Voy a decir algunas cosas del tema del sueño. Dormir es más importante que comer. En los Estados Unidos hay 100.000 accidentes de circulación al año por falta de sueño.
Mirad qué cosa más bonita, o sea, es que es tan bello. Cuando el núcleo supraquiasmático del hipotálamo... que está captando la luz solar y que es el reloj central y empieza a ver el tipo de luz que hay y empieza a comunicarse con los osciladores periféricos que son pequeños relojes colocados en cada célula de los 60 trillones de células que...
el cuerpo cuando empieza a mandar esa información hay genes como por ejemplo el perú no el per 2 per 3 que se activan y dificultan que se dificulta impide reduce que se formen tumores impresionante La melatonina, que todos habréis oído hablar de ella, empieza a segregarse a las 9 de la noche y alcanza su pico entre las 11 y las 3. La melatonina es una de las hormonas que hace que los genes PER1 y PER2, genes nocturnos, se activen y eviten que haya mutaciones. Por eso es un error en el que podemos caer todos y yo caigo a veces muchas más de las que me gustaría, pero tengo que recordarlo para volver a la línea en la que quiero estar. Ponerse a revisar ordenadores, a mirar teléfonos, a mirar tablets a partir de las 9 de la noche, incluso antes, es un error biológicamente hablando. Y siguiente tema.
Cuando vayáis por un caminito, vayáis a donde se vea un sitio de sombra y uno de sol, os recomiendo que vayáis por el de sol. La suerte que tenemos en España de tener tantas horas de sol. El efecto increíblemente beneficioso del sol haber tomado en cantidades adecuadas. No estamos hablando del que se pone y acaba como un centollo, ¿entendéis?
De lo colorado. Es que es buenísimo. Los maravillosos ritmos circadianos.
Tan maravillosamente descritos en los años 50. El siguiente es el tema del bienestar. ¿Qué tiene que ver con el bienestar? con la prosperidad y tiene que ver con la mente vamos a ser queridos en esto sí que soy radical no hay un solo ser estúpido en el planeta no hay un solo ser tonto en el planeta lo que hay son estados mentales en los cuales es imposible ser inteligente Una cosa es el hardware y otra cosa es el software.
No hay ningún problema con el hardware. No hay un solo problema con el hardware. Hay muchos problemas con el software.
Y hoy sabemos que hay dos estados mentales super frecuentes, tan frecuentes que ya se han normalizado. Uno de ellos corresponde al estado mental de una persona que se siente en peligro y no tiene por qué estar en la sabana africana o en la selva india. Llega a una reunión y se siente juzgado.
Va a haber un cliente y se siente juzgado. va a un sitio el que sea y se siente criticado, la zona de supervivencia porque activa mecanismos muy bien descritos por el profesor Walter Cannon, gana el premio Nobel de Fisiología por eso, desde Harvard mecanismos de resistencia ataque, defensa huir, ponerme ir Es tan frecuente hoy en día, es tan frecuente esto que se ha normalizado, que es faro normal. ¿Y qué pasa? Que cuando la sangre tiene que ir a los músculos, no puede ir a la cabeza, porque la cabeza consume demasiada sangre y el organismo está interpretando que es una situación de peligro.
Lo que se está viendo mucho es que la sangre tiene que ir a los músculos, Es un estado mentásima, burn out, la persona quemada. Ya no es que esté agresiva o esté huidiza, es que está completamente bloqueada, completamente anulada. La Clínica Mayo, que sabéis que es una de las mejores del mundo, está en Rochester, Minnesota, fundada por los hermanos Mayo, tuvieron que hacer algo radical porque se dieron cuenta que el 25% de los médicos de la Clínica Mayo estaban sufriendo un síndrome de burnout, de la presión asistencial que tenían.
Entonces, si nosotros sabemos que no es un problema estructural nuestro, si nosotros sabemos que no es que nos falten neuronas, sino que a lo mejor no estamos en el estado mental apropiado, tenemos que saber cómo cambiar de estado mental. Y eso tiene una estrategia. Tiene una estrategia. Una estrategia que funciona si la aplicas.
