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Aceptar el Proceso Hacia Nuestros Sueños

Si realmente amas ese sueño, bendice tu realidad. Nunca tendrás lo que todavía no ves si no eres capaz de bendecir y agradecer lo que sí estás viendo. No puedes casarte con tu sueño y divorciarte de tu realidad. Dale la oportunidad al Señor de que vea de qué estás hecho, cuál es tu esencia. Pablo escribió en Filipenses 4.11 el versículo más Trillado y quizá menos entendido de las escrituras. He aprendido a contentarme, cualquiera sea mi situación. Sé vivir humildemente. ¿Qué significa sé vivir humildemente? No me cambia el gozo. Puedo ser como la cubana. ¡Oh! Ahora sé cómo funciona el grifo. O puedo dar por sentado que tengo agua. Sé vivir humildemente y sé vivir en abundancia. En todo y por todo estoy enseñado, tanto para ser saciado como para tener hambre. Toca comer, gloria a Dios. Toca ayunar, gloria a Dios. Así para tener abundancia como para tener necesidad. Yo estoy preparado, estoy curtido, dijo Pablo. Y ahí dice aquella frase que a todos nos gusta sin ver el contexto. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Esto no es empoderarse. Todo lo puedo en Cristo, no es para declarar, para decretar, para tomar tu cero kilómetro, para poner las manos sobre una casa, para decir Señor, dame esa muchacha en el nombre, todo lo puedo, no es para empoderarse, no es magia. Todo lo puedo significa todo, lo malo y lo bueno lo puedo atravesar con Cristo. La pobreza y la riqueza. Aprendí a alegrarme cuando me toca bailar con Raquel y cuando me toca bailar con Lea. Aprendí a esperar con lo que quiero, por lo que quiero, pero también aprendí a contentarme por el proceso. Recuerda, todo aquello que vale la pena se cocina a fuego lento. Y tiene una riqueza y un sabor que no te lo da la premura o la inmediatez de un microondas. En palabras simples, sigue amando a tu Raquel, pero mi querida, mi querido, mientras dure la música... Hazte un favor, continúa bailando con la más fea. Antes de comenzar yo quiero hacer una aclaración pertinente, una exención, una suerte de descargo de responsabilidad, un disclaimer diríamos aquí. Si te consideras una persona súper espiritual, este mensaje no es para ti. Es más, podrías dar una vuelta por el lobby, salir al bookstore, al café y luego regresas. Si tu fe nunca flasheó, Si nunca cierras la Biblia, siempre tienes la Biblia abierta, tus pies nunca se desvían del camino angosto, entonces no te vas a identificar con esta historia, porque esta historia no es para gente que dice yo estoy perfecto. Si eres de los que llenan sus redes sociales con muchos versículos todo el tiempo y vas por la vida ofreciendo consejos que nadie le pide, y además inicias tu día con un Padre Nuestro y lo terminas con un Amén sin interrumpir. rompí esa oración en todo el día, bueno, te felicito, chapó, me quito el sombrero, lo celebro. Y no es ironía, solo que este mensaje no fue inspirado en personas que están por encima del promedio de la santidad. Este mensaje está dirigido a los que somos un tanto más torpes, a quienes tenemos buenas intenciones, pero no siempre lo logramos. y que a veces tenemos avances, pero también tenemos fallas. Caminamos, pero también nos caemos. Pero por sobre todo, este mensaje está dedicado a aquellos que sabemos que a pesar de nuestros errores, Dios nos ha ayudado. no se da por vencido por nosotros. Su gracia nunca cesa para con nosotros. Por eso este mensaje tiene como protagonista principal al patriarca más imperfecto de las Escrituras, o al menos el que a mi criterio me parece más imperfecto, que es Jacob. Y digo más imperfecto de manera intencional, puesto que en la foto del equipo de los héroes bíblicos parece como que hasta estuviese fuera de la iglesia. fuera de lugar, fuera de sitio. El apodo de Jacob significa engañador y era meritorio, en efecto Jacob engañaba. Fue el único personaje que se atrevió a pelear con Dios o con el ángel de Jehová, sea lo que sea con lo que haya peleado con un ser divino y eso le costó que se le dislocara la cadera y... Terminó cojeando, el ángel lo tuvo que herir para que lo soltara. Y así como te anticipé, esta historia es para aliciados, para los que cojean, para los que la vida los ha golpeado, para los que han tenido luchas con sus ángeles, han peleado por una bendición y salieron heridos, con cicatrices, o al menos a los que se sienten así. Como decía un hermano mío, hermano de sangre que se había apartado de Dios, él solía decirme no pierdas tiempo en mí porque yo soy un caso perdido. Y Jacob nunca escribió un proverbio, no compuso ningún salmo, el tipo nunca predicó, nunca dio una profecía, no dijo nada digno de destacar. Sin embargo, Jacob no es el chico que uno cree que es el chico bueno de la película, el héroe de un film. Pero si queremos saber más acerca de la gracia de Dios, si nos preguntamos si Dios podría usar una persona fallada, como mi hermano que decía, soy un caso perdido, entonces este mensaje que te voy a transmitir, yo creo que es el ideal. Cuando Dios quiso identificarse ante su pueblo, declaró ser el Dios de Abraham. El Dios de Isaac y también el Dios de Jacob. No sólo fue el Dios de Abraham y el Dios de Isaac, sino también de Jacob. Lo creamos o no, Dios usó a este hombre, a Jacob. Dios usó a Jacob a pesar de que él era un hombre de la vida. de Jacob. Dios usó al hombre a pesar del hombre. Dios le prometió en Génesis 28, 14, en tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra. A este, este que ahora vamos a ver. a ver que era un canalla, lo más parecido a un hispano que vamos a encontrar en todas las escrituras. Sin embargo, los antecedentes, a pesar de que Dios le dice, bendeciré a toda la familia a través tuyo, los antecedentes penales de Jacob incluyen palabras como truán, bribón, granuja, farsante, taimado, tramposo, pero por alguna razón Dios lo mantuvo en el equipo. Nunca lo sentó, nunca lo mandó al banco, nunca lo echó. Dios amó tanto a Jacob que lo procesó de mil maneras lo pasó por el tamiz lo pasó por el colador para sacar lo mejor de él yo he entendido a través de los años que todo aquello que se cocina a fuego lento tiene una riqueza y un sabor tanto en la vida como en la gastronomía que simplemente no se puede obtener con la premura o la inmediatez de un microondas yo sé que el microondas Macroway nos puede resolver ver la vida en dos, tres minutos, pero nunca va a tener el sabor de la gastronomía que se genera a fuego lento. Lo mismo pasa con la vida. Y lo interesante de esta historia es que si Dios pudo usar y pudo amar a Jacob, significa que el Dios de Jacob nunca se rinde con personas como nosotros, que nos va a bendecir, nos va a ungir, nos va a dar gracia. ¿Lo creemos, sí o no? Nuestro Dios, como decíamos estos domingos pasados, que dicho sea paso te recomiendo los mensajes si no los viste, nuestro Dios es el Dios de los que luchan, es el Dios de los que pelean, es el Dios de los que se caen más veces a veces de las que se levantan, pero que se levantan. Así que si hoy, esta mañana o tarde o noche, estás haciendo un casting para encontrar héroes bíblicos, bueno, tus tipos indicados a lo mejor serían Daniel, José, esos son héroes. Si aspiras dividir el mar rojo o invocar