Muchas gracias por acoger nuestra invitación. No sabíamos que íbamos a tener tanto público, esperábamos el auditorio lleno, pero bueno. Tenemos otra sala alterna y parece ser que no ha sido suficiente, pero a veces es muy difícil calcular qué temas van a ser de impacto y cuáles no. Antes de darle la bienvenida a Enrique, quiero contarles por qué surgió esta charla. El año pasado...
Desarrollamos una herramienta que se llama Señas para la Paz. Esta obra surgió del diálogo que tuvimos con personas sordas en torno al acuerdo de paz que se hizo con las FARC. Ellos empezaron a preguntar, que se estaba conversando en La Habana, por qué había que hablar de paz.
Y este año estamos haciendo diversos talleres en colegios, con jóvenes estudiantes, con adultos. Hablando de la paz, y uno de los indicadores que hemos encontrado es que la gente nos dice, hay gente que nos dice, ¿y por qué tenemos que hablar de paz? ¿Acaso qué pasó? Entonces, con esas inquietudes y otras que le hice llegar a Enrique, lo invitamos para que nos ayudara a refrescar, a socializar esta información.
Vamos a tener dos charlas, esta es la primera, la segunda estará planeada para el mes de julio. Hoy Enrique va a cubrir la primera parte del siglo XX y en julio de 1950 al Acuerdo de Paz. Bueno, parece ser que Enrique es muy conocido, pero de todas maneras yo lo voy a presentar.
Enrique, bienvenido a esta tu casa. Gracias por aceptar la invitación. Enrique es doctor en filosofía de la Pontificia Universidad Javeriana, máster en estudios de Asia y África del Colegio de México y máster en análisis de problemas políticos, económicos e internacionales. Es comunicador social y filósofo de la Universidad Javeriana.
Ha escrito principalmente obras literarias, entre cuentos y novelas, y también su último ensayo que se llama ¿Por qué fracasa Colombia? Bueno, Enrique, entonces... Creo que todos han venido porque quieren escucharte, entonces tienen la palabra.
Lo primero que quiero decir es que yo no soy violentólogo ni especialista en estos asuntos, yo soy solamente un intérprete y por tanto es necesario que ustedes tomen esto con beneficio de inventario como una visión más o una interpretación. Cada quien decidirá qué tan buena o mala, plausible o torpe. sobre la violencia en Colombia en relación, porque aquí habría que ponerle a esto un subtítulo, la historia de la violencia en Colombia en relación con la transformación histórica de la nación. Es decir, tratar de explicar la violencia como un fenómeno entre otros muchos y no como un fenómeno propio de la condición colombiana. Si bien es imposible negar la violencia.
También es, a mi juicio, injusto y torpe y ciego creer que siempre hemos sido igual de violentos, que es parte del mito de la nación violenta que en alguna forma hay que desterrar. Los libros que yo he escrito recientemente, el Por qué fracasa Colombia y la historia de un olvido, como se llama el más reciente. Se refieren al hecho, por ejemplo, de reseñar los 300 años o 350 años de paz en los que se forjó, digamos, silenciosamente la nación colombiana. Hoy vamos a hablar del tremendo siglo XX.
Tremendo porque fue el primer siglo y el primer momento en el que la sociedad dejó de ser rural y aldeana y se convirtió progresivamente en una sociedad urbana. urbanizada o en la ruta de la urbanización. En este caso, en un periodo entre 1898 y 1948 aproximadamente, es decir, los primeros 50 años del siglo XX, que fue además el siglo de la transformación demográfica del mundo entero y por supuesto de Colombia. Una sociedad pequeña o relativamente pequeña, de ciudades muy discretas, Piensen ustedes que la Bogotá de 1900, la Bogotá de la Guerra de los Mil Días, apenas llegaba a 180 mil habitantes, es decir, mucho menos que lo que hoy tiene Fusagasuga, o Zipaquira. Hay que ver que si esa era la mayor ciudad de Colombia en ese momento, claramente se trataba de un país rural, en donde por lo menos el 80% de la población vivía en el campo y en formas de vida pueblerina o de hacienda o de vereda que caracterizaron la sociedad durante por lo menos 400 años.
Yo sostengo que la sociedad colombiana no se inventó a sí misma. 5 es el producto de una migración y por qué es el producto de una migración, porque tomó la lengua de los migrantes, la religión de los migrantes, los valores, la arquitectura, la organización social de los migrantes, fundamentalmente individuos que venían del sur de España, expulsados por una serie de razones de orden político-religioso que no van a ser objeto de análisis en esta charla. pero en ocasión Así como los Estados Unidos o Canadá se formaron con migrantes, o Australia, en una medida distinta, pero comparable, la sociedad colombiana, al menos culturalmente hablando, se formó con migrantes.
Hubo mestizaje racial, que es innegable, con indígenas, con afrodescendientes que vinieron también en las expediciones de los barcos de los negreros y de los traficantes de esclavos. Pero curiosamente esa población encontró un territorio bastante amplio, en donde, y que no pobló del todo, en donde establecerse cada uno a su aire y a su manera, con relativa libertad en relación con la corona española y el imperio de los Habsburgues después de los Borbones. Así llegó Colombia a la independencia al comienzo del siglo XIX, cuando colapsaba de alguna manera y de modo además muy estridente el Imperio Español.
El Imperio Español en realidad y las independencias que se derivaron de él, colapsó gracias a la invasión de Napoleón a comienzos del siglo XIX. En alguna forma y aunque no sea un chiste, Napoleón nos dio la libertad. ¿Por qué? Porque invadió España, llevó al rey al exilio, hizo que los ejércitos españoles se dispersasen completamente para defender América y por tanto lo que hubo en América en los tiempos de Bolívar y Santander fueron guerras civiles entre partidarios de la libertad o de la independencia y partidarios del viejo régimen, o sea, de seguir con el rey.
Pero ¿cuál rey si estaba en el exilio? ¿Cuál rey si el país estaba invadido? cual rey si estaba gobernado por el famoso José Bonaparte. En otras palabras, fue un momento peculiar de la historia el que marcó el rumbo de la independencia y en alguna forma la población colombiana no estaba preparada, o apenas si lo estaba, y me refiero al pueblo común y corriente, aislado en sus montañas, en sus quebradas, en sus veredas, en sus pequeños pueblos de 2.000 o 3.000 o 5.000 habitantes. Esa gente no estaba preparada para la independencia y se demoró todo el siglo XIX, adaptándose en una medida desigual, unas sociedades más rápido que las otras, etc., a lo que habría de ser la Colombia de los tiempos en que además ensayamos modelos, la Confederación Granadina, los Estados Unidos de Colombia y otros esfuerzos de corte más o menos federalista, hasta que...
En 1886, y un poco zanjando todas las discusiones anteriores, Rafael Núñez, con la constitución de 1886, establece la República Unitaria Centralista, que, paradójicamente, ya era federal. Colombia es un país federal de facto, aunque no lo sea oficialmente, porque las regiones estaban tan separadas entre sí, había tan poca comunicación, era todo tan arduo. llegar de Antioquia a Santander o a la costa o a Bogotá o al valle, que incluso hasta en el periodo que yo les estoy hablando, 1898-1950, las gaseosas y los productos industriales se fabricaban en cada región, había gaseosas de Huila y del Tolima y de Antioquia, etcétera, no solo gaseosas. El pan, el maíz, la harina, todo se producía en las pequeñas cantidades propias de las sociedades semifederales y semirurales que caracterizaron a la Colombia que surge en el siglo XX.
Pero el siglo XX efectivamente sí trajo una serie de mutaciones importantes. En la segunda mitad del XIX se había abolido la esclavitud y se había iniciado la vida de los partidos. El Partido Liberal, el Partido Conservador.
¿Qué es propiamente, o cómo se puede interpretar para el caso colombiano, el ser conservador o el ser liberal? Me refiero sobre todo al siglo XIX. Conservador era fundamentalmente ese grupo de personas y familias que tenía algún tipo de posesión no necesariamente muy grande, que estaba fuertemente adscrito a la lógica de la iglesia, a la educación eclesiástica, a los valores eclesiásticos católicos más o menos rígidos que habían caracterizado la vida colonial y esa sociedad quería seguir, como su nombre lo indica, con un patrón similar al que tenía o al que había tenido durante varios siglos. En alguna forma, la tradición conservadora, o de la sociedad conservadora, rural, de familias grandes, católicas, monogámicas, o al menos aparentemente monogámicas, era la nota dominante de la sociedad, un poco inercialmente. Así venía la nación colombiana y así había evolucionado.
Aparecieron las ideas liberales, los valores liberales. Una serie de requisitorias y de alternativas liberales, por ejemplo, en Antioquia la sociedad de la escuela de minas y los mineros, Alejandro López y una serie de pioneros de los años 1850, Lengerke, el alemán en Santander, algunos otros valores, por ejemplo, los famosos Isaacs y los otros individuos, Eder, en el Valle del Cauca, alrededor de, por un lado, la caña de azúcar. los ingenios o la producción de azúcar en masa, el tabaco que surgía como una alternativa y de manera absolutamente fundamental el café, que solo a partir de 1850 se convierte en un producto de exportación que le da a la economía nacional ingresos suplementarios a los que tradicionalmente no había tenido porque era una economía cerrada y de subsistencia. Eso caracterizó transformaciones de la sociedad.
La aparición de clases nuevas, de valores nuevos, de profesiones nuevas, de reconocimientos nuevos, la idea de irse a las ciudades, que antes no era muy bien vista ni apetecida, se convirtió de repente en algo atractivo. De modo muy interesante, casi se dice, o se podría decir, heroico, en 1875 se inició lo que habría de ser la empresa más importante, importante de transformación social de la vida colombiana, que fue la construcción de los ferrocarriles, de los ferrocarriles nacionales. De 1875 a 1900, es decir, los años en que se fragó la famosa Guerra de los Mil Días, fueron años de conmoción ligados a las obras públicas, ligados a la aparición, recuerden que todavía Panamá pertenecía a Colombia en ese momento, la aparición de una serie de proyectos de modernidad. que caracterizaron el horizonte liberal y las ideas liberales que se postularon durante, digamos, los últimos 30 años del siglo XIX.
De 1870 a 1900 fueron esos años de enjundia, digamos, de, como les digo, grandes proyectos, alternativas de pioneros, horizontes de nueva vida, que habrían de garantizar la llegada al progreso. a la modernidad y también a la necesaria integración de la nación, que hasta ahora, o hasta entonces, no se había podido conseguir. Colombia tiene dos mares, efectivamente, el Atlántico, o sea, el Mar Caribe, nos comunica con el Atlántico y el Océano Pacífico, y sin embargo había vivido 400 años de espaldas a esos mares, en alguna forma todavía lo vive.
