Estamos en plena época de exámenes, todos están rindiendo y están preocupados por aprobar. Y estoy pensando un montón sobre qué puedo hacer yo para aportar a la causa, qué puedo hacer para darles una mano. Y estoy pensando en las técnicas de estudio, los métodos de estudio.
Estudiar es algo súper personal, súper subjetivo. No puedo venir yo a decirte, seguí esta técnica que te va a funcionar. ¿Quién soy yo para decirte eso?
Entonces, como es algo tan personal, lo único que podemos hacer es cada uno de nosotros compartir nuestras experiencias, compartir cómo estudiamos, y vos te apropiás de tus propias técnicas, tus propios métodos. Entonces, ¿qué voy a hacer acá? Te voy a compartir lo que yo hago, lo que yo haría si ahora tuviera que estudiar un tema. ¿Empezamos? Todas las cosas que voy a decir a continuación son mi experiencia.
Lo que yo hice, como yo estudié, no es una verdad absoluta. Si por ahí afuera hay alguien diciéndote esto te va a funcionar seguro, yo dudaría. Vos haces lo que quieras, yo dudaría. Mucha gente se pone a investigar, a poner en práctica métodos o técnicas de estudio sin tener en claro qué están haciendo, ni por qué están haciendo lo que están haciendo. O sea, es probable que vos estés pensando en técnicas de estudio sin preguntarte qué es lo que estás haciendo cuando estudias.
¿Por qué estudias lo que estudias? Entonces, para mí, lo principal, antes de hablar de cualquier técnica, método, estrategia o procedimiento para estudiar o mejorar el estudio, para mí lo primero es tener en claro que es fundamental estudiar con sentido. ¿Qué significa esto?
Encontrar una razón concreta y tenerla clara y presente. que nos diga por qué tenemos que estudiar. Entonces, tendrías que ser capaz de responder a estas preguntas, creo yo, esto es lo que yo hacía cuando estudiaba. ¿Para qué tengo que estudiar este tema?
¿Qué es lo que tengo que estudiar? ¿Por qué tengo que estudiar este tema? ¿Para qué me sirve? ¿En qué me afecta este tema?
¿Qué conexión hay entre este tema que tengo que estudiar y yo como persona? No se trata de ver a los temas de manera aislada como que está ahí el tema y yo estoy acá y tengo que grabar información. No, tenés que apropiarte y conectarte con esos temas, ese contenido. No es información muerta, no es contenido muerto.
Vos le tenés que dar vida. ¿Cómo? Estudiando.
Cuando yo estudiaba y pensaba en el sentido, llegaba a dos caminos posibles. Uno es encontrarle sentido porque el tema que estoy estudiando me afecta, es decir, me despierta alguna emoción, me gusta, me entusiasma, está conectado con algo que realmente me gusta. Por ejemplo, si estudias ingeniería, puede que el tema que estás viendo te entusiasme.
Porque te gusta, porque te llama la atención, te despierta curiosidad. O el otro camino por el cual vos podés encontrar un sentido, es decir, bueno, no está tan conectado con mis pasiones, con lo que a mí me gusta, pero, pero, el estudio de este tema me lo tomo como un desafío. Tengo que lograr esto, es una meta.
Entonces, la razón por la cual... Tenés que estudiar ese tema se convirtió en un desafío. ¿Se entiende?
Así lo pensaba yo. Pero es fundamental tener un sentido, porque si no estudiamos, ¿por qué sí? Ahora, hay una pregunta que tendremos que hacer desde el principio, que no la hicimos, que es, ¿qué es estudiar?
¿Cómo nos vamos a poner a optimizar o a buscar un procedimiento, una estrategia para estudiar, si no sabemos qué es eso? No podemos estar preocupados en optimizar el cómo si no sabemos el qué. ¿Qué estamos haciendo cuando estudiamos?
Para mí, y esta es una experiencia, para mí estudiar es un proceso subjetivo, personal, a través del cual yo investigo sobre un tema, leo, escucho, interpreto información de diferentes fuentes para poder primero comprender las ideas. Las ideas, los conceptos. Para luego, si es necesario, poner en práctica esos conceptos.
