Esta madre, la viuda y sus hijos, como miles de familias en Colombia, mantienen en la soledad de su tragedia el recuerdo vivo de sus seres queridos. Ay no, yo cuando vengo a esta tumba y miro a mi esposo y a mis cuñados, eso me da mucha tristeza, saber que ellos fueron matados, fueron masacrados. Este niño, al igual que otros niños y niñas, vivió el horror del crimen a leve de su padre.
Nos sobrepasaron en el momento que estaban a la misma altura que nosotros, le dispararon a mi papá. Esta mujer y su familia, como cientos de familias, han buscado el exilio para huir del exterminio. Ya habíamos aprendido que las amenazas se cumplían y que no amenazaban solo por asustar.
En septiembre del 2001, por iniciativa de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se reúnen los demandantes y familiares de víctimas con los representantes del Estado colombiano para dar inicio al proceso por el esclarecimiento del exterminio del partido político-legal Unión Patriótica. La Unión Patriótica quiere resaltar que lo que hemos actuado en esta demanda contra el Estado colombiano por el genocidio de que es víctima de un pecho es consecuencia del firme y incanticable compromiso que tenemos con todos los militares, con las familias de las víctimas y con la mayoría del pueblo colombiano para que esta tragedia nacional nunca más pueda volver a ocurrir. ...de exterminio de los hijos con el mando de las operaciones encubiertas del Estado, como el Plan Países Rojos, Plan Córdoba, Corte de Gracia, Pase 1 y 2, entre otros. El crimen contra la Unión Patriótica es algo que en el mundo es bastante especial. Yo quiero decir que en Colombia se han mantenido las instituciones democráticas, pero al mismo tiempo se trató por lo menos de aniquilar a un grupo político entero.
Es algo, yo diría, excepcional en el mundo internacional. Tenemos varias veces situaciones de dictadura. Sabemos que la dictadura sí tiene esa política, sea de prohibir a un partido de expulsar a sus líderes o de matarlos.
Pero en un sistema democrático hay atentados que pueden suceder. Pero de esa manera. tan sistemática, yo no he visto en los últimos años muchos casos de ese tipo. La Unión Patriótica surge en 1985, en el contexto de los diálogos de paz celebrados entre el gobierno de Belisario Betancur con el grupo insurgente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC. La Unión Patriótica surge en un diálogo que hace el gobierno con la FARC en el municipio de La Uribe y allí se propone como un movimiento pluralista, convergente, diferente a los sectores.
actores tradicionales y esta propuesta es como una avanzada que hace el ADFAR con la intención de que una vez que lleguen a los acuerdos de paz con el gobierno ellos podrían podían involucrarse en este movimiento político y hacer una política civilista. En la Uribe, campamento del secretariado de las FARC, las partes acuerdan cese al fuego, tregua y paz, abriendo así la esperanza de poner fin a la larga y cruenta guerra interna mediante la negociación política. La idea de un movimiento político amplio, incluidas las guerrillas de las FARC, con plenas garantías y seguridad por parte del Estado para desarrollar su trabajo político y electoral, entusiasmó a los líderes populares de las distintas regiones del país. Bueno, la propuesta de diálogo nacional de Belisario Betancur nos entusiasmó.
Mucho, y nos vinculamos, y se vinculó también gente del Partido Comunista, se vincularon los líderes que trabajaban en la lucha por la vivienda, se vinculó la Coordinadora Obrero Campesina Popular. Todos nos vinculamos al gran diálogo nacional. La Unión Patriótica pretendía...
Recoger ese descontento ocasionado por los partidos tradicionales. Al Cesar creo yo que le cabe el honor de haber lanzado por primera vez a la Unión Patriótica como movimiento nacional. Esto ocurrió el 16 de junio de 1985 en Pueblo Bello, Cesar. Allí había gente de las FARC, eso es cierto, porque era con ellos la Unión Patriótica. Y lo que se había dicho era que la Unión Patriótica iba a ser el mecanismo, digamos, la organización a través de la cual la gente de las FARC se iría a vincular a la actividad política concreta.
Entonces, ellos estaban allí y su presencia tenía una explicación. Pocos días después del lanzamiento de la Unión Patriótica en Pueblo Bello, fueron asesinados en Pueblo Bello dos campesinos, pequeños propietarios, dueños de fincas y de ganado, en cuyas casas se habían alojado los delegados de la FARC al evento. Hombres, trabajadores, generosos. amplios que creyeron en una propuesta de la presidencia de la república y sin embargo fueron traicionados en su buena fe. Ese es el juicio que yo hago.
El último día que vi a Miguel Ángel fue el 4 de septiembre de 1984. Él tenía que hacer un viaje a Puerto Vallacaques, en la región en donde se crearon los grupos paramilitares. Pues realmente no, no es mucho lo que recuerdo de mi papá. Tengo es más la imagen que he creado con las narraciones, con todo lo que me han contado de mi familia, los amigos.
