Hola, soy Matías Tavil de Asociación Libre y hoy vengo a traerles la segunda parte del texto lacaniano Función y Campo de la Palabra y del Lenguaje en Psicoanálisis. En el video anterior vimos lo que era palabra vacía, lo que era palabra plena, y ahora vamos a ver el capítulo de Símbolo y Lenguaje como estructura y límite del campo psicoanalítico, y el capítulo de las resonancias de la interpretación. y el tiempo del sujeto en la técnica psicoanalítica.
Bien, entonces comienza a hablar del símbolo y del lenguaje como estructura y límite del campo psicoanalítico. Y va a decir que para no degenerar la técnica psicoanalítica hay que recuperar el sentido de su experiencia. Y vuelve a la interpretación de los sueños. Va a decir que ahí Freud dice que el sueño tiene estructura de frase y es ahí donde se debe buscar la expresión de un deseo. Y si admite...
Como motivo del sueño, el deseo de querer contradecirlo a Freud, este es un ejemplo que él pone en uno de los casos de interpretación de los sueños, donde un paciente de él le comunica un sueño que supuestamente contradecía la teoría del sueño de Freud, o sea que contradecía la hipótesis de que todos los sueños eran el cumplimiento de un deseo. Y Freud lo que le dice al paciente, su interpretación, es que el deseo que se expresa en ese sueño es... el deseo del paciente de contradecirlo a Freud entonces Lacan retoma este ejemplo y dice que si si él admite en la interpretación de los sueños que el motivo del sueño puede llegar a ser querer contradecirlo a él va a decir que en ningún lado se ve más claramente que el deseo del hombre encuentra su sentido en el deseo del otro y va a decir no porque el otro guarde las llaves para el objeto preciado, digamos el objeto que se desea sino porque el primer objeto es ser reconocido por el deseo del otro. Luego continúa diciendo Lacan que a medida que uno se va adentrando en la transferencia, cada vez más los sueños tienen función de diálogo con el analista.
Y va a decir también que, por ejemplo, todo acto fallido es un discurso logrado. Lo que está queriendo decir con esto es que el universo del hombre es un universo simbólico y como tal es un universo intersubjetivo. Donde todo lo que sucede en la vida del individuo, digamos, a nivel subjetivo y sobre todo en el análisis, tiene función de diálogo. Es decir, que está dirigido a alguien, que está dirigido al gran otro. Luego va a decir que si para admitir un síntoma en la psicopatología psicoanalítica, Freud exige un mínimo de sobredeterminación, es decir, al menos un doble sentido, dice Lacan, queda del todo claro que...
El síntoma se resuelve en un análisis del lenguaje, ya que él mismo es lenguaje, lenguaje cuya palabra debe ser liberada. Continúa diciendo que el descubrimiento freudiano es el campo de las incidencias en la naturaleza del hombre en sus relaciones con el orden del símbolo. Es decir, cuánto afecta al símbolo a la naturaleza del hombre.
Y va a decir que los símbolos envuelven la vida del hombre en una red total. Es decir que el universo simbólico recubre toda la experiencia humana y constituye su realidad. Un ejemplo de esto podría ser, por ejemplo, que tenemos una biblioteca en la cual están el tomo 1 y 3 de las obras completas de Freud traducidas por López Ballesteros.
Y nosotros sabemos que... esas obras completas traducidas por Ballesteros son en realidad tres tomos entonces podemos decir falta el tomo número dos pero en la realidad no falta nada, no hay un agujero en la realidad sino que esa ausencia que nosotros percibimos en realidad fue creada por el símbolo porque nosotros sabemos que los tomos son tres es decir que decimos ahí debería haber tres según lo que el símbolo De alguna manera empieza a influir en nuestra percepción de la realidad. Pero en lo real, ahí no falta nada.
Es el símbolo el que creó esa ausencia. La ley primordial, la provisión del incesto, superpone al reino de la cultura al reino de la naturaleza. Es decir, que el reino de la cultura, del símbolo, va a afectar el reino de la naturaleza. ¿Cómo? Va a decir que estas leyes que regulan la alianza, es decir, con quien está permitido tener relaciones y con quien no, es presidida por el orden simbólico de los nombres de parentesco.
Es decir, que si está prohibido el incesto, o sea, tener relaciones con gente de tu misma, bueno, en nuestra sociedad, En sociedades familia, pero digamos en las tribus primitivas, a lo mejor era clan totémico o lo que sea, está regulada anteriormente, antes de que, digamos, para que se pueda decir que no se puede tener relaciones con determinada persona, tiene que estar primero esta distinción entre quién es parte de tu familia, quién es hijo, quién es madre, quién es prima, quién es hermano, quién es parte del clan totémico, quién no. Y esa distinción es una distinción del orden simbólico. Es decir que la ley del incesto está apoyada en esta distinción, en este ordenamiento simbólico de los nombres de parentesco. Y va a decir que esta ley entonces es una ley idéntica a un orden de lenguaje.
