Música Música La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ¡Suscríbete! Lutero Santa madre de la virgen, no me dejes morir aquí como un perro, no me dejes morir, no me dejes morir Voy a ser monje, voy a ser monje, voy a ser monje, me entregaré a Dios, me entregaré a Dios, me entregaré a Dios Me entregaré, me entregaré, me entregaré a ti, me entregaré a ti, sálvame, ¡Suscríbete! Su padre está aquí. Ha traído a toda la familia. Que hoy humani, substantie, dignitatum mirabilite candidisti, et maravilios reformasti.
Dan nobis perjurius se acue, et vini. La Estereo, en Dios, es mi mitad, es ser consultor. Ya se va. ¡Padre! ¡Se enajía al menos, padre!
Es tu primera misa y la echas a perder. Necesito hablar contigo. Se te envió a que estudiaras leyes. Quería elevarte a una noble profesión. Sudé en las minas por 20 años para darte la oportunidad que yo no tuve.
Esa es tu interpretación. ¿Honrarás a tu padre y a tu madre? Dios fue quien me trajo.
Dios. Un simple rayo quema tu trasero y tú crees que es Dios. El diablo, yo diría. ¡Padre!
¡Padre, no! Déjame, Satan. Ya para tu lengua.
Yo no afirmé que era bueno. Jamás. Aquí saben mis pecados. Mi orgullo, mi lujuria.
Lo confesé todo. Lo confesé todo. Vete.
Déjame. Vete. Vete, por favor. Déjame. Es duro consigo.
mismo hermano martín discutir con el diablo a nadie nos hace bien ya tiene cinco mil años de práctica él ya conoce nuestra debilidad lamento lo que pasó no vine a regañarlo martín con mis pecados no puedo ser padre oiga En dos años jamás le oí confesar nada ligeramente interesante. Vivo aterrado por el juicio final. ¿Y usted cree que despreciándose así se salvará?
¿Ha pensado algún día que Dios no es alguien justo? ¿Nos trajo al mundo sucios de pecado? Luego nos reprende toda la vida por nuestras faltas. Su juicio rígido......que nos amenaza......con condenarnos al fuego del infierno.
Lo sé, lo sé, soy malo al pensarlo. Usted no es malo, solo que no es honesto. Dios no está enojado con usted, usted está enojado con Dios. Quisiera que no existiera. Martín, ¿qué quiere encontrar?
Un Dios piadoso. Un Dios que pueda amar. Un Dios que me ame.
Encuentra a Cristo, puedes encomendarte a Él y entenderás que existe. Solo di, te pertenezco, sálvame. Yo Los hermanos no están conformes. Creen que hay otros en el claustro más preparados para llevar sus cartas a Roma.
Martín tiene dos títulos y aptitudes para la ley. Él va a llevar un uniforme legal. Además, le hará bien salir a conocer el mundo.
Nega hermano, estoy teniendo. Dime, dime. Ya te pagué la llave. A un lado, a un lado. ¿Qué te gusta?
¿Qué te gusta? ¿Qué te gusta? ¿Qué quieres?
Oiga, está muy solo, hermano. ¿Ah? Psst. Psst. ¿Quién?
Le va a gustar. Figuras de su santo favorito. Santa Cecilia para el resfriado.
San Pedro para la espalda y pies cansados. San José para los de las manos echadas. ¡No hay precio aquí! ¡Despejen las calles!
¡Ahí viene Julio! ¡El Papa está aquí! ¡Es el Santo Padre!
¡Al paso el Papa! Aquí está el cráneo de San Juan Bautista. Avancen en una línea. Todos tendrán su turno.
Uno a la vez. Hay varias salas más. Una sola fila, señores. No se demoren demasiado.
¡Santos! ¡Basta hermano! ¡Saldio Temprano va a tener sus 500 años!
¡Un segundo! ¡Basta! Nombre de su fallecido, Hendrik Lutero.
Abuelo. En cada escalón un padre nuestro. Cuando llegue hasta arriba, Hendrik se liberará del perdazón. Y luego entrará al cielo. Nombre de su fallecido, Wolfram Escher.
En cada escalón un padre nuestro. Cuando llegue hasta arriba, Wolfram se liberará del purgatorio. Padre nuestro, que estás en el cielo santificado, en tu nombre venga a nosotros tu reino.
Hágase tu reino, Padre nuestro. En nombre de su fallecido, que nos desamparece el lomo de la tierra. En el nombre de su reino, Padre nuestro.
Volviste de Roma hace 15 días. 15, y no has dicho nada, ni en el confesionario. Soy tu padre en Cristo, te ordeno que hables. Roma es un circo, una cloaca. Se compra todo, sexo, salvación.
Tienen burdeles para clérigos. Como tal vez haya en Leipzig. Tenían las monedas con las que Judas vendió al señor. 100 años sin purgación. Y tú crees que solo en Roma pasa eso.
Incluso escuché horribles rumores del Santo Padre. Dicen que avaricia el poder. Hay que ir afuera. ¿Qué hay de malo aquí?
Este piso, el color, es lindo color. Pero pones a los hermanos en una encrucijada. O aprenden a fregar como tú, o buscan cómo hacer que tu parte no sea tan brillante.
Cuidado, igual que una vaca, lechera. Los ancestros reverenciaban a sus abejas, los valoraban más que a los esclavos. ¿Me has leído el Nuevo Testamento, Martín? No, no, padre.
No es muy común, pero en Wittenberg lo harás. ¿Wittenberg? Un doctorado en teología.
¿Quiere enviarme a estudiar? Te envío al origen. Las Escrituras. Cristo mismo. Aquí pierdo mi fe.
Siento que soy torpe hasta en las plegarias y quiere enviarme allá. A predicar. Sería un fraude predicando.
¿Se predica mejor cuando se necesita aprender? No haga que me separe de usted. Dios te dio dones con un propósito y en Wittenberg harás cambiar opiniones.
Abrirás ojos. Eso es lo que quieres, ¿o no? ¿Cambiar cosas, Martín? Bienvenido a Wittenberg, padre Martín.
Soy Ulrich Wander. Yo voy a apoyarlo en la parroquia. Gunther y yo fuimos de pesca para su primer comida con nosotros.
Wander, nombre holandés. Nací cerca de Utrecht. Tenemos que pasar por Hanna. Ella es un poco... Ella tiene una niña escondida en el bosque.
¿Una niña vive en el bosque? Es inválida. Si no compramos el bosque, la niña no es alimentada.