Mis abuelos, de un papá cariñoso, de alguien que estaba preocupado por la sociedad en la que vivimos y que quería darle a su familia y al resto de familias un país mejor, un país donde convivir, donde poder vivir en paz. Él fue dirigente sindical. de la Dirección Nacional de FENALTRAS, de la Federación Nacional de Trabajadores al Servicio del Estado y era miembro del Partido Comunista y era un activista político.
A lo largo del día que lo desaparecieron, él siempre nos daba de mesada, nos daba 25 pesos y ese día él estaba hablando por teléfono, despidiéndose de mi abuela, de la mamá de él. Y estaba en toalla, me acuerdo la toalla que tenía puesta. Y simplemente él, bueno, se despidió y nos dio a cada una el doble de la mesada.
Le pregunté a un compañero que le desaparecieron su hijo, si él pensaba cada noche qué pasaba, qué había pasado con su hijo, como yo pensaba cada noche qué había pasado con Miguel Ángel. Y realmente de alguna manera me arrepentí de haberle hecho esa pregunta por la respuesta que me dio, que fue muy dolorosa, me dijo Gloria. Llevo 1107 noches pensando en 1107 muertes diferentes de mí, cada noche. Pienso en una manera distinta como lo mataron. Es decir, es un sistema de tortura permanente.
Es un sistema de tortura en donde cuando tiene una opción seria de poder saber la verdad, siente miedo de esa verdad. Siente miedo de enfrentarse a la verdad. Es decir, le disparatan a uno la vida totalmente. Precisamente eso es lo que quieren los desaparecedores. La UP logra resultados sin precedentes para un grupo de oposición.
Son elegidos por voto popular nueve congresistas y tres suplentes, doce diputados. Son nombrados catorce alcaldes y trescientos cincuenta concejales a nivel nacional. Dos comandantes de las FARC en tregua son elegidos para el Parlamento colombiano.
Cuando pasaron las elecciones y los catorce parlamentarios que salen y empiezan a ser asesinados uno tras de otro. Al gobierno le gritamos, a los panteros... Eso realmente, yo creo que para todo el país, para todo el mundo era impresionante ver caer a hombres tan íntegros, profesionales, muy preparados como Pedro Nel Jiménez, como Leonardo Posada, como toda esta gente. Y es cuando la Unión Patriótica... denuncia a nivel nacional e internacional la existencia de un plan, el primer plan que se conoce que es el plan Baile Rojo, que consistía en asesinar a todas las personas que habían salido elegidas en esa elección de 1986. Empezaron a asesinar a la gente en las calles, gente simpatizante, gente militante de la Unión Patriótica, en su mayoría del Partido Comunista.
Todo esto rompe la negociación, se rompe la negociación porque las ofensas y los atentados contra los miembros del Alfar, contra los guerrilleros del Alfar que destacaron para hacer política en los pueblos con los campesinos, fueron siendo asesinados. Por lo cual ya a finales de 1987, ya en el 88, las guerrillas se devolvieron hacia el movimiento insurgente. y quedó la Unión Patriótica sin estos dirigentes guerrilleros. La Unión Patriótica con su propia dinámica, con su gente de la población civil, de la sociedad.
Estamos pagando el tributo de la guerra sucia, sino que ya también el partido de gobierno deja a sus mejores hijos bajo el del gobierno que lleva el hombre de barco. Se han masacrado de la manera más salvaje a varios dirigentes y militantes de nuestro movimiento político. En consecuencia le hemos dicho al gobierno nacional que nos defina si tenemos derecho a vivir o no en nuestro país.
Lo conocí en Ubaque, que es nuestro pueblo natal. En el pueblo lo recuerdo como un muchacho alegre, muy inteligente, un hombre muy sencillo, muy querido por todos sus compañeros de colegio, sus vecinos. Era un hombre que a todas partes a donde él llegaba irradiaba alegría.
Él fue el fundador de Azonal Judicial, adoró la carrera judicial, fue su vida. Con cada uno de nosotros quiso compartir momentos especiales. Me acuerdo cuando era presidente de la zona judicial, en las reuniones de sindicato en diciembre, nos llevaba a nosotros, muy bien vestidos, nos compraba un vestido a cada uno diferente, nos presentaba a sus amigos, nos incluía en su actividad cotidiana.
Cuando él fue retirado del Poder Judicial, le propusieron ser candidato a la presidencia por la Unión Patriótica porque sus amigos y sus compañeros sabían de las calidades y de las cualidades de la presidencia. de Jaime, un hombre limpio, un hombre claro, un hombre honesto y capaz. Él quería y creía que podía en este país lograr un país libre, un país armónico, un país lleno de oportunidades para la gente menos favorecida.