fuego del cielo, los hombres, los nombres que necesitan es Moisés, Elías. Sin embargo, si la vida te golpeó duro, Y estás cojeando como aquel hermano mío y te consideras también un caso perdido y dices, sabes, creo que hasta Dios se agotó de mí. Bueno, entonces tengo la historia perfecta para ti. ¿Estamos listos para oírla? ¿Sí o no? Muy bien. Por cierto, esta es una de las historias más... Curiosas, entretenidas, románticas e intrigantes de toda la Biblia. Sí, la prediqué, esta historia hace unos nueve años atrás en la Catedral de Cristal y también en algunas partes del mundo, hace 20 años. atrás cuando viajaba es una de mis historias favoritas pero yo llamé a esta la versión definitiva porque cada vez que uno va a las historias bíblicas como la palabra de dios está viva siempre nos da un condimento nuevo Nunca podemos decir, oh, esto ya lo oí, oh, más de lo mismo. La misma palabra en momentos diferentes de nuestra vida sabe distinto, nos alimenta y nos nutre de manera diferente. Y encontré varias gemas, varias perlas de la corona semiescondidas. en esta nueva versión. Como Dios había comenzado a procesar el carácter de Jacob, porque Jacob era un tipo bastante difícil, taimado, tramposo, no tenemos el tiempo necesario para relatarte toda su vida, pero en cierto momento de su existencia, Dios lo lleva a una región desértica llamada Aram. Ese viaje fue preparado por su propia madre, la madre de Jacob, Rebeca. Su plan, el plan de la mamá, era enviar a ese hijo lejos para que se quede con su hermano Labán, o sea, el tío del muchacho, porque Jacob había tenido serios problemas con su hermano, había robado una primogenitura, etc. Todo... viene al caso, pero no tenemos el tiempo de desarrollarlo. Quiero que nos ubiquemos en el episodio exacto donde la mamá, para proteger a Jacob, lo manda con su tío. Jacob no era un adolescente, era un muchachote, era un hombre. Y la madre pensó, lo voy a matar. a mandar un tiempo con mi hermano, con su tío, la van, para que quizá no solo consiga un empleo, bajen las aguas, los problemas familiares amainen, se apacigüen, sino que también para que encuentren alguna chica para casarse y sentar cabeza, que es lo que suelen decir las madres. De manera que Jacob pensó que iba a Arán. para encontrarse con su tío y casarse con alguna muchacha. Al menos esa era la premisa. Sin embargo, lo que Dios tenía en mente era procesarlo, tratar con él. La cosa es que Jacob viaja al oriente, a través del río Jordán, luego al norte hacia Damasco, porque puso el GPS, pasando por el río Éufrates hasta llegar a la actual Turquía. Lo primero que vio Jacob en Arán fue un pozo de agua tapado con una piedra pesada, que era lo que se estilaba para evitar la contaminación, el robo mismo del agua. y de pronto narra las escrituras que tres pastores se pararon cerca del pozo jacob que buscaba a su tío les pregunta a los tres caballeros si conocen un tal lavar porque ya había llegado a los campos de de esa ciudad y quería saber dónde se encontraba la finca de harán de su tío y lo que pasó a continuación génesis capítulo 29 versículo 9 lo describe de la siguiente forma dice todavía jacob estaba hablando con con estos tres pastores, con estos tres tipos, cuando llegó una muchacha llamada Raquel, con las ovejas de su padre, pues ella era pastora. Raquel llegó con todo su rebaño, cuando Jacob vio a Raquel, hija de Labán, el hermano de su madre, inmediatamente subió y quitó la piedra de la boca del pozo y le dio a beber al rebaño de Labán. lo describe ese fue un momento de película se nos puede pasar rápido si lo leemos al voleo en ese momento la banda sonora de la película cuando él la vio fue que sorpresas da la vida encontrarte en plena calle fue una chisca chispa en mi equilibrio dinamita que estalló y que 12 raquel lucía cabello negro a sabache para que la puedas ver Piel color miel, ojos felinos, color avellana con formas de almendras, una sonrisa que derretía corazones como el sol del mediodía del desierto, un cuerpo con forma de guitarra, no eléctrica, guitarra criolla, porque todos miraron inmediatamente para ahí, no, las otras guitarras. La de los trovadores. Un cuerpo perfectamente proporcionado, armónico, caderas adornadas con joyas del Medio Oriente, una piedra preciosa de tierras lejanas colgaba del ojo perfecto de su ombligo y ella... lo presumía con cierta discreción. Raquel era un retrato de feminidad, sensualidad y clase. No era una cualquiera. Y apenas Jacob la ve, sabe, percibe que se trata de una mujer intensa, lúdica y hasta un poco irreverente, diría yo. Y en el fondo de eso se sabe que de una mujer de esas características jamás se regresa. Raquel era un boleto de ida. Que no es lo mismo que mandar a la mujer de un boleto de ida para que no pueda volver. Boleto de ida significa que no... No digo si alguien va a usar después el piropo para que no lo arruine. No sé qué habrá pensado el hombre en ese instante, cuando la vio, pero me imagino que habrá... Lo habrá resumido como aquella mítica frase de Forrest Gump, el personaje que interpretó Tom Hanks, cuando dijo, puede que yo no sea muy listo, pero yo sé lo que es el amor. Cualquier hombre, como Jacob, sabe lo que es el amor. como en este caso. Y Jacob se enamoró perdidamente de aquella muchacha. Y como todo hombre enamorado a primera vista al ver que las ovejas de la muchacha tenían que beber del pozo, el tipo, cuando la vio, se quitó la camisa, flexionó los pectorales y movió la inmensa piedra. Nadie se lo pidió. Los tres pastores iban a moverse así. Y el tipo, dejen, dejen muchachos. Luego le dijo, listo nena, ya puedes usar el post, bueno no tú, las ovejas. E inmediatamente, luego hizo lo que nadie imaginó que haría. La Biblia narra que entonces Jacob besó a Raquel y alzó su voz y lloró. No hay interludios entre ambos versículos, desde corrió la piedra para que las ovejas de Raquel bebieran hasta la besó. O sea, no hubo plática, no hubo diálogo, no hubo un café mediante, la besó. Algunos teólogos describen que ese es un beso como una suerte de gesto cultural. con cierto respeto, pero no hay, a ciencia cierta nadie sabe cómo pudo haber sido ese beso, la Biblia no lo describe con particularidad. Entonces, algunos creen que fue un ligero beso en la mejilla, pero si fuese así, si fuese algo cultural y normal, la Biblia no lo mencionaría, no menciona el beso de cada quien, el ósculo santo que daba Pablo, otros apóstoles. Aquí dice la besó y hace especial énfasis en que fue besada. Yo quiero pensar que fue un beso más cinematográfico. Él la toma por sorpresa, le toma su rostro entre las manos, la besa apasionadamente y Raquel, como un reflejo inconsciente, levanta un pie del piso. Tampoco sabemos si él alcanzó a decirle algún piropo o algún halago. Supongo que, como Jacob tenía alma de bribón, porte de señor, ojos de gitano y piel de vividor, es probable que haya... su verborrea, su locuacidad, diciéndole algo como si sumaras todas las estrellas del cielo, todos los granitos de arena del desierto y todas las gotas de los océanos, recién comenzarías a tener una mínima idea de cuánto te amo, nena. Digo porque Jacob era un embaucador. Y la Biblia narra que luego de eso, Jacob lloró, la besó y lloró. El macho finalmente se quebró, quizás