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Medios Chicha y Política en Perú

Muy buenas tardes amigos, bienvenidos a Jueves a las 3pm. Hoy día estamos con el psicólogo Sandro Macassi, que también es comunicador social. Él es jefe de proyectos del Instituto de Opinión Pública de la Católica y con él vamos a hablar de un tema de absoluta coyuntura, que en realidad empezó el día de hoy. Y es el tema... El tema está ligado al juicio de Alberto Fujimori por el tema de los diarios Chicha y vamos a tratar de entender qué papel han cumplido este tipo de periódicos en la sociedad peruana y qué papel cumplen el día de hoy.

Sandro, ¿cómo estás? Gracias por acompañarnos. Buenas tardes, Patricio.

Bueno, el caso Fujimori es un caso especial porque estamos hablando de una época en que la política usa, o el gobierno usa fondos públicos para financiar a este tipo de diarios para que atacara a sus enemigos políticos. Esta es la razón por la que se le juzga a Alberto Fujimori, básicamente. Pero los diarios chicha existieron antes de Alberto Fujimori y existirán después de Alberto Fujimori.

¿Qué entendemos por un diario chicha? A ver, Diario Chiches es una expresión de lo que ha venido siendo... el periodismo amarillista desde hace mucho tiempo. Alrededor de mediados de los 80 empiezan a surgir estos diarios de 50 céntimos que incorporan un lenguaje popular mucho más fuerte, que incorporan roscos populares que no se veían en los medios tradicionales, algo acartonados, con un tratamiento muy rápido, efectista, corto, incluyendo una que otra noticia seria, digamos.

Y lo interesante es que mucha gente que no se refleja en los diarios tradicionales empiezan a ver que estos diarios reflejan de alguna manera su mundo, sus universos, sus lenguajes, su forma de hablar. Su estética. Hay un tema con los colores, por ejemplo.

Los diarios chicha que recuerdan a los colores de los carteles de los conciertos chicha. Los chicholmos. Sí, hay toda una estética especial.

Esta prensa, que es básicamente prensa escrita, existe en muchas partes del mundo con sus respectivas características. Esta prensa más populachera, por decirlo de alguna manera. ¿En el Perú tiene alguna característica especial que la haga distinta de otros lugares?

Es difícil separar los diarios chichas del fenómeno fujimorista, porque apenas surgen y logran crecer y captar un grupo significativo del mercado. son capturados por el fujimorismo. Eso sí los hace especiales y distintos a los del resto del mundo.

Es cierto, porque se convierten en instrumentos, sobre todo a nivel de carátulas, porque en el desarrollo, en el interior, no había mucho trabajo periodístico. En verdad eran diarios que confrontaban a nivel de carátula y que se colgaban de las agendas que se preparaban en otros espacios, sean medios masivos, sea a través de los juicios, de iniciativas legislativas de la noche a la mañana, como ocurría en la época frimorista, y sobre eso tenía esta repercusión en los diarios chichas. ¿Frimorismo cuelga el éxito de los diarios chichas o los hace exitosos?

Yo creo que se cuelga, hasta he podido investigar, ya había un... un mercado emergente, había una necesidad, un nicho, como dicen, gente que quería cierta información, pero no quería pasarse media hora leyendo un diario. Ese público todavía existió después de la debacle de los diarios Chicha, una vez que volvió la democracia.

Y luego se formaron diarios como Perú 21, de bajo costo, que apuntaban a este sector que quería una información más ligera, pero un poco más objetiva. Es curioso porque Perú 21, Correo... e incluso el trome, más el trome que probé en Tune y Correo, logran entrar en ese nicho de los diarios chicha, pero con más seriedad.

En algún momento esta suerte como de carátula, que era un cascarón, que no tenía contenido, pierde todo el sentido. Lo que pasa es que se decanta, porque antes de esos diarios chicha había un poco de farándolo, un poco de temas serios, un poco de deporte, Sí, y por ahí... hasta esotérico.