¿Dijo el bosque? ¿La mitad o completo? Se comprará una parte. Él es nuestro nuevo pastor, el Padre Martín. Hola.
Gracias, Hanna. Otto, buen día Otto, él es el nuevo pastor, el padre Martín Padre Espero encontrarlo en Míssel Suerte con eso Vuelve a trabajar Tomás ¿Cree que tengo lepra? No, ellos creyeron que venía por limosna.
¿Creyeron que quería su plata? Creyeron que el Papa quería su plata. Cada vez que viene un padre, deben pagar a Roma por el privilegio de los sacramentos. Nula salus extra ecclesia. Este debate ha existido por más de 1400 años desde los inicios de la Iglesia.
Pero ahora el V Concilio Laterano ha reafirmado la famosa declaración de San Cipriano. Nula salus extra ecclesia, fuera de la iglesia romana no hay salvación. Profesor Karlstadt, ¿qué hay de los cristianos griegos?
¿Cristianos griegos? Pues... En un antiguo documento eclesiástico dice que un obispo romano, no uno griego, fue el sucesor de San Pedro. Y claro, fue Pedro a quien nuestro Señor Cristo nombró su embajador en la tierra. Así que debemos considerar que los santos de la iglesia griega irán al infierno.
Se perdió del tema. Pero es la inevitable consecuencia de la afirmación de Cipriano. ¿Los griegos cristianos no tienen salvación?
¿O es que su afirmación se basa en una interpretación muy literal de Mateo capítulo 16 versículo 18? Tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia y las puertas de Hades no podrán con ella. Aunque dos líneas antes, en el versículo 16, encontramos la primera fundación de nuestra fe. Tú eres Cristo, el Hijo viviente de Dios.
Claro que mientras más universales hagamos estas palabras, más nos acercaremos a la mente de Cristo. ¿Cuestiona la autoridad del concilio eclesiástico? Nada de eso.
Aunque en 1215 el cuarto concilio laterán dijo que Cipriano se equivocó. Que la salvación existe fuera de la iglesia. Aunque no de Cristo.
¡Somas! ¿Por qué hizo tal cosa? ¡Yo! Si hubiera sabido lo que le sucedía...
¿Qué es lo que dice Dios, Padre? Del suicidio... Yo nunca dije que tuviera las respuestas... ¡Te desafío, diablo! ¡Conozco tus acciones, tus sucios engaños!
¡A pelear, a pelear! Sí, a penar a una madre, decirle que esconda a su hijo, decirle a un muchacho que se suicide. Padre Martín está maldito, no haga que lo entierre. No descansarán en paz nosotros. Esta es tierra santa, es suicida.
Dígale a Otto que venga con su hijo, dígale. ¿Qué piensan? Que según la justicia de Dios, el muchacho está maldito porque se suicidó.
Si yo digo que fue abrumado por el demonio, este muchacho es más culpable por la desesperación que lo venció que un hombre a quien matan en el bosque los ladrones. Dios debe ser piadoso. Dios es piedad.
Él es tuyo. Sálvalo. Que se fuera fue tu decisión. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén. Terrible, sin misericordia, es el Dios que conocía. Castigándonos en esta vida, llevándonos al purgatorio al fallecer, sentenciando a pecadores a arder en el infierno por la eternidad.
Pero era un error. Quienes ven a un Dios enojado, no lo ven como es. Vean detrás de la cortina, es como si una tormenta gigante se disipara y cruzara su pálido rostro.
Si creemos en verdad que Cristo es nuestro Salvador, tendremos a un Dios con amor. Encontrar a Dios con fe es igual a ver su bello corazón. Cuando el demonio arroja a sus rostros sus pecados y declara que merecen el infierno, díganle esto. Yo admito que merezco el infierno, ¿y qué?
Pues alguien sufrió y pagó también por mis pecados. Su nombre es Jesucristo, Hijo de Dios. Donde Él esté, yo también estaré.
A Cristo. Amén. A Cristo.
El príncipe Frederick lo quiere callar. Usted debió detenerlo, Karstad. Prohibírselo.
¿Prohibírselo, Spalatin? ¿Enseñar teología? Está humillando al príncipe. ¿Qué pasa? Nadie da teología antigua.
Cuando me convertí en monje pensé que el hábito me haría santo. ¿Arrogante es lo que fui? Ahora me han nombrado doctor de la Sagrada Escritura y...
y me atrevería a pensar que usar esta bella toga me hace ser un hombre. sabio. Pues Dios habló por la boca de un asno y tal vez está por hacerlo otra vez, pero les diré en realidad lo que creo.
¿Quién ha visitado Roma? ¿Y compraste una indulgencia? No, yo sí. Por un florín de plata liberé a mi abuelo del purgatorio. Por el doble salvaría a la abuela y al tío Marcos, pero...
no tenía fondos, así que se quedarán ahí. Siguiendo la historia, los padres me aseguraron que por ver las reliquias sagradas acortaría mi tiempo en el purgatorio. Por suerte Roma tenía suficientes clavos de la Santa Cruz para agarrar a cada corcel en Sajonia.
Pero hay reliquias en otros lugares cristianos. 18 de 12 apóstoles fueron sepultados en España. Hasta aquí en Wittenberg tenemos lo mejor de lo mejor.
Pan de la última cena, leche de los senos de la virgen, una espina que atravesó la frente de Cristo en el Calvario, y 19.000 objetos aún más sagrados. auténticas reliquias sagradas hasta jontes el mismo inquisidor de polonia y sajonia un vendedor de indulgencias extraordinario conocedor de remis envidia nuestra colección el poseerlas por una sola noche haría que él regalara cinco años de su santa vida o 500 en el purgatorio Y ahora ciudadanos de Wittenberg, el príncipe Frederick de Sajonia los invita a su jardín para ver una obra misteriosa sobre el tema más popular de todos, el día del juicio. Igual que antes Martín. Excelencia. Secretario.
Pero del príncipe, tales secretarios tienen el hábito de convertirse en excelencias. Desde que estudiábamos leyes yo sabía que haría grandes cosas Spalatin. Yo esperaba que usted pudiera hacerme de ayuda para ello.
El príncipe Frederick tiene un orgullo enorme por sus reliquias. Lamento que no oyera mi lectura. Podría influenciarlo.
Invirtió 20 años y una gran fortuna para tener su colección, que en algunas semanas, el Día de Todos los Santos, miles de fervientes cristianos visitarán. Pagando, ¿cierto? Las contribuciones son costumbre para las indulgencias, igual que la confesión y la penitencia.