Luego... Esa característica de la sociedad por la cual, y de manera tan tajante, tan interesante, empezó a buscar una vida nueva, unos horizontes nuevos, trajo como una de sus consecuencias naturales la violencia. ¿En qué consistía la violencia en el siglo XIX? Según los estudios que han hecho los expertos, me refiero...
a historiadores de mucho reconocimiento, porque mi idea es de ninguna manera separarme de lo que ya ellos han descubierto y establecido con pruebas muy contundentes. Gracias a esa investigación, la transformación de la sociedad se dio por la vía de milicias, lo que hoy llamaríamos paramilitares, que en determinadas regiones tomaban las armas para obtener una serie de vindicaciones o reivindicaciones de orden político o de orden económico. Había milicias liberales y había milicias conservadoras.
El gobierno era... pobre y tan débil que en la mayoría de los casos no podía controlar de ninguna manera, no tenía tropas, ni equipos, ni medios de transporte, ni alternativas para controlar una rebelión que estallara en el Huila o que estallara en Magdalena o que estallara eventualmente en algún lugar del país. Se demoraba mucho tiempo en llegar, por ejemplo, a la famosa zona bananera del Magdalena, se demoraba eternidades en llegar a los llanos.
para localizar a los 200 o a los 150 milicianos que se habían organizado, fuera cual fuera el bando que hubieran tomado, para instaurar repúblicas de violencia, digamos horizontes de pequeña violencia en las que estos individuos ejercían un control, pues marcado por las armas, y que les llevaba a unas disciplinas cada vez mayores de masacre o de saqueo. en virtud del hecho de que nadie los iba a combatir, de que la impunidad iba a reinar implacablemente en sus acciones. Así se originaron, por ejemplo, en 1876, las milicias que habrían de ser el antecedente de la Guerra de los Mil Días. Se formaron, por ejemplo, milicias en Santander, en el área de Palo Negro, en los alrededores de Bucaramanga.
Se formaron milicias liberales en esa zona. Toda la zona occidental del departamento era conservadora. Empezó a haber unos factores de polarización en virtud del color relativo o del interés relativo, liberal o conservador, de las milicias que en unos u otros lugares se habían establecido. Entretanto, y como resultado de esas presiones, la gente del campo empezó a sentir que ya no era seguro seguir viviendo en el campo y por tanto era necesario migrar.
a las ciudades. Así se fueron formando las primeras ciudades, me refiero a aglomeraciones de 100.000 personas o de 80.000 personas, que en ese tiempo eran claramente ciudades. Esos individuos, recién llegados a los pueblos a los que se adscribían de lo que hoy llamamos un país de ciudades, las 22 o 23 ciudades intermedias que hoy tenemos, empezaron a recibir migrantes. hacia 1880, 1890, provenientes de las fincas colindantes, o algunos de los hijos sobrantes, por decirlo así, de los recolectores de café, o de los trabajadores de los ingenios en el Valle del Cauca, o de los otros individuos empeñados en el cacao, en el tabaco, etc., que se aburrían de su vida campesina y empezaban a buscar digamos el encanto de la ciudad. Hay novelas, por ejemplo las del famoso Tomás Carrasquilla, hay novelas como las de Osorio Lizarazo, que reconstruyen ese mundo de finales del XIX, ese mundo un poco incierto, marcado ciertamente por la violencia, pero sobre todo por la voluntad de migración hacia un mundo nuevo.
En las ciudades se empezaba a ver, por ejemplo, la forma de establecer patrones de energía eléctrica que pudieran iluminar las calles oscuras. Una sociedad que había vivido a oscuras por 400 años sentía una gran fascinación porque hubiese luz eléctrica. Una sociedad que había vivido aislada sentía fascinación porque hubiese gente en las calles y en las tabernas.
las chicherías, etcétera, se llenasen, porque hubiese conversación política, porque hubiese lectura de libros, la eventual llegada de... a través del río Magdalena de una serie de objetos importados que eran apetecidos inmensamente. Por ejemplo, seguramente ustedes vieron esos antiguos chiffonés, esos muebles que llegaban de Francia, los viejos armarios, los muebles de comedor o de sala, para las casas, vitrolas.
gramófonos u otros instrumentos que eran verdaderos hitos sociales de atracción. Todo el mundo se sentía dramáticamente combinado por el esplendor de la técnica y de la ciencia que llegaba a través de nuevos inventos a un país que, un poco a lo garciomarquiano, un poco como el Macondo, nunca había visto eso y estaba completamente asombrado frente a... ese tipo de cosas que eran auténticas innovaciones. En alguna forma, Colombia llegó al mundo a finales del siglo XIX.
Es decir, lo que habría de ser la sociedad colombiana aspira a ver todos esos avances, incluso empieza a ver que es posible tomar un barco hasta el Magdalena, llegar a Barranquilla y a través de Barranquilla quizá llegar a Nueva York alguna vez, o a España, a los puertos españoles del sur. o del Mediterráneo. La sociedad más refinada se afrancesa un poco, es decir, llegan textos en francés y la gente empieza a aprender francés, además del latín, de la educación puramente escolar-eclesiástica que caracterizaba el latino y el griego, sobre todo la vida de los seminarios, porque un poco como en Europa, la gente más formada hasta 1890 era la gente de los seminarios.
Aparecía la Universidad Nacional, había otras pocas universidades como el Rosario en Bogotá, surgía el externado, surgían las universidades que habrían de ser íconos ya de la modernidad, pero todavía eran muy pequeñas, eran colegios de 20 o 30 o de 50 alumnos. Eso en relación con la totalidad nacional era muy poco, y sin embargo sirvió como una suerte de semilla o de fermento. de lo que habría de ser la nación colombiana de en adelante.
Lo que quiero es que cuando expliquemos la violencia en Colombia tengamos una serie de razones históricas para apuntalar nuestros argumentos. Es básicamente lo que hace madurar un poco la explicación que el pueblo le da a su propia historia. Eso es central.
Y por tanto es fundamental que... Ni los conservadores eran verdaderos conservadores ni los liberales verdaderos liberales. Las ideas que llegaban estaban un poco mitificadas y eran confusas.
Incluso a veces hermanos o personas de la misma sangre eran los unos liberales y los otros conservadores y sólo por razones fortuitas terminaban enfrentándose entre sí, por la conquista de una determinada región o por... el logro de un determinado puesto o por un triunfo electoral más o menos fortuito, cuyas características no definían verdaderos cambios o auténticos cambios en la vida social y política de la sociedad. Esto es fundamental considerando el hecho de que hasta 1900, hasta la guerra de los mil días por lo menos, que empieza en 1898, Nadie había cambiado radicalmente su forma de vida, sólo había unas nuevas ideas que estaban transformando las mentalidades. Primero cambian las mentalidades, luego cambian las realidades.
Esto es también fundamental, uno no se vuelve de la noche a la mañana un partidario de tales o cuales ideas liberales o de Rousseau o de los derechos humanos, sino que tiene que ir madurando esas ideas y verlas. expresadas en su propia vida, para poder sentir que puede luchar por ellas o trabajar por ellas, en mayor o menor medida, como les digo. A pesar de todo, y de que la violencia fue artera, dañina, destructiva, no tuvo un efecto fundamental en mengua de la población.
Es decir, murieron personas, sobre todo hombres, a finales del siglo XIX, en esas escaramuzas militares o paramilitares, si se quiere, de las milicias, pero la mayor parte sobrevivió, y sobrevivió para ser otra persona, para vivir de otra manera, para adquirir o asimilar nuevos valores. Eso es lo que realmente cambió para siempre la vida colombiana. Con la guerra de los mil días, pero sobre todo con la llegada, como les digo, de la modernidad.
De una modernidad todavía mítica, en todo caso modernidad al fin, porque ya no podían seguir viviendo en la aldea, en el pueblo, en la familia, en el mundo colectivo que los caracterizó por tanto tiempo, sino que eran individuos por primera vez en las ciudades, buscando trabajo, vistiéndose de un modo distinto a como se habían vestido antes. Para nadie es un secreto que solamente un 10% de la población usaba zapatos, el otro 90% iba descalzo, y eso hasta bien entrado el siglo XX, todavía en los días de Gaitán muchos de sus seguidores iban descalzos. Luego el cambio se fue produciendo gradualmente, a pesar de que fue solo en 50 años, la sociedad mutó gradualmente porque no podía adaptarse de la noche a la mañana.
a una forma de vida, a unos valores y a unas realidades completamente distintas de las que caracterizaron la vida social. Colombia estaba muy lejos de tener edificios, de tener calles planificadas o ciudades planificadas. Las ciudades se hicieron al desgaere y al azar de cómo iban llegando y adaptándose en tuburios y en cambuches los recién llegados.
Se tomaron algunos terrenos. Todavía no había planeación urbana, todavía no había aquellos valores que caracterizaron o que caracterizarían después a la mitad inicial del siglo XX. Lo paradójico es que la guerra civil, la guerra de los mil días, que efectivamente duró un poquito más de mil días, mil treinta según algunos, esa guerra civil la ganaron los conservadores. Y los gobiernos fueron desde 1900 hasta 1930 conservadores.
Durante esos gobiernos conservadores se perdió Panamá, porque no había quien atendiese el asunto. Durante el siglo XIX se había intentado con la expedición del ECEPS, con una serie de dificultades inmensas para las cuales el país no estaba preparado, hacer el canal por nuestros propios medios, cosa que no pudimos hacer. un poco como el mundial del...
del año 86, renunciamos a él por impotencia y por inepcia y por incapacidad, simplemente fue una empresa que en ese momento no estaba, desbordaba completamente las posibilidades de la nación. Y pues además, los intereses norteamericanos en la región eran muy grandes, su adaptación y su capacidad técnica y política en los tiempos de Theodore Roosevelt. eran tan grandes que simplemente se perdió Panamá con un solo muerto, es decir, apenas sin luchar, en las condiciones de precariedad muy dramáticas, porque además el país acababa de salir de la guerra, justamente.
Llegó al poder un personaje que habría de ser fundamental en la vida colombiana, se llama Rafael Reyes. Rafael Reyes fue... el primer presidente después de la pérdida de Panamá y digamos el que tomó el rumbo del país al iniciar el siglo XX. El siglo XX se inició en todo el mundo con una gran expectativa, efectivamente el mundo veía este siglo como algo promisorio, como el siglo del gran avance, de la gran técnica, de la gran ciencia. No sabía nadie, o por lo menos no tenía por qué saber, al menos el gran público, que también sería el siglo de las grandes guerras, el siglo de las grandes mortandades, además de todo lo demás.
La verdad es que la vida no es buena ni mala, la historia no es buena ni mala, simplemente las cosas se van preparando oscura y secretamente, y simplemente ocurren, estallan. Un poco por fatalidad en algunos casos, otro por causas sutiles, relativamente siniestras, otro porque simplemente la ignorancia o la indefensión de la mayoría o de las mayorías termina. viendo con buenos ojos cosas que probablemente sean terribles o fueran terribles en ese momento.
El caso es que Colombia, en los tiempos de Rafael Reyes, empezaba a pensar en hacer carreteras. En los tiempos de Rafael Reyes empezaba a tratar de interconectar los ferrocarriles existentes para que configuraran una red nacional, cosa que solo se conseguiría lentamente. durante los años siguientes. Rafael Reyes fue el primero que estimó el valor de las costas y sobre todo de la costa caribe y la necesidad de conectar a Bogotá y a las zonas del interior con la costa caribe. Pero imagínense cómo podía hacerse, si hoy es difícil de hacer, cómo podía hacerse en 1904 o en 1908. El transporte sigue siendo fundamentalmente a través del río.