En cambio ahora los diarios chichas ya han sobrevivido, unos se dedican a temas de deportes, otros se dedican a temas esotéricos, otros de medicina natural, o sea, empiezan a decantarse y los serios empiezan a consolidarse, que es Correo y Perú 21. Y hay que decir que muchos desaparecieron cuando desapareció Fujimori porque ya no tenían de qué sobrevivir. Gracias. Claro, es que surgieron, digamos, hubo diarios que surgieron por la lógica del mercado y hubo otros que han sido financiados directamente por la mafia.

Incluso que tenían portadas, constantes portadas de desprestigio a personajes que probablemente al segmento al que iban tampoco les interesaba mucho. Pienso en Gustavo Mome, por ejemplo, que fue el pobre víctima, atacado por los diarios Chicha y era el director de otro periódico, y bueno, también por supuesto era congresista no tenían la presencia que podía tener en diario chicha un cómico o un cantante, ¿no? Estaba como un poco la fuerza ahí.

No, yo creo que lo que hacían era poner agenda. De acuerdo. Estigmatizar. En una situación polarizada, este tipo de estrategias comunicativas cumplen una función.

No dan argumentos, porque de eso se encargan otros operadores mediáticos y políticos, pero ellos refuerzan ideas centrales, sobre todo... este segmento que no profundiza, ¿no? Y solo se queda con los titulares.

Porque no tienen ni tiempo, por cierto, ¿no? Estamos hablando de gente que a lo mucho tendrá tiempo de leer en un paradero los titulares que están puestos en un kiosco, ¿no? O que pasan al vuelo en el micro y ven el titular, ¿no? Siempre decían que, por ejemplo, un diario como El Comercio no podía tener ningún éxito en un micro porque lo abres y le pegas al que tienes a la derecha y al que tienes a la izquierda.

El tamaño de los diarios chichos tenía su lógica, ¿no? Ahora, ¿qué ha pasado con...? Porque ese tipo de política fea, digamos, ese tipo de política puñalera a través de los diarios Chicha ha bajado un poco, pero das la impresión, no sé si has observado, el fenómeno de Sandro, que se ha trasladado, por ejemplo, a las radios, a las radios en provincia que tienen un poco este estilo puñalero a veces y también bastante de contratar a un locutor de radio, a un conductor de radio para que le malogre.

digamos la candidatura a alguien o el gobierno a alguien. Yo creo que este es un fenómeno que crece en las fronteras. Hay muchos investigadores que están preocupados por el énfasis negativo tanto de la publicidad como de la conducción de los programas de radio, de televisión. ¿Por qué? Porque de alguna manera el hecho que las ideologías y las propuestas hayan pasado de lado y se haya espectado.

espectacularizado la discusión pública electoral, eso genera que se centren en aspectos más personales. Y ahí este espacio de lo personal, de la imagen, de cuántos hijos tiene afuera, cuántos adentro, etc., es donde se presta para este escenario del apuya, el desprestigio, el bajarle la llanta al otro, de no discutir los temas que se está planteando, sino centrarse en... en los temas más personales.

¿Se puede romper esa tendencia? ¿Se puede revertir? Hace rato que Fujimori ya no tiene la culpa, digamos.

Sí, claro. Yo creo que el sistema comunicativo mediático que tenemos va de la par con el sistema político que tenemos. Frente a políticos que también hacen eso, atacan y están en este juego de polarizar siempre la situación, el sistema mediático...

no tiene la capacidad como para revertir el proceso. Sigue, continúa, es parte de la marea e incluso crea el espacio para que esto se genere. Curiosamente, si uno piensa en la última campaña presidencial y en las propuestas de campaña de los distintos candidatos, teníamos a un Toledo que saltaba, parecía que cada tema que ponía en portadas era un tema más espectacular que el anterior, desde el consumo de drogas, temas que tenían que ver. con derechos de minorías. No digo que no fueran importantes, pero todos sabemos que son temas muy mediáticos. Teníamos a un PPK, como dije alguna vez, que estaba a punto de convertirse en la gringa inga, porque cada día hacía una payasada distinta.

Teníamos a una Keiko Fujimori que hacía menos noticias que sus allegados, porque los que la rodeaban siempre metían la pata. El único que no se prestaba a ese juego fue Ollantumala. siempre se dijo que había hecho una buena campaña.

