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Salmo 32 Part 1

Buenas tardes… Muy buenas, ¡Qué hermosura! Buenas tardes… Dios les bendiga… Dios les bendiga hermanos. Me da alegría de verlos a todos, parecen clonados. Bueno, me da mucha alegría de estar aquí con ustedes el día de hoy, después de siete años de ausencia, siete u ocho años, pero nunca dejé de pensar en ustedes, siempre orando, pidiéndole a Dios por todas las Iglesias, y en mis pensamientos, y en mis oraciones le digo al Señor que todas las Iglesias, hago un recorrido de todos los lugares, las ciudades, los departamentos, los países y le pido a Dios bendición para todos. Y me da alegría estar aquí… Muchas gracias, gracias, gracias. El Señor les bendiga. Bueno, gracias. Buenas tardes hermanos. Dios los bendiga a todos. ¿Quiénes están felices con esta fiesta? ¿Quiénes están felices de recibir a nuestra apóstol y profeta, a nuestra Hermana María Luisa? ¡La Gloria sea para Dios! Hoy se siente la alegría, se siente que somos tolimenses hoy. ¿Amén hermanos? Y que hoy Dios se va a manifestar aquí en gran manera ¿Cuántos lo creen así? ¿Cuántos vinieron a recibir la bendición de Dios? ¿Los dones espirituales? ¿Las liberaciones? ¿Las sanidades? ¿Aprender el Evangelio? ¿La doctrina? ¿A ser libres? ¿Para amar a quién? ¡Bendito nuestro Dios! ¿Para eso qué vamos a hacer? ¿Para eso qué vamos a hacer? Vamos a… cantarle al Señor ¿Quiénes quieren cantarle al Señor? ¿Orarle al Señor? ¿Quiénes quieren orarle al Señor? ¿Ponerle mucho cuidado al Estudio Bíblico? ¿Quiénes quieren hacer eso? ¿Abrir el qué? Y la mente, la mente, el corazón para adorar a Dios, porque ¿A cuántos de ustedes Dios les había anunciado esta fiesta espiritual? ¿Quiénes están felices? ¡Gloria a Dios! ¡Bendito nuestro Dios! Bueno, ¡Bendito el Señor! Pueden tomar asiento hermanos. Y vamos entonces a saludar a cada una de las Iglesias, comencemos con Iglesias de Cundinamarca. Está la Iglesia de Guaduas. Que se… eso, que levanten la mano. Un aplauso para los hermanos de Guaduas, qué alegría tenerlos aquí. ¿Dónde están los hermanos de Puerto Salgar? Eso, aplauso para los hermanos. De Cundinamarca también están los hermanos de Cambao ¿Dónde están los de Cambao? Cambao, aplauso para los hermanos de Cambao. Eso es una bendición muy grande estar todos aquí reunidos. Los hermanos de San Juan de Rioseco, ya… también del departamento de Cundinamarca ¿Dónde están? Levanten la mano, un fuerte aplauso para ustedes, los queremos mucho. Los de… ahora venimos con los de Caldas, también hay… excúsenme no había nombrado el departamento de Caldas que son aledaños aquí. Están de la Iglesia de Norcasia ¿Dónde están los hermanos de Norcasia. Un aplauso para los hermanos de Norcasia. Es que cuando estamos aquí, la importancia de esta reunión, es que detrás de todo esto, está la congregación, está la congregación de los hijos de Dios ¡Gloria al Señor! ¿Y dónde están los hijos de Dios? Levanten la mano ¡Gloria a Dios! Y los hijos de Dios, cuando estamos en congregación recibimos ¿Qué hermano Andrés? ¿Qué… qué recibimos? Claro que sí, se recibe bendición, liberación y sobre todo ese anhelo de cambiar para amar a Dios sobre todas las cosas ¿Amén hermanos? ¡Gloria a Dios! Y vamos también a saludar a los hermanos de La Dorada Centro, departamento de Caldas. Muy bien hermanos, Dios los bendiga. También vienen de La Dorada Ferias ¿Dónde están los hermanos de Ferias? Eso… de La Dorada. También los hermanos de Puerto Boyacá, qué bonito tenerlos aquí, qué alegría verlos. Y ahora sí empezamos con el departamento del Tolima. Comenzamos con Mariquita ¿Dónde están los hermanos de Mariquita? De Lérida. Lérida, muy bien. De Guayabal. ¿Guayabal dónde? En la parte de atrás. Dios los bendiga a todos. Los hermanos de San Luis, San Luis. Eso… Los del Valle de San Juan ¿Dónde están? Muy bien. Los hermanos de Líbano Tolima… ¡Gloria a Dios! También vamos con la Iglesia de Alvarado ¿Dónde están los hermanos de Alvarado? Aplauso para los hermanos de Alvarado. Los hermanos de Venadillo, Venadillo, ahí cerca, muy bien. Dios les bendiga a todos. Aplausos para nuestros hermanos, más fuerte, los hijos de Dios, la congregación del Señor, donde se manifiesta el Espíritu Santo ¡Gloria a Dios! Los hermanos de Fresno ¿Dónde están los hermanos de Fresno? Aplausos, qué felicidad. Los hermanos de Cajamarca, Cajamarca que tienen local propio, qué bonito. Los hermanos de Honda Tolima. Honda, muy bien, qué hermoso tenerlos aquí. Y pasamos a… Bueno, el crecimiento de la Iglesia aquí en Ibagué ha sido muy bonito ¿No? Claro que sí, nos dicen que seis Iglesias ya aquí en Ibagué, es una gran bendición. ¡Qué maravilla!... seis Iglesias Y quisiéramos… quisiéramos nombrar una por una. A ver ¿Dónde están los hermanos de La Quinta? La Quinta… ¡Oh! Está grandísimo… Otra vez que la Hermana María Luisa los quiere ver, Los de la Quinta, qué bonito. Los del Jardín. Jardín allá… Los de El Salado, muy bien. Los de La Floresta. ¡Bravo! Los de La Floresta. Los de La Gaviota, que es una de las Iglesias más antiguas, la Hermana María Luisa los recuerda mucho a ustedes porque ahí comenzó la Iglesia aquí en el Tolima. El Hermano Luis venía también ahí a La Gaviota ¿Correcto? Qué bonito ¡Gloria a Dios! Aplauso para los hermanos de La Gaviota, que ellos fueron los iniciadores aquí, qué bonito, muy bien. Levanten la mano si hay alguno de esos hermanos cuando se empezó las primeras predicaciones aquí en La Gaviota, que esté aquí todavía. Ah nuestro hermano, eso, qué bonito, un aplauso, un aplauso… Premio, premio para ellos… que han sido fieles con el Señor. Y hay otra Iglesia propia aquí en Ibagué ¿Dónde están los hermanos de Picaleña? Eso, qué bonito. Otra vez que la Hermana María Luisa los quiere ver, la Hermana los está mirando. ¿Y dónde están los hijos de Dios? ¿Dónde están los hijos de los poderosos? Que conocen el Evangelio de verdad ¡Gloria a Dios! ¡Qué maravilla! Un aplauso para nuestro Dios… fuerte, fuerte, fuerte, para el Dios Viviente, para este Dios Hermoso que vive, que nos habla y nos guía ¡Aleluya! ¡Gloria a Dios! Vamos a darle paso a nuestros hermanos que vienen de México por favor, nuestros dos hermanos que vienen de México… que son… César Hernández. Y Alejandro Galicia, por favor para que pasen en este momento. Nuestro hermano César es pastor en las Iglesias de Puebla, ¿Es el Estado correcto? Y él está encargado de tres Iglesias allí, él era pastor en Cali y bueno se fue para México… ¿Hace cuánto