17 comunidades y dos ciudades autónomas y todas quieren su dinero. Y en medio la gran hucha del Estado que se encarga de repartirlo. Una hucha en la que tiene mucha importancia los anticipos a cuenta. Y no te olvides de este concepto.
Anticipos a cuenta. Porque luego volveremos a él. Ya que ahora es el caballo de batalla entre el gobierno en funciones y los parlamentos autonómicos.
Esta comunidad no va a dejar de reivindicar un nuevo modelo de financiación autonómica. Los nuestros centros de salud y hospitales no están en funciones. Los NOSOS, centros educativos, no están en función.
Aunque no haya presupuesto, se podrán actualizar las entregas a cuenta. Lo que ya no hemos podido superar es el doble salto con tirabuzón, si me permite, de encima hacerlo con un gobierno en función. Las comunidades autónomas necesitan dinero.
para pagar las funciones que tienen asignadas y a las que llamamos competencias, como por ejemplo la educación o la sanidad. El sistema de financiación autonómica que tenemos hoy en día rige desde 2009 y fue diseñado por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Desde entonces, casi el 90% de lo que se gasta en las comunidades autónomas viene de los impuestos cedidos por la granucha del Estado, mientras que antes era del 70%. ¿De dónde viene ese 90%?
El sistema es un poco complejo, pero vamos a tratar de simplificarlo. Tenemos dos grandes bolsas de dinero. Los impuestos cedidos, pero que recaudan y gestionan directamente las comunidades autónomas. Esta bolsa se llena con los impuestos que pagas por encender el interruptor, por tener una casa, por recibir una herencia, por ir al notario.
Y en esta otra bolsa están los impuestos cedidos por el Estado a las comunidades autónomas, pero cuya gestión es compartida. Y esta bolsa se llena con un 50% de todo el IRPF, es decir, lo que te quitan si tienes una nómina. y que luego se cuadra en la declaración de la renta de las personas físicas. Un 50% de todo el IVA, el impuesto que pagas cuando compras ropa o pides un café en un bar. Y el 58% de todos los impuestos especiales, como los que pagas si bebes alcohol, fumas o aprovechas gasolina.
Y para llenarla se siguen estos pasos. Hacienda, es decir, el Estado, se encarga de cobrar a los contribuyentes estos impuestos. Y es aquí donde volvemos... Sí, ¿os acordáis el principio de este vídeo?
¡Anticipos a cuenta! El Estado calcula lo que ceden. Es decir, la suma del 50% del IRPF, el 50% del IVA y el 58% de los impuestos especiales. Y esa suma es una estimación de lo que cree que va a recaudar según los presupuestos generales del Estado.
Durante el año siguiente adelanta mes a mes a las comunidades autónomas ese dinero. Dos años después calcula si lo que pagó cuadra o no con lo recaudado. Y entonces pueden pasar dos cosas. Si es más, el Estado tiene que abonar lo que dejó de pagar.
Si es menos, las comunidades tienen que devolver la diferencia. ¿Qué problema hay ahora entonces? Hay dos problemas. El gobierno no ha podido aprobar unos presupuestos en 2019 y ha tenido que prorrogar las cuentas de 2018. Eso le ha impedido actualizar las entregas a cuenta. Y el segundo es que está en funciones y la abogacía del Estado le impide aprobar o actualizar las entregas a cuenta mediante otra vía, como es el Real Decreto Ley.
Además de estas dos grandes bolsas, hay varios fondos que completan el dinero que tiene una comunidad autónoma, como el de compensación o el de garantía. Pero estos fondos los dejamos mejor para otro vídeo. Y no olvidéis que esto funciona para todas las comunidades autónomas, menos para País Vasco y Navarra, que tienen un sistema de financiación distinto.