Ah, sí. Unas pregarias, el dinero y un millón novecientos mil doscientos dos años con veintisiete días, menos el purgatorio. No muerda la mano que lo alimenta. El príncipe paga por su lugar en la universidad. Sus reliquias pagan sus estudios.
Y el que paga al flautista, elige la canción. No lo humille, ¿está bien? Nadie está más contento con su popularidad aquí. Él prefiere que se quede.
Maestro Kranach, ¿está Lutero abierto a la persuasión? No lo creo, príncipe. Es tan obsesionado como... Un asno diría usted. Sí, exacto.
Lo vi. Soy consciente del gran honor que está haciéndome Cardenal Cayetán al recomendarme con su santidad. Dudo que lo crea un honor en 20 años. Mi primer maestro fue el Papa Alejandro VI. Tres amantes, cinco hijos y una ferviente devoción a las corridas de toros.
Papa Julio II, un mes atrás de ser el líder espiritual del mundo. Qué digno se ve, ¿no lo cree? Pero no es lo que Julio quería.
Él quería que no olvidaran al guerrero, sentado en su corcel, asediando a Venecia con su espada. ¿Qué es lo que quiere Aleander? Servir a Dios. Servirle con todo mi corazón.
Así será provocado. Papa Leodécimo, soberano obispo de Roma, sucesor de San Pedro y santidad de la Iglesia Romana Católica. Espera encontrar a quien salve la cristiandad.
Espero que así sea. Su reputación le precede, Aleander. Estoy temeroso. El Cardenal dice que es un brillante estudiante y posee un ferviente deseo de servir.
Necesito esos dones. Excelencia. Albert de Brandenburg quiere ser arzobispo de Mainz. ¿No era ya arzobispo?
de dos territorios alemanes correcto entonces la ley lo descalifica para obtener un tercero además cuando le dieron el primero no era menor de edad cierto hasta yo mismo lo era. Sin duda, Cayetán le ha informado que fue nombrado cardenal a la edad de 13. La ambición de Albert igual servirá a la gloria de Dios. ¿Los turcos a la entrada de Viena? Los franceses no paran de hablar y Roma misma se ha vuelto una alcantarilla abierta. Durante el día llena de gatos y perros y bandidos y perdidas por la noche.
Y esta es la nueva Basílica de San Pedro. No es solo un edificio, Aleander. Es un símbolo de mi intento por restaurar la Iglesia Católica.
Y Albert podría hacer una bendición en eso. Él ofrece 10.000 ducados por Mains. Pero Albert está en bancarrota. Está bien informado. Los Fugger le darán la plata.
¿Los banqueros imperiales? Ocho años de crédito. ¿Y cómo hará para pagar?
John Tetzel. No despliegue las banderas hasta que el fuego encienda. Se preparó todo justo como usted lo ordenó.
Gran pueblo de Jutterbog, ¿han metido las manos al fuego alguna vez? Hasta un dedo quemado por las flamas los atormentaría sin parar, ¿no es así? Imagínense todo su cuerpo en llamas, no por una simple noche, ni por una semana.
Por toda la eternidad, seremos salvados del fuego del infierno en el juicio final. Esta noche, su papa, el vicario de Cristo, les envía un obsequio. Un obsequio que los salvará de ese fuego.
Una especial indulgencia concedida por la iglesia de San Pedro en Roma. donde los huesos de los apóstoles están pudriéndose, expuestos al viento y la lluvia, profanados por los animales. Recuerden las palabras de su santo padre que dice, O lo que no se puede hacer, no se puede hacer.
una roca para San Pedro y colocarán la fundación para su salvación y felicidad en el cielo. ¿Cómo? Con esta indulgencia.
¿Cuándo? Esta noche y sólo esta noche. Encuentren al Señor que está aquí.
Aquí está su balsa. ¡Úsenla! En el paraíso hay un tesoro repleto de mérito.
Mérito de Cristo Jesús, la Virgen María y los santos que, a través de sus santas vidas, compartieron el mérito con nosotros, pecadores de esta tierra. Hoy el tesoro está abierto a ustedes. No escuchan sus voces, ni cómo gritan, Sus fallecidos padres, abuelos, tíos, tías, exclamando, Amado hijo, amado hijo, porque por unas monedas pueden rescatarlos de sus sufrimientos y penas. Escuchen, presten atención.
Padre llamando a hijo, madre a hija, cuando el dinero en el cofre suena, un alma se libra de la pena. Hombre devoto, ¿tiene una moneda para Cristo? Sí. Gentil madre, cuando el momento arribe le puedo asegurar que su inválida hija correrá a Jesús. Hoy estos monjes están aquí para anotar sus nombres o el nombre de su ser amado vivo o muerto en esto.
Su pasaporte a los celestiales deleites del paraíso. Nombre, ¿Nombre? ¿Rudolf Hess?
Solo piensen, si no traemos el Evangelio de Cristo a nuestro pueblo, ¿qué se les va a ofrecer? Doctor Martín, doctor Martín. Sí, una pregunta cierta.
Mira, mira lo que tengo aquí. Camine. Hice esto por Grete.
Concedido. por el arzobispo de Mainz. ¿Dónde lo consiguió?
Yotarbo. Lo compré en la iglesia. Es...
solo papel. Hanna, esto no significa... nada.
¿No es bueno? Debes confiar en el amor de Dios. No desperdicies tu plata. Alimenta a Grete. Albert de Mains Padre en Cristo e Ilustrísimo Príncipe, perdona que me atreva a escribirte, mas lo hago porque es mi deber servirte y advertirte de las indignas prácticas de aquellos que claman representar a tu gracia.
Cristo no ordena propagar indulgencias. sino el Evangelio. Envíe esto a Roma.
Los cristianos deben entender que aquel que apoya al pobre o ayuda al necesitado hace una mejor acción que el que compra indulgencia. Si el Papa puede vaciar el purgatorio, ¿por qué no lo hace por amor en vez de dinero? Por Dios, ¿quién es Martín Lutero? ¿Fritz?
¿Qué? El doctor Lutero quería que todos lo vieran. Y todos lo harán.
Gran pueblo de Magdeburg. Aférrense a la barca mientras aún esté aquí. Serán muchas indulgencias por una moneda. Dinero alemán para la iglesia alemana. ¿Qué San Pedro está en Alemania?
¿O San Pablo? ¿O alguno de los santos apóstoles? Con esta indulgencia, yo absuelvo los pecados. Hasta podría salvar el alma de un hombre que violara a la madre de Dios mismo. Un quinto de lo que es usual.
