¿Qué dijeron? ¿Santiago Ramón y Cajal? Pues no, soy el Dr. Aarón Rodríguez y porque ustedes lo pidieron, lo exigieron, lo demandaron, esta es la segunda temporada de Histoflix. A lo largo de las siguientes tres cápsulas... revisaremos el tema del sistema cardiovascular.
Espero que les sea de gran utilidad y que se diviertan mucho. ¡Hola histonautas! Es un gusto volver a estar con ustedes en una segunda temporada de Histoflix.
A lo largo de esta primera cápsula del sistema cardiovascular hablaremos de las generalidades del mismo y de la histología del corazón. Pónganse cómodos y vamos a iniciar. A modo de introducción... Mencionaremos las funciones y componentes de este sistema del cuerpo humano que es uno de mis favoritos.
Muy bien, el sistema cardiovascular es un sistema de transporte que lleva sangre y linfa hacia y desde los tejidos del cuerpo, por ende permite el transporte de células, nutrientes, desechos, hormonas y ciertas proteínas como anticuerpos. Los principales componentes son el corazón, los vasos sanguíneos y el sistema linfático. Histológicamente se identifican tres capas en la pared del corazón.
las cuales son de interno-externo, endocardio, miocardio y epicardio. Hablaremos más de ellas a continuación. Por su parte, tenemos tres tipos de vasos sanguíneos, arterias, venas y capilares, que a su vez se subdividen según las características de su pared. Trataremos estas estructuras en la cápsula 2. Finalmente, el sistema linfático está integrado por capilares, vasos, conductos y ganglios linfáticos. A ellos los describiremos en la cápsula 3. En la última cápsula también hablaremos de unas estructuras sensoriales especializadas, el seno carotidio, cuerpo carotidio y los cuerpos aórticos.
No perdamos más tiempo que esto es pan comido. Empecemos con el corazón. Primero revisaremos algunas generalidades, después las capas del corazón, el sistema de conducción y terminaremos con las características histológicas del esqueleto cardíaco. El corazón es un órgano que se sitúa en la cavidad torácica, específicamente en el mediastino medio. y desplazado ligeramente hacia la izquierda.
Está rodeado de un saco fibroso denominado pericardio que lo relaciona estrechamente con los órganos vecinos. El corazón se forma de cuatro cavidades, dos aurículas y dos ventrículos. En este esquema podemos ver que las aurículas se ubican superiores a los ventrículos y se separan entre sí por un tabique interauricular.
La aurícula derecha se comunica con el ventrículo derecho a través de la válvula tricúspide. mientras que la aurícula izquierda se relaciona con el ventrículo izquierdo a través de la válvula mitral. Finalmente, los ventrículos se separan entre sí por el tabique interventricular. El corazón distribuye la sangre al organismo a través de dos circuitos. El primero es el circuito pulmonar, que transporta sangre hacia y desde los pulmones, y el segundo es el circuito sistémico, que transporta sangre al resto del organismo y de vuelta al corazón.
La circulación sistémica finaliza cuando la sangre del organismo retorna a la aurícula derecha a través de la vena cava inferior y superior, pasa a través de la válvula tricúspide al ventrículo derecho, que es donde inicia la circulación pulmonar, y abandona el ventrículo derecho a través de las arterias pulmonares para distribuirse en una red de intrincados capilares dentro del pulmón. Posteriormente, retorna a la aurícula izquierda a través de las venas pulmonares y pasa al ventrículo izquierdo mediante la válvula mitral. Aquí de inicio la circulación sistémica.
La sangre entonces abandona el corazón por la aorta, que eventualmente emite una serie de ramificaciones hasta irrigar todos los tejidos de nuestro cuerpo. Aquí podemos apreciar cómo se produce ese flujo de sangre en el corazón. Increíble, ¿no es cierto?