Para mí estudiar es eso, es conectar ideas que parecen sueltas. Estudiar es algo hermoso, aunque a vos te hayan grabado a fuego que estudiar es espantoso porque tenés que poner la cola en la silla, memorizar cosas. Gente, estudiar es la oportunidad de desarrollar tu cabeza.
Ni más ni menos. No es solo absorbir información, como dicen por ahí. Para mí, así lo pensaba yo. Vos hacéis lo que quieras, decidí hacer lo que vos quieras.
Para mí es eso. Entonces, si es un proceso súper personal, donde uno se conecta con un tema, trata de descomponer sus partes, comprender por qué están armados de una manera y no de otra. Si es algo tan complejo, donde yo como persona me conecto con ese tema, no se trata de memorizar fórmulas, de memorizar procedimientos, de absorber información como algunos dicen por ahí. Es algo súper complejo, que va más allá de guardar información.
¿Se entiende lo que digo? Conceptos primero, práctica después. Esto es muy aplicable en ciencias exactas. Cuando uno estudia matemáticas, por ejemplo, es muy frecuente que la teoría o los conceptos o las ideas se las vea de manera muy superficial, muy rápida, para meterse de manera inmediata en la práctica y darle con todo a la práctica. Muchos se ponen, como digo siempre, siempre va hasta el cansancio lo digo, se ponen como máquinas a derivar funciones sin saber qué es la derivada.
Se ponen como máquinas a sumar fracciones de diferente denominador sin entender qué significan fracciones de diferente denominador. Yo creo que eso está mal. Yo creo que primero hay que darle mucha importancia a los conceptos. Entender las ideas a fondo. Primero los conceptos, primero entender las ideas, primero poder explicarlo, primero descuartizar, deconstruir la teoría, como le llaman algunos.
Después la práctica. ¿Por qué? Porque la práctica.
¿Qué es la práctica? ¿Práctica de qué? ¿Poner en práctica qué?
Poner en práctica un concepto. Llevar a la práctica una idea. O sea, si no tenemos en claro las ideas, ¿cómo nos vamos a poner a practicar eso?
¿Se entiende la importancia de primero las ideas? ¿Primero los conceptos? Eso es lo que yo pensaba cuando estudiaba, una vez más.
Es mi experiencia. Fundamental. Cuando uno pone énfasis, importancia en los conceptos, Uno no quiere perderse esos conceptos, uno quiere tenerlos a mano. Entonces, ¿de qué manera uno puede tenerlos a mano? Y bueno, teniendo un registro físico, que puede ser en cualquier soporte, puede ser papel o bien computadora, celular, lo que quieras.
Un soporte físico. Donde yo consultar, ¿consultar qué? Los conceptos. Entonces, los apuntes.
Conceptuales son fundamentales, son el registro vivo de cómo tu cabeza ordenó esos conceptos. Para mí los apuntes conceptuales eran fundamentales. Incluso antes de ir a clase me ponía a hacer el apunte conceptual. ¿Por qué?
Y porque trataba de tener preguntas antes de ir a clase. Ahí en los apuntes conceptuales entran todas las definiciones. Las definiciones son fundamentales, son el cimiento para poder construir.
¿Se entiende lo que digo? Para mí el apunte conceptual es fundamental. Y acá noté algunas cosas para que tengan en cuenta. Que están separados de los apuntes prácticos. O sea, si ustedes tienen un cuaderno para la teoría o para los conceptos, que pueden hacer la toma de nota en clase si quieren, como quieran, y este lo usan para practicar, bueno, genial, lo tienen separado.
¿Por qué está bueno tenerlo separado? Para mí está bueno tenerlo separado porque la teoría acaba. La teoría es limitada. Al menos la teoría que vemos en un programa es limitada, termina.
Entonces, si termino la teoría, puede venir la siguiente. Si mezclo todo junto en un solo cuaderno, teoría y práctica, la práctica me va a quedar desordenada. Entonces, prefiero tener todos los conceptos en un cuaderno y toda la práctica en otro cuaderno. A mí me encanta usar hojas lisas. Recicladas, no como esto.
Usaba hojas recicladas de la facultad. Me acuerdo que usaba hojas que me daban en la cocina, que estaban impresas de un solo lado. Pueden preguntar en su institución si tienen hojas para tirar.