Algunos estamos amenazados de muerte por nuestra fidelidad desde cuando éramos jóvenes a la patria, al pueblo, a los trabajadores y a la causa del socialismo. Él era una de las personas más amenazadas de aquí del país, a raíz de todas sus denuncias, a raíz de todo lo que él quería hacer. Nosotros sabíamos de las amenazas porque nos enterábamos por las noticias, por la radio, por la televisión y también por las llamadas telefónicas anónimas que se hacían a la casa de nosotros. Lo que denunciamos es de que sean utilizados desde fuera y desde adentro las Fuerzas Armadas para cumplir una función desestabilizadora, antidemocrática y de incitación contra...
el derecho político que tenemos todos los colombianos de expresar nuestra opinión. Nunca nos mostró tristeza, nunca nos angustió, nunca nos contaba realmente cuál era la dimensión del riesgo que él estaba corriendo y del peligro que él asumía todos los días cuando salía de su casa. Cuando salía se despedía de mí y me decía, chatica, no sé si nos volvamos a ver.
El enemigo no olvida ni perdona, pero nuestra vida le se la hemos entregado a los trabajadores. Ellos son sus dueños, pero si en el evento de que el enemigo lograre arrebatarnos nuestra vida, bienvenida la muerte porque sabemos, indiscutiblemente, que al caer nosotros... De la unión de jóvenes patriotas saldrán los que nos deban respaldar, los que nos deban representar, los que nos deban reemplazar, los que sigan dirigiendo lo que el pueblo quiere, una Colombia feliz, llena de esperanza. Veníamos de la finca, una finquita que teníamos en la mesa, y él estaba feliz, le gustaba mucho ir a la finca. Salimos de la finca a las tres y media de la tarde en un domingo con un clima muy lindo y faltando un cuarto para las cuatro nos igualaron el carro en la carretera.
Nos sobrepasaron en el momento que estaban a la misma altura que nosotros, le dispararon a mi papá. Yo venía recostado en los piernas de mi mamá y lo otro pues, fue muy doloroso. ¿Por qué lo mataron? Por el temor que mi papá representaba para... El establecimiento nacional, por las clases dirigentes, por la capacidad que mi papá tenía en denunciar a los criminales, por los deseos de cambio que tenía mi padre, por la voluntad de soñar en un país en paz.
Ya cuando Jaime murió empezaron a matar a la gente seguido, seguido, seguido, todas las semanas, todos los días había muertos de la Unión Patriótica. Eso era una cosa selectiva, una cosa seguida, ¿no? Y a los que no lograban matar les hacían atentados, eso fue terrible. Y en todo este proceso de exterminio, el Estado colombiano nunca se pronunció de decir vamos a proteger a estas personas, que es lo que está pasando.
Ni hubo pronunciamientos de la Iglesia Católica. Y así muchos... Líderes de este país que no se pronunciaron en esta masacre, en este exterminio, se debe una explicación.
Por esto este genocidio es un crimen de lesa humanidad, porque no solamente ha lesionado la vida de la gente, sus familiares, sus amigos, sino la conciencia ética. de la humanidad, de la sociedad colombiana. Pues yo salí de Vistahermosa porque fui víctima de la violencia donde me asesinaron cuatro familiares. Mi esposo pertenecía al partido comunista.
Él había sido amenazado por el ejército porque él había denunciado los atropellos que se habían cometido. allá en esa región. ¿Qué fue lo que pasó en Piñalito? En Piñalito fue un grupo de aproximadamente unas 25 personas y rompieron aproximadamente a la una de la mañana.
Llegaron a un establecimiento de una gallera y ametrallaron la gente con un saldo de 14 muertos. Entonces de ahí vino el odio, el fastidio, la rabia. Como lo quisieran tratar que era un auxiliador de la guerrilla.
Entonces ya es cuando me torturan viva, porque me matan el primer hijo. Fue Gerardo Cañón Trujillo. En Puerto Lucas salió a vender tres cargas de plátano y un hombre llamado Luis Antonio le buscó una riña y lo mató.
Y de ahí se refugió en... El batallón 21 Barga. Luego en el 86, a los cuatro meses, me asesinan el otro. Él se llama Nelson Cañón Trujillo.
Eso fue a las ocho de la mañana. Todo el pueblo miró. Entonces es cuando ya el ejército se tira de la camioneta. Entonces lo acorralan ahí.
Cuando ya le pegaron los primeros tiros, los rafagazos, él cayó. Al río botaron los tenis, entonces él apareció encima de una carpa militar, las botas militares, una pistola y una granada. Se sabe que fue el ejército porque a él lo reconoció el gobierno, o sea, indemnizó el gobierno, indemnizó el pago.
La muerte de Nelson. Entonces yo sí, ya cuando miré que ya cayeron dos, le dije yo, ay Julio, yo me voy. Porque de pronto acaban con todos, yo me voy. Entonces, con el dolor del alma y todo, me tocó dejar la finca, salir con lo que teníamos encima. Llegamos aquí a Bogotá, de posada por allí andé un amigo.
Y ya él dijo, bueno, yo me voy, ¿por qué? Porque yo no voy a ser cobarde, salir. Salir y enterrar a los hijos y salir corriendo no. Yo no salgo huyendo, yo me voy. Y él se fue para allá.
