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Exploración de la Literatura Fantástica Latinoamericana

Estoy acá para contarles un poco y conversar con ustedes sobre lo que entendemos por literatura fantástica latinoamericana. Y en ese sentido es muy importante comenzar por el propio concepto de literatura fantástica, porque es una definición que nos propone algunos desafíos interesantes a la hora de pensar este género que ha atravesado gran parte del siglo XIX, XX y XXI de nuestra literatura en América Latina. Para comenzar, es muy importante tener en cuenta qué entendemos cuando hablamos de literatura fantástica. Generalmente se tiende a confundirla o a relacionarla de manera directa con otros géneros literarios que pueden tener temas o estructuras narrativas comunes, como pueden ser el terror, la ciencia ficción, también con cuestiones temáticas, como la fantasía o la literatura gótica. Esto se debe a que la literatura fantástica comparte algunos elementos de orden temático con varias de ellas, pero vamos a ver que en el caso de la literatura fantástica, así como en otros géneros, hay elementos de orden estructural que nos permiten de alguna manera pensar a lo fantástico de una manera muy distinta a lo que podríamos pensar con relación a todos estos géneros que mencioné, que son, digamos, parte de una misma familia, pero no. exactamente iguales.

La primera distinción que me gustaría hacer es reflexionar un poco sobre las diferencias importantes que hay entre fantástico y fantasía. Esto viene de una confusión de la tradición más que nada de la literatura anglosajona. La mayoría de ustedes habrá leído o visto las películas del Señor de los Anillos y pensará, bueno, esto quizás tenga algunos elementos de orden fantástico. Pues no es así. allí hay una serie de elementos que constituyen una literatura de fantasía dentro de lo que se entiende en la tradición anglosajona como el fantasy en donde la presencia de seres sobrenaturales, de hobbits, de magos de estos personajes como los orcos o los elfos está totalmente legitimada por la propia realidad textual y esto es muy importante para que nosotros pensemos las diferencias entre el fantástico y el resto de los géneros.

¿A qué me refiero? Para los personajes, por ejemplo, de esta serie, no es nada extraño conocer la existencia de un hobbit o la existencia de un mago. ¿Por qué?

Porque básicamente están y forman parte de su contexto de realidad, de su paradigma de realidad que llamamos en literatura. Esto no sucede con la literatura fantástica. Siempre en la literatura fantástica vamos a partir de un...

paradigma de realidad, le llamamos así porque no estamos hablando de la realidad netamente, en donde el suceso que va a aparecer, que va a romper la estructura de ese paralisma, es un suceso de características insólitas. Esto quiere decir que los personajes no están habituados a esa representación que va a ocurrir a nivel del texto y que por lo tanto va a tener una serie de consecuencias que no pueden ser explicadas. bajo criterios científicos, biológicos, históricos, religiosos, etc. Por lo tanto, una de las características fundamentales de lo fantástico, a diferencia de estos otros géneros, es que no tiene una explicación, no vamos a lograr conseguir una explicación que nos dé de alguna manera respuesta al fenómeno que acaba de romper la circulación natural del relato.

En ese sentido... Podemos pensar que también hay algún parentesco o alguna relación con otros géneros, por ejemplo, como el terror o la literatura de ciencia ficción. Hay cruces, por supuesto, un texto fantástico puede tener elementos que lo lleven también a los terrenos de la literatura de horror o de terror, pero esto no necesariamente implica que el fantástico que podemos llamar como fantástico terrorífico sea una obra primigeniamente de terror.

¿Por qué? Porque en los relatos fantásticos puede estar presente algún elemento que genere en los personajes, y de alguna forma, de manera explícita, se entiende en el lector implícito que está por allí abrevando elementos del texto, la sensación del miedo. Pero el miedo, que es un efecto del texto y que puede producirse o no, no necesariamente debe estar presente en quien lee el relato, sino en el comportamiento y la manera en que se desarrollan las acciones de los personajes.

En ese sentido, hay cuentos fantásticos en donde podemos presenciar elementos de terror, elementos que producen el desequilibrio. y la estabilidad emocional de los personajes, pero no necesariamente es eso lo constitutivo del relato fantástico. Por eso siempre que hablamos de lo fantástico estamos hablando de manera muy específica de una estructuración textual que nos permite, como les decía, de alguna manera, diferenciarla de otras de estas manifestaciones que también tienen sus propias leyes de orden textual.

Para poner un ejemplo... y ser más claros. ¿Por qué lo fantástico es, digamos, fundamentalmente un género que abreva de alguna manera de esa estructura en la que se presentan los sucesos en el relato, y no simplemente de temas? Básicamente porque los temas en la literatura son reiterativos y pueden aparecer en muchas de las composiciones que no son necesariamente fantásticas. Pensémoslo en una obra clásica.

En Hamlet tenemos un fantasma que está por allí atormentando la vida del personaje, llevándolo de alguna forma a que consume una venganza. El padre de Hamlet está en esa necesidad constante de que su hijo consuma la venganza de su muerte. Es un fantasma, es una historia que tiene allí elementos muy interesantes, pero el hecho de que haya un fantasma no lo hace fantástico.

