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Análisis y Traducción del Latín al Español

En este vídeo vamos a aprender cómo hacer para analizar morfosintácticamente y traducir una oración desde el latín hasta el español. Para esto, ojo, no podemos ver directamente este vídeo y pretender traducir cualquier texto, no. Esto es un curso completo que vamos desde cero hasta, bueno, bachillerato, selectividad, etc. Entonces, para hacer este vídeo, o sea, para poder entender este vídeo... Primero tenemos que haber estudiado, comprendido, aprendido, etcétera, las clases teóricas que vienen antes de este vídeo. Entonces, AcademiaLatín.com barra latín, si todavía no has hecho eso, si todavía no te sabes las seis clases de teoría antes de este vídeo, entonces este vídeo no te va a servir para nada, ¿vale? Advierto de eso. Una vez dicho eso, una vez que ya realmente hemos estudiado, aprendido, entendido, las lecciones de teoría, ahora sí vamos a ver cómo se analiza morfosintácticamente y se traduce una oración del latín al español. Entonces, aquí tenemos una oración bastante básica en la teoría. Lo que hemos visto por ahora es básicamente la primera declinación, el presente de indicativo activo y algunas otras cosas que necesitamos saber para llegar a traducir una frase de este tipo, en la que hay sólo Un verbo en presente de indicativo activo y sustantivos de la primera declinación. ¿Vale? Cosas importantes a tener en cuenta. Vemos aquí, bueno, leemos la frase y dice Regina graeciae pecuniam agricolae italiae munifiquentia dat. ¿Vale? Entonces, vemos que, por supuesto, una oración va a terminar en punto. Por lo general, si hay... un punto, esto ya vamos a ver luego que no, pero en principio, ahora mismo, si hay un punto, hay un verbo y si tenemos un verbo, tenemos una oración. La oración, en principio, es la unidad básica que nosotros vamos a analizar y traducir. Entonces, aquí tenemos un verbo, tenemos una oración, tenemos una unidad básica para traducir. Otra cosa, a lo largo del curso vamos a... llevar a cabo buenas prácticas, ¿vale? Buenas prácticas. Es muy importante que cuando hagamos el análisis morfosintáctico y la traducción, lo hagamos en un orden específico y, si es posible, que lo hagamos tal y como yo lo voy a hacer aquí. Yo, como ya quizás sabéis, soy licenciado en filología clásica, tengo bastante experiencia traduciendo yo mismo, enseñando a otros a traducir, etc. Entonces, pues, en mi opinión... Tal y como lo vamos a hacer aquí, lógicamente es la que yo creo, la que yo considero que es la mejor forma de hacer esto, sistemática, ordenada, organizada, etc. Entonces, antes de traducir, tenemos que saber primero la morfología, luego la sintaxis, y una vez que sabemos eso, entonces traducimos. Entonces, el orden es ese. Morfología, primero. luego la sintaxis a través de la morfología y luego a través de la sintaxis podemos saber la traducción al español. Bien, entonces, como digo, aquí tenemos regina, graeciae, pecunia, agricolae, italiae, munifiquentia, dat. Y lo primero que tenemos que hacer, y bueno, por cierto, veis que tengo dos rotuladores de dos colores, uno negro, otro rojo, pueden ser los colores que tú consideres. E incluso los colores no son importantes o no son tan importantes como seguir la regla o intentar seguir la regla siempre que vuestro profesor lo permita, etc. Porque ya sabéis que cada maestrillo tiene su librillo. Pero aquí nosotros lo que vamos a hacer es siempre esto. Por arriba ponemos la sintaxis con color negro o azul o el que consideréis. Y por abajo ponemos la morfología. Eso es importante porque la morfología y la sintaxis son dos cosas diferentes. Ya lo estuvimos explicando durante la teoría, que normalmente siempre decimos análisis morfosintáctico. Es decir, el análisis de la morfología y de la sintaxis y cómo