¿Quién les explicará esto en Roma? Que muera ese hereje. En el infierno arderá. Ese tonto y ridículo monje alemán......está intoxicado de sí mismo.
Despiértenlo. ¿Por qué el príncipe Frederick no le notificó de su carta al Verde en Mainz? ¡Diga! Yo no quería comprometerlo.
Ahora el príncipe puede jurar ante Dios que no tenía idea de mis cartas, ni mis críticas al arzobispo. ¿Críticas al arzobispo? ¿Qué hay de las críticas a Roma? ¿Tiene la menor idea de lo avergonzado que está el príncipe Frédéric? ¿Su buen profesor de teología quitándole méritos al papa?
Mi crítica no fue al santo padre en especial, sino a esas ratas que claman representarlo. Usted fue convocado para presentarse en Roma. Está en riesgo de ser excomulgado.
Pero soy un hijo leal de la iglesia. No puedo creer que el Papa haya hecho tal convocatoria. Bienvenido al mundo de la política, doctor.
Martín. Sensatez. Hasta que haya sorteado este problema, no escriba ni una sola letra. Ya han publicado mi explicación de las 95 tesis. La dediqué al papaleo.
Creo, creo que han oído los rumores... de que el papa me ha convocado a Augsburg. Pues es cierto. Es cierto, yo...
fervientemente ruego que no encuentre falta en mí. Pero piensen en esto mientras no esté... Nos...
Obsesionamos con reliquias, indulgencias, peregrinajes a lugares santos. Y todo el tiempo, todo el tiempo, ahí está Cristo. Cristo está aquí, en cada esquina, a cada hora del día.
No se le encuentra en los huesos de los santos. sino aquí, en el amor de cada uno, en el amor al prójimo, en sus sacramentos y en la sagrada palabra de Dios. Y sí, si creemos en la palabra por fe, en el amor y servicio a los demás.
No hay que temer del juicio del hombre. Hasta luego, adiós. Martín, la facultad te respalda. He escrito una carta de protesta y seré el primero en firmarla si te arrestan en Augsburg. Gracias, Karsten, gracias.
Vayan con Dios. Padre. ¿Estás en problemas?
¿Qué pasó ahora? Lo cierto es que no sé. Bueno. Padre. Gracias.
Gracias, padre. Solo trata de no abrir la bocota. Ella quiere que le diga que usted siempre está en sus plegarias.
¡Suscríbete! Padre, al fin, también le he causado penas. Yo voy a ayudarte a salir de esto.
Detuvieron a Tetzel por predicar. Está en Leipzig bajo arresto. Esa es buena señal, ¿no crees?
Significa que Roma pudo entender... Significa que ya se pasó. Martín, Martín, escúchame.
El Cardenal Cayetano te trajo a que le enseñes las Escrituras. Te suplico en nombre de Dios que te cuides. Modérate por Dios, no hables.
Escucha, tu vida... de ello. Está esperándolo. Soy Girolamo Aleande, representando al Cardenal Cayetán. Nuestra junta no durará mucho, yo vine a prepararlo para hoy.
Pueden... sentarse. Yo...
jamás fui mi... Intención decir nada contra el honor y la dignidad del Santo Padre. Claro que no, Padre Martín. Y puesto que así es, ya que deseamos la paz, solo debe seguir algunas simples reglas de protocolo. Cuando vea al Cardenal, tiene que arrodillarse y ponerse boca abajo.
El Cardenal le dará una señal, usted se arrodillará......y permanecerá así durante la audiencia. ¿Le queda claro? Sí.
Si la Iglesia hace una excepción en ese punto......me someteré a ella de inmediato. Pero sé que cuando el Cardenal......y el Papa Leo entiendan mi posición... No hallarán falta en mí. Hay un malentendido. No habrá discusión.
Ni debate. Debe decir esto y solo esto. Revoco. Lo retiro. Y se acaba el tema.
Creo que sí hay un malentendido. Yo vine a Osburg a informar al Papa de los abusos contra los fieles que cometieron los predicadores. Despacio, hermano Martín.
Es el Papa quien decide qué y qué no beneficia a la cristiandad. Esta vez, sólo esto revoco. Gracias, Excelencia.
Hermano Martín, con su permiso voy a ordenar una ducha para usted. Gracias, Excelencia. Hijo, sé que deseas ser un fiel sirviente de Cristo y la iglesia. Yo puedo ayudarte. Ahora ponte de pie.
¿Qué tienes que decir? He errado. Sí, has errado.
¿Cómo podría evitar errar de nuevo? Has errado por enseñar nuevas doctrinas. ¿Qué de mi enseñanza ofende a Roma?
El tema de las indulgencias. Clemente en su Unigénitus dejó claro que... los méritos de Cristo son el tesoro de las indulgencias.
Adquirió. Perdona, Excelencia. Lo que en verdad dice es...
Los méritos de Cristo adquirieron un tesoro de indulgencias. No voy a discutir contigo. No, Excelencia. No.
Pero eso se editó hace 175 años. Y si no hubiera avergonzado a la iglesia, tal vez no le habrían llamado nunca extravagante. Y habría estado en más colecciones del clérigo.
Contradice a panormitanos. El Papa Leo está en armonía con la obra de Clemente. Está de acuerdo y punto. El honor del Papa nunca se preserva por la afirmación vaga de un Papa, sino salvaguardando su credibilidad y los claros testimonios de las divinas escrituras.
El Papa interpreta las escrituras. Las puede interpretar. Pero no sabe de ellas.
Debía decir solo una palabra. Ambos sabemos que las escrituras no apoyan vender indulgencias. Si el pueblo pudiera leer la Biblia también entenderían lo amplias que son sus interpretaciones. ¡Isolencia! Las escrituras son complejas para que un padre promedio las entienda, cuanto más un hombre común.
Las indulgencias son una tradición que llega a confortar a millones de simples cristianos. Confortar, señor, no me interesa ese tema. tema. Confortar no es el asunto.
Y considera su incomodidad más importante que la sobrevivencia de la cristiandad. Yo me intereso en la verdad. La verdad.
Los turcos fabrican armas cruzando la frontera. Estamos al borde de la guerra. Al oeste hay un mundo de gente que no ha oído el nombre de Cristo. Esa es la verdad.