por la belleza de esta dama. Quizás por haber dado con semejante fémina, o porque no se sentía merecedor de una mujer así, o por todo eso, junto y en ese orden. El nombre de Raquel significa oveja, literalmente. En hebreo significa oveja. Así que Jacob dijo, yo quiero mi oveja. Raquel corrió y fue a buscar a su padre, Labán. No sabemos si se le contó del beso, de este encuentro fugaz con el muchacho, pero ahora sí va Jacob. y Raquel a ver a Labán. Jacob a su tío, su anfitrión, y Raquel a su papá. Y ahora sí, llegó el turno de conocer al verdadero villano de la película. Porque si bien Jacob tiene antecedentes de trampa, de engañador, de haber robado una bendición que no era la de él, una primogenitura, este es aún peor, este personaje. Labán era un tipo embaucador. Experto en fraude, sentimos. Era de los que envían e-mails diciéndote que fuiste elegido para heredar una suma millonaria a cambio de que transfieras una pequeña suma de dinero por adelantado. Esos tipos, en esas estafas, ¿no? Eras capaz de abrazarte y quitarte la billetera y el celular sin que lo notaras. Entonces, para que podamos visualizarlo también, ¿lleva una camisa de seda desabrochada hasta el ombligo? Varias cadenas de oro colgadas en el cuello, anillos de oro en cada dedo meñique, y a pesar de sus casi 60 años, luce un cabello teñido color rojizo que nunca en toda la película vamos a saber si es propio o un bisoñé de mala calidad. Y aunque nos cueste creerlo, Labán, este tipo, este comerciante, es la herramienta que Dios va a usar para procesar a Jacob. Por eso a veces nosotros en la vida decimos, Señor, quítame a esa persona de mi vida, quita a esa sinvergüenza de mi vida. Señor, aléjalo, dice, no, con ese te voy a procesar. Esa es tu lima para limarte, ese es tu martillo para darte. Labán, con su camisa de seda, bien árabe, no quiero estigmatizar a nadie, pero bien árabe en el sentido del Medio Oriente de ese tiempo, comerciante. Labán le da un apretón de manos a Jacob y le dice, bienvenido a la tienda, Habibi. Habibi, mi sobrino predilecto. Primera vez que lo veía. ¿Cómo está mi hermana Rebeca? Ah, mi casa es su casa. Jacob le dice, mira, no vas a creer esto, pero acabo de ver a tu hija, sé que la conozco hace cinco minutos, pero yo quiero casarme con esa bella mujer. Entonces me imagino que la conversación sigue más o menos así. Se queda absorto, mudo, Labán, y Jacob insiste, dime, dime que tengo que hacer, no pretendo que sea gratis, tú eres un hombre de negocios, que tengo que pagar a cambio de la mano de tu hija. Labán se pone la mano en el corazón y dice, ¡Ay, hija, bebé! Mi Raquel no está a la venta. Yo vendo cualquier cosa, vendo camillo, vendo caballo, vendo vaca, pero no vendo hija. A menos, no es barata. Ah, si tú tienes muchos camellos para ofrecerme, pudimos empezar a conversar. Jacob dice, no, no tengo camellos. Yo estoy dispuesto a trabajar gratis para ti. ¡Ay! Mi integridad no me deja aceptar trabajo de mi sobrino. Mira, mira, yo puedo cuidar de tus rebaños un año. ¿Qué te parece? Gratis, solo alojamiento y comida. Ay, Javivi, es que Raquel es mi hija preferida. Ay, no, un año no paga, no paga. No está a venta, no está a venta, pero no paga. mira estoy dispuesto a trabajar tres años por ella, tres años ay es que Raquel es demasiado bella, vale mucho más que tres años y Jacob que había movido la piedra para impresionar a Raquel estaba dispuesto ahora a moverse cielo y tierra para casarse con ella entonces dice estoy dispuesto a trabajar aunque sea una explotación aunque esto sea una usura cuatro años por ella cuatro años gratis por ella está bien habibi va en contra de mis principios pero lo haré solo porque soy romántico cerremos en siete años tipo peligroso filoso así que Jacob el nieto del hombre más rico de la tierra prometida acepta trabajar siete años gratis sólo por alojamiento y comida O Raquel era extraordinariamente hermosa o el codicioso comerciante Labán era demasiado persuasivo. Yo sospecho que fue una conjunción de ambas cosas. Y para describir el romance, la Biblia usa un lenguaje poético. que mínimamente produce un suspiro génesis 29 20 dice que una vez que se cerró la transacción jacob sirvió siete años por raquel y le parecieron pocos días debido al amor que le tenía siete años es que ver y suite Hasta aquí, más o menos normal para aquella cultura. Así hacían las transacciones, no tantos años, pero hacían las transacciones. Pero aparece una actriz secundaria en la escena, Lea. Lea era la hermana mayor de Raquel. A juzgar por la descripción bíblica, Lea no era precisamente Miss Génesis. La Biblia la describe así a Lea, dice, los ojos de Lea eran delicados, pero Raquel tenía una bella figura y un hermoso parecer. De Lea solo se mencionan los ojos de Raquel, se habla de la figura y del parecer. O sea, a diferencia de Raquel, no se mencionan sus rasgos, no se mencionan su figura. No nos consta que Lea fuera necesariamente una mujer poco agraciada, fea, pero lo cierto es que palidece en comparación de su hermana Raquel. Y un tema que no es menor es que, mientras que el nombre de Raquel significa oveja, No me lo van a creer, no es un chiste, pueden buscarlo. Lea significa vaca. O sea, vaca y oveja en la misma familia. Por fin se cumplieron los siete años de trabajo y llega el día de la gran boda. Siete años. Tiempo suficiente para planificar el casamiento. Y Labán invita a todos sus conocidos, los cabreros, los pastores, los granjeros que cultivan granos, los comerciantes. Génesis 29, 22 lo describe así, dice Labán, reunió a todos los hombres del lugar e hizo un gran banquete. La palabra banquete significa bebidas en abundancia. Por eso cuídense de usar esa palabra, prefiero que digan, vamos a hacer una santa cena, pero no digan banquete. Banquete significa bebidas en abundancia. fluyó como el agua y Labán se ocupó de que fuese así. Todo el mundo bebió mucho. Hubo música en vivo, carne argentina como corresponde. Después, en este orden, tequila, whisky, ron, vodka, ginebra, caña, brandy, mezcal, pulque, michelada, carajillo, capulín, rompope, sidra, coñac, pisco, martini, gin, margaritas y mojitos. para hacer la digestión. Luego llega el baile, Jacob tenía varios temas para bailar con su prometida, llega el momento de los lentos, ella lleva un pesado velo que cubre su rostro por completo, dejando ver solamente sus ojos y baila. como te dije alguna vez probemos una sola vez bailar pegados como a fuego abrazados al compás sin separar jamás tu cuerpo de mi cuerpo y la van con tu cabida y canta habiby pegados es bailar Las mujeres prepararon la tienda nupcial. Cubrieron el suelo con alfombras como se estilaba, perfumaron el aire con incienso, colocaron lámparas encendidas muy tenuemente en la tienda y a medida que se ponía el sol el escenario estaba listo para el momento mágico. Las ramas que se elevaban al compás de la banda que aún seguía tocando se convirtieron en siluetas danzantes en el círculo de la luz de la luna, las estrellas se asentaron como diamantes en el cielo nocturno aterciopelado. Labán fue a buscar a la novia y la condujo a la tienda, se la entrega a Jacob. Cuando llega el momento en que Jacob consuma, tiene que consumar su matrimonio, estaba demasiado beodo, estaba demasiado