El río es el gran nervio de la vida colombiana, siempre hubo contacto entre el norte y el sur gracias al río, no sólo al Magdalena, también al Cauca, gracias al hecho de que las cordilleras brindan una serie de, digamos, descansaderos en los que es posible pasar incluso temporadas. Si una persona no podía aguantar el calor de Montpós o el calor de Onda, se iba a alguna zona cercana. cercana, donde hubiera una montaña, una meseta, en la que podía pasar unas semanas o unos meses, sobre todo recuperándose de las fiebres, de los males que azotaban al pueblo con una tremenda ferocidad.
La expectativa de vida en esos tiempos era de 52 años, es decir, una persona que llegaba a los 50 años ya se consideraba al borde de la muerte o cercana a la muerte. Y muchos de ellos habían tenido 12 o 14 hijos, entonces sus hijos ya de 30 años, etcétera, tomaban la finca y ya era posible que reemplazaran a su padre o a sus padres porque habrían de ferecer muy pronto. Después de Rafael Reyes viene un personaje muy importante en la vida colombiana que es Miguel Antonio Caro. que es el que enfrentará al país con los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial. Algunas personas denostan o hablan muy mal de Miguel Antonio Caro porque era un lingüista, un sujeto que sabía latines, en verdad seguramente muy poco de gobierno, pero representó muy bien a lo que era la élite, o por lo menos la aspiración de la élite bogotana y en ese tiempo la élite colombiana, que quería ilustrarse y tener, digamos, una participación aunque fuera remota de la vida de Occidente y saber cosas del mundo, aunque, por supuesto, de modo muy provinciano todavía, de modo que no era para nada un asunto promisorio, sino solamente una postulación teórica de un mundo que en realidad estaba todavía muy lejos de la vida colombiana.
Esas dos figuras, Rafael Reyes y Miguel Antonio Caro, marcarán la pauta, sobre todo, como les digo, de la evolución conservadora durante los primeros 30 años del siglo. Colombia vivía, en general, agazapada, como agachada frente a los acontecimientos mundiales. Una característica de ello era el hecho de ser renuente a la migración, es decir, que no llegasen... Individuos que pudieran perturbar el orden de la sociedad.
Era una sociedad timorata en muchos aspectos, a pesar de sus violencias internas y de sus contradicciones. No quería cambiar, o no sabía cómo cambiar, o por lo menos no quería que los cambios viniesen de fuera abruptamente, sino que pudiera asimilarlos de un modo relativamente lento. Esa velocidad del cambio, sin embargo, durante el siglo XX se irá acelerando cada vez más, haciéndose finalmente vertiginoso y empezar ya a superar con mucho las posibilidades tradicionales de la sociedad. Conste, como les digo, que en este aspecto ni ser conservador ni ser liberal eran definitorios, sino dónde vivía uno. qué amigos tenía, qué posibilidades tenía.
Por ejemplo, en Antioquia se hicieron experimentos industriales, como los de Fabricato y Coltejer, que habrían de tener gran importancia en la vida posterior. Aparece la industria del acero en Boyacá, aparecen una serie de experimentos para constituir una infraestructura, por ejemplo, el manejo de hierro y acero, que fuera clave para el país del futuro, incluyendo La fabricación de acero para ferrocarriles, la reparación de máquinas, la primera llegada de los motores, la primera combustión, el descubrimiento del petróleo a comienzos de siglo, en las selvas del Carare, en Casave, por ejemplo, y en otros pozos que todavía eran explotados de un modo muy artesanal y sin embargo ya empezaron a mostrar una serie de potencias que tenía el país. Potencias que sin embargo no sabíamos qué hacer con ellas, en alguna forma todavía no sabemos qué hacer. En todo caso, nuestras condiciones de adaptación a este nuevo mundo eran problemáticas y sin embargo, claramente el mundo del pasado, el mundo aldeano, el mundo cerrado, era cada vez más rechazado. Llega la Primera Guerra Mundial y la Primera Guerra Mundial de 1914 a 1918 tuvo tremendo impacto.
en la vida colombiana, porque aunque en verdad Colombia no sabía ni podía participar en semejante conmoción mundial, sí empezó a ver que la guerra traía modificaciones tremendas en la vida social. Una de ellas, por ejemplo, muy impactante para los colombianos fue la aviación, la aparición de los aviones. Tanto es así que en Barranquilla, la famosa escata, En 1919, el año entrante, se cumplirán 100 años, es la segunda compañía aérea del mundo, después de las líneas aéreas alemanas que habían surgido justamente de la Primera Guerra Mundial.
En ese orden de cosas, Colombia tenía una gran admiración por el progreso, pero al mismo tiempo un gran temor por las consecuencias del mismo. se veían claramente como algo funesto, algo tremendamente importante que le pasó a Colombia a finales del XIX, comienzos del siglo XX, fue la aparición también de los periódicos, la aparición primero del Espectador y a comienzos del siglo XX del tiempo y de otros periódicos, dieron a la vida social y a la crónica de la vida social una importancia que en el pasado no había tenido, porque la sociedad era una sociedad de curso y de curso. oral, es decir, se enteraba de las cosas por rumores. Ahora empezaba a haber una vida documental y documentada con los periódicos, con los medios escritos, con los políticos que se convertían en columnistas o articulistas, con los debates que podían ser sostenidos y observados por muchas personas, con la llegada progresiva de imprentas y de publicaciones.
con la asimilación de libros que por primera vez conformaban bibliotecas relativamente importantes, etc. Es decir, ya no sólo el mundo sino el relato del mundo empezaba a llegarle a esta sociedad y por tanto la necesidad de ser letrado. Como les digo, la educación hasta 1950 fue fundamentalmente eclesiástica, es decir, los mayores proveedores de educación en Colombia eran Gracias. las comunidades religiosas.
Los seminarios tenían una tremenda importancia y prácticamente todas las familias colombianas destinaban un niño y una niña para que fueran al seminario o al convento. Esa fue una tradición que se perpetuó en Colombia durante todo el siglo XIX por lo menos y hasta bien entrado el siglo XX. Luego los seminarios colombianos estaban llenos de vocaciones.
Por lo menos el muchacho o la muchacha aprendía a leer y a escribir. En algunas ocasiones aprendía latín y griego, o por lo menos latín. En algunos casos era posible que viajase a otros lugares dentro del mismo país o a veces a España o a otros lugares del mundo, en unos periplos que eran muy peligrosos y muy problemáticos, pero en todo caso muy emocionantes para una sociedad profundamente provinciana como era la nuestra.
Esa condición marcó entonces una evolución mental y espiritual de la sociedad hacia un gran reconocimiento a los letrados. Es un poco la metáfora de Miguel Antonio Caro que decimos aquí. Hoy en día la Academia de la Lengua parece que no le importara a nadie, pero en ese tiempo era muy importante la forma de hablar, la forma de asimilar los conceptos, los valores que llegaban a través de esos conceptos, la perspectiva de poder interpretar textos científicos o textos filosóficos o textos de carácter literario que provenían del exterior. La perspectiva por primera vez auspiciosa de tener una literatura nacional, etc. Piensen ustedes que ya Jorge Isaacs había escrito en el siglo XIX su María, que era incluso legendaria en Buenos Aires y en otros lugares del mundo, y aquí nadie la había leído.
¿Por qué? No se sabía leer. Solo el 10% de la población medio sabía firmar. Como les digo, ese mismo 10% que tenía zapatos, aproximadamente. El otro 90% de oídas y en virtud de una admiración tremenda que profesaba por esos avances y por esos despertares, no sabía mucho pero admiraba mucho y presionaba a sus hijos para que estuviesen en un estado intelectual sensiblemente superior.
a las generaciones anteriores. A partir de entonces, por ejemplo, esta obligación de estudiar para los hijos se volvió más o menos generalizada y los padres trabajaban, los padres campesinos trabajaban para que sus hijos fueran a las ciudades y adquiriesen por lo menos la perspectiva del bachillerato, una educación primaria y secundaria que... Les permitiese tener, no sé, por lo menos 10 años, 11 años de escolaridad y a través de ellos un reconocimiento básico, el cartón de bachiller.
El cartón de bachiller era una alternativa, hoy que tanta gente lo mira con desprecio, fue fundamental para transformar la sociedad durante estos años iniciales del siglo XX. Un bachiller, por ejemplo, se podía meter a una especie de universidad que eran las escuelas normales. Hacia 1920, una misión alemana, la misión de Hans Heidel, acordó con el gobierno conservador de ese momento, con los gobiernos de algunos ilustres personajes de aquellos días, La conformación de escuelas normales en varias ciudades colombianas.
Fueron famosas las normales de Bogotá, de Tunja, de Bucaramanga, de Pamplona, de Manizales, entre otras, de Popayán, que forjaron a una élite de maestros que habrían de ser fundamentales para transformar la sociedad en los años posteriores. Todavía no sabemos lo mucho que le debemos a las escuelas normales y a su tremendo aporte en la vida colombiana, porque fueron simplemente la plataforma de ingreso a la universidad y a la posibilidad de profesionalizar la sociedad. En realidad Colombia hizo esa labor muy rápido, la hizo en 50 o 60 años, pero Las escuelas normales contribuyeron inmensamente a que hubiese nuevos e incluso muy numerosos postulantes hacia la formación universitaria.
Las carreras tradicionales, como ustedes saben, se habían sido Derecho y Medicina, o Medicina y Derecho. La Medicina y el Derecho otorgaban un prestigio y un reconocimiento casi automáticos. apareció también en ese tiempo la profesión de ingeniero. La profesión de ingeniero, al principio muy demeritada y todavía muy problemática, fue ganándose espacio a medida que las obras públicas empezaron a ser heroicas, como les digo, a medida que la interconexión lograda a través del ferrocarril ponía en contacto a regiones que antes o que antaño no habían tenido contacto alguno, a medida que propició y prohijó ¡Gracias! La migración, la migración interna, lo que hoy llamamos desplazamiento interno, se inició a finales del siglo XIX y sobre todo en la primera mitad del siglo XX, con una fuerza, con un fervor, con una intensidad abrumadoras, que probablemente habrían de cambiar a la sociedad para siempre.
