Resumen de la Industria del Café Colombiano

Resumen

En esta conversación, Pedro Echavarría, gerente de Pergamino, repasó la trayectoria y los retos de la industria del café especial colombiano, destacando la importancia de la calidad, la trazabilidad y las relaciones humanas tanto con productores como con clientes internacionales.
Se profundizó en las diferencias culturales y de consumo entre mercados como Estados Unidos, Asia, Europa y Medio Oriente, así como en las complejidades logísticas de exportar café desde zonas rurales de Colombia.
La conversación abordó la relevancia de la reputación, la paciencia para construir relaciones de confianza y la visión familiar como base para la sostenibilidad del negocio.
Participaron Pedro Echavarría y los entrevistadores, quienes exploraron a fondo la estructura de la cadena de valor, el proceso de internacionalización y las lecciones aprendidas por Pergamino.

(No hay tareas con plazo definido en la conversación, ni asignaciones directas a participantes.)

Pergamino inició como una finca familiar dedicada a la producción de café, fundada por el padre de Pedro Echavarría hace más de 40 años.
La empresa evolucionó desde la simple producción agrícola a la exportación de café en verde y posteriormente a la creación de una marca propia enfocada en cafés especiales y tiendas físicas.
Actualmente, Pergamino trabaja a lo largo de toda la cadena de valor del café, desde la producción en origen, alianzas con más de 2.000 productores aliados, hasta tiendas propias y exportación.

La calidad del café se mide por dos parámetros: calidad física (defectos de grano, normativas de exportación y de especialidad) y calidad sensorial (evaluada en una escala entre 70 y 95 puntos; más de 84 puntos se considera café especial).
La complejidad aromática y la limpieza son factores clave en la evaluación sensorial de un café especial.
El café colombiano, a pesar de su reconocimiento global, ha caído en la homogeneización del producto, enfocándose en el promedio y perdiendo el foco en la innovación y la diferenciación sensorial.
La marca y el marketing son importantes, pero no pueden suplir la falta de calidad excepcional en taza en los mercados internacionales.

Colombia es el tercer productor mundial de café, con una estructura dominada por pequeños productores (600.000 familias) y un sistema logístico largo y complejo.
El café pasa por intermediarios, cooperativas y exportadores, enfrentando retos de trazabilidad, logística y mezcla de calidades.
El proceso de llevar cafés especiales desde comunidades remotas hasta el consumidor final implica desafíos operativos y de control de calidad durante toda la cadena.
Pergamino ha optado por empoderar a familias locales como operadores logísticos para consolidar y separar lotes, asegurando la calidad y facilitando la exportación.

El modelo de Pergamino se basa en la relación con importadores en lugar de abrir oficinas de ventas directas en el extranjero, confiando en su capacidad para distribuir a pequeños tostadores y gestionar las diferencias culturales y logísticas de cada país.
Las relaciones humanas y la confianza son fundamentales, tanto con productores locales (a través de la continuidad y el cumplimiento de promesas) como con clientes internacionales (mediante honestidad, transparencia y visitas regulares).
El negocio de cafés especiales requiere reputación y adaptación cultural; la honestidad y la resiliencia ante los errores son esenciales para establecer relaciones de largo plazo.
Las ferias internacionales sirven más como puntos de encuentro y construcción de relaciones que como espacios inmediatos para cerrar ventas.

El mercado principal de Pergamino es Estados Unidos (70% de las exportaciones), seguido por Europa, Australia y Asia (especialmente Corea).
Existen diferencias culturales y de consumo entre los mercados: Estados Unidos valora el volumen con mezclas de alta calidad (blends), mientras Asia y Europa prefieren cafés ultraespeciales en pequeños volúmenes.
Pergamino adapta su enfoque según el mercado, confiando en importadores locales para la venta y distribución, especialmente en lugares con mayor barrera idiomática y cultural como Corea o Japón.

La paciencia, la honestidad, la reputación y la resiliencia ante la frustración son valores centrales para la empresa.
El impacto social está intrínsecamente ligado al éxito del negocio, ya que la sostenibilidad a largo plazo depende de que los productores prosperen y reinviertan en sus comunidades.
La empresa prioriza la continuidad y el crecimiento orgánico, manteniendo la estructura familiar para preservar la visión y los valores a largo plazo.

La lectura y el consumo de información son considerados fundamentales para el criterio y la toma de decisiones.
El equilibrio entre vida personal, profesional y el desarrollo de relaciones honestas marca la definición de éxito para Pedro Echavarría.
Se destaca la tolerancia a la imperfección y la importancia de aprender de los microfracasos diarios como parte del crecimiento profesional y personal.

Trabajar exclusivamente con importadores para la internacionalización — Permite adaptar el portafolio a diferentes mercados y aprovechar el conocimiento local sobre los clientes finales.
Mantener la estructura familiar como pilar del negocio — Da estabilidad y visión de largo plazo, priorizando el impacto y las relaciones humanas sobre el crecimiento acelerado o la rentabilidad momentánea.

¿Realizar una segunda conversación para profundizar en la experiencia de Pergamino con tiendas físicas y el contacto directo con el cliente final?
¿Analizar el impacto de factores de seguridad en las operaciones logísticas y relaciones con productores en zonas remotas de Colombia?
¿Explorar más sobre la liberalización de la exportación de pequeñas cantidades de café y sus efectos en el mercado?