Lo eligieron como alcalde. Y entonces cuando ya le mandan sufragio de que a él no le dejaban sino tres meses de vida, lo cumplieron. Él iba en el bus de la Macarena con dos escoltas de la...
El DAS, yendo de San Juan para abajo, pasó un carro, una camioneta negra y se le atravesó al bus. Entonces obligaron a la gente, a toda, a los pasajeros, 30 pasajeros, los bajaron a todos y los tendieron en la carretera boca abajo, bajo el primer escolta del DAS. Y se humilló, les decía que por Dios no lo fueran a matar y esto y entonces. Lo acostaron allá.
Luego después baja el otro escolta del DAS y él va a sacar el carné para identificarse. Entonces cuando lo matan, lo rafaguean y quedó muerto un escolta del DAS. Y ahí ya se bajó mi esposo y es cuando lo matan a manos del ejército. Fue asesinado mi esposo.
Entonces yo fui y denuncié y entonces el Estado reconoció el asesinato y entonces me denunció. El otro hijo, que está desaparecido hasta este tiempo, se llama Vladimir Cañón Trujillo, que vivíamos aquí en Bogotá. Y muy mal, mal, mal económicamente. Nosotros pues solo sabemos laborar la tierra, trabajar en el campo. Y entonces para él era duro, ya la ciudad.
Entonces él tomó la determinación de irse a vender, como teníamos ganado allá en la finca, a vender ganado y a traer plátanos y yuca. Y a la de para acá lo desaparecieron. en un retén móvil de Granada hacia San Martín. Exactamente el 18 de abril del 87 recibimos la terrible noticia de que Antonio Quirós, Toño Quirós, había sido asesinado en Becerril.
Toño Quirós era un hombre muy especial, era conservador, era un hombre jefe de hogar con su mujer, sus hijos. Pensaba que la Unión Patriótica pronto iba a ser el movimiento nacional que iba a transformar el país. José Francisco Ramírez Torres se había destacado con lujo en sus intervenciones.
Iba llegando a su casa, al carro se le despichó una llanta, él se bajó a cambiarla y mientras tanto... Dos hombres en una moto pasaron y lo asesinaron. Este sí fue el golpe definitivo, porque además de que fue un golpe político mortal, fue un golpe al alma, a los sentimientos, fue mortal. José dejaba una viuda, una madre sin consuelo, unos padres sin consuelo y dos hijas muy pequeñitas.
La muerte de José Ramírez, además de llenarnos de miedo, de pavor. Entramos en una época de pánico colectivo. No sabíamos qué hacer y no teníamos cómo enfrentar ese tipo de ataques. De ninguna manera. Nuestra herramienta era la palabra, la razón, la justicia, el discurso.
Y eso era insuficiente para defenderse uno ante la barbarie del crimen cobarde, pues. Hubo compañeros que decidieron que en Colombia no había condiciones para luchar por las transformaciones que el país demandaba por la vía legal. A través de un movimiento cívico, a través de un movimiento amplio, que eso no era posible. Era su visión.
Y que definitivamente, para responderle a quienes nos asesinaban, había que... optar por la vía armada. Esos compañeros se vincularon a la insurgencia. Nosotros lo lamentamos, nos pareció terrible y nos dolió mucho. Era como si se hubieran muerto también, pero no había más que hacer sino respetar su decisión y para uno, para todos, resultó muy dura la decisión de Ricardo Palmera.
Él era siempre un hombre íntegro, un hombre culto, muy ilustrado. Y yo creo que si las cosas no se hubieran dado como se dieron en contra nuestra, Ricardo se hubiera destacado en la vida política colombiana con mucho éxito y hubiera aportado mucho a las soluciones de los problemas colombianos. Bueno, yo me acosté, al día siguiente me despertaron en la mañana con la noticia de que en el antejardín de la casa había una corona de flores, que en el centro de la corona había una calavera de un perro y que estaba una bandera con los colores de la Unión Patriótica. Yo ni siquiera quise ver eso, pero desde luego era una advertencia clara. Bueno, ya habían transcurrido...
Algunos meses yo inclusive había empezado a trabajar como profesora de una universidad en Bogotá. De repente me sorprendieron nuevas amenazas de muerte. Comunistas de mierda, todos tienen que morir.
Después decían, otros días llamaban y decían, ah, ustedes son de la Unión Patriótica, guerrilleros de la FARC, todos se van a morir. Cosas así. Yo sabía que no había. No había alternativa.
Ya habíamos aprendido que las amenazas se cumplían y que no amenazaban sólo por asustar, que amenazaban para advertir que iban a matar. Contacté amigos que vivían acá en Suecia, logré hablar con ellos por teléfono, nos escribimos varias veces y fueron ellos los que me orientaron y me informaron acerca de la posibilidad que yo tenía de venir a Suecia y solicitar asilo político. y es por eso que voy a elegir a los alumnos que sean muy amables.