Y además... produjeron un elemento adicional y es que la vieja endogamia por la cual siempre se casaban los de tal familia tal con la familia cual en el pequeño pueblo se rompió y empezaron a casarse personas que vivían en, o que habían nacido en regiones muy distantes entre sí. Empezó a haber matrimonios intra-interregionales, perdón, para sustituir a los intra-regionales que habían carecido. caracterizado el pasado y así se formó una sociedad un poco más cosmopolita y un poco más dada a buscar un destino urbano y un poco más desarraigada también de la familia extensa que la había caracterizado. Entonces empezó a quebrarse el modelo de familia extensa y aparecer la familia nuclear, de la que habla por ejemplo la señora que sale los billetes de 2 mil pesos, Virginia Gutiérrez de Piñeres.
que es probablemente la señora que más inteligentemente ha caracterizado las transformaciones de la sociedad colombiana en el siglo XX. Si no me creen a mí, lean a Virginia Gutiérrez de Piñera de Siberal lo tremendamente importante que fue esa transformación política, demográfica, sociológica, que se experimentó durante esos primeros 50 años del siglo como resultado de los matrimonios interregionales y de la aparición, de individuos en las ciudades, en las zonas urbanas, en las periferias de Bogotá, en las periferias de Cali, de Medellín. La propia ciudad de Medellín, que era una aldea un poco sin destino, encontró un horizonte a comienzos del siglo XX y claramente se volvió polo demográfico en Antioquia. Y además la vieja colonización antioqueña también penetró con fuerza. en el llamado viejo Caldas, en Manizales, en Armenia, en Pereira, que son hoy una suerte de conurbación, donde ya incluso millones de personas viven.
También el valle empezó a predominar sobre el viejo Cauca y Cali empezó a tener mucha más importancia que Popayán, porque en tiempos anteriores había sido claramente al revés. Así se formó entonces la colombianidad, una colombianidad interesante pero azarosa, es decir, el fruto de cierto azar, nadie lo había planeado, ni los gobiernos, que tenían muy poca capacidad de planeación, ni los propios individuos que respondían más bien a las oleadas que en esta materia fueron modificando la sociedad de modo irreversible. Un personaje fundamental en la transformación política de la sociedad fue Rafael Uribe Uribe. Rafael Uribe Uribe, que había luchado en la guerra de los mil días, era un político antioqueño muy versado y muy versátil en adaptar ideas liberales propias del mundo radical, de los liberales manchesterianos y de otros liberales europeos.
a lo que pudiera ser el escenario de la vida colombiana. Y este personaje, mitad militar y mitad abogado, logró con su retórica muy atractiva agrupar a grupos liberales que tradicionalmente habían estado en la periferia. Cuando los conservadores empezaron a ver el peligro que allí había, pues... Convirtieron a Rafael Uribe Uribe en un objetivo y finalmente en 1914 lo matan de un hachazo aquí en la pared oriental del Capitolio, de la Plaza de Bolívar.
Hay todavía una placa en el sitio en donde fue asesinado Rafael Uribe Uribe, pero... Es uno de esos personajes colombianos que hizo más muerto que vivo, que es lo interesante, es decir, a partir de su muerte una serie de factores de transformación política se desataron y empezaron a incitar la aparición de un liberalismo mucho más ordenado, mucho más razonable y políticamente más estable, que fue minando la hegemonía conservadora. y que finalmente la derrota en 1930 con Enrique Olalla Herrera.
A partir de Olalla Herrera, efectivamente el país empieza a ser otro. Empieza a ser otro porque ya el proyecto de transformación se pone como frente y punta de lanza de lo que habrá de ser la nación en los años por venir. Si bien eso fue todavía muy precario, de todos modos mostró un horizonte a la sociedad de lo que podría ser algún día una Colombia urbana, una Colombia, digamos, desarrollada, una Colombia educada, una Colombia en la que hubiese los adelantos técnicos y científicos que había en otros lugares del mundo, una Colombia incluso migrante, por lo menos interconectada con el mundo.
Y aunque estaba todavía muy lejos, ese mundo ya se lo veía como un horizonte, como un objetivo digno de ser buscado y perseguido con toda fuerza, con toda convicción. Enrique Olalla Herrera gobernó solamente estos cuatro años, años de gran agitación, además piensen ustedes que era el periodo de entreguerras, en ese mismo periodo en que Olalla Herrera gobernaba, subió Hitler al poder. Y los grandes socialismos, digamos el modelo soviético, ya estaba muy consolidado en manos de Stalin. Los grandes movimientos obreros en el mundo presionaban a todos los gobiernos por patrones de igualdad, de equidad, de voto para las mujeres. Una serie de cosas que estaban en el pensamiento liberal, pero que todavía no había los modos de convertirlas en realidades cabales.
Los años 30, además, por ejemplo, aparecieron los primeros aeropuertos. Los años 30 marcaron la pauta de las emisoras de radio. Tal vez la revolución más importante en la historia colombiana la hizo la radio.
Empezaron las emisiones en 1928. Y ya hacia los años 30 todo el mundo tenía radio en su casa, incluso personas que no sabían leer. habían accedido al mundo a través de la radio. El radio se dejaba prendido casi todo el día. Las emisoras traían música y acentos y vidas de otros lugares. Por ejemplo, empezaron a llegar las rancheras, empezaron a llegar los tangos.
Y tanto la estética y la retórica de las rancheras como la de los tangos habrían de modificar dramáticamente la vida colombiana a partir de esos años 30. No olviden que además incluso... Gardel murió en este altar en 1935 en un accidente aéreo en Medellín, o al salir del aeropuerto de Medellín. Eso aún conmovió más vivamente a la sociedad, aún la hizo más partidaria del tango. Por lo tanto es así que los verdaderos seguidores del tango, por lo menos los nostálgicos, se cuentan con mayor asiduidad en Colombia que en Argentina.
En Argentina hay unos pocos especialistas, pero... Gente que ame el tango, como viejos paisas, como viejos santandereanos, no. Ya hace mucho que en Argentina el tango pasó para siempre a la historia, como una curiosidad del pasado. En cambio aquí sigue habiendo tangos en las tabernas y un poco en ese mundo nostálgico del viejo Caldas. y lo siguió habiendo durante largo tiempo en otros lugares del país.
Por ahí y por esa vía también apareció el fútbol, también aparecieron una serie de cosas tremendas, incluyendo la literatura, que habrían de ser fermento de movimientos muy importantes en la vida colombiana posterior. Aparecieron los libros y los lectores de libros más o menos ácidos o habituales. Apareció la costumbre de venir a la biblioteca, incluso... El origen de bibliotecas tan importantes, definitivamente ninguna tan importante como esta, pero en todo caso bibliotecas municipales que habrían de abrirle las puertas al mundo, a mucha gente, habrían de presentarle autores, inquietudes, ideas, oportunidades, posibilidades y también terribles terrores y contradicciones a la sociedad colombiana.
tan de puertas para adentro, tan cerrada sobre sí misma, empezó a tener ventanas hacia el mundo. Ventanas que eran promisorias, pero también peligrosas. Ventanas que le traían también los horrores de la guerra, las terribles contradicciones del fanatismo y de la radicalización, y de los nacionalismos, y de un montón de cosas que no eran hasta ese momento relativamente ajenas. Entonces, Olalla Herrera representa en buena medida una especie de recomienzo, o por lo menos de auténtico comienzo de la sociedad urbana, por contraste con las sociedades del pasado. Los gobiernos que vinieron después de Olalla Herrera, problemáticos, contradictorios, etc., ante la perspectiva del retorno conservador, de todos modos marcaron la pauta de una serie de transformaciones sociales y sociológicas que hicieron, por ejemplo, que la ruana fuera cambiada por el saco de paño, por la corbata, que beber chicha fuera reemplazado por beber cerveza, y aparece Bavaria con su gran importancia, incluso una serie de personajes alemanes de comienzos de siglo, que un poco como Lengerke y los pioneros del XIX, el señor...
Kopp y otros personajes clave abrieron fábricas que resultaron muy exitosas, considerando perfectamente la idiosincrasia de la sociedad. ¿Cómo es el pueblo colombiano? El pueblo colombiano se levanta temprano, trabaja por la mañana, pero por la tarde ya quiere tomar cerveza.
Entonces, tomaba cerveza, tomaba café. Por ejemplo, antes la gente no tomaba café, o tomaba café al amanecer para despejar el sueño, Y un café además de una calidad muy mala, no digo por el café mismo que era muy bueno, sino por la preparación que era muy precaria, muy tosca. Y molinos auténticos de café no había muchos, o molían muy mal el café.
El hábito de tomar café empieza en los años 30. Empieza, por ejemplo, en el café Pasaje, empieza en algunos, en el San Moritz, en algunos cafés, el Automático, que se volvieron además míticos en la vida bogotana, porque eran lugares de esparcimiento y de discusión de asuntos políticos, pero también literarios y de otras condiciones. La idea de una vida nocturna, en los años 30 por primera vez fue posible una auténtica vida nocturna. incluso pues tener tabernas abiertas hasta la 1 de la mañana, 2 de la mañana, 3 de la mañana, cosa que era muy mal vista pero de todos modos se volvió cada vez más generalizada y cada vez más importante.
Esa vida bohemia, por ejemplo, que la sociedad nunca había tenido, empieza a tenerla a partir de esta época. Y todo eso al ritmo de los periódicos, al ritmo de las emisoras de radio, al ritmo de las vitrolas y las radiolas y los discos, hizo por ejemplo también muy popular la zarzuela. Aparece el Teatro Colón con sus representaciones, aparece en una serie, no solo en la vida bogotana, los teatros municipales en muchos lugares, aparecen las tertulias en Barranquilla. que habrían de ser el fermento de estos escritores de la cueva en los que se incubó, entre otros, García Márquez, además de otros nombres muy ilustres.
En todo caso, estos 50 años, de 1898 a 1948, fueron acompasados por un ritmo, como les digo, vertiginoso, que producía fascinación y temor al mismo tiempo. a la sociedad. Yo creo que nos hemos debatido entre la fascinación y el temor desde entonces y se puede decir que nuestra vida ha sido signada, marcada por esa extraña mezcla de factores a través de los cuales, atraídos por cosas maravillosas y deslumbrantes y al mismo tiempo atemorizados por nuestra propia inexperiencia, por nuestra propia condición visoña, incluso torpe. Hemos ido asimilando cosas que no entendíamos, como una sociedad que pasa de la infancia a la adolescencia. En mucha medida, Colombia es hoy una nación adolescente, y se supone que un adolescente ya sabe lo que tiene que hacer en el mundo, en realidad no lo sabe, pero presume de saberlo, porque al fin y al cabo salió de la infancia en donde el sentimiento colectivo más importante era el temor, era esa especie de...
pudor, de turbación, de vergüenza, y eso me conduce a uno de los puntos más importantes de esta reflexión, y es que Colombia, en estos 50 años iniciales del siglo XX, pasó de ser primordialmente confesional, a ser secular, es decir, un proceso de secularización se empezó a dar, que empezó a quitarle protagonismo a los curas y a las monjas y a los seminarios y a concedérselo a la ciencia, a la literatura, a otros saberes un poco más seculares, a una vida más cosmopolita, a interesarse por el mundo exterior. por lo que pasaba en los Estados Unidos, por la transformación de la sociedad europea, por una serie de conmociones muy grandes que estaba viviendo el mundo, incluso ya después de 1945, porque Colombia vivió la Segunda Guerra Mundial en un estado extraño de postración y de sorpresa, aunque esta vez, a diferencia de la anterior, tenía voluntad de participar, e incluso algunos medios de participación. Algunos soldados colombianos ayudaron a las tropas aliadas a partir de 1941 para apoyar brigadas francesas o brigadas inglesas o brigadas norteamericanas.