La pared del corazón está constituida por tres capas, endocardio, miocardio y epicardio. El endocardio es la capa más interna, siendo una continuación de la capa íntima de los vasos sanguíneos. Se compone de una capa interna de endotelio más tejido conjuntivo subendotelial de tipo fibroelástico, por debajo del cual encontramos una capa intermedia conformada de tejido conjuntivo denso y algunas células de músculo liso. Finalmente tenemos una capa profunda de tejido conjuntivo laxo conocida como subendocardio. en donde característicamente hallamos las últimas ramificaciones del sistema de conducción cardíaco, es decir, las fibras de Purkinje.
En esta fotomicrografía la flecha azul señala el endocardio, podemos apreciar el endotelio y el tejido conjuntivo subyacente. Y en esta otra imagen resulta Bastante evidentes son las estructuras de tensión pálida que se ubican en el subendocardio. Justo lo que estaban pensando, o al menos eso espero, son las fibras de Purkinje. La capa media corresponde al miocardio, se conforma de células musculares cardíacas conocidas también como miocardiocitos o cardiomiocitos. Las características de estas células las revisaron ampliamente en la cápsula sobre tejido muscular.
Y como seguro recordarán, estas células tienen distintas funciones. Algunos miocardiositos se encargan de unir al miocardio con el esqueleto fibroso cardíaco. Otros producen secreciones endócrinas como el péptido natriurético auricular o el péptido natriurético de tipo B. Y otros son células especializadas en la generación y conducción de impulsos eléctricos.
Recordemos también que el miocardio es más delgado en las aurículas con respecto a los ventrículos, y dentro de estos últimos, el miocardio del ventrículo izquierdo es más grueso, ya que tiene a su cargo distribuir la sangre a todo el cuerpo cada vez que se contrae. En esta fotomicrografía apreciamos la morfología tan característica de los miocardiositos. La flecha azul señala una estructura especializada que permite la unión estrecha de estas células.
Exactamente, son los discos intercalares. ¿Recuerdas que uniones intercelulares encontramos aquí? Las células cardíacas tienen una vida prolongada, por lo que es característico observar en la región perinuclear unas estructuras que corresponden a cuerpos residuales y que adquieren un color pardusco.
Muy bien, son gránulos de lipofusina. La capa más externa es el epicardio y corresponde a la capa visceral del pericardio ceroso. Se compone de mesotelio, tejido conjuntivo laxo y tejido adiposo. Estos dos últimos conforman al subepicardio, por el cual discurren los vasos coronarios, nervios y vasos linfáticos. El pericardio se refleja a la altura de los grandes vasos para formar la capa parietal del pericardio ceroso.
Entre la capa parietal y visceral del pericardio ceroso existe un espacio conocido como cavidad pericárdica, que aloja entre 15 y 50 mililitros de líquido pericárdico. y ante ustedes el epicardio señalado por la flecha verde. Aprecien el tejido conjuntivo laxo, algunos adipositos y esa bellísima arteria que corresponde a un vaso coronario. Y hemos llegado a la sección de histología en la clínica.
En esta ocasión hablaremos del taponamiento cardíaco. Esta entidad clínica se produce por la acumulación de líquido, generalmente sangre, en la cavidad pericárdica. La consecuencia de esto es una limitación en el llenado de las cavidades cardíacas poniendo en riesgo la vida de nuestros pacientes. Puede ser ocasionado por muchas cosas.
El trauma torácico o la pericarditis son la etiología más frecuente. El tratamiento es totalmente intrahospitalario y consiste en la realización de una pericardiocentesis, cuyo objetivo es introducir una aguja al espacio pericárdico que nos permita drenar el exceso de líquido. Ahora hablaremos del sistema de conducción.
