Los elementos del clima son las condiciones atmosféricas de un lugar, es decir, temperatura, presión atmosférica, viento, humedad y precipitación. La temperatura es el grado de calor en la atmósfera. Se origina cuando los rayos solares son absorbidos por la superficie terrestre y ésta, al calentarse, irradia energía en forma de calor.
La presión atmosférica Se refiere a la fuerza que una columna de aire ejerce sobre un lugar de la superficie terrestre. El viento, es decir, el aire que se mueve, se produce por la diferente presión atmosférica entre dos lugares. Por lo general, se desplaza de zonas de alta presión hacia regiones de baja presión.
La humedad es la cantidad de vapor de agua en el aire y proviene de la evaporación de los cuerpos de agua. El último elemento, la precipitación. Se refiere a la cantidad de agua que cae sobre una región en forma de lluvia, nieve o granizo, según la temperatura. Ahora bien, todos los elementos son modificados por los factores del clima, y su interacción provoca que este último sea distinto de un lugar a otro. Los factores del clima son latitud, altitud, relieve, vegetación, continentalidad y corrientes marinas.
La latitud. Es la distancia entre el ecuador y cualquier paralelo. Condiciona la intensidad con la que los rayos del sol llegan a la superficie.
Por eso las regiones cercanas al ecuador tienen temperaturas superiores a la de los polos. La altitud indica la distancia vertical entre un lugar y el nivel medio del mar. A mayor altitud, menor presión atmosférica y temperatura.
El relieve es la configuración de la superficie terrestre. Las montañas alteran el desplazamiento de los vientos e influyen en la precipitación. La vegetación regula la temperatura y humedad de un lugar.
A mayor vegetación, mayor humedad. La continentalidad se refiere a la distancia de un lugar con respecto a un cuerpo de agua. Las regiones cercanas a los océanos tienen temperaturas constantes y abundante humedad.
Las más alejadas son secas y presentan temperaturas extremas. Finalmente, las corrientes marinas influyen tanto en la temperatura como en la humedad de las regiones por donde pasan. Las corrientes cálidas aumentan la temperatura de las zonas costeras localizadas en regiones frías. Además, traen consigo humedad.
Las corrientes frías producen aire seco.