Los franceses, como ustedes saben, estaban todos en la resistencia, o los pocos que luchaban estaban en la resistencia, pero hacían una propaganda muy ampulosa y muy atractiva sobre la necesidad de involucrar muchos pueblos a la guerra. Entonces aquí se leían periódicos franceses, libros franceses o periódicos ingleses o norteamericanos en los que se hablaba de la guerra como una aventura extraordinaria de conocimiento. Y la verdad es que en parte sí lo era, a pesar del terrible horror que suponía el esfuerzo de la guerra misma. Yo, por ejemplo, soy hijo de un santandereano.
que tuvo un primo en la guerra. Mi primo Gil Serrano fue conductor de un camión en Bélgica en 1942 y el camión fue emboscado varias veces y gracias a que estaba despistado, él siguió y a los otros los bombardearon. Se salvó pues de vainas y vino a contarle el cuento. gracias a esa distracción.
Pero la guerra era así, impredecible completamente. En todo caso, lo interesante de esa condición es que el pueblo colombiano, al terminar la Segunda Guerra Mundial, tenía una voluntad muy fuerte de penetrar en el mundo, de descubrir un mundo plagado de mutaciones y transformaciones, formaciones, incluyendo Los movimientos comunistas que se habían creado en los años 30, con Gerardo Molina y una serie de pioneros en esa vida, de las luchas obreras. Aquí había representantes de las luchas obreras, pero no había obreros, que era lo paradójico.
Es decir, clase obrera en un sentido estricto no había. Los campesinos primaban mucho sobre los obreros y los sindicatos eran vistos, por supuesto, con gran recelo por los patrones, como era natural. Pero a pesar de eso, a pesar, digamos, del descuadre, aparece una figura como la de Orgelio Sergaitán.
Orgelio Sergaitán, nacido en Cucunobá, aquí en Cundinamarca, a comienzos del siglo XX. En 1903, había tenido una carrera meteórica como abogado y había tenido una carrera meteórica como político, pero sobre todo, y esa era su gran vocación, era un rétor extraordinario, es decir, una persona con una capacidad retórica muy, muy sofisticada para su tiempo y que además se había pulido en Italia, en la Italia de Mussolini, un poco imitando a Mussolini. ese mundo ampuloso italiano que lo caracterizó, en fin, cuando llegó de Italia a finales de los años 20, se había convertido en una figura política o inmediatamente emergió como una figura política de gran envergadura. En medio de un partido muy disparatado y muy alborotado como era el Partido Liberal, que llegaba por primera vez al poder, como hemos visto, y en donde había luchas intestinas también que marcaron la pauta de su crecimiento.
Mientras fue joven, Gaitán tuvo un desempeño, digamos, muy audaz y muy moderado, pero a medida que fue adquiriendo importancia, es decir, en 1940 en adelante, se convirtió en un verdadero caudillo. Y es extraño que en Colombia en realidad no había habido caudillos hasta entonces. Los caudillos son propios de otras sociedades, por ejemplo en Argentina o Venezuela o México sí había habido auténticos caudillos en el sentido de un hombre, una sola persona que encarnase toda una ideología, toda una esperanza popular, etc. Según Álvaro Mutis, a quien yo alguna vez entrevisté sobre el ascenso de Gaitán, Bueno, me decía que era algo...
que producía una mezcla de temor y de respeto al mismo tiempo, porque nadie hablaba como él, nadie tenía esa capacidad de argumentación tan sofisticada, incluso los conocimientos que tenía entonces, pero mucha gente no lo entendía. Y como ustedes saben, con mucha frecuencia se ama más aquello que menos se entiende, es decir, mientras más extraño parezca, más atractivo. Entonces, eso fue causando los resquemores y los recelos que habrían de conducir al fatídico 9 de abril de 1948. Gaitán tenía unos seguidores absolutamente fervientes, como después de su muerte se pudo probar, y al mismo tiempo enemigos también muy agresivos y muy brutales.
La verdad es que no se puede decir, yo apuesto, como les digo al comienzo, esto es solamente mi interpretación, ustedes tienen el beneficio de inventario de creerme o no, o de seguirme o no, o de pensar que es una interpretación adecuada o no. Pero en todo caso, Colombia no es un país de personas violentas, pero sí es un país de personas pasivas, conformistas, y cuando ven a alguien auténticamente violento, lo dejan actuar, lo dejan actuar. De manera que unos pocos individuos brutales son capaces de causar el temor más terrible, el pánico más generalizado en el resto de la población, que de ninguna manera está preparada para ejercer tal violencia. Por eso Colombia nunca ha tenido auténticas guerras civiles, es decir, en el que toda la población haya quedado involucrada en algún bando que lucha contra el otro bando.
como si hubo en España o como si hubo en otros lugares del mundo. Lo que ha habido es individuos que ejercen la violencia, incluso una violencia desmesurada, a nombre de los demás, pero sin que ellos se sientan auténticamente representados. Esa es una característica que, en alguna forma, se vio desatada en las horas que siguieron al asesinato de Jorge Elías El Gaitán en abril de 1948. Aunado al hecho de que estaba reunida aquí la conferencia panamericana en Bogotá, aunado al hecho de que agitadores profesionales como Fidel Castro estaban aquí, y de que mucha gente quería que Colombia en ese año 48 diese un salto al socialismo, que era más o menos el proyecto que en algunos casos se tenía.
Lo cierto es que eso no pasó, hubo sí una extensión de violencia muy dramática en los campos. que habría de durar por lo menos todos los años 50, o casi todos los años 50. Habría de durar 10 años, habría de causar cerca de 400 mil muertes entre asesinatos y las muertes que se derivaron del desplazamiento forzado de poblaciones inmensas. Porque mucha gente murió simplemente por tener que llevarse a su familia, a sus hijos pequeños, a 100 o a 200 o a 500 kilómetros, a veces a pie.
O porque la gripa española, el tifo y otros males que caracterizaban una sociedad, digamos, abierta y urbana, se le prendieron a una serie de personas del campo que de ninguna manera estaba preparada para una migración tan terrible. Fue durante los años 50 que la ciudad de Bogotá pasó de los 350 mil habitantes que tenía en los tiempos de Gaitán, o sea, en que mataron a Gaitán, a más de un millón de habitantes. Luego, sin duda, la diáspora, la gran diáspora del campo a la ciudad sucedió a partir de 1948 y ahí empieza obviamente otra historia que es el objeto de la conferencia próxima en julio.
Esta es más o menos mi versión de los 50 años iniciales del siglo XX. Se pueden decir muchas otras cosas, pero... En aras de hacer que ustedes hagan preguntas y se convierta en una cosa más interactiva, las dejo hasta aquí. Muchas gracias.
Más o menos, ¿cuántos milicianos, cuántos soldados murieron en la guerra de los mil días? Y fuera usted tan amable de dar un pequeño perfil de por qué apareció la figura de Guadalupe Sancedo. Sí, creo que sí.
Según Jaime Jaramillo Uribe, que es tal vez una de las personas más confiables en materia de las cuentas de la historia, porque las cuentas de la historia las hacen de varias maneras, pero en tu caso es muy probable que entre 28.000 y 30.000 personas, en términos de combatientes, hubieran muerto durante los tres años de la guerra. Sin embargo, seguramente muchas otras personas murieron como resultado de la violencia en el campo, además porque Colombia en ese tiempo no tenía empadronamiento, es decir, no había registro civil. La única manera de calcular los muertos y los nacidos y los vivos también era a través de la partida de bautismo, que seguía siendo hasta 1940 el documento por excelencia de identidad en Colombia, es decir, una partida eclesiástica. Por eso algunos, como Posada Carbó, Eduardo Posada Carbó, que es tal vez uno de los historiadores más serios que hay en la Colombia de hoy, dice que aproximadamente 90 mil personas debieron morir en la guerra de los mil días, lo cual para la proporción de la población que era de unos, en ese momento, de unos 2 millones 500 mil habitantes, era una proporción pequeña.
Claro, para las familias que perdieron a sus allegados no, pero lo curioso es que de esas 90 mil personas registradas oficialmente, por lo menos 92% son hombres. Solo murieron unas pocas mujeres como resultado de la migración forzada que les digo, en algunos casos fueron llevadas a tener. Con respecto al nacimiento de las guerrillas y a Guadalupe Salcedo, Hay que decir que las guerrillas se originaron en esa misma costumbre de tener milicias que nunca se abandonó en Colombia.
El paramilitarismo contemporáneo en alguna forma es hijo de toda esa tradición de tomarse la justicia en propia mano y aliarse con unos pocos para obtener, por vías de hecho, como les digo, para ejercer una violencia de la que saben que probablemente no habrá retaliación, porque será una violencia impune. Y por eso... Aunque no ha habido guerra civil, sí ha habido una violencia sistemática y una violencia además selectiva, cuya naturaleza perversa pues ha modificado sobre todo los procesos políticos que estaban en trance de vivirse de manera pacífica.
Es una violencia soterrada, a diferencia de las violencias abiertas que han caracterizado las guerras de otras sociedades. Todas las sociedades... del mundo y las sociedades latinoamericanas han tenido guerras, pero las guerras de Colombia han sido en buena medida soterradas, es decir, no abiertas y no declaradas de modo explícito, sino que se van desarrollando a través de largo tiempo, a través de crímenes selectivos.
Y de esa manera fue la violencia de los años 50 también. Enrique, Enrique. Respetuosamente, pero es para compartir lo que no se acostumbra compartir en Colombia, y es la verdad.
Ya, no obligan, conmigo respetuosamente, a decirle, yo soy nieto de un luchador de la guerra de los mil días, que se tomó biota en 1902. Por ende, conservo... Por regalos de la vida, documentos para compartir, el que los quiera ver en mi casa con el mayor gusto, sobre todo la bitácora de guerra, en la letra de caligrafía, que hoy en día se perdió, pero de pluma fuente. Validé mucha información por regalo de la vida, con personas como Carlos Lemus Simons, Abel Cruz Santos, Abelardo Forero Benavides, y tertuliábamos mucho en la librería central al respecto de estar como tomando conciencia de por qué fue esa guerra, porque mi mamá se avergonzaba incluso de ese hecho. pero Resumiendo, para compartir, si hay un caso muy claro de 1930, cuando mi madre, la última de 16 hijos, llega, porque las arcas se habían perdido en la guerra, en 1902 tengo el documento en el cual cuando invitan a hablar de paz al abuelo, al general Rafael Mazuera y Mazuera, Aurelio Mazora y Mazora, le montan una capitulación.
Él responde con estas palabras. A mí me bautizaron con bandeja de plata, recibir esto de ustedes me quema las manos. No quiso recibir la capitulación y no quiso hablar de paz.
Pero no fueron paramilitares. La guerra de los mil días con documentos en mano, porque ellos eran hacendados. Rafael Uribe Uribe. Llegó desterrado de Antioquia a Fusagasugá para administrar una hacienda en Biotá, que era el mayor productor de café en ese momento.
