo que digo, entienden lo que pasa en la historia, entonces ellos sacan la conclusión de que soy muy buen profesor, de que explico muy bien, que enseño muy bien, porque porque hablo, hablo, hablo despacio, no me como las palabras, vocalizo bien, ¿no? ¿Quieres dinero, no? ¿Quieres que te dé dinero otra vez?
No, no, no, no, escucha, escucha, Juan, no, no, no. No quiero que me lo des, sino que me lo prestes, que me lo prestes. Pero yo creo, yo creo que ser un buen profesor es otra cosa, ¿no? Ser un buen profesor no consiste en que la gente te entienda cuando hablas.
Yo, bueno, voy a decir algo, voy a decir algo que quizás pueda ser un poco polémico. No lo sé, pero es lo que yo pienso. Yo creo, yo creo que en YouTube, en YouTube no hay, no hay, en YouTube no hay profesores de español. En YouTube no hay profesores de ningún idioma. En YouTube hay youtubers.
Los profesores, los profesores están en las clases con los estudiantes, están en las escuelas de idiomas, en las aulas, en las universidades, en Skype o en Zoom, dando clases de idiomas a los estudiantes, ya sea de forma individual o en grupo. Ahí, ahí es donde están realmente los profesores de idiomas, no en YouTube, ni en Instagram, ni en TikTok, ni en ninguna red social. Yo, en fin, no sé, lo que yo hago aquí no es dar clase de español. Lo que yo hago en YouTube son vídeos, son vídeos, son vídeos que tú puedes usar para aprender español, pero no son lecciones, no son lecciones de español. Estoy preocupado, estoy muy preocupado porque cuando como, cuando como, tengo hambre.
Cuando bebo, tengo sed. Yo creo que estoy enfermo. Cuando como mucho, tengo mucha hambre.
Cuando bebo mucho, tengo mucha sed. Yo creo que estoy muy enfermo. Cuando como mucho, mucho, mucho, mucho, tengo mucha, mucha, mucha hambre. Cuando bebo mucho, cuando bebo mucho, mucho, mucho, mucho, tengo mucha, mucha, mucha sed. Yo creo que estoy muy muy muy enfermo.
Yo no lo llamaría a esto que yo hago una lección de español. Una lección es otra cosa. Esto es un vídeo, esto es un vídeo. Un vídeo, es un vídeo y una lección es una lección. Son dos cosas diferentes.
En fin, el trabajo, mira, el trabajo, el trabajo del profesor de idiomas, el trabajo del, el trabajo del profesor de idiomas es muy complicado, es muy complicado y es muy difícil de hacer. Es muy difícil de hacer si se hace bien, si se hace bien. Yo, si soy sincero, yo no he conocido muchos profesores de idiomas realmente buenos. Es un trabajo... Es un trabajo que requiere, requiere mucho tiempo, mucho esfuerzo y mucha dedicación.
No es, no es nada fácil. Preparar bien una clase de español exige tiempo, esfuerzo y mucha, mucha reflexión. Mucho análisis de cuáles son las necesidades de los estudiantes, qué actividades son las más apropiadas en cada caso, cómo llevarlas a cabo, cómo corregir los errores, cómo manejar la clase, la dinámica de la clase. Eso, eso es ser un profesor.
Eso es ser un profesor. Yo trabajé muchos años como profesor de español en diferentes escuelas de idiomas y también en la universidad y os puedo asegurar que para mí era un trabajo muy, muy estresante, muy estresante. No tanto la clase en sí, que bueno, también, también la clase, también la clase era estresante, pero sobre todo me refiero a que había mucho trabajo de preparación, todo el trabajo que hay que hacer antes.
Y también después, el trabajo de reflexión, que hay que hacer después de la clase para sacar conclusiones sobre qué ha funcionado bien, qué ha ido mal, cómo mejorar la próxima clase. O sea, un profesor de idiomas tiene que pensar la lección que va a hacer. Tiene que diseñar actividades.
Según el tipo de estudiantes, las necesidades, los objetivos que tienen esos estudiantes. Y eso, eso, mira, eso lleva muchísimo tiempo, muchísimo tiempo y exige, exige un esfuerzo, un esfuerzo mental muy grande. El estudiante...