borracho, habían bebido todo eso que te dije. La Biblia no abunda en detalles de lo que fue aquella noche, obviamente, fue una cuestión de pudor y buen gusto. Solo sabemos que a la mañana siguiente, con el cerebro malo, más despejado, Jacó, y sin el estado etílico de la noche anterior, cuando ya el alcohol empezó a salir de su sistema, dio vuelta en la cama esperando ver a su encantadora Raquel y se dio cuenta que había pasado toda la noche con Lea. No era oveja, era vaca. Su taimado suegro y tío había intercambiado a sus hijas, ese era el plan. O sea, no sólo Jacob se había acostado, sino que había bailado con la más fea toda la noche. Jacob recobre la sobriedad de golpe, se pone los pantalones tambaleando, ofuscado, iracundo, hecho una furia, va a confrontar a su suegro. Le dice, ¡ay, me engañaste! Trabajé siete malditos años por Raquel, no por ella. La van, como todos comerciantes, sin perder la cordura, y dice, tranquilo, jadebe. La costumbre de nuestro país es casar primero a la mayor y luego a la menor. Como dijo alguien, solo te di mal la nota, querías la menor y te di la mayor. El que no entendió el chiste, no importa, no hubiera el caso. Pero era meterlo acá o no entra en ningún otro sitio. ¡Pero me engañaste! ¡Ay, ay, ay, ay, ay, ay, ay! Somos familia, no me va a picar, somos familia. ¡Cumple ahora! con la semana nupcial de Lea y por siete años más de trabajo no te doy la otra es buen negocio cualquiera de nosotros nos hubiésemos mandado a mudar pero Jacob no, terminó la boda de siete días con Lea la boda duraba siete días y se casó con su amada Raquel dijo ok, me la das ahora Trabajo siete años más, pero la quiero ya. Ese fue el trato, ese fue el negocio. Yo creo que, además, Jacob se aseguró en esa segunda boda de que no viniera con velo, porque es capaz de mandarme al hijo ahora. Y presumo que esta segunda boda fue mucho más discreta que la primera. No creo que tuviera ganas de hacer otra gran fiesta, otra gran parranda. Pero ahora Jacob tiene dos esposas y un gran lío en casa. Durante estos años a mí me ha tocado mucha gente, conocer mucha gente, que se enamora de un sueño, a veces incluso hasta platónico. Se enamora de una visión, de un proyecto y vive pensando todo el tiempo en ese sueño y la vida me ha cruzado con muchos jóvenes, por ejemplo, que me han dicho yo algún día voy a predicar en un estadio repleto, yo cierro los ojos y me veo ante un gentío o me dicen algún día compartiremos plataforma, escenario. Otros me dicen, grabaré un disco en los tiempos que se grababa un disco. Dios me mostró que voy a estar al frente de una gran iglesia, o voy a viajar por las naciones, o Dios me dijo que seré un gran empresario, millonario. No está mal tener sueños. El problema es que la mayoría, no digo todos, siempre hay excepciones a la regla, quiere solo casarse con el sueño, pero a costa de divorciarse de su realidad. Quiere el sueño, pero se quiere divorciar de la realidad. Ellos ignoran que cuando Dios nos mete en un proceso para darnos una nueva asignación, para tener a Raquel, primero hay que bailar una temporada con la más fea. Hablo siempre en términos metafóricos. A esta temporada se le llama proceso. Y para que ese proceso de Dios sea efectivo, hay que aprender a abrazar la temporada que nos toca en ese proceso, aprender a bailar con ese proceso, aunque no es lo soñado, que no es lo que estábamos esperando. Hay ocasiones que como Jacob sentimos que fuimos timados, que fuimos engañados, y hasta algunos pensamos que Dios fue el que permitió que nos estafen. Decimos, yo planificaba, Yo planificaba otro tipo de familia, yo planificaba otro tipo de vida, yo creí que iba a estar sirviendo a Dios de otra manera a esta edad. Y sentimos que alguien nos timó, alguien se interpuso en el camino a nuestro sueño, y no nos damos cuenta que en la mayoría de los casos es el proceso por el cual Dios necesita que pasemos, si es que queremos aspirar a una nueva asignación. No es un proceso que uno pida. No es un proceso que uno diga, me encantaría pasarlo, nada me gustaría más que pasar un proceso de bailar con la mafia, pero nos toca, hay ocasiones que nos toca. Dios nunca va a permitirnos casarnos con nuestro sueño, con nuestra visión, si es que menospreciamos nuestra realidad actual. El Señor dijo en Lucas 16, 10, aquel famoso pasaje, el que es fiel en lo poco también será fiel en lo mucho. y no es un tema menor el que no es fiel en lo poco dijo el Señor tampoco lo será en lo mucho o sea lo dijo en los dos sentidos y después agrega de modo que si no soy fieles con las riquezas de este mundo ¿quién les va a confiar las verdaderas riquezas. El Señor está diciendo, si no eres un buen administrador con lo que puedes ver, con lo que te toca ahora, con lo poco que tienes, ¿quién te hizo creer que te voy a permitir que seas millonario? Son como los que dicen, cuando seas prosperado voy a sembrar, voy a diezmar. Si no eres generoso ahora... con lo poco, ¿qué te hace creer que cuando tengas un millón de dólares sí vas a ser generoso? Y el Señor lo dice, si no sois fieles con lo ajeno, ¿quién les va a dar lo que te pertenece? ¿Quién les va a dar lo que os pertenece? Si no eres fiel con la temporada que te toca vivir ahora, es como aquel empleado que hace las cosas mal, llega siempre tarde, pero sueña con ser jefe algún día. No va a ser jefe nunca. Porque si no aprende a bailar con Lea, nunca se va a casar con Raquel. Va a casar con Raquel. Hace un tiempo le dije a un líder Estaba yendo y le dije, ¿qué te hace pensar, de verdad? ¿Que vas a ser el pastor de una gran iglesia? Si mientras fuiste oveja nunca pudiste obedecer ni sujetarte a una autoridad. Si mientras que estuviste siendo oveja te peleaste con todos, ¿qué te va a hacer pensar que Dios te va a dar un pastorado si no fuiste fiel en lo que Dios te asignó? ¿Por qué razón Dios te pondría de cabeza cuando nunca tuviste ni el carácter de ser cola? Si fuera uno de esos pastores modernos diría, dile al que está a tu lado, aprende a ser cola, pero suena feo. Si nunca tuviste el carácter para ser cola, Dios nunca te va a poner de cabeza, eso es así. Para que Dios nos ponga por la cabeza. por encima uno tiene que aprender la fidelidad de estar debajo cuál es nuestra reacción cuando sabemos que nos merecemos a raquel de hecho trabajamos por ella raquel tipifica el sueño del ministerio el trabajo el crédito la casa lo que sea cuál es nuestra reacción cuando trabajamos por raquel pero durante esta temporada nos toca bailar con lea Ahí es cuando surge nuestra esencia, cuando nos toca bailar con Lea. Ahí se ve la gente, ahí se ve de qué estamos hechos. Pero con Raquel somos todos ungidos. Cuando leguramos el sueño, hacemos la plancha, como dicen los que hacen windsurf. Pero cuando nos toca bailar con la más fea, cuando nos toca trabajar en lo que no queremos, agachar la cabeza y obedecer cuando no tenemos ganas de obedecer, ahí sale nuestra esencia. ¿Cuál es nuestra reacción cuando aspiramos el primer asiento? asiento y no solo nos envían atrás, sino que además nos dejan de pie. Y uno viene y me van a recibir y me van a aplaudir y a mí me han pasado decenas de veces y me dicen, no, no, atrás. ¿Cuál es nuestra reacción cuando pensamos que nos iban a