Y no se nos olvide que Biotá es identificada como la nodriza de la revolución en Colombia. Todos los procesos revolucionarios del país han pasado por Biotá. En ese momento, cuando Uribe y Uribe...
Y mi abuelo se encuentra en Fusagasugá, mi abuelo era en ese momento jefe de caminos vecinales, pero era hacendado y tenía su comercio. Ahí nace la problemática de por qué eran los atropellos del gobierno y del conservatismo y de la ley de los caballos y una problemática que ha sido todavía... permanente en Colombia el robo de unas elecciones.
Hay más o menos, pero hay mucho para compartir y amerita un conversatorio con documentos, con documentos y pura tradición oral. Sí señor, la verdad es que la guerra de los mil días es efectivamente muy poco conocida por el gran público y eso supone la necesidad de conocer una serie de… de caudillos y de personajes que como el general Mazuera fueron clave en su día para decidir el destino de la guerra, no obstante el triunfo de los conservadores en la guerra administró un horizonte de paz que todo el mundo... la palabra parlamentaria es muy fuerte por las connotaciones contemporáneas que tiene, pero el hecho de formar milicias de un modo espontáneo, por tal o cual partido, no era oficial, de hecho ni siquiera el partido conservador ni el partido liberal tenían dominio de la violencia, sino el gobierno estaba en manos de un partido que se llamaba Partido Nacional, que fue en ese tiempo el del...
el del control y que pretendía hacer un equilibrio entre los dos partidos, pero de todos modos no pudo evitar que milicias liberales y milicias conservadoras luchasen en diversos lugares del país, incluyendo Rafael Uribe. Los documentos que tengo son ejército liberal y los documentos que tengo... son muy interesantes porque era ejército liberal, tercera división Tequendama.
Todo el meollo del problema, guerra, guerrillas, como los quieran llamar, sigue siendo el corredor de Sumapaz. Dejó esa inquietud. Efectivamente, los pasos entre las cordilleras fueron los ámbitos estratégicos de la guerra, porque como no había carreteras y no solo caminos de mula, era necesario controlar esos pasos, que después las guerrillas marxistas habrían de pretender controlar también. ¿Por qué? Porque el país era muy precario para comunicarse, y aquel que pudiera comunicarse con habilidad y rapidez...
obtenía ventajas militares innegables y ventajas económicas y políticas. Pero una cosa es muy interesante destacar y es el hecho que todavía en ese tiempo, en la guerra de los mil días, la inmensa mayoría de los colombianos era minifundista, es decir, solamente tenía una pequeña finca, una vereda, en una determinada vereda o una casita en un pueblo y todavía no existían los grandes latifundios garanterizos que habrían de... aparecer durante esa primera mitad del siglo XX. La agricultura, y sobre todo la agricultura de subsistencia, la agricultura de solar, era la base de la supervivencia de las sociedades, incluyendo las milicias y los ejércitos. Solo después la ganadería, solo después los dividendos de café, solo después otro tipo de ingresos, universalizaron, por ejemplo, el papel-moneda, el uso de papel-moneda, que todavía en la guerra de los mil días...
no era de circulación nacional, había papel moneda regional, es decir, emitía moneda Antioquia o emitía moneda Valle del Cauca o Cundinamarca, pero no había todavía un circuito económico nacional en ese mismo periodo. Yo creo que uno de los aportes de Reyes fue la perspectiva de un banco central y una emisión de moneda generalizada para todo el país que por primera vez existe con el siglo o con el comienzo de siglo. Y ya con el Banco de la República empieza a haber garantía, que además es una de las instituciones más poderosas y más constantes de la vida colombiana. Garantía de emisión de moneda y de control de la emisión, cosa que no había antes de 1923. Por eso, por eso esos años inciertos, no se sabía con qué dinero, con qué fondos se financiaban ese tipo de empresas militares, por ejemplo. ¿Cuál es su concepto con respecto a esa hegemonía conservadora que de golpe sí como que...
le dio cierta estabilidad al país y después cuando llega el gobierno liberal, ¿a qué se debe eso? ¿A qué se debe esa relativa inestabilidad? Y la otra pregunta es, ¿cuál es el origen de los liberales que se llamaban cachiporros y los conservadores que llamaron godos?
La verdad es que los apodos de los unos a los otros existían desde el siglo XIX. se fueron dando y asignando en virtud del desprecio o menosprecio que los líderes liberales o los líderes conservadores sentían por los contrarios, en las reuniones de sus propios seguidores, pero después, sobre todo gracias a los periódicos, eso fue adquiriendo una carta de ciudadanía y de reconocimiento mucho más grande. En general, el pueblo no se llamaba de ninguna manera hasta que hubo periódicos para... solventar esa categoría.
Y eso me lleva un poco a la primera parte de la pregunta que usted hace. La hegemonía conservadora significaba estabilidad y por eso la gente la prefería, pero a partir de 1930 se hizo insostenible esa estabilidad porque las aspiraciones de la nación estaban del lado de los liberales. Entonces, Solaya Herrera y sobre todo la revolución en marcha de López Pumarejo habrán de modificar para siempre la estructura de la sociedad y haciendo proyectos de mejoría de carreteras, de mejora en los ferrocarriles, de mejora en los servicios públicos, de inclusión de poblaciones que estaban viviendo en condiciones infrahumanas en los cinturones de miseria de las ciudades.
todo eso fue conmoviendo profundamente a la sociedad con la necesidad de que el orden que hasta ahora se había tratado de mantener era insostenible. Era a partir de ese momento un objeto de prioridad nacional el defender los proyectos que los liberales habían enarbolado. Por eso en los años 40, justamente los años de Gaitán, el país se debatía entre la paz y la guerra. La paz era la estabilidad, pero con las condiciones hasta ahora existentes que eran profundamente injustas.
Y la guerra era el movimiento de la sociedad hacia el progreso, pero con los riesgos que eso suponía, incluyendo el riesgo de caer en un patrón. digamos de socialismo, porque el liberalismo de Gaitán estaba muy inclinado a la extrema izquierda y al patrón de la estatización de la sociedad. En estos días, curiosamente, suenan ecos parecidos en el discurso de Petro. En todo caso, esa idea de que el Estado lo puede todo y lo debe mantener y controlar todo, era una idea de Gaitán, y era una idea que los socialistas habían enalbolado en esos años 40 con mucha...
Firmeza, incluso con una desafiante actitud. Pero el país no estaba listo para eso. En realidad no estaba listo ni para conservar la paz de los conservadores, ni para los grandes proyectos de los liberales.
Estaba en una transición problemática y además muy escaso de fondos. Era un país que se descubrió con grandes proyectos, pero con muy pocos medios para realizarlo. Profesor, me llama mucho la atención que dada su vasta cultura sobre estos temas tan apasionantes y tan interesantes que usted nos ha demostrado esta noche, me gustaría saber en torno a lo que dice allá, al Bogotazo, han transcurrido 70 años, sin embargo, aún se tejen versiones contradictorias en el sentido de hasta qué punto la muerte de Gaitán Fue ocasionada por la figura que muchos mitifican y que muchos controvierten como fue Juan Roa Sierra o hasta qué punto la conferencia panamericana con la presencia de un hombre tan joven en ese tiempo como era Fidel Castro haya tenido injerencia que algunos hoy en día políticos de actualidad todavía confirman y dicen que sí fue así y que la presencia de él no fue en vano en Bogotá. ¿Y hasta qué punto el gobierno conservador de Mariano Espina Pérez tuvo alguna responsabilidad cuando el hombre, según dice la historia, estaba a punto de fudarse del palacio y le dijo la esposa, más vale un presidente muerto que un presidente fugitivo? Palabras que pasaron a la historia.
Entonces, ¿cuál es su versión sobre estas inquietudes que yo le planteo esta noche? Pues la verdad es que todo eso que usted ha planteado es verdadero, o por lo menos se ha demostrado como verdadero, pero es solo parte del asunto. La verdad es que el país era muy oscuro, muy opaco, como para decir con certidumbre, pasó esto y no pasó aquello y fue culpa de tal o fue culpa de cual.
evidentemente había conservadores y seguramente personas ligadas al gobierno de Mariano Pérez que habrían... podido tramar la muerte de Gaitán, pero no pensaban en las consecuencias, o por lo menos no se habían imaginado las consecuencias que podría derivar esa muerte. Curiosamente, los conservadores a partir de la muerte de Gaitán, empezaron a ser minoría en el Congreso y en las actividades políticas posteriores, y los gobiernos conservadores empezaron a caer en descrédito, sino hubiera sido por la figura...
de Laureano Gómez, el Partido Conservador habría perdido prácticamente todo su antiguo respaldo, su antigua legitimidad. Y Colombia se debatió durante largo tiempo entre una vía y la otra, pero los medios de comunicación sí fueron claramente liberales. Es decir, El Tiempo, El Espectador, las radios que habrían de surgir, incluso ya después en la televisión, porque la televisión después lo veremos en la charla siguiente, supuso una tremenda transformación de la concepción de opinión pública, que hasta 1950 estrictamente no existía o existía de un modo sumamente inasible o difícil de establecer.
Pero hasta 1948, que es lo que estamos tratando aquí, incluso hasta los acontecimientos inmediatamente posteriores a la muerte de Gaitán, La tremenda agitación y destrucción que eso supuso, puso en evidencia el hecho de que el orden conservador, tal como se había concebido y mantenido y defendido, era... imposible de sostener y el país pugnaba por una transformación política y social que habría de ser irreversible, que es ya la urbanización total de la sociedad, es decir, un aspecto de transformación sociológica que absolutamente sin precedentes en la vida colombiana. Fidel Castro, en la conferencia panamericana se vio por primera vez que Colombia podría tener algún tipo de importancia geostratégica regional, porque es la esquina del continente suramericano y porque está relativamente cerca de los focos revolucionarios que estaban intentando incubarse en México, en Cuba, en otros países. Piensen ustedes que en el año 48 todavía Cuba estaba muy lejos del triunfo de su revolución.
El país que estaba más inclinado a la izquierda era México, porque en manos de Lázaro Cárdenas, el mazo de Lázaro Cárdenas estaba claramente tomando una ruta revolucionaria, guardadas proporciones. En todo caso, Colombia sí se veía como un enclave estratégico. Por lo menos así lo escribió Castro en sus diarios posteriores, así el Che Guevara lo entendía y otros personajes que habrían de surgir en ese momento, porque Colombia era una ventana a un mundo y a unas posibilidades que probablemente pudieran incendiar todo el continente.
No pasó así, no pasó así y efectivamente el país sufrió. el impacto de esa implosión muy dramática, pero no fue fermento revolucionario, como si lo fueron otros lugares. Y, en todo caso, el hecho de no lanzarse a una destrucción completa de la sociedad no estaba en la vocación histórica del pueblo colombiano.
El hecho de lanzarse al abismo, apostar por una cosa de un modo radical, todavía hoy, en 2018, es una cosa imprecisa y que no se ve con... con claridad. ¿Por qué? Porque el pueblo colombiano no ha tenido personajes ni élites como las élites argentinas o brasileñas o de otros países que marcaron una pauta de auténtica representación. Los líderes políticos no representan sino una parte de la sociedad y eso continúa hasta el presente.