El estudiante, por lo general, no se da cuenta de esto, no lo ve. El estudiante en clase no ve toda la labor que hay antes y después de las clases. Ve solo las actividades que lleva a cabo el profesor en clase.
bueno, decide si le gustan o no le gustan, pero nada más. No ve todo el trabajo que hay detrás. Y hay mucho, hay mucho trabajo, os lo puedo asegurar. Estoy hablando, claro, estoy hablando de los buenos profesores.
Obviamente también hay muchos profesores que no preparan las clases. Vale, eso también es verdad. Hay gente que, bueno, simplemente sigue un libro de texto. Al pie, al pie de la letra, al pie de la letra, paso por paso, página por página.
Hoy página 125, ejercicio 4.6. Mañana página 126, ejercicio 4.7. Y así, así todo el tiempo. No hablo, no hablo de ese tipo de profesores.
Hablo, hablo de profesores que preparan las clases, que diseñan actividades comunicativas para sus estudiantes según las necesidades que tienen los estudiantes. Como decía antes, para mí ser profesor, bueno, era un trabajo muy estresante al que yo le dedicaba muchas horas, muchas horas de preparación. Y luego, sinceramente, las clases, las clases no me salían muy bien, para ser sincero, no me salían muy bien, no me salían bien.
Mis clases no eran muy buenas. buenas, la verdad. Yo me lo pasaba bien en clase. Yo me lo pasaba bien porque a mí me gusta un poco actuar, ¿no? Y un profesor, bueno, pues un profesor de idiomas, un profesor de idiomas, tiene que actuar un poco, ¿no?
Los estudiantes, los estudiantes... estudiantes de un idioma no hablan, no hablan tu lengua, ¿no? Por eso lo aprenden. Y bueno, tú entonces tú tienes que usar el lenguaje corporal, la voz, los gestos de la cara, las manos para para hacerte entender, ¿vale? Llevar ropa, ¿vale?
Llevar ropa, llevo el sombrero, llevo las gafas, ¿vale? Llevo la camiseta. Recuerdo que aquí en YouTube al principio recibía muchas críticas por esto del movimiento, ¿no?
Porque yo me muevo mucho, muevo mucho. mucho las manos, en fin, hago muchas tonterías, digamos. Mi amiga Marta, mi amiga Marta en clase parece muy simpática. Siempre sonríe, es muy paciente, corrige a los estudiantes.
No, no se dice para un año, no. Se dice llevo un año, no, no se dice he vivido en Londres para tres años. meses se dice he vivido en Londres tres meses y ella continúa parece muy paciente sonríe pero por dentro por dentro ella está ella es un animal por dentro Por dentro ella, ella está muy nerviosa, está muy frustrada, está, está muy, muy, muy, muy...
Tiene... A mí me preocupa su salud mental, me preocupa su salud mental. Por dentro ella odia, odia esos momentos cuando un estudiante dice he vivido en Londres para tres meses.
Ella sonríe, por fuera sonríe, pero por dentro... Y mucha gente esto no lo entendía, ¿no? Pero es que yo no, yo no concibo, yo no concibo un profesor de idiomas o una clase de idiomas así.
Hoy vamos a hablar del pretérito perfecto de subjuntivo. El pretérito perfecto de subjuntivo es muy importante en español. Se usa para expresar ideas que no son reales, cosas que son muy difíciles de obtener. Eso, eso yo no lo podría hacer, tío, yo eso no lo podría hacer, ¿no? En fin, eso, que recuerdo que yo recibía muchas críticas por eso, porque muevo mucho las manos, en fin, que me decían que parecía que yo estaba loco, que yo estaba loco porque me movía mucho, en fin, no sé.
Pero yo en mis clases era así, en mis clases también era así. Yo, de hecho, cuando terminaba la clase estaba hecho polvo, ¿no? Terminaba, terminaba muy cansado, ¿no? Terminaba hecho polvo de tanto, de tanto como, de tanto como me movía, todo el tiempo yendo de aquí para allá, para arriba y para abajo, en fin.
Estoy estoy muy mal, estoy estoy estoy estoy hecho polvo, estoy tengo frío, tengo frío, me duele, me duele mucho la cabeza, me duele mucho, tengo una bolsa de agua, ¿sabes? una bolsa de agua porque tengo mucho frío, tengo fiebre. Yo creo que tengo fiebre y bueno, estoy hecho polvo, estoy hecho polvo, hecho polvo. Me duele la cabeza.
Voy a tomar una pastilla. Pero de todas formas... Esa parte de esa parte de actuación que tiene la clase de idiomas a mí me gustaba.