honrar? Y no solo no nos honran, sino que nos ignoran. ¿Ese proceso es permitido por Dios? Hay gente que sólo sabe dar, si es que primero recibe algo. Eso no es ser radioso, eso es dar por conveniencia. Eso es querer negociar con Dios. Si Dios me da, yo voy a dar. Pero la palabra dice que estas señales seguirán a los que creen, nunca a los que creen. siguen las señales. Entonces hay gente que dice, si yo tengo voy a dar. No, eres dadivoso si das cuando tienes poco, cuando compartes el arroz, no el auto de alta gama. Hay gente que solo sirve para que lo sirva. Eso no es ser servicial, eso es ser egoísta. Hay gente que trata bien a la gente que necesita, al jefe, a la persona importante, pero va y basurea o maltrata al camarero. Eso no es ser buena persona. persona, eso es ser un ser interesado. Trato bien al que me conviene y al que no conozco y no me suma nada lo maltrato. Entonces la pregunta es, ¿quiénes somos cuando no recibimos nada a cambio por lo que damos? Ahí es cuando se ve un servidor. Porque hay iglesias que para que el voluntario sirva, el pastor lo tiene que llamar, acariciar, le tiene que dar la mano, tiene que pasar al privado, tomarse un cafecito con el pastor, si no se va y se ofende de muerte. En esta iglesia no hay amor. Pero después está el otro, el que dice, yo sirvo al Señor, lo vean o no lo vean. Me salude el pastor o no me salude el pastor, me ignoren o no me ignoren. Eso es servicio, eso es bailar con la mafia. Eso es no esperar recompensa y decir, Dios es el que me está viendo, aunque la gente no me vea. ¿No? Hay una frase muy famosa, muy viral, por ahí que dice, se conoce a la pareja en el divorcio. A los hermanos se los conoce cuando hay una herencia. A los hijos se los conoce en la vejez. A los amigos en las dificultades y a los socios se los conoce en las crisis. Y yo agregaría, y a un miembro se lo conoce cuando se va de la iglesia. A mí me ha sorprendido cómo hay gente que se ha ido, me ha pasado a mí, a decenas de pastores que cuando se van necesariamente tienen que hablar mal y ensuciar y difamar. Yo digo, mirá, nunca, era una ovejita, pero cuando salió le agarró un demonio y no es que le... agarró un demonio. Salió la esencia, era lo que era. Porque el que tiene cosas buenas para darlas va a dar siempre, independientemente de que a cambio no te den nada. El que da, da. ¿Nunca te ocurrió? Otra vez voy a criticar a mi pobre mamá. mamá pero mamá tenía una costumbre cuando cuando nos invitaban a comer le decía a nelly vengan con la familia el domingo a comer a casa una tía y mamá siempre preguntaba por cortesía hay que llevar algo la respuesta por cortesía hay no traiga nada no te moleste no hace falta que decía mi mamá menos No hay que llevar nada, viste que le pregunté, dijo que nada. Mi mamá no era una persona dadivosa por lo que veo. Lo que quería era quedar como dadivosa sin tener que llevar nada, porque el que es dadivoso, aunque le digan no traigas nada, va a llevar algo, aunque sea una botella de vino, algo, no puede quedar con la mano vacía. Pero no, ¿por qué? Y yo soy así, el que da, da. Es como cuando estás lavando los platos y estás lavando todos los que se ensuciaron y tienes una cuñada o una mujer que está ahí y dice ¡Te ayudo en nada! ¿Cuál es tu respuesta por cortesía? No, deja, yo veo cómo me arreglo, no sé cuándo voy a terminar porque llega hasta el techo esto, pero no importa. ¡Ah, bueno! ¿Puede decir es servicial porque se ofreció? No. Quiere quedar como es servicial, pero no sirve. Entonces la persona que es servicial es la que sirve cuando se trata de bailar con Lea. La persona que da es la que da cuando hay que bailar con Lea. La esencia de cada quien sale a la luz cuando le toca bailar con la más fea, no con la más linda. Ahí sale la esencia. Yo conocí a mujeres que me han dicho, yo pensé que conocía a mi esposo. Hasta el momento del divorcio, me di cuenta que era capaz de desearme la muerte. A padres que me han dicho, yo pensaba, pensábamos que habíamos hecho un buen trabajo de educación con nuestros hijos hasta que me transformé en un estorbo viejo, en un viejo estorbo y me abandonaron en un geriátrico, arrasaron con mis cosas y ni siquiera me vienen a visitar. Por eso yo no estoy de acuerdo con ese dicho que dice el dinero cambia a la gente. Cuidado, eh. No, eso no funciona así. El dinero no cambia a nadie. No tiene ese poder. El dinero solo sirve para exponer qué clase de persona era aún cuando no tenía dinero. El dinero te expone nada más. Cuando eras pobre nadie le importaba cómo eras. El dinero no cambia a nadie. Por eso hay gente pobre, financieramente orgullosa, pedante. Y gente con muchísimo dinero, muy humilde. El dinero no cambia a nadie. El poder tampoco cambia a nadie. ¿Vieron cuando dice el poder lo cambió? No, el poder revela quién es. Yo he sido testigo de gente que parecía extremadamente amable, gentil, hasta el día que se le asignó un puesto de poder. Y ahí lo perdimos. Conozco a uno en particular, que era un gran camarada ministerial. nunca había conocido a alguien tan gentil, tan atento, tan afable, tan servicial. Dios no me deja exagerar. Un buen día cuando todavía yo era un novato, bastante más torpe que ahora. le dije que oficialmente sea uno de mis líderes, esto fue hace muchos años atrás, y me preguntó que sea uno de mis pastores, y me preguntó, ¿de verdad crees que voy a estar a la altura? Y yo le dije, sí, yo confío en que lo vas a poder lograr con la ayuda de Dios. Y fue como si alguien hubiese encendido un interruptor o lo hubiese apagado, porque no fue un cambio paulatino, fue de la noche a la mañana, en pocas horas, pero en horas, se convirtió en manipulador. Impulador, malévolo, taimado, artero, pernicioso. Fue como que salió de adentro Hulk. Al día siguiente de su asignación ya estaba maltratando a todo el mundo. Un hombre que no mataba una mosca, ya estaba maltratando a todo el mundo. Y a la semana de tener ese flamante puesto de poder, me dijo que necesitaba el edificio de la iglesia. que teníamos en aquel entonces para celebrar un cumpleaños familiar. Le dije, nosotros no hacemos eso. Nunca mezclamos los negocios del reino con la familia. Y aquel hombre, que había sido dócil y enseñable desde que lo conocí, que ahora llevaba una semana... en su puesto me respondió enojado es que ahora que yo soy pastor pensé que podía tener ciertos privilegios y me cortó el teléfono un puesto no es que manejaba el pentágono puesto chiquitito un mundillo evangélico. A mí siempre me llamó la atención que un día el rey Saúl, ungido por Dios, el rey ungido, oye una cantata, una canción que le dedican a David que dice, Saúl mató a mil, David a sus diez mil. Y la Biblia narra y lo describe así. Y en ese momento un espíritu malo entró dentro de él. de parte del Señor, o sea, Dios lo permitió, pero un espíritu malo entró dentro de él. O sea, no se trata de que le entró un demonio que le hacía escupir espuma por la boca y le hacía girar la cabeza como la chica del exorcista. Pero yo te puedo contar con detalle. Con fecha y hora, los momentos en que un espíritu de celos, de rivalidad, de envidia entraron en el corazón de cierta gente que caminaba a mi lado. Porque este que te conté es un ejemplo, después he vivido muchas veces, yo