tiempo está en México? Diga hermano, bien pueda, bienvenido hermano. Hermanos buenas tardes, Dios los bendiga a todos ¡Gloria a Dios! Hermanos, nosotros… nosotros hermanos hace ocho años, por misericordia de Dios tuvimos esa hermosa noticia que nos íbamos a vivir a un país y fue México, y llegar a México para nosotros ha sido la bendición más grande que nos ha pasado en la vida, México es un país hermoso, lo quiero ya tanto que ya soy mexicano hermanos, ya soy nacional, ya Dios me permitió tener la… Ya tiene cédula… Ya tengo… sí. Cédula mexicana, qué bonito. Esa fue una bendición muy grande, un milagro también. Sí, un milagro muy lindo, Dios permitió, pero siempre llevo a Colombia en el corazón también hermanos. Yo les quiero testificar que nosotros hace ocho años, cuando llegamos a México, nuestra Hermana María Luisa a los pocos meses hizo un Instituto Bíblico y tuvimos la oportunidad de participar, y les cuento hermanos que a partir de ese momento ya no son once Iglesias, sino que ya son treinta y un Iglesias en México hermanos ¡Gloria a Dios! Desde que la Hermana empezó a visitar México. Sí, sí. Lo mismo que en Estados Unidos, que cuando la Hermana llegó eran como ¿Cuántas? Eran como doce y ahora son más de cien Iglesias allí en los Estados Unidos. Se repite lo mismo. ¡Bendito el Nombre del Señor! Se repite igual, el respaldo del Señor. Donde llega la Hermana ahí está la bendición. Y los milagros que hace a través de la Hermana son muchísimos, yo… yo de pronto les cuento un testimonio muy puntual, a una hermana el Espíritu Santo le decía que un familiar iba a estar en un peligro de muerte, pero que en el último minuto lo iba a salvar. Él trabaja para comisión federal, que se reparan todos los transformadores, o las líneas de alta tensión; Y estando haciendo un mantenimiento, destaparon un equipo y dentro de ese equipo había ácido sulfúrico, pero por el calor evaporó y esta persona respiró todos los gases, cayó al piso; Estaban en el campo hermanos, a la media hora, casi a los cuarenta minutos pudo llegar una ambulancia, y cuando llegó la ambulancia dijeron: “Nos lo vamos a llevar pero es para el anfiteatro, porque ya no hay nada que hacer, le dio un paro cardíaco por las quemaduras internas”. Y en ese momento la hermana de la Iglesia la llamaron, le dijeron: “Su hermano acaba de fallecer”. Y dice que ella le decía a Dios: “Tú me dijiste que no lo ibas a permitir”, y a los cinco minutos la llamaron y le dijeron: “Acabó de revivir en la ambulancia y lo llevamos para tal ciudad”, como a la hora. ¡Gloria a Dios! Lo lindo hermanos, es que la hermana dice que cuando llega a esa ciudad como a una hora más o menos desde Puebla, a ella la llamaron y le dijeron: “Le han dado dos infartos pero ahí sigue”. Ella llegó esa noche, los médicos le dijeron: “Mire, no hay nada que hacer, lo vamos a llevar a la unidad de cuidados intensivos pero veinticuatro horas muy difíciles, prepárese para lo peor. Y la hermana esa tarde, como a las cinco y media dijo: “Bueno” y se devolvió para Puebla, y era Estudio Bíblico ese día, era lo único que quería era llegar al Estudio Bíblico. Dice la hermana que cuando llegó tomó un taxi, como nunca el taxi se demoró más de lo normal, y cuando iba llegando a la Iglesia, dice que estaba la Hermana ya cantando un coro y ella dice que llegó al último minuto, ella quería solamente llegar, y cuando llegó le dijo a Dios: “Acuérdate lo que Tú me dijiste Dios, acuérdate que Tú me prometiste que no iba a pasar nada”. Y en esa oración ella sintió mucha alegría, mucha libertad ¿Y qué pasó hermanos? Que a los dos días ese hombre estaba sentado en la cama, comiendo, como si nada le hubiera pasado y Dios le salvó la vida a este hombre ¡Gloria a Dios hermanos! Amén ¡Gloria al Señor! Qué bonito. Hermanos, para darle paso a nuestro hermano Alejandro, este es un momento único, ustedes no se alcanzan a imaginar qué siente uno de verlos a ustedes, de que Dios nos dé este regalo de estar con nuestra Hermana María Luisa, con ese par de maestros también para nosotros hermanos, para nuestra maestra por excelencia y verlos a ustedes hermanos. Nosotros los vemos por los videos y nos alegramos, pero nunca se alcanza a imaginar qué es sentir de ver seis mil personas alabando a Dios ¡Qué Dios los bendiga hermanos muchísimo! Gracias hermano. Hermano Alejandro está en la Iglesia de Satélite, en ciudad de México, mexicano. Hermano bienvenido, qué alegría tenerlo aquí. Queridos hermanos del Tolima, Dios los bendiga a todos. Es un privilegio muy grande estar aquí hermanos. Hace… hace unos días yo estaba por acá en Bogotá y el Señor me habló en profecía y me decía que tenía una sorpresa para mí, que estaría aquí antes de lo que yo imaginaba. Y hace unos días recibí una llamada para viajar aquí con todos ustedes, un anhelo de mi corazón como dice el hermano César, verlos a ustedes en los Estudios Bíblicos es algo muy bonito, pero estar viviendo aquí, sintiendo la presencia de Dios con todos sus hijos es lo más grande y lo más maravilloso. Dios los bendiga a todos hermanos. Nuestro hermano Javier Perilla y la Iglesia de México les mandan un fuerte saludo, un cordial saludo. Platicarles brevemente lo que el Señor ha hecho en mi vida. Hace unos años me decía que me acercara al obrero, a nuestro hermano Javier; Yo decía: “¿Y para qué me acerco, si yo no tengo ahorita una duda? Bueno, será para el futuro”, y al día siguiente en profecía me dijo el Señor: “Y acércate, te digo que te acerques”. Yo: “Bueno, pues me voy a acercar a decirle lo que me dijo el Señor” y cuando me quise acercar, ese día no pude, el hermano salió. Al día siguiente trato de buscarlo y el hermano vuelve a salir de la Iglesia, digo: “No, el tercero ya porque el Señor ya van dos veces que me dice eso”. Y cuando me acerco para decirle lo que el Espíritu Santo me había dicho, se me cortó la voz, no pude hablar, solo le dije: “Hermano” y me volteó a ver y me dijo: “Hermano, como la mujer samaritana, váyase y deje de pecar”. Fueron las palabras que Dios me dio a través del hermano Javier, llegué a mi casa, le oré a Dios, le pedí perdón por tantas cosas y empecé a alabar a Dios, fui a la Iglesia, sentí paz en mi corazón, sentí lo que nunca había sentido. A los pocos meses Dios me bautiza con su Espíritu Santo, a los pocos meses comienzo a dar guianzas, a los pocos meses empiezo a imponer manos, a los cuantos meses el Señor me bendice en mi trabajo, me da un ascenso, a los pocos meses empiezo a predicar, a los pocos meses el Señor me da una camioneta, a los pocos meses voy, viajo a una Iglesia, conozco a mi esposa y ha sido un espectáculo vivir con Dios hermanos. Y lo más… lo más hermoso, hermano Carlos Alberto, hermano Andrés, que cuando el Señor me empezó a dar todas esas bendiciones, pues yo en mi ignorancia le decía: “¿Señor, pero por qué me das todo esto? ¿Por qué a mí, si hay otros hermanos también? Compárteles, dales Señor, yo solo te pedí que me permitieras estar aquí alabando”, y un día en profecía el Señor bien tuvo a contestarme eso que yo le preguntaba, me dijo: “Y me preguntas, me preguntas que por qué te he dado todo eso a ti, y te digo que hoy te voy a contestar, te digo que todo eso te lo he dado por amor a mi Sierva”. Hermana María Luisa muchas gracias porque hoy todos estamos aquí, gracias a usted ¡Gloria a nuestro Dios! Gracias hermanos, Dios me los bendiga. ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios! Hay un Himno muy lindo… tal vez en esta… en esta lectura que hacíamos, se llama el Himno 198: El Lirio de los Valles, cantémoslo con mucha inteligencia, pensando, meditando en este Himno para que vivamos lindas experiencias, Himno 198. ♪♪ Himno: El Lirio de los valles ♪♪ ¡Gloria y la honra es para este Dios que vive y que crece en cada uno de nuestros corazones! ¡Bendito el Nombre del Señor! ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios! Qué lindo, qué lindo ¿Quiénes disfrutaron el Himno? Muy hermoso, muy hermoso. Tenemos otro Himno muy lindo también ¿No? El Himno número 72. Yo les quiero contar una experiencia que acabo de vivir, mientras que estábamos cantando este Himno, llovía y llovían muchas… veía que caían mucha… como escarcha, bendiciones que vienen. ¡Gloria a Dios! Qué bonito, esas son como lluvias de bendición ¿Quiénes quieren lluvias de bendición? ¡Gloria a Dios! ¿Y cuáles son las lluvias de bendición? ¿Cómo se llaman? Recibir el… Espíritu Santo, los dones del… Espíritu Santo ¡Gloria a Dios! Qué bonita experiencia, gracias al Señor. Bueno… Y vamos a cantar ahora un Himno muy lindo también ¿Cómo se denomina? El 72: Brilla en tu Lugar, donde estemos tenemos que ser siempre luz, ejemplo, somos la sal de la tierra, somos los hijos del Poderoso, somos los hijos de Dios ¡Bendito nuestro Dios! Entonemos este Himno, Himno 72. Gracias Señor, te amamos, te adoramos, te bendecimos, Tú eres Hermoso, Bueno, Grande, Poderoso. Queremos brillar Señor, queremos dar luz, queremos dar buen testimonio, Señor ♪♪ Himno: Brilla en tu lugar ♪♪ ¿Y cómo no brillar Señor, si Tú eres nuestra Luz, nuestro Camino, nuestra Verdad, nuestro Sol, nuestro Escudo? Porque Tú eres Omnipotente, Omnisciente ¡Bendito nuestro Dios! Amén ¡Grande es el Señor! Por eso nos tenemos que seguir esforzando y hay un Coro que habla de ello, se llama… El Coro 137, lleva por título: Procura con Diligencia, puestos de pie vamos ahora a entonar este Coro. Procura con diligencia es esforzarse ¿Quiénes se quieren esforzar? Aquí en el Tolima son muy esforzados. Claro que sí y en el Señor nos toca… ¿Cada cuánto nos toca esforzarnos?... A cada segundo, cada minuto, si queremos agradar a Dios y ser su familia, ser sus hijos de Dios ¿Amén hermanos? Cerrar los ojos y aplaudir al Señor, y a bendecirlo cantando este hermoso Coro, los que se lo saben de memoria, es el número 137. Procura con Diligencia. Sí Señor ¿Cómo no ser fieles a tu Palabra? ¿Cómo no ser hacedores de ella Señor? Danos sabiduría, cordura, inteligencia. ♪♪ Coro: Procura con diligencia ♪♪ ¡Gloria a Dios! ¡Aleluya! Gracias Señor ¡Bendito tu Nombre! ¿Y este avivamiento quién lo quitará? ¿Quién lo quitará? Este es el Coro que vamos a cantar ¿Quiénes están sintiendo ese avivamiento? ¿Quiénes están avivados? ¡Gloria a Dios! Yo los veo muy avivados. Claro que sí ¿Cómo no estarlo, si ya se acerca ese momento tan esperado, amén hermanos? Entonemos este Coro, Coro número… 71: Este Avivamiento ¿Quién lo quitará? Nadie ni nada lo podrá quitar ¿De acuerdo? Totalmente de acuerdo ¡Gloria a Dios! Cantémoslo con el alma porque así es. Número 71. Gracias Señor, desciende con tu Espíritu, manda fuego, manda poder Señor, aviva el fuego de tu presencia, liberta Señor. ♪♪ Coro: Este avivamiento ♪♪ ¡La gloria y la honra es para Dios! ¿Sí notaron algo hermanos? Estábamos… estábamos estrenando, estábamos estrenando nuevo Coro, que tiene una letra nueva, un pedacito pero muy bonito. Todo eso es lo que nuestra Hermana María Luisa está haciendo, ir reformando poco a poco los Coros, los Himnos, algo muy bonito que nos vamos actualizando ¡Gloria al Señor! Una sorpresa para todos hoy. Y ahora sí, quisiéramos dejarlos en compañía de esa gran Mujer que todos amamos, que se llama ¿Cómo hermanos? <> ¡Gloria a Dios! Y yo les quiero contar que en Girardot, nos contaba nuestro hermano Nelson Forero, que hubo grandes milagros, los hermanos no han hecho sino testificar en el Culto, de sanidades de cáncer y de toda índole de sanidades y de milagros. Dios los bendiga hermanos y aquí con ustedes nuestra Hermana María Luisa… Nuestra Hermana ¡Qué bendición! Muy buenas tardes hermanos, Dios me les bendiga grandemente, que nuestro Dios los bendiga hoy y siempre. Y estamos aquí felices y contentos alabando al Señor, glorificando a nuestro Dios y resaltando su Nombre. Así que hoy vamos a entregar nuestro corazón y vamos a entregar también toda nuestra atención a la enseñanza, a las preguntas y a la lectura de la Biblia, que estamos leyendo los Salmos y nos estamos deleitando con estos preciosos cánticos espirituales. Pero antes de eso vamos a estar cantando un Coro pues yo veo que pusieron un Coro nuevo, porque va a salir un himnario nuevo y va a salir… va a salir… digamos va a salir el himnario nuevo y también los Cd´s, se han renovado algunos Coros porque meditando en ello, algunas palabras de los Coros no tienen que ver con nuestra doctrina que Dios nos está enseñando el día de hoy; Y por lo tanto, como esos coros han sido una compilación que se hizo de muchos años, de muchos himnarios, se hizo una compilación, pero hoy el Espíritu Santo nos ha estado revelando mucha doctrina, nos ha estado enseñando muchas cosas nuevas, maravillosas y por eso es que algunos Coros los hemos estado cambiando, algunas palabritas. Y de ese Coro que acabamos de cantar precisamente se le cambiaron algunas palabritas, pero cuando salga el himnario nuevo, vamos a… en cada Iglesia a enseñarle a los hermanos que primero aprendan el Coro con las nuevas palabras, que no suceda como hoy que se puso la pista y cantábamos como en la antigüedad, y en la pista se cambian las palabras. Entonces primero, los hermanos van a aprenderse la música… la letra de ese cambio que se hizo. Después, cuando ya ustedes vivan esas experiencias les vamos a explicar el porqué fue que hicimos esos cambios de palabras, porque vimos que no tenían que ver con la doctrina que el Señor nos está dando ahora. Y también… también pues que en vista de eso pues vamos a estar cantándole al Señor otro Coro y cantémosle al Señor ese Coro que dice… el 146 que dice: Brillando y Luchando, porque eso es lo que nosotros tenemos que hacer, brillar y luchar. Vamos a cantar ese Coro 146. ♪♪ Coro: Brillando y luchando ♪♪ ¡Bendito Dios! ¡Poderoso nuestro Dios! ¡Gloria a nuestro Dios! ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a nuestro Dios! ¡Poderoso el Señor! Muy bonito también que de vez en cuando ustedes, no tanto amén, sino decirle al Señor: ¡Glorioso es tu Nombre Señor! ¡Bendito tu Nombre! ¡Alabado tu Nombre! ¡Grande eres! No les dé vergüenza alabar a Dios, no les dé vergüenza expresar palabras hermosas para nuestro Dios, no le dé vergüenza si a usted lo escuchan las personas que están cerca de usted, exteriorice lo que siente su corazón, lo que siente su alma, porque Dios todo lo merece ¡Glorioso es el Señor! ¡Las alabanzas para nuestro Rey! ¡Bendito! ¡Bendito el Nombre de nuestro Dios! Pueden sentarse. Y vamos a seguir estudiando el libro de los Salmos. Les doy un saludo con mucho cariño a todos los hermanos y hermanas que vienen de las diferentes Iglesias aquí en el Tolima y parte de Cundinamarca, un saludo para todos, lamento no poder visitarles Iglesia por Iglesia porque es imposible, ya se salió del poder humano hacer esta labor, pero aquí estamos y me saludan a todos los hermanos y las hermanas que no pudieron venir por algún motivo, un saludo para todos en sus lugares. Y de todas maneras yo estoy con ustedes en espíritu y allí con los Estudios Bíblicos también estoy con ustedes. Y de esta manera nosotros nos gozamos y… y a Dios le damos la honra y la gloria. Y aquí estaremos… estamos aquí glorificando al Señor, alabando a nuestro Dios y recordando, recordando que nuestro Dios cuando le habló a Moisés y le dijo que hiciera un Tabernáculo para que fuera el lugar de adoración a Dios; Y Moisés recibió todas las instrucciones de nuestro Dios, de cómo sería ese Tabernáculo hermoso, donde Dios iba a morar, a habitar para que allí el pueblo de Israel se congregara a alabar y a glorificar a nuestro Dios, e hicieran los sacrificios. Y Así Moisés erigió un Tabernáculo y por cuarenta años estuvieron en el desierto, ese Tabernáculo lo armaban y lo desarmaban, y ellos caminaban por el desierto, y en el lugar donde Dios les decía que había que parar, paraban; Y armaban el Tabernáculo y allí se quedaban por decir algo, un año, dos años, y durante ese tiempo ellos iban y alababan el Nombre del Señor en ese Tabernáculo. Y allí Dios le hablaba al sumo sacerdote, allí Dios daba instrucciones, qué bonito era en ese entonces. Pero luego ya, cuando Moisés desaparece y queda Josué, salen ya del desierto. ; Hasta cuando el rey David comenzó a gobernar, él sintió en su corazón hacer un Templo para nuestro Dios, hacerle una casa a Dios como Él lo merecía. Dios no le permitió a David y le dijo que no, le dijo: “No, tú has derramado mucha sangre y por lo tanto yo no voy a permitir que tú construyas un palacio, un templo para mí, será tu hijo el que lo va a hacer” y así Salomón construye un Templo en la ciudad de Jerusalén, un Templo hermoso porque ese Templo era el prototipo, o el símbolo del Templo futuro ¿Y el Templo futuro quiénes eran? La Iglesia del Señor. Así debería ser de hermosa la Iglesia del Señor, pero no la parte física, los corazones, los corazones y la mentalidad de cada hombre y cada mujer que se convierte a Dios, empieza a ser ese Templo maravilloso, esa ciudad maravillosa, eso que hubo antes en Jerusalén y que el rey Salomón construyó un Templo para Dios, para glorificar al Señor, allí también Dios se manifestó. Y… y después de este Templo, entonces Dios comienza a darle instrucciones al rey David y el rey David nombra unos cantores. Dice la Biblia que nombró setenta cantores, que ellos eran profetas, eran setenta profetas, y ellos cantaban, y ellos interpretaban instrumentos musicales diferentes, y se reunían allí a alabar a Dios, a glorificar a nuestro Dios. Dice que todos eran llenos del Espíritu Santo y cuando empezaban a cantar eran inspirado por el Espíritu de Dios, y Dios mismo era el que cantaba en la boca de estos hombres. El Señor Jesús estaba también allí trabajando en Espíritu, también estaba en la boca de estos hombres, de estos cantores y entonaban estos Himnos, estas canciones hermosas, y entre esas canciones tenemos los Salmos, los Salmos son esos cánticos. Yo creo que faltaron muchos cánticos, se perdió a través del tiempo, de los siglos, a través de las guerras y de tantas cosas que han habido en la tierra, en la humanidad, se perdió mucho material de tantas cosas que Dios hizo con aquellos que lo seguían, con aquellos que le alababan, se perdió mucho material, aquí tenemos unos poquitos, poquitos Salmos, ciento cincuenta y algunos más; Y con esto nosotros nos deleitamos. Pero como Dios vive, pero como Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos, como el Espíritu Santo está aquí en la tierra, está aquí en medio de la congregación que alaba, que teme a Dios, que glorifica a Dios, entonces nosotros seguiremos cantándole al Señor también. Y alguno de ustedes se levantará también como estos profetas, como estos cantores, y también Dios les va a dar a ustedes esta… ese don, o esa capacidad para que usted también sea inspirado por el Espíritu de Dios, y siga cantándole a nuestro Dios, y siga componiendo canciones para Dios, para que las futuras generaciones sigan alabando al Señor y glorificando a nuestro Dios. En eso es que estamos nosotros, así es como Dios se manifiesta. Nosotros no nos vamos a quedar solamente con estos cánticos de la antigüedad del pueblo de Israel, de los cantores, porque nosotros hoy también queremos ser cantores y cantoras para nuestro Dios, y queremos que Dios envíe el poder a cada uno de nosotros, y esa capacidad y ese talento, y nos inspire para cantarle al Señor, porque Él es Vivo, Él es un Dios que vive, que existe, el mismo ayer, hoy, por los siglos, Él no ha cambiado, Él no se quedó