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Teoría del Contractualismo en Filosofía

En este vídeo vamos a hablar acerca del contractualismo. Los contractualistas son unos teóricos del derecho que sostienen que la sociedad surgió, se constituyó, se conformó a través de la firma de un contrato social entre sus miembros integrantes en un primer momento mítico ya perdido en el tiempo. Sus principales exponentes son Thomas Hobbes, Jean Locke, ambos ingleses, y el francés Jean-Jacques Rousseau. La obra de Thomas Hobbes se caracteriza por ser una férrea defensa de la monarquía absoluta como mejor forma de gobierno. ¿Por qué? Porque para Thomas Hobbes, según su frase latina más conocida, Homo hominis lupus, el hombre es el lobo del hombre. Es decir, apelando al egoísmo humano, sostiene que nuestro mayor peligro, nuestro mayor riesgo para nosotros nuestra vida, para nuestra integridad, para nuestra propiedad, es el otro ser humano. Para Hobbes, en el estado de naturaleza, es decir, un estado anterior a la sociedad, a la ley y al estado, los hombres vivían en un estado de absoluta guerra o caos de todos contra todos. ¿Cómo se pasa de este estado de naturaleza terrible al estado actual en el que vivimos? a través del surgimiento del Leviatán. El Leviatán es el representante del Estado. El Estado absolutista a través del monarca quien hace cumplir la ley nos protege a unos de otros pues éste es más fuerte que todos nosotros juntos. De esta forma a través del contrato social todos los hombres se pusieron de acuerdo en ceder parte de su poder o todo en realidad el poder de autogobierno al soberano. De esta forma el soberano gobernaría por nosotros imponiendo las leyes pero garantizando nuestra seguridad. Por eso él representa al Leviatán como este monstruo mítico que es la suma o la fuerza de toda la sociedad en conjunto y es más fuerte que cualquiera de estos individuos. En cambio para Locke el estado puede mediar en entre los conflictos humanos, pero siempre respetando la vida y la propiedad. ¿Por qué? Porque sería absurdo que las personas cedieran su poder a un Estado para que les garantice seguridad, es decir, que les garantice seguridad en su vida, en su integridad física y en sus propiedades, o es decir, que los proteja de otros seres humanos, si el mismo Estado es un peligro para la vida y la propiedad. Para lo que es la vida, la vida es un peligro. En el Hobbes esto no es tan así, puesto que, por ejemplo, en una guerra, cuando los estados se declaran la guerra unos contra otros, precisamente se ponen en riesgo las vidas y las propiedades de todas las personas o individuos que lo conforman. En cambio para Rousseau, el estado de naturaleza es contrario a lo que sostienen los dos anteriores autores, no es ese estado caótico, violento, de guerra de todos contra todos, sino es un estado pacífico, pues el hombre es intrínsecamente bueno, siendo la sociedad donde se encuentran los vicios que pervierten al ser humano.