Y cuando tú ves que aquí eras tontito... Muy tontito. Y aquí de tontito vas teniendo menos. Y aquí de tontito no tienes nada. Y aquí ya eres listito.
Dices, anda. Resulta que hay un camino. Y ya no es estructural. Ya es funcional.
Tiene una lectura radicalmente distinta. Y entonces puedes pasar a la zona de recuperación, zona de renovación, tremendamente estudiada, sobre todo por una serie de profesionales magníficos, y luego a la zona de máximo rendimiento. Los grandes líderes en los colegios, en las empresas, en las sociedades consiguen que la mayor parte de las personas estén en las zonas de renovación o en las zonas de excelencia.
Si en una empresa, en un colegio, en una universidad, la mayor parte de las personas están en los estados mentales de supervivencia y los estados mentales de burnout, algo nos está haciendo bien. Y esto es muy importante que lo tengamos presente. Y luego tenemos el tema más sutil y el más complejo, que es el tema de la felicidad.
Vamos a ver, la felicidad no tiene que ver, como así lo concibo yo, con el tener. Tiene que ver con el ser. Por eso los anhelos del ser no se pueden rellenar con el tener.
Son dos cosas distintas. La felicidad es una condición interna del ser humano que se proyecta hacia afuera en forma de alegría, en forma de serenidad, en forma de encuentro, en forma de fraternidad. El bienestar es algo que te viene de fuera.
Oye, en este auditorio maravilloso está mucho mejor que si estuviéramos en una salita y todos encogidos. Son dos cosas diferentes. Entonces muchas veces las confundimos y donde haya confusión hay que poner distinción.
Y la felicidad... Es una puerta a otra dimensión. Es una puerta a la trascendencia.
Viene del latín, transcando ir más allá. Es decir, la felicidad como estado contemplativo. donde la experiencia es radicalmente distinta al bienestar. Como dice un maestro mío, Alfonso López Quintás, un magnífico filósofo, un prodigioso escritor, el bienestar tiene que ver con el goce, la felicidad tiene que ver con el gozo. ¿Y esta felicidad cómo se trabaja?
Comentabas, Ana Rosa, mi viaje a Bután, fue un año entero, no de viaje a Bután, pero sí de interacción con... ...y una parte de ese, una parte estuvo en Bhutan. Hay algo que allí es muy conocido, se llaman los cuatro amigos. ¿Qué es la cosa más bonita? Está en montones de sitios.
Es un elefante, es un mono, es un conejo y es un pájaro. Todos ellos ven unas frutas preciosas, maravillosas en el árbol, pero ninguno puede llegar hasta arriba. Los cuatro... Juntos lo consiguen. Cuando tú buscas ser cordial con los demás, cariñoso, amable, independientemente del lugar que ocupen en el estrato social, ofreces cordialidad a los que vienen de otros países, que están perdidos, ves una persona, yo que sé, a lo mejor japonesa, que está con un mapa y no sabe qué nos cuesta.
Tener un gesto de cordialidad. ¿Qué nos cuesta? Yo recuerdo, como uno de mis errores, muchas veces, pues he ido al hospital, como iba a Tablanca, no iba con especial urgencia, imaginaos que iba a la consulta y veía una persona que estaba con un volante y estaba como paralizada.
Y te das cuenta cuando está paralizada una persona. ¿Qué me hubiera costado pararme y decirle, ¿puedo ayudar? Y como ve que soy de allí, dirá, pues este hombre conocerá el hospital, claro. A ver, no, es que estoy... me han pedido esto, me han pedido un escáner y no sé ni dónde es, estoy muy asustado.
Bueno, tranquilo, sin escáner hoy se pide muchísima frecuencia. Mira, esto es Rayos, es el sótano 2 y esté totalmente tranquilo. Si los escáneres hoy en día es una cosa que es como las radiografías de antaño. ¿Qué nos costará eso?