Ya que no tendría ningún poder si no estuviera apoyada en esta distinción de los nombres de parentesco. Entonces va a decir que la ley del hombre es la ley del lenguaje y que desde el principio de los tiempos este ordenamiento de los nombres de parentesco estaba alrededor ya sea del nombre del padre, como puede ser el apellido o algo por el estilo, o en los tiempos primitivos la relación del padre con el animal totémico y cómo estaba organizado en esa época. Entonces va a decir que el nombre del padre es el sostén de la función simbólica.
ya que identifica a su persona con la figura de la ley. Bien, luego va a decir que el problema es el de las relaciones en el sujeto de la palabra y del lenguaje. Él va a decir que lo que él llama el muro del lenguaje se opone a la palabra.
¿A qué se refiere con esto? Bueno, no lo dice explícitamente en el texto, pero siguiendo su desarrollo podemos darnos cuenta que de alguna manera este mundo intersubjetivo en el cual vive el hombre es posibilitado por el orden simbólico y este posibilita que se viva una realidad compartida en mayor o menor medida entre sus individuos el lenguaje posibilita la comunicación y para que haya comunicación tiene que haber como cierto acuerdo en el significado de sus símbolos entre los que comparten este orden simbólico, ¿no? y de esa forma, digamos, lo que se puede entender, como dice en otro lugar del texto, es que hay una antinomia inmanente en las relaciones de la palabra con el lenguaje. Él va a decir que si el lenguaje tiene esta función como de unificar el sentido para que se pueda compartir, para que sea como intersubjetivo, entonces mientras más funcional es el lenguaje, se vuelve más impropio para la palabra, ya que la palabra tiene la función de introducir una verdad particular del sujeto, y que si el lenguaje en cambio es demasiado particular, pierde su función del lenguaje.
Es decir, el lenguaje parece tener esta función de unificar un sentido entre los individuos que comparten ese orden, ese lenguaje, y que la palabra introduce una verdad particular del sujeto dentro de ese lenguaje, y por eso se produce ese conflicto entre lo que es demasiado particular y lo que vendría a estar cerca de un sentido coagulado, que no puede entenderse de otra forma y que es compartido por todos. Es por esto, va a decir Lacan, que el muro del lenguaje se opone a la palabra. Él se refiere al muro del lenguaje cuando el sentido está como demasiado coagulado, cuando no puede haber otra interpretación de lo que está sucediendo, y de esa forma imposibilita que aparezca un nuevo sentido que dé lugar a la verdad particular del sujeto.
Bien, Lacan va a hablar de tres paradojas entre la palabra y el lenguaje, y la primera va a ser el caso de la locura. Va a decir que en la locura la palabra ha renunciado a hacerse reconocer. El sujeto es hablado más que habla él. Pero, sin embargo, ha creado la formación singular de un delirio que objetiva al sujeto en un lenguaje sin dialéctica. Es decir que ha renunciado a introducir su verdad en el campo del otro, probablemente en realidad porque el otro no posibilita...
La introducción de la verdad imposibilita la palabra, por eso ha renunciado a hacerse reconocer en el campo del otro, pero crea un nuevo lenguaje, un nuevo orden simbólico como particular suyo, es decir, este delirio, donde introducir su verdad. Y por eso es sin dialéctica, porque está de alguna manera alienado de lo que sería el otro, el gran otro, el campo de la humanidad, y crea como este mundo paralelo suyo. que es el único en el cual aparentemente le fue posibilitado introducir su verdad. La segunda paradoja que va a hablar Lacan es el caso de las neurosis, y va a hablar de los síntomas, inhibiciones y angustias.
Va a decir que acá la palabra, es decir, la verdad particular del sujeto, es expulsada del discurso concreto consciente, pero que encuentra de una manera... Era su expresión en el síntoma que se convierte en el significante de un significado reprimido. Es decir, se convierte en un símbolo que participa del lenguaje por la ambigüedad semántica que hay en su constitución, como hablamos antes del doble sentido que lo constituye.
Y de esa forma participa el lenguaje y se vuelve como una palabra de ejercicio pleno, ya que incluye el discurso del otro en el secreto de sus cifras. Gracias, Silvia. Al contrario de la psicosis, en la cual el delirio era un lenguaje sin dialéctica, que no incluía la respuesta del otro, en el caso de la neurosis sí hay dialéctica y sí está incluida de alguna manera la respuesta del otro. El tercer caso de paradoja que habla Lacan en este texto con respecto a la palabra y el lenguaje, va a decir que es el caso del discurso científico. El sujeto Pierde su sentido en la objetivación del discurso científico y lo considera semejante al caso de la locura, ya que en este discurso el sujeto es hablado más que habla él.