Perdón, si no, tenía tres preguntas pero no harás al tiempo y que hay otras personas interesadas, de las tres he escogido la siguiente. Cuando estás hablando de después de la muerte de Gaitán, me pareció entender y pues de ahí mi pregunta que quiero aclarar que tú decías nosotros no somos violentos. Somos tímidos y cuando escuchamos a alguien que quiere implementar la violencia lo seguimos. No sé si me puedes explicar un poquito más o ampliar la idea. Sí señor, intento decir lo siguiente y es que el número de personas que históricamente se ha metido a actividades violentas en proporción con la población total es muy pequeño.
A diferencia de otros países en donde... Un caudillo obtiene 100.000 o 200.000 seguidores inmediatos que además se van a la guerra con él. Eso nunca ha pasado en Colombia, nunca ha pasado. Y ni siquiera Gaitán logró concitar un número de seguidores suficiente que no fueran espontáneos individuos que se permitían, digamos, en virtud de lo escabroso de la situación, hacer violencia, quemar edificios. Quemar tranvías, todas esas cosas que quedaron en las fotos tan terribles del 9 de abril y de sus días posteriores.
Porque la gente tenía que volver a su trabajo y a su pequeña vida. En realidad la sociedad no abandona durante semanas o meses o años su vocación, sino que regresa. Después de una especie de estallido de violencia, regresa a sus actividades cotidianas. Yo recuerdo unas crónicas de 18, 19, 20 de abril del año 48, dicen, estuvimos en tales turbas, matamos a tales y tales, pero volvimos a nuestro pueblo, volvimos a nuestra vieja vida, porque las familias estaban necesitándonos.
Luego, esa condición de luchador permanente, de una infraestructura para la guerra, tampoco fue... es generalizada. Los experimentos eran en buena medida espontáneos, como les digo, poco planeados y por tanto su durabilidad en el tiempo tampoco estaba de ninguna manera garantizada. Por eso no siguieron ejércitos liberales ni ejércitos conservadores, sino que a pesar de lo precario del orden de Mariano Espina, el gobierno continuó.
Y a pesar de sus condiciones difíciles y de su debilidad, porque los gobiernos colombianos tradicionalmente han sido gobiernos débiles, sin embargo se mantenían el poder. Además el ejército no hizo nada por ir hacia la dictadura como en algunos otros lugares. Ya veremos que incluso cuando llega el poder, Rojas Pinilla lo hace manipulado por políticos, liberales y conservadores.
y no por una vocación real de las fuerzas armadas de tomarse el poder y perpetuarse en el poder como lo habían hecho en otros países. Es el único país que tuvo dictadores manipulados por políticos y no dictadores que manipulan políticos. Y de hecho, esos cuatro años devastaron y no ha vuelto a haber un ejército beligerante que ni siquiera por cumplir Se toma el poder, pero eso lo trataremos en la charla próxima.
Un momentico, un momento, vamos en la palabra, le voy a pasar el micrófono. Buenas noches. Bueno, yo tengo dos preguntas.
La primera de ellas es, pues, durante la explicación nos comentaba acerca del enfrentamiento entre conservadores y liberales, pues sabemos que las causas fueron varias, pero no sé si eso, según lo que me han contado, también está relacionado con las filosofías que vienen tanto de Santander como de Bolívar, en relación al proceso de independencia. Y que eso también hizo que aquí al interior de Colombia se vayan fracturando las corrientes políticas y que luego surjan estos dos partidos, tanto el Partido Liberal como el Conservador. Entonces, no tengo muy claro cuál es la raíz de los dos partidos y qué filosofías arrastran y de dónde surgen estos dos partidos.
Y la segunda... Y última pregunta, pues también tengo dudas porque es la información que he recibido, entonces quería consultar si Gaitán tenía una filosofía comunista, si él apostaba por el comunismo o cuál era claramente su postura ante el manejo del gobierno. Muy bien, las dos preguntas son muy difíciles.
La primera es sobre los liberales y conservadores. La verdad es que Colombia no tenía partidos hasta 1840. Ni siquiera en los tiempos de Santander y de Bolívar formaban algún partido en un sentido estricto, sino que eran solamente el ánimo de construir el Estado a través de la heredad de la independencia. Bolívar, recuerden ustedes que Bolívar era venezolano y por tanto tenía ideas y una formación distinta a la que había sido la formación neogranadina más o menos clásica.
En cambio Santander... Y los personajes que acompañaban, los áulicos de Santander, sí tenían una vocación fuertemente ligada al derecho y a la idea de que existiendo las leyes existía la realidad, que es un poco una ficción que todavía conservamos. Y es que se cree que hay que legislar para poder obtener cambios en la sociedad. Y en la mayoría de los casos esas leyes se quedan en el papel.
y no se transforman o no hay manera de convertirlas en realidades cabales. Santander era legalista y leguleyo seguramente, pero era una persona razonable, de paz, tratando de organizar un Estado en el que la mayor parte de la gente no creía. Piensen ustedes que Santander tuvo que enfrentar la revolta de Agualongo en Nariño y una serie de, digamos, incredulidades. frente a la independencia recién llegada y eso se demoró mucho tiempo en ser asimilado. Entonces, a partir de la década de 1840, en la que precisamente había muerto Santander, surgen...
ámbitos políticos que postulan realidades de lo que debería ser la nación en formación. Todavía no teníamos claro si seríamos la Confederación Granadina, los Estados Unidos de Colombia y los demás estados ensayados hasta las guerras de 1876 y finalmente hasta Núñez. Una serie de experimentos, sobre todo de orden jurídico, caracterizaron el siglo XIX.
Mientras tanto, la gente seguía viviendo como había vivido bajo el rey. Algunos ni se habían enterado de que ya éramos independientes. Esa condición marcó la pauta de prácticamente todo el siglo XIX.
Pero caudillos en Bogotá, en Medellín, en Cali, empezaron a conformar tertulias y en esas tertulias a leer textos diversos. Los conservadores leían... A Bentham leían un poco a los clásicos conservadores británicos, a Joseph de Maistre, etc., una serie de ideólogos de pensamiento reaccionario y conservador, y los caudillos liberales leían los textos propios de ese pensamiento.
Todavía en abstracto, todavía sin una realidad consolidada, teóricamente liberales o teóricamente conservadores. Mientras tanto seguían viviendo como habían vivido siempre. Es decir, una especie de apoliticidad.
Y la mayoría de la gente que lo rodeaba pensaba que eran viejitos locos y seguía viviendo como había vivido. Eso hizo que los partidos liberales y conservadores fueran solamente nominales durante todo el resto del siglo XIX. Por eso, como les digo, al llegar la guerra de los mil días, El partido que gobernaba era el Partido Nacional, que pretendía agrupar a intelectuales del liberalismo y del conservatismo para hacer que las ideas radicales de los liberales fueran conciliadas por un orden o por una vocación de orden que tradicionalmente representaba a los conservadores. Efectivamente, los conservadores quedan en el status quo, pero el status quo en una sociedad que ya tenía ese fermento era difícil de controlar y de conservar.
En todo caso, lo interesante y lo llamativo y lo contradictorio de este asunto es que llegaron al siglo XX, que exigía cambios, que exigía organizarse, que exigía tener programas de largo plazo y visiones de largo plazo y todavía no estaban para nada listos para convertir en realidad sus proyectos. A los conservadores se les tildaba de ser retardatarios y de ser personas renuentes al cambio, enemigos del cambio. Pero a los liberales, los conservadores los acusaban de ser soñadores y personas ilusas que no tenían para nada los recursos para convertir en realidad esos proyectos.
Entonces, en ese orden de cosas, en ese contrapunteo, sobre todo en periódicos, sobre todo con figuras muy señeras, sobre todo con grandes... oradores en el Parlamento, en el Congreso, como era por ejemplo el propio Rafael Uribe. Con esos individuos se hizo la política, pero la política tocaba a un 1 o a un 2% de la población, el resto quedaba completamente al margen de esas discusiones.
Y solamente cuando llega la radio, como les digo, en 1928, la gente se entera por primera vez de lo que están discutiendo en el Congreso. de las nuevas leyes, de los nuevos proyectos, porque la gente no sabía, no sabía de eso, la inmensa mayoría ni siquiera sabía leer. Y esa condición politiza a la sociedad.
Y eso sí me conduce a la segunda parte de la pregunta sobre Jorge Eliezer Gaitán. Al principio Jorge Eliezer Gaitán era un liberal como los demás, era un liberal que quería el desarrollo material de su sociedad. Pero al ir a Italia, Y al ver la realidad tremenda que suponía Mussolini, Mussolini era un socialista, el patrón del modelo fascista era estatizar por completo a la sociedad bajo la dirección de un solo hombre y lanzarlo a proyectos muy audaces, pues esa retórica influyó fuertemente en la idea de Gaitán sobre lo que sería presumible transplantar a Colombia. Obviamente él entendía que eran dos realidades distintas, pero ya en 1935, y se puede ver en los documentos claramente, Gaitán optó por un patrón de izquierda muy radical, y su discurso se fue radicalizando aún más.
hasta los años 40, de manera que en 1947 cuando leían los discursos de Gaitán en Cuba, bueno, decían, este es un socialista y está claramente destinado a llegar al poder y a convertir al país en un país socialista. Incluso ya había hablado en algunos discursos a través de la derrota de Hitler y de Mussolini, de los viejos caudillos, de lo que había sido el nacionalsocialismo. Una inclinación hacia Moscú, o la idea de que Moscú hiciera un plan de desarrollo como los quinquenales que salían en la Unión Soviética para un país como Colombia, sobre cómo activar el campo, cómo industrializarlo o industrializar el país, cómo construir las carreteras y la infraestructura que el país necesitaba. Y parece que hay unos documentos en los que, lo digo porque los documentos en Colombia... Son espurios y muchas veces se falsifican, pero en todo caso hay unos documentos que dicen que había unas conversaciones muy activas en el año 46, 47, entre Gaitán y algunos consejeros soviéticos.
Y a esos consejeros soviéticos le habían dado un plan sobre lo que debía hacer en los primeros años de su gobierno, etc. Y la perspectiva de lo que hoy habría de ser una transformación socialista para Colombia. Muchas gracias profe por incitarnos a preguntar tanto, creo que eso es un mérito que haya un auditorio tan receptivo, no sé si es porque estamos en el proceso de paz o cosa semejante, pero que despierte tantas pasiones y pues ojalá se siga replicando la oportunidad de tenerlo acá y confrontarlo.