¿Qué hace un relato fantástico? Y creo que eso es uno de los elementos fundamentales, o la definición que a mí me gusta emplear para poder construir esta visión de lo fantástico. Desde mi perspectiva, podemos denominar a la literatura fantástica como todos aquellos relatos que están construidos bajo la premisa de algo que llamaríamos ilegalidad.

O sea, el texto plantea una legalidad, un paradigma de realidad que está ajustado a la propia construcción que están observando los personajes, y que... en la cual irrumpe, como les decía, un elemento que va a desestabilizar a esos personajes y a ese paradigma de realidad. Entonces, simplemente pensemos y repasemos esta idea. Todos aquellos relatos que están construidos bajo la premisa de una ilegalidad, que irrumpen el paradigma de realidad cotidiano de los personajes, con el propósito de desestabilizar.

Si ustedes ven, en esta primera parte de la definición, no tenemos ningún elemento de orden temático. No estamos hablando de que esta irrupción del paradigma de realidad tenga que ser necesariamente protagonizada por un elemento de orden sobrenatural, o un elemento de orden mágico, o un elemento de orden incomprensible a la racionalidad cotidiana. Pensemos en un gran escritor latinoamericano como lo fue Julio Cortázar.

Cuando nosotros leemos una de sus... principales cuentos, que es Carta a una señorita en París, lo que vamos a ver básicamente es un hombre cuya vida se convierte totalmente desestabilizada porque comienza a vomitar conejitos grises, blancos, negros, etcétera, etcétera. Conejitos hermosos, vivos.

Si lo pensamos a nivel sintagmático, a nivel estructural, cuando nosotros leemos el cuento de Cortázar, vemos que un hombre vomita. con ecos grises. Y en ese sentido no hay ninguna cuestión que sea ineficaz a la hora y en la práctica del lenguaje.

Pero si nosotros analizamos desde el punto de vista semántico, o sea, lo que quiere decir esa frase es que alguien, un ser humano, en un contexto en donde el resto de los seres humanos no vemos natural ni normal vomitar con ecos vivos, está pasando por este proceso. En ese sentido... Como pueden ver en el ejemplo, no estamos necesitando la intervención de ningún elemento sobrenatural o extraño en la visión mágica tradicional de otros géneros, sino que estamos frente a un hecho que rompe el paradigma de realidad construido por el cuento, que en este caso coincide con el paradigma de realidad generalizado de los lectores, porque hasta ahora que sepamos, nadie tiene la potestad o la posibilidad de vomitar conejos blancos o conejos grises vivos. Entonces, lo fantástico no siempre necesita de los temas...

tradicionales con los que muchas veces se lo ha asociado. Fantasmas, elementos sobrenaturales, presencias ominosas, etc. Lo fantástico puede provenir también de elementos muy racionales, elementos muy cotidianos que han sido alterados en su propia percepción de la realidad.

En ese sentido, también debemos pensar que en lo fantástico coexisten dos formas de mundos ficticias construidas con base en leyes lógicamente irreconciliables. Por lo tanto, la irrupción de este suceso insólito no puede tener, como dije hace un rato, una explicación lógica, ni causal, ni científica, ni religiosa. Si algo se puede explicar en ese relato, el relato ha dejado de ser fantástico.

Y eso es muy interesante a la hora de confrontarlo con otros géneros, como les decía al principio, por ejemplo, o modalidades literarias como el fantasy o la fantasía, que sí tienen una explicación. Nadie se va a sorprender en la Tierra Media de ver a un orco o ver a un elfo. En cambio, en el relato que les comentaba hace un rato de Julio Cortázar, sí va a haber una, digamos, se va a generar una sorpresa bastante importante, primero empezando para el protagonista del cuento, que no puede compartir esta rareza que tiene que encerrarse en el departamento en el que vive, precisamente para contener esto que lo aleja de la sociedad, porque no puede ir por el mundo vomitando.

los conejitos, los conejos destrozan la casa y la vida del protagonista se vuelve un infierno. Esa es una de las primeras precisiones que me gustaría hacer. Incluso en lo fantástico latinoamericano vamos a ver, en ese sentido, a lo largo del siglo XX y del siglo XXI, muchas modalidades que van transformando las propias convenciones del relato fantástico tradicional. Y esto es muy interesante porque la literatura fantástica había sido denominada durante muchísimo tiempo como una literatura. que estaba asociada con mecanismos de evasión.

¿Qué quiere decir esto de la evasión? Bueno, se consideraba que como era una literatura que podía tener elementos lúdicos, elementos basados en una imaginación exacerbada, etcétera, etcétera, era una literatura que tenía poca importancia a nivel social. Nada más equivocado que esta percepción de lo fantástico. ¿Por qué?

Porque la literatura, como toda manifestación de orden social a nivel de... la creación artística, representa en muchos sentidos la función, de alguna forma, los elementos más importantes de la presencia de circunstancias sociales que nos están aquejando como sociedades. Los escritores, las escritoras, logran plasmar de alguna manera esta experiencia de lo social a través de su literatura, y no necesariamente desde un marco de orden realista, podemos aproximarnos a estas experiencias.