Por meses no se oía hablar de él, nadie sabía qué cosa estaba haciendo. Y sin embargo, sale elegido presidente. ¿No hay una sobrevaloración de esta cultura, del espectáculo, de esta cosa como intrascendente que al final puede servir para entretener y ganar rating, pero que no convence a nadie nada?

Por ejemplo, hicimos un estudio en el caso de... de las elecciones por la revocatoria, ¿no? Y ahí encontramos que a pesar de todo...

El cargamontón mediático en torno al tema económico, a la mala gestión, las decisiones finales que toma la población van por otros intereses. Si bien seguían por este escenario que se genera... de ataques, de puyas, hay ciertas demandas de intereses que prevalecen.

Y lo que siempre se dice es que aquel candidato que logra obtener el centro es el que pueda articular mayores votaciones. Y eso tiene que ver con los discursos que la gente percibe como que defienden temas populares, lo suyo. Por más que después ya haga una cosa totalmente diferente.

Es un juego. De confusión, rating o números de ejemplares vendidos de diarios con votos. No es, creo que no es directamente proporcional.

No es automático. O sea, la preocupación gira en torno a la calidad de la elección, a la calidad del debate, a la calidad de la argumentación. Pues finalmente se vota y se elige, ¿no? Pero lo ideal es que haya una mayor participación del público para...

tomar decisiones con mayor argumentos, con mayor pluralidad, con diversos puntos de vista. Ese es lo importante en la calidad de un proceso democrático. Este periodismo más amarillo, esta prensa más chicha, ¿qué rol cumple hoy en día en la formación de opinión pública?

¿Se puede medir? ¿Se tiene alguna referencia? Lo que he podido observar, no he podido medir este fenómeno en las suficientes elecciones, pero lo que he podido observar es que...

Es que se cuida demasiado porque tiene todos los ojos puestos encima. Pero de todas maneras es un instrumento que está ahí, porque tiene niveles de lectoría uno de los más altos de Latinoamérica, un diario de estos. Bueno, que además a mí el fenómeno trombe me parece interesante.

Creo que es algo digno de estudiar, que todos deberíamos poner un poco los ojos en él, más allá de que sea un éxito o no, que fuera de tal o cual empresa, porque por ejemplo su columna central. que es la más leída, la de la tía María, es una columna que en una forma lúdica es bastante seria. Toca temas muy serios y los toca de una manera seria además.

Hay un giro de torre que es interesante en una propuesta como esa. La preocupación es que, claro, si sumamos el diario Croma, el conglomerado que está detrás, esa es la preocupación a futuro. Si bien en épocas no electorales mantienen cierta independencia, en épocas electorales es donde...

muchas veces... Donde se va a ver, ¿no? Sí, donde se va a ver si hay... ¿Cómo bailan?

¿Con qué pañuelo bailan? ¿Con qué pañuelo bailan? El problema es la concentración, sí, efectivamente, es un tema serio. Ahora, seguramente no se va a observar, pero el tema electoral sí puede ser crucial.

y eso no se puede penar porque no es, hasta que no se pruebe no se puede penar como un delito como el que se le va a castigar probablemente a Alberto Fujimori en el juicio que se les acaba de abrir muy bien Sandro, entonces vamos a ver que pasa finalmente con los con el futuro de la prensa chicha en nuestro país y con el futuro de Alberto Fujimori no es un cargo menor por el que se le está acusando fue el dinero de todos los peruanos el que se usó para desviar o para atacar a otros a través de los medios de comunicación realmente Hay quienes piensan, no, ya se le juzgó por lo que se le tenía que juzgar. A una persona se le deben juzgar por todos los delitos que cometió. Eso no es un maltrato.

En este caso podemos asistir a una manera de ejemplificar qué cosas no se puede hacer. Tiene que haber lecciones aprendidas. Por supuesto que sí, para todos.

Creo que Fumari aprendió la suya y no se va a quedar más años en la cárcel de los que ya está. Pero los periodistas también tienen que saber que hay consecuencias. Muy bien, Sandro.

Muchísimas gracias. Ya saben, entonces, esa fue la reflexión que hemos tenido hoy día. Vamos a ver cómo sigue el juicio de Alberto Fujimori, que debe haber concitado la atención de todos ustedes el día de hoy.

Por supuesto, los esperamos el próximo jueves a las 3 p.m.