en la antigüedad, Dios está con nosotros hoy, ese Dios que estuvo con Moisés ¡Gloria al Señor! Y nos sentimos orgullosos de ese Dios Poderoso, nos sentimos orgullosos de ese Dios que anduvo con Moisés, con Abraham, hoy está aquí con nosotros ¡Gloria al Rey! ¡Glorioso es el Señor! ¡Bendito el Nombre de nuestro Dios! Y qué orgullosos somos de haber conocido este Camino, haber conocido esta Verdad, de estar aquí en la presencia de nuestro Dios, que está con nosotros en Espíritu y en verdad ¡Glorioso es el Señor! Y así, estos cantores compusieron estos cánticos, pero cuando nosotros leemos estos Salmos, vemos que es… que son las vivencias de nuestro Señor Jesucristo, que es el Señor Jesús quién canta, quién le ora a Dios, quién le habla a Dios, intercede por el pueblo, intercede por su Iglesia, intercede por nosotros. Y por eso aquí nosotros también vamos a meditar porque de aquí vamos a estar nosotros memorizando algunas palabras también, para cuando estemos en la Iglesia alabando al Señor, nosotros nos arrodillamos y empezamos a decirle al Señor algunas frasecitas de los Salmos. Y a esas frases, nosotros les vamos a aumentar, les vamos a agregar más palabras que salgan de nuestro corazón. Y de acuerdo a nuestra vivencia, de acuerdo a nuestro modo de vivir, de la actualidad. Así mismo le agregamos palabras y le decimos al Señor, y le hablamos al Señor, le cantamos, o lo decimos así recitado, como un poema, o con música, con una melodía que nos dé el Espíritu Santo. Pero siempre lo haremos con alegría, con todo el corazón, con toda nuestra alma, eso haremos. Que el Señor nos ayude y que Dios los ayude a ustedes, y todos ustedes sean cantores y cantoras del Israel espiritual, porque somos israelitas espiritualmente. Así que Dios estará ayudándonos y permitirá el Señor que nosotros logremos orarle al Señor cantarle a nuestro Dios y alabar su Nombre ¿Amén? Abrimos en el Salmo 32… abrimos el Salmo 32… Y dice así la Palabra del Señor ¿Ya tienen hermanos el Salmo 32? Bien. Dice: “Bienaventurado aquel…”, bienaventurado aquel hombre o aquella mujer, “Cuya transgresión ha sido perdonada (por Dios), su pecado ha sido cubierto”, porque Dios se lo ha quitado, le ha perdonado, le ha limpiado. Y dice que él es bienaventurado, el mismo Señor, diciendo que es bienaventurado este o esta, a quién Dios le ha perdonado sus pecados. Gracias le damos al Señor ¿Amén? Y el 2 dice: “Bienaventurado es el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño”, qué hermoso es cuando nuestro Dios no nos dice a nosotros que somos pecadores, sino que el Señor nos dice que nosotros somos hombres y mujeres que hemos conocido su Nombre y nos hemos arrepentido, le hemos pedido perdón, y ahora estamos viviendo la vida santa y correcta porque Él se lo merece. Y Él entonces nos dice que somos bienaventurados. Al primero que le dijo que era bienaventurado fue al Señor Jesucristo, al Señor Jesucristo porque Él cuando estuvo en la tierra, se comportó como ser humano, siendo Dios y se comportó como ser humano. Y como ser humano pues también tenía la tendencia de caer en pecado, pero Él no cayó en pecado, pero Él sí retomó los pecados de aquellos y aquellas que se convertirían a Dios. Y por eso, como Él tuvo que arrepentirse, no por Él mismo, sino por nosotros, dice: “Es bienaventurado aquel a quien Dios no inculpa de pecado”. Gracias Señor. Y en el verso número 3 el Señor sigue hablando, dice el Señor: “Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día”, todo esto hizo el Señor Jesucristo, el Señor Jesucristo se humilló, oró y clamó al Padre, ayunaba y le pedía perdón a Dios, no por Él, sino por todos nosotros, por toda aquella gente que desde ese entonces se convirtió, y todos los que se han convertido y se convertirán; Por todos ellos el Señor sufrió crueldades y el Señor tuvo que gemir, y llorar, y clamarle al Padre que lo perdonara, que perdonara el pecado de esa gente, que perdonara el pecado de nosotros. Hoy nosotros estamos gozando de la bendición de Dios, de la mirada de Dios, gozando de su mano poderosa, porque el Señor Jesús sufrió, oró, luchó, dice que Él gemía todo el día, día y noche, dice en el 4: “Día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano”, todo esto sufrió el Señor Jesús; No fue solamente lo que leemos en los evangelios, lo que Él vivió y sufrió durante los tres años, todo esto que está aquí en los Salmos está hablando de Cristo Jesús, su vida de Él, lo que Él padeció por darnos esa salvación, por tenernos hoy en su presencia y nosotros estar gozando de la presencia del Espíritu Santo, gozando de los dones espirituales, gozando de las sanidades, gozando de los milagros, de las señales, de la orientación en nuestra vida, de la solución de problemas y de quitarnos angustias, tristezas, temores, darnos la paz y la alegría en nuestro ser, todo esto el Señor nos lo da, todo esto estamos gozando hoy y disfrutando de nuestro Dios ¿Por quién? Por el Señor Jesús, porque Él fue el que sufrió, Él fue el que convenció al Padre para que el Padre lo escuchara y nos perdonara, y para que nosotros estemos hoy aquí, disfrutando como reyes ¿Amén? Porque dice que Él nos llama: “Reyes y sacerdotes”, después de haber luchado y sufrido por nosotros ¡Gloria a nuestro Dios! ¡Gloria al Rey! Y en el verso número 5, ustedes también lean, participen en la lectura por favor: <<”Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado”>>, aquí dice que el Señor… dice el Señor: “Mi pecado te declaré…”, claro que no era el de Él, era el de nosotros ¿No? “Y no encubrí mi iniquidad. Y Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú Señor perdonarás la maldad de mi pecado”. Eso es lo que hace nuestro Dios, el Señor Jesús lo hizo por nosotros, pero hoy nosotros también ya, conociendo el Camino, conociendo la voluntad de Dios, conociendo a nuestro Dios, su Palabra que Él nos ha enseñado, que Él nos ha dado, nosotros también ya hoy directamente confesamos, nos arrepentimos, le decimos al Señor que nos ayude, nosotros reconocemos nuestro error, nuestra falta, nuestra maldad, la reconocemos y le decimos al Señor, y Él nos ayuda, y Él nos escucha, y Él nos perdona porque ese es su amor, esa es su misericordia de nuestro Dios ¡Gloria a su Nombre! En el verso 6 dice: “Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado” ¡Gloria a mi Señor! Dice que mientras que nuestro Dios pueda ser hallado por nosotros, nosotros le oraremos a Él en todo tiempo y hallaremos al Señor, lo buscaremos