interactúan entre ellas estas dos categorías. Pero luego tenemos que tener bien claro qué es la morfología y qué es la sintaxis. Entonces, si desde el principio nos acostumbramos... a dividirlo, separarlo claramente, pues si en algún momento nos piden exclusivamente el análisis morfológico de una palabra, pues sabemos qué es lo que tenemos que escribir. Si nos piden, que esto es lo más normal, sólo el análisis sintáctico, entonces sabemos qué es lo que tenemos que escribir. Porque muchas veces, como simplemente empezamos a hacer rayas, empezamos a escribir cosas en cualquier sitio donde nos quepan, pues luego no sabemos qué es la sintaxis, qué es la morfología. Entonces, por eso es importante que desde el principio intentemos hacerlo bien. Entonces, venga, mucho preámbulo, vamos ya al lío. Lo primero, siempre, cuando tenemos una sola oración, como es el caso, pues lo primero es ir leyendo y buscar el verbo. Entonces, el verbo vemos que está aquí. Y simplemente ponemos una raya por arriba y ponemos verbo. Ahora, muchos quizá, o algunos, posiblemente me estaréis diciendo, bueno, pero es que verbo, eso no es sintaxis, eso es morfología. Bueno, sí, pero nosotros, por cierto, el análisis sintáctico que hacemos aquí no es el análisis sintáctico más detallado que se suele hacer en lengua española, con mucho detalle, que no es práctico. Nosotros aquí el análisis sintáctico que hacemos es un análisis sintáctico práctico de lo que nosotros vamos a necesitar. Lo que no se necesita no se pone. Por tanto, no ponemos sujeto, predicado verbal, predicado no sé qué. Entonces hacemos lo necesario. Entonces ponemos verbo y verbo en nuestro análisis corresponde a la sintaxis. Ahora, esto podría ser predicado, bueno, verbo. Ahora. Una vez que tenemos el verbo, podemos analizarlo morfológicamente. Entonces, esto es del verbo DO, DAS, DARE, DEDI, DATUM. Ese es el enunciado del verbo que está en la lista de vocabulario de este módulo. Entonces, tenemos aquí esta T. Por tanto, esta T sabemos que es la desinencia de tercera persona singular. Entonces, ponemos tercera persona singular. Y, bueno, ahora mismo solo conocemos el presente de indicativo activo, por tanto solo puede ser eso, ¿no? Pero lo ponemos, presente de indicativo activo. Vale, entonces estas son las cinco cosas que siempre tenemos que analizar morfológicamente de un verbo. La persona, el número, el tiempo, el modo y la voz. Esas son las cinco cosas que tenemos que analizar en un verbo. Vale, ahora, buena práctica también, esto no siempre es súper necesario, pero es buena práctica, sobre todo al principio, que nos acostumbremos a ver el verbo y decir, el verbo, ¿cómo se construye? ¿Cómo se construye el verbo dar? En español, que es igual que en latín, ¿no? Normalmente los verbos se van a construir igual en español y en latín, no siempre, pero casi siempre, ¿no? Entonces, el verbo dar, alguien da algo a alguien, es decir, alguien, sujeto, da, verbo. Algo, objeto directo. A alguien, objeto indirecto. Entonces, ahí tenemos la sintaxis básica que va a requerir ese verbo. Vale. Entonces, una vez que ya tenemos el verbo, tenemos todo eso en mente, pues ahora empezamos desde el principio a analizar morfológicamente palabra por palabra. Entonces, tenemos reguina, reguinae. El enunciado es reguina, reguinae. Entonces, tenemos aquí la desinencia a. Ahora, lógicamente, también, solo hemos visto la primera declinación, por tanto, pues todos los sustantivos son de la primera declinación. Entonces, esto lo digo porque cuando veamos la segunda, la tercera, etc., pues también tendremos que tener en cuenta otras consideraciones para decir este sustantivo de qué declinación es. Ahora mismo solo conocemos la primera, por tanto, solo van a ser de la primera. Entonces, A. En la primera declinación, la terminación A puede ser