Por lo general, en las instituciones, en las partes de administración, imprimen hojas en simple faz. Pueden usar el otro FAS para escribir. Y de paso, ayudamos al planeta.
Sobre la práctica, que sea gradual. O sea, arranca con ejercicios los más básicos, por más que vos los subestimes. Por más que digas, esto es súper básico, es demasiado fácil. No, no, no, no, no.
A veces, subestimamos lo que no tenemos que subestimar. Y la única manera de saber que estamos subestimando algo que no deberíamos subestimar, es enfrentándonos a eso. Y comprobándolo. ¿Se entiende lo que digo?
En otras palabras, estás viendo un tema nuevo y querés practicar, bueno, pon el ejercicio más básico, más fácil y después vas avanzando. Mientras que hagas la práctica, tratá de anotar todas las dudas que te surjan, todas las dudas que te surjan. Después las preguntas, pero no hagas esto de, no importa, después si me acuerdo, porque te vas a olvidar y esa duda te puede venir en un momento importante. Pensá que las dudas es como si fueran, no sé, bacterias que se te pegan y que vos te las tenés que sacar. Las fuentes.
Esto parece una obviedad para aquellos que están en tercer o cuarto año, parece una obviedad, pero es muy frecuente. Que un estudiante en primer año se ponga a estudiar un tema con poca información, con pocas fuentes, sin las fuentes suficientes. En otras palabras, no usan libro. Le esquivan al libro.
Piensan que con un videíto de YouTube y con lo que escribieron en clase alcanza. Y no, el libro tiene la extensión, la rigurosidad y la elegancia y proligidad de presentarte a un tema como corresponde. Si es un buen libro. Pero hay libros y libros, obvio, pero los libros en general para los primeros años de ingeniería matemática, física, tan revisados, no deberían tener problemas en general.
Agarren los libros, no le tengan miedo. Traten de descuartizarlo. Entonces el libro te va a permitir, en conjunto con el apunte que tomes en clase y en conjunto con las diapositivas o apuntes que te dé tu profesor, van a permitirte crear el apunte conceptual.
Algunos le llaman apunte teórico. Que es tuyo, lo haces vos. Es prolijo y resume la esencia del tema. Vos no te podes poner a practicar algo si no entendés la esencia. Y es falso eso de que, practicando mucho, a la larga terminás entendiendo el concepto.
Yo creo que no es así. Para comprender las ideas y los conceptos, la práctica no es imprescindible en general. Una cosa es la práctica, la ejercitación de un concepto, y otra cosa es el concepto en sí mismo. ¿Se entiende?
Esto lo recalco, quizás para algunos es una obviedad, pero lo recalco un montón, porque, insisto, muchos se ponen a practicar y van a fondo con la práctica, teniendo graves baches y agujeros conceptuales. Hoy es moneda corriente. Pasa todos los días.
Esto es lo que yo haría. ¿Qué es lo que se hace hoy lamentablemente? Bueno, se da una teoría mínima, así no más. Se pasa inmediatamente a la práctica. Dale que va, dale que va, dale que va con la práctica.
Hasta que te matás, hasta que te cansás, hasta que sos una máquina que resuelve ejercicios sin pensar. Y te dicen, si tienen preguntas conceptuales, pregunten. ¿Qué es lo que termina pasando en este caso?
Bueno, mecanizan procedimientos resolutivos para encontrar resultados. Sin pensar demasiado y sin entender qué están haciendo. ¡Aprueban! ¡Claro que aprueban! Porque muchas veces el examen consiste en eso.
Pero la víctima, en todo ese mundo, en todo ese contexto, sos vos. Van a pasar dos días y te vas a olvidar todo. Y todo el tiempo y energía que invertiste, ¿en qué se resume? En una nota aprobada.
Y créeme que no vale la pena. ¡No vale la pena! Hermano, te lo juro que no vale la pena. Es tiempo tirado a la basura, tiempo de vida que tiraste a la basura.
Tiempo que me pasó una vez, varias veces en realidad. Cuestionar como herramienta. O mejor dicho, cuestionar como LA herramienta. Pensamiento crítico real, desde mi punto de vista, es, dado cualquier concepto que se me presenta, ponerlo en duda.