y lo vamos a encontrar, y vamos a decir: “He hallado al Señor, hallé al Señor en aquella Iglesia, fui y oraron por mí, y Dios me habló, habló a lo profundo de mi corazón, habló a lo profundo de mi ser, me dijo toda mi vida, me dijo todo lo que yo había hecho en la antigüedad, me consoló, me transforma, me siento feliz, me siento otra persona. Eso es lo que nosotros experimentamos cada vez, la vez primera que hemos venido a la Iglesia y hemos vivido esas experiencias maravillosas con el poder de Dios, el Espíritu Santo, el don de la profecía ¡Glorioso es el Señor! Y entonces nosotros cambiamos y decimos: “Señor, te he hallado, te he hallado Dios, te he encontrado, gracias Señor, ahora que te encontré quiero seguirte, quiero seguir tus pasos, quiero seguir ese Camino, ayúdame”, eso es lo que al Señor le decimos siempre ¿Amén? Eso debemos decirle a nuestro Dios. Y dice: “Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado; Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas…” a la persona, ciertamente cuando haya una tribulación, cuando haya un día malo, un día difícil, no… la persona no va a sufrir, ni va a perecer en su tribulación, en su enfermedad, accidente, en los días malos, días de escasez, días de miseria, la persona no va a desfallecer, Dios estará en ese momento tendiendo la mano ¿Por qué? Porque ustedes y yo hemos hallado y hemos conocido a un Dios de poder. Por lo tanto que en el momento difícil de la vida, en el momento de la tribulación y de la angustia, dice que en esa inundación nadie se va a ahogar, sino que por el contrario, el Señor nos sacará adelante, nos sacará a flote, porque Él estará con nosotros, porque le hemos hallado, hemos hallado el Camino de nuestro Dios, hemos hallado el Camino de la salvación, hemos conocido a Dios, estamos conociendo su voluntad ¡Gloria a su Nombre! Queremos hacer la voluntad de Dios, queremos agradarle porque el Señor Jesús oró por nosotros, luchó por nosotros, le clamó al Padre día y noche durante sus treinta y tres años como humano que vivió en la tierra. Y por eso hoy nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, porque gracias al Señor Jesucristo y su sacrificio, nosotros estamos aquí con nuestro Dios, gozando de estas bendiciones espirituales, bendiciones que ustedes más adelante se darán cuenta que han recibido de la mano de Dios. Gracias le damos a Dios por ello ¡Bendito sea el Nombre de nuestro Dios! Creador de los cielos y la tierra, nuestro Dios que hizo a Adán y a Eva, nuestro Dios que le habló a Noé, nuestro Dios que le hizo promesas maravillosas a Abraham, Isaac y a Jacob, ese es el Dios que tenemos hoy ¡Gloria al Señor! Ese Dios Verdadero, Poderoso Señor. Y en el verso número 7, lean el verso número 7: <<“Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás. Selah”>>, “Tú eres mi refugio” ¿Cuántos creen que nuestro Dios es nuestro refugio? <>, ¿Cuántos en sus oraciones, en sus alabanzas, le han dicho al Señor: “Tú eres mi Refugio”? <>. Así es que tenemos que orarle a Dios, así es que tenemos que alabarle: “Tú eres mi Refugio, Tú eres la Roca firme en la cual me escondo en el día malo”. Ahora lean el 8: <<“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos”>>, Dice: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos”, el Señor nos hace una promesa linda, donde Él se compromete que Él nos enseñaría el Camino en el cual nosotros debemos andar. Ustedes saben hermanos, o ustedes en sus experiencias que han tenido ¿Quién les enseñó a ustedes el Camino por el cual deben andar hacia Dios? <>. El Espíritu Santo, el Espíritu Santo a través de profecía, nuestro Dios a través de sueños y revelaciones y visiones ¿Sí? <>. El Señor les está enseñando, nos ha enseñado el Camino por el cual debemos andar. Gracias a nuestro Dios ¡Bendito Dios! Si no fuera por el Espíritu Santo, que nos está guiando, que nos está orientando, que nos está enseñando el Camino, pues seríamos ignorantes como cualquier persona, mirando a quién adorar, mirando a quién alabar, a quién clamar, a quién buscar, quién será mi socorro, quién será mi ayuda, no, pero gracias Señor, que el Espíritu Santo está con nosotros y nos está enseñando este Camino maravilloso, el Espíritu de Dios ¡Glorioso es el Señor! Y seguimos, vamos a… lean el verso número 9: <<“No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y con freno, porque si no, no se acercan a ti”>>, nos amonesta Dios, que no seamos como el caballo, como un mulo, que no tienen entendimiento, dice que seamos sabios, inteligentes, ¿Y qué más? y muy entendidos ¿Y muy qué? Sagaces para buscar a Dios. Seguimos aquí, ya vamos a terminar aquí el Salmo y dice aquí el Señor en el verso número 10: “Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que espera en Jehová, le rodea…” ¿Qué? <<”La misericordia”>>. Gracias a nuestro Dios ¿No les parece que esas son promesas maravillosas? Que el Señor nos diga a nosotros… que el Señor nos diga a nosotros que el que espera en Dios le rodea la misericordia de Dios, qué bonito es, qué hermosa es esta promesa, no dudemos, no vayamos a dudar, confiemos, confiemos que Dios tiene misericordia de nosotros, y que Él nos oye, nos ve, nos escucha, conoce nuestro entrar y nuestro salir, nuestros caminos, nuestros pensamientos, pero como esperamos en Él, creemos en Él, confiamos en Él, entonces Él va a tener ¿Qué de nosotros? Misericordia. Gracias a nuestro Dios, Poderoso el Señor, qué hermosa es la Palabra del Señor. ¿El verso 11 qué dice? <<”Alegraos en Jehová y gozaos, justos; Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón”>>, qué hermosa palabra, qué hermosas palabras hermanos, estas palabras hay que memorizarlas, llevarlas en nuestro corazón, en lo profundo de nuestro ser, y le recordamos al Señor. Toda vez que usted tenga una tribulación, que usted tenga un momento difícil en su vida, dígale al Señor: “Señor, pero recuerda que aquí dice que los justos se deben alegrar en el Señor y gozarse, y cantarle al Señor con júbilo, los rectos de corazón, y yo quiero hoy ser recto de corazón, ser justo y te clamo Señor porque yo tengo un momento difícil, tengo tribulación, yo quiero mi Señor que Tú cumplas esto que está aquí escrito, que Tú tienes misericordia de los rectos, de los justos, de los que esperan en Ti, de los que confían en Ti. Entonces yo estoy aquí Señor, para que Tú tengas misericordia de mí, porque te he hallado, te he encontrado, te estoy conociendo Bendito Señor, te estoy conociendo Señor, y yo