de... Nominativo, singular. Vocativo, singular. Hablativo, singular. Y lo que hacemos es esto. Escribimos todo lo que puede ser. De momento, escribimos todo lo que puede ser con esta terminación. Luego, en un paso posterior, vamos a decir cuál es exactamente aquí. Pero solo la palabra aislada puede ser todo esto. Vale, continuamos. Grae, quiae. Pues tenemos aquí esta terminación, ae. Y esta terminación AE en la primera declinación puede ser genitivo, plural, eh, perdón, genitivo. A ver. Cuidado con estas cosas. Entonces, genitivo singular, dativo singular, nominativo y vocativo plural. ¿Vale? Entonces, pueden ser todas estas cuatro cosas. Genitivo singular, dativo singular, nominativo plural, vocativo plural. Pecuniam, aquí tenemos esta terminación am, que solo puede ser acusativo singular. Por tanto, esta es fácil. Agrícola, otra vez, terminación ae. Entonces va a ser lo mismo, ¿no? Genitivo singular, dativo singular, nominativo plural y vocativo plural. Y luego Italiae, otra vez lo mismo, ¿no? Genitivo singular, dativo singular, nominativo plural y vocativo plural. Y ya por último, munifiquentia, que tenemos aquí otra vez la terminación a, entonces puede ser nominativo, vocativo, hablativo singular, ¿no? Todo singular, lógica. Vale, entonces ya tenemos la morfología hecha. Lo que acabamos de hacer por debajo es la morfología. Ahora tenemos que ir a la sintaxis. La sintaxis la hacemos por arriba. Por cierto, vemos que en la morfología no hace falta poner rayas, porque las rayas en la morfología realmente no están indicando nada. Las rayas solo se ponen en la sintaxis, porque las rayas representan un sintagma. Lógicamente, sintaxis... sintagma. Bien, entonces, ahora nos vamos al verbo otra vez y tenemos en cuenta una regla fundamental de todas las lenguas del mundo, hasta donde yo sé, que es la regla de la concordancia entre el sujeto y el verbo. Es decir, si el verbo está en tercera persona singular, el sujeto de ese verbo tiene que estar en tercera persona singular, etcétera, ¿no? Es decir, si el verbo está, por ejemplo, En primera persona plural, el sujeto tiene que estar en primera persona plural, ¿vale? Entonces, esa es la concordancia. Que el verbo y el sujeto tienen que estar en la misma persona, primera, segunda, tercera, y número, singular o plural, ¿vale? Entonces, concordancia entre el sujeto y el verbo muy importante, sobre todo al principio, ¿vale? Entonces, tenemos tercera persona singular. Eso quiere decir que vamos a necesitar un sujeto singular. Ahora, ¿cuál es el caso del sujeto? nominativo. Entonces, necesitamos un nominativo singular. Tenemos aquí, esto puede ser nominativo singular. Luego, vocativo singular puede ser. No puede ser vocativo singular porque hemos dicho que el vocativo siempre va entre comas. Entonces, no es vocativo singular. Entonces, en principio, esto podría ser el sujeto. Luego, seguimos viendo un poquito y esto también podría ser el sujeto. Vocativo singular no es porque no va entre comas, ¿no? Entonces, vale. Ahora, De momento tenemos eso. Continuamos un poquito más. Acusativo singular. O sea, ahora todavía no podemos eliminar la otra posibilidad. Entonces, por ahora continuamos, seguimos mirando. Y aquí tenemos pecuniam, acusativo singular sin preposición. En principio, el acusativo singular sin preposición casi siempre es el objeto directo. Puede ser otras cosas, pero casi siempre es objeto directo sin preposición. Entonces, aquí... Vemos cuál es el objeto directo. Habíamos dicho que el verbo dar se construye, alguien da algo a alguien, ¿no? Entonces, alguien da dinero, ¿vale? Entonces, pues, de momento tiene sentido. Entonces, aquí, tal y como... Bueno, por cierto, luego también podemos ir eliminando otras cosas, ¿no? Por ejemplo, nominativo plural no puede ser porque si el verbo está en singular, no puede haber un