Cuestionar sus cimientos. ¿Por qué es así? ¿De dónde viene?
¿Quién me dijo que esa definición es así? ¿Quién definió esto? ¿Por qué este resultado es el correcto?
¿Por qué este procedimiento se hace así y no de otra manera? Eso es cuestionar. Y eso es lo que yo hacía siempre que quería entender algo. Entonces, cuestionar para mí no solamente se convirtió en la herramienta, sino que se convirtió en una manera...
de pensar y va más allá de una herramienta externa. Es algo propio, es algo interno. Explicar, animate a explicar, no importa quién, no importa quién, explicar. Porque cuando uno explica se ve obligado a ordenar, a jerarquizar ideas, a ver cuál es más importante que las demás. A ver cómo están conectadas esas cosas para que el otro me entienda.
No importa si el otro sos vos mismo porque le hablas al espejo, no importa. O si es otra persona, no importa. Si es otra persona pasa algo que yo llamo, acá lo noté, magia bilateral. Porque no solamente ayudas a otra persona sino que te ayudas vos mismo. Entonces es una magia en dos sentidos, es maravilloso.
Explicar es... Una de las tareas más nobles. Traducí a tus palabras.
Una vez que veas una definición, a ver, esto, ta ta ta ta, tratá de explicarlo con tus palabras. Vulgar, así nomás. Imperfecto, impreciso. Hacelo igual. Así nomás.
Explícalo. ¡Hey Damián, pero eso está mal! Sí, está mal, pero es el primer paso.
Primero arrancás con algo imperfecto, así nomás. Después lo vas puliendo, perfeccionando, refinando. Y después llegás a la definición formal, si querés. Pero tratá de ponerlo con tus palabras. A ver, ¿qué es una función?
¡Es una máquina! ¡Ah, bueno! ¡Es una máquina! ¡Ok! Esa es la definición informal que te sirve para empezar a entender la idea.
Después te pones con conjuntos, billectividad. Después te pones con todo eso. No podés decir, una función numérica es una máquina, le metes un número, sale un... Está bien eso. Para empezar, ¿se entiende lo que digo?
Yo tengo una anécdota y se las cuento rápido. Me acuerdo que cuando iba a la escuela técnica, había una compañera que había estudiado, yo también había estudiado, para el examen que teníamos, en un examen de electricidad, me acuerdo. Recuerdo que los dos habíamos aprobado... Yo me había sacado un 10, ella se había sacado un 8. Y ella me preguntó, enojada, me dijo ¿Por qué te sacaste un 8?
¿Cuánto estudiaste? Me preguntó. Le digo, 3 horas creo, 3 o 4 horas.
¿Cómo puede ser si yo estudié 14 horas sin pagar? ¿Cómo puede ser que vos hayas sacado un 10 y yo saqué un 8 si yo estudié 14 horas y vos estudiaste solo 3? Estaba furiosa, no entendía dónde se había ido todo su esfuerzo. Y ahí me di cuenta de que no es cuestión de tiempo. Lo importante es qué haces en ese tiempo.
Estudiar no se trata de poner la cola en la silla y estudiar, estudiar, estudiar, estudiar, estudiar, quemarse las pestañas como nos decían cuando éramos chicos. Eso es esfuerzo, sí, el esfuerzo es necesario, pero no se trata sólo de esfuerzo. Se trata de poner esfuerzo correctamente, usando un buen libro por ejemplo. Estando descansado al momento de estudiar, explicándole a un compañero. No se trata solamente de estudiar y matarse estudiando.
Conclusión, el mito de la cola en la silla, como nos han dicho por ahí. Es un mito, efectivamente. No se trata solo de eso. No estoy diciendo que no es necesario el esfuerzo.
Sí, claro que es necesario, pero no alcanza solo con esfuerzo. Hay que saber dónde poner ese esfuerzo. Otra cosa que a mí me encanta. Tratar de convertir al estudio en un ritual. O sea, que sea una experiencia que vos...
Disfrutes, que vos estés con ganas de hacerlo. Vestirse, perfumarse, tener ordenada la mesa, tener buenas lapiceras, al menos una, dos. No es necesario tener 20 lapiceras buenas, con tener una está bien.