Yo tengo, creo que tengo un poco de madera de actor, de actor cómico. Madera de profesor quizá no, madera de profesor quizá no, pero de actor sí, un poco sí. Y bueno, por eso, por eso me lo pasaba, me lo pasaba bien haciendo un poco el tonto. Ya veis, ya veis cómo soy, cómo soy yo en mis vídeos, que estoy siempre contando historias.
En fin, mis locos. locura, ¿no? Pues en clase, en clase era un poco así. Trataba de contar historias divertidas, bromeaba con los estudiantes, hacíamos juegos, pero, ¿cómo digo?
Al final, al final, mira, las clases la verdad es que no me salían bien, no me salían bien. El resultado final nunca era, nunca era de mi agrado realmente. Yo nunca, nunca me sentía satisfecho.
Yo no me... En fin, yo no me consideraba un buen profesor. Yo escuchaba dentro de mí, dentro de mí una voz que me decía, no lo estás haciendo bien. Esto no es lo tuyo, Juan, esto no es lo tuyo. No me consideraba, no me consideraba un buen profesor.
Yo no creo haber sido nunca un buen profesor. Yo tengo un gran respeto por los profesores y por los profesores de idiomas en particular. Me parece una profesión muy, muy difícil, de verdad.
Y bueno, por eso yo ahora no... yo no me puedo considerar profesor de español aquí en YouTube, mucho menos, mucho menos que cuando trabajaba en la universidad. Los verdaderos profesores de español están en las clases, están en las clases trabajando con los estudiantes, ¿no?
No haciendo vídeos en YouTube. En fin, no sé, esa es un poco mi opinión. Y nada, en fin, ese era todo el comentario que os quería hacer hoy.
Es algo que llevo algún tiempo rumiando, dándole vueltas en la cabeza, algo que quería decir pero no encontraba, no encontraba el momento, el momento de hacerlo. Y agradezco, por supuesto, agradezco a todas las personas que me dicen que qué buen profesor eres, eres el mejor profesor. Yo sé, yo sé que son cosas que se dicen con cariño porque, porque, porque les caigo bien a esas personas, porque en fin, les gustan. vídeos, pasar un rato agradable viendo las tonterías de mi hermano Pepe, de Pepa, de Carlos. En fin, yo agradezco muchísimo todos esos comentarios.
Por supuesto que lo agradezco, me encanta, me encanta leer esos comentarios, me encanta que me digan que soy un profesor fantástico. Por supuesto que me encanta. Pero, pero, en fin, sí que quería matizar un poco esta cuestión que, en serio, hablando en serio, yo no me considero un profesor.
Antes tampoco. En fin, no era profesor, pero no era muy bueno. Y ahora, pues...
menos, menos todavía. Yo no creo que esto que yo hago sea, en fin, ser un profesor. Los profesores, ya digo, están en las clases.
Y yo, por supuesto, yo agradezco muchísimo todos todos esos comentarios. Me encanta leerlos, por supuesto. Por favor, seguir, seguir diciéndome que soy un gran profesor. Yo sé que no es verdad, pero me gusta, me gusta, me gusta leer ese tipo de piropos. Me gusta que me digan piropos.
Me gusta que me digan piropos. que me digan que soy guapo y que soy el mejor profesor. Yo sé que no es verdad, yo sé que no es verdad, pero me gusta leerlo, me gusta leerlo. Soy un poco así vanidoso, ¿no?
En fin, yo, de todas formas, yo creo que los vídeos que hago son vídeos útiles para aprender español. Yo creo que sí, yo creo que, en fin, para los estudiantes de español, mis vídeos, pues sí, yo creo que son buenos, es un buen material, ¿no? Para aprender en contexto, ¿vale? Y eso sí, eso sí, yo creo que ahí, eso es algo que yo hago bien, ¿vale?
Yo ser buen profesor... No creo que sea un buen profesor, pero los vídeos que hago no están mal, no están mal. Yo creo que pueden ser útiles, ¿no?
Pueden ser útiles para los estudiantes de español. Pero claro, ser profesor, ser profesor es otra cosa, ¿vale? Ser profesor es otra cosa. En fin, chicos, lo dejamos aquí por hoy. Esto era algo que tenía ganas de decir y que, bueno, dicho queda, ¿eh?
Dicho queda. Nos vemos, nos vemos en el próximo vídeo. terminamos!
ay no he dicho no he dicho empezamos al principio no? yo quería decir empezamos no lo he dicho bueno terminamos