La Unión Patriótica nos sacó asilados para el Ecuador. Allá estuvimos asilados cinco años. A los cinco años fui víctima.
Última otra vez de la violencia, porque me desaparecieron mi hijo Chesman Cañón Trujillo. Cuando lo torturaban a mi hijo, le decían que a él le hacían estas torturas porque no me habían cogido a mí y a mi hijo mayor. Y que ellos me necesitaban era a mí, para cortarme en la lengua, para que dejara de enunciar, para que dejara de hablar.
He perdido tres hijos. Y mi esposo, y mis cuatro hijos, dos tengo en Canadá, asilados, uno en el Ecuador, y mi hija menor, y yo que me encuentro acá. José Ignacio Reyes era... Dirigente político, porque él se lanzó al Consejo Polónico Patriótico.
Nosotros nos conocimos en 1989. Desde entonces él para mí significa pues todo, todavía así esté muerto. Porque él fue el que me sacó adelante, mis dos hijos quedaron de él, yo tuve dos de él más. De la familia Malagón, primero mataron a Rafael Malagón. Era dirigente de la Unión Patriótica. Después, a Pedro Malagón.
Lo mataron a él junto con una hija a él. Después de Pedro Malagón, asesinan a mi esposo, José Ignacio Reyes, junto con Francisco Reyes y Nidia Reyes. Ellos venían en un carro Nissan, los bajaron en la Tucha 5. Cogieron a mi esposo, a mi cuñada y a mi cuñado, los masacraron, a mi esposo le echaron así en el brazo.
Yo fui a Granada a preguntar quién mató a mi esposo y por qué, si o fue confundido o de pronto por qué lo hicieron. Fui donde el señor personero, el señor personero me dijo, me dijo, espera un momentico la respuesta. Yo estaba ahí afuera, me senté y me llevó un documento diciéndome que a mi esposo y a mis cuñados los habían matado por problemas ideológicos y políticos en el marco del conflicto armado interno.
Yo le dije, si el personal haga un favor y qué quiere decir esto. Entonces él llegó y me dijo, eso es de la guerra que estamos viviendo. No fue más la respuesta. A pesar de que estaban matando tanta gente de la Unión Patriótica, de que caía un asesinado, el otro amenazado, el otro quedaba sin piernas, el otro quedaba en silla de ruedas, semejante tragedia tan espantosa. La gente no se despegaba de su sitio de compromiso, digámoslo así.
Y porque a lo último era pelearse también un espacio político en un país de una intolerancia inimaginable. Sin embargo, guardamos las esperanzas, el entusiasmo, el interés. Y de pronto, bueno, las otras elecciones, iba entonces Bernardo para la presidencia y la simpatía crecía muchísimo.
La esperanza además, la simpatía por un movimiento amplio que aglutinaba a liberales, conservadores, gente independiente, gente deseosa realmente de que se produjera un cambio en el país. Nosotros estamos convencidos que han cambiado muchas cosas en Colombia. De que se ha abierto el espacio y la convicción de la inmensa mayoría de los colombianos que la única alternativa y la única salida es la salida política y que la salida política al conflicto armado pasa por el diálogo entre el gobierno y la insurgencia toda ella en su conjunto y la interlocución también válida de la sociedad civil para encontrar caminos de reconciliación.
A él no le gustaba... Ver pues que cuando él estudiaba hubiera como una descompensación en la sociedad, ¿no es cierto? Que hubiera compañeros que no tenían ni para el desayuno.
Entonces desde ahí le nació a él la espina de ayudarle a los más desprotegidos. Entonces él, cuando ya estaba en bachillerato, con otros compañeros... Y con el comercio de manizales fundó un restaurante popular para los que no tenían desayuno o almuerzo. Pero también creemos que la iniciativa gubernamental adolece de profundas fallas, de que no se puede ser consecuente con la paz y reclamarla mientras se mantienen los operativos militares a lo largo y ancho de la patria.
de que no se puede ser consecuente con la paz y hablar de paz mientras no se combate efectivamente a los grupos paramilitares, de que no se puede hablar de paz ni ser consecuente con la paz. Cuando no se castiga ejemplarmente a los miembros del Estado comprometidos en la violencia contra la población civil. Cuando yo conocí a Bernardo era un parlamentario, uno de los parlamentarios más fogosos y más sobresalientes del Congreso de Colombia. Era representante a la Cámara por el Departamento de Antioquia. Presidenta de la Unión Patriótica y uno de los hombres más amenazados del país.
Pero también es reseñado que Colombia no soporta otra experiencia como la de nuestro movimiento, la Unión Patriótica, como la del Frente Popular, como la de luchar, que han pagado con la vida de sus principales dirigentes su decisión de la lucha por la democracia en condiciones de legalidad. Era un hombre de cambio, un gran demócrata. Un demócrata integral, era un componedor, era un hábil político, era un visionario.