El cristianismo se desmorona. Y cuando la unión se necesita más, usted crea confusión. Mi intención no es irritar al papa o a la iglesia, sino...
sino defenderlos con más que suposiciones. El Evangelio no se puede negar por causa del hombre. ¡No voy a discutir con este monje!
Usted dijo que era un ignorante. Cuestionó la autoridad papal. Panormitans. Unigénitos.
O hay que decirle extravagante, igual que todo el mundo. ¡Es un hereje! Nuestras órdenes son claras. O él se excusa. No venga a enseñarme, Aleander.
Yo sé bien cuáles fueron las órdenes. Yo me contuve, le pedí que me dijera mis errores. Si no te retractas, te llevarán a la Inquisición.
¿Te retractarás? ¿Qué? Solo queda algo que te salvará la vida.
Te rodillas. ¡O rodíllate! Martín Lutero, en nombre de Cristo ahora te retiro de tus votos de la orden Agustina y te encomiendo a la piedad de Dios.
Ya no soy tu padre. Entiéndelo, siendo tu padre me vería obligado por el clérigo a entregarte a las autoridades. Pero voy a ser tu padre espiritual hasta el día en que fallezca. Ahora, huye. ¡Vete rápido!
Hay un caballo en la puerta. No me va a ver un hijo, por favor. ¡Padre!
Príncipe, ¿qué les respondo? El Cardenal exige que Lutero sea entregado a Roma o desterrado de Sajonia. ¿Ha leído algo de Lutero?
Sí, toda su obra. Es un brillante monje, ¿no cree? Con una mente independiente.
Sí, lo es. Oiga, Spalatin, fue a la escuela con él, ¿cierto? ¿Vio alguna señal, entonces, de rendirse ante la influencia, eh?
No. Después de todo, él solo ha debatido con elocuencia sobre el tema más interesante. Y a fin de cuentas, es lo mínimo que se le puede pedir a un profesor de universidad. ¿Y qué le contestará al Cardenal? Nada.
Mi señor, hay que responder. Spalatin, hay dos maneras de decir no a una persona que consideras más fuerte que tú. La primera es no decir nada. Seguir haciendo como si nada pasara. Y fingir que jamás oíste.
Dejar que el tiempo y la inercia sean fieles aliados. ¿Y la segunda? La segunda es decir no con tal estilo y extrema rudeza que los confundan más.
Claro que si ambas estrategias fallan, no queda más que ceder. O pelear. Desde luego si decides pelear, también debes decidir ganar. No, no, nunca voy a enviar a mi monje a Roma.
Lo asesinarían de inmediato. Es tan irritante. ¿Quiénes son ellos para privar a mi universidad de tan fina mente? Su monjecito alemán sigue escupiéndonos fuego. Está circulando otra caricatura.
Lo llama el burro que tocó la flauta, Cayetán. El punto santidad es que no escribe en latín, lo hace en alemán. Esa es su arma. Así que no pelea como caballero. Algunos alemanes citarán sus escritos.
Si esperamos podría ser tarde. Están exagerando su importancia. Además Cayetán, usted me dijo que estaba de acuerdo con su lista de abusos.
Varias de sus quejas han preocupado a quienes aman a la iglesia, sí. No es factible que... su monje, ¿está interesado en ser cardenal? Yo creo que le avergonzaría mi puesto, Santidad.
Debemos presionar al príncipe Frederick, Excelencia. Él tiene razón. Frederick es nuestra llave, Lutero.
Alemania va al caos y no queremos una iglesia dividida. Estoy cansado de que no vea el panorama, Cayetán. Por eso envía a Karen von Militz a ocupar su lugar. Mi Lord, saludos de nuestro Santo Padre.
Y me honra en lo personal el verlo, ya que todo el mundo conoce su gran devoción a la fe. Le traje un regalo de mi santo padre. para expresar la gran estima que le profiere. Pues como usted sabe, esta sagrada rosa es consagrada cada año por el Papa Leo y envía sólo una a su favorito, en reconocimiento por su lealtad y devoción a la Iglesia de Cristo.
Oh, Spalatin, perdona por retenerte tanto tiempo, pero esto es muy importante. Lo primero, dale a mil y seiscientos ducados como expresión de nuestra gratitud. Mi lord, la rosa no tiene ese precio.
Ya lo sabía. Y luego hazle saber que no entregaremos a Lutero a Roma. Y saca esa rosa, ponla junto a las otras reliquias. Y aprovechando, llévate las reliquias de aquí. Llévalas a algún lugar.
lugar donde yo no las vea no quiero ir donde están no quiero anda anda cuando era niño decía cosas de niño era niño jugaba como un niño y ahora gracias a los adultos me he unido al mundo de los adultos Y ahora estoy abrumado... Por lo sencillo que creyeron que era sobornarme... Por acá, cierren el paso.
Sigan, sigan. Por allá. Ahí va.
Que no se me atara la arena. ¡Por la derecha! ¡Por allá! ¿Qué es tan importante que nos interrumpen? Es Frederick de Sajonia.
Se ha negado a entregar a Lutero, Santidad. Mirad, señor, y juzgad la causa. Un jabalí ha invadido vuestro viñedo. No debemos soportar a la serpiente que ha invadido el bosque del señor. Los libros de Martín Lutero serán examinados y quemados.
Cualquiera que parezca infringir nuestra resolución de excomunión, obstruirá el sendero del Todopoderoso y los apóstoles Pedro y Pablo. Amén. Por orden de su santidad, bapdésimo, lo escrito por Mardutero será borrado de la memoria del hombre.
¡Quédennos! ¡Búsquese a otro que lo haga! ¡Esto! Es lo que Roma llama una bula papal, un edicto del papa en persona.
Solo hay una cosa que hacer con esta ráfaga de viento. Sí, aviven el fuego. Avivenlo con la ley canónica.
Arrojen al fuego las mentiras que han escrito en Roma. Rápido, quémenlas. Quemen, aviven el fuego.
Arrojen la ley canónica al fuego. Rápido, al fuego. Quémenlo todo.
Se arda. Mi emperador. Querido tío.
Permítame expresar mi enhorabuena por su ascensión. He venido a hablar sobre Martín Dutero. El Santo Padre ha enviado a su nuevo cardenal para ayudarnos al respecto.
Así que ha hecho ese largo viaje desde Roma, solo para aconsejarnos sobre este pormenor. La herejía no es solo un pormenor, mi Lord. Su Alteza tendrá un momento para escuchar Si va a hablar de Martín Lutero Voy a hablar de Sajonia, señor Deseo una breve audiencia con mi emperador Envíales a Lutero.
