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Causas y Desarrollo de la Primera Guerra Mundial

El 28 de junio de 1914, un joven serbio llamado Gabrilo Princip, perteneciente a una organización llamada La Mano Negra, asesinó en Sarajevo al heredero de la corona de Austro-Hungría. Un mes más tarde comenzó en Europa el conflicto bélico más grande que el mundo había visto hasta el momento. Nosotros somos Martín y Seba de Historia en 10, y en este video vamos a hablar de la Primera Guerra Mundial.

Antes de dedicarnos de lleno a la gran guerra, empecemos por aclarar quiénes se enfrentaron, dado que sabemos que ese atentado no terminó en un conflicto entre solo Austria-Hungría y Serbia, sino que desencadenó una guerra masiva. En 1914 se activó un sistema de alianzas que dividía a las grandes potencias de la época en dos, la Triple Alianza y la Triple Entente. Si empezamos por la Triple Alianza, su núcleo lo formaban Alemania y su vecino, el Imperio Austro-Húngaro, con quien tras un pacto fallido con Rusia, formó la Doble Alianza en 1879. La tercera de las llamadas potencias centrales fue Italia, que se sumó en 1882. De todos modos, tras comenzar la guerra, se cambiaría de bando, pero Bulgaria y el Imperio Otomano tomarían su lugar. Frente a ellos se encontraba la Triple Entente, formada principalmente por Francia, Rusia y el Reino Unido, conocidas como las Potencias Aliadas. Esta se consolidó en 1907, pero sus antecedentes fueron la Alianza Franco-Rusa en 1892 y la Entente Cordiale, pactada por Francia y Gran Bretaña en 1904. Hacia el final de la guerra, como veremos, Rusia se retiraría, pero se sumarían otros países, entre los que destacan Japón y, sobre todo, los Estados Unidos.

Ahora, si pensamos en quiénes lucharon y cuál fue el detonante, no podemos evitar preguntarnos cómo un hecho tan puntual llevó a una guerra de semejante escala. Es una de las polémicas sobre la que más se ha escrito en toda la historia del mundo. Entre las causas de la primera guerra se incluyen todos esos hechos, procesos e ideas que crearon las condiciones necesarias para que el conflicto estallara. Existen algunos factores clave en los que todos los historiadores coinciden. El nacionalismo, el militarismo, el imperialismo, el sistema de alianzas que ya mencionamos.

La guerra fue propiciada por la inestabilidad internacional que provocaba la constante competencia entre las potencias por mantener o aumentar su poder y su estatus. El desarrollo de los nacionalismos fomentó esa competencia y generó un patriotismo exagerado. El militarismo también tuvo mucho peso.

Por un lado, el gasto en armamento y tropas aumentó drásticamente, creando lo que se conoce como la paz armada, una carrera armamentista en la que nadie quería quedar. atrás. Esto dio también más peso a los militares en la toma de decisiones.

Además, el militarismo alcanzó a los ciudadanos y líderes, que en muchos casos vieron con buenos ojos la guerra. Por último, el imperialismo aportó a la inestabilidad siendo otro de los elementos por los que competían. Además contribuyó al carácter mundial de la guerra, tanto por algunos de los escenarios en los que se combatió, como por el origen de parte de las tropas. En este contexto se puede entender mejor ese sistema de alianzas. Alemania, que se había unificado tras vencer en la guerra franco-prusiana, buscaba competir económica y militarmente con Inglaterra.

Su principal aliado era el Imperio Austrohúngaro, a quien le preocupaba mantener su influencia en los Balcanes mientras veía la decadencia del Imperio Otomano. Eso explica el acercamiento entre Rusia, con intereses en la misma región y con sus propios problemas internos, y Francia. que guardaba grandes resentimientos hacia Alemania y temía su rápido crecimiento. Por último nos queda Gran Bretaña, que se mantuvo aislada hasta que comenzó a considerar que Alemania podía ser una amenaza. En medio de este clima tan tenso, se dieron cuatro crisis internacionales que los historiadores suelen coincidir a los antecedentes de la guerra.

Dos en Marruecos en 1905 y 1911, y dos en los Balcanes a partir de 1908 y de 1912. Las marroquíes reflejaron los conflictos existentes entre Francia, Alemania y el Reino Unido. y las balcánicas entre Rusia, el Imperio Austrohúngaro y Alemania. Cualquiera podría haber desatado la guerra, y si bien no lo hicieron, contribuyeron a consolidar las alianzas y la militarización preventiva. Las más importantes fueron las balcánicas, que deterioraron la relación entre Austria-Hungría y Serbia e influyeron en el atentado de Sarajevo. Tras la muerte del archiduque Francisco Fernando el 28 de junio de 1914, los engranajes se pusieron en marcha.