sujeto plural. Entonces, esto no va a ser vocativo plural tampoco porque no va entre comas. Nominativo plural, lo mismo. Vocativo plural, lo mismo. Esto, lo mismo. Y esto, lo mismo. ¿Vale? Entonces vemos, al principio hay que jugar un poco como si fuera una especie de puzzle. ¿Vale? Luego esto ya se ve como Neo en Matrix, que lo veis claro desde el principio. Pero al principio hay que ir haciendo el puzzle poquito a poco. ¿Vale? Razonando, etc. Vale. Entonces, de momento eso ya es todo lo que tenemos, ¿no? Entonces, ahora decimos, alguien da dinero. Ahora, tenemos dos posibles sujetos, rellena y munifiquentia. Entonces, vamos a ver qué tiene más sentido. ¿La reina da dinero o la generosidad da dinero? Bueno, pues, lógicamente parece que esto tiene más sentido, ¿no? Nominativo singular. Esto no va a ser. Entonces, esto va a ser el sujeto. Además, en latín, como vemos, el verbo, esto no siempre, pero casi siempre, el verbo suele estar al final y el sujeto suele estar al principio. Entonces, pues sí, vemos que efectivamente se cumple esta regla, que insisto, no es una regla, pero suele ser así. Entonces, la reina da dinero. De momento va teniendo sentido la frase. Luego, tenemos que decir... Bueno, entonces, por cierto, si ya tenemos el sujeto, pues esto ya no puede ser sujeto. Entonces, esto solo puede ser ablativo singular. Eso ya lo vamos sabiendo. Y por tanto, si solo puede ser ablativo singular, es un complemento circunstancial. Ya veremos de qué. Habíamos dicho en la teoría que los complementos circunstanciales... Ahora, el tipo de complemento circunstancial muchas veces... Es una cosa más semántica que sintáctica, ¿no? Pero bueno, ahora lo veremos. Entonces, la reina da dinero. Ya habíamos dicho, da algo a alguien. Entonces, ahora tenemos que buscar a alguien, es objeto indirecto, que es el caso dativo en latín. Entonces, tenemos que buscar un dativo. Aquí tenemos un dativo, aquí tenemos un dativo, aquí tenemos un dativo. Pero claro, en principio esto es un país, esto es otro país. lo normal es que el objeto indirecto sea una persona, ¿no? Entonces, pues, efectivamente, aquí tenemos al agricultor, al campesino, ¿no? Entonces, vamos a ver si tiene sentido. La reina da dinero al agricultor. Bueno, pues sí, tiene sentido. Da dinero al agricultor, objeto indirecto. Ahora, esto también ya sabemos más o menos qué es, ¿no? Que es ablativo. complemento circunstancial. Entonces, la reina da dinero al agricultor con generosidad. Entonces, puede ser un complemento circunstancial de modo, por ejemplo, con generosidad. ¿Y ahora qué pasa con esto? Bueno, si ya tenemos un objeto indirecto, no podemos tener otro objeto indirecto. Entonces, esto no es, esto no es. Por tanto, bueno, esto habíamos dicho que no es. Por tanto... solo puede ser genitivo singular. Genitivo singular. Ya habíamos dicho que el genitivo singular prácticamente siempre, no siempre, pero prácticamente siempre, es un complemento del nombre o del adjetivo. Aquí no hay adjetivos, por tanto, no puede ser del adjetivo, ¿no? Solo puede ser complemento del nombre. Ahora, el complemento del nombre es el complemento del nombre anterior o complemento del nombre siguiente. Entonces, ahora tenemos que ver... simplemente por el contexto, por el sentido de qué es complemento del nombre esto. ¿De esto o de esto? Pues vamos a ver. ¿La reina de Grecia da dinero? ¿O la reina da dinero de Grecia? Bueno, pues parece que tiene más sentido. La reina de Grecia, ¿vale? La reina de Grecia. Y vemos que en español ponemos la preposición, ¿no? Porque el genitivo singular en latín habíamos dicho que no tiene preposición. En español, sí, ¿no? La reina de Grecia. También estamos viendo que en latín no hay artículos. La, el, etcétera. Tampoco los artículos indefinidos. Entonces, la reina. Lo tenemos que poner en español. Y