May 9, 2024
La filosofía occidental tiene su origen en la Antigua Grecia, específicamente en el siglo sexto antes de Cristo. Los griegos, expandiéndose más allá de sus fronteras y fundando colonias tanto en el este como en el oeste del Mediterráneo, desarrollaron un impulso por el razonamiento abstracto. A diferencia de explicaciones previas de fenómenos basadas en narrativas míticas y simbólicas, los griegos buscaron causas racionales y necesarias, lanzando las bases de lo que conocemos como filosofía.
Este cambio cultural fundamental, de narrativas míticas a razonamientos basados en el logos (pensamiento racional), se facilitó por varios factores:
Los primeros filósofos, como Tales de Mileto, y sus sucesores son conocidos como los físicos, dado su interés en explicar el entorno natural (physis). Estos pensadores se distanciaron de la explicación mítica del mundo para buscar una comprensión basada en causas racionales.
Los griegos utilizaron el diálogo como medio para explorar y validar opiniones, buscando determinar qué era verdaderamente real e incontestable. Este proceso llevó al desarrollo de argumentos lógicos y al cuestionamiento profundo de la realidad.
A pesar de sus avances, los primeros filósofos enfrentaron desafíos, como la persistencia de ideales míticos y sesgos que generaron contradicciones. La tensión entre la percepción sensorial y el mundo conceptual introdujo una dualidad que ha persistido a lo largo de la historia de la filosofía.
Estos filósofos también pueden ser vistos como los primeros científicos, buscando conocimiento no por fines técnicos o prácticos, sino para entender la realidad. Aunque cometieron errores, establecieron una nueva forma de pensar que continúa influyendo en la filosofía y la ciencia contemporáneas.