El 23 de julio el Imperio Austrohúngaro dio un ultimátum a Serbia. declarándole la guerra cinco días después. Rusia movilizó sus tropas y el 1 de agosto Alemania le declaró la guerra.

Tras dos días hizo lo mismo con Francia. La guerra tuvo dos frentes principales, Europa Occidental y Europa Oriental. Empecemos por Occidente, donde Francia y Alemania representan el centro del conflicto. Al principio, ambos intentaron aplicar sus planes preconcebidos, pero tanto el plan Schlieff en alemán, como el plan 17 francés, fueron demasiado optimistas y no pudieron prever lo dura que sería la guerra.

De todos modos, las cosas empezaron bien para Alemania. Comenzaron atacando a Bélgica, lo que les permitió luego entrar en territorio francés. Los franceses, y la reducida fuerza de expedición británica, sufrieron duros reveses en la franquicia.

frontera, especialmente la zona de las Ardenas y Alsacia Lorena. Los muertos comenzaron a contarse entre las decenas de miles, algo que sería la norma en esta guerra. El ejército alemán llegó hasta a escasos kilómetros de la ciudad de París, pero en lugar de atacar directamente la capital, decidieron rodear a las tropas francesas, dejando descubierto su flanco y dando al entente la oportunidad de producir el Milagro de Marne, batalla en la que Alemania se convirtió en un gran enemigo. fue derrotada y forzada a retroceder.

Esta fue la muerte del Plan Schlieffen, y el comienzo de lo que se conoce como la carrera hacia el mar, en donde ambos bandos buscaban controlar los puertos más importantes del norte de Francia y Bélgica. La naturaleza de la guerra cambió en este momento, y en paralelo se comenzaron a delimitar extensísimas líneas de trincheras, zanjas enfrentadas excavadas en la tierra, en donde se resguardaban los soldados y desde donde peleaban entre sí. El frente quedó prácticamente estancado gracias a esto.

Durante 1915, los alemanes se dedicaron principalmente a fortalecer sus fortificaciones, mientras la tribu de triplentente intentaba quebrarlas. Pero la defensa y el armamento de Alemania resultaron ser ampliamente superiores. De todos modos, si bien las fronteras prácticamente no cambiaban, en las múltiples ofensivas se perdían miles de vidas de ambos bandos, propiciados por los nuevos armamentos como el gas de cloro introducido para Alemania. Esta fue una de las armas más terribles que debieron sufrir los combatientes.

Ya en 1916, el frente occidental vivió dos de las batallas más conocidas de la guerra, la batalla de Verdun y la batalla del Somme. En la primera se enfrentaron Alemania y Francia. La estrategia alemana era desangrar al ejército francés, forzándolo a buscar recuperar constantemente Verdun, un territorio muy especial para los franceses. Francia terminó venciendo, pero la batalla se extendió de febrero a diciembre y provocó cientos de miles de bajas para ambos bandos. En la batalla al Somme, en cambio, lucharon principalmente Alemania y Gran Bretaña, con un resultado parecido.

Si bien no hubo un ganador contundente, se lo consideró un triunfo aliado, y su costo humano fue también altísimo.. especialmente para los británicos. Tras esto, Alemania cambiaría su estrategia, pero pasemos primero al frente oriental, para ver cómo se desarrolló en paralelo hasta este momento de quiebre.

Contrario al estancamiento en occidente, este fue muy cambiante, y a pesar de que el conflicto comenzó con un incidente entre Austria-Hungría y Serbia, las acciones de Rusia y Alemania fueron las que marcaron el ritmo. Estallada la guerra, el primer objetivo del imperio austro-húngaro fue Serbia, la acusada por el atentado. Rusia, en cambio, tenía dos enemigos en la triple alianza.

Por un lado, combatía a Alemania en el norte, y a Austro-Hungría en el sur. En el norte, Rusia comenzó triunfando, pero luego empezó a sufrir importantes derrotas como en la batalla de Tannenberg. En el extremo oriente, mientras tanto, el imperio del Japón atacaba a las colonias alemanas. Pero el problema de Alemania era que para 1915, Austro-Hungría ya estaba al borde del colapso.