¿Dos minutos? ¿Tres minutos? ¿Y qué diferencia en la experiencia de esa persona?
Segundo, la empatía. La empatía que no es la simpatía, la empatía es sentir el sentir. Sentir el sentir. Me decían mis hijos, que son mis... junto a mi mujer, mis grandes maestros, me decían, papá, nunca dejes de decir a los padres lo siguiente, si quieren llevarse excepcionalmente bien con sus hijos, que les digan menos y les pregunten más.
Que pregunten más, para entender por qué piensan como piensan. Y lo siguiente es la compasión. Yo cuando hablo a ejecutivos de empresas, hay personas tremendamente receptivas y otros dicen, no, no, yo con el puesto que tengo, yo soy ser compasivo.
Pero es la compasión no es blanda. Las personas compasivas son de una fortaleza tremenda. ¿Por qué?
Porque ven el dolor. y buscan el dolor de la otra persona, el sufrimiento, y buscan maneras de ayudar a esa persona a reducir el sufrimiento. Este es un río en Punaca. Punaca es una fortaleza extraordinaria.
Aprovecho para mandar un cariñosísimo saludo a mi querido amigo Jean Triay, el cónsul general honorario de Bután en España. Cuando tú estás viendo el río, te acuerdas de Heráclito, y Heráclito decía nunca me baño en el mismo río. Es el saber desprendernos de las cosas, el saber disfrutarlas pero no apegarnos a ellas. Tal manera que, oye, en un momento determinado las perdemos y parece que nos hemos perdido a nosotros mismos.
Es entender que los cambios son la ley que impera en el mundo y en la naturaleza. Entonces, no resistirnos a esos cambios. cambios, aceptarlos, asumir que eso es así para poder empezar a transformar nuestra vida, en lugar de resistirnos frente a lo que es. Esto, por ejemplo, en temas de enfermedades es muy importante, porque cuando una persona se está resistiendo, ¿por qué a mí, por qué a mí, por qué a mí el sistema inmune, que es precisamente el que tiene que defenderla frente al tumor, empieza a empeorar en su forma de trabajar?
Y cuando una persona dice, mira, asumo que esta es mi situación, situación. No me gusta, pero lo asumo. A partir de ahora, ¿qué puedo hacer?
El sistema inmune es mucho más potente. La conexión con la naturaleza. Bhutan tiene en la constitución, está escrito que el 60% del bosque ha de ser protegido.
Hoy necesitamos hacer algo todos para proteger la naturaleza. Todos sabemos que cuando nos damos un paseo por el campo, por el bosque, cuando nos quedamos mirando al mar, algo nos pasa. No sabemos muy bien lo que es, pero algo nos pasa.
¿Será posible que nos veamos tan separados de la naturaleza? cuando la creación ha salido de las mismas manos. ¿Será posible que nos veamos con esa situación de superioridad frente a la naturaleza? No necesariamente. El tema de la gratitud.
Mirad, Sikumar Rao, que es un... Un profesor de economía de la Universidad de Cornell en Nueva York vio que sus estudiantes estaban muy estresados y dijo, bueno, él viene de una familia oriental y el tema de la trascendencia es importante. Le dijo a sus estudiantes, es importante que vosotros hagáis un ejercicio de gratitud antes de acostaros.
Bueno, como él debe ser una persona muy cercana, le hicieron caso. Y efectivamente bajó su ansiedad en lo que eran los exámenes, pero lo más interesante es que algunos estudiantes se acercaron y le dijeron Usted no lo sabe, profesor, pero yo estoy enfermo. ¿Qué me dices?
Sí, yo tengo hipertensión arterial. Usted no lo sabe, profesor, pero yo soy diabético. ¿Qué me dice?
Sí, sabe que desde que practico la gratitud, mi tensión arterial se ha... ...formalizado y mi diabetes es mucho más fácil de controlar. Gratitud.