quiero agradarte, y quiero estar cerca de Ti, y quiero que Tú estés contento conmigo todos los días de mi vida. Eso le vamos a decir al Señor en nuestras oraciones y nuestras alabanzas ¿Amén? ¡La gloria sea para nuestro Dios! ¡La gloria para el Rey! Vamos a cantar al Señor otro Coro, vamos a cantarle un Coro al Señor para empezar con las preguntas ¿Qué Coro tiene ahí hermano? El 139, vamos a cantar este Coro y luego vamos a iniciar las preguntas de esta tarde para honrar a nuestro Dios con las preguntas. ♪♪ Coro: Que Maravilla ♪♪ ¡Bendito el Señor! Gracias al Señor, las alabanzas para nuestro Dios, gracias Señor ¡Bendito sea el Nombre de nuestro Dios! Pueden sentarse ahora sí hermanos, vamos a iniciar las preguntas en esta tarde. Buenas tardes Hermana, bienvenida a la ciudad de Ibagué, estamos muy gozosos, nos sentimos muy honrados y muy bendecidos por tener su presencia nuevamente aquí después de casi ocho años de su ausencia Hermana. Pero yo nunca los olvidé. Siga hermano. Hermana. Sí. Mi pregunta está en el capítulo 11 de Zacarías. Sí hermano, 11… Zacarías capítulo 11 sí. En el verso 7 dice: “Apacenté, pues, las ovejas de la matanza, esto es, a los pobres del rebaño. Y tomé para mí dos cayados: al uno puse por nombre Gracia, y al otro Ataduras; y apacenté las ovejas”, luego yo entiendo que el cayado Gracia simboliza el Nuevo Pacto, el Pacto de la Gracia, del Evangelio y el cayado ataduras simboliza al Pacto Antiguo, es decir la Ley. En el verso 10 es donde está mi pregunta Hermana, el verso 10 dice: “Tomé luego mi cayado Gracia, y lo quebré, para romper mi pacto que concerté con todos los pueblos”. Mi pregunta es ¿Por qué quebrar el cayado Gracia si este simboliza el Evangelio Hermana? Es que el Señor se enojó, nuestro Dios se enojó con el pueblo de Israel en la antigüedad porque el pueblo no hizo la voluntad de Dios, y por eso el Señor como se enojó, dice que rompió ese cayado porque quería destruir a todos, acabar con todos. Pero como el Señor Jesucristo se interpuso y le clamó al Padre, y le dijo que tuviese misericordia y que Él se comprometería a nuevamente restaurar ese pueblo que Dios había hecho para alabanza de su Nombre, de su gloria, el Señor Jesús se comprometió, dijo: “Yo voy a hacer un pueblo nuevo, un edificio nuevo, una ciudad nueva, Yo me comprometo”, entonces por eso dice que el Señor lo rompe, es porque Dios se enoja, pero el Señor vuelve y se reconcilia con nosotros allí en la cruz del calvario. Entonces por eso ya en la cruz del calvario dice que hubo una reconciliación por medio de Cristo entre la gente, la humanidad, los que han de seguir al Señor y Dios, reconcilió, dice que nos reconcilió a todos con Dios porque todos estábamos destituidos de la gloria del Señor. Y el Señor Jesús hizo ese Pacto en la cruz del calvario, porque aquí cuando habla de ese pacto es que el Señor estaba enojado y dijo: “No quiero saber nada” y dice que rompió, por lo tanto el Señor quebró ese cayado que había concertado con Moisés, y el Señor dijo: “No, ya no voy a hacer nada, ya no los voy a salvar, los voy a condenar a todos”, eso fue lo que aconteció. Ya el Señor Jesús entonces en la cruz del calvario se compromete y pacta con el Padre que había que seguir adelante con un pueblo santo, un pueblo que alabar a Dios, que glorificara al Señor. Ya el Padre por eso es que le acepta al Señor y con su sacrificio pues Él vuelve y dice que nos reconcilia. Así que ese cayado gracia vuelve a ser restaurado nuevamente, todo esto es un simbolismo de lo que el Señor iba a hacer en esa época de condenar toda la humanidad, pero Cristo se opuso y en la cruz Él restaura el cayado Gracia para que siga la salvación. Y Él promete que la gente sí se salvaría y que Él sí formaría un pueblo que estaría glorificando y alabando a Dios, porque Él iba a ayudar a esa gente con el Espíritu Santo. Y así el Señor lo ha cumplido porque hoy nos está dando el Espíritu Santo para que disfrutemos y podamos tener comunión con Dios. Así que puestos de pie hermanos, vamos a estar cantándole otro Coro al Señor, vamos a cantar: Estamos de Fiesta con Jesús, vamos a cantarle al Señor y luego vamos a orar ¡Gloria al Señor! Gracias a nuestro Dios. ♪♪ Coro 68: Estamos de Fiesta con Jesús ♪♪ ¡Bendito sea el Señor! ¡Gloria a nuestro Dios! ¡Gloria a Dios Todopoderoso! Padre Santo. Vamos a estar orando al Señor y démosle libertad al Espíritu Santo también. Bendito Dios, Padre Santo, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Rey de reyes, Señor de señores, Bendito y alabado tu Nombre. En este momento Señor nos presentamos Señor delante de tu presencia para darte gracias por estar aquí, por esta reunión, porque hemos hablado de tu Palabra, hemos meditado en tu palabra, en tu doctrina, hemos hablado de Ti Señor, nuestro corazón se alegra, nuestra alma te alaba Señor y estamos regocijados en Ti. Bendito tu Nombre, te pido mi Señor que extiendas tu mano poderosa mi Señor, tu mano haciendo milagros y señales en el día de hoy, visitando cada corazón, cada vida, poniendo tu mano poderosa sobre cada persona, sobre cada hombre, cada mujer, cada niño, niña. Te pido mi Señor que Tú hagas milagros y libertes, y quites todo poder del diablo, toda envidia del diablo, quita Señor las ataduras, los impedimentos, las ligaduras, las cadenas, rompe las cadenas Señor, destruye esa obra maligna, quita toda esa cizaña y todos esos odios y rencores que el diablo ha sembrado en los corazones de algunos para formar disensión, incomprensión, para destruir la armonía, la hermandad entre aquellos que aman tu Nombre, que aman tu Palabra Señor, y el diablo ha hecho todo esto para destruir y quitar la paz, la alegría, la felicidad, para estancar la vida espiritual, porque el diablo, el enemigo ha venido es a robar, a matar, destruir, destruir el alma, destruir la paz, la felicidad, para poner en contiendas los unos con los otros y así mismo la vida espiritual queda estancada, así mismo ninguno puede recibir bendición de tu mano poderosa. Te pido mi Señor que Tú seas libertando y sacando esos espíritus malos, echa fuera ese poder del diablo, esa envidia del diablo, quita todo mal, quita toda maldición, toda brujería y hechicería, destruye el mal Señor y liberta, liberta a todos aquellos que han sido o son cautivos del diablo, liberta y echa fuera espíritus malos, demonios sean quitados de las personas, de su mentalidad, de su cerebro, de su cuerpo, su manera de pensar, de actuar, liberta Señor, rompe las