No solo había fracasado contra Serbia, y era superada por Rusia, sino que también Italia la había traicionado y se había sumado al bando del Entente por la promesa inglesa de obtener nuevos territorios. Por eso Alemania debió salir al rescate, emprendiendo una ofensiva que conquistó Serbia y frenó a Rusia. Bulgaria, enemiga de Serbia, se sumó a la alianza para asistir en la ofensiva en este momento.

En ese mismo año, el Imperio Otomano, que se había sumado a la Triple Alianza el año anterior principalmente por sus conflictos con Rusia, consiguió también victorias como en la Batalla de Galípolis. De modo que la situación no fue favorable ese año para los aliados en Oriente. 1916, sin embargo, fue diferente. La ofensiva Brusilov, una gigantesca campaña rusa centrada en Rusia, fue un éxito importante.

Pero para principios de 1917, la pérdida de vidas y la crisis de abastecimiento tenían tanto al imperio austrohúngaro como al ruso en condiciones críticas. Así llegamos al año 1917, punto de quiebre de la guerra tanto en oriente como en occidente. La Intente perdería un importante aliado, pero ganaría uno aún más determinante.

Empezando por el frente oriental, tenemos que hablar de la Revolución Rusa. que comenzó en 1917 y que trajo el fin del gobierno del zar Nicolás II. La dura situación impuesta por la guerra contribuyó al estallido de las revueltas, y si bien el nuevo gobierno de Kerensky decidió continuar luchando al principio, nuevas derrotas frente a Alemania, deserciones masivas y la revolución bolchevique de Vladimir Lenin pusieron el punto final. Rusia firmó entonces un armisticio en diciembre, y al año siguiente el tratado de paz de Brest-Litovsk. Mientras tanto, en occidente, el cambio de estrategia de Alemania resultó ser contraproducente, cosa que facilitaría la entrada de Estados Estados Unidos a la guerra.

Al haber trabado el frente con Francia, los alemanes volvieron a recurrir a la guerra submarina sin restricciones como lo habían hecho antes. Esto significaba permitir a los submarinos atacar cualquier barco que navegara en la zona de guerra. El objetivo principal era asfixiar los suministros británicos, forzando al entente a firmar la paz. Pero el principal proveedor de Gran Bretaña era Estados Unidos, y Alemania sabía que el hundimiento de sus barcos arrastraría a los norteamericanos a la guerra, pero esperaba conseguir la rendición de los aliados antes de que se movilizaran y llegaran al continente.

Al principio la las cosas parecían ir de acuerdo al plan, pero a principios de abril de 1917, tras el hundimiento de varios barcos norteamericanos, el presidente norteamericano Woodrow Wilson llevó al Congreso la declaración de guerra. Durante el resto del año, Alemania buscó defender sus posiciones terrestres, mientras que esperaba que la guerra submarina asfixiara a los británicos. Pero para 1918, tomaron conciencia de que el desgaste era demasiado alto y que no podrían sostener la guerra durante mucho tiempo más.

Necesitaban forzar al entente a declarar la paz en condiciones favorables, por lo que optaron por una última guerra ofensiva. Al principio esta fue exitosa y lograron quebrar las trincheras y avanzar, pero para julio la cantidad de muertos y la baja en la intensidad del avance llevó a un punto muerto. Fue entonces el turno de los aliados, quienes contaban ahora con más de un millón de soldados norteamericanos reforzando sus filas.

Para el mes de septiembre habían quebrado las defensas alemanas y era evidente que estos ya no tenían ninguna posibilidad de recuperarse. En octubre hubo motines tanto en la armada como en las ciudades, y el 9 de noviembre el Kaiser abdicó. Cedric Ebert, el líder de los socialdemócratas, proclamó un modelo republicano.

y dos días después firmó un duro armisticio con los países del Antente, indicativo de lo que vendría después. La guerra terminaba entonces en Europa, en el 11 de noviembre de 1918. Al año siguiente, el Tratado de Paz de Versalles y sus acompañantes marcarían cómo quedaría el mundo tras la guerra, y allanarían el camino a la Segunda Guerra Mundial, de la cual ya hemos hablado en el canal. Pero eso es todo por este video. Recuerden que pueden contarnos sus opiniones en los comentarios, y suscribirse para enterarse cuando subimos nuevos videos. Suerte, y nos vemos en el próximo video.

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