Pero hoy en Ibagué también tenemos que precisar la convicción de la Unión Patriótica de que en la otra ala del conflicto, en la insurgencia armada colombiana, no se puede quedar en sus reiterativas cartas y llamamientos a la paz. De que el movimiento insurgente tiene que dar pasos precisos y serios para aclimatar un ambiente de diálogo. Bernardo salió el 13 de marzo elegido senador de la República. Ese 22 de marzo, que era un jueves, 8 y cuarto de la mañana, íbamos de viaje a Santa Marta. Él iba a preparar el pleno del Partido Comunista y de la Unión Patriótica para iniciar la campaña a la presidencia.
La Unión Patriótica lo lanzó a él después que mataron a Galán. Lo lanzaron como candidato a la presidencia de la República y cogió mucha fuerza. Fueron unas elecciones, una campaña muy dura, porque en esa campaña murieron tres candidatos a la presidencia. Luis Carlos Galán, Carlos Pizarro y mi Bernardo.
Ese día, como siempre, salimos... Hacia el aeropuerto, Bernardo no quiso ponerse el chaleco, antibalas. Salimos muy rápido, llegamos, cuando entramos a la puerta del puente aéreo, me tomó de la mano y empezamos a caminar. Cuando llegamos a la droguería en el puente aéreo frente, sentí unos disparos y sentí porque no vi. Vi a lo lejos un agente de policía, yo pensaba que era un robo, los escoltas quedábamos 16. uno de ellos me empujó, yo caí encima de Bernardo, él ya estaba herido, él rompió los vidrios de la droguería y yo caí encima de él.
Yo estaba en la cocina haciendo el desayuno, fabricando el desayuno y oyendo radio. Cuando dieron el aviso, atención, atención, acaban de haber un atentado contra el doctor Bernardo Jaramillosa en el aeropuerto, en el terminal del aeropuerto del Dorado. me dijo Tres frases, mi amor, no siento las piernas, esos HPs me mataron, me voy a morir, abrázame y protégeme. Entre todos, alzamos a Bernardo y entramos al carro, ya él había perdido el conocimiento. Entró en shock y no habló más.
que en ese momento no se hubiera provocado estar muertos juntos con él, porque eso es muy doloroso. Él murió a los 34 años, tenía 34, era un joven que le gustaba el tango, la salsa y el rock. Compartimos muchas cosas, muchas alegrías, muchas tristezas cuando mataban a nuestros compañeros. La parte personal soñábamos con tener una familia normal, en poder caminar en un parque, salir cogidos de la mano. La parte política, tener un país en donde la gente tuviera bienestar económico, donde no hubiese hambre, pero también donde hubiese tolerancia y respeto por las ideas ajenas.
Un episodio muy triste y lamentable fue... Aquí a raíz de la muerte, del asesinato de Bernardo, el arzobispo de aquí, ¿cómo se llamaba? Bueno, el arzobispo que era en ese entonces aquí en Manizales, prohibió... Pimiento.
El pimiento, sí, que prohibió que nadie, ningún sacerdote podía celebrar una misa por el alma de Bernardo. Eso fue, nosotros tuvimos esa incertidumbre, esa tristeza de no poder asistir a una misa por el alma de Bernardo, porque el arzobispo lo había prohibido, debido a que era de izquierda. El entierro demoró dos días, uno simbólico en Bogotá y otro en Manizales. Mucha gente, mucho dolor.
Lo primero que dijo el gobierno fue que lo había mandado a matar Pablo. Pablo Escobar. Lo mató Carlos Castaño.
Carlos Castaño fue condenado por un juez de la República. Él y su hermano Fidel fueron condenados a 40 años para los dos. Dicen que uno murió y el otro es el jefe paramilitar más importante del país.
Nosotros hemos reiterado la necesidad y la convicción de que ese diálogo debe ser directo y de que las dos fuerzas en contienda tienen que sentarse a la mesa de conversaciones dispuestos a hacer concesiones a la contraparte. Mi papá, él era un hombre trabajador, él... Él era albañil, era constructor, pertenecía a la Unión Patriótica, pues nosotros casi ni siquiera entendíamos la Unión Patriótica que era, pero él siempre trabajaba por la defensa de la vivienda de...
de los más pobres. Llevamos 22 años viviendo en esta casa, en esta finca. Nosotros teníamos animales acá, teníamos cerdos, teníamos ganado, teníamos cultivos de habichuelas, de arvejas, de tomates.
Yo vivía en el centro con mi esposo, de allá donde trabajábamos, y la niña vivía aquí con mis padres. Estábamos durmiendo aquí con mi familia. Cuando escuché ruidos y cuando comenzaron a disparar, eso se veían ráfagas. Cuando vi que la señora Melar Minas, ella lo que hizo fue gritarme, señora Rosita, señora Rosita, auxilio, ayúdenme, que me los mataron a todos, me los mataron a todos.