Para concluir este capítulo del símbolo y del lenguaje como estructura del límite del campo psicoanalítico, Lacan va a decir que el afianzamiento del psicoanálisis dentro de las ciencias tendría que venir de la mano de recuperar su sentido en la experiencia del símbolo y de apoyarse en la lingüística. como fundamento del estudio de la subjetividad y que los fundamentos científicos de la técnica psicoanalítica vendrían a darse a partir de la formalización de manera adecuada de estos conceptos fundamentales esenciales de su experiencia que son la teoría histórica del símbolo, la lógica intersubjetiva y el tiempo del sujeto. Luego va a hablar de las resonancias de la interpretación y del tiempo del sujeto en la técnica psicoanalítica.
Va a decir que para que el símbolo haga efecto en el sujeto, basta con que se haga oír, ya que sus efectos operan en él sin saberlo. Y que esto lo vemos en la experiencia cotidiana cuando explicamos las conductas normales o neuróticas de una persona por su respuesta al sentido simbólico de un acto. Por ejemplo, una persona que se ve enfrentada a la situación de dar un examen y que va repetidas veces al baño antes de dar ese examen, Uno le podría decir que está cagada.
El analista puede jugar con el poder del símbolo evocándolo de manera calculada en las resonancias semánticas de sus expresiones, como vimos recién. Y que este retorno al uso de los efectos simbólicos habla de una técnica renovada de la interpretación. Restituir a la palabra su valor de vocación exigiría una asimilación profunda de los recursos de una lengua, en especial de los que se realizan en sus textos.
poéticos. Luego va a decir que en el lenguaje humano el emisor recibe del receptor su propio mensaje de forma invertida. Esto significa que la palabra siempre incluye subjetivamente su respuesta. Esto lo vimos en el vídeo anterior. Y va a decir que es por esto que la responsabilidad del analista cada vez que interviene con la palabra es la de reconocerlo o abolirlo como sujeto al analizante.
Para saber cómo responder al sujeto en el análisis, primero Lacan dice que hay que reconocer el sitio donde se encuentra su yo, su ego, su moi, y que hay que saber por quién y para quién el sujeto plantea su pregunta. Y va a decir que es en la relación de este ego con el je, de este moi, que es como la imagen narcisista, con el je que vendría a ser el ello, el sujeto del inconsciente. es en la relación del yo con el ye, del moi con el ye, donde debemos comprender el sentido del discurso para poder desalienar al sujeto.
Y que no podemos hacer esto si pensamos que el yo es igual, es idéntico a la presencia que nos habla. ¿A qué se refiere con todo esto? Bueno, se refiere, por ejemplo, y para esto había en un principio hecho este esquema, que es el esquema lambda. que no es de este texto específicamente pero sí es más o menos de la misma época y que de alguna manera puede ilustrar esto que está diciendo Lacan en este momento el yo del sujeto, el moi, el lugar al que está identificado y esto lo pueden ver en el primer vídeo que hicimos acerca de este texto vendría a estar ubicado acá y que lo que él ubicó antes como el muro del lenguaje está ubicado acá, en la relación imaginaria con el semejante donde el sentido estaría coagulado Ahora, el analista ubicado como verán otro, debe poder entender, romper este muro del lenguaje o atravesarlo, digamos, y reinterpretar de la forma que vimos anteriormente jugando con el...
con las resonancias semánticas de sus expresiones para poder llegar al sentido que está oculto en eso que habla el sujeto, esa presencia que nos habla que no es idéntica al yo, no es idéntica al moi sino que tiene que ver más con el sujeto del inconsciente con el ello, que esta es la palabra alemana para ello que pone Lacan en este lugar y de esta manera el analista ubicado como verán otro puede... liberar la palabra que está aprisionada en ese sentido coagulado en el muro del lenguaje y dirigirlo a la verdad del sujeto que se encuentra más allá de él. Esa ilusión que nos empuja a buscar la realidad del sujeto más allá del muro del lenguaje es la misma por la cual el sujeto va a pensar que su verdad está en nosotros ya dada, que la conocemos por adelantado.
Y es igualmente por eso por lo que está abierto a nuestra intervención objetivante. Es decir que gracias a que nosotros apostamos a que la verdad del sujeto está más allá del muro del lenguaje, más allá de su discurso yoico, que el sujeto piensa que su verdad está hallada en nosotros de antemano, que la conocemos por adelantado, y ese saber que el sujeto nos supone acerca de su propio inconsciente es lo que Lacan va a llamar el sujeto supuesto saber, y es la condición para que se establezca la transferencia. Bien, luego voy a hablar de lo que él llama elementos de la realidad en el análisis, que son elementos donde se pone en juego una juntura entre lo simbólico y lo real, que según yo lo entiendo es que son elementos de la realidad, elementos reales, que cuando entran en juego en el análisis tienen función, tienen un valor simbólico.