te puedo decir el momento que vi que entraba ese espíritu. En un momento le cambió la mirada, lo habrás notado con algún ser querido, con algún pariente, te renovaste la casa. te mudaste, te compraste un autito, y dijiste, mira, mira que compré. Y el que fue siempre amable, y decía, te tienes que ir adelante, te voy a ayudar un día, hace... El momento en que le entró un espíritu de envidia. Y a partir de ahí, ya no te atiende el teléfono, empieza a hablar mal. Es en un momento que esos espíritus entran. La puerta de acceso a esa clase de espíritu suele ser más dinero a veces, una posición de poder, un diploma, un nuevo talento, una membresía, incluso hasta los papeles de la legalidad. Yo he visto gente que cambia así. Hasta ayer era indocumentado, humilde. Hoy le llegaron los papeles y no le tocas la mano ni con un palo. Mirá qué fino que fui, ¿eh? En esos momentos queda al descubierto la verdadera esencia de alguien. El proceso siempre revela de qué estamos hechos. Siempre. Por eso cada día me convenzo más que el secreto de un buen liderazgo... Es saber en quién delegar ciertas responsabilidades. Yo hablo mucho con otros pastores que me dicen, me dividieron la iglesia, el líder de jóvenes se llevó 40 jóvenes tras de sí, el otro fulanisto se abrió una iglesia a tres cuadras. Yo siempre digo, la gente no tiene la culpa. Uno tiene que tener el discernimiento para saber qué lugar, qué sitio puede ocupar cada quien, quién está preparado para que le digan pastor, porque a alguno le dicen pastor y se elevó como flatulencia de buzo. Estoy finísimo hoy, hoy estoy... Sí. Yo he entendido que un líder puede pervertir a una muy buena persona asignándole una responsabilidad que está por encima de su carácter. No estoy diciendo entonces no se puede confiar en nadie, sí, pero uno tiene que saber que si le damos la llave del automóvil al nene de 8 años, lo estamos condenando a la muerte. No es que no lo amo porque no lo amo no lo di el auto, porque un auto está por encima de su madurez, de su capacidad, de su edad. Entonces uno tiene que saber que uno puede pervertir a una persona cuando le asigna algo por encima de su capacidad. y dios lo sabe por eso no nos asigna algo nuevo sin pasarnos por un proceso para que jacob llegara a ser quien debía llegar a ser el patriarca que luego conoceríamos tenía que aprender a bailar con la más fea el taimado de su suegro de su tío era parte del propósito de su trato Yo mismo, aún cuando era más inexperto, yo arruiné a mucha gente por el simple hecho de darles un título en el afán de no sentirme solo, cuando todavía yo no había constatado si Dios había trabajado en sus carácteres o no. Yo recuerdo otro episodio cuando aún vivía en Argentina, yo tenía una productora de contenidos multimedia, un edificio donde estábamos generando contenidos para televisión, etc. Y en ese entonces trabajaba conmigo un excelente muchachito joven, posiblemente el más dispuesto y servicial que yo jamás haya conocido. No hay un solo día desde aquellos años en que no lo extrañé. Porque de chiquito estaba al lado mío y era un muchacho servicial. Y él no hizo nada para corromperse, yo lo hice. Un viernes por la tarde decidí ponerlo a cargo de la oficina. Él solo me agradeció diciendo que valoraba ese privilegio y dije, mira, le dije un viernes 5 de la tarde, quiero que te hagas cargo de la oficina, que seas una suerte de CEO interno, a pesar de que tienes corta edad. Eso fue un viernes. Pasa el fin de semana, el lunes por la mañana, yo decidí... decidido entrar un poco más tarde para darle la oportunidad a que él estuviera con los empleados, confiando además de que ahora tenía a alguien encargado de hacer que funcionara, que gestionara la oficina. Así que llego promediando el mediodía, me voy acercando a nuestro edificio y veo en la vereda tres muchachos de mi equipo. En la vereda, tres empleados. Entre diseñadores gráficos, editores de televisión. Entonces, alarmado, le pregunto, ¿qué hacen en la calle? Y los tres, muy enojados, me contaron que el nuevo general... y los había despedido esa mañana. En 10 años yo no había despedido a nadie. Ustedes dirán, aprendió de vos. No, yo nunca despedí a nadie, en 10 años me hizo falta. Este muchachito en 2 horas ya había echado a 3. Subí al elevador como una tromba, aturdido. Le dije, ¿qué crees que estás haciendo? Y el tipo estaba reclinado en su sillón con los pies sobre el escritorio. Y me dice, lo siento, pero yo no tolero que me falten el respeto. Así que decidí poner un poco de orden. Le quité el puesto de inmediato. La patada le debe doler hasta el día de hoy. Metafóricamente hablando. Si alguien no fue procesado en el carácter, no está listo para una nueva asignación. Por eso hay tantos maltratadores dando vuelta. Por eso las palabras de cierta gente no salen sazonadas con gracia. Porque la palabra tiene que ser predicada con verdad y con gracia. Para uno predicar con verdad y con gracia es como el médico que sale a operar pero no usa anestesia. ¿Quién va a un dentista que no cree en la anestesia? ¿Quién va hoy en día a operarse el en que dice yo opero, eh? Opero perfecto, lo que no uso es anestesia. Eso es predicar con verdad sin gracia. La gracia hace de que las cosas más duras no duelan. Porque uno percibe que vienen filtradas por el amor, no con las ganas de vengarse, de dolerse o desde el resentimiento. ¿Cómo viene la gracia y la verdad en un predicador, en una persona de Dios? ¿Cómo un líder, un voluntario hace para no maltratar, para que no le salga el maltrato porque simplemente sugiere? Si tiene una dosis de gracia y de verdad. Si sabe que no es cuestión de servir a Dios, también es cuestión de servir a la gente. Que el mandamiento principal no es sólo amar a Dios, sino también amar al prójimo. ¿Cuándo se aprende eso? Con el proceso, bailando con la más fea, estando en sujeción. Aguantándose gente que a veces no queremos aguantar, pero sujetando el carácter. Jacob se sintió un tonto trabajando gratis para un hombre que comerciaba con sus hijas como si fuera un ganadero. Y fue procesado durante 14 años. Soportó el mal tiempo, capeó los temporales. No sólo sobrevivió a su temporada con Labán, la aprovechó, la capitalizó. Yo a veces digo, fulanito estuvo al lado mío tantos años, no aprendió nada. ¿Cómo puede ser que alguien esté? A mí me ha tocado estar al lado de hombres de Dios, mirarlos en su caminar, en su manera, cómo se comportan al viajar, porque mirar a un hombre de Dios o a una mujer de Dios en un stage, lo hacemos todos. Pero yo me ha tocado compartir almuerzos, ver cómo desayunan, cómo se comportan, cuál es el trato con sus familias. Y algo se te pega, algo. Como dijo un predicador, uno es una manguera donde pasa el agua. Si el agua fuese la unción o la mentoría. Y al final uno queda mojado. Pero sin embargo hay gente que pasa por nuestras vidas y sale seca. Y yo me pregunto, digo, ¿cómo no aprendió? ¿Cómo pudo haber sido tan ciego, tan ciega, que sale y hace exactamente lo contrario? Y es porque nunca permitió que su carácter fuera moldeado. Dios usó a Labán para moldear el carácter de Jacob. Y la verdadera esencia de Jacob salió a la luz cuando le tocó bailar con la más fea. Yo recuerdo hace unos 16 años atrás, cuando en la