ahora, ¿cómo sabemos si es el definido o el indefinido? Por el contexto, por lo que suene bien, básicamente, ¿vale? Entonces, la reina de Grecia. Y ahora, lógicamente, en español tenemos que traducir en el orden... normal del español. No podemos traducir en el orden del latín, ¿vale? Entonces, en español lo normal es sujeto, verbo y complementos. Entonces, sujeto, la reina de Grecia, da, y ahora complementos, objeto directo, objeto indirecto, etc. ¿no? Entonces, la reina de Grecia da dinero al agricultor o a un agricultor, ¿no? Tiene más sentido porque en Italia hay muchos agricultores, ¿entienden, no? Entonces, reina de Grecia solo puede haber una en principio, pero agricultores en Italia puede haber muchos, ¿no? Entonces, la reina da dinero, la reina de Grecia da dinero a un agricultor de Italia. Entonces, esto va a ir con esto. También podría ir con esto, pero no tendría sentido en la traducción, ¿no? Entonces, la reina da, perdón, la reina de Grecia da dinero a un agricultor. Y ahora, otra vez, hemos visto... que el dativo en español tiene la preposición a. Esa preposición no existe en latín, pero en español la tenemos que poner. Da dinero a un agricultor de Italia. Con generosidad, ¿no? Complemento circunstancial que puede ser de modo, incluso de compañía, si somos generosos, ¿no? Y, bueno, pues ahí tenemos esta oración, ¿no? Como hemos visto, lo primero que tenemos que hacer es el análisis morfológico. Bueno, por supuesto, primero localizamos el verbo, vemos más o menos cómo se forma ese verbo, cuáles son los complementos que va a necesitar. Luego analizamos morfológicamente, escribimos absolutamente todo lo que puede ser. Y luego, una vez que conocemos la morfología, empezamos a ir viendo un poquito con el verbo, ¿no? ¿Qué complementos podemos esperar? ¿Qué complementos se van a necesitar? Y según la morfología y también la cabeza, tener dos dedos de frente, pues vamos viendo el sujeto, cuál es el sujeto, la regla de la concordancia entre el sujeto y el verbo. Luego, por ejemplo, el acusativo solo puede ser objeto directo en principio, por tanto, objeto directo. etcétera, ¿no? Entonces vemos que vamos encajando las piezas del puzzle poquito a poco. Insisto, hemos tardado muchísimo en hacer esta oración, pero es porque es la primera, es la oración de muestra para que veamos el procedimiento. He repetido muchísimo todas las cosas. Normalmente esto no se tarda tantísimo en hacer una oración, lógicamente. Entonces, aquí tenemos la oración, ya hemos traducido, y... Y una vez que traducimos, algo muy importante, lo que seguiré insistiendo en las siguientes oraciones, es que una vez que hemos traducido, ahora comprobamos que la traducción tenga sentido, ¿vale? Porque la regla es, si la oración tiene sentido, es posible, no es seguro, pero es posible, es probable, que la traducción esté bien. Si la traducción no tiene sentido, es seguro que está mal. Entonces hay que volver a hacerla, ¿vale? Y nada. Ya con esto hemos terminado esta oración de prueba. Ahora ya te toca a ti hacer el texto de un poquito más abajo, que ves que es un texto, vamos a decir, una pequeña historia. Es un texto con varias oraciones, pero las oraciones son oraciones que cada una son independientes. No hay que tener en cuenta las oraciones anteriores y las oraciones siguientes para hacerlas. Entonces, pues básicamente... Cada vez que tengamos un punto, eso es una oración y, como habíamos dicho, son unidades independientes sobre las que podemos trabajar, ¿no? Entonces, como digo, un poquito más abajo tienes este pequeño texto. Por supuesto, tienes el vocabulario para hacer este pequeño texto y lo que tienes que hacer es exactamente lo mismo que hemos hecho aquí. Morfología, sintaxis, traducción, etcétera, etcétera. Así que, mucha suerte y nos vemos en la corrección un poquito más abajo.