Mi madre me llamó a la casa y me dijo que nos habían matado a todos. Lo único que pensé... Era mi hija, eso fue a las 2 y 45 de la mañana y ya cuando llegamos aquí, pues lo único fue que encontramos a toda la familia muerta tendida aquí en este piso. Pues ahí se alcanzan a ver los balazos. Y estaba mi padre y estaba mi hermano, los tenían tendidos ahí y ellos les habían pegado un disparo por la parte de atrás.
Estaban en pantaloncillos, estaban totalmente desnudos. Yo lo único que hacía era buscar a mi hija entre los muertos. porque yo pensé que mi hija estaba muerta.
Aquí en la casa murió mi hermano, que tenía 26 años, Camilo, él era el mayor. Mi hermana Jané, ella tenía 19 años, mi hermana Blanca, que tenía 16 años. Murió mi cuñado y murió mi padre.
Sí, salvó mi mamá y mi hija. Ahora, otra cosa que como decían... que los encontraron vestidos con armas, con prendas militares y con armas ahí, no sé qué, eso es una mentira. Es una mentira porque nosotros nos dimos cuenta, o sea, no solo yo, mucha gente, mucha gente.
Y en ningún momento ellos estaban, cada uno con su pijamita, con su pantalonética como dormía. Salieron varios titulares, nosotros tuvimos una sorpresa porque donde ellos habían matado a seis guerrillas. Garrilleros, realmente los guerrilleros fueron las personas que sacaron de la cama en pijama, los sacaron, los torturaron, los volvieron nada y sinceramente los amasacraron porque no tenían, si al caso una macheta era lo que había aquí en la casa.
Porque ellos mismos probaron que aquí en la casa no había nada. Lo que nos contestaban realmente los oficiales de la policía y el ejército decía que aquí lo que habían cometido ellos era una gran equivocación. Nosotros sí colocamos una demanda, nos indemnizaron, nos dieron muy poco. Por ejemplo, a mí personalmente me dieron... 10 millones de pesos y así a cada uno de mis hermanos, a mi madre le dieron 20 millones de pesos.
Eso nos lo dio el Estado, el gobierno colombiano en indemnización de la familia que habían matado. Nuestro abogado, el doctor Eduardo Maña Mendoza, después de que nos sacó el caso, lo mataron. Fue víctima de un atentado en su apartamento y fue acrimillado también.
Por iniciativa de Manuel Cepeda salimos para el consejo. de Bogotá en las elecciones de 92. En el consejo estuve periodo y medio, es decir, tres años completos y luego en la segunda elección duplicamos la votación y estuve la mitad. La mitad porque en mayo, el 7 de mayo me dispararon.
Y bueno, ya sabíamos que me tocaba porque eso parecía como subir al cadáver. Nosotros sabíamos ya quién seguía, siempre la lista las encabezaba Manuel, las encabezaba Aida, y si habían matado a Manuel, pues ya me tocaba el turno. Es lo más doloroso saber esas cosas, pero es así. Noticia de última hora en la ciudad de Bogotá, la protagonista, la concejal de la Unión Patriótica, la doctora Aida Avella, que acaba de salir ilesa de un atentado criminal en su contra. Bueno, el 7 de mayo del 96, de 1996, como de costumbre, yo salía muy temprano para el consejo.
Y como siempre, teníamos un seguimiento feroz. Yo lo veo por uno de los espejos y les digo a los muchachos, es un carro de tres hombres. Y el escolta que va detrás me dice, no, espérese un momentito, yo creo que es como un carro, como el acueducto, es verde. Espere a ver, yo miro si tiene las letras. Cuando de pronto el escolta que viene atrás en el jeep, pega un grito muy grande y dice...
Nos disparan, nos disparan con una bazooka. Yo dije, me mataron y cogí el teléfono y ahí fue cuando salimos a la radio. ¿Sí, doctora Bella?
No, habla con un guardaespaldas, acaban de dispararnos con una bazooka, por favor. A ver, ¿y cuál es el estado de salud de la doctora Aida Bella? No, nos encontramos bien, pero está alterada, por favor, necesitamos refuerzos, que nos ayuden, por favor. Y después de la explosión nos empiezan, sentíamos como si cayeran piedras a los vidrios.
Y resulta que nos estaban disparando con... Los tres nos disparaban con revólveres después del rocket. ¿Usted alcanzó a ver con qué tipo de armas disparaban, doctora Aida?
Una cosa, como una cosa, como una cosa larga, como un tiro largo disparaba. No era, no era revólver, no. Como una bazooka, o sea. Una cosa terrible.
Por favor, ayúdanos. Y no sabíamos lo que había pasado. Había una gran explosión, pero teníamos mucha angustia.
Porque esos operativos no los hacen solos, seguramente que van carros adelante, carros atrás, carros a los lados. Doctora Bella, ¿usted había sido amenazada en estos días? Sí, terrible, terrible. Sí, la oposición, es el trazo de la oposición. Nos quieren matar porque somos de la UPE.
