Al cuento lo podemos definir como una narración corta en la que intervienen personajes que realizan acciones en un lugar y un tiempo determinado. Todo cuento debe tener un principio, un nudo y un final o desenlace. A continuación veamos las características que predominan en un cuento.
Todo cuento es ficción. El cuento no narra una verdad, sino que a partir de la realidad inventa un mundo posible. Es decir... imaginado con el uso de las palabras, haciendo prevalecer la función estética del lenguaje. Posee una estructura argumental.
El cuento tiene una estructura de hechos entrelazados, acciones y consecuencias en un formato espacio-temporal. Predomina la historia de un personaje central, también llamado protagonista. Además, prevalece la prosa y la brevedad. No olvidemos que los cuentos poseen tres partes en su composición. Tienen un inicio, que es donde se presenta la situación inicial y a los personajes, un nudo, en donde se presenta el problema que aborda el cuento, siendo el problema la parte más importante del cuento.
Y por último tenemos al desenlace, en donde se da solución al problema y se finaliza el cuento. Ahora veamos los elementos principales que intervienen en un cuento. Entre ellos tenemos a los personajes, que son aquellos que a través de sus acciones componen la dinámica del cuento y se forman a partir de dos rasgos, los físicos y los psicológicos. Luego tenemos al narrador. Este es quien cuenta la historia desde diversas perspectivas o puntos de vista.
El narrador puede ser de tres tipos. A continuación te mostraré los tipos de narrador y un ejemplo de cada uno. Los siguientes cuentos, que serán los ejemplos, fueron escritos por estudiantes de un taller de escritura creativa dictado por mí y estos y otros trabajos creativos los puedes encontrar en la descripción de este video.
Bien, dentro de los tipos de narrador tenemos a el narrador protagonista. Este tipo de narrador es protagonista. que se encarga de narrar el cuento.
Este se encuentra en primera persona, en un yo. Es el personaje principal y todo lo que sucede lo sabemos a través de él. Adopta un punto de vista subjetivo que le impide interpretar de forma absoluta e imparcial los pensamientos y acciones de los demás personajes de la narración.
Leamos a continuación un ejemplo de narrador protagonista. Expectativas Escrito por Ángel Jiménez Decían que tenía que escribir Escribir cualquier cosa de cualquier tema, de cualquier forma Pero tenía que escribir Pocas ideas tenía y la ausencia de saber cómo escribir era mayor Todos decían que era inteligente, pero yo me pregunto Si realmente lo era, ¿por qué me costaba tanto escribir? En la clase del profesor de matemáticas decían que tenía que resolver los problemas Porque eran facilísimos Fácil para quienes saben sobre el tema Pero yo no sabía resolver esos problemas que, para otros, eran regalados. Esos problemas de trigonometría que tanto me aturdían. Y al final, decían que era inteligente y que por ende tenía que resolverlos.
Pero no pude. No pude. No sabía si era yo o no. Después, el profesor de física me pidió que resuelva un ejercicio de gravitación universal.
Pero ese tema fue de lo peor. Había muchos números. muchos números elevados al signo negativo.
Me mareaba y no entendía nada. Muchos planetas, satélites, distancias, magnitudes, cosas que no entendía. Decían que era fácil. Hasta me sorprendió que el chico menos aplicado estaba resolviendo los ejercicios planteados.
Sin embargo, yo no podía. Qué inútil soy. Tantos años en el colegio y no saber resolver esos problemas.
A la última hora, tocó educación física. Tenía que trotar, pero ¿qué era eso? No sabía, era algo raro lo que me estaba pasando, mi cuerpo se estaba extra mega debilitando.
Después de haber dicho eso, me pregunté si esa palabra existía, no lo sabía. El profesor de educación física nos dijo que ya podíamos jugar fútbol, pero yo no sabía jugar, me quedé pasmado, no sabía qué me estaba pasando. Mi día estaba muy raro.
En la hora de salida... Me acerqué a Miguel y le felicité por su grandioso día y por haber resuelto más problemas que yo, pero lo peor es que no estaba seguro si con quien hablaba era con Miguel o con Manuel. En fin, solo esperé a que termine mi día, ¿o ya estábamos en otro?
Bueno, no lo sé, no lo sé. Luego tenemos al narrador testigo. Este tipo de narrador nos habla de un otro cercano, ya que es un espectador del acontecer, un personaje que asume la función de narrar.
El narrador testigo cuenta lo que sucede, pues ha sido testigo de ello, pero desde la segunda persona, tú. Leamos un ejemplo de narrador testigo. Sobrevivir, escrito por Cristian Ordóñez.
Es viernes, piensas que sería un día normal como cualquier otro, harás desorden en clase, harás sentadillas por tu comportamiento, y luego te irás normalmente a tu casa a celebrar tu sábado y domingo, pero sorprendido, te acuerdas de algo que te arruinará todo eso, te olvidaste de realizar tu tarea de lenguaje, y así empieza tu travesía para lograr tener la firma deseada, y así salir, como tú dices, de esta prisión. Pasan las horas, no sabes cómo realizar un cuento y dices que solo te falta un poco. Para no quedar en ridículo, piensas en hacer un cuento que viste en la compu, pero sabes que el profesor te puede descubrir.