Uno de los elementos de la realidad que aparece en el análisis es la abstención del analista. que habla de la abstención de la intervención activa por parte del analista. Pero va a decir que no es sostenida indefinidamente, ya que cuando el sujeto ha tomado una palabra verdadera, entonces la sancionamos con su respuesta.
Pero va a decir que la palabra verdadera contiene ya su respuesta, por lo que se hace evidente que lo que hacemos es darle a la palabra del sujeto su puntuación dialéctica. Otro elemento de la realidad que aparece en el análisis es la función del tiempo. La función del tiempo en cuanto a la duración del análisis en total y en cuanto a la duración de la sesión.
En cuanto a la duración del análisis en total, va a decir Lacan que tiene que ser desde un primer momento algo indefinido por dos razones. En principio va a decir porque el tiempo para comprender de cada sujeto es particular de cada uno y no se puede prever cómo va a transitar el análisis cada sujeto. Y en segundo lugar, porque fijar un término Equival a una proyección espacializante donde el sujeto iría a buscar su verdad a un lugar que ya está prefijado.
Es decir que equivaldría a una nueva alienación donde el sujeto iría a buscar su verdad a un final que de alguna manera ya está previsto. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que el sujeto tendría la sensación de que él no está construyendo su camino y buscando su verdad, sino que él tiene que llegar a la verdad que ya está ahí. Es decir... Una posición es decir, estoy construyendo mi verdad, y otra es, tengo que llegar a este lugar donde me dijeron que ya está mi verdad.
Y que justamente es lo contrario de lo que el análisis quiere promover. En cuanto a la duración de la sesión, Lacan va a decir que es el analista el que puntúa el discurso del sujeto, y que la suspensión de la sesión es experimentada como una puntuación de su progreso. y es por eso que debería ser utilizada como tal. Más allá de que se puede argumentar en su contra que la duración fija por su condición rutinaria forma parte del no actuar del analista, de la abstención del analista, Lacan dice que en este caso debería utilizarse como puntuación ya que tiene un valor privilegiado en ese punto. También menciona al dinero como otro elemento de la realidad en el análisis pero no lo desarrolla en este texto.
Bien, por último voy a hablar del instinto de muerte. Va a decir que el instinto de muerte expresa el límite de la función histórica del sujeto. El límite es la muerte, no como vencimiento de la vida del individuo, sino como la posibilidad absolutamente propia, incondicional, irrevasable, segura y por lo tanto indeterminada del sujeto, del sujeto, entendámoslo, definido por su historicidad.
¿A qué se refiere Lacan con esta frase? Bueno, esta frase... Es un tanto ambigua y sobre todo por el hecho de que cuando dice sujeto no lo utiliza de forma rigurosa y no sabe si está hablando del yo, del moi o si está hablando de...
del sujeto del inconsciente, así que los invito a cada uno que la lea y lo interprete de la forma que más le parezca pero según como viene haciendo el desarrollo y por lo que va a decir después yo lo entendí como que el instinto de muerte expresa el límite de la función histórica del sujeto no como el vencimiento de la vida del individuo, es decir, no se trata de la muerte real del individuo sino la muerte de ese sujeto, de ese ser que está definido por su historicidad, es decir, el yo El moi es el lugar al cual el sujeto está identificado y la muerte de ese ser que está definido por su historia, que no tiene la posibilidad de ser distinto porque ya está definido por la historia, posibilita de alguna manera la desalienación del sujeto y poder acceder al sujeto del inconsciente, a lo que está reprimido. Este límite, va a decir Lacan, es representado por el pasado en su forma real. No se trata del pasado físico. cuya existencia ya está abolida, sino del pasado que se muestra invertido en la repetición. Es decir, según yo entiendo, el pasado invertido en la repetición se trata del pasado que se hace presente y esta repetición, que como bien notó Freud, se trata de un acontecimiento traumático, es decir, de un momento donde el yo se vio amenazado, es decir, donde se estuvo cerca de la amenaza pulsional de la desalienación.
Sin embargo, estos pasajes son bastante oscuros y no quedan del todo claros. La lectura que hicimos está basada en lo que dice párrafos más adelante acerca del instinto de muerte y cuando lo vincula con la libertad en el hombre. Luego va a decir que no es en efecto una perversión del instinto, sino esa afirmación desesperada de la vida, que es la forma más pura en que reconocemos el instinto de muerte. Bien, eso fue todo por hoy, espero que les haya servido y la seguiremos la próxima.
sesión.