Este se forma de células musculares cardíacas especializadas que permiten la generación y propagación de impulsos eléctricos. El resultado es la contracción rítmica del músculo cardíaco sin necesidad de un estímulo directo por parte del sistema nervioso. Si bien este último participa en la regulación de la frecuencia cardíaca, estos miocardiositos especializados tienen la capacidad de despolarizarse espontáneamente, algo que se denomina automatismo cardíaco. La frecuencia de despolarización es distinta en las diferentes partes del sistema de conducción, siendo la más rápida en la porción correspondiente a las aurículas y la más lenta en los ventrículos. La frecuencia de despolarización es diferente en cada componente del sistema de conducción.
El nodo sinoatrial es el que se despolariza con mayor frecuencia, 60 a 100 veces por minuto, por lo que es quien lidera las ondas de despolarización del músculo cardíaco. Este se conecta a través de fibras internodales con el nodo atrioventricular, del cual surge el haz de His, que se bifurca en una rama derecha e izquierda para transmitir el impulso a la pared ventricular correspondiente. La frecuencia de despolarización de estas estructuras oscila entre 40 y 50 veces por minuto. Las últimas ramificaciones del sistema de conducción son las fibras de Purkinje, ubicadas en el subendocardio. La frecuencia de despolarización de estas es la más baja.
siendo de 35 a 45 veces por minuto. El nodo sinusal se ubica en la aurícula derecha a nivel de la unión de la vena cava superior. Por sus características de despolarización se considera el marcapasos del corazón. El nodo atrioventricular se ubica en la pared septal cardíaca por encima de la válvula tricúspide. De éste surge el haz de His que pasa por el esqueleto fibroso del corazón, se bifurca en dos ramas y transcurre a ambos lados.
del tabique interventricular. En la fotografía, la flecha roja se encuentra señalando las células que conforman al nodo sinusal. Observen que están inmersas en la región más externa de la pared auricular y relacionadas importantemente con el epicardio. Aquí apreciamos las células del nodo atrioventricular encerradas en el triángulo amarillo. Noten que se tiñen pálidamente en comparación con las células cardíacas del miocardio.
Esto debido a que tienen una menor densidad de miofibrillas y una cantidad importante de glucógeno. También observen como el nodo atrioventricular se encuentra cercano a la válvula tricúspide. Esta fotomicrografía es un deleite visual. Ok, eso sonó bastante nerd, pero nos permite apreciar claramente las diferencias histológicas de las células que conforman al nodo atrioventricular.
y las células musculares correspondientes al miocardio. En esta última imagen del nodo atrioventricular, observen cómo se tiñe con mayor intensidad la periferia de las células. Esto se debe a que las pocas miofibrillas que presentan se organizan mejor en dicha región y la mayor parte de su citoplasma se ve pálido por el glucógeno que almacenan. La última porción del sistema de conducción cardíaca son las fibras de Purkinje, ¡Gracias! que como ya mencionamos se ubican en el subendocardio ventricular.
Por su gran tamaño es difícil apreciar los núcleos en el plano de corte. Sus miofibrillas también se organizan en la periferia y almacenan glucógeno, lo que las hace más resistentes a situaciones de hipoxia en comparación con las células musculares ventriculares. Aquí las fibras de Purkinje en el espacio subendocárdico están señaladas con la flecha roja. Aprecien sus características morfológicas y compárenlas con las células que se encuentran por debajo, esas que están conformando al miocardio.
Como ya mencionamos, el corazón late espontáneamente, sin embargo este latido puede ser alterado por distintos estímulos. La inervación parasimpática es brindada por el nervio vago y sus fibras postsinápticas terminan a nivel de los nodos, en donde liberan acetilcolina, cuyo efecto final es disminuir el ritmo cardíaco, es decir, produce embradicardia. La inervación simpática es dada por los segmentos T1 a T6 de la médula espinal y sus terminaciones sinápticas liberan noradrenalina, que aumenta el ritmo cardíaco, es decir, producen taquicardia. Además, hay otras sustancias como hormonas tiroideas o la cafeína, que aumentan la fuerza de contracción y la frecuencia cardíaca. Producen un efecto inotrópico positivo y cronotrópico positivo respectivamente.