Catedral de Cristal éramos un grupito muy pequeño. Yo pensaba que como venía de llenar estadios en Argentina, nuestro primer servicio inaugural iba a explotar de gente. Cuando yo me acuerdo de todo aquello, me pregunto si Dios no se habría reído mientras yo estaba haciendo mis planes, ¿no? Desde aquel primer servicio en la Catedral de Cristal me di cuenta que no iba a ser fácil, que no se trataba de hacer algo de publicidad, camisetas con un logo y que la gente va a hacer fila, no era así. Algunos creen que las cosas de Dios es, como decía mi papá, soplar y hacer botellas, y no. Cuesta 30 años hacer un éxito de la noche a la mañana. Y aquellos primeros meses siguen estando entre las temporadas más frustrantes y desilusionantes de mi vida. Pero no la cambiaría por nada, porque las frustraciones de esos procesos nos enseñan las lecciones más valiosas. Recuerdo que la primera vez que yo pisé el campus de la Catedral de Cristal, llamo a mi pastor en Buenos Aires, a Claudio Freyson, le digo, pastor, me acaban de contratar como pastor de la División Hispana de Catedral de Cristal. Como siento silencio... De otro lado de la línea, aclaro y agrego, le digo, pero voy a probar durante al menos un año a ver qué tal esto. Si no resulta, siempre puedo renunciar y regresar a mi casa en Miami. Mi pastor me dice, mira, como eres mi hijo, como sos mi hijo, te voy a hablar como papá. No es así como funciona. Tienes que hacerte la idea que vas a morir ahí. ¡Epa! Tienes que hacerte la idea que vas a dar la vida por esa gente. No sé lo que pueda pasar, pero tienes que, en tu mente, por tu salud mental, asimilar de que vas a pasar al menos una década en ese sitio. Te vaya como te vaya y salga como te salga, porque si la gente percibe que eres un asalariado y un contratado que vienes a probar cómo es el pastorado, lo va a oler. Y no vas a tener nunca hijos, vas a tener huérfanos que vienen a ver a alguien famoso, pero nunca vas a tener una conexión. Nunca la gente va a sentir que tienen un papá. Porque para que un pastor se transforme en papá, no tiene necesariamente que compartir. muchos asados juntos tiene que haber una conexión de compromiso pase lo que pase este tipo va a estar acá puedo pasar el peor momento y no va a andar dando vueltas por el mundo paseando probando sabe que dios lo asignó y hasta que cambie la orden va a estar ahí entonces uno tiene el sentimiento de raíz de estar enraizado Cuando uno sabe que papá puede estar o puede no estar, hablo de la paternidad espiritual en cualquier parte del mundo. Yo pensé, bueno, capaz que tenga razón mi pastor, pero yo sé que me va a ir bien. Y cuando pasaban los meses y la congregación no crecía, literalmente yo me sentía bailando con la más fea, digo, ¿qué cuerno hago acá? Y como si fuese poco apenas comenzamos a crecer, los anglos deciden vender el campus y dejarnos en la calle. La catedral de Cristal naufragó, la iglesia hispana quedó a la vera del océano con un pequeño bote. Parecíamos los sobrevivientes del Titanic. ¡Shack! Y aún tengo una gran cantidad de preguntas sin responder respecto a aquella temporada. Pero de aquella experiencia yo salí con una nueva convicción. Si no aprendemos a bendecir nuestra realidad, nunca Dios permitirá que nos casemos con nuestro sueño. Yo creo en la planificación. No planificar es fracasar. Pero algunas veces nuestros planes tienen que fracasar para que triunfen los planes de Dios porque los caminos son diferentes a los nuestros, son más altos que los nuestros. ¿Están conmigo, sí o no? Si no hubiésemos bailado con la más fea durante seis años, tres en la catedral en quiebra, otros tres dando vueltas por los hoteles sin edificio propio, hoy no existiría River. Nunca hubiésemos podido enviar casi 43 millones de dólares al resto del mundo, además de bendecir al planeta con los mensajes. Entonces, pocas cosas son tan desorientadoras. como esos tiempos intermedios entre la profecía y el destino entre lo que dios me prometió y lo que me toca vivir ahora como decir voy a las vegas lo que sabemos que vivimos acá y cuatro o cinco horas hasta las vegas en automóvil a una velocidad promedio la vega puede ser bonito de noche la iluminación pero el camino a las vegas mejor que tengas en mente que baja las vegas Porque ni señalización hay. De acá, no sé cómo será para ir de otras partes del país, pero de acá es un camino interminable donde en un momento es solo montañas y montañas, montañas y montañas. Bueno, eso es la vida a veces. Uno no puede maldecir el viaje esperando ser transportado inmediatamente al destino. Es como digo siempre la gente que dice, ¡Ay, mi sueño es tener un restaurante! ¡Ay, yo digo un restaurante con comida rica, poner mis cuadros! No, creo que es un restaurante. que el restaurante en la parte de afuera que él ve como comensal el restaurante de adentro la cocina que nunca entraste ese caos es infierno donde los chefs los cocineros los que están friendo papas insultan se pegan se golpean que no llegan que se les cae la comida el que quiera un restaurante tiene que conocer la cocina no creerán la cantidad de gente que se enamora del pastorado porque cree que es la foto ponerse un traje negro y el micrófono ahí Y no es así, pero es como el que mira al cantante y dice ¡Ay, yo quiero ser cantante! ¡Yo quiero ser como la Celine Dion! ¡Ay, quién fuera Luis Miguel! El Luis Miguel canta de los cuatro años. No tuvo infancia, no tuvo juventud, el padre le hacía... vivir cualquier caos para poder facturar. Entonces uno a veces ve la tierra prometida y no logra divisar el desierto. Y no hay nada que sacuda mejor nuestra vida que un mal diagnóstico, un despido, documentos de divorcio, que a veces... Lo bueno de eso es que nos obliga a buscar a Dios con una intensidad que no podemos fabricar de otra forma. El bailar con Lea tiene su manera de ponernos de rodillas. Y la forma en que manejemos ese baile, esas frustraciones, es lo que va a determinar si el resto de nuestra vida va a ser una tragedia o una comedia. Nosotros no podemos controlar lo que nos sucede, pero podemos controlar cómo reaccionamos a lo que nos sucede. Tu cónyuge te engaña, tu hijo está cada día más rebelde, tu jefe te despide injustamente, alguien te hiere de una forma que parece estar más allá de tu capacidad para sanarte. Aún así, tú escoges la actitud con la que vas a atravesar ese baile. Volviendo a nuestra historia, cuando el Señor vio que Lea no era amada, le dio hijos. Mientras tanto Raquel, la bonita, permaneció estéril. Lea tenía hijos de Jacob, pero no tenía amor. Raquel tenía el amor de Jacob, pero no tenía hijos. Entonces el tono y la agitación de la mesa de comedor en esa casa habrá sido una locura. Raquel y Lea se despreciaban. Era una batalla de voluntades y de úteros. Las dos doncellas eran rivales, era un nido de avispas de discordia doméstica. Ambas eran estériles, ambas. Una estéril de afecto y la otra estéril de hijos. Y Jacob estaba atrapado en el fuego cruzado, entre el fuego cruzado de dos esposas. Una vez que Jacob aceptó que debía amar a Lea y tuvo hijos con ella, el vientre de Raquel se hizo fértil. Pero no hasta que Jacob no aceptó su realidad. Luego pudo alcanzar sus sueños y tener hijos de la mujer que sí amaba. Raquel tipifica