No lo haré. Es mi súbdito. Es mi deber conseguir que tenga una audiencia. Aleander me dio su palabra. La Inquisición le hará una audiencia justa.
Jamás audiencias la Inquisición, mi lord. Sentencia a la hoguera es todo. Y todo Alemania pide que usted lo defienda. La herejía se debe juzgar. Su bendecido abuelo Maximilian nos dijo que ningún súbdito alemán debe ser condenado sin un buen juicio dentro de su nación.
Espero que sea un buen juicio. Se le escuchará en Alemania. En Worms. Worms está aún muy lejos de Wittenberg, mi lord.
Y el papa mismo ha puesto precio a Lutero ahí. Sus espías nos rodean, desafiando a mi humilde reinado. Y en consecuencia, desafiando a su gran reinado. Entonces haré que Martín Lutero llegue a salvo a su audiencia. Yo mismo enviaré un guardia imperial que lo acompañe.
Tiene mi palabra. Ah, sí. ¡No soy un santo!
Creí que iba a dejarme. Creí que estaría solo en este mundo. Quieto, Martín.
Si me corta, lo van a enjuiciar. Vengo a servirle. Juego porque tengo miedo. Martín, espero que ayude a reformar la iglesia, no a destruirla. Con todas las cosas, la iglesia es la iglesia.
¿Qué es de un niño sin su familia? ¿Cómo vivirán las personas solas, sin apoyo, con miedo? Toda mi vida he visto a un mundo que odia al diablo más de lo que ama al bien. Le suplico que se dé cuenta de eso, Martín.
Usted está dividiendo al mundo. Aquel día que me envió con tanta pasión a cambiar el mundo, de verdad creyó que no habría un costo. ¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
¿Qué pasa? ¿Qué pasa? Solo miente, super puro No van a quemar el vivo Tendrá lo que merece Tendrá lo que merece Solo miente Solo miente Nadie lo apoya Martín Lutero reconoce estos libros. Las 95 tesis. Un sermón de indulgencia y gracia.
El cautiverio babilónico. Libertad de un cristiano. Discurso a la nobleza cristiana de la nación alemana.
¿Usted es el autor? Son míos. Estos libros contienen herejías contra la Santa Iglesia. se retracta de lo escrito yo... Martin, dilo correctamente por favor y si hable podrían darme tiempo ya tuvo tiempo debió preparar su respuesta Quiero contestar correctamente, sin insultar a las divinas escrituras.
o arriesgar mi corazón. Cualquiera de nosotros podría presentar su testimonio con seguridad y sin temer si nos lo piden. Cuanto más en su caso un famoso y sabio profesor de teología.
Majestad, no podemos tardar mucho tiempo. Se le dará un día, y mañana contestará. ¡Vuelve al infierno! ¡Maldito, maldito!
¡Vuelve al infierno! ¡Shh, shh, shh! ¡Cállate! Cállate, cállate, cállate Te siento en mi cuello Como ya soy feliz Verme mudo Y gritando Gritando con el animal ante el cuchillo ¿Dónde está? ¿Dónde está su fe ahora?
¿Dónde está su valentía? ¿Dónde está? Te pertenezco Sálvame Te pertenezco, sálvame. Te pertenezco, sálvame. ¡Están!
¡Gracias! ¡Que lo temen! ¡Lo siguen!
Yo veo que parece que no son consultores hospitalarios. ¡Orden en la sala! ¡Orden! ¡Or... Martín Lutero ¿Es el autor de estos libros?
Lo soy. ¿Y se retracta de lo escrito aquí? No renunciaré a todos mis escritos porque no son iguales.
Primero, hay libros en los que describí nuestra fe y la vida. Tan simple que hasta mis oponentes admitieron que esos trabajos eran útiles. Renunciar a esos escritos sería imposible. Sería como renunciar a verdades cristianas antiguas.
No vino a dar discursos, solo a contestar. La segunda parte de mi obra está dirigida a la falsa doctrina y despiadadas costumbres. de los papas pasados y presentes.
¡No! ¡Sí! Con las leyes del papa y las doctrinas del hombre, las conciencias de los creyentes han sufrido una terrible humillación.
Si yo negara esos libros, No haría otra cosa que fortalecer la tiranía y abrir las ventanas y puertas de entrada a esas atrocidades. Se ha condenado él mismo. En tercer lugar, escribí contra personas particulares e individuos que apoyan a Roma y su tiranía y que han atacado mis esfuerzos por fomentar la devoción a Cristo. Y confieso que escribí con dureza.
Soy humano y puedo errar. Dejen que mis errores puedan probarse con las escrituras divinas. Y yo me retractaré arrojando mis libros al fuego.
La pregunta no ha sido contestada. Usted, Martín Lutero, no colocará en duda las cosas que la Iglesia Católica ya tiene juzgada desde antes. Cosas que han pasado por prácticas, ritos y observación.
La fe que Cristo, el más perfecto juez, ordenó. Fe que los mártires con su sangre hicieron fuerte. Se quedó en vano por un debate sobre cosas que usted está obligado a proteger. Ahora su contestación.
¿Sí o no? ¿Se retracta o no lo hará? Si su majestad y sus señorías desean una simple respuesta, contestaré, aunque yo me convencí por las escrituras y por pura razón, no por papas y concilios que siempre se contradicen entre ellos mismos. Mi conciencia se somete a la palabra de Dios.
Ir contra la conciencia no es correcto jamás. No quiero y no me voy a retractar de lo que he escrito. No tengo elección.
Dios me ayude. ¡Jugados! ¡Orden! ¡Viva Martín Lutero!
¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero!
¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero!
¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero!
¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero!
¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero!
¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero!
¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lut ¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero!
¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero! ¡Viva Martín Lutero! Yo vengo directo, de familia cristiana de emperadores.
Él no va a ser un hereje de mí. Se condenó a sí mismo, Excelencia. Debemos pararlo o va a infectar toda Alemania.
Mi Lord, le dio a Lutero la promesa de un salvoconducto. Lutero no es más que un vil demonio, escondido en ese hábito para poder engañarnos. Martín Lutero es su súbdito.
¿Qué dice? Es alguien valioso para mí, mi Lord. Aunque no lo sea para la gente.
¿Por qué nos dejan? Martín. Lutero, baje y dejaremos a su camarada.
Yo soy Lutero. ¡Hulry, no! Yo soy Rupino. ¡Oh! Spalatin.