Gratitud. Es levantarnos por la mañana y encontrar algo por lo que dar las gracias a quien quieras. Lo importante, entiendo, no es que lo focalices en alguien, sino que haya ese gesto de agradecimiento, ese gesto de gratitud. Ese gesto de no dar las cosas por sentadas.
Yo me acuerdo en la presentación del libro de un querido amigo, me acuerdo que tuvo una ronquera tremenda, porque había forzado la voz en un evento y tenía una ronquera tremenda. Y yo me di cuenta... de las gracias que tenía que dar por tener voz. Y me acuerdo una vez que estuve en un sitio donde tocaba una música maravillosa, y aunque os parezca mentira, había sordomudos ahí, captando lo que podían, y digo, ¿cómo es posible que me enfade porque el filete está un poco duro, porque el camarero no ha sido suficientemente simpático, o porque no he encontrado hueco para aparcar?
Silencio, apertura, trascendencia, propósito. Lo que veis ahí arriba es uno de los sitios más espectaculares que he conocido nunca. Se llama Tiger's Nest, la guarida del tigre. Es un lugar donde te parece imposible que puedas llegar a subir de lo alto que está, pero al final acabas subiendo porque tienes la inspiración, hay un caminito y vas poquito a poco, ¿no?
Mirad, yo creo que tenemos que volver a aquello que parece que no sirve para nada. Porque no es utilitario, que es momentos de recogimiento. Momentos de serenidad, momentos de silencio. Vamos demasiado deprisa. Y estas prisas no son buenas ni para la salud, ni para el negocio, ni para la prosperidad, ni para la felicidad.
Y se están dando cuenta de esto en montones de sitios. En montones de sitios. En empresas donde están empezando a cultivar esto. En hospitales donde se ha visto que mejora la salud.
Ya son más de 30 años de investigación médica. Entonces, de vez en cuando buscar un sitio donde esté extraño. tranquila, donde estés cómoda, donde estés cómodo, y dejar que ese barro que todos tenemos en la cabeza se vaya sedimentando. Poco a poco, porque la condición natural de la mente es la serenidad.
Lo impostado es la turbulencia. Lo natural es la serenidad. Vamos a hacer un pequeño ejercicio para conectar con el núcleo del ser humano.
Es un ejercicio muy sencillo, se llama la presencia de una montaña. A mí me lo enseñaron, lo practico y me lo enseñaron. Me parece que es muy útil y que es muy bonito. Y ojalá os guste y os sea útil.
Entonces, os voy a pedir, por favor, que lo que tengáis, si tenéis un cuaderno o algo así, lo dejéis en el suelo. No se lo deis al vecino, porque si no, el vecino es el que lo tendrá que hacer. Y tomar una posición con la espalda bien pegada en la silla. Los que estáis de pie, aseguraros que la posición es firme. ¿Vale?
Las piernas descruzadas y los brazos apoyados sobre los muslos, ¿vale? Con las palmas de las manos hacia arriba. Es decir, puede ser así o puede ser así, sobre el regazo. ¿Vale?
La respiración es natural. Este no es un ejercicio de yoga, es un ejercicio diferente. La respiración es natural.
Respiras, si tienes la nariz bien, respiras por la nariz y expiras por la nariz. procurando amablemente que la aspiración sea un poquito más larga, pero sin forzar nada. O sea, si ves que tienes que forzar un poco, nada. Bueno, vamos a por ello. Entonces, os voy a sugerir, os voy a proponer que cerréis los ojos.
Y que prestéis atención a la posición de vuestro cuerpo en la silla. Sencillamente es tomar conciencia de tu cuerpo apoyado en la silla. La espalda tocando el respaldo de la silla, los pies apoyados firmemente en el suelo y permitiendo que la respiración Poco a poco, de forma progresiva, vaya llevándote de la mano a través de este ejercicio. Observa por favor los movimientos suaves de tu respiración en la región del abdomen.
Y ahora, lleva tu atención a los movimientos de la respiración en la región del tórax. Y ahora... Lleva por favor tu atención a las sensaciones del aire entrando y saliendo por los orificios de la nariz y permite que la respiración vaya llevándote de la mano para conectar con esa trascendencia que hay en ti, con esa grandeza que se halla en el centro de tu corazón.