Entonces tenemos, por ejemplo, una variante del fantástico, bastante contemporánea, que lo que ha estado haciendo, y me gusta a mí denominarla de esta manera, es una reflexión de orden social. Entonces, en la literatura latinoamericana tenemos este fantástico de corte social, en la latinoamericana hay varias, pero en este caso vamos a hablar de la latinoamericana, en donde los personajes atraviesan por circunstancias, muy reveladoras, conflictivas, traumáticas, de lo que ha sucedido históricamente en los últimos 40 años de la propia vida del continente latinoamericano. Por ponerles un ejemplo muy preciso, en la actualidad se están leyendo varias escritoras, como es el caso de las argentinas Mariana Enríquez o Samantha Schweblin, cuyas obras están centradas precisamente en esta variante del fantástico social. ¿Por qué?

En el caso de Schweblin, por ejemplo, tenemos una obra muy significativa que es Distancia del rescate, que de hecho acaba de ser llevada a una producción de orden cinematográfico. La protagonista de la novela, y la serie de personajes que allí intervienen, experimentan un fenómeno de orden fantástico que viene de la tradición más clásica, la transmigración de almas. Y además se ve... vinculada con una serie de problemáticas a nivel físico, a nivel de enfermedad del cuerpo, por la contaminación del lugar en donde vive.

A través de esta novela, lo que hace Schoenblin, de manera magistral, es, de alguna forma, explorar, por un lado, el conocimiento del fantástico clásico que tiene absolutamente asumido en esta transmigración que se va a producir en la novela, y por el otro, una crítica muy importante. a nivel social, de lo que está pasando en Argentina y en varios países de América Latina con relación a las crisis de los agrotóxicos que están afectando la salud de buena parte de los habitantes de esas regiones. Entonces tenemos allí la mezcla, podemos decir, entre un género y un modelo narrativo que lo que está haciendo es transmitir, a través de un proceso que podríamos llamar vinculado con elementos de realidad, un problema social de nuestro tiempo muy serio.

Cómo estamos contaminando nuestro medio ambiente, cómo estamos contaminando nuestras aguas, nuestros ríos, con toda la producción de agrotóxicos. La otra autora que les mencionaba era Mariana Enríquez, ella pertenece también a la nueva narrativa argentina, Mariana. una generación que así la definió la crítica Elsa Druckaroff, y que es una generación de autoras y autores argentinos nacidos en la década del 70. Como todos sabemos, en 1976 se produce el último golpe cívico-militar de la Argentina en el siglo XX, y estas autoras y autores nacen precisamente en esta década del 70. Lo que hace Enríquez, básicamente, a través de muchos de sus cuentos, es trasladar la experiencia de la dictadura militar argentina y acoplarla a temáticas y estructuras clásicas del fantástico terrorífico que podemos ver con mucha claridad en relatos, por ejemplo, como cuando hablábamos con los muertos. Un relato que se basa simplemente en el juego de cuatro adolescentes, el juego de la Ouija, como lo conocemos en México, pero el juego de la Copa, como se conoce en el Río de la Plata, en el cual se comienzan a invocar los espíritus de algunos desaparecidos de la última dictadura cívico-militar.

de la Argentina. ¿Qué hace de manera también magistral Mariana Enríquez? Pues le da voz a la voz escondida, a la voz subvertida, a la voz que se ocultó durante muchísimos años de los desaparecidos, que no saben dónde están, que ellos mismos no logran dar con las circunstancias o los lugares en donde fueron probablemente asesinados, pero que tienen muchas cosas que decir.

Entonces, con estos dos ejemplos podríamos... pensar en muchos más, como el de la boliviana Liliana Colanzi, con su gran libro de cuentos, Nuestro Mundo Muerto, en donde también hay una reflexión bastante interesante que se apropia de las tradiciones andinas, de las tradiciones tanto de Bolivia, de la zona de Perú y cierta parte de Chile, para contar historias de orden fantástico que estremecen al lector y a la lectora precisamente por su amplia... vigencia y que nos muestran, por ejemplo, las grandes fracturas sociales y culturales que existen entre padres e hijos y también entre la propia sociedad boliviana.

Creo que con estos tres ejemplos, más el de Cortázar, que es un autor ampliamente clásico, queda claro que la literatura fantástica en todas sus percepciones y todas sus modalidades discursivas tan complejas y tan variadas en América Latina. ha sido siempre una presencia constante en nuestras letras. Y los invito a leer de manera decidida a varias de estas autoras y autores que han sin duda enriquecido de una manera extraordinaria nuestra literatura latinoamericana y a observar cómo un género que durante mucho tiempo había sido considerado simplemente una herramienta lúdica de entretenimiento, se ha convertido en los últimos años. en un género que nos hace reflexionar de manera profunda sobre el mundo y sobre las sociedades en las que vivimos, que creo, desde mi punto de vista, es sin duda una de las funciones nodales principales y que nos llena de mayor satisfacción a quienes enseñamos literatura y a quienes sobre todo la leemos en este siglo XXI.

Muchas gracias.