Disculpa por la violencia. El príncipe quería atraparte antes de que alguien lo hiciera. Pueden haber matado a Lutero, pero no van a acabar con lo que inició. La guerra santa ha empezado.
Aquel hombre que se muestre así como el amo de otros, príncipe, papa, padre, hasta profesor, que se arrepienta, que se arrepienta o morirá. Aquí me llaman profesor Karstad. ¡No más! De hoy en adelante, soy el hermano Andreas. Todos aquí al igual.
¡Para el gran alzamiento! No te harás imagen alguna de lo que represento arriba. Ahora despójense de objetos y pretensiones.
Estén con los justos, o van a caer con los otros. ¡No hay medias tintas! Martín jamás avergonzó a un estudiante por usar acertijos.
Conozco a Martín Lutero, yo lo descubrí. Quería reforma, tú querías revuelta. Si no tienes el valor para acabar lo que inició, malantón, no te metas.
¿Por qué estás parloteando acertijos? Cuidado o tú también caerás. ¿Qué? Quiero el Nuevo Testamento en griego. Quiero buenos libros, no despojos.
Y un diccionario griego. Déjenos. Y un diccionario grecolatino.
Esto no es correcto, Martin. Van a quemarme de todas formas. Nos quemará a todos. Esto es traición. ¿Tener un nuevo testamento en alemán......en un lenguaje que todos puedan entender?
Sí. Es lo que Roma más teme. Pues......debes culpar al autor.
¡Fight on! Debemos enviar soldados. ¿Y derramar más sangre? Si Wittenberg no arregla sin sangre todos sus problemas religiosos, el resto del mundo no estará impresionado.
Llame a Lutero. ¿Y su trabajo? Eduardo.
Igual que un niño, cuando más lo cuidas y consientes, te exige más. Como una mujer. Eso no sé.
Oiga, este verso de San Lucas es voluntad del Padre que nada se pierda. En nuestro lenguaje voluntad denota fuerza, gran poder, vencer la voluntad de alguien. Pero en griego original estas sencillas letras denotan pasión, fuego, entraña. Significa amor, deseo, hasta deseo sexual. No ha comido.
Ni siquiera escuchó. Además la avena no me quita el hambre. Las letras no son importantes. Es lo que dicen sobre Dios. Está demasiado solo aquí.
Está demasiado solo aquí. ¿Qué vienes, Palatin? 15 días sin aparecer.
¡Claro que me encuentro solo! ¿Cómo escribir para el pueblo si no es ahí donde vivo? El lenguaje de la Biblia debería ser como una madre con su hijo. Ya está decidido. Martín Lutero no abandonará este lugar.
Pero Lord George......podría. Hora de andar por su cuenta, Martín. ¿Por qué?
¿Por qué lo mataron? No hay razón. Estaba en el lugar equivocado. Se topó con una mochedumbre saqueando un monasterio.
¡Ah! Todo el mundo está de cabeza por ese loco de Lutero. Todo cristiano se cree con derecho de tomar lo que quiera a la fuerza. Lutero se ha ido. Pero sus estúpidas ideas han envuelto al mundo en fuego.
Este país arderá pronto. Por favor, no los maten. No, por favor. Quítense sus ropas romanas, o con ellas serán quemados. ¡Tobardes!
¡Tobardes! ¡Tobardes! ¿Qué es lo que hacen? ¡Se dicen cristianos! ¡Cristianos!
¿Tú qué haces ahí? ¡Apáguese tu equipo! ¡Tengan balas y cubos! Martín, si la rama se pudre, se debe cortar.
Y yo sé que tú lo entiendes. ¡Lárgate! Martín, esto es por ti. ¡Que se queme!
¡Lárgate de aquí, temprano! ¡Te vas a arrepentir! ¿Cómo dices? ¡Yo te defendí!
¡Yo te apoyé, Lutero! ¡Me levanté como dijiste que lo hiciera! ¿Crees que yo pedí esto? ¡Esto jamás sería obra mía!
¡No! ¡El pueblo lo hizo! ¡El pueblo lo hizo!
¡El pueblo lo hizo! Spalatin, ¿estás ahí? Ven, ¿cómo está?
Está deprimido, señor. Confundido. Siente que la gente lo malinterpretó.
Pero se les unirá. Lutero detesta la violencia. Pero está de acuerdo con sus demandas. Es difícil discutir contra liberar al pueblo de sus impuestos o el purgatorio, de ser ignorantes toda la vida. Hijo, si Lutero levantara un solo dedo, cada persona alemana se levantaría a sus espaldas.
Tal vez. Pero Lutero es teólogo, mi Lord. Pelea más con su lengua o su pluma.
No va a desenvainar la espada. Finalmente he dividido al mundo. Pedí a los príncipes que actuaran.
Y vaya que han respondido a mi llamado. Dije que los rebeldes estaban fuera de la ley de Dios, que nada en la tierra era más venenoso, dañino y malvado. Que un rebelde, que debían detenerlos, sin importar a costa de qué. Aún así, la sangre que derramaron no es nada comparado al verdugo que desaté.
Yo jamás entraría ahí. Se acabó. Sí, se acabó.
¿Cuántos? No se sabe. Dime. 50.000, dicen algunos. Tal vez 100.000.
100.000. Están muertos. Entre ellos, caballeros.
Es una plaga, Spalatin. Danza. Cautela, Martín. Le servirá a la plaga. ¡Ahhh!
¡Greti! ¡Oh, oh, oh! Busco al Dr. Lutero. Mis hermanas y yo nos escapamos hace unos días de un convento de Nimshin.
¿Y aún así vinieron? Porque es aquí donde está el Dr. Lutero. Nos escondimos en unos sucios barriles.
Estuvimos dos noches en un vagón sin descansar, ni comer, ni dormir. Si usted pudiera decirme... Yo... Soy Lutero. Catarina Bombora.
Martín Lutero. Pero eso ya lo dije. Yo les daré un techo. ¿Quién es?
No, Martín Lutero. ¿Mi Lord? Vaya, al fin te conozco. Le dediqué esta obra a usted, Milord. La traducción del Nuevo Testamento......a nuestro lenguaje.
¿A nuestro idioma? Pero......esto nos va a separar de Roma......para siempre. Siempre he buscado la unidad cristiana.
Pero no aprecio de la esclavitud. Reconozco la ley de Dios, no de Roma. Roma y su ley son la realidad.
Yo creo en la realidad de Cristo. Sin tener compromisos. Ninguno.
¿Se dará cuenta de que esto es un acto de gran provocación? Sí. ¿Y de que no dudarán en responder? Sí, lo sé.