Por otra parte, el propanolol y agentes bloqueadores de los canales de calcio generan un efecto inotrópico y cronotrópico negativos, o sea, disminuyen la fuerza de contracción y la frecuencia cardíaca. En esta imagen podemos observar cómo hay fibras nerviosas en relación importante con las células cardíacas. Aquí vemos un cúmulo de neuronas entre las células musculares cardíacas que corresponde a un ganglio parasimpático.
¿Recuerdan el efecto del sistema parasimpático sobre el ritmo cardíaco? ¡Exacto! Produce bradicardia.
Y una vez más, su sección favorita, histología en la clínica. La actividad eléctrica del corazón puede ser registrada a través de un electrocardiograma. Este estudio paraclínico produce un trazo compuesto de una serie de ondas, segmentos e intervalos que nos brindan información sobre el proceso de conducción de los impulsos eléctricos.
En ocasiones pueden existir alteraciones en la transmisión de estas señales eléctricas a las distintas porciones del corazón. Dichas entidades clínicas se conocen como bloqueos de conducción y pueden ser diagnosticadas al detectar ciertas alteraciones en el trazo electrocardiográfico. Finalmente, revisaremos el esqueleto cardíaco. Su función es proveer puntos de fijación para el miocardio.
Además, actúa como un aislante eléctrico que impide el libre flujo del impulso eléctrico entre las aurículas y los ventrículos. Se compone de anillos y trígonos fibrosos, así como de tabiques membranosos. Todos ellos se conforman por tejido conjuntivo denso y regular. Los anillos fibrosos rodean las bases de las arterias que salen del corazón y los orificios auriculoventriculares, sirviendo como sitio de inserción para las valvas que integran a las cuatro válvulas del corazón. los trigonos fibrosos conectan a los anillos con las porciones membranosas de los tabiques interauricular e interventricular mientras que los tabiques membranosos conforman la porción membranosa de dichos tabiques en este esquema podemos apreciar los distintos componentes del esqueleto cardíaco observen como los anillos fibrosos sirven como puntos de anclaje para las balas y cómo se relacionan entre sí a través de los trigonos fibrosos por el plano en que se dispone esta imagen imagen no se encuentran representadas las porciones membranosas de los tabiques.
Muy bien histonautas, antes de finalizar esta cápsula hagamos un recuento de lo que aprendimos. El sistema cardiovascular se integra por el corazón, vasos sanguíneos, ciertas estructuras sensoriales especializadas y por el sistema linfático. Su función es transportar sangre y linfa hacia y desde los tejidos de nuestro organismo.
En cuanto al corazón, histológicamente se identifican tres capas la más interna que corresponde al endocardio formado por endotelio y tejido conjuntivo de manera característica en el subendocardio podemos hallar a las fibras de purkinje las últimas ramificaciones del sistema de conducción después tenemos al miocardio compuesto por células de músculo cardíaco y en la porción más externa encontramos al epicardio que corresponde a la capa visceral del pericardio ceroso y sobre el que discurren nervios vasos sanguíneos y linfáticos. Hablamos también de los componentes del sistema de conducción y sus características microscópicas así como del esqueleto fibroso del corazón. ¡Listo histonautas!
Con esto acabamos la primera cápsula del sistema cardiovascular. Espero que hayan aprendido una gran cantidad de cosas. En la siguiente cápsula revisaremos las características histológicas de los vasos sanguíneos, así que no pueden perdérsela.
Recuerden revisar la página oficial del departamento. En ella encontrarán una gran cantidad de material para seguir aprendiendo sobre histología. De igual manera, no olviden sus pulgares arriba para este video y dejar sus comentarios o dudas que los responderemos a la brevedad posible. Suscríbanse a nuestro canal de YouTube y síganos en nuestras redes sociales para que formen parte de esta inigualable comunidad histológica. Nos vemos en la próxima.