cadenas, rompe ataduras y ligaduras, quita el mal, la envidia, el egoísmo Señor, sé Tú ayudando para que cada uno tenga amor para Ti, cada uno tenga perdón en su corazón, haya limpieza, liberación, haya verdadero arrepentimiento, verdadero reconocimiento delante de Ti, para que tu poder, para que tu Santo Espíritu pueda venir y descender, y penetrar en cada corazón, en cada vida, y limpiar Señor, limpia Señor, bendice Señor a cada uno, rompe estas cadenas, rompe ataduras Señor, quita todo poder maligno, quita la envidia del diablo, el egoísmo, el orgullo, quita las pasiones desordenadas, destruye toda pasión desordenada, quita Señor toda impureza, ten misericordia Señor, habita Señor en los corazones de cada uno, ten misericordia mi Señor, esperamos en Ti, confiamos en Ti, solo te tenemos a Ti que eres nuestro Padre, nuestro Creador, nuestro Dueño, te pedimos Señor, ten misericordia Señor, ten misericordia de nosotros, quita la duda, quita la incredulidad, quita la rebeldía, la necedad, la dureza de corazón, ayuda Señor a todos aquellos que tienen una mente entenebrecida, para que entiendan, para que comprendan tu Camino, tu palabra mi Señor. Padre Santo, tu misericordia mi Señor, desciende tu poder, desciende el poder de tu Espíritu Santo, envía tu poder de lo alto Señor, envía poder, envía el Espíritu Santo y liberta, y sana, sana Señor también a aquellos que están enfermos de enfermedades incurables, sánalos Señor, toda enfermedad incurable sea quitada, toda parálisis, los que están en la silla de ruedas, los que tienen el síndrome de down, aquellos que están enfermos del cerebro, esquizofrénicos que no tienen cordura, que no tienen razonamiento, te pido mi Padre que Tú seas Señor libertando en el Nombre glorioso de Jesucristo tu Hijo Amado mi Señor, sé Tú sanando, libertando, haciendo milagros mi Señor, haz milagros Señor, ayúdanos Señor, danos Señor la capacidad, la capacidad para servirte, para entregarnos a ti, para alabar tu Nombre, para honrarte, parra glorificarte Señor, danos esa capacidad Bendito Dios, rompe las ataduras mi Señor, envía Señor tu poder, envía tu poder espiritual, envía los dones espirituales, envía el Bautismo con el Espíritu Santo, manda fuego del cielo, fuego del cielo desciende mi Señor y se realicen milagros y señales, en medio de tu pueblo, en medio de tus hijos, quita la frialdad espiritual, quita toda atadura, toda trampa, todo impedimento, rompe las cadenas, rompe ataduras Señor. Gracias Señor Bendito, Bendito seas para siempre, te alabamos Señor, te bendecimos mi Señor, te alabamos Padre en el Nombre de tu Hijo Jesucristo mi Señor, danos alegría, danos gozo Señor, danos mucha fe y confianza en Ti. Bendice a tu pueblo, bendícelos Señor, dales bendiciones espirituales. A todos les daré esas bendiciones. Sí mi Señor, sí gracias mi Señor, a todos les vas a dar las bendiciones espirituales y materiales, y vas a estar dando, haciendo prodigios y milagros, vas a estar Señor también bautizando con tu poder y haciendo milagros a todos. Cada uno tiene una petición, cada uno tiene una necesidad delante de Ti mi Señor, y Tú les vas a ayudar y los vas a bendecir, y Tú les vas a conceder sus anhelos mi Señor y sus peticiones, y sus necesidades. Gracias Padre Santo, gracias Eterno Dios, en el Nombre de Jesucristo. Glorioso es el Señor. Gloria a mi Señor. Aleluya. Poderoso Señor, Poderoso es el Rey. Gloria a tu Nombre para siempre. Gracias, Bendito Dios, Poderoso es el Rey, Poderoso es el Santo que vive para siempre, gracias, aleluya, gloria al Señor. ♪♪ Coro 116: Ya es Tiempo, mis Hermanos ♪♪. Bendito el Señor. Padre Santo lleva con bien a los hermanos, guárdales Señor de todo peligro, de toda acechanza, de todo contratiempo, y sé Tú bendiciendo y llevándoles con bien a sus hogares, a sus moradas, a sus casas, a sus viviendas, guárdales Señor del mal, protégelos y tu bendición sea con todos. Han habido muchas bendiciones, y mucha prosperidad espiritual, y mucha victoria, y mucho progreso espiritual habrá en muchos de ahora en adelante, muchos triunfos y muchas victorias les daré, muchos cambios en sus vidas, muchos hogares serán restablecidos, muchos anhelos serán cumplidos, mucha prosperidad y bendición espiritual y material les voy a dar a muchos, habrán cambios en sus vidas, y también viene un progreso y un crecimiento espiritual. A muchos también les voy a estar dando unas bendiciones materiales como unos dineros extras les daré a muchos, porque lo necesitan, y Yo estaré cambiando la mentalidad de muchos y les estaré dando el progreso que me piden, victorias y bendiciones espirituales y materiales vienen para todos. Cambio de vida, liberación y sanidad, y mucha felicidad, y mucha paz estaré otorgando, así que sigan adelante, esfuércense, sean firmes y rectos en sus caminos y sigan adelante, buscando este Camino de la perfección, andando por él porque las bendiciones están sobre todos vosotros, habrá bendición para todos, y cambios positivos. Bendice, bendice mi Padre. Gracias Señor, gracias Eterno Dios, gracias Padre Celestial, gracias Señor por los milagros, por las sanidades y por todo lo que Tú has hecho, y por todo lo que Tú haces Señor, gracias mi Señor por hablarnos, por dirigirnos la Palabra, gracias porque no somos dignos pero Tú nos miras, nos oyes con ojos y oídos de misericordia. Gracias Padre Santo, gracias Señor ¿Con qué te pagaremos lo que haces por nosotros? ¿Con qué te pagaremos Señor? Tú eres amor, Tú eres misericordia, Bendito para siempre, Poderoso es el Señor, te alabamos en el Nombre Glorioso de Jesucristo tu Hijo Amado. Gracias, aleluya, Santo es tu Nombre para siempre. Gloria a Dios. ♪♪ Coro 90: Toma, Por Favor, Mi Mano ♪♪. ¡Gloria al Rey para siempre! Gracias al Todopoderoso, gracias a nuestro Dios que hace maravillas, nuestro Dios que hace maravillas, nuestro Dios que es perdonador, misericordioso, nuestro Dios que nos pasa por alto muchas cosas, no somos dignos, pero ese es el amor de Él, esa es su misericordia. Amémosle de corazón y sigamos adelante, y démosle a Él lo que se merece, nuestro ser, nuestro corazón, nuestra alma. Que Dios los bendiga. Que Dios bendiga a todos los hermanos que nos van a ver en el video, a todos los hermanos y gente que nos van a ver, que Dios los bendiga y para ustedes también son las bendiciones que Dios hoy ha mencionado. Gracias le damos al Señor. Un abrazo y muchos abrazos para todos ustedes, los amo en el Señor ¡Gloria al Rey! ¡Bendito el Nombre del Señor! Gracias.