Pues, si ya lo tienen en cuenta, ¿y quisiera darme mi obsequio ahora? Desde luego. ¡Alto, Ulrich! ¡Alto!
¡Espera! Cásate con alguna de estas jóvenes. Sé que aún queda alguna vida. Voy a llevar la palabra a mi país.
No es una gran idea. No van a protegerte allá. Quiero que allá también sientan lo que yo al leer la palabra por primera vez. Que Dios te acompañe. Igual a usted, Martín.
Se fue muy rápido. ¿No será por mi canto? Nada de eso. Ahí va. ...corriendo a su destino como un novio.
No todos los novios son tan rápidos. No creo que los muchachos de Wittenberg hayan sido muy lentos. Cierto.
Las otras chicas ya están apartadas. Y usted dejó claro que el matrimonio es un estado honorable. Para los demás, al menos. Ya sé que los asusta.
Mi carga es asustarlo. Sé que le gusta, doctor. Siento su corazón cuando tocamos algo juntos.
Pero al acabar, usted vuela. Soy un simple humano, Katy. Y divido pueblos.
Miles murieron porque... muchos días me deprimo tanto que no salgo de la cama. Muchos me hacen ver como una estrella. Pero no soy.
Soy un planeta errante. No deberían verme como una guía. Dos cosas le prometo. Haremos linda música juntos. Y sus enemigos para encontrarlo tendrán que pasar sobre mi cadáver.
Yo solo le solicito una cosa. que jamás los lleve a nuestra alcoba matrimonial. Ni campesinos, ni príncipes o papas, a nadie más que a nuestro Dios.
No os consigan nuevos candiles. No queda nada excepto este. No más releo que reconstruyó Roma.
Vanga rota. 800.000 ducados de deuda. De seguir vivo habría vendido el Vaticano. Como Papa pudo cambiar al mundo, pudo reformar la iglesia, en vez de redificarla.
Leo en espíritu herenano, distinto al gigante de Lutero. Lutero se va a casar con una desertora. No se atreverá. Si te dijera que Albert de Mains nos envió un regalo de bodas, ¿qué dirías?
Devuélvelo. Entonces qué gusto que no lo hiciera porque tendríamos nuestra primera discusión. Martín!
Martín! Martín! Van a quemar a Ulrich! Lo atraparon en la frontera!
¿Qué ocurre? ¿Qué pasó? El emperador llamó a los príncipes a Oswald.
¿A qué? A terminar lo que empezó en el Barnes. No debes ir.
Te freirán igual que a un animal. Si caes todo lo que representas se irá contigo. Oye, escucha. ¿Quién cambiará opinión?
No lo sé. Yo quiero oírlo. Quiero escucharlo.
Primero querían que me retratara y ahora media Europa que los reverencie. Debo pelear. Que alguien más pelee.
¡Que otras personas sean rostizados cual animales! Lo que quiero es a Lutero. Venza a los príncipes y tendrá a Lutero. Sus tácticas se verán retrasadas, empantanando el proceso en detalle. Los himnos de Lutero Lo son.
El asunto es simple, Excelencia. Deben aceptar que solo hay una iglesia. Esta plaga se continúa esparciendo. Debí quemarlo.
Mis príncipes, hermanos en Cristo, este no es momento de cautela, sino de fuerza. Carlos no es un niño que conoció en Horm, Dr. Luteo. Ha humillado a Francia y saqueado a Roma.
Solo los turcos son su amenaza. En resumen, tiene todo el tiempo y recursos del mundo para reducirnos a polvo, parte por parte, estado por estado. Y está dispuesto a hacerlo.
Mis señores, el silencio no nos salvará. Si retamos a Carlos, ¿habrá una guerra? ¿Queremos que se derrame más sangre? La verdad no sé, he perdido mis antiguas certezas. Pero escuchen.
El emperador nos invita a presentar nuestros credos, a presentar nuestra fe en algo. Satán nos invita a predicar en el infierno. ¿Es una trampa? O nuestra gran oportunidad está lejos. Y recuerden, ya que tal vez no los acompañe a Osburg, que se enfrentarán a la ira de Carlos solos.
Su lección es simple. Si se rinden, señores, el brillante cometa que es nuestra fe caerá y se convertirá en unas cuantas antorchas brillando en el oscuro universo. Y por qué el padre corre a ver a su hijo pródigo? Los terratenientes no corren, los nobles no corren, los príncipes no corren. ¿Qué es lo que hace a este rico terrateniente correr?
Pues está atempezado, tiene temor de que su hijo vuelva a esa sucia granja de puercos. Corre, porque ama a su hijo. Y hay una palabra para este amor. Compasión.
Compasión. ¿Y saben lo que significa? Solo es una campana Martín, tocando el ángelus.
Continúa la historia. Queridos príncipes del imperio, seré breve y conciso. Sus ministros dejarán de predicar y censurarán estas Biblias en idioma común y declararán a quien las posea un enemigo del Estado.
No haremos que nuestros ministros dejen de predicar. Aquí o en donde sea. No conceda, mi Lord. No va a censurarse la nueva Biblia, mi Lord.
En señal de su lealtad a mí, mañana irán a marchar en la procesión del Corpus Christi a la Catedral, con devoción, todos, al estilo romano. No lo haremos, mi Lord. ¡Lo harán!
¿O conocerán mi espada? Puedo decir que antes de dejar que alguien me robe la palabra de Dios y me ordene que niegue mis creencias, me arrodillaría y dejaría que me cortara la cabeza. Su Alteza, hemos escrito una confesión de nuestra fe, que me parece encontrará blasfema.
He sido muy feliz de que me hayas amado, Caterina Bombora. ¡Lo logramos! ¡Lo logramos! El emperador nos dejó leer nuestra confusión de fe. Los príncipes se enteraron.
Tuvo que escuchar. ¡Lo logramos, Martín! ¡Nada nos detendrá! Lo que ocurrió en Augsburg ayudó a abrir las puertas de la libertad religiosa.
Martín Lutero vivió 16 años más predicando y enseñando la palabra. Él y Caterina Bómbora tuvieron un feliz matrimonio con seis hijos. La influencia de Lutero se extendió hasta la economía, política, educación y música.
Y su traducción de la Biblia se convirtió en la primera piedra del idioma germano. Hoy más de 540 millones de personas van a la iglesia inspiradas por la Reforma. El Señor es el Señor, el Señor es el Señor, el Señor es el Señor.
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