Estas cosas pues lo hacen a uno tomar decisiones que a lo mejor nunca hubiera tomado. La decisión de salir del país. 23 años con amenazas, tres veces había salido del país porque habían grupos que me iban a matar y la cuarta vez me dispararon y milagrosamente no hicieron el blanco. Yo creo que el exilio es parte de la vida en otra parte, tal vez en condiciones muy diferentes, muy distintas.
pero de pronto también tan estimulante y con un compromiso también de trabajo inmenso. Aquí no paramos de trabajar por Colombia y vivimos para volver. En este país, como dice Aida Bella, las investigaciones de la fuerza pública llegan hasta la puerta de los batallones. Y nosotros pensamos que no valía la pena seguir corriendo el riesgo aquí en Colombia, que había que sacarlo a una instancia internacional.
Entonces reiniciar y la Comisión Colombiana de Juristas, junto con la Dirección Nacional de la Unión Patriótica y el Partido Comunista. Acudimos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en búsqueda de justicia, en búsqueda de que el Estado asumiera la responsabilidad por el exterminio de la Unión Patriótica. La Comisión Interamericana produce entonces en 1997 su informe de admisibilidad del caso. Es un caso dramático, donde hubo con gran especificidad... alegaciones por parte de los peticionarios de la responsabilidad del Estado, indicando que hasta el momento cuando la Comisión dio trámite a la petición, que no había ningún detenido, no había realmente avances serios en la investigación de las matanzas de militantes.
ex candidatos presidenciales, senadores, alcaldes de la Unión Patriótica. Entonces, la Comisión en la fase de admisibilidad solamente determina que se han agotado los recursos de la jurisdicción interna o se ha aplicado una excepción a la regla de previo agotamiento y que sí es verdad lo que afirma. El peticionario, esto puede constituir violaciones de la convención.
En ese contexto, le propone al gobierno de Colombia y a los peticionarios llegar a tratar este caso en el marco de una solución amistosa. En parte, la solución amistosa es una manera de examinar de fondo Los planteos, los argumentos, las soluciones de las distintas partes y llegar a una conclusión del litigio dentro del sistema. La Comisión puede y tiene facultades para supervisar el cumplimiento por parte del Estado con lo que...
ha pactado dentro de la solución. Nosotros radicamos este caso el 16 de diciembre de 1993 con 1.163 homicidios. De esos 1.163, en estos momentos hay cerca de 3.000.
Pero en las investigaciones que hemos hecho ya en terreno, esa cifra va aumentando, va aumentando. Este proceso ha tenido muchas dificultades. No es fácil.
Cambiar la mentalidad política, la cultura política del establecimiento, sobre todo porque continúa la persecución contra los sobrevivientes. La memoria de las víctimas merece ser honrada y merece ser dignificada. Los colombianos jóvenes deben saber quiénes fueron esas víctimas, seres humanos, nobles.
Bien intencionados que luchaban por las vías legales para superar los problemas del país. Yo sí quiero que haga justicia por lo que pasó. Quiero que haga justicia, que se nos impune la muerte de estos seis familiares.
Quiero un país donde los ciudadanos conozcan su entorno, donde las gentes conozcan su sociedad, donde las gentes... Sepan dónde, cuál es la fuente que le ha causado tanto daño a este país. En Colombia se sabe, cuando hablan de la Unión Patriótica dicen, sí, los mataron a todos. A la UP, sí, los mataron a todos. Aparentemente ha quedado allí, en esa memoria colectiva, el exterminio del grupo.
Nadie sabe cómo fue, nadie sabe estas... Estas intimidades de cada caso, y hay que decirlas, y hay que señalar los mecanismos de impunidad, hay que señalar los mecanismos que utilizaron para asesinar a cada uno y al grupo en general. Yo creo que yo vivo aquí porque mis pies están aquí, pero mi alma está siempre allá.
Físicamente estoy aquí. Espiritualmente nunca me he venido de Colombia. Siempre he estado allá.
Por eso duele la tragedia colombiana. Allá tengo mi familia, mis hermanos, mis sobrinos, mi mamá, mis amigos, los pocos que quedan. Y bueno, mis compatriotas.
A mí me duele la tragedia colombiana, cada muerto me duele, del bando que sea. No importa porque uno no se explica cómo hermanos de un mismo país se pueden asesinar de la manera tan macabra como allá se hace. Muchachos sicarios que no tienen ni idea del daño que están haciendo y así mismo ellos caen después. Es una locura la tragedia colombiana, pero... Pero si de hacer juicios se trata, los culpables son la clase dirigente, sin excepción.
Yo creo que lo que el país tiene que sacar es una lección como la que sacó en la Segunda Guerra Mundial después del holocausto. Es que eso no se puede repetir en Colombia. Es que no pueden matar a la gente por su pensamiento político.
Y la gran lección es que tendremos que estar todos, que todos hacemos falta en Colombia, todos. El campesino, el intelectual, los hombres, las mujeres, los niños, todos tenemos nuestro puesto en nuestra patria.