Salud en directo América de France 24. Me acompaña en el estudio Marina Sardinia. Marina, buena mañana de jueves. Vamos a hablar de una problemática bien dura, es el hambre. Los efectos sobre nuestra salud cuando faltan ocho años para lograr la meta cero de Naciones Unidas. La meta que se propuso Naciones Unidas, la inseguridad alimentaria y todas las formas de malnutrición siguen creciendo a nivel mundial y pareciera que esta meta no la vamos a poder lograr lamentablemente.
Así es Raúl, buenos días. El hambre, la malnutrición o la falta o el acceso a los alimentos se cobran millones de vidas cada año y tiene unos efectos de largo alcance en nuestra salud. La desnutrición y la falta de acceso a dietas saludables Es, por lo tanto, un tema de salud pública.
Como decías, lograr el hambre cero para 2030 es uno de los objetivos de desarrollo de Naciones Unidas. Pero lejos de lograr esta meta, la inseguridad alimentaria aumenta y el hambruna cada año. Entre 700 y 800 millones de personas están padeciendo hambre en todo el mundo.
Como vemos aquí, solo en América Latina y en el Caribe, según el último informe, Informe de la FAO, en 2021 el número de personas con hambre creció en más de 4 millones y hay unas 56,6 millones de personas en situación de hambre en la región. Una cifra agravada por la guerra de Ucrania y por la crisis alimentaria que generó esto. Esto representa en el total un 8,6% de la población mundial y un 7,4% en el total mundial. En Latinoamérica, 4 de cada 10 personas. viven con inseguridad alimentaria, un concepto que engloba la malnutrición.
la desnutrición, el hambre y la pobreza extremas, y que Naciones Unidas lo define como la probabilidad de una disminución drástica del acceso a los alimentos o a los niveles de consumo debido a riesgos ambientales, sociales o a una reducida capacidad de respuesta. En la región también, Raúl, el Caribe es la subregión que representa la mayor proporción de población afectada por el hambre. Haití tiene casi el 50% de su población en situación de hambruna, seguido de Venezuela. Venezuela, Nicaragua, Guatemala o Ecuador. Marine le preguntó las enfermedades que derivan del hambre y también de la inseguridad alimentaria.
Sí, aquí tenemos que separar dos conceptos. La malnutrición, que es una alimentación desequilibrada, y la desnutrición, que es un déficit de nutrientes que conlleva esta malnutrición. Se considera que la malnutrición es uno de los factores que más contribuyen a la carga mundial. de morbilidad.
La malnutrición es por lo tanto una carencia de vitamina, por ejemplo vitamina A, de anemias nutricionales y tiene prevalencia en la mayoría de los países del sur global. Más de una tercera parte de las enfermedades infantiles se atribuyen a la desnutrición. nutrición, donde los factores socioeconómicos agravan potencialmente esto, siendo los menores de entornos rurales, de hogares empobrecidos los más vulnerables.
Una ingesta insuficiente de nutrientes o una alimentación poco saludable, la inseguridad alimentaria también retrasa el crecimiento y socava el desarrollo físico y cognitivo de los menores, aumentando también el riesgo a morir por infecciones comunes, puesto que la malnutrición debilita sus sistemas inmunológicos. Una alimentación poco saludable también predispone a los menores al sobrepeso y a la obesidad y a enfermedades no transmisibles como dolencias cardiovasculares, diabetes o distintos tipos de cáncer en el futuro. Las mujeres, Raúl, también son un grupo vulnerable a desarrollar este tipo de enfermedades por una mala alimentación y es que la inseguridad alimentaria está también atravesada por la brecha de género y por la inequidad, por ejemplo, al acceso de tierras y alimentos.
Solo en 2019, por ejemplo, la prevalencia de anemia entre mujeres de 15 a 49 años aumentó un 30% en la población mundial. Además, según varios estudios, esta inseguridad alimentaria agrava problemas de salud mental que siempre quedan como relegados, pero según varios estudios, aumenta, por ejemplo, el riesgo a padecer estrés o ansiedad. Esto es lo que dijo la Organización Mundial de la Salud al respecto. La sequía, los conflictos, el cambio climático y el aumento de los precios de los alimentos, el combustible y los fertilizantes contribuyen a la falta de acceso a alimentos suficientes. El hambre y la desnutrición suponen una amenaza directa para la salud, pero también debilitan las defensas del organismo y abren la puerta a enfermedades como la neumonía, el sarampión y el cólera.
Marina, hablemos de otro término, la soberanía alimentaria. Bueno Raúl, si bien la FAO habla de inseguridad alimentaria como panacea para acabar con el hambre, hay otro concepto que vamos a explicar que es la soberanía alimentaria. Es un concepto desarrollado desde hace años por el movimiento campesino internacional y lo define como el...
derecho de los pueblos, las naciones o las uniones de países a definir sus políticas agrícolas y de alimentos, sin ningún dumping frente a países terceros. La soberanía alimentaria organiza la producción y el consumo de alimentos acorde con las necesidades de las comunidades locales, otorgando prioridad a la producción para el consumo local. y doméstico.
Proporciona también el derecho a los pueblos a elegir lo que comen y de qué manera quieren producirlo. Este concepto reconoce también los derechos de las mujeres campesinas y exige el acceso universal a la tierra, al agua, a las semillas, a los recursos productivos, así como a un comercio internacional justo. Estas son algunas de las recomendaciones de los organismos para paliar el hambre y por lo tanto las enfermedades que se derivan de este hambre y de estas malnutriciones que pasan por reducir por ejemplo el...
costo de los alimentos nutritivos y aumentar la asequibilidad a dietas saludables, así como lograr la soberanía alimentaria de las comunidades locales. Bueno Marina, una meta no fácil de lograr, esperemos que cada día nos acerquemos más a lograr esta meta de hambre cero que se propuso Naciones Unidas. Gracias como siempre por toda la información de salud. Mañana...