lo que tú sueñas y quieres. Pero Lea es el peaje de Dios para llegar hasta esa Raquel. Lea es el peaje. Hay muchos que están pagando un peaje para alcanzar el sueño. Y es parte, la salvación no se paga, pero es parte del proceso para una asignación. Nadie puede ser más salvo porque pague algo. No, yo no hablo de salvación, estoy hablando de asignación. El que quiera ser empresario va a tener que primero ser el mejor empleado. No me vengan con que, como no soporto estar bajo jefe, será que Dios me puso de jefe. No funciona así. Como no soporto tener un pastor, será que Dios quiere que yo sea cabeza. No funciona así. No funciona, simplemente eso va contra la ley, como ir en contra de la ley de gravedad. ¿Quieres tener tu propia empresa? Bendice el trabajo. que tienes con agradecimiento aunque se trate de limpiar mugre ajena en una casa que no es la tuya mientras que maldigas tu realidad no dios no va a permitir que te cases con tu sueño así funciona ese es el corazón agradecido quiere que dios te use y ser un canal de bendición bueno rinde tu propia agenda y sirve bajo alguien más Y a veces servir bajo alguien más va a ser no coincidir, porque los evangélicos entendemos mal la palabra lealtad. Decimos yo soy leal a fulanito o a fulanita siempre y cuando estemos de acuerdo, y eso no es lealtad. Lealtad es lo que tenía de... David para con Saúl, que Saúl le tiraba lanzazos para querer matarlo y él los esquivaba y seguía tocando la música y era leal para con el rey. La lealtad se ve cuando nos toca bailar con la más fea. Yo puedo decir que yo fui leal a pastores que me coartaron. Algunos me ayudaron y otros me pusieron un pie así encima. Y Dios lo permitía porque Dios quería que yo, si algún día iba a exigir lealtad, tenía que rendir el examen de la lealtad. Y la lealtad se rinde cuando no estás de acuerdo. Cualquiera es leal cuando se trata de Raquel. Pero pocos son leales cuando se trata de Lea. Pocos son leales cuando se trata de lo que no nos gusta hacer. Jacob aprendió a bendecir todo el lugar que pise la planta de su pie y bendijo cada temporada y bendijo cada proceso bendice el sitio que Dios te plantó si es que tu Raquel vale la pena No subestimes a Lea porque seis, seis de las doce tribus de Israel saldrán del vientre de Lea. La mitad de tus éxitos vendrán de aquello que no te gusta hacer ahora. La mitad de tu unción, de tu éxito financiero, de lo que vas a lograr... Vendrá luego de bendecir lo que no te gusta. Ese es el último examen que la mayoría no suele pasar. El examen de la sujeción, de la obediencia. Yo no predico esto para coaccionar a alguien, coaccionar a alguien, decirle, uy, tienes que obedecer y pídeme permiso para todo. No, esto es para la vida, donde Dios te lleve. Hay un examen de lealtad, de fidelidad, que se va a ver siempre bajo presión. No subestimes, no menosprecies tu realidad. Es lo que nos toca ahora, toca esto. A veces toca bailar con la más fea. A veces tocan momentos que hay que bendecirlos. Y aunque uno no entiende qué tiene de lindo para bendecirlo, es lo que Dios está esperando. Cuando nos vamos al Nuevo Testamento nos encontramos con el árbol familiar de Jesús y lo que leemos que dice Jacob fue el padre de Judá. No son los hijos favoritos de Jacob los que se mencionan, José y Benjamín, nacidos de Raquel, la que él tanto amaba. El nombrado es Judá, el cuarto hijo de Lea, de Baca. Una esposa que heredó sin buscarla, que se la metieron ahí en la tienda. Y entre sus descendientes había un pastorcillo de Belén, llamado David, y un carpintero de Nazaret, llamado Jesús. Lea, la no elegida por Jacob, fue escogida por Dios para ser la madre del linaje del Rey de Reyes. Jacob nunca podía subestimar a Lea. Porque de su descendencia nacería el Señor Jesucristo. Lea sería la tatarabuela de Jesús. Entonces nunca sabes lo que se está gestando tras el proceso. Nunca. Uno cree que cuando algo lindo se está gestando el proceso también es lindo. No. Las mujeres que han quedado embarazadas saben, no solo las que han tenido embarazos difíciles, cualquier mujer que se precie como tal sabe que un embarazo no es lín, no es meses de andar por alfombra roja, no es así. Se hinchan los pies, retienen líquidos, en los últimos meses no pueden dormir de cualquier manera, tienen que ponerse una almohada, la incomodidad es absoluta, presiona sobre la vejiga. Por eso los hombres no podemos ni resistir que nos quiten una muela. Pero vale la pena. Mi mamá decía el parto es el único dolor que uno se olvida. Porque no hay una mujer que cuando esté pariendo con epidural o sin epidural, diga, ay, me gustaría en ocho más. Ninguna. La mayoría piensa, primera y última vez, debut y despedida. A los dos años, ay, tenemos otro. Yo tuve piedras una vez en los riñones, que dicen que es el dolor más parecido que un hombre puede sentir al dolor de parto, porque las piedras tienen que pasar por los riñones, por la uretra. Y nunca dije, ¡ay, qué gana tener piedras otra vez! ¡Nunca! Pero si Raquel, si el destino vale la pena el proceso también, la gracia de Dios nunca se rinde. Dios se valió de este lío polígamo para procesar a Jacob. Dios le había hecho una promesa. y él nunca rompe sus promesas y para cumplir esa promesa nos va a meter en el crisol nos va a meter en a sacudirnos para que quede el grano y toda la paja se vaya eso va a pasar porque después de todo es bueno bailar con lea cuando alguien te rechazó cuando sentiste aquella soledad como un castigo de dios Y después descubriste que te enamoraste de verdad o Dios te enseñó a vivir sola o solo. Te das cuenta que fue la gracia de Dios que te protegió de algo peor. Después de todo, es bueno bailar con Lea. Cuando no te aceptaron en la universidad, no obtuviste el ascenso en el empleo, te negaron los papeles. Parecía que era injusto. Pero ahora miras hacia atrás y ves la gracia de Dios en todo eso. Y dices, gracias a Dios, no estaba preparado para que eso ocurriera. Después de todo, es bueno haber bailado con Lea. Te diagnosticaron cáncer, un tumor, pasaste por quimio. Casi seguramente pensaste, yo no merezco este baile. Pero tuviste una cercanía con Jesús que no te lo pudo dar ninguna otra temporada de la vida. Entonces hoy ves la gracia de Dios y dices, fue bueno ese baile con Lea. A veces miramos hacia atrás y nos damos cuenta de que estuvimos quejándonos por un proceso divino que tiene que venir si queremos esa asignación. Nuevo nivel, nuevo demonio. Nuevo nivel que Dios te da, nuevo neboño asignado, mayor tentación, mayor prueba, mayor crisis. Por eso pocos llegan, por eso muchos son los llamados y pocos los escogidos. Porque muchos quieren, Señor hazme famoso, hazme conocido, dame dinero, dame recursos, dame... ¿Y estás listo para sostener? ¿Tu carácter va a sostener esa bendición? Porque Dios te ama tanto que si sabe que esa bendición te va a quebrar, no te la va a dar. No importa cuánto se enojen nuestros hijos porque no le damos la llave del auto a sus 10 años. Los amamos demasiado como para decirle, acá está, vete con tus amigotes. Dios nos ama demasiado para darnos algo que no vamos a poder sostener. Lea era el camino para llegar a Raquel, pero no lo supimos ver. Así que yo quiero hacerte esta propuesta, acá y en casa, casi un desafío.