Gracias por advertir sobre el apellido que le hacía falta al título, pues porque es ambicioso llamarlo. Es historia de la violencia en Colombia, uno podría decir incluso las violencias en Colombia, chévere que advierta que uno es violentólogo, que es una tendencia a veces incomprensible y pues en esa contextualización que está realizando sobre la sociedad un poco colombiana para saber por qué se generan o se engendran tantas violencias o esta violencia, digamoslo así. Pues yo sí quisiera saber qué fue lo que lo motivó a escoger estos periodos en particular, de la guerra de los mil días al Bogotazo, en tanto que incluso hay muchos historiadores que consideran que por ejemplo Colombia o el remedio de nación de Colombia desde sus mismos orígenes pues siempre ha estado en guerra, o sea nunca ha estado en paz, desde los orígenes mismos de la república y sus rebeliones anteriores, entonces y pues también Dice la violencia en Colombia, pues yo sí quisiera que definiéramos y partiéramos más en definir qué es eso de violencia, o a qué clase de violencia se refiere, en tanto que desde Ana Haren, de patras, podríamos explicar a qué se refiere violencia. Entonces, ¿qué fue lo que lo motivó a escoger estos dos periodos en particular, más allá de que sea principios y mediados del siglo XX?
Y hacer una génesis como mucho más puntual de qué... ¿Cómo podemos definir la violencia? Efectivamente, la historia, la historia colombiana y las historias de muchos países se limitan solo a los acontecimientos violentos o a los cambios de gobierno. La historia es una seguidilla de cambios de gobierno o seguidilla de guerras civiles o guerras internacionales. Eso no ayuda a explicar cómo es que la gente fue aprendiendo a vivir de una manera diferente.
Por eso dije, y viene a su pregunta, yo escribí unos libros sobre lo que pasó antes de la independencia, sobre los siglos XVI, XVII y XVIII, los 300 años en los que silenciosamente se formó la nación colombiana, que hoy es la segunda nación más poblada de la hispanidad, después de México, es el país más poblado de la hispanidad. tiene más población que España, más población que Argentina, es un país que no sabe a qué horas se formó, es un país que no sabe de dónde procedían los individuos que lo formaron, es un país que no sabe cómo se vivía en los pueblitos, en la Onda o en, qué sé yo, en Santa Fe de Antioquia en 1541, en la Zapatoca legendaria o qué sé yo, incluso en la Cartagena de 1541. 1580 o de 1650 no sabe nada y la gente no se quiere preguntar de eso hay otros países que son muy rigurosos para hacer una crónica minuciosa ya no solo de los acontecimientos políticos sino de la vida cotidiana de la sociedad y al llegar al siglo XIX todo eso se interrumpe la razón por la que escogí este periodo es porque fue el fin de una forma de vida que duró 400 años Incluso un siglo más que la independencia. O sea, el siglo XIX de todos modos fue un siglo inercial en el que se vivió como se había vivido durante la colonia.
La mayor parte de la gente tenía la misma tecnología, la misma vida, la misma organización social, la misma familia. Uno no tenía una personalidad individual, sino que tenía el apellido y la familia y la estirpe, sus primos, su abuelo, no sé, la madre, porque la mayor parte de las sociedades colombianas han sido matriarcales. Son machistas, pero matriarcales, porque las madres siempre han sido las que diseñaron la sociedad.
Los hombres tenían un comportamiento relativamente nómada. se iban a hacer arriería, en la mayoría de los casos, o agricultura o lo que fuera, pero eran las madres las que educaban a niños y a niñas. Luego los valores fundamentales de esa sociedad rural y aldeana no cambiaron en 400 años. Y de pronto, llegado 1875, llegado a la final del siglo XIX, un montón de elementos empiezan a ser necesarios. que se individualice la sociedad.
Como decía Schopenhauer, el principio de individuaciones empezó a triunfar sobre el antiguo principio gregario que caracterizaba al mundo gregario. Y entonces esa sociedad cambió. Y empezaron a conocer cosas que nunca había experimentado.
¿Qué quiero decir cuando hablo de violencia? Violencia me refiero al hecho o a la serie de hechos más bien a través de los cuales unos individuos adquieren un poder extraordinario como resultado de acciones brutales contra otros individuos de la sociedad. No porque un día se enfurecieron y mataron a otro, no, sino porque sistemáticamente empezaron a usar ese recurso como manera de obtener poder, riqueza o reconocimiento. Eso había sido raro en la vida colombiana. En la colonia había habido crímenes, muy pocos por demás, pero había habido crímenes, había habido de pronto unas escaramuzas violentas, pero se debían a rencillas familiares o personales, no eran una cosa sistemática.
Solo a partir de 1876, como le digo, la guerra de 1876, empiezan unos individuos armados con unos rifles muy primitivos. a ir a matar personas en determinadas aldeas. No, la revolución de los comuneros fue en 1781, un siglo antes, pero en realidad fue una revuelta contra el mal gobierno que en ese momento tenía el virreinato y era para restaurar la autoridad del rey.
De hecho, Galán y todos esos eran realistas, como en general incluso la Antonia Santos de los primeros años, etc. Eran realistas y no querían cambiar el régimen. La gente no quería cambiar el régimen. Agualongo era realista.
Él hablaba, era un indígena de Nariño y sin embargo propugnaba por el rey de España, a quien reconocía, a quien habían reconocido sus antepasados. Eso es interesante porque no nos lo cuenta la historia oficial. La historia oficial es solamente una historia de próceres.
Pero no es una historia sociológica. Por eso yo creo que ha llegado la hora de hacer una historia diferente que la gente pueda consumir y comprender. La historia solo tiene sentido cuando la gente la comprende, cuando la convierte en su relato de su propia sociedad. Tenga o yo no, tenga, tenga o no tenga razón, lo que quiero inaugurar es una manera de narrar la historia colombiana que sea distinta. a la que tradicionalmente hemos tenido, que es insuficiente, puede que no sea falsa, pero es insuficiente y no nos explica de un modo completo.
Doctor, doctor, doctor, buena noche, muchas gracias, perdón, mi pregunta era muy corta y la agradezco porque primero siento que nos ilustra que aún seguimos viviendo en los principios del siglo XX. en un conservadurismo ideal muy fuerte. Pero me gustaría a mí aclarar, creo que más por mi ignorante juventud y mi morbosidad, es algo de lo que siempre se ha hablado pero no hay un hito claro, y es, en verdad hubo una influencia americana o una disputa de territorio americano con esta idea europea, italiana de Gaitán, que también se sabe mucho que venía con mucha fuerza soviética, y que ese miedo y ese temor de los grandes empresarios latifundistas y esta área fuertemente conservadora, es que el socialismo ha sido entendido como se entendió en Chile en el 71 con Allende cuando sube la revolución obrera. En este sentido, llegamos a decir que el socialismo es el que más nos ha ayudado a vivir. ¿El primer paso al comunismo y eso es lo que nos tiene bajo temor?
Pues la verdad es que... O sea, ¿quién lo mataría, no? Eso que usted pregunta es muy difícil de discernir. Yo tengo sólo una versión. Y es que efectivamente, la sociedad colombiana es de raigambre conservadora.
Eso es algo de lo que tenemos que partir. Por tanto, los conservadores tienen miedo al cambio. Y sobre todo al cambio rápido, al cambio abrupto, al cambio violento. Y el socialismo postula una mutación dramática de la sociedad, o sea, de la noche a la mañana aparece un orden nuevo, un hombre nuevo, habla de una serie de cosas que producen verdadero temor, pánico, ya no sólo a las élites, por supuesto tienen razones para temer, sino incluso al pueblo llano. Si el pueblo llano hubiera apoyado eso...
Yo hubiera tenido una vocación de eso, irremisiblemente había arrasado con las oligarquías y las élites de aquellos tiempos, de manera irreversible. Luego, los pueblos no se comportan únicamente por lo que digan sus caudillos, los pueblos no se comportan únicamente por lo que sus líderes, a veces tan foráneos y tan extraños, puedan decir. Yo creo que Gaitán se adelantó mucho a la sociedad y a los cambios de la sociedad.
Y además internacionalizó el proyecto colombiano en una hora en que el país no estaba listo para semejante cosa. Piense usted que no había carreteras, o sea, si Gaitán hubiera triunfado, no había habido carreteras para llevarlo hasta la costa, o hasta las montañas de Antioquia, o hasta los llanos orientales. Colombia tiene 650 mil kilómetros cuadrados sin poblar.
Es decir, es un país que en la selva occidental, en la Orinoquia, en la Amazonia, incluso en la región de las sabanas que va de la costa atlántica hasta el comienzo de la cordillera, está despoblada. Y está despoblada hoy, imagínense lo que era en 1948. Entonces, es un individuo que llegó temprano a transformaciones sociales para las cuales, como les digo, ni siquiera había clase obrera. En Argentina había clase obrera, en Uruguay había clase obrera, y por eso el socialismo prendió con una llama perfectamente distinta y asimilable a la sociedad. Aquí no, aquí no estamos listos para eso.
Incluso en México la revolución se convirtió en un discurso del cambio que no cambió mucho la sociedad, pero sí consoló sobre la idea de que se habían lanzado a un orden nuevo, mucho más liberal. En Colombia además se confunde liberal con socialista, de hecho el Partido Liberal es miembro de la Internacional Socialista. Eso es una contradicción, porque liberal es defensor de las libertades, incluyendo las libertades económicas, públicas.
Y en cambio el socialismo no respeta, nunca ha respetado las libertades económicas. Luego, el socialismo es básicamente estatismo. En ese sentido Hitler y Stalin y Mussolini eran iguales, tenían un proyecto de estatización radical de Alemania, de Italia, de la Unión Soviética, que es distinto a lo que después se hizo, el peronismo hizo en Argentina o el PRI hizo en México. Colombia no tenía ni de lo uno ni de lo otro, tenía falsos conservadores y falsos liberales y en general una población Muy dubitativa, que no sabía hacia dónde coger, hacia dónde echar, y sobre todo no podía construir, todavía no sabe construir consensos verdaderos. Colombia no tenía y no tiene todavía hoy, 70 años después, un proyecto nacional de largo plazo, que sepa hacia dónde vamos a estar en 2050 o en 2080. Hay países que sí lo tienen.
Yo digo, lo he dicho en muchos lugares. ¿Cómo es posible que la gente oiga que no tenemos proyectos nacionales y digan ah sí, ah bueno, no necesitamos esa vaina? Claro que la necesitamos, cualquier nación sensata y especialmente en el siglo XXI necesita un proyecto de largo plazo.
¿Por qué todavía vivimos de espaldas al mar en lugar de desplazar a los productores, por ejemplo, del sector industrial o a los que tienen bienes para la exportación cerca del mar? Lo cual haría barato y fluido el comercio. ¿Por qué no tenemos otra vez el río Magdalena en funcionamiento, en utilización y al mismo tiempo con la posibilidad de conservarlo? ¿Por qué no tenemos ferrocarriles y los abandonamos?
¿Por qué las carreteras se construyen de manera tan irregular? ¿Por qué todavía no hay un proyecto industrial fabril o un proyecto del sector servicios? como los que tienen países como Tailandia o como Vietnam. No los tenemos.
La gente no piensa que eso sea necesario. No está todavía en el patrón de construir prioridades de largo plazo. Y esa discusión de prioridades de corto plazo nos hace perder la energía y el esfuerzo constantemente. Pero estoy adelantándome a cosas de la próxima.
Bueno, muchas gracias a todos. Enrique.