Irás notando como con cada expiración el cuerpo se va aflojando, relajando aún más. Y sin perder esa posición, esa presencia erguida, la tensión se va desvaneciendo. Y una agradable sensación de calma y de paz.
va llenando cada rincón de tu ser. Imagínate que eres una montaña, una preciosa montaña, cuya cima toca el cielo y cuya base está profundamente enraizada en la tierra. La montaña es, y en la montaña ocurren cosas, y hay veces que llegan los duros y fríos inviernos. Son los momentos donde te ves en una situación difícil. Tal vez...
que tú consideras que es insuperable, que no tienes capacidad, que no tienes talentos, que no hay recursos en ti. Pero la montaña sabe que aunque esa situación sea difícil, que aunque todas sus laderas estén cubiertas de nieve, Aunque soplen los fríos vientos, la montaña sabe que ella es, que hay algo más profundo, una presencia, algo que la mantiene estable, que la mantiene serena, que la mantiene confiada, incluso en medio de la adversidad. Y después del invierno llega la primavera.
Es un momento donde uno ha superado las dificultades. Los proyectos empiezan a florecer. Aparece de nuevo la música que sustituye el forzado silencio del invierno.
Y la montaña lo disfruta, claro que sí. Pero la montaña sabe que la primavera también pasará, pero que su presencia como montaña no pasará. Y después de la primavera llega el verano.
Es el momento de recolectar, de cosechar tantos esfuerzos, de disfrutar, de celebrar los colores del verano, las imágenes del verano. Y la montaña sonríe y aún así sabe que ella no es ni invierno, ni primavera, ni verano. El invierno...
La primavera y el verano suceden, pero no definen quién es ella. Y después llega el otoño, de nuevo momentos de cambio. Las hojas cambian de color, se caen.
Proyectos tan ilusionantes desaparecen. Relaciones que teníamos se acaban, personas amadas se van, y vienen momentos de confusión, momentos de duda e incluso de dolor. Y la montaña lo ve, y la montaña sabe que no son momentos sencillos, pero la montaña sabe.
Que ningún verano, ningún invierno, ninguna primavera y ningún otoño define su realidad, su ser más profundo. Y por eso, cuando uno se afianza en la solidez de la montaña, puede pasar momentos álgidos, momentos difíciles, pero nunca pierde de vista ¿Dónde está su estrella? ¿Dónde está su montaña?
Y por eso en los momentos álgidos los disfruta, los celebra y los comparte. Y en los momentos difíciles sigue confiando, sigue trabajando, sigue buscando. sabiendo que va a encontrar. Y este estado profundo de aceptación es lo que lleva a la montaña a tener esa presencia, esa serenidad. Por eso, cuando tú en el futuro te encuentres con primaveras, con veranos, con otoños y con inviernos, solo te pido una cosa que recuerdes que nada de lo que te pasa define quién eres y que quién eres es siempre más grande que cualquier cosa que te pase y que cuando tú entiendas la grandeza que eres ya la primavera El verano, el otoño y el invierno serán cosas que verás con otra perspectiva.
Tendrás otra actitud frente a ellos y ante los inviernos, claro que sentirás el dolor, pero transmitirás serenidad, transmitirás confianza, transmitirás ilusión. En los veranos, cuando coseches grandes éxitos, claro que los celebrarás y aún así expresarás humildad, expresarás gratitud, expresarás confianza. Tú eres esa montaña. Tú eres esa presencia, tú eres la estrella polar. Y ahora vamos a volver poco a poco al nivel de conciencia del que partimos.
Os voy a pedir por favor que toméis una, dos o tres respiraciones profundas. Una, dos o tres respiraciones profundas. Y vayáis poco a poco abriendo los ojos, poco a poco abriendo los ojos y nos vamos a estirar como hacen todos los animales inteligentes en el mundo, que es estirarse, estirarse. Eso es.