Prepararse el matecito, prender una velita si querés, o poner un perfume en el ambiente, no importa lo que sea, trata de... laburar la experiencia del estudio. Esforzate por que sea una linda experiencia. Ahí me están viendo estudiando cuando estaba en la facultad.
Ponía en la computadora el video del follito de una hora. Era la manera que tenía de armar un ambiente cálido. Bueno, dentro de tus posibilidades, tratá de lograr que ese ambiente sea propicio.
Dentro de tus posibilidades. Exigirle. a tu profesor.
Recuerdo que, y voy con una anécdota más, la profesora Baragatti, cuando yo le pregunté por correo ¿Qué cree que la hizo una buena profesora? Recuerdo que ella me dijo que fueron sus estudiantes. Fueron cada una de las preguntas que sus estudiantes le hicieron durante su carrera.
En otras palabras, un profesor, siempre que sea receptivo y humilde, Crece, brilla, mejora. Cuantas más preguntas de sus estudiantes puede responder y recibes, ¿entiendes? Entonces, animate a hacerle preguntas a tu profe. Y no toda la responsabilidad es del profe.
Pues esa es la otra. Eh, Damián, me va mal porque tengo un profesor pésimo. No, no, no. La mitad de la responsabilidad es tuya.
Ponete a laburar, ponete a estudiar, que si tenés un buen profe te va a ir bien. Pero tu responsabilidad la tenés que poner también, porque si no es muy... poco, muy mala leche como decimos en Argentina. Claro, de las 20 clases que toca la cursada yo voy a la número 18, las otras no fui nada y me pongo a preguntar qué es esto, qué es aquello.
Pregunto, Damián, pregunto. No, no, no es así. Del otro lado hay una persona, no es una máquina que responde. Cuidar la caligrafía, o sea, no da lo mismo escribir así nomás que cuidar la letra. Y no importa si escribes en un papel o escribes en una tablet, no importa el formato.
¿Por qué es importante cuidar la caligrafía? Porque después ni vos te entendés. ¿Para qué escribimos? Para comunicar. Y la comunicación no se produce si el texto está mal escrito.
Está desprolijo, punto. Cuidá tu caligrafía, viejo. No da lo mismo escribir bien que escribir mal.
No, no da lo mismo. Ey, pero yo me entiendo. No, no, no. No alcanza con que vos te entiendas. Lo tiene que poder entender un tercero.
¿Saben qué placer es que pasen los años? Pasan cinco años. Agarrás tus apuntes viejos y los lees y decís, wow, es un disfrute.
Te da orgullo. Quiero que te sientas orgulloso vos también. Amá estudiar. Tratá de esforzarte por amar estudiar. Como lo dije al principio, es una de las cosas más hermosas que te pueden pasar en la vida.
Es la posibilidad de mejorar tu cabeza, de lograr desarrollarte. Desarrollar tu capacidad de pensamiento. No es absorber información, como dicen por ahí.
No, no. Va más allá de eso. Aunque el sistema, por ahí, a veces, ponga al examen como el protagonista y como el objetivo principal. No permitas que sea tu objetivo principal. Pasan muchas cosas alrededor de eso.
Conclusión, cada uno tiene sus propios métodos, sus propias técnicas, sus propios procedimientos. Vos podés conocer. Conocer un método, conocer una técnica, el de uno, el del otro, el que le funciona a uno, el que le funciona al otro. Y vos probar. Y listo.
Vos probar. Y apropiarte de tu método. La palabra método ya no hace ruido.
Bueno, no importa. Hasta acá este vídeo. Espero que algo les haya servido.
No se olviden que las cosas vistas como difíciles pasan a ser vistas como fáciles cuando uno entiende de verdad algo. Y uno entiende de verdad algo cuando entiende qué es entender. Un agradecimiento especial a Carlos Pacho, Emery Leán, Leán184 y Hugo Zanitti, quienes fueron los miembros que decidieron hacer el aporte máximo.
A ellos cuatro, muchas gracias, y también gracias a todos ustedes que comparten los vídeos y hacen que esto siga funcionando.