Piensas que lo podrás terminar en el recreo, pero tu tentación a jugar y comprar ese delicioso ceviche que venden en el kiosco te gana, y dejas de hacer la tarea para ir a comprar, y además, te saltas todo el recreo jugando fútbol. Falta poco para la clase del profe. Vas a medias en tu cuento, y eso que todavía te falta hoja y media para terminar. Haces las clases siguientes y llegas al almuerzo. Sacrificas la clase de religión para hacer el cuento.
Te falta una página. Ya es almuerzo. La siguiente clase es la del lenguaje. Estás nervioso, pensando que el fracaso será definitivo.
Empiezas a mirar al cielo y a golpearte la cabeza para ver si lograbas sacar algunas ideas. Se te ocurre el nudo y vas por el desenlace. Te falta media página.
Ya es la hora. El profesor está subiendo por las escaleras que van a tu salón. La mano te tiembla sabiendo que puedes fracasar. Entra por la puerta, saludas y te sientas raudamente.
Escribes lo que piensas en el momento. El profesor saca el sello y el lapicero que odias porque siempre llegaba a tu agenda. Pero esta vez no.
Te llenas de coraje. Logras terminar. El profesor se acerca.
Está a tres alumnos. No te detienes y sigues, está uno y... terminas. Con el corazón en la boca, todo está listo. El profesor te revisa y te dice, lograste sobrevivir esta vez, felicidades.
En tono feliz y normal, como siempre, sientes que Dios te dio una segunda oportunidad. Esperas hasta la salida feliz de no haber tenido ninguna queja de ningún profesor. Ya son las 2 y 30 pm.
Sacas la agenda para que te firmen la salida, pero no lo hacen. Sospechas de algo extraño, te prestas el horario de tu compañero porque el tuyo siempre se te pierde, lo miras y te acuerdas que hay taller y no podrás saborear la libertad hasta las 5.45 pm. Por último tenemos al narrador omnisciente.
Este tipo de narrador no es protagonista ni testigo de las acciones del cuento. Es un narrador que lo sabe todo sobre los personajes, hechos, acciones, de allí que lo llamen omnisciente, es decir, el que lo sabe todo. Este tipo de narrador habla desde una tercera persona, es decir, desde un él o ella.
Veamos el siguiente ejemplo de narrador omnisciente. Solo un triste accidente, escrito por Salma Valdés. Él ataba sus cordones.
mientras ella guardaba toda la ropa en aquella maleta vieja y recién desempolvada. Al otro lado de la ciudad, aquel hombre gordo abrió los ojos, se puso las sandalias, tomó la toalla y se dirigió hacia la ducha, se bañó, se vistió y tendió aquella cama solitaria. En ese mismo instante, aquella pareja bajaba las escaleras lentamente, como si supieran que iba a ser la última vez que las pisarían.
Llegaron a la puerta, tomaron el primer taxi que pasó frente a sus ojos, Porque de lo contrario perderían aquel bus que les cambiaría las vidas para siempre. Al mismo tiempo, aquel hombre gordo salía de su casa. En la esquina unos hombres tomaban. Él pasó por ahí. Le dijeron que los acompañe, pero dijo que tenía que trabajar.
Le insistieron. Y el deseo por aquel trago fue más grande que su responsabilidad. Qué inconsciente.
¿Acaso no sabía que la vida de muchas personas estaba en sus manos? ¿No le importaba arriesgar su propia vida? ¿Pero qué se puede hacer?
Las personas se vuelven más insensibles cada día. Mientras tanto, aquella pareja era otra víctima del tráfico. Pero ya faltaba poco.
Él estaba muy nervioso, ella muy emocionada. Y aquel anillo en el dedo anular de ella resplandecía ante todo. La más alegre por el viaje era ella.
Vería a sus padres después de tanto tiempo y les daría la gran noticia. Habían llegado a la estación del bus. Dejaron su equipaje, subieron al bus, buscaron sus asientos, se sentaron y se pusieron cómodos.
Les informaron que el bus saldría un poco más tarde, pues el chofer aún no había llegado. Los pasajeros se resignaron y aceptaron la tardanza. El hombre gordo había llegado a la misma estación del bus.
Su jefe le gritó por la tardanza, pero finalmente le dijo que vaya rápido al bus. El hombre gordo subió y puso sus manos en el volante. En el mismo bus, aquella pareja se daba su último abrazo. El bus salió. Iba demasiado rápido.
En eso, el bus se pasó la luz roja y chocó contra un trailer. Lamentablemente, no hubo sobrevivientes. Como vemos, el cuento es una narración corta que tiene como finalidad contarnos una historia que gira en torno a un problema o nudo que deberá llegar a un desenlace. Tiene un reducido número de personajes y puede ser narrada en diversos tiempos y usando diferentes tipos de punto de vista según el narrador. Y como dijo Julio Cortázar comparando a la novela y al cuento con el boxeo, la novela, al ser de mayor extensión, Puede ganar por puntos, pero el cuento, al ser breve, debe ser contundente como un knockout.
Eso es todo por hoy. Si te gustó el video, no olvides regalarme un me gusta, compartirlo y suscribirte a mi canal para seguir compartiendo más contenido educativo. Soy el docente Paolo Astorga y espero verte en un próximo video.
Nos vemos.